Biblia

Comentario de Salmos 140:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Salmos 140:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

(Al músico principal. Salmo de David) Líbrame, oh Jehovah, del hombre malo; guárdame del hombre violento.

Año 1062 a.C.

Líbrame, oh Jehová. Sal 43:1; Sal 59:1-3; Sal 71:4.

del hombre malo. Heb.

hombre de violencias. Sal 140:4, Sal 140:11; Sal 18:48; Hab 1:2, Hab 1:3.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

David ora para ser librado de Saúl y Doeg, Sal 140:1-7.

Ora contra ellos, Sal 140:8-11.

Se consuela a si mismo confiando en Dios, Sal 140:12, Sal 140:13.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Un salmo de lamento individual atribuido a David, implica particularmente a los inicuos. El deseo de David para que el juicio de Dios cayera sobre los inicuos identifica este poema como un salmo imprecatorio. La estructura del Sal 140:1-13 es como sigue:

(1) David pide que se le libre del inicuo (vv. Sal 140:1-3);

(2) David pide que se le guarde del inicuo (vv. Sal 140:4, Sal 140:5);

(3) una confesión de confianza en Jehová (vv. Sal 140:6-8);

(4) una oración por el castigo de los inicuos (vv. Sal 140:9-11);

(5) una declaración de que Jehová librará al afligido (vv. Sal 140:12, Sal 140:13).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Líbrame: David clama a Jehová para que lo libre del inicuo que continuamente hace daño al inocente. Las palabras hombres violentos se repiten en el v. Sal 140:4. El vocablo violento describe a las personas crueles y despiadadas que planean la destrucción del justo. Son del todo malvados y se sentirán satisfechos solo si pueden participar en la aniquilación del pueblo de Dios. Pero Jehová siempre está listo para librar a quienes ama de las garras impías.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

LÍBRAME, OH JEHOVÁ, DEL HOMBRE MALO. Los creyentes deben pedirle a Dios que los libre no sólo de las personas malvadas sino también del «malo», es decir, Satanás. Como el mayor enemigo de los creyentes, él procura hacerlos caer en el lazo y destruir el alma de ellos (véanse Mat 4:10, nota; Mat 6:13, nota; y el ARTÍCULO PODER SOBRE SATANÁS Y LOS DEMONIOS, P. 1354. [Mar 3:27]).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Salmo 140 (Vg 139): Oración de un Calumniado y Perseguido.
L os salmos 140-143 constituyen un grupo de características afines. Los cuatro llevan por encabezamiento el nombre de David. Las ideas y el lenguaje son similares, lo que parece indicar que tienen un mismo autor. Abundan las reminiscencias de otras composiciones salmódicas, y no se distinguen por su originalidad. El salmista se siente hostilizado por gentes desaprensivas que no saben valorar lo religioso. Por eso, se dirige a Dios para que le libre de sus pérfidas asechanzas. Se mezcla el tono deprecativo con las imprecaciones, como suele ser usual en estos salmos que reflejan un alma angustiada. Bajo este aspecto, son grandes las semejanzas con las composiciones de las dos colecciones atribuidas a David l.

Las insidias de los impíos.
1 Al maestro del coro. Salmo de David 2. 2 Líbrame, ¡oh Yahvé! del hombre malo, presérvame de los hombres violentos, 3 de los que maquinan el mal en el corazón y todo el día excitan contiendas. 4 Afilan su lengua como serpientes, tienen bajo sus labios el veneno del áspid. Seldh. 5 Guárdame, Yahvé, de las manos del impío; protégeme de los hombres violentos, que maquinan tropiezos a mis pasos. 6 Los soberbios, que me ponen ocultos lazos, tienden las ledes a la vera del camino y ponen cepos para mí. Seldh. 7 Pero yo digo a Yahvé: “Tú eres mi Dios.” Escucha, ¡oh Yahvé! la voz de mis súplicas. 8 Yahvé, Señor, mi fuerza salvadora, tú cubres mi cabeza en el día del combate. 9 No accedas, Yahvé, a las ansias del impío; no permitas que se logren sus dolosos designios. 10 Alzan su cabeza los que me cercan, la malicia de sus labios los aplaste. 11 Lluevan sobre ellos brasas encendidas, caigan en el abismo para no levantarse jamás. 12 El hombre lenguaraz no permanecerá sobre la tierra; el hombre violento será presa del infortunio, que le derribará. 13 Pero yo sé que Yahvé saldrá en defensa del desvalido, a la defensa del pobre. 14 Ciertamente los justos alabarán tu nombre, y los rectos habitarán en tu presencia.

El justo se halla aislado en una atmósfera de incomprensión y hostilidad por parte de gentes desalmadas que no vacilan en violentarlo hasta la efusión de sangre. Constantemente traman ardides contra los que siguen la ley divina, y con sus lenguas lanzan calumnias que son más perniciosas que el veneno del áspid 3. Como diestros cazadores, esconden lazos para hacer caer la ansiada presa 4. Frente a una hostilidad sistemática, no le queda al devoto sino confiar en su Dios, implorando su poderoso auxilio. En los momentos difíciles, Yahvé siempre ha sido su fuerza salvadora 5, cubriendo su cabeza con un yelmo protector en el fragor del combate 6. Por eso, ahora espera que sus enemigos triunfen en sus aviesos designios. Cuando se manifieste la justicia punitiva de Yahvé, sufrirán la suerte de las ciudades malditas de Sodoma y Gomorra, sobre las que llovieron brasas encendidas para ser anegadas en el abismo de fuego y azufre, y no volver a aparecer de nuevo7.
Siguiendo la opinión en el A.T., los impíos tendrán que recibir su merecido en esta vida, y su prosperidad en la tierra no puede ser permanente. Cuando menos lo espere, será presa del infortunio, porque Yahvé vela por la suerte de los justos, particularmente los desvalidos y pobres8. Por eso, los justos terminarán por triunfar, permaneciendo en presencia de Yahvé para manifestar sus alabanzas. Frente a la inseguridad del malvado está la paz y prosperidad del recto de corazón 9.

1 Compárese v. 13-16 y Job 10:95. – 2 Faulhaber, citado por J. Calés, o.c., II 556. – 3 J. Calés, ibíd. – 4 Cf. Jer 17:10; Sal 127:2; Deu 6:7. – 5 Cf. Rom 11:33; Isa 2:11.17; Isa 12:4. – 6 Cf. Exo 33:14-15; Jon 1:3.10; Isa 63:9-10; Sab 1:73. – 7 Cf. Amo 9:2s; Jer 23:24. – 8 Cf. Sal 18:11; Mal 4:2. – 9 Cf. Job 24:13-17. – 10 Cf. Job 10:8-11. – 11 Cf. Job 10:8-11. – 12 Cf. Job 3:1. – 13 Cf. Job 26:14; Sal 36:8; Sal 92:5. – 14 Cf. Job 21:7S. – 15 Sal 104:35. – 16 Cf. Sal 16:12; Pro 12:28. – 17 Cf. Isa 59:8. – 18 Cf. Sal 1:7; Sal 25:4-5; Jer 21:8. – 19 Cf. Sab3:1s.

Fuente: Biblia Comentada

El énfasis recae aquí en la liberación de malvadas maquinaciones.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Salmo 140 (139): Salmo de súplica individual de quien, ante la hostilidad del enemigo, invoca la protección de Dios y el castigo de los malvados proclamando su absoluta confianza en la intervención divina.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Salmos 140-145. Orando Hasta Llegar a la Alabanza

Los Sal. 140-145 forman un grupo davídico conectado. El 142 se conecta con las experiencias negativas de David con Saúl y el mismo período concuerda con todos los salmos hasta (como en el Sal. 18) que pasamos a la luz de un gran alfabeto de alabanza en el 145. Los Sal. 140-143 son oraciones: la primera reacción a las dificultades en sus muchas manifestaciones (ver los títulos en el comentario) es «llevárselas al Señor».

Salmo 140. Calumnia

El Salmo consiste en dos oraciones (1-5, 8-11), cada una seguida por una afirmación (6 y 7, 12 y 13). La primera oración pide protección, la segunda pide desastre; la primera afirmación reconoce al Dios de salvación en su cuidado personal, protector; la segunda afirma al Dios de justicia cuando la sociedad ha cometido un error público. Cada una de las oraciones hace mención especial del violento (1, 4, 11), daño a la persona, y de su hablar (3, 11). De la misma manera, el Salmo mezcla el pensamiento de un individuo hostil con el de un grupo hostil. Todo esto se aplica a David en la época del temor patológico que le tenía Saúl. Nótese en los vv. 1-5 cómo la mente impulsa a las lenguas (3) que a su vez impulsan a las manos (4). Típicamente en la Biblia, la lengua se considera no sólo dañina (agudizan) sino también mortal (serpiente … veneno … víbora). 7 Cubres, un tiempo perfecto que expresa un hábito fijo. David está convirtiendo en adoración lo que la experiencia pasada le ha enseñado. 8-11 Vuelve a presentar lo que vemos como un “problema” de imprecación. Pero es una verdad revelada de lo que el pecado devuelve (8, 9, 11), que los juicios característicos de Dios sobre el impío son el fuego y la inundación (10). Al entregar todo al Señor en oración -dejándoselo todo a él, descansando en la oración, sin planear ninguna venganza- David realísticamente expresa lo que Dios, a quien corresponde la venganza, ha dicho que hará. 12 Pobre … necesitados, los aplastados y marginados por los fuertes e inescrupulosos.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

140.12 ¿A quién se pueden dirigir los necesitados cuando los persiguen? No tienen el dinero necesario para obtener ayuda profesional, quizás no son capaces de defenderse. Sin embargo, siempre hay alguien que está de su parte: el Señor estará junto a ellos y al final les hará justicia. Esto debe consolarnos a todos. No importa cuál sea la situación, el Señor está con nosotros. Pero esta verdad también nos debe hacer un llamado a la responsabilidad. Como pueblo de Dios, tenemos que defender los derechos de los indefensos.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) Lit.: “del hombre terrestre”. Heb.: me·’a·dhám.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 5085 Sal 59:1

b 5086 Sal 18:48; Sal 71:4

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Salmo 140 Este Salmo es una petición para que Dios preserve a su rey de los que provocan guerras (vers. 2) y lo vituperan (vers. 3). También pide que Dios vuelva su propaganda contra ellos mismos en retribución justa (vers. 9) al dejar caer sobre ellos juicio divino (vers. 10) y eliminarlos para siempre (vers. 11). El Salmo se divide en dos estrofas, vers. 1-7 y vers. 8-13. Las dos empiezan con una petición (vers. 1, 8) y las dos concluyen con dos vers. de confianza (vers. 6, 7, 12, 13) iniciados con frases semejantes (vers. 12). Mientras la primera estrofa tiene un lamento del rey y peticiones para que sea preservado en su trono, la segunda estrofa pide que Dios frustre a los impíos (vers. 8) y que los deseche para siempre. La primera estrofa del Salmo consiste de dos partes (vers. 1-3, 4, 5). En cada parte el salmista pide preservación (vers. 1, 4) y luego da una descripción viva de la calumnia maliciosa de sus enemigos, que es tan mortal como el veneno de serpiente (vers. 2, 3) y como las trampas del cazador (vers. 4b, 5). Las dos estrofas están unidas por la doble unificación de las peticiones con malignos, hombres violentos/hombre (vers. 1, 11), labios (vers. 3, 9), lengua (vers. 3, 11), y persiga (vers. 11). Los vers. 8-11 se vinculan a los vers. 6, 7 al hacer contraste entre el cubrir la cabeza del salmista con salvación (vers. 7) y el cubrir la cabeza de los enemigos con malicia (vers. 9).

Fuente: La Biblia de las Américas