Hijo mío, no andes en el camino de ellos; aparta tu pie de sus senderos,
no andes en camino con ellos. Pro 4:14, Pro 4:15; Pro 9:6; Pro 13:20; Sal 1:1; Sal 26:4, Sal 26:5; 2Co 6:17.
aparta tu pie de sus veredas. Pro 4:27; Pro 5:8; Sal 119:101; Jer 14:10.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Las palabras de los padres son de precaución. Un paso hacia el precipicio, es un paso en dirección hacia la propia destrucción. El tender la red ante los ojos del ave para atraparla, sería una tarea infructuosa. Sin embargo el insensato es menos perspicaz que el ave, ya que él puede observar como preparan la trampa y de todas maneras, cae en ella.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
no andes. Esto se enfrenta directamente a la invitación del v. Pro 1:11. El pecado se ha de rechazar en la primera tentación (cp. Stg 1:15; Sal 119:114-115) repudiando incluso la asociación que pueda llevar al pecado (cp. Sal 1:1-6). Evita los comienzos del pecado (vea Pro 4:14).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
REFERENCIAS CRUZADAS
e 31 Pro 4:14; Pro 13:20; 2Co 6:17
f 32 Sal 119:101; Pro 4:27; 1Co 15:33
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
no andes en el camino. Esta metáfora reconoce la conexión vital entre el curso de la vida (i.e., el carácter de la vida del individuo), su conducta (i.e., las opciones específicas en cuanto al comportamiento) y las consecuencias (i.e., el resultado inevitable de la vida de cada uno).