Comentario de Proverbios 8:32 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
“Ahora pues, hijos, oídme: Bienaventurados los que guardan mis caminos.
bienaventurados los que guardan. Sal 1:1-4; Sal 119:1, Sal 119:2; Sal 128:1; Luc 11:28.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Ahora, pues, hijos, oídme: Esto es un epílogo del himno de alabanza del capítulo Pro 8:1-36, donde se llama a todos a escuchar. La sabiduría ofrece bendiciones y vida a los que la siguen, pero también maldición y muerte a los que la odian. Su tierna invitación es más deseable que cualquier cosa y una invitación a una vida bendecida.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
— escúchenme: La conclusión del poema (Pro 8:32-36) retoma el género exhortativo para reiterar la invitación a aceptar, recibir y buscar la sabiduría, ahora avalada por la excelencia de sus dones y su origen divino (Pro 8:12-31) y, en virtud de ello, portadora de felicidad y de vida (Pro 8:34-36).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Sir 14:20-27; Sab 6:14.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
e 432 1Jn 2:17
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
oídme. Oír con el fin de obedecer.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
El capítulo concluye con una exhortación final de la sabiduría.