Comentario de Génesis 37:22 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
—Y Rubén añadió—: No derraméis sangre. Echadlo en esta cisterna que está en el desierto, pero no pongáis la mano sobre él. Era para librarlo de sus manos a fin de hacerlo volver a su padre.
Y les dijo Rubén. Gén 42:22.
No derraméis sangre. Mat 27:24.
y no pongáis mano en él. Gén 22:12; Éxo 24:11; Deu 13:9; Hch 12:1.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
no derraméis sangre: Rubén trató de salvar la vida de su hermano al hacer que los demás lo dejasen en la cisterna. Sin agua en ella, José sólo sobreviviría un par de días, por eso, Rubén planeaba rescatarlo a tiempo. Probablemente estaba motivado por el amor que sentía hacia su padre y el deseo de restaurar la relación que se había estropeado por lo sucedido con Bilha (Gén 35:22; comparar con Gén 49:4). Así, convenció a sus hermanos de no matar a José y de dejarlo en la cisterna (v. Gén 37:29).
El montículo de Dotán (centro), la ciudad veterotestamentaria donde los hermanos de José lo echaron en una cisterna para luego venderlo a unos vendedores de esclavos (Gén 37:17-28).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
REFERENCIAS CRUZADAS
d 1665 Gén 4:10; Gén 42:22; Pro 6:17
e 1666 Gén 42:21; Sal 37:8; Jer 22:3
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Lit., que está en el