Comentario de Cantares 5:2 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Yo dormía, pero mi corazón estaba despierto, y oí a mi amado que tocaba a la puerta y llamaba: “Abreme, hermana mía, amada mía, paloma mía, perfecta mía; porque mi cabeza está llena de rocío y mis cabellos están mojados con las gotas de la noche.”
Yo dormía. Cnt 3:1; Cnt 7:9; Dan 8:18; Zac 4:1; Mat 25:4, Mat 25:5; Mat 26:40, Mat 26:41; Luc 9:32; Efe 5:14.
Es la voz de mi amado. Cnt 2:8, Cnt 2:10; Jua 10:4.
que llama. Apo 3:20.
Ábreme, hermana mía. Sal 24:7-10; Sal 81:10; Pro 23:26.
paloma mía. Cnt 2:14; Cnt 6:9; Sal 119:1; Apo 3:4; Apo 14:4.
Porque mi cabeza. Cnt 8:7; Gén 29:20; Gén 31:40, Gén 31:41; Isa 50:6; Isa 52:14; Isa 53:3-5; Mat 8:17; Mat 25:35-45; Mar 1:35; Luc 6:12; Luc 22:44; 2Co 5:14, 2Co 5:15; Gál 2:20.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
yo dormía: Estas palabras comienzan una sección (vv. Cnt 5:2-8) que probablemente sea un sueño (Cnt 3:1-5). La novia sueña que llega su amado, pero ella ya se ha lavado, quitado su ropa y metido en la cama (v. Cnt 5:3). Al final, va hacia la puerta para dejarlo entrar, pero él ya no está. Su tristeza la lleva a la ciudad para buscarlo. Los guardas la encuentran y son agresivos con ella.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Yo dormía, pero mi corazón velaba. Algunos han sugerido que la amada sueña aquí, como en Cnt 3:1-4. Sin embargo, ella reconoce que «mi corazón velaba», indicando que no estaba profundamente dormida. Hacer de esto un sueño sería hacer del resto del libro un sueño, lo que es muy improbable. Abreme. Parece que Salomón había regresado a casa antes de lo esperado y que quería dar a su esposa una sorpresa romántica.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Esta primera sección principal presenta el primer desencuentro de la pareja (Cnt 5:2-16; Cnt 6:1-3) y su reconciliación (Cnt 6:4-13; Cnt 7:1-13; Cnt 8:1-14).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
De modo inevitable, entra la discordia incluso en el matrimonio más idílico. Las «pequeñas zorras» de Cnt 2:15 hacen su presencia en el hogar en este pasaje.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Cnt 5:2-16; Cnt 6:1-3 : En el cuarto cantar, como en el segundo con el que tiene otras coincidencias, la amada asume el protagonismo de una doble búsqueda frustrada: en primer lugar, su propia demora en la visita nocturna del amado provoca la marcha de este (Cnt 5:2-6); después, la amada repite la búsqueda nocturna (Cnt 5:7-8 = Cnt 3:2-3), que ahora es infructuosa. Las breves intervenciones del coro (Cnt 5:9; Cnt 6:1) enmarcan el hermoso canto a la belleza física del amado (Cnt 5:10-16) y dan paso al abandono final de su búsqueda, ante la convicción de su presencia exclusiva en el jardín de la amada (Cnt 6:2-3).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Cnt 2:8; ver Apo 3:20.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Dado por supuesto
En contraste con 3:1-5, esto parece ser más realidad que sueño. De cualquier manera, estos versículos están colmados de drama y enseñan una lección muy importante en la relación entre un marido y una esposa. El hombre llega tarde del trabajo y su cabello está mojado de rocío. Sin duda él estaba anhelando la comodidad del hogar y la presencia de su esposa, y pensando cuán lindo sería abrazarse con ternura en la cama. Pero la historia es diferente en el dormitorio. Su esposa se ha dado el equivalente a una ducha tardía, y está ahora desvestida y en cama. Cuando se escucha el llamado a la puerta, ella está deliciosamente soñolienta. El habla con hermosas palabras cariñosas (tal vez las ha ensayado camino al hogar) y se dirige a ella con cuatro nombres, cada uno con el pronombre personal posesivo: hermana mía, amada mía, paloma mía, perfecta mía. Cada uno es íntimo y personal, y llevan a una culminación. La escena está preparada para una hermosa bienvenida al hogar, pero no lo va a ser, al menos todavía no. Otras cosas ocupan la mente de la Sulamita. Las comodidades físicas son más importantes para ella que el saludar a su esposo. Se ha lavado cuidadosamente los pies, ¿cómo podrá ensuciarlos otra vez?, y no desea molestarse en vestirse de nuevo.
Después de un rato cambia de parecer, pero ahora es demasiado tarde; él se ha ido. No puede creerlo. Está desesperada, y en su desesperación llama, pero sólo hay silencio. Va corriendo por las calles de la ciudad buscándole, sólo para ser golpeada por los guardias. Finalmente ruega a las mujeres de Jerusalén que le digan en cuanto lo encuentren, y también le digan a él el espantoso estado de su corazón.
Tal vez todo esto tuvo lugar algún tiempo después de su noche de bodas, y es la primera indicación de que ella lo está dando por supuesto. Aquel gozo inicial mutuo ha menguado ligeramente, aun si sólo por un momento. Aquí está una de las “zorras pequeñas” (2:15) que echan a perder el florecer de una nueva relación. Es una advertencia para ella y para su propio bien, y responde inmediatamente. En el fondo, ella realmente lo ama todavía, porque descubrió que su corazón se conmovía por él (4). Es una lección para todos nosotros, tanto en nuestras relaciones unos con otros y con Cristo, nuestro esposo celestial. ¡Cómo ha de entristecerse su corazón cuando viene a nosotros ofreciendo sus deleites, y simplemente no queremos ser molestados! Las comodidades corporales, o algo similar, han tomado el lugar de nuestro amor a él.
Hay en el v. 4 un toque conmovedor que refleja el corazón del amante. No hay enojo ni mal humor de parte de él, sólo una profunda desilusión. Pero lo que hace es cubrir la manecilla del cerrojo con mirra, una señal de su persistente y fragante amor por ella. Ella descubre esto, para su deleite, al gotear esta de su propia mano.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
g 133 Cnt 3:1
h 134 Rev 3:20
i 135 Luc 12:36
j 136 2Co 7:1; 2Co 11:2; Efe 5:27; 2Pe 3:14; Rev 14:4
k 137 Luc 2:8
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Yo dormía. Pudiera ser otro sueño (cp 3:1– 4); pero la separación y la reconciliación sugieren un evento real (6:1– 13).
Fuente: La Biblia de las Américas
La próxima escena, después de la noche de boda, presenta a la esposa cuando rehúsa dejar entrar al esposo (vv. Cnt 5:2-3), se entristece porque él se ha ido (vv. Cnt 5:5-6) y sale a buscarlo (vv. Cnt 5:7-8). El rey ha dejado mirra en la puerta (v. Cnt 5:5) como señal de que ha estado allí. Los guardas la confundieron con un criminal (v. Cnt 5:7)
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Lit., compañera
Lit., llena
Lit., las gotas