Visión de Isaías hijo de Amoz, que vio acerca de Judá y de Jerusalén en los días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá:
RESUMEN DE ISAIAS
Isaías, con singular propiedad, ha sido denominado el Profeta Evangélico, debido a la cantidad y variedad de sus profecías acerca del advenimiento y el carácter, el ministerio y la predicación, los sufrimientos y la muerte, y el extenso y permanente reino del Mesías. Tan explícitos y determinados son sus predicciones, así como también numerosos, que parece hablar más bien de cosas pasadas que de acontecimientos futuros; y puede ser más bien llamado un evangelista que un profeta. Aunque los críticos posteriores, especialmente aquellos en el continente, han gastado mucho trabajo y aprendizaje para robar al profeta su título; sin embargo, nadie, cuya mente no tiene prejuicios, puede estar perdida al aplicar porciones selectas de estas profecías a la misión y el carácter de Jesucristo, y a los eventos en su historia que son citados para ilustrar por los escritores sagrados del Nuevo Testamento. Testamento. De hecho, sus profecías acerca del Mesías parecen casi anticipar la historia del Evangelio; tan claramente ellos predicen su carácter Divino. (Compara Isa 7:14 con Mat 1:18-23, y Luc 1:27-35, lee Isa 6:1-13, Isa 9:6, Isa 35:4, Isa 40:5, Isa 40:9, Isa 40:19, Isa 42:6-8, compare Isa 61:1, con Luc 4:18, ver Isa 62:11, Isa 63:1-4); sus milagros (Isa 35:5, Isa 35:6); su peculiar carácter y virtudes (Isa 11:2, Isa 11:3, Isa 40:11, Isa 43:1-3); su rechazo (Compárese con Isa 6:9-12 con Mar 13:14; vea Isa 7:14, Isa 7:15, Isa 53:3); sus sufrimientos por nuestros pecados (Isa 50:6, Isa 53:4-11); su muerte y sepultura (Isa 53:8, Isa 53:9); su victoria sobre la muerte (Isa 25:8, Isa 53:10, Isa 53:12); su gloria final (Isa 49:7, Isa 49:22, Isa 49:23, Isa 52:13-15, Isa 53:4, Isa 53:5); y el establecimiento, aumento y perfección de su reino (Isa 2:2-4, Isa 9:2, Isa 9:7, Isa 11:4-10, Isa 16:5, Isa 29:18-24, Isa 32:1; Isa 40:4, Isa 40:5; Isa 42:4; Isa 46:13; Isa 49:9-13; Isa 51:3-6; Isa 53:6-10; Isa 55:1-3 Isa 59:16-21 Isa 60:1-22; Isa 61:1-5; Isa 65:25); cada uno específicamente señalado, y representado con los personajes más llamativos y discriminativos. Es imposible, de hecho, reflexionar sobre esto y sobre toda la cadena de sus ilustres profecías, y no ser sensato de que proporcionen la evidencia más incontestable en apoyo del cristianismo. El estilo de Isaías ha sido universalmente admirado como el modelo más perfecto de elegancia y sublimidad; y como se distingue por toda la magnificencia, y por toda la dulzura de la lengua hebrea.Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Visión de Isaías. Isa 21:2; Núm 12:6; Núm 24:4, Núm 24:16; 2Cr 32:32; Sal 89:19; Jer 23:16; Nah 1:1; Hab 2:2; Mat 17:9; Hch 10:17; Hch 26:19; 2Co 12:1.
la cual vió. Isa 2:1; Isa 13:1; 2Pe 1:21.
en los días de Uzías. Isa 6:1; 2Cr 26:1-23; 2Cr 27:1-9; 2Cr 28:1-27; 2Cr 29:1-36; 2Cr 30:1-27; 2Cr 31:1-21; 2Cr 32:1-33; Ose 1:1; Amó 1:1; Miq 1:1.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Isaías se queja de Judá por su rebelión, Isa 1:1-4.
Lamenta sus juicios, Isa 1:5-9.
Reprende su servicio entero, Isa 1:10-15.
Exhorta al arrepentimiento, con promesas y acechanzas, Isa 1:16-20.
Lamentando su maldad, él denuncia a Dios, Isa 1:21-24.
Promete la gracia, Isa 1:25-27;
y acecha la destrucción al malo, Isa 1:28-31.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
————————
ISAÍAS FUE UN HOMBRE CON UNA MISIÓN. EL SEÑOR LE MOSTRÓ una pincelada de su glorioso trono y le dio un motivo a su vida. Como profeta, habló la palabra de Dios. En la mayoría de los casos, éstas eran palabras de confrontación, exhortación y advertencia, palabras que lo hicieron extremadamente impopular. Pero, aún cuando tuvo que enfrentar la adversidad, Isaías continuó diciendo la verdad. El Señor lo llamó para que le advirtiera al pueblo sobre el precipitado desmoronamiento que se les venía encima. El libro de Isaías contiene proféticas palabras de advertencia; pero también, promesas y esperanzas. Cierto día vendrá el Mesías, quién nos salvará, nos confortará y bendecirá a su pueblo.
El libro de Isaías está lleno de profecías. El entender la literatura hebrea de profecías, implica el reconocimiento y la interpretación del paralelismo. Los hebreos usan el paralelismo en la poesía y en las profecías como una técnica literaria que hace resaltar el pensamiento del autor. Como muestra de lo anterior, veamos este ejemplo: «El buey conoce a su dueño/ y el asno, el pesebre de su señor/ Israel no entiende/ mi pueblo no tiene conocimiento» (Isa 1:3). En la primera parte de este versículo, tanto el buey como el asno conocen instintivamente las cosas de las cuales dependen, es decir, el dueño (el proveedor) así como el pesebre de su amo (las provisiones). La segunda parte de este versículo contrasta la intuición de los animales con el comportamiento de los israelitas. Israel no conoce «a su dueño», y aunque ellos son el «pueblo» de Dios, «no tiene conocimiento» de las provisiones que nos entrega Dios. De este modo, la segunda parte de este versículo crea una analogía en paralelo con la primera.
La poesía profética usa ideas muy adornadas que apuntan hacia significados más profundos. A diferencia de la prosa, que señala realidades históricas de manera más directa, la poesía conduce a los lectores y a los oyentes a realidades espirituales con el uso de un lenguaje evocativo; de este modo, en Isa 14:15, la idea de «montes y collados» representa toda clase de obstáculos, tanto físicos como espirituales, del retorno del cautiverio a Jerusalén. La promesa de que el Señor «secará estos obstáculos» significa que eliminará los impedimentos en el retorno a Jerusalén, tal como secó el Mar Rojo para los israelitas hace mucho tiempo atrás. Igualmente, en Isa 41:18, se dice que el Señor «abrirá ríos» y «en el desierto estanques de agua», lo que significa que él les proveerá de la misma manera que les dio agua de una roca (Éxo 17:1-6).
Otra faceta importante en el entendimiento de la literatura profética radica en reconocer que tanto las profecías en sí como su composición carecen a menudo de perspectiva cronológica o se cumplen de muchas maneras. Por ejemplo, la misma profecía puede hablar de las dos venidas de Jesús (Isa 63:1, Isa 63:2). De la misma manera, una profecía hablaría del nacimiento de Jesús de la virgen, así como del nacimiento del hijo de Isaías durante la invasión de Peka. Es más, un presagio sobre Ciro, el emperador persa del siglo sexto a.C. (Isa 41:1-29) puede ponerse junto a la profecía sobre Jesús (Isa 42:1-9). Finalmente, las interpretaciones de Jesús y los autores del Nuevo Testamento proporcionan una guía para las interpretaciones de las profecías del Antiguo Testamento.
Como profeta, Isaías se pronunció sobre tres épocas históricas. En los capítulos Isa 1:1-31; Isa 2:1-22; Isa 3:1-26; Isa 4:1-6; Isa 5:1-30; Isa 6:1-13; Isa 7:1-25; Isa 8:1-22; Isa 9:1-21; Isa 10:1-34; Isa 11:1-16; Isa 12:1-6; Isa 13:1-22; Isa 14:1-32; Isa 15:1-9; Isa 16:1-14; Isa 17:1-14; Isa 18:1-7; Isa 19:1-25; Isa 20:1-6; Isa 21:1-17; Isa 22:1-25; Isa 23:1-18; Isa 24:1-23; Isa 25:1-12; Isa 26:1-21; Isa 27:1-13; Isa 28:1-29; Isa 29:1-24; Isa 30:1-33; Isa 31:1-9; Isa 32:1-20; Isa 33:1-24; Isa 34:1-17; Isa 35:1-10; Isa 36:1-22; Isa 37:1-38; Isa 38:1-22; Isa 39:1-8 condenó a los israelitas del octavo siglo a.C. dando su juicio sobre la conducta inmoral y sus estilos de vidas llenos de idolatrías. Este juicio rápidamente se hizo realidad, durante el ministerio de Isaías, Tiglat-Pileser III (745-727 a.C. se propuso extender el régimen asirio hacia el oeste, y al hacerlo así, ejerció gran presión sobre Israel y Judá. En el año 722 a.C. otro rey asirio, Sargón II, conquistó el reino del norte. Sólo quedó libre la nación de Judá. Pero Isaías predijo que incluso Judá caería en manos asirias en el año 586 a.C. tal como ocurrió después.
En los capítulos Isa 40:1-31; Isa 41:1-29; Isa 42:1-25; Isa 43:1-28; Isa 44:1-28; Isa 45:1-25; Isa 46:1-13; Isa 47:1-15; Isa 48:1-22; Isa 49:1-26; Isa 50:1-11; Isa 51:1-23; Isa 52:1-15; Isa 53:1-12; Isa 54:1-17; Isa 55:1-13, Isaías reconfortó a las futuras generaciones de los fatigados cautivos; judíos que pensaban que Dios se había olvidado de ellos (Isa 40:27). En una brillante serie de profecías, Isaías señaló que la captura de Israel no se debía a que los reyes babilonios fueran superiores, sino al castigo mediante la vara del Dios de Israel (Isa 42:23-25). Él predijo el retorno de los deportados, los alentó (Isa 52:1-10) a huir de Babilonia (Isa 48:20, Isa 48:21) y a confiar en el Todopoderoso (Isa 41:14-20).
Finalmente en la tercera sección (capítulos Isa 56:1-12; Isa 57:1-21; Isa 58:1-14; Isa 59:1-21; Isa 60:1-22; Isa 61:1-11; Isa 62:1-12; Isa 63:1-19; Isa 64:1-12; Isa 65:1-25; Isa 66:1-24), Isaías exhortó a los judíos que retornaron a la tierra. Este fue el período antes de que se reconstruyera el Templo (Isa 58:12; Isa 61:4; Isa 64:10) o quizás cuando se estaba reconstruyendo (Isa 66:1). Isaías instó a los judíos a alejar la codicia (Isa 56:9-11), la auto indulgencia (Isa 56:12), la idolatría (Isa 57:3-10), el cinismo (Isa 57:11-13) y la rectitud hipócrita (Isa 58:1-5). Pero también predijo que la comunidad se dividiría entre los verdaderos y los falsos adoradores (capítulos Isa 65:1-25; Isa 66:1-24). Aún debía venir la restauración completa de Israel (Isa 49:8-26). El Mesías prometido aparecería en el futuro (Isa 61:1-3). Luego, los gentiles se unirían al remanente piadoso de Israel para convertirse en siervos del Señor (Isa 56:3; Isa 65:1, Isa 65:15, Isa 65:16) en una nueva nación (Isa 65:1; Isa 66:8). El triunfo final del bien sobre el mal tendrá que esperar al nuevo cielo y a la nueva tierra (Isa 65:15-19).
Acerca de la autoría de este libro, tradicionalmente se consideraba que Isaías, el hijo de Amoz, era el autor de todo este libro que lleva su nombre (Isa 1:1). Sin embargo, y debido a la crítica histórica que surgió a fines del siglo diecinueve, se puso en tela de juicio al autor del libro de Isaías. Como en este libro se distinguen tres períodos históricos distintos, algunos entendidos concluyen que fueron tres los autores del libro.
Puesto que los capítulos Isa 1:1-31; Isa 2:1-22; Isa 3:1-26; Isa 4:1-6; Isa 5:1-30; Isa 6:1-13; Isa 7:1-25; Isa 8:1-22; Isa 9:1-21; Isa 10:1-34; Isa 11:1-16; Isa 12:1-6; Isa 13:1-22; Isa 14:1-32; Isa 15:1-9; Isa 16:1-14; Isa 17:1-14; Isa 18:1-7; Isa 19:1-25 indican el momento en que Israel enfrentaba las invasiones asirias durante la segunda mitad del siglo octavo a.C. muchos estudiosos concuerdan en que estos capítulos los escribió Isaías, el hijo de Amoz, también llamado proto Isaías (primer Isaías). No obstante, los capítulos Isa 40:1-31; Isa 41:1-29; Isa 42:1-25; Isa 43:1-28; Isa 44:1-28; Isa 45:1-25; Isa 46:1-13; Isa 47:1-15; Isa 48:1-22; Isa 49:1-26; Isa 50:1-11; Isa 51:1-23; Isa 52:1-15; Isa 53:1-12; Isa 54:1-17; Isa 55:1-13 hablan de los desalentados cautiverios en Babilonia que ocurrieron en la primera mitad del siglo sexto a.C. dos siglos después de que viviera el profeta. Por esta razón, algunos suponen que un autor anónimo denominado como Deutero-Isaías (o «Segundo Isaías»), escribió esta sección. El resto del libro, los capítulos Isa 55:1-13; Isa 56:1-12; Isa 57:1-21; Isa 58:1-14; Isa 59:1-21; Isa 60:1-22; Isa 61:1-11; Isa 62:1-12; Isa 63:1-19; Isa 64:1-12; Isa 65:1-25; Isa 66:1-24, indican las controversias que rodearon a la comunidad después del cautiverio en la segunda mitad del siglo sexto a.C. Por lo tanto, se le ha atribuido este trabajo al mismo Deutero-Isaías o a otro autor anónimo designado como Trito-Isaías (o «Tercer Isaías»).
La base para ese elaborado análisis, radica en la presunción de que este profeta hebreo sólo se pudo dirigir a sus contemporáneos y no a generaciones distantes. De acuerdo a estas críticas, la predicción de un hecho futuro, tal como el profético nombramiento de Ciro, doscientos años antes de que llegara al poder (Isa 44:28; Isa 45:1), es simplemente imposible.
Contrario a lo que creen algunos entendidos, un profeta por lo general puede pedirle a una generación que participe en los acontecimientos futuros de otra generación. Por ejemplo, Moisés habló de esta manera cuando se dirigió a la nueva generación de israelitas en Moab como si ellos hubiesen participado de los acontecimientos del monte Sinaí (Deu 5:3); aunque ninguno, salvo Josué y Caleb, estuvo realmente allí (Deu 1:35-38). Isaías, quien comenzó su prediga en el año 740 a.C. y finalizó alrededor del 681 a.C. también empleó esta técnica. Él ordenó a los israelitas «salir de Babilonia» (Isa 48:20), muchas generaciones antes de que ocurriera el cautiverio en el año 586 a.C. y el retorno en el año 538 a.C. Esta es una milagrosa profecía que habla sobre el retorno israelita desde el cautiverio en Babilonia; una profecía que mantendría la fe y la esperanza de los deportados, tales como Esdras y Nehemías.
El contenido del libro de Isaías propone a un sólo autor, el profeta Isaías. Al contrario de otros libros que tienen múltiples autores, tal como el libro de los Salmos o el de los Proverbios, ninguna nota editorial en Isaías nos indica un cambio de autor (Isa 2:1; Isa 13:1). Es más, existen muchas similitudes lingüísticas a lo largo de todo el libro, tales como el uso de títulos inusuales para Dios, «El Santo de Israel» o «Jehová de los ejércitos». Las variaciones en el estilo entre los capítulos Isa 1:1-31; Isa 2:1-22; Isa 3:1-26; Isa 4:1-6; Isa 5:1-30; Isa 6:1-13; Isa 7:1-25; Isa 8:1-22; Isa 9:1-21; Isa 10:1-34; Isa 11:1-16; Isa 12:1-6; Isa 13:1-22; Isa 14:1-32; Isa 15:1-9; Isa 16:1-14; Isa 17:1-14; Isa 18:1-7; Isa 19:1-25; Isa 20:1-6; Isa 21:1-17; Isa 22:1-25; Isa 23:1-18; Isa 24:1-23; Isa 25:1-12; Isa 26:1-21; Isa 27:1-13; Isa 28:1-29; Isa 29:1-24; Isa 30:1-33; Isa 31:1-9; Isa 32:1-20; Isa 33:1-24; Isa 34:1-17; Isa 35:1-10; Isa 36:1-22; Isa 37:1-38; Isa 38:1-22; Isa 39:1-8 y los capítulos Isa 40:1-31; Isa 41:1-29; Isa 42:1-25; Isa 43:1-28; Isa 44:1-28; Isa 45:1-25; Isa 46:1-13; Isa 47:1-15; Isa 48:1-22; Isa 49:1-26; Isa 50:1-11; Isa 51:1-23; Isa 52:1-15; Isa 53:1-12; Isa 54:1-17; Isa 55:1-13; Isa 56:1-12; Isa 57:1-21; Isa 58:1-14; Isa 59:1-21; Isa 60:1-22; Isa 61:1-11; Isa 62:1-12; Isa 63:1-19; Isa 64:1-12; Isa 65:1-25; Isa 66:1-24 puede ser producto de las diversas materias que se tratan, un cambio en la perspectiva, y quizás la propia madurez del profeta. El Nuevo Testamento confirma la teoría de que Isaías es el autor de todo el libro. A modo de ejemplo, el apóstol Juan atribuyó las profecías de Isa 53:1 así como las de Isa 6:9, Isa 6:10 al profeta Isaías (Jua 12:38-41). De este modo, no existe una razón convincente para no otorgarle la autoría del libro completo al profeta Isaías.
Bosquejo
I. Los antecedentes sirios y asirios Isa 1:1-31; Isa 2:1-22; Isa 3:1-26; Isa 4:1-6; Isa 5:1-30; Isa 6:1-13; Isa 7:1-25; Isa 8:1-22; Isa 9:1-21; Isa 10:1-34; Isa 11:1-16; Isa 12:1-6; Isa 13:1-22; Isa 14:1-32; Isa 15:1-9; Isa 16:1-14; Isa 17:1-14; Isa 18:1-7; Isa 19:1-25; Isa 20:1-6; Isa 21:1-17; Isa 22:1-25; Isa 23:1-18; Isa 24:1-23; Isa 25:1-12; Isa 26:1-21; Isa 27:1-13; Isa 28:1-29; Isa 29:1-24; Isa 30:1-33; Isa 31:1-9; Isa 32:1-20; Isa 33:1-24; Isa 34:1-17; Isa 35:1-10; Isa 36:1-22; Isa 37:1-38; Isa 38:1-22; Isa 39:1-8
A. Introducción Isa 1:1-31
B. La condena al orgullo de la gente y la promesa de la exaltación del Señor Isa 2:1-5.
C. El llamado de Isaías a ser el profeta del Señor Isa 6:1-13
D. Condena a temer a las naciones más que temerle a Dios Isa 7:1-25; Isa 8:1-22; Isa 9:1-21; Isa 10:1-34; Isa 11:1-16; Isa 12:1-6
E. El día del Señor: condena profética en contra de las naciones Isa 13:1-22; Isa 14:1-32; Isa 15:1-9; Isa 16:1-14; Isa 17:1-14; Isa 18:1-7; Isa 19:1-25; Isa 20:1-6; Isa 21:1-17; Isa 22:1-25; Isa 23:1-18
F. El pequeño «Apocalipsis»: juicio y restauración Isa 24:1-23; Isa 25:1-12; Isa 26:1-21; Isa 27:1-13
G. Seis penas y promesas de salvación Isa 28:1-29; Isa 29:1-24; Isa 30:1-33; Isa 31:1-9; Isa 32:1-20; Isa 33:1-24; Isa 34:1-17; Isa 35:1-10
H. La historia de Ezequías y de Isaías Isa 36:1-22; Isa 37:1-38; Isa 38:1-22; Isa 39:1-8
II. Los antecedentes babilonios Isa 40:1-31; Isa 41:1-29; Isa 42:1-25; Isa 43:1-28; Isa 44:1-28; Isa 45:1-25; Isa 46:1-13; Isa 47:1-15; Isa 48:1-22; Isa 49:1-26; Isa 50:1-11; Isa 51:1-23; Isa 52:1-15; Isa 53:1-12; Isa 54:1-17; Isa 55:1-13
A. Introducción Isa 40:1-31
B. Las naciones en juicio Isa 41:1-29; Isa 42:1-25; Isa 43:1-28; Isa 44:1-28; Isa 45:1-25; Isa 46:1-13
C. Predicciones de salvación y del sufrimiento del Gran Siervo Isa 47:1-15; Isa 48:1-22; Isa 49:1-26; Isa 50:1-11; Isa 51:1-23; Isa 52:1-15; Isa 53:1-12; Isa 54:1-17; Isa 55:1-13
III. Los antecedentes posteriores al cautiverio
A. Identificación del verdadero pueblo de Dios Isa 56:1-8
B. La condena de Israel Isa 56:9-12; Isa 57:1-13
C. La morada del Señor con el contrito Isa 57:14-21
D. Condena a la fiesta hipócrita Isa 58:1-14
E. La restauración del Israel arrepentido Isa 59:1-8
F. El lamento de Israel Isa 59:9-15
G. La reivindicación del Señor a su pueblo Isa 59:16-21
H. El futuro glorioso de Jerusalén Isa 60:1-22; Isa 61:1-11; Isa 62:1-12
I. El lamento de Israel Isa 63:1-19; Isa 64:1-12
J. El contraste entre el Israel verdadero y el nominal Isa 65:1-25; Isa 66:1-24
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Dios transmite su mensaje a través del piadoso Isaías a Judá, el pueblo del reino del sur, especialmente a los magistrados, sacerdotes, y profetas de Jerusalén. La nación de Israel estaba dividida en dos partes: el reino del sur o Judá y el reino del norte o Israel. Mientras el mensaje de Isaías estaba dirigido principalmente al reino del sur, también era para el reino del norte; toda la nación estaba sucumbiendo ante el pecado y la idolatría que al final terminaría por destruirlos. De este modo, el nombre Israel puede referirse tanto al reino del norte como al del sur. Isaías vivió para ver que los asirios conquistaban el reino del norte en el año 722 a.C. Por lo tanto, este registro de las visiones de Isaías contiene revelaciones que le dio la gracia de Dios durante la época de los reinados de Uzías (792-740 a.C Jotam (752-736 a.C Acaz (736-720 a.C y Ezequías (729-699 a.C Debido a que Dios nunca cambia, estas revelaciones aún tienen importancia para la gente de hoy en día.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
LA VISIÓN. Isaías no profetizó ni escribió sus propias ideas; más bien recibió visiones de Dios inspiradas por el Espíritu Santo (cf. 2Pe 1:20-21). Se le permitió ver acontecimientos futuros en el plan de salvación de Dios mediante una infalible comunicación de Dios mismo.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
ISAÍAS. El nombre «Isaías» significa «el Señor salva». Como profeta facultado por Dios, Isaías comenzó su ministerio en 740 a.C., el año que murió el rey Uzías (véase Isa 6:1). Profetizó cuarenta años o más y probablemente muriera alrededor de 680 a.C. (véase introducción a Isaías para más información sobre él).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
ACERCA DE JUDÁ. El largo ministerio profético de Isaías tuvo lugar durante la época del reino dividido (véanse 1Re 12:20, nota; 2Cr 10:1, nota). El reino del norte —llamado «Israel», «Samaria» o «Efraín»— incluía diez tribus de los israelitas. El reino del sur —por lo general llamado «Judá», con su capital en Jerusalén— estaba compuesto de las tribus de Judá y Benjamín. Ambos reinos se habían apartado de Dios y de su ley, y se habían vuelto a las naciones paganas y a sus falsos dioses para que los libraran de sus enemigos. El reino del norte fue conquistado y destruido por Asiria en 722 a.C. Isaías les advirtió a los de Judá que ellos también serían destruidos por causa de su pecado y apostasia (Isa 39:6).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Introducción a Isaías
Bosquejo
I. Profecías de juicio y reproche (Isa 1:1-31; Isa 2:1-22; Isa 3:1-26; Isa 4:1-6; Isa 5:1-30; Isa 6:1-13; Isa 7:1-25; Isa 8:1-22; Isa 9:1-21; Isa 10:1-34; Isa 11:1-16; Isa 12:1-6; Isa 13:1-22; Isa 14:1-32; Isa 15:1-9; Isa 16:1-14; Isa 17:1-14; Isa 18:1-7; Isa 19:1-25; Isa 20:1-6; Isa 21:1-17; Isa 22:1-25; Isa 23:1-18; Isa 24:1-23; Isa 25:1-12; Isa 26:1-21; Isa 27:1-13; Isa 28:1-29; Isa 29:1-24; Isa 30:1-33; Isa 31:1-9; Isa 32:1-20; Isa 33:1-24; Isa 34:1-17; Isa 35:1-10)
A. El ambiente de la profecía de Isaías (Isa 1:1-31)
B. Primeras profecías de Isaías (Isa 2:1-22; Isa 3:1-26; Isa 4:1-6; Isa 5:1-30)
1. El día del Señor (Isa 2:1-22)
2. El juicio contra Judá y Jerusalén (Isa 3:1-26; Isa 4:1)
3. Predicciones de juicio y gloria (Isa 4:2-6)
4. Parábola acerca del juicio y el exilio de Judá (Isa 5:1-30)
C. Limpieza y comisión de Isaías por Dio3 (Isa 6:1-13)
D. Primeras profecías mesiánicas de Isaías (Isa 7:1-25; Isa 8:1-22; Isa 9:1-21; Isa 10:1-34; Isa 11:1-16; Isa 12:1-6)
1. La señal de Emanuel (Isa 7:1-25)
2. Anuncios de la liberación mesiánica (Isa 8:1-22; Isa 9:1-7)
3. Profecías del juicio contra Israel (reino del norte) y Asiria (Isa 9:8-21; Isa 10:1-34)
4. El Mesías davídico y su reino (Isa 11:1-16; Isa 12:1-6)
E. Las profecías de Isaías del juicio contra las naciones (Isa 13:1-22; Isa 14:1-32; Isa 15:1-9; Isa 16:1-14; Isa 17:1-14; Isa 18:1-7; Isa 19:1-25; Isa 20:1-6; Isa 21:1-17; Isa 22:1-25; Isa 23:1-18)
1. Contra Babilonia (Isa 13:1-22; Isa 14:1-23)
2. Contra Asiria (Isa 14:24-27)
3. Contra Filistea (Isa 14:28-32)
4. Contra Moab (Isa 15:1-9; Isa 16:1-14)
5. Contra Damasco y Samaría (Isa 17:1-14)
6. Contra Etiopía (Isa 18:1-7)
7. Contra Egipto (Isa 19:1-25; Isa 20:1-6)
8. Contra Babilonia (segundo oráculo) (Isa 21:1-10)
9. Contra Edom (Isa 21:1-12)
10. Contra Arabia (Isa 21:13-17)
11. Contra Jerusalén (Isa 22:1-25)
12. Contra Tiro (Isa 23:1-18)
F. Profecías acerca de la consumación de la historia (Isa 24:1-23; Isa 25:1-12; Isa 26:1-21; Isa 27:1-13)
G. Profecías de ayes entrelazadas con la esperanza profética de salvación (Isa 28:1-29; Isa 29:1-24; Isa 30:1-33; Isa 31:1-9; Isa 32:1-20; Isa 33:1-24; Isa 34:1-17; Isa 35:1-10)
II. Interludio histórico acerca de Ezequías (Isa 36:1-22; Isa 37:1-38; Isa 38:1-22; Isa 39:1-8)
A. La liberación de Ezequías de Asiria (Isa 36:1-22; Isa 37:1-38)
B. Enfermedad y sanidad de Ezequías (Isa 38:1-22)
C. El orgullo necio de Ezequías (Isa 39:1-8)
III. Profecías de salvación y esperanza (Isa 40:1-31; Isa 41:1-29; Isa 42:1-25; Isa 43:1-28; Isa 44:1-28; Isa 45:1-25; Isa 46:1-13; Isa 47:1-15; Isa 48:1-22; Isa 49:1-26; Isa 50:1-11; Isa 51:1-23; Isa 52:1-15; Isa 53:1-12; Isa 54:1-17; Isa 55:1-13; Isa 56:1-12; Isa 57:1-21; Isa 58:1-14; Isa 59:1-21; Isa 60:1-22; Isa 61:1-11; Isa 62:1-12; Isa 63:1-19; Isa 64:1-12; Isa 65:1-25; Isa 66:1-24)
A. Promesas proféticas de restauración para el pueblo de Dios (Isa 40:1-31; Isa 41:1-29; Isa 42:1-25; Isa 43:1-28; Isa 44:1-28; Isa 45:1-25; Isa 46:1-13; Isa 47:1-15; Isa 48:1-22)
1. La gloria del Señor y su Siervo será revelada (Isa 40:1-31; Isa 41:1-29; Isa 42:1-25)
2. La restauración de un remanente redimido (Isa 43:1-28; Isa 44:1-28; Isa 45:1-25)
3. Lecciones de fe para Judá cuando Dios juzga a Babilonia (Isa 46:1-13; Isa 47:1-15; Isa 48:1-22)
B. Promesas proféticas acerca del Mesías, Siervo sufriente (Isa 49:1-26; Isa 50:1-11; Isa 51:1-23; Isa 52:1-15; Isa 53:1-12)
1. Su misión y obediencia (Isa 49:1-26; Isa 50:1-11)
2. Su ánimo y exhortación para el remanente (Isa 51:1-23; Isa 52:1-12)
3. Su sufrimiento y muerte expiatoria (Isa 52:13-15; Isa 53:1-12)
C. Más revelación profética en cuanto a la restauración y a la redención (Isa 54:1-17; Isa 55:1-13; Isa 56:1-12; Isa 57:1-21; Isa 58:1-14; Isa 59:1-21)
D. Visiones proféticas de un futuro glorioso para Sion (Isa 60:1-22; Isa 61:1-11; Isa 62:1-12; Isa 63:1-19; Isa 64:1-12; Isa 65:1-25; Isa 66:1-24)
1. Prosperidad y paz de Sion (Isa 60:1-22)
2. Unción y misión del Mesías (Isa 61:1-11)
3. Intercesión profética por la restauración y gloria de Sion (Isa 62:1-12; Isa 63:1-19; Isa 64:1-12)
4. La respuesta de Dios de misericordia y consumación gloriosa (Isa 65:1-25; Isa 66:1-24)
Autor : Isaías
Tema : Juicio y Salvación
Fecha : ca. 700-680 a.C.
Trasfondo
El ambiente histórico del ministerio profético de Isaías, hijo de Amoz, fue Jerusalén durante el reinado de cuatro reyes de Judá: Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías (Isa 1:1). Puesto que el rey Uzías murió en 740 a.C. (cf. Isa 6:1) y Ezequías en 687 a.C., el ministerio de Isaías cubrió casi medio siglo de la historia de Judá. Según la tradición hebrea, Isaías fue martirizado al ser aserrado por la mitad (cf. Heb 11:37) por orden del malvado hijo de Ezequías y sucesor al trono, el rey Manases (ca. 680 a.C.).
Parece que Isaías descendía de una familia influyente de la clase alta de Jerusalén; era culto, tenía dones de poeta y profeta, estaba familiarizado con la realeza, y dio consejo profético a los reyes en cuanto a las relaciones exteriores de Judá. Se le considera usualmente como el más literario e influyente de los profetas escritores. Estaba casado con una profetisa, y tenían dos hijos cuyos nombres contenían un mensaje simbólico para la nación.
Isaías fue contemporáneo de Oseas y Miqueas; profetizó durante la expansión amenazante del imperio asirio, la caída final de Israel (el reino del norte), y la decadencia espiritual y moral de Judá (el reino del sur). Isaías advirtió al rey Acaz de Judá que no buscara la ayuda de Asiria contra Israel y Siria; advirtió al rey Ezequías, después de la caída de Israel en 722 a.C., que no hiciera alianzas con las naciones extranjeras contra Asiria. Exhortó a ambos reyes a poner su confianza sólo en Jehová como su seguridad (Isa 7:3-7; Isa 30:1-17). Isaías disfrutó de su mayor influencia durante el reinado de Ezequías.
Algunos eruditos ponen en duda el que Isaías escribiera todo el libro que lleva su nombre. Esos eruditos sólo asignan los caps. 1-39 al Isaías de Jerusalén, y típicamente atribuyen los caps. 40-66 a otro autor o autores de más de siglo y medio después de Isaías. No hay datos bíblicos, sin embargo, que requieran que uno rechace la paternidad literaria de Isaías de todo el libro. Los mensajes proféticos de Isaías en los caps. 40-66, para los judíos exiliados en Babilonia mucho tiempo después de su muerte, recalcan la capacidad de Dios de revelar sucesos futuros precisos por medio de sus profetas (e.g. Isa 42:8-9; Isa 44:6-8; Isa 45:1; Isa 47:1-11; Isa 53:1-12). Si uno acepta los fenómenos de las visiones y revelaciones proféticas (cf. Apo 1:1; Apo 4:1-11; Apo 5:1-14; Apo 6:1-17; Apo 7:1-17; Apo 8:1-13; Apo 9:1-21; Apo 10:1-11; Apo 11:1-19; Apo 12:1-17; Apo 13:1-18; Apo 14:1-20; Apo 15:1-8; Apo 16:1-21; Apo 17:1-18; Apo 18:1-24; Apo 19:1-21; Apo 20:1-15; Apo 21:1-27; Apo 22:1-21), entonces se quita el mayor obstáculo para creer que Isaías escribió todo el libro.
Las evidencias positivas de apoyo abundan y caen bajo dos categorías amplias:
(1) La evidencia interna del propio libro incluye el sobrescrito en Isa 1:1 (que vale para todo el libro) y los numerosos e impresionantes paralelos de expresión y pensamiento entre ambas secciones principales del libro. Un ejemplo notable es la expresión «el Santo de Israel», que ocurre doce veces en los caps. 1-39, catorce veces en los caps. 40-66, y sólo seis veces en el resto del AT. No menos de veinticinco formas de palabras hebreas aparecen en las dos divisiones principales de Isaías, pero no aparecen en ninguna otra parte de los libros proféticos del AT.
(2) La evidencia externa incluye el testimonio del Talmud judío y el NT mismo, que atribuye todas las partes del libro al profeta Isaías (e.g., cf. Mat 12:17-21 con Isa 42:1-4; Mat 3:3 y Lev 3:4 con Isa 40:3; Jua 12:37-41 con Isa 6:9-10 y Isa 53:1; Hch 8:28-33 con Isa 53:7-9; Rom 9:27 y Rom 10:16-21 con Isa 10:1-34; Isa 53:1-12, y Isa 65:1-25).
Propósito
Se nota un propósito triple para la escritura de Isaías:
(1) El profeta primero confrontó a su nación y otras naciones contemporáneas con la palabra del Señor en cuanto a su pecado y al juicio venidero de Dios.
(2) Entonces, por visiones reveladoras y el Espíritu de la profecía, Isaías profetizó la esperanza a toda la generación futura de judíos exiliados que a su tiempo serían restaurados de la cautividad y a quienes Dios redimiría como luz a los no judíos.
(3) Por último, Isaías profetizó que Dios iba a enviar al Mesías davidico, cuya salvación incluiría, al fin, a todas las naciones de la tierra, dando así esperanza al pueblo de Dios bajo el antiguo pacto y el nuevo.
Visión panorámica
La mayoría de los eruditos concuerdan en que los sesenta y seis capítulos de Isaías se dividen naturalmente en dos secciones principales: caps. 1-39 y 40-66. En ciertos aspectos Isaías es como la Biblia en miniatura: (1) las dos divisiones de Isaías ponen énfasis en los temas generales del juicio y la salvación, que corresponden a los temas generales del AT y del NT; y (2) en ambas divisiones de Isaías y la Biblia, el hilo que los vincula es la obra redentora de Cristo.
(1) La primera sección de Isaías (caps. 1-39) contiene cuatro grandes secciones de información:
(a) En los caps. 1-12, Isaías advierte y denuncia a Judá por su idolatría, inmoralidad e injusticia social durante un tiempo de prosperidad engañosa. Entretejidas con el mensaje del juicio venidero hay importantes profecías mesiánicas (e.g. Isa 2:4; Isa 7:14; Isa 9:6-7; Isa 11:1-9), y el testimonio de Isaías de su propia limpieza del pecado y su comisión divina para el ministerio profético (cap. Isa 6:1-13).
(b) En los caps. 13-23, Isaías profetiza a las naciones contemporáneas de Judá acerca de su pecado y del juicio venidero de Dios,
(c) Los caps. 24-35 contienen una variedad de promesas proféticas de la salvación y el juicio futuros,
(d) Los caps. 36-39 registran una historia selectiva de la vida del rey Ezequías, que es paralela a 2Re 18:13-37; 2Re 19:1-37; 2Re 20:1-21.
(2) La segunda sección principal (caps. 40-66) contiene unas de las profecías más profundas de la Biblia acerca de la grandeza de Dios y la vastedad de su plan redentor. Estos capítulos inspiraron esperanza y consuelo en el pueblo de Dios durante los años restantes del reinado de Ezequías (Isa 38:5) y siglos después. Están llenos de la revelación profética de la gloria y el poder de Dios, y de sus promesas de restaurar un remanente justo y fructífero en Israel y entre las naciones para la plena demostración de su amor redentor. Estas promesas y su cumplimiento van especialmente conectadas al tema del sufrimiento y contienen los «cantos del Siervo» escritos por Isaías (véanse Isa 42:1-4; Isa 49:1-6; Isa 50:4-9; Isa 52:13-15; Isa 53:1-12), que señalan más allá de la experiencia de los judíos exiliados a la futura venida de Jesucristo y su muerte expiatoria (cap. Isa 53:1-12). El profeta predice que la venida del Mesías permitirá que la justicia brille y que la salvación avance a las naciones como una antorcha ardiente (caps. 60-66). El condena la ceguera espiritual con respecto a los caminos de Dios (Isa 42:18-25) y alaba la oración intercesora y el esfuerzo espiritual del pueblo de Dios como requisito necesario para que se cumplan todas las cosas (cf. Isa 56:6-8; Isa 62:1-2; Isa 62:6-7; Isa 66:7-18).
Características especiales
Ocho aspectos o énfasis principales caracterizan el libro de Isaías:
(1) Está escrito principalmente en la forma poética hebrea y no ha sido superado como gema literaria por la belleza, el poder y la versatilidad de su poesía. El vocabulario excelente de Isaías supera al de todos los otros escritores del AT.
(2) A Isaías lo llaman «el profeta evangélico», porque de todos los libros del AT, sus profecías mesiánicas contienen la declaración más completa y clara del evangelio de Jesucristo.
(3) Su visión de la cruz en el cap. Isa 53:1-12 es la profecía más específica y detallada de toda la Biblia acerca de la muerte expiatoria de Jesús por los pecadores.
(4) Es el más teológico y extenso de todos los libros proféticos del AT. Retrocede en el tiempo a la creación por Dios de los cielos, la tierra y la vida humana (e.g., Isa 42:5) y mira adelante en el tiempo hacia la consumación de la historia y la creación de cielos nuevos y una tierra nueva por Dios (e.g., Isa 65:17; Isa 66:22).
(5) Contiene más revelación acerca de la naturaleza, la majestad y la santidad de Dios que ningún otro libro profético del AT. El Dios de Isaías es santo y todopoderoso, el que juzgará el pecado y la injusticia entre los seres humanos y las naciones. Su expresión favorita para Dios es «el Santo de Israel».
(6) Isaías, cuyo nombre significa «Jehová es salvación» o «Jehová salva», es el profeta de la salvación. Usa la palabra «salvación» casi tres
veces más que todos los otros libros proféticos del AT juntos. Isaías revela que el propósito pleno de la salvación de Dios se realizará sólo por medio del Mesías.
(7) Isaías con frecuencia se refiere a sucesos redentores anteriores de la historia de Israel, e.g., el éxodo (Isa 4:5-6; Isa 11:15; Isa 31:5; Isa 43:16-17), la destrucción de Sodoma y Gomorra (Isa 1:9), y la victoria de Gedeón sobre los madianitas (Isa 9:4; Isa 10:26; Isa 28:21); también toma del canto profético de Moisés en Deu 32:1-52 (Isa 1:2; Isa 30:17; Isa 43:11; Isa 43:13).
(8) Isaías, con Deuteronomio y Salmos, es uno de los libros del AT que más a menudo se cita y al cual se hace referencia en el NT.
Cumplimiento en el Nuevo Testamento
Isaías profetiza acerca de Juan el Bautista como el precursor designado del Mesías (Isa 40:3-5; cf. Mat 3:1-3). Las siguientes son algunas de las muchas profecías mesiánicas de Isaías y su aplicación en el NT en la vida y ministerio de Jesucristo: su encamación y deidad (Isa 7:14; véanse Mat 1:22-23 y Luc 1:34-35; Isa 9:6-7; véanse Luc 1:32-33; Luc 2:11); su juventud (Isa 7:15-16 y Isa 11:1; véanse Luc 3:23; Luc 3:32 y Hch 13:22-23); su misión (Isa 11:2-5; Isa 42:1-4; Isa 60:1-3; y Isa 61:1; véase Lev 4:17-19; Lev 4:21); su obediencia (Isa 50:5; véase Heb 5:8); su mensaje y unción por el Espíritu (Isa 11:2; Isa 42:1; y Isa 61:1; véase Mat 12:15-21); sus milagros (Isa 35:5-6; véase Mat 11:2-5); su sufrimiento (Isa 50:6; véanse Mat 26:67 y Mat 27:26; Mat 27:30; Isa 53:4-5; Isa 53:11; véase Hch 8:28-33); su rechazo (Isa 53:1-3; véanse Luc 23:18; Jua 1:11 y Jua 7:5); su vergüenza (Isa 52:14; véase Flp 2:7-8); su muerte expiatoria (Isa 53:4-12; véase Rom 5:6); su ascensión (Isa 52:13; véase Flp 2:9-11); y su segunda venida (Isa 26:20-21; véase Jud 1:14; Isa 61:2-3; véase 2Ts 1:5-12; Isa 65:17-25; véase 2Pe 3:13).
-
Diagramas
PROFECIAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO CUMPLIDAS EN CRISTO
PROFECIA |
CUMPLIMIENTO |
TEMA |
Gén 3:15 |
Luc 22:53 |
Satanás contra Jesucristo |
Gén 3:15 |
Heb 2:14; 1Jn 3:8 |
La victoria de Jesús Sobre Satanás |
Gén 12:3 |
Hch 3:25; Gál 3:8 |
Los gentiles bendecidos por medio de Cristo como la simiente de Abraham |
Gén 13:15 |
Gál 3:15-16; Gál 3:19 |
El Mesías como la simiente de Abraham |
Gén 14:18-20 |
Heb 7:1-28 |
El sacerdocio de Jesucristo según el orden de Melquisedec |
Gén 18:18 |
Hch 3:25; Gál 3:8 |
Los gentiles bendecidos por medio de Cristo como la simiente de Abraham |
Gén 22:18 |
Hch 3:25; Gál 3:8 |
Los gentiles bendecidos por medio de Cristo como la simiente de Abraham |
Gén 26:4 |
Hch 3:25; Gál 3:8 |
Los gentiles bendecidos por medio de Cristo como la simiente de Abraham |
Gén 49:10 |
Luc 1:32-33 |
Futuro gobernante de Judá |
Éxo 12:1-14; Éxo 12:46 |
Jua 19:31-36; 1Co 5:7; 1Pe 1:19 |
El Mesías como el cordero pascual |
Éxo 16:4 |
Jua 6:31-33 |
El Mesías el verdadero pan del cielo |
Éxo 24:8 |
Heb 9:11-28 |
La sangre del Mesías derramada como sacrificio |
Lev 16:15-17 |
Rom 3:25; Heb 9:1-14; Heb 9:24; 1Jn 2:2 |
El sacrificio expiatorio de sangre |
Núm 21:8-9 |
Jua 3:14-15 |
Vida al mirar al que está en una cruz |
Núm 24:17 |
Luc 1:32-33 |
Futuro gobernante de Jacob |
Núm 24:17 |
Apo 22:16 |
La futura estrella de Jacob |
Deu 18:17 |
Jua 6:14; Jua 12:49-50; Hch 3:22-23 |
El futuro profeta enviado de Dios. |
Deu 21:23 |
Gál 3:13 |
El Mesías maldito por colgar de una cruz |
Deu 30:12-14 |
Rom 10:6-8 |
Jesucristo es la palabra d eDios cerca de nosotros |
2Sa 7:14 |
Heb 1:5 |
El Mesías es el Hijo de Dios |
2Sa 7:16 |
Luc 1:32-33; Apo 19:11-16 |
El hijo de David como rey eterno |
1Cr 17:13 |
Heb 1:5 |
El Mesías es el Hijo de Dios |
1Cr 17:14 |
Luc 1:32-33 Apo 19:11-16 |
El Hijo de Dios como rey eterno |
Sal 2:7 |
Mat 3:17 : Mat 17:5;
Mar 1:11; Mar 9:17; Luc 3:22; Luc 9:35; Hch 13:33; Heb 1:5 |
La dirección de Dios a su Hijo |
Sal 2:9 |
Apo 2:27 |
El Mesías gobierna las naciones con poder |
Sal 8:2 |
Mat 21:16 |
Los niños alaban al Hijo de Dios |
Sal 8:4-5 |
Heb 2:6-9 |
Jesús menos que los ángeles |
Sal 8:6 |
1Co 15:27-28; Efe 1:22 |
Todo está sujeto al Hijo de Dios |
Sal 16:8-11 |
Hch 2:25-32; Hch 13:35-37 |
El Hijo de David resucitado de entre los muertos. |
-
PROFECIAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO CUMPLIDAS EN CRISTO
PROFECIA |
CUMPLIMIENTO |
TEMA |
Sal 22:1 |
Mat 27:46 |
Clamor desesperado del Mesías |
Sal 22:7-8 |
Mat 27:29; Mat 27:41-44; Mar 15:18; Mar 15:29-32; Luc 23:35-39 |
La multitud se burla del Mesías |
Sal 22:18 |
Mat 27:35; Mar 15:24; Luc 23:34; Jua 19:24 |
Echando suertes por la ropa de Jesús |
Sal 22:22 |
Heb 2:12 |
Cristo anuncia su muerte en la iglesia |
Sal 31:5 |
Luc 23:46 |
El Mesías entrega su Espíritu a Dios |
Sal 34:20 |
Jua 19:31-36 |
Al Mesías no le que quebrarían los huesos |
Sal 35:19 |
Jua 15:25 |
Al mesías se le odia sin razón alguna |
Sal 40:6-8 |
Jua 6:38 : Heb 10:5-9 |
El mesías hace la perfecta voluntad de Dios |
Sal 41:9 |
Jua 13:18 |
La traición del MESIAS por un amigo |
Sal 45:6-7 |
Heb 1:8-9 |
Características del futuro Rey |
Sal 68:18 |
Efe 4:7-11 |
La ascensión y la entrega de dones a los seres humanos |
Sal 69:4 |
Jua 15:25 |
Al mesías se le odia sin razón alguna |
Sal 69:9 |
Jua 2:14-22 |
El ceso del Mesías por la casa de Dios |
Sal 69:21 |
Jua 19:29 |
La sed del sufriente Mesías |
Sal 69:25 |
Hch 1:20 |
Juicio sobre el traidor del Mesías |
Sal 78:2 |
Mat 13:34-35 |
El Mesías habla en parábolas |
Sal 102:25-27 |
Heb 1:10-12 |
Características del futuro Rey |
Sal 110:1 |
Hch 2:34-35;
1Co 15:25; Efe 1:20-22; Heb 1:13; Heb 10:12-13 |
Jesucristo exaltado en poder a la diestra de Dios. |
Sal 110:1 |
Mat 22:41-45; Mar 12:35-37; Luc 20:41-44 |
Jesucristo como Hijo y Señor de David |
Sal 110:4 |
Heb 5:6; Heb 7:11-22 |
El sacerdocio de Jesucristo según el orden de Melquisedec |
Sal 118:22-23 |
Mat 21:42-44;
Mar 12:10-12; Luc 20:17-19; Hch 4:10-11; 1Pe 2:7-8 |
La piedra rechazada se convierte en cabeza del ángulo |
Sal 118:26 |
Mat 21:9; Mar 11:9; Luc 19:38; Jua 12:13 |
El Mesías viene en el nombre del Señor |
Isa 6:9-10 |
Mat 13:14-15; Mar 4:12; Luc 8:10; Jua 12:37-41 |
Corazones cerrados al evangelio |
Isa 7:14 |
Mat 1:18-23; Luc 1:26-35 |
Nacimiento virginal del Mesías |
Isa 8:14 |
Rom 9:32-33; 1Pe 2:7-8 |
Piedra en que el pueblo tropieza |
Isa 9:1-2 |
Mat 4:13-16; Mar 1:14-15; Luc 4:14-15 |
El ministerio comienza en Galilea |
Isa 9:6-7 |
Luc 1:32-33 |
El Hijo de David como rey eterno |
Isa 9:7 |
Jua 1:18 |
El Mesías es Dios. |
-
PROFECIAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO CUMPLIDAS EN CRISTO
PROFECIA |
CUMPLIMIENTO |
TEMA |
Isa 9:7 |
Efe 2:14-17 |
El Mesías es hombre de paz |
Isa 11:1 |
Mat 3:16; Mar 1:16; Luc 3:21-22 |
La vara de Isai (David) recibe el Espíritu |
Isa 11:10 |
Luc 1:32-33 |
La vara de Isai (David) como futuro gobernante |
Isa 11:10 |
Rom 15:12 |
La salvación a disposición de los gentiles |
Isa 22:22 |
Apo 3:7 |
Cristo recibe la llave de David |
Isa 25:8 |
1Co 15:54 |
La muerte sorbida en victoria |
Isa 28:16 |
Rom 9:32-33; 1Pe 2:6 |
El Mesías es la principal piedra del ángulo |
Isa 35:5-6 |
Mat 11:4-6; Luc 7:22 |
El Mesías como poderoso orador de milagros |
Isa 40:3-5 |
Mat 3:3; Mar 1:3; Luc 3:4-6; Jua 1:23 |
El precursor de Cristo, una voz en el desierto |
Isa 42:1-4 |
Mat 12:15-21 |
El Mesías como el siervo escogido del Señor |
Isa 45:23 |
Rom 14:11; Flp 2:10 |
Toda rodilla se dobla delante del Mesías |
Isa 49:6 |
Hch 13:46-47 |
El Mesías como luz a los gentiles |
Isa 50:6 |
Mat 27:26-30;
Mar 14:65; Mar 15:15; Mar 15:19; Luc 22:63; Jua 19:1; Jua 19:3 |
Se golpea al siervo de Dios |
Isa 50:6 |
Mat 26:67; Mar 14:65 |
Escupen al siervo de Dios |
Isa 53:1 |
Jua 12:38; Rom 10:16 |
Israel no cree en el Mesías |
Isa 53:3 |
Jua 1:11 |
El Mesías rechazado por su propio pueblo |
Isa 53:4-5 |
Mat 8:16-17; Mar 1:32-34; Luc 4:40-41; 1Pe 2:24 |
Ministerio sanador del siervo de Dios |
Isa 53:7-8 |
Jua 1:29; Jua 1:36; Hch 8:30-35; 1Pe 1:19; Apo 5:6; Apo 5:12 |
El cordero sufriente de Dios |
Isa 53:9 |
Heb 4:15; 1Pe 2:22 |
El siervo de Dios no comete pecado |
Isa 53:9 |
Mat 27:57-60 |
El Mesías sepultado en el sepulcro de un hombre rico |
Isa 53:12 |
Mat 27:38;
Mar 15:27-28; Luc 22:37; Luc 23:33; Jua 19:18 |
El siervo de Dios contado con los transgresores |
Isa 55:3 |
Luc 2:20; 1Co 11:25 |
Pacto eterno por medio del Mesías |
Isa 55:3 |
Hch 13:33 |
Bendiciones de David dadas al Mesías |
Isa 59:20-21 |
Rom 11:26-27 |
El libertador de Israel viene de Sion |
Isa 60:1-3 |
Mat 2:11; Rom 15:8-12 |
Los gentiles vienen a adorar al Mesías |
Isa 61:1-2 |
Mat 4:16; Mar 1:10; Luc 4:18-21 |
El Mesías ungido por el Espíritu Santo |
Isa 65:1 |
Rom 10:20 |
Los gentiles creerían en el Mesías |
Isa 65:2 |
Rom 10:21 |
Israel rechazaría al Mesías |
Jer 23:5 |
Luc 1:32-33 |
El Hijo de David es un gran rey |
Jer 23:6 |
Mat 1:21 |
El hijo de David es el Salvador. |
Jer 23:6 |
1Co 1:30 |
Al Mesías se le llama «justicia nuestra». |
-
PROFECIAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO CUMPLIDAS EN CRISTO
PROFECIA |
CUMPLIMIENTO |
TEMA |
Jer 31:5 |
Mat 2:16-18 |
Raquel llora cuando nace el Hijo de Dios |
Jer 31:31-34 |
Luc 22:20; 1Co 11:25; Heb 8:8-12; Heb 10:15-18 |
Jesucristo y el nuevo pacto |
Jer 32:40 |
Luc 22:20; 1Co 11:25 |
Pacto eterno por medio del Mesías |
Jer 33:15 |
Luc 1:32-33 |
El Hijo de David es un gran rey. |
Jer 33:16 |
Mat 1:21 |
El Hijo de David es el Salvador. |
Jer 33:16 |
1Co 1:30 |
Al Mesías se le llama «justicia nuestra» |
Eze 21:26-27 |
Luc 1:32-33 |
Una corona de justicia para el Mesías |
Eze 34:23-24 |
Jua 10:11; Jua 10:14; Jua 10:16; Heb 13:20; 1Pe 5:4 |
El futuro buen pastor |
Eze 37:24-25 |
Luc 1:32-33 |
El Mesías es el Hijo de David y rey |
Eze 37:24-25 |
Jua 10:11; Jua 10:14; Jua 10:16;
Heb 13:20; 1Pe 5:4; Eze 37:26; Luc 22:20; 1Co 11:25 |
El futuro buen pastor
El eterno pacto de paz del Mesías |
Dan 7:13-14 |
Mat 24:30; Mat 26:64;
Mar 13:26; Mar 14:62; Luc 21:27; Apo 1:13; Apo 14:14 |
La venida del Hijo del Hombre |
Dan 7:27 |
Apo 11:15 |
El futuro reino eterno del Mesías |
Dan 9:24-26 |
Gál 4:4 |
Tiempo de la venida del Mesías |
Ose 11:1 |
Mat 2:14-15 |
Jesús vuelve de Egipto |
Joe 2:28-32 |
Hch 2:14-21 |
Se derrama el Espíritu de Dios |
Amó 9:11-12 |
Hch 15:13-18 |
Los gentiles creerían en el Mesías |
Jon 1:17 |
Mat 12:39-40 |
El Mesías en el sepulcro tres días y tres noches |
Miq 5:2 |
Mat 2:1-6 |
El Mesías nacido en Belén |
Miq 5:2 |
Luc 1:32-33 |
El Mesías como rey eterno |
Miq 5:4 |
Jua 10:11; Jua 10:14 |
El futuro pastor del rebaño de Dios |
Miq 5:5 |
Efe 2:14-17 |
El Mesías es hombre de paz |
Zac 9:9 |
Mat 21:1-9; Mar 11:1-10; Luc 19:28-38; Jua 12:12-16 |
El futuro gobernante sobre un asno |
Zac 11:12-13 |
Mat 27:1-10 |
Treinta piezas de plata por un campo de alfarero |
Zac 12:10 |
Jua 19:37; Apo 1:7 |
Mirando al Mesías que traspasaron |
Zac 13:7 |
Mat 26:31; Mat 26:55-56; Mar 14:27; Mar 14:48-50 |
Hieren al futuro pastor; huyen las ovejas |
Mal 3:1 |
Mat 11:7-10; Mar 1:2-4; Luc 7:24-27 |
El precursor del Mesías |
Mal 4:5-6 |
Mat 11:14; Mat 17:11-13; Mar 9:11-13; Luc 1:16-17 |
El precursor como Elías que regresa. |
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
1. La Infidelidad de Israel.
El libro de Isaías se abre con un capítulo en el que encontramos los lugares comunes de la predicación profética: amargura de Yahvé por la ruptura de relaciones normales entre El y su pueblo escogido, que sustituyó el sentido verdadero ético-religioso de estas relaciones por una religión meramente ritualista y sin contenido espiritual; e invitación amorosa a que cambie de conducta, entregándose de nuevo a su Señor por una penitencia sincera y definitiva, a menos que quiera someterse a los rigores de un juicio divino devastador, que la purifique como el oro en el crisol en contra de su misma voluntad. Por eso ha sido considerado este capítulo como la introducción general a las variadas predicaciones proféticas que han llegado a nosotros, sin mayor orden lógico y cronológico, en el libro canónico de Isaías.
A pesar de la diversidad de contenido del capítulo, se ha reconocido cierta unidad fundamental en lo literario. No es fácil determinar la época en que hayan sido pronunciados estos oráculos. Algunos han querido ver en los v.7-9 una alusión a la invasión de Senaquerib en el año 701; pero en realidad pudiera aplicarse a la invasión siro-efraimita del año 734, cuando Isaías hacía sus primicias como escritor y profeta. Al menos para los v.21-31, parece excluirse esta época tardía de la invasión asiría, y las alusiones a la generalización de las prácticas idolátricas se explicaría mejor en tiempos del impío Acaz que después de la reforma religiosa del piadoso Ezequías. En realidad, este punto de la cronología del capítulo es totalmente secundario y no afecta a la interpretación del mismo.
Como en todos los libros profetices, el compilador nos hace la presentación personal del profeta, enmarcándolo en un período cronológico concreto que abarca toda su actividad profetice-literaria.
Introducción histórica (1).
1 Visión que Isaías, hijo de Amos, tuvo acerca de Judá y de Jerusalén en tiempos de Ozías, Joatam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá.
Este versículo es considerado generalmente como encabezamiento de la primera gran colección de profecías (c.1-12), sobre todo por la expresión general redundante “acerca de Judá y Jerusalén.” Quizá el título haya sido retocado y ampliado en su perspectiva por el compilador respecto de la primitiva redacción isaiana, que miraba sólo al oráculo que inmediatamente se inserta en el texto. La palabra visión la usa el profeta en sentido amplio, es decir, de un mensaje divino recibido de modo visual, intelectivo o imaginativo, y aquí pudiera incluso tener el sentido colectivo de conjunto de oráculos del profeta relativos a Jerusalén y Judá, refiriéndose a la primera serie los que aparecen en el actual libro de Isaías, alargándose la perspectiva histórica hasta el final de su actividad profética, en tiempos del reinado de Ezequías, en el siglo VII antes de Cristo.
Este capítulo I suele dividirse por su contenido en dos partes: a) v.2-20: recriminación por parte de Yahvé de la infidelidad de Judá; b) v.21-31: necesidad de un juicio purificador.
La infidelidad e ingratitud del pueblo elegido (2-3).
2 ¡Oíd, cielos! Apresta el oído, tierra! Que habla Yahvé: Yo he criado hijos y los he engrandecido, pero ellos se han rebelado contra mí. 3 Conoce el buey a su dueño, y el asno el pesebre de su amo, pero Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento.
El profeta abre su oráculo con un apostrofe solemne, tomando como testigos los seres inanimados y buscando como la aprobación de lo que va a decir de la misma naturaleza muda para que se asocie al profundo dolor de Yahvé ante la lamentable conducta de su pueblo predilecto. Ya Moisés, al dar la Ley, había invocado al cielo y a la tierra, poniéndolos por testigos de que había dado la Ley a Israel y, al mismo tiempo, de las penas que irían anejas al incumplimiento de los preceptos del Señor.1 La enormidad del pecado de Israel está, sobre todo, en que Israel estaba vinculado como pueblo desde su origen a Yahvé por un pacto bilateral con condiciones y obligaciones mutuas: Yahvé, que le había escogido como pueblo entre todos los de la tierra, se había comprometido a tratarle como Padre, considerándole como “reino sacerdotal y nación santa,” 2 surgiendo de ello unas relaciones de paternidad y filiación que deberían respetarse a través de los siglos. 3 Yahvé era en realidad su verdadero Padre, ya que a El le debía su existencia como pueblo. Por eso, con toda propiedad puede decirse que los “ha criado” (v.2) como hijos y los ha protegido durante la época de crecimiento. Los adoptó como hijos en el desierto, después de haberlos sacado milagrosamente de la tierra de opresión de Egipto; les dio una constitución teocrática excepcional, por la que se convertían en algo aparte de todos los pueblos, y los fue llevando como de la mano a través del desierto, cuidando paternalmente de su formación como pueblo, y, por fin, los estableció en la tierra de Canaán, según había prometido al gran antepasado Abraham. Pero la historia de Israel es una constante decepción y alejamiento del Dios verdadero, entregándose el pueblo elegido a los cultos idolátricos.
Y esta actitud incomprensible resalta comparándola con la fidelidad y gratitud de los seres irracionales, que se muestran agradecidos con los que les procuran el sustento, a pesar de que también los someten a duro yugo y a fuertes trabajos; sin embargo, si se les separa de su dueño, instintivamente buscan el lugar donde saben encuentran su alimento.
El castigo de Israel (4-9).
4¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de iniquidad, raza malvada, hijos desnaturalizados! Se han apartado de Yahvé, han renegado del Santo de Israel, le han vuelto la espalda. 5¿A qué castigaros todavía, si aún os vais a rebelar? Toda la cabeza está enferma; el corazón todo, lánguido. 6 Desde la planta de los pies hasta la cabeza no hay en él nada sano. Heridas, hinchazones, llagas pútridas, ni curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite. 7Vuestra tierra está devastada; vuestras ciudades, pasto de las llamas. A vuestros ojos los extranjeros devoran vuestra tierra, asolada como en la destrucción de Sodoma. 8Ha quedado Sión como cabaña en un viñedo, como choza en un melonar, como ciudad sitiada. 9Si Yahvé no nos hubiera dejado un resto, seríamos como Sodoma, nos asemejaríamos a Gomorra.
Yahvé, ante la conducta reiterada de Israel, se siente como cansado de castigarle para hacerle ir por el buen camino. Está tan corrompido, que es inútil hacer nuevos correctivos. Ha sido castigado con invasiones, desolaciones, en tal forma que ha quedado destruido, solitario en medio de sus ruinas, como cabaña de guardia en un viñedo (v.8). Es una situación desesperada, pues no han sido aplicadas medidas de curación a tiempo (v.6). Dios lo ha castigado reiteradamente en tal forma, que se halla llagado de pies a cabeza (v.6): la tierra de Judá había sido hollada por los ejércitos siro-efraimitas, las incursiones de los edomitas y filisteos,4 y, por fin, por la inmensa oleada del ejército de Senaquerib, si el oráculo pertenece a los últimos tiempos del ministerio profético de Isaías.
La desolación y la ruina eran la secuela de esta tragedia nacional, y sólo quedaba en medio de las ruinas Jerusalén, la hija de Sión (v.8), como torre de guardia en un viñedo y testigo mudo de tanta tragedia. La devastación ha sido tan general, que sólo puede compararse a ella la destrucción de las ciudades malditas de la Pentápolis, Sodoma y Gomorra (v.7); no obstante, el designio de Dios de salvar el resto (v.8) que fuera con el tiempo el núcleo de restauración nacional no ha permitido que la destrucción fuera exhaustiva, como en aquellas ciudades anegadas para siempre a orillas del mar Muerto, sin posibilidad de resurgimiento.
Por encima de todos los pueblos, y dirigiendo el curso de la historia, se halla siempre en la mente de los profetas el Dios de los ejércitos (v.9), es decir, el que guía como general las constelaciones de los “ejércitos” de los cielos, y al mismo tiempo sale fiador por los intereses de su pueblo en las “batallas” contra sus enemigos, que tratan de obstaculizar el curso normal de la historia de Israel5, portador del designio salvador de Dios a través de los tiempos hasta la gran manifestación del Mesías, la culminación de la hora de Dios en la historia.
Estas son ideas comunes a los grandes profetas y constituyen el nervio y la espina dorsal de la teología del Antiguo Testamento. Siempre y en todo momento la luz de la era mesiánica es la razón de la salvación del pueblo elegido en las vicisitudes de su historia, y a través de esta luz futura, los profetas interpretan la historia de Israel. Por eso, siempre se salva un resto de las grandes catástrofes nacionales. La doctrina sobre un resto, núcleo de salvación en el pueblo, aparece ya clara en el profeta Amos un cuarto de siglo antes de que Isaías iniciara su predicación, y se convirtió en lugar común en la literatura profética.
Inutilidad del culto puramente externo (10-17).
10 Oíd la palabra de Yahvé, príncipes de Sodoma; aprestad el oído a la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra. 11¿A mí qué, dice Yahvé, toda la muchedumbre de vuestros sacrificios? Harto estoy de holocaustos de carneros, del sebo de vuestros bueyes cebados. No quiero sangre de toros, ni de ovejas, ni de machos cabríos. 12¿Quién pide eso a vosotros, cuando venís a presentaros ante mí, hollando mis atrios? 13No me traigáis más esas vanas ofrendas. El incienso me es abominable; neomenias, sábados, convocaciones festivas, las fiestas con crimen me son insoportables. 14Detesto vuestros novilunios, y vuestras convocatorias me son pesadas; estoy cansado de soportarlas. 15Cuando alzáis vuestras manos, yo aparto mis ojos de vosotros; cuando multiplicáis las plegarias, no escucho. Vuestras manos están llenas de sangre. 16Lavaos, limpiaos, quitad de ante mis ojos la iniquidad de vuestras acciones. Dejad de hacer el mal, 17 aprended a hacer el bien, buscad lo justo, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda.
La mención anterior de Sodoma y Gomorra del v.9 le sirve de introducción al profeta para calificar a los dirigentes del pueblo elegido, sin que esto quiera decir que entre ellos privara el vicio específico de tales ciudades malditas, la sodomía, sino más bien para resaltar el grado de corrupción a que los dirigentes de Judá habían llegado, de los que era un tradicional símbolo la conducta de las dos ciudades malditas. Y se invita a los dirigentes y pueblo de Israel a escuchar el verdadero mensaje espiritual de Dios.
La expresión ley de nuestro Dios no indica necesariamente la Ley mosaica, pues puede tener el sentido amplio de instrucción divina al pueblo; en ese caso podría ser paralela a la palabra del Señor del v.3. Se trata, pues, del oráculo profético que va a proferir Isaías 6. Lo esencial de la religión no está en los ritos meramente externos, como los sacrificios y las ofrendas. Los primeros se distinguían en “holocaustos,” en los que se quemaba toda la víctima; “sacrificio pacífico,” en los que sólo se quemaba en el altar las partes grasas de la víctima; y, por fin, las “oblaciones” incruentas, de las que parte se reservaba, como en los anteriores, a los oferentes, parte se quemaba ante el Señor, y parte quedaba para los sacerdotes y levitas.7 Nada de esto le interesa a Dios si los oferentes se acercan sin las disposiciones internas necesarias de compunción y arrepentimiento de sus pecados, sobre todo los cometidos contra el prójimo. En realidad, el acercarse al templo en malas disposiciones a hacer sacrificios es un insulto a Dios, y por eso no quiere verlos presentarse ante El hollando sus atrios (v.12). Todo lo que le ofrezcan en esas condiciones le resulta repugnante y lo rechaza, porque no responde a las disposiciones de sus corazones. Los sacrificios no son necesarios a Yahvé, como lo eran para los ídolos para su sustentación. En la Ley mosaica los sacrificios no tienen el valor de un “do ut des,” como en las otras religiones, sino un mero signo de dependencia y sumisión al Señor de todo lo creado, un tributo de piedad y acatamiento 8.
Los profetas, pues, rechazan constantemente esos sacrificios que no representan el espíritu de piedad y acatamiento.9 No es que sean opuestos por sistema a los ritos cultuales, predicando una religión carismática revolucionaria en contra de la tradición sacerdotal. Es falsa la opinión de Renán de que los profetas predicaban “una religión sin culto, sin templo y sin sacerdotes.” 10 No, lo que rechazaban era una religión que considerara como esencial de ella las ceremonias externas, dando de lado a todos los valores ético-religiosos. Son más bien los restauradores del primitivo yahvismo espiritualista tal como lo estableció Moisés en el desierto.
Las fiestas, si no llevan el sello de la entrega interior del alma, carecen de sentido ante Dios. El profeta enumera las distintas solemnidades religiosas entonces vigentes: los novilunios al principio de cada mes; los sábados cada siete días, y las convocatorias solemnes tres veces al año: Pascua, Pentecostés y Tabernáculos.11
El novilunio eran las fiestas de principio de mes, cuando la luna se hacía visible, en la que parece se ofrecían sobre todo sacrificios en las tribus y familias 12; las convocatorias religiosas eran las del sábado,13 y las tres grandes del año, Pascua, Pentecostés y Tabernáculos.14
Dios no soporta que le eleven en la oración sus manos, como era usual, cuando las tienen manchadas en sangre, quizá aludiendo a los sacrificios de niños inocentes a Moloc, como ocurrirá en tiempos no lejanos bajo Manases. Dios no puede soportar esta hipocresía, y por eso aparta sus ojos de ellos, es decir, les retira su gracia y benevolencia. Sólo podrán reconciliarse con él en el supuesto de que emprendan una reforma en su conducta, en la moral privada y en sus relaciones sociales, como exigía el espíritu de la Ley mosaica, que tiene un profundo respeto a la personalidad humana. Naturalmente, el profeta se dirige sobre todo a las clases directoras de la sociedad, principales responsables de la declinación ético-religiosa del pueblo.
Invitación a la reconciliación (18-20).
18 Venid y entendámonos, dice Yahvé. Aunque vuestros pecados fueran como la grana, quedarán blancos como la nieve. Aunque fuesen rojos como la púrpura, vendrían a ser como la lana. 19Si vosotros queréis, si sois dóciles, comeréis los bienes de la tierra. 20 Si no queréis y os rebeláis, seréis devorados por la espada. Lo dice la boca de Yahvé.
Dios en este litigio con su pueblo le invita a un proceso legal, en el que cada parte pueda exponer sus diferencias: Venid y entendámonos, aunque por su parte está dispuesto a retirar sus alegatos, supuesto que ellos reconozcan sus faltas para con El, y a concederles el perdón total, por grandes que hayan sido sus faltas: aunque vuestros pecados fueran como la grana, quedarían blancos como la nieve (v.18). La reconciliación obraría el milagro de borrarles todas sus manchas y dejarlos limpios ante la faz del Señor.
Algunos autores entienden la frase anterior como una ironía, haciendo resaltar la imposibilidad de que ellos por sus propias fuerzas pudieran librarse de las consecuencias de sus pecados, como si dijera: “Si vuestros pecados son como la escarlata, ¿podréis hacerlos blancos como la lana?..” No obstante, parece que en el contexto predomina el sentido de perdón; por eso parece más aceptable la primera interpretación. No sabemos por qué el color escarlata era símbolo del pecado, quizá porque el rojo oscuro, como la tarde, la noche, podía ser símbolo del mal, como el color blanco es símbolo de la luz, del día, de lo bueno, la inocencia, la gloria.15
Al lado de esta oferta de perdón les pone también la alternativa contraria: si no quieren emprender el buen camino, no les queda otra cosa que perecer en la vorágine de la guerra: seréis devorados por la espada, según la expresión aún corriente entre los árabes. Al contrario, si son dóciles a los mandatos de Yahvé, disfrutarán tranquilamente de los bienes de la tierra (v. 19-20).
Elegía sobre la corrupción moral de Sión (21-23).
21 ¿Cómo te has prostituido, Sión, ciudad fiel, llena de justicia? Antes moraba en ella la equidad, y ahora los asesinos. 22 Tu plata se ha tornado escoria, tu vino generoso se ha aguado, 23tus príncipes son prevaricadores y compañeros de bandidos* Todos aman el soborno y van tras los presentes. No hacen justicia al huérfano, y la causa de la viuda no tiene acceso a ellos.
El profeta lanza una elegía en estilo rimado, como era usual entre ellos, para hacer más impresión en la psicología del pueblo sencillo, como hacían los rapsodas para divulgar sus ideas. La idea central es también un lugar común en la literatura profética: Jerusalén, personificación de Israel, es infiel en su matrimonio con Yahvé, contraído en la alianza del Sinaí, aunque no es Isaías precisamente el que más destaca este símil; pero era ya corriente desde Oseas 16, del que pueda incluso depender en algunas expresiones de la elegía. Sión es como una doncella que ha abandonado a su marido, Yahvé, entregándose a los cultos idolátricos, perdiendo así lo atractivos que le hacían amable a los ojos de Dios, ella que era antes el asiento de la justicia en los tiempos de David y fiel sólo a su Dios nacional. Ahora, en cambio, es juguete de gentes sin conciencia, los asesinos (v.21).
Antes era como un metal de buena ley por la pureza de buenas costumbres, y agradable como el vino generoso pero ahora se ha convertido en metal despreciable y en licor mistificado, que repugna al paladar de Dios (v.22).
Anuncio de un juicio purificador (24-27).
24 Por eso proclama el Señor, Yahvé de los ejércitos, el Fuerte de Israel: ¡Ay! voy a vengarme de mis adversarios y a tomar revancha de mis enemigos. 25Y volverá mi mano contra ti, y purificaré en la hornaza tus escorias, y separaré todas tus partículas de plomo. 26 Y te restituiré tus jueces como eran antes, y tus consejeros como al principio, y después serás llamada ciudad de justicia, ciudad fiel. 27Sión será redimida por la rectitud, y sus convertidos en justicia.
Dios, ante la impenitencia de Judá, va a reaccionar violentamente y someter a los principales responsables de la situación, sus adversarios, a un juicio purificador. Antes había dicho que Sión era como plata envilecida y vino mistificado, que había perdido su fuerza; ahora juega con la primera imagen, diciendo que va a acrisolar el metal para extraer lo bueno que aún pueda quedar (v.25); y para dar más fuerza a la amenaza, presenta a Dios como el Fuerte de Israel, expresión rara en la Escritura, que encontramos ya en el Génesis,17 y parece similar a la de “Dios de los ejércitos” que inmediatamente aparece antes en el texto, para significar el poder de Dios, capaz de hacer todo lo que anuncia.
El resultado de este juicio purificador será el restablecimiento de una administración con todas las garantías morales como antes, en la edad de oro de la época davídica. El efecto del castigo de Dios será muy saludable, y hará florecer las virtudes tradicionales, en tal forma que se la volverá a llamar ciudad de justicia, ciudad fiel, como en los tiempos antiguos. Se discute sobre el sentido de las palabras rectitud y justicia (v.27), pues lo mismo pueden significar las virtudes del pueblo, que cambiarán la vida nacional, que los atributos de Dios, “juicio y justicia,” que se manifestarán en la redención del pueblo, como si dijera: “Sión será redimida con el juicio (purificador) de Dios, y sus cautivos volverán después de la manifestación de la justicia divina sobre ella.”
Destrucción de los pecadores e idólatras (29-31).
29 Los impíos, los pecadores, todos a una serán quebrantad dos; los desertores de Yahvé serán aniquilados. 30Entonces os avergonzaréis de los árboles que tanto estimabais y seréis llenos de confusión ante los jardines que os elegisteis, pues seréis como terebinto despojado de su follaje, y como jardín que carece de agua. 31Y el robusto será como estopa, y su obra como chispa, y arderán ambos juntamente, y no habrá quien lo apague.
La idea de juicio purificador de la perícopa anterior se continúa aquí, detallando la causa principal del castigo: la idolatría reinante en el país. El castigo de Dios servirá para poner en evidencia el fundamento de aquellas locas idolatrías. Habían ido a adorar a sus dioses bajo los arboles frondosos y en los jardines llenos de vegetación exuberante, como adorando la fuerza de la naturaleza, que allí se manifestaba en toda su pujanza (v.30). Es la religión animista, que había sido importada de Siria. Aún los beduinos de las estepas siró-arábigas ven en los árboles genios protectores, a los que procuran aplacar con dádivas y exvotos. En todos estos bultos se practicaban ritos afrodisíacos y obscenos en honor de la madre de la fertilidad, Astarté. Pero llegará un momento en que los israelitas idólatras se avergonzarán de haber tenido estos cultos, pues se verán defraudados en sus esperanzas en la hora de la prueba, y los arboles bajo los cuales practicaban estos cultos, contrarios a los intereses del yahvismo, y los jardines (v.29-50), es decir, los recintos sagrados, poblados de árboles, con sus fuentes para procurar la exuberancia de la vegetación, desaparecerán y serán abandonados.18
Entonces el fuerte y su obra serán, como estopa, pasto de las llamas (v.31). Es difícil determinar el sentido de esta frase, pero el contexto parece ser que el idólatra, que se consideraba fuerte y seguro con sus prácticas, su obra, al dar culto a los múltiples dioses de la naturaleza, será en realidad víctima de su obra; es decir, ésta será ocasión de su ruina, como la chispa cebándose en la estopa. Desaparecerán el adorador y los ídolos en que confiaban cuando llegue el huracán del juicio de Dios, que se manifestará por las invasiones de los pueblos extranjeros, y nadie se atreverá a ayudarles a apagar el fuego devastador provocado por la ira divina.
1 Deu 4:26.31. – 2 Exo 19:6. – 3 Deu 32:10-18; Exo 4:22s; Deu 14:1; Ose 11:1. – 4 2 Grón 28:17. – 5 1Re 17:45; cf. Exo 7:4. – 6 Cf. Isa 8:16; Isa 30:9; Jer 2:8; Jer 8:8; Jer 18:18; Eze 7:26; Jer 31:33; Isa 42:4, etc. – 7 Cf. Leve.1-3. – 8 Véase com. a Lev c.1-3. – 9 Ose 6:6; Miq 6:6-8. – 10 Renán, Histoire du peuple d’Israel t.4:21? – 11 Véase com. a Lev 23. – 12 1Sa 20:5.24; 2Re 4:23; Amo 8:5; Ose 2:11; Num 18:11; Exo 20:8. – 13 Cf. Lev 23. – 14 1s 1.I4; 2:I5. – 15 Sal 51:7. – 16 Os c.1-3. – 17 Gen 49:24. – 18 Isa 1:17; Isa 65:3; Isa 66:17
Fuente: Biblia Comentada
Introducción a los Profetas
Los profetas del AT que dejaron escritos pueden dividirse en dos grupos: los cuatro profetas mayores (Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel) y los doce profetas menores (Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías y Malaquías). El libro de Lamentaciones se ubica en el grupo de los profetas mayores por su relación con Jeremías.Además de estos, el AT reconoce a otros como profetas. Personajes como Gad, Natán, Elías y Eliseo son típicos de los profetas que no dejaron escritos. En un sentido, Juan el Bautista, como precursor de Jesús, fue un profeta que perteneció a la época del AT.
La siguiente tabla muestra la secuencia, fechas aproximadas y dirección del ministerio de los profetas que dejaron escritos, con «Israel» se designa al reino del norte y «Judá», al reino del sur.
Profetas organizados según fecha y dirección del ministerio
Profeta | Ministró a | Fecha |
Abdías | Edom | 850 840 a.C. |
Joel | Judá | 835 796 a.C. |
Jonás | Nínive | 784 760 a.C. |
Amós | Israel | 763 755 a.C. |
Oseas | Israel | 755 710 a.C. |
Isaías | Judá | 739 680 a.C. |
Miqueas | Judá | 735 710 a.C. |
Nahum | Nínive | 650 630 a.C. |
Sofonías | Judá | 635 625 a.C. |
Jeremías | Judá | 627 570 a.C. |
Habacuc | Judá | 620 605 a.C. |
Daniel | Babilonia | 605 536 a.C. |
Ezequiel | Babilonia | 593 570 a.C. |
Hageo | Judá | 520 505 a.C. |
Zacarías | Judá | 520 470 a.C. |
Malaquías | Judá | 437 417 a.C. |
Otra manera de categorizar a los profetas que escribieron, es siguiendo la cronología de los cautiverios de Israel (ca. 722 a.C.) y de Judá (ca. 586 a.C.):
Profetas organizados por fecha de escritura y cautiverio
Preexílicos | – | Exílicos | Postexílicos |
Abdías | Miqueas | Daniel | Hageo |
Joel | Nahum | Ezequiel | Zacarías |
Jonás | Sofonías | – | Malaquías |
Amós | Jeremías | – | – |
Oseas | Habacuc | – | – |
Isaías | – | – | – |
Los mensajes de los profetas que escribieron algunas veces se refieren al futuro inmediato del profeta (p. ej. Isa 7:1-11) y otras al futuro distante (p. ej. Isa 7:12-14). En sus frecuentes predicciones acerca de la venida del Mesías, lo ven en dos papeles: como el de un Mesías sufriente (p. ej. Isa 53:1-12) y como el de un Mesías reinante (p. ej. Isa 11:1-16). Los profetas mismos no fueron capaces de comprender por completo cómo podían ser compatibles entre sí estos dos aspectos del ministerio futuro del Mesías (1Pe 1:10-12).
El trato de Dios con Israel dominó las páginas escritas por los profetas mayores y menores, pero varios libros Daniel, Abdías, Jonás y Nahum tienen como tema la acción de Dios en la historia del mundo gentil. Los demás libros proféticos miran más allá de Israel de tiempo en tiempo, para señalar de qué manera la nación escogida de Dios impactará al resto de las naciones (p. ej. Isa 52:10; Isa 52:15) o cómo juzgará Dios a las naciones.
Como puede verse en el registro cronológico de las páginas anteriores, el período de los profetas que dejaron escritos terminó alrededor de 400 años antes de la venida de Jesucristo. Ninguna declaración formal marcó el final de las profecías del AT, pero el pueblo de Israel se percató poco a poco de que en Israel no había aparecido algún profeta por un período considerable de tiempo (cp. 1Ma 9:27). Desde la perspectiva de tiempos posteriores, se hizo evidente que el gran movimiento profético del AT había terminado y que se habían iniciado los 400 «años de silencio», luego de los cuales comenzó el ministerio escrito de los apóstoles y profetas del NT, comparable con el anterior.
El libro de Isaías
TítuloEl libro deriva su título del autor cuyo nombre quiere decir «Jehová es salvación» y es semejante a los nombres Josué, Eliseo y Jesús. Isaías es citado directamente en el NT más de sesenta y cinco veces, muchas más que cualquier otro profeta del AT, y mencionado por nombre más de veinte veces.
Autor y fecha
Isaías, el hijo de Amoz, ministró en Jerusalén y sus alrededores como un profeta a Judá durante los reinados de cuatro reyes de Judá: Uzías (llamado «Azarías» en 2 Reyes), Jotam, Acaz y Ezequías (Isa 1:1), ca. desde 739-686 a.C. Evidentemente venía de una familia de cierto rango, porque tuvo un acceso fácil al rey (Isa 7:3) y cercanía a un sacerdote (Isa 8:2). Él era casado y tenía dos hijos que llevaban nombres simbólicos: «Sear-jasub» («un remanente regresará», Isa 7:3) y «Maher-salal-hasbaz» («apurándose al botín, corriendo a la presa», Isa 8:3). Cuando fue llamado por Dios a profetizar en el año de la muerte del rey Uzías (ca. 793 a.C.), él respondió con prontitud gustosa, aunque sabía desde el principio que su ministerio sería de advertencia y exhortación sin fruto (Isa 6:9-13). Habiendo sido criado en Jerusalén, él era una alternativa apropiada como consejero político y religioso para la nación.
Isaías fue un contemporáneo de Oseas y Miqueas. Su estilo de escritura no tiene rival en su versatilidad de expresión, brillantez de simbolismos y riqueza de vocabulario. El padre de la iglesia primitiva Jerónimo lo comparó a Demóstenes, el legendario orador griego. Su escritura en hebreo se caracteriza por un rango de 2.186 palabras diferentes, comparados a 1,535 en Ezequiel, 1.653 en Jeremías, y 2.170 en los Salmos. 2Cr 32:32 registra que también escribió una biografía del rey Ezequías. El profeta vivió por lo menos hasta el 681 a.C. cuando escribió el relato de la muerte de Senaquerib (cp. Isa 37:38). La tradición cuenta que encontró su muerte bajo el rey Manasés (ca. 695-642 a.C.) al ser cortado en dos con una sierra de madera (cp. Heb 11:37).
Contexto histórico
Durante el reinado próspero de Uzías de cincuenta y dos años (ca. 790-739 a.C.), Judá se desarrolló y llegó a ser un fuerte estado comercial y militar con un puerto para el comercio en el Mar Rojo y la construcción de muros, torres y fortalezas (2Cr 26:3-5; 2Cr 26:8-10; 2Cr 26:13-15). Sin embargo, el período fue testigo de un declive en el nivel espiritual de Judá. La caída de Uzías fue el resultado de su intento por asumir los privilegios de un sacerdote y quemar incienso sobre el altar (2Re 15:3-4; 2Cr 26:16-19). Él fue juzgado con lepra, de la cual nunca se recuperó (2Re 15:5; 2Cr 26:20-21).
Su hijo Jotam (ca. 750-731 a.C.) tuvo que encargarse de los deberes del rey antes de la muerte de su padre. Asiria comenzó a emerger como una nueva potencia internacional bajo Tiglat-pileser (ca. 745-727 a.C.) mientras que Jotam era rey (2Re 15:19). Judá también comenzó a recibir oposición por parte de Israel y Siria al norte durante su reinado (2Re 15:37). Jotam fue un constructor y guerrero como su padre, pero la corrupción espiritual aún existía en la tierra (2Re 15:34-35; 2Cr 27:1-2).
Acaz tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar en Judá y reinó hasta los cuarenta y uno (2Cr 28:1; 2Cr 28:8; ca. 735-715 a.C.). Israel y Siria formaron una alianza para combatir la amenaza Asiria que se incrementaba del E, pero Acaz rehusó incluir a Judá en la alianza (2Re 16:5; Isa 7:6). Por esto, los vecinos del norte amenazaron derrocarlo y la guerra comenzó (734 a.C.). Con pánico, Acaz buscó al rey de Asiria para encontrar ayuda (2Re 16:7) y el rey asirio con gusto respondió saqueando a Gaza, llevando a toda Galilea y Galaad en cautiverio, y finalmente capturando Damasco (732 a.C.). La alianza de Acaz con Asiria llevó a que él metiera un altar pagano en el templo de Salomón (2Re 16:10-16; 2Cr 28:3). Durante su reinado (722 a.C.), Asiria capturó a Samaria, capital del reino del norte, y llevó a muchas de las personas más capaces de Israel a la cautividad (2Re 17:6; 2Re 17:24).
Ezequías comenzó su reinado sobre Judá en el 715 a.C. y continuó por veintinueve años hasta ca. 686 a.C. (2Re 18:1-2). La reforma era una prioridad cuando se volvió rey (2Re 18:4; 2Re 18:22; 2Cr 30:1). La amenaza de una invasión Asiria forzó a Judá a que le prometiera un pesado tributo a ese poder oriental. En el 701 a.C., Ezequías se enfermó seriamente con una enfermedad que amenazó su vida, pero él oró y Dios en su gracia extendió su vida por quince años (2Re 20:1-21; Isa 38:1-22) hasta el 686 a.C. El gobernante de Babilonia usó la oportunidad de su enfermedad y recuperación para enviarle felicitaciones, probablemente buscando formar una alianza con Judá en contra de Asiria al mismo tiempo (2Re 20:12 ss; Isa 39:1-8). Cuando Asiria se volvió débil por la contienda interna, Ezequías rehusó pagar más tributo a ese poder (2Re 18:7). Entonces en el 701 a.C. Senaquerib, el rey Asirio, invadió las áreas de la costa de Israel, marchando hacia Egipto por el flanco sur de Israel. En el proceso él aplastó a varios pueblos de Judea, robando y llevando a muchas personas a Asiria. Mientras que estaba sitiando a Laquis, él envió un contingente de fuerzas para sitiar a Jerusalén (2Re 18:17-37; 2Re 19:1-8; Isa 36:2-22; Isa 37:1-8). No obstante, la expedición fracasó, pero en un segundo intento él envió mensajeros a Jerusalén demandando que se rindieran de manera inmediata (2Re 19:9 ss; Isa 37:9 ss). Con el aliento de Isaías, Ezequías se negó a rendirse, y critica cuando el ejército de Senaquerib cayó presa de un desastre repentino, él regresó a Nínive y nunca más volvió a amenazar a Judá.
Temas históricos y teológicos
Isaías profetizó durante el período del reino dividido, dirigiendo el mayor enfoque de su mensaje al reino sureño de Judá. Él condenó el ritualismo vacío de su día (p. ej. Isa 1:10-15) y la idolatría en la que tantos del pueblo habían caído (p. ej. Isa 40:18-20). Él miró hacia adelante y vio la cautividad babilónica venidera de Judá a causa de esta partida del Señor (Isa 39:6-7).
El cumplimiento de algunas de sus profecías durante su vida proveyó sus credenciales para la posición profética. El esfuerzo de Senaquerib por tomar Jerusalén fracasó, tal como Isaías había dicho que sucedería (Isa 37:6-7; Isa 37:36-38). El Señor sanó la enfermedad mortal de Ezequías, tal como Isaías lo había predicho (Isa 38:5; 2Re 20:7). Mucho antes de que Ciro, rey de Persia, apareciera en la escena, Isaías lo nombró el libertador de Judá de la cautividad babilónica (Isa 44:28; Isa 45:1). El cumplimiento de sus profecías de la primera venida de Cristo le han dado a Isaías aún mayor defensa (p. ej. Isa 7:14). El patrón de cumplimiento literal de sus profecías que ya se han cumplido da certidumbre de que las profecías de la segunda venida de Cristo también verán un cumplimiento literal.
Más que cualquier otro profeta, Isaías provee información acerca del día futuro del Señor y el tiempo que seguirá. Él detalla numerosos aspectos del reino futuro de Israel sobre la tierra que no se encuentran en ningún otro lugar en el AT o en el NT, que incluyen cambios en la naturaleza, el mundo animal, el estatus de Jerusalén entre las naciones, el liderazgo del Siervo Sufriente, y otros.
A través de un método literario llamado «acortamiento profético adelantado», Isaías predice acontecimientos futuros sin delinear secuencias exactas de los sucesos o intervalos de tiempo separándolos. Por ejemplo, nada en Isaías revela el período extendido separando las dos venidas del Mesías. También él no provee una distinción tan clara entre el reino futuro temporal y el reino eterno como Juan lo hace en Apo 20:1-10; Apo 21:1-27; Apo 22:1-5. En el programa de Dios de la revelación progresiva, detalles de estas relaciones esperaban un vocero profético de un tiempo que vendría más tarde.
También conocido como el «Profeta evangélico», Isaías habló mucho de la gracia de Dios para con Israel, particularmente en sus últimos veintisiete capítulos. La pieza central es el capítulo Isa 53:1-12 de Isaías. Un retrato sin paralelo de Cristo como el Cordero inmolado de Dios.
Retos de interpretación
Los retos de interpretación en un libro largo y significativo como Isaías son numerosos. El más crítico de ellos se enfoca en el hecho de que si las profecías de Isaías recibirán cumplimiento literal o no, y si el Señor, en su programa, ha abandonado a Israel como nación y ha reemplazado permanentemente a la nación con la iglesia, de tal manera que no hay futuro para Israel como nación.
En el último asunto, numerosos pasajes de Isaías apoyan la posición de que Dios no ha reemplazado al Israel étnico con una supuesta «nueva Israel». Isaías tiene demasiado que decir de la fidelidad de Dios para con Israel, que Él no rechazaría al pueblo a quien Él ha creado y escogido (Isa 43:1). La nación está en las palmas de sus manos, y los muros de Jerusalén siempre están delante de sus ojos (Isa 49:16). Él está ligado por su propia Palabra a cumplir las promesas que Él ha hecho para traerlos de regreso a sí mismo y bendecirlos en ese día futuro (Isa 55:10-12).
En el primer asunto, el cumplimiento literal de muchas de las profecías de Isaías ya ha ocurrido, como se ilustra en la Introducción: Temas históricos y teológicos. Contender que aquellas que aún no han sido cumplidas verán un cumplimiento no literal no tiene fundamento bíblico. Este hecho descalifica la propuesta de que la iglesia recibe algunas de las promesas hechas originalmente a Israel. El reino prometido a David le pertenece a Israel, no a la iglesia. La exaltación futura de Jerusalén será sobre la tierra, no en el cielo. Cristo reinará personalmente sobre esta tierra como la conocemos, como también en los cielos nuevos y en la tierra nueva (Apo 22:1; Apo 22:3).
Bosquejo
I) Juicio (Isa 1:1-31; Isa 2:1-22; Isa 3:1-26; Isa 4:1-6; Isa 5:1-30; Isa 6:1-13; Isa 7:1-25; Isa 8:1-22; Isa 9:1-21; Isa 10:1-34; Isa 11:1-16; Isa 12:1-6; Isa 13:1-22; Isa 14:1-32; Isa 15:1-9; Isa 16:1-14; Isa 17:1-14; Isa 18:1-7; Isa 19:1-25; Isa 20:1-6; Isa 21:1-17; Isa 22:1-25; Isa 23:1-18; Isa 24:1-23; Isa 25:1-12; Isa 26:1-21; Isa 27:1-13; Isa 28:1-29; Isa 29:1-24; Isa 30:1-33; Isa 31:1-9; Isa 32:1-20; Isa 33:1-24; Isa 34:1-17; Isa 35:1-10)
A) Profecías con respecto a Judá y Jerusalén (Isa 1:1-31; Isa 2:1-22; Isa 3:1-26; Isa 4:1-6; Isa 5:1-30; Isa 6:1-13; Isa 7:1-25; Isa 8:1-22; Isa 9:1-21; Isa 10:1-34; Isa 11:1-16; Isa 12:1-6)
1. Pecados sociales de Judá (Isa 1:1-31; Isa 2:1-22; Isa 3:1-26; Isa 4:1-6; Isa 5:1-30; Isa 6:1-13)
2. Enredos políticos de Judá (Isa 7:1-25; Isa 8:1-22; Isa 9:1-21; Isa 10:1-34; Isa 11:1-16; Isa 12:1-6)
B) Oráculos de juicio y salvación (Isa 13:1-22; Isa 14:1-32; Isa 15:1-9; Isa 16:1-14; Isa 17:1-14; Isa 18:1-7; Isa 19:1-25; Isa 20:1-6; Isa 21:1-17; Isa 22:1-25; Isa 23:1-18)
1. Babilonia y Asiria (Isa 13:1-22; Isa 14:1-27)
2. Filistea (Isa 14:28-32)
3. Moab (Isa 15:1-9; Isa 16:1-14)
4. Siria e Israel (Isa 17:1-14)
5. Etiopía (Isa 18:1-7)
6. Egipto (Isa 19:1-25; Isa 20:1-6)
7. Babilonia continuada (Isa 21:1-10)
8. Edom (Isa 21:11-12)
9. Arabia (Isa 21:13-17)
10. Jerusalén (Isa 22:1-25)
11. Tiro (Isa 23:1-18)
C) Redención de Israel a través del juicio del mundo (Isa 24:1-23; Isa 25:1-12; Isa 26:1-21; Isa 27:1-13)
1. Devastación de la tierra por parte de Dios (Isa 24:1-23)
2. Primer canto de gratitud por redención (Isa 25:1-12)
3. Segundo canto de gratitud por redención (Isa 26:1-19)
4. Disciplina de Israel y prosperidad final (Isa 26:20-21; Isa 27:1-13)
D) Advertencias en contra de la alianza con Egipto (Isa 28:1-29; Isa 29:1-24; Isa 30:1-33; Isa 31:1-9; Isa 32:1-20; Isa 33:1-24; Isa 34:1-17; Isa 35:1-10)
1. Ay de los políticos ebrios (Isa 28:1-29)
2. Ay de los formalistas religiosos (Isa 29:1-14)
3. Ay de aquellos que esconden planes de Dios (Isa 29:15-24)
4. Ay del partido proegipcio (Isa 30:1-33)
5. Ay de aquellos que confían en caballos y carros (Isa 31:1-9; Isa 32:1-20)
6. Ay del destructor asirio (Isa 33:1-24)
7. Un clamor por justicia en contra de las naciones, particularmente Edom (Isa 34:1-17; Isa 35:1-10)
II) Interludio histórico (Isa 36:1-22; Isa 37:1-38; Isa 38:1-22; Isa 39:1-8)
A) Intento de Senaquerib por capturar Jerusalén (Isa 36:1-22; Isa 37:1-38)
B) Enfermedad y recuperación de Ezequías (Isa 38:1-22)
C) Emisarios babilonios a Jerusalén (Isa 39:1-8)
III) Salvación (Isa 40:1-31; Isa 41:1-29; Isa 42:1-25; Isa 43:1-28; Isa 44:1-28; Isa 45:1-25; Isa 46:1-13; Isa 47:1-15; Isa 48:1-22; Isa 49:1-26; Isa 50:1-11; Isa 51:1-23; Isa 52:1-15; Isa 53:1-12; Isa 54:1-17; Isa 55:1-13; Isa 56:1-12; Isa 57:1-21; Isa 58:1-14; Isa 59:1-21; Isa 60:1-22; Isa 61:1-11; Isa 62:1-12; Isa 63:1-19; Isa 64:1-12; Isa 65:1-25; Isa 66:1-24)
A) Liberación de la cautividad (Isa 40:1-31; Isa 41:1-29; Isa 42:1-25; Isa 43:1-28; Isa 44:1-28; Isa 45:1-25; Isa 46:1-13; Isa 47:1-15; Isa 48:1-22)
1. Consuelo para los exiliados babilonios (Isa 40:1-31)
2. El fin de la miseria de Israel (Isa 41:1-29; Isa 42:1-25; Isa 43:1-28; Isa 44:1-28; Isa 45:1-25; Isa 46:1-13; Isa 47:1-15; Isa 48:1-22)
B) Sufrimientos del Siervo del Señor (Isa 49:1-26; Isa 50:1-11; Isa 51:1-23; Isa 52:1-15; Isa 53:1-12; Isa 54:1-17; Isa 55:1-13; Isa 56:1-12; Isa 57:1-21)
1. La misión del Siervo (Isa 49:1-26; Isa 50:1-11; Isa 51:1-23; Isa 52:1-12)
2. Redención por el Siervo Sufriente (Isa 52:13-15; Isa 53:1-12)
3. Resultados de la redención del Siervo Sufriente (Isa 54:1-17; Isa 55:1-13; Isa 56:1-12; Isa 57:1-21)
C) Gloria futura del pueblo de Dios (Isa 58:1-14; Isa 59:1-21; Isa 60:1-22; Isa 61:1-11; Isa 62:1-12; Isa 63:1-19; Isa 64:1-12; Isa 65:1-25; Isa 66:1-24)
1. Dos tipos de religión (Isa 58:1-14)
2. Ruego a Israel que abandone sus pecados (Isa 59:1-19)
3. Bendición futura de Sión (Isa 59:20-21; Isa 60:1-22; Isa 61:1-11)
4. Al acercarse a la liberación de Sión (Isa 62:1-12; Isa 63:1-6)
5. Oración por liberación nacional (Isa 63:7-19; Isa 64:1-12)
6. La respuesta del Señor a la súplica de Israel (Isa 65:1-25; Isa 66:1-24)
ANEXOS
Isaías cumplido en el primer advenimiento de Cristo
Referencia | Cumplida de manera literal | Cumplida en tipo |
Isa 7:14 | El nacimiento virginal de Cristo (Mat 1:23) | – |
Isa 8:14-15 | – | Una piedra de tropiezo y una roca que hace caer (Rom 9:33; 1Pe 2:8) |
Isa 8:17 | – | La esperanza y confianza de Cristo en Dios (Heb 2:13 a) |
Isa 8:18 | – | El Hijo de Dios y los hijos de Dios (Heb 2:13 b) |
Isa 9:1-2 | – | La llegada de Jesús a la ‘zona de Zabulón y Neftalí (Mat 4:12-16) |
Isa 9:6 a | El nacimiento de Emanuel (Mat 1:23; Luc 1:31-33; Luc 2:7; Luc 2:11) | – |
Isa 11:1 | Avivamiento de la dinastía davídica (Mat 1:6; Mat 1:16; Hch 13:23; Apo 5:5; Apo 22:16) | – |
Isa 12:3 | – | Agua de los pozos de salvación (Jua 4:10; Jua 4:14) |
Isa 25:8 | – | La muerte es sorbida (1Co 15:54) |
Isa 28:11 | – | El don de lenguas como una señal de autenticidad de los mensajeros de Dios (1Co 14:21-22) |
Isa 28:16 | Encarnación de Jesucristo (Mat 21:42) | – |
Isa 29:18; Isa 35:5 | – | Jesús sana a los que estaban físicamente sordos y ciegos (Mat 11:5) |
Isa 40:3-5 | Predicación de Juan el Bautista (Mat 3:3; Mar 1:3; Luc 3:4-6; Jua 1:23) | – |
Isa 42:1 a, Isa 42:2-3 | Cristo en su bautismo (Mat 3:16-17) y transfiguración (Mat 17:5) y su conducta general a lo largo de su primer advenimiento | – |
Isa 42:6 | – | Cristo extendió los beneficios del nuevo pacto a la iglesia (Heb 8:6; Heb 8:10-12) |
Isa 42:7 | – | Jesús sanó la ceguera física y proveyó libertad para los cautivos espirituales (Mat 11:5; Luc 4:18) |
Isa 42:7 | – | Jesús quitó las tinieblas espirituales en su primera venida (Mat 4:16) |
Isa 50:6 | Jesús golpeado y escupido (Mat 26:67; Mat 27:26; Mat 27:30; Mar 14:65; Mar 15:19; Luc 22:63; Jua 18:22) | – |
Isa 50:7 | Jesús afirmó su rostro para ir a Jerusalén (Luc 9:51) | – |
Isa 53:1 | Israel no reconoció a su Mesías (Jua 12:38) | – |
Isa 53:4 | – | Jesús sanó a personas enfermas como un símbolo de que Él llevaría el pecado (Mat 8:16-17) |
Isa 53:7-8 | Felipe identifica a Jesús como aquel de quien el profeta escribió (Hch 8:32-33) | – |
Isa 53:7 | Jesús permaneció en silencio en todas las etapas de su juicio (Mat 26:63; Mat 27:12-14; Mar 14:61; Mar 15:5; Luc 23:9; Jua 19:9; 1Pe 2:23) | – |
Isa 53:7 | Jesús era el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Jua 1:29; 1Pe 1:18-19; Apo 5:6) | – |
Isa 53:9 | Jesús era completamente inocente de todos los cargos en su contra (1Pe 2:22) | – |
Isa 53:11 | Jesús vio la necesidad de ser crucificado entre dos criminales (Luc 22:37) | – |
Isa 54:13 | – | Jesús vio a los que vinieron a Él en su primer advenimiento como enseñados por Dios (Jua 6:45) |
Isa 55:3 | La resurrección de Cristo era un requisito previo para que ocupe en algún día el trono de David en la tierra (Hch 13:34) | – |
Isa 61:1-2 a | – | Jesús vio el ministerio de su primer advenimiento como contraparte espiritual de la liberación de Israel en su segundo advenimiento (Luc 4:18-19) |
Isa 62:11 | Jesús cumplió el llamado a la hija de Sión en su entrada triunfal (Mat 21:5) | – |
El juicio de Dios contra las naciones
– | Abdías | Amós | Isaías | Jeremías | Habacuc | Ezequiel |
Amón | – | Amó 1:13-15 Juicio | – | Jer 49:1-6 Juicio; restauración | – | Eze 25:1-7 Juicio |
Babilonia | – | – | Isa 13:1-22; Isa 14:1-23 Juicio | Jer 50:1-46; Jer 51:1-64 Juicio | Hab 2:6-17 Juicio | – |
Damasco | – | Amó 1:3-5 Juicio | Isa 17:1-3 Juicio; remanente | Jer 49:23-27 Juicio | – | – |
Edom | Juicio | Amó 1:11-12 Juicio | Isa 21:11-12 Juicio | Jer 49:7-22 Juicio | – | Eze 25:12-14 Juicio |
Egipto | – | – | Isa 19:1-25 Juicio; Restauración | Jer 46:1-26 Juicio | – | Eze 29:1-21; Eze 30:1-26; Eze 31:1-18; Eze 32:1-32 Juicio |
Filistea | – | Amó 1:6-8 Juicio | Isa 14:29-32 Juicio | Jer 47:1-7 Juicio; remanente | – | Eze 25:15-17 Juicio |
Moab | – | Amó 2:1-3 Juicio | Isa 15:1-9; Isa 16:1-14 Juicio; remanente | Jer 48:1-47 Juicio; restauración | – | Eze 25:8-11 Juicio |
Tiro | – | Amó 1:9-10 Juicio | Isa 23:1-18 Juicio; restauración | – | – | Eze 26:1-21; Eze 27:1-36; Eze 28:1-26 Juicio |
Descripción de Isaías del futuro reino de Israel
Descripción | Pasajes en Isaías |
1. El Señor restaurará el remanente fiel de Israel a su tierra para que habite el reino desde su inicio. | Isa 1:9; Isa 1:25-27; Isa 3:10; Isa 4:3; Isa 6:13; Isa 8:10; Isa 9:1; Isa 10:20; Isa 10:22; Isa 10:25; Isa 10:27; Isa 11:11-12; Isa 11:16; Isa 14:1-2; Isa 14:22; Isa 14:26; Isa 26:1-4; Isa 27:12; Isa 28:5; Isa 35:9; Isa 37:4; Isa 37:31-32; Isa 40:2-3; Isa 41:9; Isa 43:5-6; Isa 46:3-4; Isa 49:5; Isa 49:8; Isa 49:12; Isa 49:22; Isa 51:11; Isa 54:7-10; Isa 55:12; Isa 57:13; Isa 57:18; Isa 60:4; Isa 60:9; Isa 61:1-4; Isa 61:7; Isa 65:8-10; Isa 66:8-9; Isa 66:19 |
2. Al derrotar el Señor a los enemigos de Israel, dará protección a su pueblo. | Isa 4:5-6; Isa 9:1; Isa 9:4; Isa 12:1-6; Isa 13:4; Isa 14:2; Isa 21:9; Isa 26:4-5; Isa 27:1-4; Isa 30:30-31; Isa 32:2; Isa 33:16; Isa 33:22; Isa 35:4; Isa 49:8-9; Isa 49:17-18; Isa 52:6; Isa 54:9-10; Isa 55:10-11; Isa 58:12; Isa 60:10; Isa 60:12; Isa 60:18; Isa 62:9; Isa 66:16 |
3. En su reino, Israel disfrutará de gran prosperidad de muchas maneras. | Isa 26:15; Isa 26:19; Isa 27:2; Isa 27:13; Isa 29:18-20; Isa 22:22-23; Isa 30:20; Isa 32:3; Isa 32:15-20; Isa 33:6; Isa 33:24; Isa 35:3; Isa 35:5-6; Isa 35:8-10; Isa 40:11; Isa 42:6-7; Isa 42:16; Isa 43:5-6; Isa 43:8; Isa 43:10; Isa 43:21; Isa 44:5; Isa 44:14; Isa 46:13; Isa 48:6; Isa 49:10; Isa 52:9; Isa 54:2-3; Isa 55:1; Isa 55:12; Isa 58:9; Isa 58:14; Isa 60:5; Isa 60:16; Isa 60:21; Isa 61:4; Isa 61:6-10; Isa 62:5; Isa 65:13-15; Isa 65:18; Isa 65:24; Isa 66:21-22 |
4. Durante el reino, la ciudad de Jerusalén alcanzará preeminencia mundial. | Isa 2:2-4; Isa 18:7; Isa 25:6; Isa 40:5; Isa 40:9; Isa 49:19-21; Isa 60:1-5; Isa 60:13-15; Isa 60:17; Isa 62:3-4 |
5. Israel será el centro de atención mundial durante el reino. | Isa 23:18; Isa 54:1-3; Isa 55:5; Isa 56:6-8; Isa 60:5-9; Isa 66:18-21 |
6. La misión de Israel durante el reino será glorificar al Señor. | Isa 60:21; Isa 61:3 |
7. Durante el reino, los gentiles serán bendecidos por medio del remanente fiel de Israel. | Isa 11:10; Isa 19:18; Isa 19:24-25; Isa 42:6; Isa 45:22-23; Isa 49:6; Isa 51:5; Isa 56:3; Isa 56:6-8; Isa 60:3; Isa 60:7-8; Isa 61:5; Isa 66:19 |
8. La paz mundial prevalecerá durante el reino bajo el gobierno del Príncipe de paz. | Isa 2:4; Isa 9:5-6; Isa 11:10; Isa 19:23; Isa 26:12; Isa 32:18; Isa 54:14; Isa 57:19; Isa 66:12 |
9. Durante el reino, el hombre alcanzará el más elevado nivel moral y espiritual que haya conocido desde la caída de Adán. | Isa 27:6; Isa 28:6; Isa 28:17; Isa 32:16; Isa 42:7; Isa 44:3; Isa 45:8; Isa 51:4; Isa 61:11; Isa 65:21-22 |
10. El liderazgo de gobierno durante el reino será superlativo con el Mesías a la cabeza. | Isa 9:6-7; Isa 11:2-3; Isa 16:5; Isa 24:23; Isa 25:3; Isa 32:1; Isa 32:5; Isa 33:22; Isa 42:1; Isa 42:4; Isa 43:15; Isa 52:13; Isa 53:12; Isa 55:3-5 |
11. Los humanos disfrutarán de larga vida en el reino. | Isa 65:20; Isa 65:22 |
12. El conocimiento del Señor será universal en el reino. | Isa 11:9; Isa 19:21; Isa 33:13; Isa 40:5; Isa 41:20; Isa 45:6; Isa 45:14; Isa 49:26; Isa 52:10; Isa 52:13; Isa 52:15; Isa 54:13; Isa 66:23 |
13. El mundo natural disfrutará de una gran renovación en el reino. | Isa 12:3; Isa 30:23-26; Isa 32:15; Isa 35:1-4; Isa 35:6-7; Isa 41:18-19; Isa 43:19-20; Isa 44:3; Isa 44:23; Isa 55:1-2; Isa 55:13; Isa 58:10-11 |
14. Los animales «salvajes» serán domados en el reino. | Isa 11:6-9; Isa 35:9; Isa 65:25 |
15. La aflicción y el luto no existirán en el reino. | Isa 25:8; Isa 60:20 |
16. Un reino eterno, como parte de la nueva creación de Dios, vendrá después del reino milenario. | Isa 24:23; Isa 51:6; Isa 51:16; Isa 54:11-12; Isa 60:11; Isa 60:19; Isa 65:17 |
17. El Rey juzgará el pecado manifiesto en el reino. | Isa 66:24 |
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Vea la Introducción: Título : Autor y fecha.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Nota del editor; Esta sección pertenece LA ETAPA DEL REINO DIVIDIDO (1 de Reyes 12—22; 2 de Reyes 1—17; 2 de Reyes 18—25; 2 de Crónicas 10—36; Abdías; Joel; Jonás; Amos; Oseas; Miqueas; Isaías; Nahum; Sofonías; Habacuc; Jeremías; Lamentaciones)
INTRODUCCIÓN
1. El libro de Isaías puede ser comparado con la Biblia. La Biblia tiene sesenta y seis libros e Isaías sesenta y seis capítulos. El Antiguo Testamento tiene treinta y nueve libros y la primera sección de Isaías tiene treinta y nueve capítulos. El Nuevo Testamento tiene veintisiete libros y la segunda parte de Isaías tiene veintisiete capítulos. El Antiguo Testamento comprende la historia y el pecado de Israel, y así también Isa 1:1-31 – Isa 39:1-8. El Nuevo Testamento describe a la persona y ministerio de Cristo, como lo hace Isa 40:1-31 – Isa 66:1-24. El Nuevo Testamento comienza con el ministerio de Juan el Bautista; la segunda sección de Isaías (Isa 40:1-31) comienza con la predicción de su ministerio. El Nuevo Testamento termina refiriéndose a los nuevos cielos y la nueva tierra, e Isaías termina su libro refiriéndose a lo mismo. (Cp. Isa 66:22 con Apo 21:1-3.)
2. El libro de Isaías está generalmente reconocido como uno de los seis grandes libros de la Biblia. Los otros son: Romanos, Juan, los Salmos, Génesis y Apocalipsis.
3. Se encontró un ejemplar de este libro entre los famosos manuscritos del mar Muerto descubiertos en una cueva en 1947 en Qumrán. Era una copia del siglo II d. C. y consistía de diecisiete hojas de casi 24 pies (8 m) de largo por 10 pulgadas (25 cm) de ancho. Esta copia era sorprendentemente similar a la del texto masorético común del siglo XII a.C.
4. Isaías fue el más grande de los profetas del Antiguo Testamento y uno de los escritores más elocuentes que jamás hayan vivido, superando a veces las habilidades literarias de Shakespeare, Milton u Homero.
5. Profetizó durante los reinados de cinco reyes de Judá (Uzías, Jotam, Acaz, Ezequías y Manasés).
6. Es llamado el profeta mesiánico. Solamente en los Salmos encontramos más referencias a Cristo que en Isaías.
7. Jesús dijo que Isaías vio su gloria y «habló acerca de él» (Jua 12:41).
8. Estuvo casado y tuvo dos hijos.
9. Se cree que su padre Amoz era hermano del rey Amasias de Judá, lo que significa que Isaías era de sangre real.
10. Isaías escribió otros libros que no se han conservado, tales como:
a. La vida de Uzías (2Cr 26:22).
b. Un libro sobre los reyes de Israel y Judá (2Cr 32:32).
11. Isaías es citado más veces en el Nuevo Testamento que ningún otro profeta del Antiguo Testamento. Los siguientes pasajes citan sus palabras en relación con:
a. El ministerio de Juan el Bautista (Mat 3:3; Luc 3:4; Jua 1:23).
b. El ministerio de Cristo a los gentiles (Mat 4:14-15; Mat 12:17-18).
c. El futuro reinado de Cristo sobre los gentiles (Rom 15:12).
d. El ministerio sanador de Cristo (Mat 8:17).
e. La ceguedad de Israel (Mat 13:14; Hch 28:25-27).
f. La hipocresía de Israel (Mat 15:7).
g. La desobediencia de Israel (Rom 10:16; Rom 10:20).
h. La salvación del remanente de Israel (Rom 9:27; Rom 9:29).
i. Los sufrimientos de Cristo (Hch 8:28; Hch 8:30).
j. El ungimiento de Cristo (Luc 4:17).
El libro de Isaías
I. Bosquejo general
II. Resumen de las profecías de Isaías
III. Las diferentes personalidades mencionadas en Isaías
IV. La grandeza de Dios
V. El Mesías
VI. Los pecados de Israel
VII. Las naciones gentiles
VIII. La tribulación
IX. El milenio
Bosquejo general
I. Israel, siervo infiel de Dios (y sus diferentes enemigos) (Isa 1:1-31 – Isa 35:1-10).
A. La lista de sus pecados (Isa 1:1-31; Isa 3:1-26; Isa 5:1-30).
B. La predicción de su futuro (Isa 2:1-22; Isa 4:1-6; Isa 9:1-21; Isa 11:1-16; Isa 12:1-6, Isa 25:1-12 – Isa 35:1-10).
C. La visión de su gran profeta (Isa 6:1-13).
D. La incredulidad de su impío rey (Isa 7:1-25).
E. El juicio sobre sus enemigos (Isa 13:1-22 – Isa 23:1-18).
1. Babilonia (Isa 13:1-22; Isa 14:1-32; Isa 21:1-17).
2. Asiría (Isa 14:24-27).
3. Filistea (Isa 14:28-32).
4. Moab (Isa 15:1-9 – Isa 16:1-14).
5. Damasco (Isa 17:1-14).
6. Etiopía (Isa 18:1-7).
7. Egipto (Isa 19:1-25; Isa 20:1-6).
8. Edom (Idumea) (Isa 34:5-15).
9. Arabia (Isa 21:13-17).
10. Tiro (Isa 23:1-18).
11. Todo el mundo (Isa 24:1-23; Isa 25:1-12).
II. Ezequías, el atemorizado siervo de Dios (Isa 36:1-22 – Isa 39:1-8).
A. Ezequías y el rey de Asiria (Isa 36:1-22; Isa 37:1-38).
B. Ezequías y el Rey del cielo (Isa 38:1-22).
C. Ezequías y el rey de Babilonia (Isa 39:1-8)
III. Cristo, el Siervo fiel de Dios (Isa 40:1-31 – Isa 66:1-24)
A. La liberación: la confortación de Jehová (Isa 40:1-31 – Isa 48:1-22).
1. Dios y los ídolos (Isa 40:1-31 – Isa 46:1-13).
2. Dios y las naciones (Isa 47:1-15; Isa 48:1-22).
B. El liberador: la salvación de Jehová (Isa 49:1-26 – Isa 57:1-21).
C. Los liberados: la gloria de Jehová (Isa 58:1-14 – Isa 66:1-24).
Resumen de las profecías de Isaías
I. Profecías cumplidas en el tiempo de su vida.
A. Judá se salvaría de la amenaza asiria y de la invasión israelita (Isa 7:4; Isa 7:16).
B. Siria e Israel serían destruidas poco después por Asiría (Isa 8:4; Isa 17:1-14; Isa 28:1-4).
C. Asiría invadiría Judá (Isa 8:7-8).
D. Judá no sería tomada durante esta invasión (Isa 37:33-35).
E. Moab iba a ser juzgada por Asiría en el plazo de tres años (Isa 15:1-9; Isa 16:1-14).
F. Egipto y Etiopía serían conquistadas por los asirios (Isa 18:1-7 – Isa 20:1-6).
G. Arabia sería destruida (Isa 21:13-17).
H. Tiro iba a ser destruida (Isa 23:1-12).
I. La vida de Ezequías sería extendida por otros quince años (Isa 38:5).
J. Asiría sería juzgada por Dios (Isa 10:5-34; Isa 14:24-27; Isa 30:27-33; Isa 37:36).
II. Profecías cumplidas después de su fallecimiento.
A. La cautividad babilónica (Isa 3:1-8; Isa 5:26-30; Isa 22:1-14; Isa 39:5-7).
B. Babilonia sería derrotada por Ciro (Isa 13:17-22; Isa 14:1-23; Isa 21:2; Isa 46:11; Isa 48:14).
C. Babilonia sufriría una desolación perpetua (Isa 13:20-22; Isa 47:1-15).
D. Las conquistas de un persa llamado Ciro (Isa 41:2-3; Isa 44:28; Isa 45:1-4).
E. El decreto de Ciro del retorno a Jerusalén (Isa 44:28; Isa 45:13).
F. El gozo del retorno del remanente (Isa 48:20; cp. también con Sal 126:1-6).
G. La restauración de Tiro (Isa 23:13-18).
H. El arrasamiento total de Edom (Isa 34:5-17).
I. El nacimiento, vida terrenal, sufrimiento, muerte, resurrección, ascensión y exaltación de Cristo Jesús (Isa 7:14-15; Isa 9:1-2; Isa 9:6; Isa 11:1-2; Isa 35:5-6; Isa 42:1-3; Isa 50:4-6; Isa 52:13-15; Isa 53:2; Isa 53:10-12; Isa 61:1-2).
J. El ministerio de Juan el Bautista (Isa 40:3-5).
III. Profecías todavía por cumplirse.
A. La tribulación (Isa 2:10-22; Isa 13:6-13; Isa 24:1-23; Isa 26:20-21; Isa 34:1-10; Isa 51:6).
B. La batalla de Armagedón (Isa 34:1-10; Isa 42:13-14; Isa 63:1-6; Isa 66:15-16).
C. El milenio (Isa 2:2-4; Isa 4:2-6; Isa 11:6-10; Isa 11:12; Isa 14:3; Isa 14:7-8; Isa 19:18-25; Isa 29:18; Isa 30:19; Isa 30:23-26; Isa 32:18; Isa 35:1-10; Isa 40:4-5; Isa 42:13-14; Isa 42:16; Isa 44:23; Isa 49:10-13; Isa 51:3; Isa 51:11; Isa 52:1; Isa 52:6-10; Isa 56:6-8; Isa 59:20-21; Isa 60:1-3; Isa 60:11-13; Isa 60:19-22; Isa 62:1-4; Isa 63:1-6; Isa 65:18-25; Isa 66:10; Isa 66:12; Isa 66:15-16; Isa 66:23).
Las diferentes personalidades
I. Isaías.
A. El más grande de los profetas del Antiguo Testamento y autor de este libro (Isa 1:1).
B. El contempló la gloria de Dios como pocos hombres la han experimentado (Isa 6:1-13). Para otras experiencias lean el relato de:
1. Moisés (Éxo 33:18-23).
2. Ezequiel (Eze 1:1-28).
3. Daniel (Dan 7:9-14).
4. Zacarías (Zac 3:1-9).
5. Esteban (Hch 7:55-60).
6. Pablo (2Co 12:1-4).
7. Juan (Apo 4:1-11 – Apo 22:1-21).
C. Se le ordenó que ofreciera al impío rey Acaz una señal concerniente a la fidelidad de Dios (Isa 7:3).
D. Fue padre de dos hijos (Sear-jasub, Isa 7:3; y Mahersalal-hasbaz, Isa 8:3), a los que puso nombres que indicaban futuros eventos proféticos.
E. Dios le ordenó que anduviera descalzo y desnudo (quizá de la cintura para arriba) durante tres años para simbolizar las dificultades que el Señor iba a enviar sobre los egipcios y etíopes (Isa 20:1-6).
II. Acaz: el inicuo padre de Ezequías que rechazó la bondadosa señal de la fidelidad de Dios para con Judá en su hora de necesidad (Isa 7:1-25).
III. Lucifer: aquel poderoso y pervertido ser angelical que se rebeló contra Dios y que ha llegado a ser conocido como Satanás y el diablo (Isa 14:12-14).
«¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo» (Isa 14:12-14).
Notemos esas cinco necias y fatales determinaciones del «yo» de Lucifer:
A. «Subiré al cielo»: Satanás tenía sin duda en mente el tercer cielo, el lugar de Dios. (Véase 2Co 12:1-4.)
B. «Junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono»: Esta es probablemente una referencia a los ángeles. Satanás deseaba la adoración de los ángeles.
C. «Me sentaré, a los lados del norte»: Lucifer buscaba ahora entrar en el «despacho ejecutivo» de Dios, en alguna parte en el norte, y sentarse en el escritorio mismo del Señor. No solamente quería controlar a los ángeles sino también el número y tamaño de las galaxias llenas de estrellas.
D. «Sobre las alturas de las nubes subiré»: Esto quizá puede referirse a aquella nube especial de gloria de Dios llamada Shekinah que encontramos frecuentemente en la Biblia.
E. «Seré semejante al Altísimo»: Es revelador notar el nombre de Dios que Satanás usa aquí. Quería ser semejante a El-Elyon, el Altísimo. Este nombre significa literalmente «el más fuerte entre los fuertes». El diablo podía haber elegido otros nombres para Dios. Podía haber usado El-Shaddai, que significa «el proveedor, aquel que alimenta a sus hijos», pero no lo hizo. Podía haber elegido Jehovah-Rohi, que significa «el Dios pastor», pero evitó también usarlo. La razón es obvia: Satanás codiciaba la fortaleza de Dios, pero no estaba interesado en sus atributos de cuidado y dirección de las criaturas.
IV. Sebna (Isa 22:15-25).
Este era el mayordomo del palacio, un hombre indulgente y egoísta (quizá durante la primera parte del reinado de Ezequías) que fue reprendido y desechado por Dios.
V. Eliaquim (Isa 36:3).
Reemplazó a Sebna y fue el portavoz de Ezequías durante la crisis con Asiria que provocó Senaquerib.
VI. Rabsaces (Isa 36:2).
El locuaz y arrogante asirio, portavoz personal de Senaquerib durante el asedio de Jerusalén.
VII. Senaquerib (Isa 37:21).
El rey asirio cuyos esfuerzos por destruir Jerusalén fueron totalmente anulados por el Ángel de Jehová.
VIII. Ezequías (Isa 36:1).
El decimotercer rey de Judá que reinaba en Jerusalén cuando Dios salvó a la ciudad y a quien el Señor extendió la vida por otros quince años.
IX. Merodac-baladán (Isa 39:1).
El rey de Babilonia que envió espías (disfrazados de embajadores de buena voluntad) para felicitar a Ezequías por la recuperación de su salud, aunque su verdadera misión era informarse de la cantidad de riqueza que había en la ciudad y dónde la guardaban.
X. Juan el Bautista (Isa 40:3-5).
Comparar estos versículos con Mat 3:1-3; Mar 1:2-3; Luc 3:2-6; Jua 1:23.
XI. Ciro (Isa 44:28; Isa 45:1).
El monarca persa de cuya persona y ministerio al remanente judío profetizó Isaías (de permitirles volver y reedificar el templo) dos siglos antes de que hubiera nacido.
La grandeza de Dios
I. Isa 1:18 :
«Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.»
Grana: una referencia al carácter profundamente colorante del pecado. (Véase Núm 19:2; Núm 19:6; Núm 19:9.)
Nieve: Sal 51:7
Estemos a cuenta: Dios apela tanto al intelecto como a las emociones del ser humano. No tenemos que poner simplemente nuestra mente en neutral en nuestros tratos con Dios. (Véanse Isa 43:26; Rom 12:1; Mat 22:37; 2Pe 3:1.)
II. Isa 12:2-5 :
«He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí. Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación. Y diréis en aquel día: Cantad a Jehová, aclamad su nombre, haced célebres en los pueblos sus obras, recordad que su nombre es engrandecido. Cantad salmos a Jehová, porque ha hecho cosas magníficas; sea sabido esto por toda la tierra.» Estas benditas aguas habían sido anteriormente rechazadas. (Véanse Isa 8:6 y Jua 4:10; Jua 4:14.)
III. Isa 25:1; Isa 25:4; Isa 25:8-9 :
«Jehová, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza. Porque fuiste fortaleza al pobre, fortaleza al menesteroso en su aflicción, refugio contra el turbión, sombra contra el calor; porque el ímpetu de los violentos, es como turbión contra el muro. Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho. Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación.» Destruirá a la muerte. (Véanse 1Co 15:54; Ose 13:14; Apo 20:14.) Enjugará toda lágrima. (Véanse Apo 7:17; Apo 21:4.)
IV. Isa 40:1-31 :
A. En relación con los versículos Isa 40:1-2.
1. Dios manda a su profeta a que hable con ternura para confortar los corazones de su pueblo. El mensaje de consolación es triple:
a. Que su tiempo de esclavitud ha terminado.
b. Que ya han pagado por sus faltas.
c. Que habían recibido amplio castigo por todos sus pecados.
B. Sobre los versículos Isa 40:3-5.
1. Esta voz había tenido su cumplimiento parcial en su primera venida por medio de Juan el Bautista (Mat 3:3), pero sólo veremos su final consumación en su segunda venida. (Véase Isa 35:2.) Notemos los principales aspectos de esta proclamación:
a. Un camino derecho será preparado en el desierto para el Señor.
b. Todos los valles serán rellenados.
c. Todos los montes y colinas serán nivelados.
2. Cuando todo esto sea logrado (espiritualmente en los corazones de los israelitas), la gloria de Jehová será entonces revelada a toda carne.
C. Acerca de los versículos Isa 40:6-8.
Una voz celestial ordena al profeta que grite acerca de la grandeza de Dios y de la insignificancia del hombre, diciendo:
1. La belleza y duración del hombre es como el de las flores o la hierba, que pronto se secan y pasan (Stg 1:10; 1Pe 1:24-25).
2. Por el contrario, la palabra de nuestro Dios permanece firme para siempre.
D. Sobre los versículos Isa 40:9-11.
La voz ordena ahora a los mensajeros de Sion que se encuentran sobre un monte que proclamen osadamente:
1. ¡Ved aquí al Dios vuestro!
2. Viene como Rey para reinar sobre ellos y para recompensarlos.
3. Viene como un pastor para pastorearlos y dirigirlos tiernamente.
E. Acerca de los versículos Isa 40:12-31.
Este Rey-Pastor que viene tendrá todo el poder.
1. Como se aprecia en su relación con la naturaleza (Isa 40:12-14).
a. Mide el océano con la palma de su mano.
b. Calcula con sus dedos la extensión del cielo.
c. Conoce el peso de los montes y de la tierra.
d. No necesita el consejo de ángeles, de demonios ni de hombres. (Véanse Rom 11:34; 1Co 2:16.)
2. Como se ve en sus tratos con las naciones (Isa 40:15-17).
a. Las naciones son para Él como una gota de agua en un balde o como una mota de polvo en la balanza.
b. Levanta las islas en su mano como si no pesaran.
c. Todos los árboles del Líbano no serían suficientes para consumir un sacrificio lo bastante grande para honrarle, ni todos sus animales serían bastantes para ofrecérselos a Él.
3. Como se ve en relación con los ídolos (Isa 40:18-20).
a. Dios no puede ser ni remotamente representado por una imagen de madera o de oro.
b. El hombre puede crear un dios falso pero solamente Dios puede crear al hombre. (Véase también Isa 41:6-7; Isa 41:21-24; Isa 41:29; Isa 44:9-20, Isa 46:1; Isa 46:5-7.)
4. Como se ve en su trato con los poderosos de la tierra (Isa 40:21-24).
a. Es inexcusable la obstinada ignorancia que el hombre hace de Dios. (Véanse Rom 1:18-23; 2Pe 3:5.)
b. Dios tiene su trono sobre la bóveda que cubre la tierra y ve a sus moradores como si fueran saltamontes. (Cp. Núm 13:33.)
c. Extiende los cielos como un toldo.
d. Convierte en nada a los hombres poderosos (1Co 1:26-29).
e. Apenas están plantados en la tierra cuando empiezan a secarse. (Véase Sal 103:15-16.)
5. Como se ve en su relación con las estrellas (Isa 40:25-26).
a. Él creó originalmente a todas las estrellas.
b. Conoce su número.
c. A todas les puso nombre. (Véase Sal 147:4.)
6. Como se ve en su trato con los elegidos (Isa 40:27-31).
a. Se concluye a la luz de todo esto que los hijos de Dios no deben cuestionar la manera en que los trata. (Véase también Isa 54:7-8.)
b. El eterno Dios tiene una fortaleza inagotable y una inteligencia infinita.
c. Él, por tanto, es el que renueva las fuerzas del desfallecido que espera en Él.
d. Esto les permite caminar, correr y volar como águilas.
V. Isa 41:8-10 :
«Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo. Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché. No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.» «Israel … siervo mío.» Scofield destaca lo siguiente:
Tres siervos del Señor son mencionados en Isaías:
(1) David (Isa 37:35);
(2) Israel como nación (Isa 41:8-16; Isa 43:1-10; Isa 44:1-8; Isa 21:1-17; Isa 45:4; Isa 48:20); y
(3) el Mesías (Isa 42:1-12; Isa 49:5-7; Isa 50:4-6; Isa 52:13-15; Isa 53:1-12).
VI. Isa 42:8-12 :
«He aquí se cumplieron las cosas primeras»: es una posible referencia a la caída de Babilonia (Isa 13:17-22; Isa 21:1-10) y a la destrucción de Asiria (Isa 10:5-34; Isa 14:24-27; Isa 30:27-33; Isa 31:8). «Y yo anuncio cosas nuevas»: los sufrimientos, la muerte, la resurrección y la ascensión del Siervo de Jehová, Cristo Jesús (Isa 52:13-15; Isa 53:1-12). «Canten los moradores de Sela (la roca)»: una posible referencia al remanente que se ocultará en Petra durante la tribulación. (Véanse Zac 14:5; Dan 11:41.)
VII. Isa 43:2; Isa 43:5-6; Isa 43:11; Isa 43:25 :
«Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré. Diré al norte: Da acá; y al sur: No detengas; trae de lejos mis hijos, y mis hijas de los confines de la tierra. Yo, Yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve. Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mi mismo, y no me acordaré de tus pecados.»
«Cuando pases por las aguas» (Éxo 14:19-31).
«Cuando pases por el fuego» (Sal 66:12; Dan 3:25-27). «del oriente … occidente … norte … sur.» (Véase Mat 24:31.)
«Fuera de mí no hay quien salve» (Hch 4:12).
«Yo soy el que borro tus rebeliones» (Isa 44:22; Hch 3:19).
«Y no me acordaré de tus pecados» (Sal 103:10-12; Isa 38:17; Isa 44:22; Miq 7:19; Heb 8:12).
VIII. Isa 44:3 : «Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos.» (Véanse Joe 2:28-32; Hch 2:16-17.)
IX. Isa 45:5-12; Isa 45:18-23 :
«Yo te ceñiré» (Isa 45:5). Este pasaje describe la obra que Ciro llevaría a cabo, quien permitió que los judíos salieran de Babilonia y regresaran a Jerusalén. Dios les recuerda a todos que él permitió a Ciro capturar Babilonia.
«Creo la adversidad» (Isa 45:7). Dios, por supuesto, no es el creador del mal ni del pecado. (Véanse Hab 1:13; 2Ti 2:13; Tit 1:2; Stg 1:13; 1Jn 1:5.) Uno de los significados de la palabra hebrea ra tiene la idea de adversidad o calamidad, que es sin duda el significado que se pretende dar aquí.
«¡Hay del que pleitea con su Hacedor!» (Isa 45:9). (Véanse Isa 10:15; Isa 29:16; Rom 9:19-21). El Israel pecador es pintado aquí como cuestionando la manera en que Dios actúa con ellos; le acusan de que todo es deficiente e incierto (nótese la expresión: «No tiene manos»). Esto, por supuesto, es pura demencia, porque Dios más tarde les señalará que esas manos son las que crearon la tierra y al hombre (véase Isa 45:12).
«No hablé en secreto» (Isa 45:19). Dios nunca habla con conceptos y términos esotéricos de manera que sólo unos pocos selectos puedan entenderle. (Véase Jua 18:19-20.) «Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra» (Isa 45:22). Según su propio testimonio, este fue el versículo que llevó a C.H. Spurgeon a Cristo.
«Que a mí se doblará toda rodilla.» (Véanse Rom 14:11; Flp 2:10.)
X. Isa 46:9-10 :
«Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero.»
«Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos» (Isa 46:9). Quizá Dios tenía en mente cosas tales como la Pascua de salvación, la liberación del mar Rojo, la sanidad de las aguas en Mara, el maná celestial, etc.
«Que anuncio lo por venir desde el principio» (Isa 46:10). La profecía bíblica es historia escrita con anticipación.
XI. Isa 49:13-16 :
«Cantad alabanzas, oh cielos, y alégrate, tierra; y prorrumpid en alabanzas, oh montes; porque Jehová ha consolado a su pueblo, y de sus pobres tendrá misericordia. Pero Sion dijo: Me dejó Jehová, y el Señor se olvidó de mí. ¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti. He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros.»
XII. Isa 55:1-3 :
Bien podríamos intitular a este capítulo: «La increíble salvación».
A. El Anfitrión (Isa 55:1): ¡Es Dios mismo! El Padre es retratado aquí como estando detrás de un puesto en un mercado oriental, llamando la atención de aquellos que van pasando.
B. Los invitados (Isa 55:1): ¿Quiénes son los invitados? Los sedientos y los que no tienen dinero.
C. El menú (Isa 55:1-2): Estos elementos constituyen la alimentación básica del alma humana.
1. Agua y vino: es una referencia al Espíritu de Dios. (Véanse Jua 7:37-39; Efe 5:18; 1Ts 1:6.)
2. Leche: una referencia a la Palabra de Dios. (Véase 1Pe 2:2.)
3. Pan: se refiere al Hijo de Dios. (Véase Jua 6:35.)
D. Los términos de la invitación (Isa 55:6-7):
1. Buscad a Jehová.
2. Llamadle.
3. Deje el impío su camino.
4. Volveos a Jehová.
E. El tiempo limitado de la invitación (Isa 55:6-7):
1. Mientras puede ser hallado.
2. En tanto que está cercano.
F. La necesidad de la invitación (Isa 55:8-9):
«Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.»
G. Un ejemplo de la invitación (Isa 55:9-10).
¡La lluvia! «Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come.»
H. La promesa de la invitación:
1. Para Israel:
a. Las bendiciones del pacto davídico (Isa 55:4).
b. La aceptación de todas las naciones (Isa 55:5).
c. La plenitud del gozo y la paz (Isa 55:12).
2. Para la naturaleza: La eliminación de la maldición (Isa 55:12-13).
3. Para todos:
a. La completa satisfacción del alma (Isa 55:2).
b. Abundante misericordia y perdón (Isa 55:7).
XIII. Isa 57:15; Isa 57:19-21 :
«Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. Produciré fruto de labios: Paz, paz al que está lejos y al cercano, dijo Jehová, y lo sanaré. Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo. No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos.»
«Quebrantado y humilde de espíritu» (v. Isa 57:15). (Véanse Sal 34:18; Sal 51:17; Isa 66:2; 2Co 7:10; 1Pe 5:6.)
«Paz al que está lejos y al cercano» (Isa 57:19). (Véanse Heb 13:15; Hch 2:39; Efe 2:17.) «No hay paz … para los impíos» (Isa 57:21). (Véase Isa 48:22.)
XIV. Isa 61:10 :
«En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas.»
«Vestiduras de salvación» (Véanse Isa 64:6; Gén 3:21; Mat 22:2-13; Apo 19:8; Jer 33:11; Apo 21:2.)
XV. Isa 63:7-9 :
«De las misericordias de Jehová haré memoria, de las alabanzas de Jehová, conforme a todo lo que Jehová nos ha dado, y de la grandeza de sus beneficios hacia la casa de Israel, que les ha hecho según sus misericordias, y según la multitud de sus piedades. Porque dijo: Ciertamente mi pueblo son, hijos que no mienten; y fue su Salvador. En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en su amor y en su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad.»
«El fue angustiado.» (Véase Jue 10:16.)
«El ángel de su faz.» (Véanse Gén 16:9; Gén 22:11; Gén 48:16; Éxo 3:2; Éxo 14:19; Núm 22:22; Jue 2:4; Jue 6:11; Jue 13:3; 2Re 19:35; Zac 1:12; Zac 12:8.)
El Mesías
I. Su encarnación.
A. Isa 7:14-15 :
«Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel. Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno.»
Debemos notar que se mencionan tres niños en relación con la visita de Isaías al impío rey Acaz y su rechazo de pedir a Dios una señal. Dos de los niños no habían nacido todavía. Eran:
1. Emanuel, que significa «Dios con nosotros». Hay seis implicaciones principales en relación con Isa 7:14 :
a. Esta señal iba a ser dada por Dios. (Notemos la frase «el Señor mismo».)
b. Sería dada a toda la casa de David y no solamente a Acaz (la expresión «os será» tiene sentido plural).
c. Involucraba una señal milagrosa (Dios había invitado a Acaz a que le pidiera el milagro que él quisiera, «demandándola ya sea de abajo en lo profundo, o de arriba en lo alto» (Isa 7:11).
d. Tenía que ver con un nacimiento virginal. La palabra hebrea almah era un término común para designar a una mujer no casada, a una doncella virgen. (Véanse Gén 24:43; Éxo 2:8; Sal 68:25; Cnt 1:3; Pro 30:19.) Si la promesa no hubiera implicado un nacimiento virginal, difícilmente se le habría considerado una gran señal milagrosa. (Véase Mat 1:22-23 para el cumplimiento de esta profecía, donde se emplea la palabra griega parthenos, un término que describe absoluta virginidad.
e. Esta gran señal milagrosa resultaría en la encarnación de Dios mismo en carne humana, porque el nombre del niño sería el de Emanuel que significa «Dios con nosotros».
f. Esta divina criatura sería a la vez completamente humano, comiendo lo que cualquier otro niño comería, y creciendo en madurez como cualquier otro niño. (Comparar Isa 7:16 con Luc 2:52.)
2. Sear-jasub, «un remanente volverá» (Isa 7:3). Este pequeño niño era el hijo de Isaías que le acompañó al palacio de Acaz. Isaías le dijo al incrédulo rey que antes de que este niño alcanzara la edad de distinguir lo bueno de lo malo, los dos enemigos de Acaz, Peka y Rezín, serían destruidos. Esto fue cumplido literalmente por el rey asirio Tiglat-pileser, quien mató a Rezín, rey de Siria, en el 732 a.C. (2Re 16:9), y por Oseas, que asesinó a Peka poco después (2Re 15:30).
3. Maher-salal-hasbaz, que significa «el despojo se apresura, la presa se precipita» (Isa 8:1-4). Este niño, hijo también de Isaías, fue llamado así para indicar la cautividad del reino del norte a manos de Asiria.
B. Isa 9:6 :
«Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.»
1. Vemos aquí tanto su humanidad como su deidad.
a. La frase «un niño nos es nacido» nos habla de su humanidad (Luc 2:7; Heb 2:14; 1Jn 4:9).
b. La expresión «hijo nos es dado» se refiere a su deidad (Jua 3:16).
2. Cinco grandes nombres se le atribuyen a este niño, hijo de María y de Dios.
a. «Admirable»: gramaticalmente es un nombre en la lengua hebrea y, por tanto, un verdadero nombre. (Véase Jue 13:18 donde se traduce unas veces por «secreto» y otras por «admirable».)
b. «Consejero»: este hijo no necesitaría nunca una junta de consejeros porque «¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?» (Rom 11:34). (Véase también Jua 2:24-25.)
c. «Dios Fuerte»: aquí es El-Gibbohr, «El poderoso héroe de Dios».
d. «Padre Eterno»: literalmente «Padre de la eternidad». (Véanse Jua 1:3; Col 1:16; Heb 1:2.)
e. «Príncipe de Paz»: aquí es Sar-Shalohim, como se describe en Isa 57:15-19.
3. Desde el mismo principio de la historia esta humanidad caída ha buscado a alguien (o algo) que fuera capaz de curar las heridas del corazón humano y llevarlo a la realización del perenne sueño universal de justicia. Muchos han solicitado ese puesto y muchos métodos se han aplicado, pero todo ha llevado a la desilusión y a la desesperanza. Pero aquí el profeta presenta a un candidato especial. ¿Cuáles son sus calificaciones? ¿Puede él satisfacer las cinco condiciones esenciales?
a. ¿Cuál es su personalidad y carácter? La respuesta es: Admirable.
b. ¿Qué formación posee? La respuesta: Conoce todas las cosas y es, por tanto, el supremo Consejero.
c. ¿De qué nacionalidad es? La respuesta: Él es el Dios Fuerte, y el unigénito Hijo del Dios vivo.
d. ¿Cuál es su experiencia laboral anterior? Respuesta: planeó y llevó a cabo la creación del universo, es, por tanto, Padre Eterno.
e. ¿Qué talento especial tiene? Respuesta: Como Dios-hombre es capaz de reconciliar al hombre con Dios, así que es el Príncipe de Paz.
A la luz de todo esto, Isaías (junto con Pedro, Pablo, Juan y otros muchos) exhortan fervientemente a todos los pecadores que busquen los servicios de este candidato celestial. (Véase Isa 1:18.)
II. Su soledad y juventud en Nazaret.
A. Isa 11:1-2 :
«Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.»
1. Este pasaje describe lo que queda de lo que una vez fue un gran árbol y ha sido cortado: el tocón. Aquel gran árbol, el reino de David y Salomón, sería cortado a ras del suelo por las hachas de Asiria y Babilonia.
2. Pero este tocón se presenta en evidente contraste con el vasto número de tocones muertos que cubren la tierra después de que Dios ha cortado el gran bosque asirio descrito por Isaías en el capítulo Isa 10:1-34 (y que hará a su tiempo con todas las naciones paganas). Hay una diferencia importante, y es que aquel tocón no está muerto y un vástago saldrá que llevará fruto. (Véase Apo 5:5.)
3. La palabra hebrea para vástago es netser, y era probablemente a lo que Mateo se refería cuando declaró que Cristo «vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno» (Mat 2:23).
4. El Santo Espíritu de Dios reposaría sobre el niño de Belén y ciudadano de Nazaret, y le daría:
a. Espíritu de sabiduría: la habilidad para discernir la naturaleza de las cosas.
b. Espíritu de inteligencia: la capacidad para discernir las diferencias.
c. Espíritu de consejo: la habilidad para adoptar conclusiones correctas.
d. Espíritu de poder: la capacidad para llevar a cabo lo decidido.
e. Espíritu de conocimiento: la capacidad de conocer personalmente la esencia del Padre Dios. Esta característica puede ser considerada como la raíz de su ministerio, y estos son los cuatro primeros frutos.
f. Espíritu de temor de Dios: debido a su conocimiento, tiene la habilidad de refrenarse de hacer no lo que no agrada al Padre. (Véase Jua 8:29.)
De modo que estos siete (contando al Espíritu Santo y sus dones) forman el candelero de siete lámparas, con su pie principal y sus tres brazos a cada lado (Éxo 25:31-32; Apo 1:4; Apo 4:5; Apo 5:6).
B. Isa 53:2 :
«Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.» (Solamente citamos este versículo aquí. Le consideraremos cuando tratemos el aspecto de su sufrimiento en relación con Isa 53:1-12.)
C. Isa 7:15 :
«Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno.» Se refiere a la condición humilde de la familia del Salvador. Mantequilla y miel era el alimento común de los qué caminaban en el desierto. No eran, por supuesto, los únicos alimentos, pero formaban la dieta básica.
III. Su relación con el Padre.
A. Amado por el Padre.
«He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones» (Isa 42:1). Fue citado en Mat 12:18 y demostrado en Mat 3:17 y Mat 17:5.
B. Obediente al Padre.
«Jehová el Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios. Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no fui rebelde, ni me volví atrás» (Isa 50:4-5). (Véanse Jua 7:16; Jua 8:28; Jua 8:38; Jua 12:49; Jua 14:10; Jua 14:24; Flp 2:8; Heb 10:5.)
IV. Su ministerio específico a los gentiles.
«Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia, tal como la aflicción que le vino en el tiempo que livianamente tocaron la primera vez la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pues al fin llenará de gloria el camino del mar, de aquel lado del Jordán, en Galilea de los gentiles. El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos» (Isa 9:1-2).
Isaías señala aquí que justamente aquella región donde los ejércitos asirios habían causado muerte y oscuridad sería la primera en regocijarse en la luz de la predicación de Cristo. Mateo se refiere al cumplimiento de esta profecía en Mat 4:12-16.
V. Su ministerio lleno de gracia para con todos.
«No gritará, ni alzará su voz, ni la hará oír en las calles. No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por medio de la verdad traerá justicia» (Isa 42:2-3). Aquí se nos dicen tres cosas que el Siervo justo de Jehová no hará durante el curso de su ministerio:
A. No gritaría en las calles. Al contrario de otros luchadores mundanos y ruidosos, este manso conquistador no alzaría su voz en las calles. Nuestro Señor no se parecería en nada a rebeldes vociferantes y enloquecidos.
B. No quebraría la caña cascada. Esto fue demostrado cuando libre y generosamente perdonó y restauró a aquella mujer inmoral que el pecado había retorcido y desgarrado (Jua 8:1-11).
C. Ni apagará el pábilo que humeare. Esto lo demostró liberando al endemoniado gadareno de aquella legión de demonios que le encadenaban, llevándole a la luz de la sanidad y la esperanza (Mar 5:1-20). Se registra el cumplimiento de esta profecía en Mat 12:14-21 y se amplía en Mat 11:28-30.
VI. Sus milagros.
«Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad» (Isa 35:5-6). Aunque este pasaje tendrá su final cumplimiento en el milenio, se refiere en parte, sin embargo, al ministerio terrenal de Jesucristo.
A. Los ojos de los ciegos serán abiertos. (Véanse Mat 9:29; Mat 12:22; Mat 20:34; Mar 8:25; Jua 9:7.)
B. Los oídos de los sordos se abrirán. (Véanse Mat 11:5; Mar 7:34.)
C. Las piernas de los cojos serán restauradas y afirmadas. (Véanse Mat 9:2; Mar 12:13; Jua 5:8.)
VII. Su mensaje.
«El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados» (Isa 61:1-2).
Scofield aporta una nota de bastante ayuda sobre este versículo:
«Observemos que el Señor Jesús suspende la lectura de este pasaje en la sinagoga de Nazaret (Luc 4:16-21) con las palabras “el año agradable del Señor”. La primera venida abrió el día de la gracia, “el año agradable del Señor”, pero eso no cumple con el día de juicio que se llevará a cabo cuando vuelva el Mesías.» (Véase 2Ts 1:7-10 y comparar con Isa 34:8; Isa 35:4.)
VIII. Sus sufrimientos y muerte.
Isaías, 700 años antes de que ocurriera, nos da detalles sorprendentes y exactos de la crucifixión de Cristo en tres pasajes clave.
A. Isa 50:6 :
«Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos.» Esto, claro está, se cumplió literalmente:
1. Los heridores: Véanse Mat 27:26; Mat 27:30; Jua 18:22.
2. Los que escupían: Véanse Mat 26:67; Mat 27:30; Mar 14:65; Mar 15:19.
B. Isa 52:14 :
«Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres.»
Scofield dice:
«La traducción literal nos presenta un cuadro sorprendente: tenía un aspecto tan desfigurado de toda forma humana que su apariencia no era la de un hijo de hombre, es decir, no parecía humano. Este fue el resultado de la brutalidad descrita en Mat 26:67-68; Mat 27:27-30«.
Si tomamos este pasaje en su valor real significa que Cristo sufrió más en la cruz que ningún otro ser humano haya sufrido jamás en cualquier lugar u ocasión.
C. Isa 53:1-10 a.
1. Acerca de los versículos Isa 53:1-3.
a. Estas declaraciones introductorias bien pueden ser las voces del remanente de creyentes israelitas de todos los tiempos que dialogan acerca de su muerte. El primer versículo dice literalmente: «¿Quién cree lo que hemos oído?»
Leupold escribe:
«Por así decirlo, podemos ver aquí a dos discípulos hablando en la esquina de una calle en Jerusalén, repasando las cosas que habían sucedido en el Viernes Santo, a la luz de la mejor perspectiva que ahora tenían después de Pentecostés. Se sentían especialmente maravillados por su tremenda equivocación, de la que eran culpables, en relación con la extraordinaria figura que apareció en medio de ellos como el Siervo sufriente … estaban todavía asombrados al recordar su ceguedad.» (Exposition on Isaiah, p. 225.) Un ejemplo de esto podemos verlo en el testimonio de los dos discípulos de que iban a Emaús cuando comentaban acerca de su incredulidad (Luc 24:13-32).
b. La pregunta «¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?» debería compararse con el Sal 8:3. En este pasaje David dice que Dios sólo usó sus dedos para creamos, pero Isaías declara que el Señor empleó sus brazos para redimirnos.
c. Los versículos Isa 53:2-3 nos comparten la historia de Cristo desde la cuna hasta la cruz.
(1) Fue menospreciado debido a su humilde origen (Isa 53:2). Véase también Jua 1:46.
(2) Fue rechazado a causa de su mensaje (Isa 53:3). Véase también Luc 4:16-30.
(3) Fue un varón de dolores y experimentado en quebranto debido a su misión terrenal, (Isa 53:3). Véase también Luc 19:10.
d. Su comienzo humilde le hacía parecer insignificante. ¿Quién realmente se fijó en él cuando era un jovencito en Nazaret? Podía ser comparado a lo común de la tierra que casi nadie le presta atención.
e. ¿Y qué acerca de la apariencia personal de Cristo? No tenemos ninguna descripción bíblica de nuestro Señor, porque no había necesidad de ello. Vino como el Siervo sufriente de Jehová y la única calificación de un siervo es ser capaz de cumplir con la tarea. Esto explica por qué el Evangelio de Marcos (que presenta a Cristo como el buen siervo de Dios) no tiene ninguna genealogía. Podemos concluir diciendo que nuestro Señor era humilde, saludable, diligente, pero no atractivo. Probablemente no exhibía gran carisma ni desplegaba un estilo de vida deslumbrante y sorprendente. Los directores de los grandes programas de televisión no le habrían considerado candidato para una entrevista.
2. Sobre los versículos Isa 53:4-6.
a. La Biblia de Scofield destaca lo siguiente acerca del versículo Isa 53:4 : «Debido a que Mateo cita este pasaje y lo aplica a las enfermedades físicas (Mat 8:17), algunos han conjeturado que en la muerte expiatoria de Cristo estaban incluidos tanto el pecado como la enfermedad. Pero Mateo afirma que Cristo cumplió la primera parte de Isa 53:4 durante su ministerio sanador en su tiempo de servicio en la tierra. Mat 8:17 no hace referencia alguna a la muerte expiatoria de Cristo» (p. 759).
b. La última parte del versículo Isa 53:4 nos informa que el pueblo de Israel en general miró a la cruz como la sentencia justa impuesta por Dios a un blasfemo llamado Jesucristo (Mat 27:38-44). Es decir, que Israel aquí miraba a Jesús como la esposa y los amigos de Job le miraban a él: como un hombre que sufría por sus propios pecados. (Véase Job 2:9; Job 4:7; Job 8:3.)
c. El versículo Isa 53:5 nos dice que él fue herido (traducido por atormentado en el Lange’s Commentary; la versión de la Biblia Dios Habla Hoy, dice «traspasado» y «atormentado») y molido por nuestras iniquidades. Estas dos palabras «herido» y «molido» son los términos más fuertes que se pueden emplear para describir una muerte violenta y agonizante.
d. El versículo Isa 53:6 empieza y termina con la palabra todos. «Todos nosotros nos descarriamos … Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.» Cristo tomó sobre sí nuestro infierno para que nosotros pudiéramos participar de su cielo. El bendito Hijo de Dios se hizo el Hijo del Hombre para que los hijos de los hombres pudieran llegar a ser hijos de Dios.
3. Acerca de los versículos Isa 53:7-9.
a. Algunos pueden preguntar cómo podemos saber nosotros que Isaías se está refiriendo realmente a Cristo en el capítulo Isa 53:1-12, en razón de que no se menciona para nada el nombre del Salvador. Su identidad es claramente establecida en dos pasajes del Nuevo Testamento que lo relacionan directamente con Isa 53:1-12.
(1) El testimonio de Juan el apóstol en Jua 12:37-38, en el que se cita a Isa 53:1.
(2) El testimonio de Felipe en Hch 8:32-33, en el que se cita a Isa 53:7-8.
b. Se nos dice que aunque Él fue herido y molido, con todo no abrió su boca. Ni una sola vez durante las siete injustas comparecencias ante Anás, Caifás, el Sanedrín, Pilato, Herodes, otra vez Pilato, y los soldados romanos, intentó el Señor justificarse en nada, ni defenderse acusándoles de juicio injusto (véase Isa 53:7). Juan el Bautista estaba sin duda alguna pensando en la frase «como cordero fue llevado al matadero» cuando presentó al Señor por primera vez como «el Cordero de Dios» (Jua 1:29).
c. El versículo Isa 53:8 puede ser traducido: «Mediante la fuerza y una sentencia injusta fue eliminado, y sobre su suerte ¿quién pensó en ello?»
d. El versículo Isa 53:9 nos dice que los líderes religiosos planeaban arrojar su cadáver al campo del alfarero junto con los dos malhechores. Dios intervino y fue sepultado en un sepulcro propiedad de un hombre rico (Mat 27:57). Scofield nos dice lo siguiente en relación con el versículo Isa 53:9 :
«La palabra hebrea de la que se traduce “muerte” es un plural intensivo. Se ha sugerido que habla de la violencia de la muerte de Cristo, aquel dolor tan intenso que lo hace semejante a una repetición de la muerte» (p. 759).
4. Sobre el versículo Isa 53:10 a.
¿Quién realmente mató a Cristo? Muchos sin duda tuvieron parte en su muerte, entre ellos Judas, Caifás, Anás, los inicuos líderes religiosos judíos, Pilato, Herodes, los soldados romanos, el diablo, y los pecados de todos los pecadores. ¿Pero quién realmente fue el que lo pensó? ¡Aquí se nos dice que fue Dios mismo! Véanse Hch 2:23; 1Pe 1:18-20; Apo 13:8.
IX. Su resurrección, ascensión y exaltación.
A. Isa 52:13 :
«He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto.» El término hebreo del que se traduce «prosperado», significa también tener éxito, y se emplea en lugares como Jos 1:7-8 y Jer 23:5, ¡y qué gran historia de éxito tenemos aquí!
Notemos los tres logros del Siervo de Dios que se predicen aquí:
1. Será exaltado (literalmente, ser elevado). Esta es una referencia a su resurrección. (Véase Mat 28:1-10.)
2. Será engrandecido (que significa ser puesto en alto), y es una referencia a su ascensión. (Véase Hch 1:9-10.)
3. Puesto muy en alto (o muy exaltado). Esta es una referencia a su exaltación. (Véase Flp 2:5-11.) Todo esto es aún más significativo a causa de lo que sigue en Isa 53:1-12, porque aquí tenemos al Siervo del Señor resucitado, ascendido y exaltado incluso antes de que fuera crucificado. ¿Quién sino sólo Dios podría tener tan gloriosa confianza?
B. Isa 53:10 b – Isa 53:11-12; Isa 52:15 :
«Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores» (Isa 53:10 b – Isa 53:11-12).
«Así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído» (Isa 52:15). Estos últimos versículos nos ofrecen un gran resumen de los sufrimientos y de la satisfacción final del Siervo de Jehová. Pedro sin duda alguna tenía esto en mente cuando escribió:
«Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos» (1Pe 1:10-11).
1. Los sufrimientos del Siervo de Dios.
a. Derramó su vida hasta la muerte como una ofrenda a Dios por el pecado. (Véase Jua 10:11; Jua 10:15; Jua 10:18.)
b. Fue contado con los criminales comunes.
c. A pesar de todo, llevó el pecado de muchos y oró por los que le atormentaban. (Véanse Heb 2:9; Luc 23:34.)
2. La satisfacción del Siervo de Dios.
a. Verá los hijos espirituales por los cuales murió para salvarlos. (Cp. Heb 12:12 con Jud 1:24.)
b. Cumpliría con la voluntad y el deseo de su Padre.
c. Recibirá del Padre los despojos de la victoria (Véase Apo 11:15.)
d. Será la fuente suprema de bendiciones para muchas naciones. (Véase Apo 21:22-26.)
e. Gozará de esta satisfacción por toda la eternidad. (Véanse Apo 1:8; 1Pe 1:1-2; Heb 10:22.)
X. Su reinado milenario.
A. Isa 9:7 :
«Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.»
B. Isa 42:4-7.
C. Isa 59:16-21 :
1. Estos versículos describen la búsqueda de un hombre por parte de Dios, y su elección de Cristo manifiesta que Él es el único aceptable Redentor. Isaías pinta aquí un cuadro que sería más tarde descrito por el apóstol Juan en Apo 5:1-14.
2. Pablo nos informa que las piezas de la armadura que llevaba este Guerrero- Redentor están ahora a disposición de los soldados cristianos (Efe 6:13-17).
D. Isa 11:3-5 :
«Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.»
E. Isa 49:1-12.
F. Isa 32:1 :
«He aquí que para justicia reinará un rey, y príncipes presidirán en juicio.»
G. Isa 33:22 :
«Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro rey; el mismo nos salvará.»
Los pecados de Israel
I. Su necedad.
A. No tienen ni siquiera el sentido común de los animales (Isa 1:3).
B. Dios tenía que repetirles cada cosa una y otra vez (renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá) y todavía no podían entender (Isa 28:9-13).
II. Su hipocresía.
A. Dios estaba hastiado de sus sacrificios que eran ofrecidos sin ningún pesar por sus pecados (Isa 1:11-14)
B. Debido a ello él rehusaría ver sus manos extendidas y escuchar sus piadosas palabras cuando oraran (Isa 1:15).
C. Los servicios de adoración de Israel no eran otra cosa que meras palabras aprendidas de memoria (Isa 29:13).
III. Sus mujeres (Isa 3:16-26).
A. Antes de que Dios las juzgara (Isa 3:16-23):
1. Caminaban con la cabeza levantada llenas de orgullo.
2. Sus ojos miraban con insolencia.
3. Llevaban adornos en los pies y tobillos.
4. Iban cargadas de anillos, brazaletes y collares.
5. Llevaban velos y cofias.
6. Adornos en las orejas y en la nariz
7. Llevaban vestidos elegantes, mantos, chales y bolsos.
8. Usaban espejos, peinados ostentosos, gasas y tocados.
9. Llevaban cinturones y usaban perfumes y amuletos. Qué lejos estaba todo esto de la descripción de Pedro de lo que es la verdadera belleza y ornato (1Pe 3:1-4).
B. Después de que Dios las juzgara (Isa 3:24-26):
1. En vez de perfume habría pestilencia.
2. En vez de cinturón llevarían una soga.
3. En vez de peinados elegantes lucirían la cabeza calva.
4. En vez de belleza tendrían vergüenza y desgracia.
IV. Su infructuosidad (Isa 5:1-7).
La parábola de la viña del Señor. Esta parábola emplea una de las dos figuras tomadas del mundo vegetal para representar a la nación de Israel. La otra figura es la higuera. (Véase Mat 21:33-46.)
A. Lo que Dios hizo por su viña (Isa 5:1-2).
1. La plantó en la ladera fértil de un monte con vides escogidas.
2. La trabajó con el arado y la despedregó.
3. En medio de la viña levantó una torre y edificó un lagar.
4. Esperó pacientemente por la cosecha.
B. Lo que el Señor recibió de su viña: solamente uvas agrias (Isa 5:2).
C. Lo que Dios iba a hacer con su viña (Isa 5:3-7).
1. Quitaría la cerca y permitiría que creciera el pasto para que entrara a comer el ganado.
2. No la podaría ni la limpiaría de hierbas, dejaría que crecieran los espinos y la maleza.
3. Mandaría a las nubes que no derramaran lluvia sobre ella nunca más.
V. Seis cargos contra Judá (Isa 5:8-22).
A. Negaban a otros sus derechos de propiedad.
B. Se habían convertido en una nación de borrachos. (Véase también Isa 28:1-8.)
C. Se burlaban de Dios y le desafiaban a que les castigara.
D. A lo bueno llamaban malo y a lo malo bueno. Lo blanco era negro para ellos y lo negro era blanco; lo dulce decían que era amargo y lo amargo dulce. Aquí tenemos un ejemplo clásico de la «nueva moralidad» de hoy, practicada por Israel unos siete siglos a.C.
E. Se consideraban sabios y sagaces en su propia opinión.
F. Aceptaban sobornos que resultaban en que el culpable saliera libre y el inocente fuera encarcelado.
VI. Sus líderes falsos.
A. Isa 9:15-16 :
«El anciano y venerable de rostro es la cabeza; el profeta que enseña mentira, es la cola. Porque los gobernadores de este pueblo son engañadores, y sus gobernados se pierden.»
B. Isa 28:14-15 :
«Por tanto, varones burladores que gobernáis a este pueblo que está en Jerusalén, oíd la palabra de Jehová. Por cuanto habéis dicho: Pacto tenemos hecho con la muerte, e hicimos convenio con el Seol; cuando pase el turbión del azote, no llegará a nosotros, porque hemos puesto nuestro refugio en la mentira, y en la falsedad nos esconderemos.»
VII. Su dependencia de Egipto (Isa 30:1-7; Isa 31:1-3). Isa 31:1; Isa 31:3 :
«¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos; y su esperanza ponen en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son valientes; y no miran al Santo de Israel, ni buscan a Jehová! Y los egipcios hombres son, y no Dios; y sus caballos carne, y no espíritu; de manera que al extender Jehová su mano, caerá el ayudador y caerá el ayudado, y todos ellos desfallecerán a una.»
VIII. Su trágica condición general.
A. Isa 1:5-6 :
«¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.»
B. Isa 59:1-8.
C. Isa 64:6 :
«Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapos de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.»
D. Isa 65:2-3 :
«Extendí mis manos todo el día a pueblo rebelde, el cual anda por camino no bueno, en pos de sus pensamientos; pueblo que en mi rostro me provoca de continuo a ira, sacrificando en huertos, y quemando incienso sobre ladrillos.»
Las naciones gentiles
I. Babilonia (Isa 13:1-22 – Isa 14:1-32; Isa 21:1-17).
La New Scofield Bible señala lo siguiente:
«Esta profecía concerniente a Babilonia anuncia la caída de la nación y de la ciudad en manos de los medos (Isa 13:17-22), pero también aplica la palabra babilonia a la totalidad del poderío mundial gentil, empezando con Nabucodonosor (Dan 2:31-32; Dan 2:37-38) y culminando con el cuarto poder mundial (Dan 2:34-35; Dan 2:40-45) al tiempo del retorno de Cristo a la tierra como la Piedra Desmenuzadora. Este será el tiempo de los gentiles. Véase Luc 21:24.»
A. Babilonia sería destruida por los medos (Isa 13:17-22).
B. Sus ejércitos serían acosados hasta su propia tierra a semejanza de como un lobo perseguiría a una gacela atemorizada (Isa 13:14).
C. Los soldados serian apuñalados, sus propios hijos asesinados y sus mujeres violadas (Isa 13:15-16).
D. El profeta Isaías quedó horrorizado y se enfermó ante la descripción que Dios hacía de los castigos de Babilonia (Isa 21:3-5). Este último pasaje se cumplió completamente cuando Darío tomó Babilonia. (Véase Dan 5:1-31.) Al leerlo da la impresión de que es el relato de un testigo ocular de la destrucción tal como la registra Daniel. Sin embargo, Isaías escribió acerca de ello unos 200 años antes de que realmente aconteciera. (Véase también Jer 51:8-9.) Isaías también describe vívidamente al centinela que informa al rey de la caída de la ciudad. (Véase Isa 21:6-10. Véase también Jer 51:31-33.)
E. Babilonia se convertiría en una tierra desolada, llena de erizos y de pantanos (Isa 14:23); los animales salvajes la convertirían en su morada, y los demonios acudirían allí a bailar (Isa 13:21).
F. Babilonia nunca sería reconstruida en aquel lugar. Debemos señalar aquí que algunos creen que el cumplimiento último de estos versículos debe esperar hasta el período de la tribulación, cuando la antigua Babilonia será reedificada a orillas del Éufrates. (Véase Apo 18:1-24.). Se aboga por esta interpretación porque algunas de las profecías concernientes a la destrucción de Babilonia no fueron cumplidas cuando la ciudad cayó en manos de los medos. (Véase también Jer 25:17-26; Jer 51:26.)
G. Dios está usando a los gobernantes de dos naciones gentiles para describir la persona y la obra de Satanás. Una es Tiro (Eze 28:1-19) y la otra es Babilonia (Isa 14:12-16).
Para otros ejemplos de la manera en que Satanás se presenta por medio de otros, véanse:
1. Gén 3:15, donde Satanás se presenta por medio de la serpiente.
2. Mat 16:22-23, donde Satanás se presenta por medio de Simón Pedro.
II. Asiria (Isa 14:24-27).
A. Dios había determinado aplastar al ejército asirio en los montes de Israel (Isa 14:25).
B. Esto iba a hacerse para quitar de la gente el terrible yugo asirio.
III. Filistea (Isa 14:28-32).
A. Se le advierte a Filistea que no se regocije por la muerte del rey Acaz de Judá, quien en vida les había herido y castigado (Isa 14:29).
B. Su hijo (Ezequías) sería todavía más exigente con ellos (Isa 14:29).
C. Filistea finalmente sufriría una destrucción total bajo el cruel ataque de Sargón, el rey asirio.
IV. Moab (caps. Isa 15:1-9 – Isa 22:16).
A. Moab era la nación que procedía de Lot por medio de la relación incestuosa con su hija mayor. Este hijo ilegítimo fue el padre de los moabitas. El pueblo de Moab se convirtió en un enemigo implacable de la nación de Israel. Su rey Balac contrató los servicios de Balaam para que los maldijera. Pero Rut también procedía de esta tierra (Núm 22:2-4; Rut 1:4).
B. Moab iba a ser castigada por Dios. Sus ciudades principales serían destruidas en una noche (Isa 15:1).
C. Todo el país se llenaría de llanto de un extremo a otro (Isa 15:8).
D. Los leones devorarían a los sobrevivientes (Isa 15:9).
E. Dios invitó a los refugiados de Moab a que se beneficiaran de su misericordia. Se les mandó que pagaran tributo a Israel en conformidad con acuerdos anteriores (2Re 3:4-9; Isa 16:1).
F. Sin embargo, el orgullo les impidió hacerlo (Isa 16:6).
G. Isaías llora a causa del juicio de Dios sobre Moab por su terco orgullo (Isa 6:11).
H. Se estableció oficialmente que el juicio sobrevendría en el plazo de tres años. En esa fecha Asiria invadió Moab (Isa 16:14).
V. Damasco (cap. Isa 17:1-14).
A. Damasco era la capital de Siria y es la ciudad más antigua del mundo que todavía permanece hoy. Efraín (otro nombre para el reino israelita del norte) y Damasco se habían aliado contra Judá, encadenando a aquella nación con el juicio divino. Ser compañeros en el crimen significa serlo también en el castigo (Isa 17:3).
B. Ambos aliados fueron más tarde asediados por Tiglat-pileser (2Re 15:29) y finalmente deportados por Salmanasar (2Re 17:6).
VI. Etiopía (cap. Isa 18:1-7).
A. Se piensa que «la tierra que hace sombra con las alas» es Etiopía (Isa 18:1). Misioneros que han ministrado en aquel país nos dicen que es conocido como la tierra de los pájaros y es llamada «la Tierra de Alas».
B. Esta nación marchó contra Israel con un ejército (¿histórica o proféticamente?) pero fue frenada por Dios mismo. Sus soldados muertos quedarían abandonados en el campo de batalla para alimento de las aves y de las alimañas (Isa 18:4-6).
C. Después de esto (¿la tribulación?) Etiopía llevará ofrenda a Jehová de los ejércitos en Jerusalén (Isa 18:7).
VII. Egipto (caps. Isa 19:1-25 – Isa 20:1-6).
A. No hay nación tan prominente en la Biblia como Egipto. Se la menciona por primera vez cuando Abraham la visitó (Gén 12:1-20). Tiempo después José vivió y murió allí (Gén 39:1-23; Gén 40:1-23; Gén 41:1-57; Gén 42:1-38; Gén 43:1-34; Gén 44:1-34; Gén 45:1-28; Gén 46:1-34; Gén 47:1-31; Gén 48:1-22; Gén 49:1-33; Gén 50:1-26). Israel se hizo allí nación.
B. Egipto sería severamente castigada a causa de su idolatría (Isa 19:1). Este pueblo fue originalmente monoteísta pero luego fue cayendo gradualmente en la más vil idolatría. Adoraban al toro, la rana, el pez y varias aves. La prueba en el éxodo es una batalla entre estos dioses y Jehová. (Véase Éxo 7:1-25 – Éxo 12:1-51. Nótese en las profecías de Isaías en los capítulos Isa 19:1-25 – Isa 20:1-6.)
1. Egipto quedaría sometida a un imperio cruel (Isa 19:4), que pudo ser el Imperio Otomano, que la reduciría a la miseria y el hambre.
2. Los egipcios pelearían entre sí (Isa 19:2). En el tiempo de Isaías se levantó un faraón que no fue capaz de controlar esta gran nación y el ejército no le obedecía.
3. Los canales del río Nilo se llenarían y se ensuciarían con juncos podridos. Esto todavía sucede en el tiempo presente.
4. Parece que en el Isa 19:7 tenemos una referencia a las plantas de las que sacaban el papiro, la clase de papel que se usaba en aquellos días. Esta era una de las industrias principales de Egipto y producía mucha riqueza. Estos juncales desaparecieron y nunca más crecieron a lo largo de las márgenes del Nilo, donde Moisés fue una vez escondido.
5. La industria pesquera egipcia desaparecería (Isa 19:8; Isa 19:10).
6. Su industria textil también desaparecería (Isa 19:9). Las telas de lino de Egipto eran conocidas en todo el mundo. Los tejidos de lino tomados de las momias son superiores a los que se hacen en los telares de Irlanda. Estos tejidos de lino fueron también usados en la construcción del tabernáculo. Todo esto desapareció.
7. Egipto caminaría tambaleándose en la historia mundial «como tambalea el ebrio en su vómito» (Isa 19:14).
8. Judá les produciría espanto a los egipcios (Isa 19:17).
9. Egipto sería invadida por Asiria en el plazo de tres años (Isa 20:1-6).
C. Pero todo esto cambiaría un día gloriosamente.
1. Dios aplastaría a Egipto en la tribulación pero luego compasivamente la sanaría (Isa 19:22).
2. Egipto e Iraq quedarán conectadas por una autopista que permitirá a ambas naciones viajar libremente a Jerusalén para adorar a Dios (Isa 19:23-25).
VIII. Edom (Isa 21:11-12).
Este pasaje incluye una pregunta y una respuesta.
A. La pregunta: «Guarda, ¿qué de la noche?»
B. La respuesta: «La mañana viene, y después la noche.» La mañana y la noche llegarán. Lo que sería la gloria para algunos (los medos, que derrotarían a los edomitas) sería humillación y vergüenza para otros (los edomitas). De igual manera, el Nuevo Testamento presenta la venida gloriosa de Cristo como noche para algunos (los incrédulos, véase Jua 9:4), y mañana para otros (los salvados, véase Rom 13:11-12).
IX. Arabia (Isa 21:13-17).
A. Arabia era la tierra de los ismaelitas, las tribus de beduinos del desierto, los que hoy conocemos como árabes.
B. Serían tan severamente juzgados que sólo unos pocos de sus flecheros valientes sobrevivirían (Isa 21:17).
X. Tiro (cap. Isa 23:1-18).
Esta es la décima y la última de la cargas contra las naciones. Vernon McGee sugiere que cada una de estas grandes naciones simboliza o representa algún principio, filosofía o sistema que Dios va a juzgar. Son:
Babilonia: la religión falsa, la idolatría.
Asiria: la dureza despiadada.
Filistea: el orgullo extremado.
Moab: el formalismo religioso.
Damasco: el sincretismo.
Etiopía: el complejo industrial militar.
Egipto: el mundo. Edom: la carne.
Arabia: la guerra.
Tiro: la banca internacional, las multinacionales.
Tiro y Sidón fueron dos grandes ciudades de los fenicios. Sus naves entraron en todos l los puertos mediterráneos, llegando incluso a navegar más allá de los pilares de Hércules (estrecho de Gibraltar). Sus barcos transportaron estaño de Inglaterra. Edificaron la ciudad de Cartago en el norte de África.
A. Tiro fue destruida por los babilonios y deportados sus habitantes en cautividad durante setenta años (Isa 23:15).
B. Fue así a causa de su orgullo y extremado materialismo (Isa 23:8). (Para observar varias notables semejanzas en la historia de Judá y en la vida de Nabucodonosor, véanse Jer 25:11; Jer 29:10; Dan 9:24; Dan 4:28-37.)
C. Nabucodonosor llegó con su asedio militar hasta las ciudades de la costa, invadió sus palacios y los convirtió en montones de escombros (Isa 23:13).
D. Egipto, su aliado, lloraría a causa de su rápida destrucción, junto con sus propios marineros, a quienes no les sería posible volver a casa para desembarcar (Isa 23:5-7). Para notar otra notable semejanza, ver el dolor de este mundo por la destrucción de Babilonia durante la tribulación (Apo 18:1-24).
E. Tiro sería reedificada después de setenta años (al igual que Jerusalén), pero pronto degeneraría otra vez en el craso materialismo y orgullo de tiempos pasados (Isa 23:17).
Nota: El estudiante debería examinar en este momento Eze 26:1-21 donde termina el relato histórico. Alejandro el Grande destruyó completamente tanto las ciudades de la costa como las de las islas de Tiro en el 332 a.C.
F. Tiro será reconstruida en el milenio y bendecida por Dios (Isa 23:18). (Véase también Sal 45:12.)
La tribulación
I. Los pasajes principales:
A. Isa 2:10-22.
B. Isa 13:6-13.
C. Isa 24:1-23.
D. Isa 26:20-21.
E. Isa 34:1-10.
F. Isa 42:13-14.
G. Isa 51:6.
H. Isa 63:1-6.
I. Isa 66:15-16.
II. La acción principal:
A. La tierra:
1. Será terriblemente conmovida (Isa 2:21).
2. Se moverá de su sitio (Isa 13:13).
3. Será arrasada y trastornada (Isa 24:1).
4. Consumida por fuego (Isa 24:6).
5. Temblará y se hará pedazos (Isa 24:19).
6. Se tambaleará como un borracho (Isa 24:20).
7. No podrá ocultar a sus muertos (Isa 26:21).
B. Los cielos.
1. Las estrellas, el sol y la luna se oscurecerán (Isa 13:10).
2. Los astros del cielo se desintegrarán y los cielos se envolverán como un rollo (Isa 34:4; Isa 51:6).
3. Las estrellas caerán como caen los higos cuando se sacude la higuera (Isa 34:4).
C. La humanidad pecadora.
1. Se esconderán en las cuevas y se meterán en los hoyos del suelo (Isa 2:19).
2. Se desmayarán de espanto y los corazones desfallecerán (Isa 13:7; Isa 24:17).
3. Se retorcerán de dolor como mujeres de parto (Isa 13:8).
4. No experimentarán gozo (Isa 24:8-10).
5. Se cubrirán los montes con su sangre y el hedor de los muertos llenará los valles (Isa 34:3).
6. Serán aplastados por la ira de Dios como se aplastan las uvas en el lagar (Isa 63:3).
El milenio
I. La salvación de las naciones gentiles:
A. Isa 2:2-4 :
«Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.»
Isa 2:4 está grabado sobre los cimientos del edificio de las Naciones Unidas en Nueva York. Esta gloriosa verdad se cumplirá literalmente, por supuesto, durante el milenio.
Pero hasta aquel día, las pavorosas palabras de Joe 3:9-10, que son exactamente lo opuesto a este pasaje, continuarán siendo verdad.
B. Isa 11:10 :
«Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa.»
C. Isa 19:18-25 :
Israel sufrió quizá más bajo los diversos reinados brutales de Asiria y Egipto que cualquier otro pueblo. Pero Dios unirá de una manera sobrenatural durante el milenio a estas tres naciones en hermosa comunión.
1. Los egipcios hablarán la lengua hebrea.
2. Edificarán un altar y un monumento al Señor.
3. Dios contestará sus oraciones y los sanará.
4. Egipto y Asiria (Iraq) estarán conectados por una autopista.
5. Ambos pueblos adorarán a Jehová y recibirán sus ricas bendiciones.
D. Isa 52:10 :
«Jehová desnudó su santo brazo ante los ojos de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación del Dios nuestro.»
E. Isa 56:6-8.
F. Isa 66:23 :
«Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová.» Estos versículos tan gloriosos Juan los resume en Apo 21:23-27.
II. La salvación de Israel y de Jerusalén:
A. Isa 4:2-6.
1. El Señor los limpiará de toda impureza moral.
2. Serán bendecidos una vez más durante el día y la noche por la presencia de la gloria de Jehová.
B. Isa 11:12 :
«Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra.»
C. Isa 14:3 :
«Y en el día que Jehová te dé reposo de tu trabajo y de tu temor, y de la dura servidumbre en que te hicieron servir.»
D. Isa 30:19 :
«Ciertamente el pueblo morará en Sion, en Jerusalén; nunca más llorarás; el que tiene misericordia se apiadará de ti; al oír la voz de tu clamor te responderá.»
E. Isa 32:18 :
«Y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo.»
F. Isa 44:23 :
«Cantad loores, oh cielos, porque Jehová lo hizo; gritad con júbilo profundidades de la tierra; prorrumpid, montes, en alabanza; bosques, y todo árbol que en él está; porque Jehová redimió a Jacob, y en Israel será glorificado.»
G. Isa 49:10-13.
H. Isa 51:3; Isa 51:11 :
«Ciertamente consolará Jehová a Sion; consolará todas sus soledades, y cambiará su desierto en paraíso, y su soledad en huerto de Jehová; se hallará en ella alegría y gozo, alabanza y voces de canto. Ciertamente volverán los redimidos de Jehová; volverán a Sion cantando, gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas; tendrán gozo y alegría, y el dolor y el gemido huirán.»
I. Isa 52:1; Isa 52:6-9.
J. Isa 59:20-21 :
«Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová. Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltará de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre.»
K. Isa 60:1-3; Isa 60:11-13; Isa 60:19-22.
L. Isa 62:1-4.
M. Isa 65:18-24.
N. Isa 66:10; Isa 66:12 :
«Alegraos con Jerusalén, y gozaos con ella, todos los que la amáis; llenaos con ella de gozo, todos los que os enlutáis por ella. Porque así dice Jehová. He aquí que yo extiendo sobre ella paz como un río, y la gloria de las naciones como torrente que se desborda; y mamaréis, y en los brazos seréis traídos, y sobre las rodillas seréis mimados.» Estos versículos tan preciosos los resumió el apóstol Pablo en Rom 11:1; Rom 11:26-27.
III. La salvación de los afligidos:
A. Isa 29:18 :
«En aquel tiempo los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán en medio de la oscuridad y de las tinieblas.»
B. Isa 35:3-6.
C. Isa 42:16 :
«Y guiaré a los ciegos por camino que no sabían, les haré andar por sendas que no habían conocido; delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz, y lo escabroso en llanura. Estas cosas les haré, y no los desampararé.» Estos versículos tan conmovedores los encontramos resumidos por Juan en Apo 22:15.
IV. La salvación de toda la naturaleza.
A. Isa 11:6-9.
B. Isa 14:7-8.
«Toda la tierra está en reposo y en paz; se cantaron alabanzas. Aun los cipreses se regocijaron a causa de ti, y los cedros del Líbano, diciendo: Desde que tú pereciste, no ha subido cortador contra nosotros.»
C. Isa 30:23-26.
D. Isa 35:1-2; Isa 35:7-10 :
«Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa. Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro. El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en su guarida, será lugar de cañas y juncos. Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará. No habrá allí león, ni fiera subirá por él, ni allí se hallará, para que caminen los redimidos. Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirá la tristeza y el gemido.»
E. Isa 40:4-5 :
«Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado.»
F. Isa 65:25 :
«El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, no harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová.» Estos versículos tan llenos de esperanza los resume el apóstol Pablo en Rom 8:18-25.
Fuente: Auxiliar Bíblico Portavoz
Nota del editor; Esta sección pertenece LA ETAPA DEL REINO DIVIDIDO (1 de Reyes 12—22; 2 de Reyes 1—17; 2 de Reyes 18—25; 2 de Crónicas 10—36; Abdías; Joel; Jonás; Amos; Oseas; Miqueas; Isaías; Nahum; Sofonías; Habacuc; Jeremías; Lamentaciones)
INTRODUCCIÓN
1. El libro de Isaías puede ser comparado con la Biblia. La Biblia tiene sesenta y seis libros e Isaías sesenta y seis capítulos. El Antiguo Testamento tiene treinta y nueve libros y la primera sección de Isaías tiene treinta y nueve capítulos. El Nuevo Testamento tiene veintisiete libros y la segunda parte de Isaías tiene veintisiete capítulos. El Antiguo Testamento comprende la historia y el pecado de Israel, y así también Isa 1:1-31 – Isa 39:1-8. El Nuevo Testamento describe a la persona y ministerio de Cristo, como lo hace Isa 40:1-31 – Isa 66:1-24. El Nuevo Testamento comienza con el ministerio de Juan el Bautista; la segunda sección de Isaías (Isa 40:1-31) comienza con la predicción de su ministerio. El Nuevo Testamento termina refiriéndose a los nuevos cielos y la nueva tierra, e Isaías termina su libro refiriéndose a lo mismo. (Cp. Isa 66:22 con Apo 21:1-3.)
2. El libro de Isaías está generalmente reconocido como uno de los seis grandes libros de la Biblia. Los otros son: Romanos, Juan, los Salmos, Génesis y Apocalipsis.
3. Se encontró un ejemplar de este libro entre los famosos manuscritos del mar Muerto descubiertos en una cueva en 1947 en Qumrán. Era una copia del siglo II d. C. y consistía de diecisiete hojas de casi 24 pies (8 m) de largo por 10 pulgadas (25 cm) de ancho. Esta copia era sorprendentemente similar a la del texto masorético común del siglo XII a.C.
4. Isaías fue el más grande de los profetas del Antiguo Testamento y uno de los escritores más elocuentes que jamás hayan vivido, superando a veces las habilidades literarias de Shakespeare, Milton u Homero.
5. Profetizó durante los reinados de cinco reyes de Judá (Uzías, Jotam, Acaz, Ezequías y Manasés).
6. Es llamado el profeta mesiánico. Solamente en los Salmos encontramos más referencias a Cristo que en Isaías.
7. Jesús dijo que Isaías vio su gloria y «habló acerca de él» (Jua 12:41).
8. Estuvo casado y tuvo dos hijos.
9. Se cree que su padre Amoz era hermano del rey Amasias de Judá, lo que significa que Isaías era de sangre real.
10. Isaías escribió otros libros que no se han conservado, tales como:
a. La vida de Uzías (2Cr 26:22).
b. Un libro sobre los reyes de Israel y Judá (2Cr 32:32).
11. Isaías es citado más veces en el Nuevo Testamento que ningún otro profeta del Antiguo Testamento. Los siguientes pasajes citan sus palabras en relación con:
a. El ministerio de Juan el Bautista (Mat 3:3; Luc 3:4; Jua 1:23).
b. El ministerio de Cristo a los gentiles (Mat 4:14-15; Mat 12:17-18).
c. El futuro reinado de Cristo sobre los gentiles (Rom 15:12).
d. El ministerio sanador de Cristo (Mat 8:17).
e. La ceguedad de Israel (Mat 13:14; Hch 28:25-27).
f. La hipocresía de Israel (Mat 15:7).
g. La desobediencia de Israel (Rom 10:16; Rom 10:20).
h. La salvación del remanente de Israel (Rom 9:27; Rom 9:29).
i. Los sufrimientos de Cristo (Hch 8:28; Hch 8:30).
j. El ungimiento de Cristo (Luc 4:17).
El libro de Isaías
I. Bosquejo general
II. Resumen de las profecías de Isaías
III. Las diferentes personalidades mencionadas en Isaías
IV. La grandeza de Dios
V. El Mesías
VI. Los pecados de Israel
VII. Las naciones gentiles
VIII. La tribulación
IX. El milenio
Bosquejo general
I. Israel, siervo infiel de Dios (y sus diferentes enemigos) (Isa 1:1-31 – Isa 35:1-10).
A. La lista de sus pecados (Isa 1:1-31; Isa 3:1-26; Isa 5:1-30).
B. La predicción de su futuro (Isa 2:1-22; Isa 4:1-6; Isa 9:1-21; Isa 11:1-16; Isa 12:1-6, Isa 25:1-12 – Isa 35:1-10).
C. La visión de su gran profeta (Isa 6:1-13).
D. La incredulidad de su impío rey (Isa 7:1-25).
E. El juicio sobre sus enemigos (Isa 13:1-22 – Isa 23:1-18).
1. Babilonia (Isa 13:1-22; Isa 14:1-32; Isa 21:1-17).
2. Asiría (Isa 14:24-27).
3. Filistea (Isa 14:28-32).
4. Moab (Isa 15:1-9 – Isa 16:1-14).
5. Damasco (Isa 17:1-14).
6. Etiopía (Isa 18:1-7).
7. Egipto (Isa 19:1-25; Isa 20:1-6).
8. Edom (Idumea) (Isa 34:5-15).
9. Arabia (Isa 21:13-17).
10. Tiro (Isa 23:1-18).
11. Todo el mundo (Isa 24:1-23; Isa 25:1-12).
II. Ezequías, el atemorizado siervo de Dios (Isa 36:1-22 – Isa 39:1-8).
A. Ezequías y el rey de Asiria (Isa 36:1-22; Isa 37:1-38).
B. Ezequías y el Rey del cielo (Isa 38:1-22).
C. Ezequías y el rey de Babilonia (Isa 39:1-8)
III. Cristo, el Siervo fiel de Dios (Isa 40:1-31 – Isa 66:1-24)
A. La liberación: la confortación de Jehová (Isa 40:1-31 – Isa 48:1-22).
1. Dios y los ídolos (Isa 40:1-31 – Isa 46:1-13).
2. Dios y las naciones (Isa 47:1-15; Isa 48:1-22).
B. El liberador: la salvación de Jehová (Isa 49:1-26 – Isa 57:1-21).
C. Los liberados: la gloria de Jehová (Isa 58:1-14 – Isa 66:1-24).
Resumen de las profecías de Isaías
I. Profecías cumplidas en el tiempo de su vida.
A. Judá se salvaría de la amenaza asiria y de la invasión israelita (Isa 7:4; Isa 7:16).
B. Siria e Israel serían destruidas poco después por Asiría (Isa 8:4; Isa 17:1-14; Isa 28:1-4).
C. Asiría invadiría Judá (Isa 8:7-8).
D. Judá no sería tomada durante esta invasión (Isa 37:33-35).
E. Moab iba a ser juzgada por Asiría en el plazo de tres años (Isa 15:1-9; Isa 16:1-14).
F. Egipto y Etiopía serían conquistadas por los asirios (Isa 18:1-7 – Isa 20:1-6).
G. Arabia sería destruida (Isa 21:13-17).
H. Tiro iba a ser destruida (Isa 23:1-12).
I. La vida de Ezequías sería extendida por otros quince años (Isa 38:5).
J. Asiría sería juzgada por Dios (Isa 10:5-34; Isa 14:24-27; Isa 30:27-33; Isa 37:36).
II. Profecías cumplidas después de su fallecimiento.
A. La cautividad babilónica (Isa 3:1-8; Isa 5:26-30; Isa 22:1-14; Isa 39:5-7).
B. Babilonia sería derrotada por Ciro (Isa 13:17-22; Isa 14:1-23; Isa 21:2; Isa 46:11; Isa 48:14).
C. Babilonia sufriría una desolación perpetua (Isa 13:20-22; Isa 47:1-15).
D. Las conquistas de un persa llamado Ciro (Isa 41:2-3; Isa 44:28; Isa 45:1-4).
E. El decreto de Ciro del retorno a Jerusalén (Isa 44:28; Isa 45:13).
F. El gozo del retorno del remanente (Isa 48:20; cp. también con Sal 126:1-6).
G. La restauración de Tiro (Isa 23:13-18).
H. El arrasamiento total de Edom (Isa 34:5-17).
I. El nacimiento, vida terrenal, sufrimiento, muerte, resurrección, ascensión y exaltación de Cristo Jesús (Isa 7:14-15; Isa 9:1-2; Isa 9:6; Isa 11:1-2; Isa 35:5-6; Isa 42:1-3; Isa 50:4-6; Isa 52:13-15; Isa 53:2; Isa 53:10-12; Isa 61:1-2).
J. El ministerio de Juan el Bautista (Isa 40:3-5).
III. Profecías todavía por cumplirse.
A. La tribulación (Isa 2:10-22; Isa 13:6-13; Isa 24:1-23; Isa 26:20-21; Isa 34:1-10; Isa 51:6).
B. La batalla de Armagedón (Isa 34:1-10; Isa 42:13-14; Isa 63:1-6; Isa 66:15-16).
C. El milenio (Isa 2:2-4; Isa 4:2-6; Isa 11:6-10; Isa 11:12; Isa 14:3; Isa 14:7-8; Isa 19:18-25; Isa 29:18; Isa 30:19; Isa 30:23-26; Isa 32:18; Isa 35:1-10; Isa 40:4-5; Isa 42:13-14; Isa 42:16; Isa 44:23; Isa 49:10-13; Isa 51:3; Isa 51:11; Isa 52:1; Isa 52:6-10; Isa 56:6-8; Isa 59:20-21; Isa 60:1-3; Isa 60:11-13; Isa 60:19-22; Isa 62:1-4; Isa 63:1-6; Isa 65:18-25; Isa 66:10; Isa 66:12; Isa 66:15-16; Isa 66:23).
Las diferentes personalidades
I. Isaías.
A. El más grande de los profetas del Antiguo Testamento y autor de este libro (Isa 1:1).
B. El contempló la gloria de Dios como pocos hombres la han experimentado (Isa 6:1-13). Para otras experiencias lean el relato de:
1. Moisés (Éxo 33:18-23).
2. Ezequiel (Eze 1:1-28).
3. Daniel (Dan 7:9-14).
4. Zacarías (Zac 3:1-9).
5. Esteban (Hch 7:55-60).
6. Pablo (2Co 12:1-4).
7. Juan (Apo 4:1-11 – Apo 22:1-21).
C. Se le ordenó que ofreciera al impío rey Acaz una señal concerniente a la fidelidad de Dios (Isa 7:3).
D. Fue padre de dos hijos (Sear-jasub, Isa 7:3; y Mahersalal-hasbaz, Isa 8:3), a los que puso nombres que indicaban futuros eventos proféticos.
E. Dios le ordenó que anduviera descalzo y desnudo (quizá de la cintura para arriba) durante tres años para simbolizar las dificultades que el Señor iba a enviar sobre los egipcios y etíopes (Isa 20:1-6).
II. Acaz: el inicuo padre de Ezequías que rechazó la bondadosa señal de la fidelidad de Dios para con Judá en su hora de necesidad (Isa 7:1-25).
III. Lucifer: aquel poderoso y pervertido ser angelical que se rebeló contra Dios y que ha llegado a ser conocido como Satanás y el diablo (Isa 14:12-14).
«¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo» (Isa 14:12-14).
Notemos esas cinco necias y fatales determinaciones del «yo» de Lucifer:
A. «Subiré al cielo»: Satanás tenía sin duda en mente el tercer cielo, el lugar de Dios. (Véase 2Co 12:1-4.)
B. «Junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono»: Esta es probablemente una referencia a los ángeles. Satanás deseaba la adoración de los ángeles.
C. «Me sentaré, a los lados del norte»: Lucifer buscaba ahora entrar en el «despacho ejecutivo» de Dios, en alguna parte en el norte, y sentarse en el escritorio mismo del Señor. No solamente quería controlar a los ángeles sino también el número y tamaño de las galaxias llenas de estrellas.
D. «Sobre las alturas de las nubes subiré»: Esto quizá puede referirse a aquella nube especial de gloria de Dios llamada Shekinah que encontramos frecuentemente en la Biblia.
E. «Seré semejante al Altísimo»: Es revelador notar el nombre de Dios que Satanás usa aquí. Quería ser semejante a El-Elyon, el Altísimo. Este nombre significa literalmente «el más fuerte entre los fuertes». El diablo podía haber elegido otros nombres para Dios. Podía haber usado El-Shaddai, que significa «el proveedor, aquel que alimenta a sus hijos», pero no lo hizo. Podía haber elegido Jehovah-Rohi, que significa «el Dios pastor», pero evitó también usarlo. La razón es obvia: Satanás codiciaba la fortaleza de Dios, pero no estaba interesado en sus atributos de cuidado y dirección de las criaturas.
IV. Sebna (Isa 22:15-25).
Este era el mayordomo del palacio, un hombre indulgente y egoísta (quizá durante la primera parte del reinado de Ezequías) que fue reprendido y desechado por Dios.
V. Eliaquim (Isa 36:3).
Reemplazó a Sebna y fue el portavoz de Ezequías durante la crisis con Asiria que provocó Senaquerib.
VI. Rabsaces (Isa 36:2).
El locuaz y arrogante asirio, portavoz personal de Senaquerib durante el asedio de Jerusalén.
VII. Senaquerib (Isa 37:21).
El rey asirio cuyos esfuerzos por destruir Jerusalén fueron totalmente anulados por el Ángel de Jehová.
VIII. Ezequías (Isa 36:1).
El decimotercer rey de Judá que reinaba en Jerusalén cuando Dios salvó a la ciudad y a quien el Señor extendió la vida por otros quince años.
IX. Merodac-baladán (Isa 39:1).
El rey de Babilonia que envió espías (disfrazados de embajadores de buena voluntad) para felicitar a Ezequías por la recuperación de su salud, aunque su verdadera misión era informarse de la cantidad de riqueza que había en la ciudad y dónde la guardaban.
X. Juan el Bautista (Isa 40:3-5).
Comparar estos versículos con Mat 3:1-3; Mar 1:2-3; Luc 3:2-6; Jua 1:23.
XI. Ciro (Isa 44:28; Isa 45:1).
El monarca persa de cuya persona y ministerio al remanente judío profetizó Isaías (de permitirles volver y reedificar el templo) dos siglos antes de que hubiera nacido.
La grandeza de Dios
I. Isa 1:18 :
«Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.»
Grana: una referencia al carácter profundamente colorante del pecado. (Véase Núm 19:2; Núm 19:6; Núm 19:9.)
Nieve: Sal 51:7
Estemos a cuenta: Dios apela tanto al intelecto como a las emociones del ser humano. No tenemos que poner simplemente nuestra mente en neutral en nuestros tratos con Dios. (Véanse Isa 43:26; Rom 12:1; Mat 22:37; 2Pe 3:1.)
II. Isa 12:2-5 :
«He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí. Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación. Y diréis en aquel día: Cantad a Jehová, aclamad su nombre, haced célebres en los pueblos sus obras, recordad que su nombre es engrandecido. Cantad salmos a Jehová, porque ha hecho cosas magníficas; sea sabido esto por toda la tierra.» Estas benditas aguas habían sido anteriormente rechazadas. (Véanse Isa 8:6 y Jua 4:10; Jua 4:14.)
III. Isa 25:1; Isa 25:4; Isa 25:8-9 :
«Jehová, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza. Porque fuiste fortaleza al pobre, fortaleza al menesteroso en su aflicción, refugio contra el turbión, sombra contra el calor; porque el ímpetu de los violentos, es como turbión contra el muro. Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho. Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación.» Destruirá a la muerte. (Véanse 1Co 15:54; Ose 13:14; Apo 20:14.) Enjugará toda lágrima. (Véanse Apo 7:17; Apo 21:4.)
IV. Isa 40:1-31 :
A. En relación con los versículos Isa 40:1-2.
1. Dios manda a su profeta a que hable con ternura para confortar los corazones de su pueblo. El mensaje de consolación es triple:
a. Que su tiempo de esclavitud ha terminado.
b. Que ya han pagado por sus faltas.
c. Que habían recibido amplio castigo por todos sus pecados.
B. Sobre los versículos Isa 40:3-5.
1. Esta voz había tenido su cumplimiento parcial en su primera venida por medio de Juan el Bautista (Mat 3:3), pero sólo veremos su final consumación en su segunda venida. (Véase Isa 35:2.) Notemos los principales aspectos de esta proclamación:
a. Un camino derecho será preparado en el desierto para el Señor.
b. Todos los valles serán rellenados.
c. Todos los montes y colinas serán nivelados.
2. Cuando todo esto sea logrado (espiritualmente en los corazones de los israelitas), la gloria de Jehová será entonces revelada a toda carne.
C. Acerca de los versículos Isa 40:6-8.
Una voz celestial ordena al profeta que grite acerca de la grandeza de Dios y de la insignificancia del hombre, diciendo:
1. La belleza y duración del hombre es como el de las flores o la hierba, que pronto se secan y pasan (Stg 1:10; 1Pe 1:24-25).
2. Por el contrario, la palabra de nuestro Dios permanece firme para siempre.
D. Sobre los versículos Isa 40:9-11.
La voz ordena ahora a los mensajeros de Sion que se encuentran sobre un monte que proclamen osadamente:
1. ¡Ved aquí al Dios vuestro!
2. Viene como Rey para reinar sobre ellos y para recompensarlos.
3. Viene como un pastor para pastorearlos y dirigirlos tiernamente.
E. Acerca de los versículos Isa 40:12-31.
Este Rey-Pastor que viene tendrá todo el poder.
1. Como se aprecia en su relación con la naturaleza (Isa 40:12-14).
a. Mide el océano con la palma de su mano.
b. Calcula con sus dedos la extensión del cielo.
c. Conoce el peso de los montes y de la tierra.
d. No necesita el consejo de ángeles, de demonios ni de hombres. (Véanse Rom 11:34; 1Co 2:16.)
2. Como se ve en sus tratos con las naciones (Isa 40:15-17).
a. Las naciones son para Él como una gota de agua en un balde o como una mota de polvo en la balanza.
b. Levanta las islas en su mano como si no pesaran.
c. Todos los árboles del Líbano no serían suficientes para consumir un sacrificio lo bastante grande para honrarle, ni todos sus animales serían bastantes para ofrecérselos a Él.
3. Como se ve en relación con los ídolos (Isa 40:18-20).
a. Dios no puede ser ni remotamente representado por una imagen de madera o de oro.
b. El hombre puede crear un dios falso pero solamente Dios puede crear al hombre. (Véase también Isa 41:6-7; Isa 41:21-24; Isa 41:29; Isa 44:9-20, Isa 46:1; Isa 46:5-7.)
4. Como se ve en su trato con los poderosos de la tierra (Isa 40:21-24).
a. Es inexcusable la obstinada ignorancia que el hombre hace de Dios. (Véanse Rom 1:18-23; 2Pe 3:5.)
b. Dios tiene su trono sobre la bóveda que cubre la tierra y ve a sus moradores como si fueran saltamontes. (Cp. Núm 13:33.)
c. Extiende los cielos como un toldo.
d. Convierte en nada a los hombres poderosos (1Co 1:26-29).
e. Apenas están plantados en la tierra cuando empiezan a secarse. (Véase Sal 103:15-16.)
5. Como se ve en su relación con las estrellas (Isa 40:25-26).
a. Él creó originalmente a todas las estrellas.
b. Conoce su número.
c. A todas les puso nombre. (Véase Sal 147:4.)
6. Como se ve en su trato con los elegidos (Isa 40:27-31).
a. Se concluye a la luz de todo esto que los hijos de Dios no deben cuestionar la manera en que los trata. (Véase también Isa 54:7-8.)
b. El eterno Dios tiene una fortaleza inagotable y una inteligencia infinita.
c. Él, por tanto, es el que renueva las fuerzas del desfallecido que espera en Él.
d. Esto les permite caminar, correr y volar como águilas.
V. Isa 41:8-10 :
«Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo. Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché. No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.» «Israel … siervo mío.» Scofield destaca lo siguiente:
Tres siervos del Señor son mencionados en Isaías:
(1) David (Isa 37:35);
(2) Israel como nación (Isa 41:8-16; Isa 43:1-10; Isa 44:1-8; Isa 21:1-17; Isa 45:4; Isa 48:20); y
(3) el Mesías (Isa 42:1-12; Isa 49:5-7; Isa 50:4-6; Isa 52:13-15; Isa 53:1-12).
VI. Isa 42:8-12 :
«He aquí se cumplieron las cosas primeras»: es una posible referencia a la caída de Babilonia (Isa 13:17-22; Isa 21:1-10) y a la destrucción de Asiria (Isa 10:5-34; Isa 14:24-27; Isa 30:27-33; Isa 31:8). «Y yo anuncio cosas nuevas»: los sufrimientos, la muerte, la resurrección y la ascensión del Siervo de Jehová, Cristo Jesús (Isa 52:13-15; Isa 53:1-12). «Canten los moradores de Sela (la roca)»: una posible referencia al remanente que se ocultará en Petra durante la tribulación. (Véanse Zac 14:5; Dan 11:41.)
VII. Isa 43:2; Isa 43:5-6; Isa 43:11; Isa 43:25 :
«Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré. Diré al norte: Da acá; y al sur: No detengas; trae de lejos mis hijos, y mis hijas de los confines de la tierra. Yo, Yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve. Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mi mismo, y no me acordaré de tus pecados.»
«Cuando pases por las aguas» (Éxo 14:19-31).
«Cuando pases por el fuego» (Sal 66:12; Dan 3:25-27). «del oriente … occidente … norte … sur.» (Véase Mat 24:31.)
«Fuera de mí no hay quien salve» (Hch 4:12).
«Yo soy el que borro tus rebeliones» (Isa 44:22; Hch 3:19).
«Y no me acordaré de tus pecados» (Sal 103:10-12; Isa 38:17; Isa 44:22; Miq 7:19; Heb 8:12).
VIII. Isa 44:3 : «Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos.» (Véanse Joe 2:28-32; Hch 2:16-17.)
IX. Isa 45:5-12; Isa 45:18-23 :
«Yo te ceñiré» (Isa 45:5). Este pasaje describe la obra que Ciro llevaría a cabo, quien permitió que los judíos salieran de Babilonia y regresaran a Jerusalén. Dios les recuerda a todos que él permitió a Ciro capturar Babilonia.
«Creo la adversidad» (Isa 45:7). Dios, por supuesto, no es el creador del mal ni del pecado. (Véanse Hab 1:13; 2Ti 2:13; Tit 1:2; Stg 1:13; 1Jn 1:5.) Uno de los significados de la palabra hebrea ra tiene la idea de adversidad o calamidad, que es sin duda el significado que se pretende dar aquí.
«¡Hay del que pleitea con su Hacedor!» (Isa 45:9). (Véanse Isa 10:15; Isa 29:16; Rom 9:19-21). El Israel pecador es pintado aquí como cuestionando la manera en que Dios actúa con ellos; le acusan de que todo es deficiente e incierto (nótese la expresión: «No tiene manos»). Esto, por supuesto, es pura demencia, porque Dios más tarde les señalará que esas manos son las que crearon la tierra y al hombre (véase Isa 45:12).
«No hablé en secreto» (Isa 45:19). Dios nunca habla con conceptos y términos esotéricos de manera que sólo unos pocos selectos puedan entenderle. (Véase Jua 18:19-20.) «Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra» (Isa 45:22). Según su propio testimonio, este fue el versículo que llevó a C.H. Spurgeon a Cristo.
«Que a mí se doblará toda rodilla.» (Véanse Rom 14:11; Flp 2:10.)
X. Isa 46:9-10 :
«Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero.»
«Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos» (Isa 46:9). Quizá Dios tenía en mente cosas tales como la Pascua de salvación, la liberación del mar Rojo, la sanidad de las aguas en Mara, el maná celestial, etc.
«Que anuncio lo por venir desde el principio» (Isa 46:10). La profecía bíblica es historia escrita con anticipación.
XI. Isa 49:13-16 :
«Cantad alabanzas, oh cielos, y alégrate, tierra; y prorrumpid en alabanzas, oh montes; porque Jehová ha consolado a su pueblo, y de sus pobres tendrá misericordia. Pero Sion dijo: Me dejó Jehová, y el Señor se olvidó de mí. ¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti. He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros.»
XII. Isa 55:1-3 :
Bien podríamos intitular a este capítulo: «La increíble salvación».
A. El Anfitrión (Isa 55:1): ¡Es Dios mismo! El Padre es retratado aquí como estando detrás de un puesto en un mercado oriental, llamando la atención de aquellos que van pasando.
B. Los invitados (Isa 55:1): ¿Quiénes son los invitados? Los sedientos y los que no tienen dinero.
C. El menú (Isa 55:1-2): Estos elementos constituyen la alimentación básica del alma humana.
1. Agua y vino: es una referencia al Espíritu de Dios. (Véanse Jua 7:37-39; Efe 5:18; 1Ts 1:6.)
2. Leche: una referencia a la Palabra de Dios. (Véase 1Pe 2:2.)
3. Pan: se refiere al Hijo de Dios. (Véase Jua 6:35.)
D. Los términos de la invitación (Isa 55:6-7):
1. Buscad a Jehová.
2. Llamadle.
3. Deje el impío su camino.
4. Volveos a Jehová.
E. El tiempo limitado de la invitación (Isa 55:6-7):
1. Mientras puede ser hallado.
2. En tanto que está cercano.
F. La necesidad de la invitación (Isa 55:8-9):
«Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.»
G. Un ejemplo de la invitación (Isa 55:9-10).
¡La lluvia! «Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come.»
H. La promesa de la invitación:
1. Para Israel:
a. Las bendiciones del pacto davídico (Isa 55:4).
b. La aceptación de todas las naciones (Isa 55:5).
c. La plenitud del gozo y la paz (Isa 55:12).
2. Para la naturaleza: La eliminación de la maldición (Isa 55:12-13).
3. Para todos:
a. La completa satisfacción del alma (Isa 55:2).
b. Abundante misericordia y perdón (Isa 55:7).
XIII. Isa 57:15; Isa 57:19-21 :
«Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. Produciré fruto de labios: Paz, paz al que está lejos y al cercano, dijo Jehová, y lo sanaré. Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo. No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos.»
«Quebrantado y humilde de espíritu» (v. Isa 57:15). (Véanse Sal 34:18; Sal 51:17; Isa 66:2; 2Co 7:10; 1Pe 5:6.)
«Paz al que está lejos y al cercano» (Isa 57:19). (Véanse Heb 13:15; Hch 2:39; Efe 2:17.) «No hay paz … para los impíos» (Isa 57:21). (Véase Isa 48:22.)
XIV. Isa 61:10 :
«En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas.»
«Vestiduras de salvación» (Véanse Isa 64:6; Gén 3:21; Mat 22:2-13; Apo 19:8; Jer 33:11; Apo 21:2.)
XV. Isa 63:7-9 :
«De las misericordias de Jehová haré memoria, de las alabanzas de Jehová, conforme a todo lo que Jehová nos ha dado, y de la grandeza de sus beneficios hacia la casa de Israel, que les ha hecho según sus misericordias, y según la multitud de sus piedades. Porque dijo: Ciertamente mi pueblo son, hijos que no mienten; y fue su Salvador. En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en su amor y en su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad.»
«El fue angustiado.» (Véase Jue 10:16.)
«El ángel de su faz.» (Véanse Gén 16:9; Gén 22:11; Gén 48:16; Éxo 3:2; Éxo 14:19; Núm 22:22; Jue 2:4; Jue 6:11; Jue 13:3; 2Re 19:35; Zac 1:12; Zac 12:8.)
El Mesías
I. Su encarnación.
A. Isa 7:14-15 :
«Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel. Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno.»
Debemos notar que se mencionan tres niños en relación con la visita de Isaías al impío rey Acaz y su rechazo de pedir a Dios una señal. Dos de los niños no habían nacido todavía. Eran:
1. Emanuel, que significa «Dios con nosotros». Hay seis implicaciones principales en relación con Isa 7:14 :
a. Esta señal iba a ser dada por Dios. (Notemos la frase «el Señor mismo».)
b. Sería dada a toda la casa de David y no solamente a Acaz (la expresión «os será» tiene sentido plural).
c. Involucraba una señal milagrosa (Dios había invitado a Acaz a que le pidiera el milagro que él quisiera, «demandándola ya sea de abajo en lo profundo, o de arriba en lo alto» (Isa 7:11).
d. Tenía que ver con un nacimiento virginal. La palabra hebrea almah era un término común para designar a una mujer no casada, a una doncella virgen. (Véanse Gén 24:43; Éxo 2:8; Sal 68:25; Cnt 1:3; Pro 30:19.) Si la promesa no hubiera implicado un nacimiento virginal, difícilmente se le habría considerado una gran señal milagrosa. (Véase Mat 1:22-23 para el cumplimiento de esta profecía, donde se emplea la palabra griega parthenos, un término que describe absoluta virginidad.
e. Esta gran señal milagrosa resultaría en la encarnación de Dios mismo en carne humana, porque el nombre del niño sería el de Emanuel que significa «Dios con nosotros».
f. Esta divina criatura sería a la vez completamente humano, comiendo lo que cualquier otro niño comería, y creciendo en madurez como cualquier otro niño. (Comparar Isa 7:16 con Luc 2:52.)
2. Sear-jasub, «un remanente volverá» (Isa 7:3). Este pequeño niño era el hijo de Isaías que le acompañó al palacio de Acaz. Isaías le dijo al incrédulo rey que antes de que este niño alcanzara la edad de distinguir lo bueno de lo malo, los dos enemigos de Acaz, Peka y Rezín, serían destruidos. Esto fue cumplido literalmente por el rey asirio Tiglat-pileser, quien mató a Rezín, rey de Siria, en el 732 a.C. (2Re 16:9), y por Oseas, que asesinó a Peka poco después (2Re 15:30).
3. Maher-salal-hasbaz, que significa «el despojo se apresura, la presa se precipita» (Isa 8:1-4). Este niño, hijo también de Isaías, fue llamado así para indicar la cautividad del reino del norte a manos de Asiria.
B. Isa 9:6 :
«Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.»
1. Vemos aquí tanto su humanidad como su deidad.
a. La frase «un niño nos es nacido» nos habla de su humanidad (Luc 2:7; Heb 2:14; 1Jn 4:9).
b. La expresión «hijo nos es dado» se refiere a su deidad (Jua 3:16).
2. Cinco grandes nombres se le atribuyen a este niño, hijo de María y de Dios.
a. «Admirable»: gramaticalmente es un nombre en la lengua hebrea y, por tanto, un verdadero nombre. (Véase Jue 13:18 donde se traduce unas veces por «secreto» y otras por «admirable».)
b. «Consejero»: este hijo no necesitaría nunca una junta de consejeros porque «¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?» (Rom 11:34). (Véase también Jua 2:24-25.)
c. «Dios Fuerte»: aquí es El-Gibbohr, «El poderoso héroe de Dios».
d. «Padre Eterno»: literalmente «Padre de la eternidad». (Véanse Jua 1:3; Col 1:16; Heb 1:2.)
e. «Príncipe de Paz»: aquí es Sar-Shalohim, como se describe en Isa 57:15-19.
3. Desde el mismo principio de la historia esta humanidad caída ha buscado a alguien (o algo) que fuera capaz de curar las heridas del corazón humano y llevarlo a la realización del perenne sueño universal de justicia. Muchos han solicitado ese puesto y muchos métodos se han aplicado, pero todo ha llevado a la desilusión y a la desesperanza. Pero aquí el profeta presenta a un candidato especial. ¿Cuáles son sus calificaciones? ¿Puede él satisfacer las cinco condiciones esenciales?
a. ¿Cuál es su personalidad y carácter? La respuesta es: Admirable.
b. ¿Qué formación posee? La respuesta: Conoce todas las cosas y es, por tanto, el supremo Consejero.
c. ¿De qué nacionalidad es? La respuesta: Él es el Dios Fuerte, y el unigénito Hijo del Dios vivo.
d. ¿Cuál es su experiencia laboral anterior? Respuesta: planeó y llevó a cabo la creación del universo, es, por tanto, Padre Eterno.
e. ¿Qué talento especial tiene? Respuesta: Como Dios-hombre es capaz de reconciliar al hombre con Dios, así que es el Príncipe de Paz.
A la luz de todo esto, Isaías (junto con Pedro, Pablo, Juan y otros muchos) exhortan fervientemente a todos los pecadores que busquen los servicios de este candidato celestial. (Véase Isa 1:18.)
II. Su soledad y juventud en Nazaret.
A. Isa 11:1-2 :
«Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.»
1. Este pasaje describe lo que queda de lo que una vez fue un gran árbol y ha sido cortado: el tocón. Aquel gran árbol, el reino de David y Salomón, sería cortado a ras del suelo por las hachas de Asiria y Babilonia.
2. Pero este tocón se presenta en evidente contraste con el vasto número de tocones muertos que cubren la tierra después de que Dios ha cortado el gran bosque asirio descrito por Isaías en el capítulo Isa 10:1-34 (y que hará a su tiempo con todas las naciones paganas). Hay una diferencia importante, y es que aquel tocón no está muerto y un vástago saldrá que llevará fruto. (Véase Apo 5:5.)
3. La palabra hebrea para vástago es netser, y era probablemente a lo que Mateo se refería cuando declaró que Cristo «vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno» (Mat 2:23).
4. El Santo Espíritu de Dios reposaría sobre el niño de Belén y ciudadano de Nazaret, y le daría:
a. Espíritu de sabiduría: la habilidad para discernir la naturaleza de las cosas.
b. Espíritu de inteligencia: la capacidad para discernir las diferencias.
c. Espíritu de consejo: la habilidad para adoptar conclusiones correctas.
d. Espíritu de poder: la capacidad para llevar a cabo lo decidido.
e. Espíritu de conocimiento: la capacidad de conocer personalmente la esencia del Padre Dios. Esta característica puede ser considerada como la raíz de su ministerio, y estos son los cuatro primeros frutos.
f. Espíritu de temor de Dios: debido a su conocimiento, tiene la habilidad de refrenarse de hacer no lo que no agrada al Padre. (Véase Jua 8:29.)
De modo que estos siete (contando al Espíritu Santo y sus dones) forman el candelero de siete lámparas, con su pie principal y sus tres brazos a cada lado (Éxo 25:31-32; Apo 1:4; Apo 4:5; Apo 5:6).
B. Isa 53:2 :
«Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.» (Solamente citamos este versículo aquí. Le consideraremos cuando tratemos el aspecto de su sufrimiento en relación con Isa 53:1-12.)
C. Isa 7:15 :
«Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno.» Se refiere a la condición humilde de la familia del Salvador. Mantequilla y miel era el alimento común de los qué caminaban en el desierto. No eran, por supuesto, los únicos alimentos, pero formaban la dieta básica.
III. Su relación con el Padre.
A. Amado por el Padre.
«He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones» (Isa 42:1). Fue citado en Mat 12:18 y demostrado en Mat 3:17 y Mat 17:5.
B. Obediente al Padre.
«Jehová el Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios. Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no fui rebelde, ni me volví atrás» (Isa 50:4-5). (Véanse Jua 7:16; Jua 8:28; Jua 8:38; Jua 12:49; Jua 14:10; Jua 14:24; Flp 2:8; Heb 10:5.)
IV. Su ministerio específico a los gentiles.
«Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia, tal como la aflicción que le vino en el tiempo que livianamente tocaron la primera vez la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pues al fin llenará de gloria el camino del mar, de aquel lado del Jordán, en Galilea de los gentiles. El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos» (Isa 9:1-2).
Isaías señala aquí que justamente aquella región donde los ejércitos asirios habían causado muerte y oscuridad sería la primera en regocijarse en la luz de la predicación de Cristo. Mateo se refiere al cumplimiento de esta profecía en Mat 4:12-16.
V. Su ministerio lleno de gracia para con todos.
«No gritará, ni alzará su voz, ni la hará oír en las calles. No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por medio de la verdad traerá justicia» (Isa 42:2-3). Aquí se nos dicen tres cosas que el Siervo justo de Jehová no hará durante el curso de su ministerio:
A. No gritaría en las calles. Al contrario de otros luchadores mundanos y ruidosos, este manso conquistador no alzaría su voz en las calles. Nuestro Señor no se parecería en nada a rebeldes vociferantes y enloquecidos.
B. No quebraría la caña cascada. Esto fue demostrado cuando libre y generosamente perdonó y restauró a aquella mujer inmoral que el pecado había retorcido y desgarrado (Jua 8:1-11).
C. Ni apagará el pábilo que humeare. Esto lo demostró liberando al endemoniado gadareno de aquella legión de demonios que le encadenaban, llevándole a la luz de la sanidad y la esperanza (Mar 5:1-20). Se registra el cumplimiento de esta profecía en Mat 12:14-21 y se amplía en Mat 11:28-30.
VI. Sus milagros.
«Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad» (Isa 35:5-6). Aunque este pasaje tendrá su final cumplimiento en el milenio, se refiere en parte, sin embargo, al ministerio terrenal de Jesucristo.
A. Los ojos de los ciegos serán abiertos. (Véanse Mat 9:29; Mat 12:22; Mat 20:34; Mar 8:25; Jua 9:7.)
B. Los oídos de los sordos se abrirán. (Véanse Mat 11:5; Mar 7:34.)
C. Las piernas de los cojos serán restauradas y afirmadas. (Véanse Mat 9:2; Mar 12:13; Jua 5:8.)
VII. Su mensaje.
«El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados» (Isa 61:1-2).
Scofield aporta una nota de bastante ayuda sobre este versículo:
«Observemos que el Señor Jesús suspende la lectura de este pasaje en la sinagoga de Nazaret (Luc 4:16-21) con las palabras “el año agradable del Señor”. La primera venida abrió el día de la gracia, “el año agradable del Señor”, pero eso no cumple con el día de juicio que se llevará a cabo cuando vuelva el Mesías.» (Véase 2Ts 1:7-10 y comparar con Isa 34:8; Isa 35:4.)
VIII. Sus sufrimientos y muerte.
Isaías, 700 años antes de que ocurriera, nos da detalles sorprendentes y exactos de la crucifixión de Cristo en tres pasajes clave.
A. Isa 50:6 :
«Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos.» Esto, claro está, se cumplió literalmente:
1. Los heridores: Véanse Mat 27:26; Mat 27:30; Jua 18:22.
2. Los que escupían: Véanse Mat 26:67; Mat 27:30; Mar 14:65; Mar 15:19.
B. Isa 52:14 :
«Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres.»
Scofield dice:
«La traducción literal nos presenta un cuadro sorprendente: tenía un aspecto tan desfigurado de toda forma humana que su apariencia no era la de un hijo de hombre, es decir, no parecía humano. Este fue el resultado de la brutalidad descrita en Mat 26:67-68; Mat 27:27-30«.
Si tomamos este pasaje en su valor real significa que Cristo sufrió más en la cruz que ningún otro ser humano haya sufrido jamás en cualquier lugar u ocasión.
C. Isa 53:1-10 a.
1. Acerca de los versículos Isa 53:1-3.
a. Estas declaraciones introductorias bien pueden ser las voces del remanente de creyentes israelitas de todos los tiempos que dialogan acerca de su muerte. El primer versículo dice literalmente: «¿Quién cree lo que hemos oído?»
Leupold escribe:
«Por así decirlo, podemos ver aquí a dos discípulos hablando en la esquina de una calle en Jerusalén, repasando las cosas que habían sucedido en el Viernes Santo, a la luz de la mejor perspectiva que ahora tenían después de Pentecostés. Se sentían especialmente maravillados por su tremenda equivocación, de la que eran culpables, en relación con la extraordinaria figura que apareció en medio de ellos como el Siervo sufriente … estaban todavía asombrados al recordar su ceguedad.» (Exposition on Isaiah, p. 225.) Un ejemplo de esto podemos verlo en el testimonio de los dos discípulos de que iban a Emaús cuando comentaban acerca de su incredulidad (Luc 24:13-32).
b. La pregunta «¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?» debería compararse con el Sal 8:3. En este pasaje David dice que Dios sólo usó sus dedos para creamos, pero Isaías declara que el Señor empleó sus brazos para redimirnos.
c. Los versículos Isa 53:2-3 nos comparten la historia de Cristo desde la cuna hasta la cruz.
(1) Fue menospreciado debido a su humilde origen (Isa 53:2). Véase también Jua 1:46.
(2) Fue rechazado a causa de su mensaje (Isa 53:3). Véase también Luc 4:16-30.
(3) Fue un varón de dolores y experimentado en quebranto debido a su misión terrenal, (Isa 53:3). Véase también Luc 19:10.
d. Su comienzo humilde le hacía parecer insignificante. ¿Quién realmente se fijó en él cuando era un jovencito en Nazaret? Podía ser comparado a lo común de la tierra que casi nadie le presta atención.
e. ¿Y qué acerca de la apariencia personal de Cristo? No tenemos ninguna descripción bíblica de nuestro Señor, porque no había necesidad de ello. Vino como el Siervo sufriente de Jehová y la única calificación de un siervo es ser capaz de cumplir con la tarea. Esto explica por qué el Evangelio de Marcos (que presenta a Cristo como el buen siervo de Dios) no tiene ninguna genealogía. Podemos concluir diciendo que nuestro Señor era humilde, saludable, diligente, pero no atractivo. Probablemente no exhibía gran carisma ni desplegaba un estilo de vida deslumbrante y sorprendente. Los directores de los grandes programas de televisión no le habrían considerado candidato para una entrevista.
2. Sobre los versículos Isa 53:4-6.
a. La Biblia de Scofield destaca lo siguiente acerca del versículo Isa 53:4 : «Debido a que Mateo cita este pasaje y lo aplica a las enfermedades físicas (Mat 8:17), algunos han conjeturado que en la muerte expiatoria de Cristo estaban incluidos tanto el pecado como la enfermedad. Pero Mateo afirma que Cristo cumplió la primera parte de Isa 53:4 durante su ministerio sanador en su tiempo de servicio en la tierra. Mat 8:17 no hace referencia alguna a la muerte expiatoria de Cristo» (p. 759).
b. La última parte del versículo Isa 53:4 nos informa que el pueblo de Israel en general miró a la cruz como la sentencia justa impuesta por Dios a un blasfemo llamado Jesucristo (Mat 27:38-44). Es decir, que Israel aquí miraba a Jesús como la esposa y los amigos de Job le miraban a él: como un hombre que sufría por sus propios pecados. (Véase Job 2:9; Job 4:7; Job 8:3.)
c. El versículo Isa 53:5 nos dice que él fue herido (traducido por atormentado en el Lange’s Commentary; la versión de la Biblia Dios Habla Hoy, dice «traspasado» y «atormentado») y molido por nuestras iniquidades. Estas dos palabras «herido» y «molido» son los términos más fuertes que se pueden emplear para describir una muerte violenta y agonizante.
d. El versículo Isa 53:6 empieza y termina con la palabra todos. «Todos nosotros nos descarriamos … Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.» Cristo tomó sobre sí nuestro infierno para que nosotros pudiéramos participar de su cielo. El bendito Hijo de Dios se hizo el Hijo del Hombre para que los hijos de los hombres pudieran llegar a ser hijos de Dios.
3. Acerca de los versículos Isa 53:7-9.
a. Algunos pueden preguntar cómo podemos saber nosotros que Isaías se está refiriendo realmente a Cristo en el capítulo Isa 53:1-12, en razón de que no se menciona para nada el nombre del Salvador. Su identidad es claramente establecida en dos pasajes del Nuevo Testamento que lo relacionan directamente con Isa 53:1-12.
(1) El testimonio de Juan el apóstol en Jua 12:37-38, en el que se cita a Isa 53:1.
(2) El testimonio de Felipe en Hch 8:32-33, en el que se cita a Isa 53:7-8.
b. Se nos dice que aunque Él fue herido y molido, con todo no abrió su boca. Ni una sola vez durante las siete injustas comparecencias ante Anás, Caifás, el Sanedrín, Pilato, Herodes, otra vez Pilato, y los soldados romanos, intentó el Señor justificarse en nada, ni defenderse acusándoles de juicio injusto (véase Isa 53:7). Juan el Bautista estaba sin duda alguna pensando en la frase «como cordero fue llevado al matadero» cuando presentó al Señor por primera vez como «el Cordero de Dios» (Jua 1:29).
c. El versículo Isa 53:8 puede ser traducido: «Mediante la fuerza y una sentencia injusta fue eliminado, y sobre su suerte ¿quién pensó en ello?»
d. El versículo Isa 53:9 nos dice que los líderes religiosos planeaban arrojar su cadáver al campo del alfarero junto con los dos malhechores. Dios intervino y fue sepultado en un sepulcro propiedad de un hombre rico (Mat 27:57). Scofield nos dice lo siguiente en relación con el versículo Isa 53:9 :
«La palabra hebrea de la que se traduce “muerte” es un plural intensivo. Se ha sugerido que habla de la violencia de la muerte de Cristo, aquel dolor tan intenso que lo hace semejante a una repetición de la muerte» (p. 759).
4. Sobre el versículo Isa 53:10 a.
¿Quién realmente mató a Cristo? Muchos sin duda tuvieron parte en su muerte, entre ellos Judas, Caifás, Anás, los inicuos líderes religiosos judíos, Pilato, Herodes, los soldados romanos, el diablo, y los pecados de todos los pecadores. ¿Pero quién realmente fue el que lo pensó? ¡Aquí se nos dice que fue Dios mismo! Véanse Hch 2:23; 1Pe 1:18-20; Apo 13:8.
IX. Su resurrección, ascensión y exaltación.
A. Isa 52:13 :
«He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto.» El término hebreo del que se traduce «prosperado», significa también tener éxito, y se emplea en lugares como Jos 1:7-8 y Jer 23:5, ¡y qué gran historia de éxito tenemos aquí!
Notemos los tres logros del Siervo de Dios que se predicen aquí:
1. Será exaltado (literalmente, ser elevado). Esta es una referencia a su resurrección. (Véase Mat 28:1-10.)
2. Será engrandecido (que significa ser puesto en alto), y es una referencia a su ascensión. (Véase Hch 1:9-10.)
3. Puesto muy en alto (o muy exaltado). Esta es una referencia a su exaltación. (Véase Flp 2:5-11.) Todo esto es aún más significativo a causa de lo que sigue en Isa 53:1-12, porque aquí tenemos al Siervo del Señor resucitado, ascendido y exaltado incluso antes de que fuera crucificado. ¿Quién sino sólo Dios podría tener tan gloriosa confianza?
B. Isa 53:10 b – Isa 53:11-12; Isa 52:15 :
«Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores» (Isa 53:10 b – Isa 53:11-12).
«Así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído» (Isa 52:15). Estos últimos versículos nos ofrecen un gran resumen de los sufrimientos y de la satisfacción final del Siervo de Jehová. Pedro sin duda alguna tenía esto en mente cuando escribió:
«Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos» (1Pe 1:10-11).
1. Los sufrimientos del Siervo de Dios.
a. Derramó su vida hasta la muerte como una ofrenda a Dios por el pecado. (Véase Jua 10:11; Jua 10:15; Jua 10:18.)
b. Fue contado con los criminales comunes.
c. A pesar de todo, llevó el pecado de muchos y oró por los que le atormentaban. (Véanse Heb 2:9; Luc 23:34.)
2. La satisfacción del Siervo de Dios.
a. Verá los hijos espirituales por los cuales murió para salvarlos. (Cp. Heb 12:12 con Jud 1:24.)
b. Cumpliría con la voluntad y el deseo de su Padre.
c. Recibirá del Padre los despojos de la victoria (Véase Apo 11:15.)
d. Será la fuente suprema de bendiciones para muchas naciones. (Véase Apo 21:22-26.)
e. Gozará de esta satisfacción por toda la eternidad. (Véanse Apo 1:8; 1Pe 1:1-2; Heb 10:22.)
X. Su reinado milenario.
A. Isa 9:7 :
«Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.»
B. Isa 42:4-7.
C. Isa 59:16-21 :
1. Estos versículos describen la búsqueda de un hombre por parte de Dios, y su elección de Cristo manifiesta que Él es el único aceptable Redentor. Isaías pinta aquí un cuadro que sería más tarde descrito por el apóstol Juan en Apo 5:1-14.
2. Pablo nos informa que las piezas de la armadura que llevaba este Guerrero- Redentor están ahora a disposición de los soldados cristianos (Efe 6:13-17).
D. Isa 11:3-5 :
«Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.»
E. Isa 49:1-12.
F. Isa 32:1 :
«He aquí que para justicia reinará un rey, y príncipes presidirán en juicio.»
G. Isa 33:22 :
«Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro rey; el mismo nos salvará.»
Los pecados de Israel
I. Su necedad.
A. No tienen ni siquiera el sentido común de los animales (Isa 1:3).
B. Dios tenía que repetirles cada cosa una y otra vez (renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá) y todavía no podían entender (Isa 28:9-13).
II. Su hipocresía.
A. Dios estaba hastiado de sus sacrificios que eran ofrecidos sin ningún pesar por sus pecados (Isa 1:11-14)
B. Debido a ello él rehusaría ver sus manos extendidas y escuchar sus piadosas palabras cuando oraran (Isa 1:15).
C. Los servicios de adoración de Israel no eran otra cosa que meras palabras aprendidas de memoria (Isa 29:13).
III. Sus mujeres (Isa 3:16-26).
A. Antes de que Dios las juzgara (Isa 3:16-23):
1. Caminaban con la cabeza levantada llenas de orgullo.
2. Sus ojos miraban con insolencia.
3. Llevaban adornos en los pies y tobillos.
4. Iban cargadas de anillos, brazaletes y collares.
5. Llevaban velos y cofias.
6. Adornos en las orejas y en la nariz
7. Llevaban vestidos elegantes, mantos, chales y bolsos.
8. Usaban espejos, peinados ostentosos, gasas y tocados.
9. Llevaban cinturones y usaban perfumes y amuletos. Qué lejos estaba todo esto de la descripción de Pedro de lo que es la verdadera belleza y ornato (1Pe 3:1-4).
B. Después de que Dios las juzgara (Isa 3:24-26):
1. En vez de perfume habría pestilencia.
2. En vez de cinturón llevarían una soga.
3. En vez de peinados elegantes lucirían la cabeza calva.
4. En vez de belleza tendrían vergüenza y desgracia.
IV. Su infructuosidad (Isa 5:1-7).
La parábola de la viña del Señor. Esta parábola emplea una de las dos figuras tomadas del mundo vegetal para representar a la nación de Israel. La otra figura es la higuera. (Véase Mat 21:33-46.)
A. Lo que Dios hizo por su viña (Isa 5:1-2).
1. La plantó en la ladera fértil de un monte con vides escogidas.
2. La trabajó con el arado y la despedregó.
3. En medio de la viña levantó una torre y edificó un lagar.
4. Esperó pacientemente por la cosecha.
B. Lo que el Señor recibió de su viña: solamente uvas agrias (Isa 5:2).
C. Lo que Dios iba a hacer con su viña (Isa 5:3-7).
1. Quitaría la cerca y permitiría que creciera el pasto para que entrara a comer el ganado.
2. No la podaría ni la limpiaría de hierbas, dejaría que crecieran los espinos y la maleza.
3. Mandaría a las nubes que no derramaran lluvia sobre ella nunca más.
V. Seis cargos contra Judá (Isa 5:8-22).
A. Negaban a otros sus derechos de propiedad.
B. Se habían convertido en una nación de borrachos. (Véase también Isa 28:1-8.)
C. Se burlaban de Dios y le desafiaban a que les castigara.
D. A lo bueno llamaban malo y a lo malo bueno. Lo blanco era negro para ellos y lo negro era blanco; lo dulce decían que era amargo y lo amargo dulce. Aquí tenemos un ejemplo clásico de la «nueva moralidad» de hoy, practicada por Israel unos siete siglos a.C.
E. Se consideraban sabios y sagaces en su propia opinión.
F. Aceptaban sobornos que resultaban en que el culpable saliera libre y el inocente fuera encarcelado.
VI. Sus líderes falsos.
A. Isa 9:15-16 :
«El anciano y venerable de rostro es la cabeza; el profeta que enseña mentira, es la cola. Porque los gobernadores de este pueblo son engañadores, y sus gobernados se pierden.»
B. Isa 28:14-15 :
«Por tanto, varones burladores que gobernáis a este pueblo que está en Jerusalén, oíd la palabra de Jehová. Por cuanto habéis dicho: Pacto tenemos hecho con la muerte, e hicimos convenio con el Seol; cuando pase el turbión del azote, no llegará a nosotros, porque hemos puesto nuestro refugio en la mentira, y en la falsedad nos esconderemos.»
VII. Su dependencia de Egipto (Isa 30:1-7; Isa 31:1-3). Isa 31:1; Isa 31:3 :
«¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos; y su esperanza ponen en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son valientes; y no miran al Santo de Israel, ni buscan a Jehová! Y los egipcios hombres son, y no Dios; y sus caballos carne, y no espíritu; de manera que al extender Jehová su mano, caerá el ayudador y caerá el ayudado, y todos ellos desfallecerán a una.»
VIII. Su trágica condición general.
A. Isa 1:5-6 :
«¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.»
B. Isa 59:1-8.
C. Isa 64:6 :
«Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapos de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.»
D. Isa 65:2-3 :
«Extendí mis manos todo el día a pueblo rebelde, el cual anda por camino no bueno, en pos de sus pensamientos; pueblo que en mi rostro me provoca de continuo a ira, sacrificando en huertos, y quemando incienso sobre ladrillos.»
Las naciones gentiles
I. Babilonia (Isa 13:1-22 – Isa 14:1-32; Isa 21:1-17).
La New Scofield Bible señala lo siguiente:
«Esta profecía concerniente a Babilonia anuncia la caída de la nación y de la ciudad en manos de los medos (Isa 13:17-22), pero también aplica la palabra babilonia a la totalidad del poderío mundial gentil, empezando con Nabucodonosor (Dan 2:31-32; Dan 2:37-38) y culminando con el cuarto poder mundial (Dan 2:34-35; Dan 2:40-45) al tiempo del retorno de Cristo a la tierra como la Piedra Desmenuzadora. Este será el tiempo de los gentiles. Véase Luc 21:24.»
A. Babilonia sería destruida por los medos (Isa 13:17-22).
B. Sus ejércitos serían acosados hasta su propia tierra a semejanza de como un lobo perseguiría a una gacela atemorizada (Isa 13:14).
C. Los soldados serian apuñalados, sus propios hijos asesinados y sus mujeres violadas (Isa 13:15-16).
D. El profeta Isaías quedó horrorizado y se enfermó ante la descripción que Dios hacía de los castigos de Babilonia (Isa 21:3-5). Este último pasaje se cumplió completamente cuando Darío tomó Babilonia. (Véase Dan 5:1-31.) Al leerlo da la impresión de que es el relato de un testigo ocular de la destrucción tal como la registra Daniel. Sin embargo, Isaías escribió acerca de ello unos 200 años antes de que realmente aconteciera. (Véase también Jer 51:8-9.) Isaías también describe vívidamente al centinela que informa al rey de la caída de la ciudad. (Véase Isa 21:6-10. Véase también Jer 51:31-33.)
E. Babilonia se convertiría en una tierra desolada, llena de erizos y de pantanos (Isa 14:23); los animales salvajes la convertirían en su morada, y los demonios acudirían allí a bailar (Isa 13:21).
F. Babilonia nunca sería reconstruida en aquel lugar. Debemos señalar aquí que algunos creen que el cumplimiento último de estos versículos debe esperar hasta el período de la tribulación, cuando la antigua Babilonia será reedificada a orillas del Éufrates. (Véase Apo 18:1-24.). Se aboga por esta interpretación porque algunas de las profecías concernientes a la destrucción de Babilonia no fueron cumplidas cuando la ciudad cayó en manos de los medos. (Véase también Jer 25:17-26; Jer 51:26.)
G. Dios está usando a los gobernantes de dos naciones gentiles para describir la persona y la obra de Satanás. Una es Tiro (Eze 28:1-19) y la otra es Babilonia (Isa 14:12-16).
Para otros ejemplos de la manera en que Satanás se presenta por medio de otros, véanse:
1. Gén 3:15, donde Satanás se presenta por medio de la serpiente.
2. Mat 16:22-23, donde Satanás se presenta por medio de Simón Pedro.
II. Asiria (Isa 14:24-27).
A. Dios había determinado aplastar al ejército asirio en los montes de Israel (Isa 14:25).
B. Esto iba a hacerse para quitar de la gente el terrible yugo asirio.
III. Filistea (Isa 14:28-32).
A. Se le advierte a Filistea que no se regocije por la muerte del rey Acaz de Judá, quien en vida les había herido y castigado (Isa 14:29).
B. Su hijo (Ezequías) sería todavía más exigente con ellos (Isa 14:29).
C. Filistea finalmente sufriría una destrucción total bajo el cruel ataque de Sargón, el rey asirio.
IV. Moab (caps. Isa 15:1-9 – Isa 22:16).
A. Moab era la nación que procedía de Lot por medio de la relación incestuosa con su hija mayor. Este hijo ilegítimo fue el padre de los moabitas. El pueblo de Moab se convirtió en un enemigo implacable de la nación de Israel. Su rey Balac contrató los servicios de Balaam para que los maldijera. Pero Rut también procedía de esta tierra (Núm 22:2-4; Rut 1:4).
B. Moab iba a ser castigada por Dios. Sus ciudades principales serían destruidas en una noche (Isa 15:1).
C. Todo el país se llenaría de llanto de un extremo a otro (Isa 15:8).
D. Los leones devorarían a los sobrevivientes (Isa 15:9).
E. Dios invitó a los refugiados de Moab a que se beneficiaran de su misericordia. Se les mandó que pagaran tributo a Israel en conformidad con acuerdos anteriores (2Re 3:4-9; Isa 16:1).
F. Sin embargo, el orgullo les impidió hacerlo (Isa 16:6).
G. Isaías llora a causa del juicio de Dios sobre Moab por su terco orgullo (Isa 6:11).
H. Se estableció oficialmente que el juicio sobrevendría en el plazo de tres años. En esa fecha Asiria invadió Moab (Isa 16:14).
V. Damasco (cap. Isa 17:1-14).
A. Damasco era la capital de Siria y es la ciudad más antigua del mundo que todavía permanece hoy. Efraín (otro nombre para el reino israelita del norte) y Damasco se habían aliado contra Judá, encadenando a aquella nación con el juicio divino. Ser compañeros en el crimen significa serlo también en el castigo (Isa 17:3).
B. Ambos aliados fueron más tarde asediados por Tiglat-pileser (2Re 15:29) y finalmente deportados por Salmanasar (2Re 17:6).
VI. Etiopía (cap. Isa 18:1-7).
A. Se piensa que «la tierra que hace sombra con las alas» es Etiopía (Isa 18:1). Misioneros que han ministrado en aquel país nos dicen que es conocido como la tierra de los pájaros y es llamada «la Tierra de Alas».
B. Esta nación marchó contra Israel con un ejército (¿histórica o proféticamente?) pero fue frenada por Dios mismo. Sus soldados muertos quedarían abandonados en el campo de batalla para alimento de las aves y de las alimañas (Isa 18:4-6).
C. Después de esto (¿la tribulación?) Etiopía llevará ofrenda a Jehová de los ejércitos en Jerusalén (Isa 18:7).
VII. Egipto (caps. Isa 19:1-25 – Isa 20:1-6).
A. No hay nación tan prominente en la Biblia como Egipto. Se la menciona por primera vez cuando Abraham la visitó (Gén 12:1-20). Tiempo después José vivió y murió allí (Gén 39:1-23; Gén 40:1-23; Gén 41:1-57; Gén 42:1-38; Gén 43:1-34; Gén 44:1-34; Gén 45:1-28; Gén 46:1-34; Gén 47:1-31; Gén 48:1-22; Gén 49:1-33; Gén 50:1-26). Israel se hizo allí nación.
B. Egipto sería severamente castigada a causa de su idolatría (Isa 19:1). Este pueblo fue originalmente monoteísta pero luego fue cayendo gradualmente en la más vil idolatría. Adoraban al toro, la rana, el pez y varias aves. La prueba en el éxodo es una batalla entre estos dioses y Jehová. (Véase Éxo 7:1-25 – Éxo 12:1-51. Nótese en las profecías de Isaías en los capítulos Isa 19:1-25 – Isa 20:1-6.)
1. Egipto quedaría sometida a un imperio cruel (Isa 19:4), que pudo ser el Imperio Otomano, que la reduciría a la miseria y el hambre.
2. Los egipcios pelearían entre sí (Isa 19:2). En el tiempo de Isaías se levantó un faraón que no fue capaz de controlar esta gran nación y el ejército no le obedecía.
3. Los canales del río Nilo se llenarían y se ensuciarían con juncos podridos. Esto todavía sucede en el tiempo presente.
4. Parece que en el Isa 19:7 tenemos una referencia a las plantas de las que sacaban el papiro, la clase de papel que se usaba en aquellos días. Esta era una de las industrias principales de Egipto y producía mucha riqueza. Estos juncales desaparecieron y nunca más crecieron a lo largo de las márgenes del Nilo, donde Moisés fue una vez escondido.
5. La industria pesquera egipcia desaparecería (Isa 19:8; Isa 19:10).
6. Su industria textil también desaparecería (Isa 19:9). Las telas de lino de Egipto eran conocidas en todo el mundo. Los tejidos de lino tomados de las momias son superiores a los que se hacen en los telares de Irlanda. Estos tejidos de lino fueron también usados en la construcción del tabernáculo. Todo esto desapareció.
7. Egipto caminaría tambaleándose en la historia mundial «como tambalea el ebrio en su vómito» (Isa 19:14).
8. Judá les produciría espanto a los egipcios (Isa 19:17).
9. Egipto sería invadida por Asiria en el plazo de tres años (Isa 20:1-6).
C. Pero todo esto cambiaría un día gloriosamente.
1. Dios aplastaría a Egipto en la tribulación pero luego compasivamente la sanaría (Isa 19:22).
2. Egipto e Iraq quedarán conectadas por una autopista que permitirá a ambas naciones viajar libremente a Jerusalén para adorar a Dios (Isa 19:23-25).
VIII. Edom (Isa 21:11-12).
Este pasaje incluye una pregunta y una respuesta.
A. La pregunta: «Guarda, ¿qué de la noche?»
B. La respuesta: «La mañana viene, y después la noche.» La mañana y la noche llegarán. Lo que sería la gloria para algunos (los medos, que derrotarían a los edomitas) sería humillación y vergüenza para otros (los edomitas). De igual manera, el Nuevo Testamento presenta la venida gloriosa de Cristo como noche para algunos (los incrédulos, véase Jua 9:4), y mañana para otros (los salvados, véase Rom 13:11-12).
IX. Arabia (Isa 21:13-17).
A. Arabia era la tierra de los ismaelitas, las tribus de beduinos del desierto, los que hoy conocemos como árabes.
B. Serían tan severamente juzgados que sólo unos pocos de sus flecheros valientes sobrevivirían (Isa 21:17).
X. Tiro (cap. Isa 23:1-18).
Esta es la décima y la última de la cargas contra las naciones. Vernon McGee sugiere que cada una de estas grandes naciones simboliza o representa algún principio, filosofía o sistema que Dios va a juzgar. Son:
Babilonia: la religión falsa, la idolatría.
Asiria: la dureza despiadada.
Filistea: el orgullo extremado.
Moab: el formalismo religioso.
Damasco: el sincretismo.
Etiopía: el complejo industrial militar.
Egipto: el mundo. Edom: la carne.
Arabia: la guerra.
Tiro: la banca internacional, las multinacionales.
Tiro y Sidón fueron dos grandes ciudades de los fenicios. Sus naves entraron en todos l los puertos mediterráneos, llegando incluso a navegar más allá de los pilares de Hércules (estrecho de Gibraltar). Sus barcos transportaron estaño de Inglaterra. Edificaron la ciudad de Cartago en el norte de África.
A. Tiro fue destruida por los babilonios y deportados sus habitantes en cautividad durante setenta años (Isa 23:15).
B. Fue así a causa de su orgullo y extremado materialismo (Isa 23:8). (Para observar varias notables semejanzas en la historia de Judá y en la vida de Nabucodonosor, véanse Jer 25:11; Jer 29:10; Dan 9:24; Dan 4:28-37.)
C. Nabucodonosor llegó con su asedio militar hasta las ciudades de la costa, invadió sus palacios y los convirtió en montones de escombros (Isa 23:13).
D. Egipto, su aliado, lloraría a causa de su rápida destrucción, junto con sus propios marineros, a quienes no les sería posible volver a casa para desembarcar (Isa 23:5-7). Para notar otra notable semejanza, ver el dolor de este mundo por la destrucción de Babilonia durante la tribulación (Apo 18:1-24).
E. Tiro sería reedificada después de setenta años (al igual que Jerusalén), pero pronto degeneraría otra vez en el craso materialismo y orgullo de tiempos pasados (Isa 23:17).
Nota: El estudiante debería examinar en este momento Eze 26:1-21 donde termina el relato histórico. Alejandro el Grande destruyó completamente tanto las ciudades de la costa como las de las islas de Tiro en el 332 a.C.
F. Tiro será reconstruida en el milenio y bendecida por Dios (Isa 23:18). (Véase también Sal 45:12.)
La tribulación
I. Los pasajes principales:
A. Isa 2:10-22.
B. Isa 13:6-13.
C. Isa 24:1-23.
D. Isa 26:20-21.
E. Isa 34:1-10.
F. Isa 42:13-14.
G. Isa 51:6.
H. Isa 63:1-6.
I. Isa 66:15-16.
II. La acción principal:
A. La tierra:
1. Será terriblemente conmovida (Isa 2:21).
2. Se moverá de su sitio (Isa 13:13).
3. Será arrasada y trastornada (Isa 24:1).
4. Consumida por fuego (Isa 24:6).
5. Temblará y se hará pedazos (Isa 24:19).
6. Se tambaleará como un borracho (Isa 24:20).
7. No podrá ocultar a sus muertos (Isa 26:21).
B. Los cielos.
1. Las estrellas, el sol y la luna se oscurecerán (Isa 13:10).
2. Los astros del cielo se desintegrarán y los cielos se envolverán como un rollo (Isa 34:4; Isa 51:6).
3. Las estrellas caerán como caen los higos cuando se sacude la higuera (Isa 34:4).
C. La humanidad pecadora.
1. Se esconderán en las cuevas y se meterán en los hoyos del suelo (Isa 2:19).
2. Se desmayarán de espanto y los corazones desfallecerán (Isa 13:7; Isa 24:17).
3. Se retorcerán de dolor como mujeres de parto (Isa 13:8).
4. No experimentarán gozo (Isa 24:8-10).
5. Se cubrirán los montes con su sangre y el hedor de los muertos llenará los valles (Isa 34:3).
6. Serán aplastados por la ira de Dios como se aplastan las uvas en el lagar (Isa 63:3).
El milenio
I. La salvación de las naciones gentiles:
A. Isa 2:2-4 :
«Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.»
Isa 2:4 está grabado sobre los cimientos del edificio de las Naciones Unidas en Nueva York. Esta gloriosa verdad se cumplirá literalmente, por supuesto, durante el milenio.
Pero hasta aquel día, las pavorosas palabras de Joe 3:9-10, que son exactamente lo opuesto a este pasaje, continuarán siendo verdad.
B. Isa 11:10 :
«Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa.»
C. Isa 19:18-25 :
Israel sufrió quizá más bajo los diversos reinados brutales de Asiria y Egipto que cualquier otro pueblo. Pero Dios unirá de una manera sobrenatural durante el milenio a estas tres naciones en hermosa comunión.
1. Los egipcios hablarán la lengua hebrea.
2. Edificarán un altar y un monumento al Señor.
3. Dios contestará sus oraciones y los sanará.
4. Egipto y Asiria (Iraq) estarán conectados por una autopista.
5. Ambos pueblos adorarán a Jehová y recibirán sus ricas bendiciones.
D. Isa 52:10 :
«Jehová desnudó su santo brazo ante los ojos de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación del Dios nuestro.»
E. Isa 56:6-8.
F. Isa 66:23 :
«Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová.» Estos versículos tan gloriosos Juan los resume en Apo 21:23-27.
II. La salvación de Israel y de Jerusalén:
A. Isa 4:2-6.
1. El Señor los limpiará de toda impureza moral.
2. Serán bendecidos una vez más durante el día y la noche por la presencia de la gloria de Jehová.
B. Isa 11:12 :
«Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra.»
C. Isa 14:3 :
«Y en el día que Jehová te dé reposo de tu trabajo y de tu temor, y de la dura servidumbre en que te hicieron servir.»
D. Isa 30:19 :
«Ciertamente el pueblo morará en Sion, en Jerusalén; nunca más llorarás; el que tiene misericordia se apiadará de ti; al oír la voz de tu clamor te responderá.»
E. Isa 32:18 :
«Y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo.»
F. Isa 44:23 :
«Cantad loores, oh cielos, porque Jehová lo hizo; gritad con júbilo profundidades de la tierra; prorrumpid, montes, en alabanza; bosques, y todo árbol que en él está; porque Jehová redimió a Jacob, y en Israel será glorificado.»
G. Isa 49:10-13.
H. Isa 51:3; Isa 51:11 :
«Ciertamente consolará Jehová a Sion; consolará todas sus soledades, y cambiará su desierto en paraíso, y su soledad en huerto de Jehová; se hallará en ella alegría y gozo, alabanza y voces de canto. Ciertamente volverán los redimidos de Jehová; volverán a Sion cantando, gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas; tendrán gozo y alegría, y el dolor y el gemido huirán.»
I. Isa 52:1; Isa 52:6-9.
J. Isa 59:20-21 :
«Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová. Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltará de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre.»
K. Isa 60:1-3; Isa 60:11-13; Isa 60:19-22.
L. Isa 62:1-4.
M. Isa 65:18-24.
N. Isa 66:10; Isa 66:12 :
«Alegraos con Jerusalén, y gozaos con ella, todos los que la amáis; llenaos con ella de gozo, todos los que os enlutáis por ella. Porque así dice Jehová. He aquí que yo extiendo sobre ella paz como un río, y la gloria de las naciones como torrente que se desborda; y mamaréis, y en los brazos seréis traídos, y sobre las rodillas seréis mimados.» Estos versículos tan preciosos los resumió el apóstol Pablo en Rom 11:1; Rom 11:26-27.
III. La salvación de los afligidos:
A. Isa 29:18 :
«En aquel tiempo los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán en medio de la oscuridad y de las tinieblas.»
B. Isa 35:3-6.
C. Isa 42:16 :
«Y guiaré a los ciegos por camino que no sabían, les haré andar por sendas que no habían conocido; delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz, y lo escabroso en llanura. Estas cosas les haré, y no los desampararé.» Estos versículos tan conmovedores los encontramos resumidos por Juan en Apo 22:15.
IV. La salvación de toda la naturaleza.
A. Isa 11:6-9.
B. Isa 14:7-8.
«Toda la tierra está en reposo y en paz; se cantaron alabanzas. Aun los cipreses se regocijaron a causa de ti, y los cedros del Líbano, diciendo: Desde que tú pereciste, no ha subido cortador contra nosotros.»
C. Isa 30:23-26.
D. Isa 35:1-2; Isa 35:7-10 :
«Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa. Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro. El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en su guarida, será lugar de cañas y juncos. Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará. No habrá allí león, ni fiera subirá por él, ni allí se hallará, para que caminen los redimidos. Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirá la tristeza y el gemido.»
E. Isa 40:4-5 :
«Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado.»
F. Isa 65:25 :
«El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, no harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová.» Estos versículos tan llenos de esperanza los resume el apóstol Pablo en Rom 8:18-25.
Fuente: Auxiliar Bíblico Portavoz
INTRODUCCIÓN
1. Características generales
Una lectura sosegada y atenta del libro de Isaías lleva fácilmente a la conclusión de que esta obra profética no se debe a la pluma de un solo autor; más aún, puede sacarse la impresión de que los autores que intervinieron en su composición no pertenecieron a la misma época. Una sospecha que no es nueva y que tiene sus fundamentos.
En primer lugar, tenemos los personajes y circunstancias históricas que se mencionan a lo largo del libro. En algunos pasajes se sugiere la presencia en Siria-Palestina del poderoso ejército asirio; en otros se habla con toda claridad de la llamada guerra sirio-efraimita, que enfrentó de manera fratricida a Israel con Judá. Ahora bien, ambos acontecimientos tuvieron lugar en la segunda mitad del siglo VIII a. C. Por tanto, algunas de las tradiciones que reflejan parte del libro de Isaías deberán remontarse a esta época. Sin embargo, en otros lugares de este libro profético se mencionan personajes y acontecimientos más tardíos: algunos poemas, en concreto, presuponen la destrucción de Jerusalén o la presencia en Babilonia de desterrados israelitas; o bien hablan de la intervención del persa Ciro en Oriente. La conclusión es obvia: las tradiciones que subyacen a estos últimos acontecimientos no pueden ser anteriores a mediados del siglo VI a. C. Es decir, entre unas partes y otras del libro de Isaías hay una distancia en el tiempo de al menos dos siglos. Pero hay más. Ciertos poemas reflejan una circunstancia histórica más tardía aún: el comienzo de los trabajos de reconstrucción de Jerusalén, que sólo pudo tener lugar cuando al menos parte de los israelitas desterrados en Babilonia habían regresado a la patria con ocasión de la subida al poder de los reyes persas en el área de Mesopotamia. Y tales acontecimientos sucedieron entre finales del siglo VI y comienzos del V a. C. En consecuencia, las tradiciones recogidas en el libro de Isaías abarcan un segmento de la historia de Israel de al menos doscientos cincuenta años.
En segundo lugar, no puede decirse que la temática del libro sea unitaria y homogénea. A pesar de los evidentes puntos de contacto teológico entre muchas partes, salta a la vista la presencia de distintos focos de interés. Así, mientras algunas partes del libro de Isaías hacen hincapié en la culpa del pueblo y en la decisión del Señor de exterminarlo, otras reflejan la pluma de un profeta empeñado en consolar y en anunciar una inminente restauración. Hay partes que desarrollan una audaz teología de la creación, algo desconocido en el resto del libro. Los ejemplos podrían multiplicarse.
En tercer lugar, un ojo literariamente crítico descubre con relativa facilidad diferencias de estilo y de vocabulario a lo largo de la obra. Junto a poemas solemnes, de exquisita sensibilidad, que desarrollan imágenes audaces y poderosas, el lector encuentra otros que, sin dejar de ser llamativos, carecen del poder sugerente y conmovedor de los anteriores. Los hay incluso mediocres (los menos).
En virtud de tal variedad, hace ya mucho tiempo que los críticos hablan de la existencia de, al menos, tres partes en el libro. Por criterios de comodidad, se ha denominado a cada una de estas partes Primer Isaías, Segundo Isaías y Tercer Isaías. La primera abarca los capítulos Isa 1:1-31 — Isa 39:1-8 del libro; la segunda está integrada por los capítulos Isa 40:1-31 — Isa 55:1-13; y el resto del libro (Isa 56:1-12 — Isa 66:1-24) constituye la tercera parte. Ahora bien, eso no quiere decir que los poemas y oráculos de cada una de las partes correspondan exclusivamente a cada uno de los respectivos “Isaías”. En el Primer Isaías hay oráculos que, por su temática histórica, no pueden ser fechados en el siglo VIII a. C. Es casi imposible que los oráculos contra ciertas naciones se remonten al Primer Isaías; tal es el caso de los dirigidos contra Babilonia (Isa 13:1-22; Isa 14:3-23; Isa 21:1-10), Tiro y Sidón (Isa 23:1-18), los pueblos árabes (Isa 21:13-17) o Moab (Isa 15:1-9; Isa 16:1-14). Se rechaza generalmente la autoría de este primer profeta en los capítulos Isa 24:1-23 — Isa 27:1-13, y se duda de ella en Isa 33:1-24 — Isa 35:1-10. Serían textos posteriores insertados por el recopilador o recopiladores de la obra. En resumen, la mano del Primer Isaías se pone de manifiesto principalmente en los capítulos Isa 1:1-31 — Isa 11:1-16 y Isa 28:1-29 — Isa 32:1-20.
Más homogeneidad se descubre en el Segundo Isaías, a pesar de que algunos autores separen decididamente los capítulos Isa 40:1-31; Isa 41:1-29; Isa 42:1-25; Isa 43:1-28; Isa 44:1-28; Isa 45:1-25; Isa 46:1-13; Isa 47:1-15; Isa 48:1-22 de Isa 49:1-26; Isa 50:1-11; Isa 51:1-23; Isa 52:1-15; Isa 53:1-12; Isa 54:1-17; Isa 55:1-13, dado que este último grupo no contiene referencias a Babilonia ni a Ciro. La polémica contra los ídolos, frecuente en Isa 40:1-31; Isa 41:1-29; Isa 42:1-25; Isa 43:1-28; Isa 44:1-28; Isa 45:1-25; Isa 46:1-13; Isa 47:1-15; Isa 48:1-22, no reaparece en Isa 49:1-26; Isa 50:1-11; Isa 51:1-23; Isa 52:1-15; Isa 53:1-12; Isa 54:1-17; Isa 55:1-13.
Por lo que respecta al Tercer Isaías la situación es más compleja, pues contiene oráculos que tienen como telón de fondo el destierro de Babilonia o bien el período postexílico de la restauración. Por otra parte, hay algunos poemas que reflejan el estilo y las preocupaciones del Segundo Isaías, p. ej. Isa 60:1-22 — Isa 62:1-12. La crítica actual está mayoritariamente de acuerdo en que el Tercer Isaías fue obra de más de un autor.
En todo caso, la recopilación definitiva de los poemas y oráculos que llevan el nombre del gran profeta del siglo VIII a. C. tuvo probablemente lugar en el período postexílico, en un período imposible de determinar, en la segunda mitad del siglo V a. C. o quizá más tarde.
2. Marco histórico
La mención de los cuatro reyes de Judá al comienzo del libro (Isa 1:1) sitúa el ministerio del Primer Isaías (cps. Isa 1:1-31 — Isa 39:1-8) en la segunda mitad del siglo VIII a. C. El profeta hubo de vivir dramáticamente las graves situaciones políticas generadas por la guerra sirio-efraimita (a partir del 734 a. C.) y el avance imparable del ejército asirio. Intervino activamente en ambas situaciones, aconsejando a los respectivos monarcas en la toma de decisiones. El primer período de su actividad profética abarca probablemente los años 742-734 a. C., y parece que desde esta última fecha hasta la muerte del rey Ajaz (715 a. C.) se mantuvo alejado de la vida pública. Con la ascensión al trono de Ezequías, el profeta reanudó su actividad, disuadiendo al monarca de participar en las conspiraciones egipcias contra Asiria, pues esta potencia era el instrumento que el Señor había decidido utilizar para castigar a Judá. La última etapa de su actividad profética ocupó los años 705-701 a. C. Se opuso al intento de crear una coalición antiasiria, que calificó de “alianza con la Muerte” (Isa 28:15) y aconsejó calma y confianza en el Señor con ocasión del asedio de Senaquerib (701 a. C.).
La presencia del persa Ciro en Isa 44:28 y Isa 45:1 invita a situar la actividad del Segundo Isaías (cps. Isa 40:1-31 — Isa 55:1-13) durante el destierro de Babilonia (siglo VI a. C.), aunque no necesariamente en Babilonia. Hay, además, otros datos que corroboran ese período: los judaítas han sido despojados de su tierra (Isa 42:24-25) y ahora residen en territorio babilónico (Isa 48:20); Jerusalén está en ruinas (Isa 44:26-28); se vaticina el final del destierro (Isa 40:1-11), acontecimiento que se sospecha ya próximo (Isa 46:13; Isa 51:5).
El Tercer Isaías (cps. Isa 56:1-12 — Isa 66:1-24) da por supuesto que Babilonia ha caído y el imperio persa está en pleno auge. Las referencias al Templo de Jerusalén en Isa 56:7 y Isa 60:7 implicarían que ya había sido reedificado. Con tales datos en la mano, habría que decir que una gran parte de los poemas que componen esta última parte del libro (que, como se ha dicho, probablemente son obra de más de un autor) deberían ser fechados entre el 538 (edicto de Ciro) y el 444 a. C. (reconstrucción de las murallas de Jerusalén), o quizás más tarde.
3. Características literarias
Aunque el libro de Isaías es una de las cumbres poéticas del AT, no todas las partes que lo integran tienen el mismo valor literario. En la primera parte (cps. Isa 1:1-31 — Isa 39:1-8) escuchamos la voz de un portentoso poeta: poderosas imágenes, lenguaje brillante y ajustado, expresión austera y construcción magistral de algunos poemas, aunque por regla general no deja traslucir sus emociones. Las imágenes, tomadas tanto del ámbito urbano como del rural, están tan preñadas de connotaciones que, en ocasiones, resulta muy difícil aventurar una interpretación, pues de inmediato surgen en la mente del lector una o varias lecturas alternativas. Diríase que el propio profeta-poeta ha dejado voluntariamente el texto “abierto” a ulteriores lecturas y aplicaciones de las imágenes.
El Segundo Isaías carece de la maestría estilística del Primero, aunque es mucho más emotivo y apasionado, y construye sus poemas con una retórica desbordante y unas imágenes brillantes.
El estilo del Tercer Isaías se acerca al del Segundo, aunque evidencia características más visionarias y desarrolla magistralmente algunos símbolos arquetípicos, como el de la luz y el agua. En líneas generales puede decirse que conforme se avanza en el libro va disminuyendo paulatinamente la densidad y el vigor poéticos.
4. Claves de lectura
a) Primer Isaías. El Primer Isaías está dominado por el sentimiento de la santidad de Yahvé, el Señor. Es probable, aunque no seguro, que el término hebreo que se suele traducir por “santidad” implique originariamente la idea de separación física. El capítulo seis sorprende por la exaltación de la majestuosa santidad del Señor, una santidad que une trascendencia y pureza moral, en contraposición a la indignidad del ser humano. El Primer Isaías, que en el tratamiento de la santidad de Yahvé dejó su huella en el resto del libro, vinculó estrechamente santidad y justicia divinas. Aun así, el Primer Isaías nunca habla, como lo harán el Segundo y el Tercero, de la unicidad del Señor, nunca dice que no existen dioses fuera del Dios de Israel.
Otro aspecto teológico que destaca en la primera parte del libro es el de la fragilidad del ser humano, que con frecuencia lleva a este a cometer errores de perspectiva y de actuación (pecado), dinámica esta que lo separa decididamente del Señor. El ser humano se muestra rebelde y neciamente arrogante cuando no es capaz de conocer los designios del Señor (Yahvé) o cuando toma decisiones sin contar con él. A esta rebeldía y a esta arrogancia se contrapone la fe, la sosegada confianza en el Señor y sus designios (Isa 7:9; Isa 28:16; Isa 30:15). Aunque el Primer Isaías está convencido de que la rebeldía de la nación va a traer consigo una destrucción masiva del territorio, como castigo del Señor, no pretende enterrar la esperanza de la gente apegada a la fe yahvista, y así desarrolla una teología del resto, de un núcleo fiel del que dependerá el futuro del país. La doctrina del resto de Israel será posteriormente cultivada con mimo tanto en el Judaísmo como en el Cristianismo.
El profeta de la primera parte del libro apunta la temática de la naturaleza inconmovible e inviolable de Sión, sólida morada terrena del Señor (Isa 2:1-5; Isa 4:2-6; Isa 10:32-34; Isa 14:32; Isa 18:7; Isa 24:23; Isa 25:6-8; Isa 29:1-8; Isa 31:4-5; Isa 33:17-24). Como es natural, esta temática tendrá escaso eco en el Segundo y el Tercer Isaías, que escribieron después de la dramática destrucción de la capital (589 a. C.), algo incomprensible desde la teología de Sión. El carácter inviolable de Jerusalén, por una parte, y la decepcionante experiencia de la monarquía, por otra, nutrieron sin duda el mesianismo del Primer Isaías. Textos como Isa 7:13-14; Isa 9:2-7; Isa 11:1-9, a pesar de referirse en su momento a algún rey de carne y hueso, contienen los elementos ideales y las inconcreciones históricas suficientes como para convertirse en materiales literarios aplicables a ulteriores diseños de los componentes de un rey ideal futuro, definido principalmente por el ejercicio de la justicia. Por tanto, habrá que hablar más del mesianismo de los textos que del mesianismo del propio profeta.
b) Segundo Isaías. En el Segundo Isaías son características sus poderosas reflexiones sobre la fusión, en el designio del Señor, de los conceptos de creación, tiempo e historia. La creación no es una acción primordial infechable, perdida entre las nieblas de un pasado remoto e inconcreto. Para el profeta de la segunda parte del libro, el acto creador se caracteriza por su eficaz continuidad en el tiempo y en la historia. Cuando trata de describir la restauración del pueblo de Israel tras su purificación en el destierro, el Segundo Isaías recurre indefectiblemente a la teología de la creación: la naturaleza del Creador se manifiesta en la recreación del pueblo. Resultaría, pues, incorrecto distinguir entre creación e historia, entre creación y salvación, como dos ámbitos contrapuestos de la actuación del Señor.
Encontramos también en esta parte del libro las primeras formulaciones claramente monoteístas del AT. El monoteísmo queda reflejado con evidencia en textos como Isa 43:10; Isa 44:6; Isa 45:5; Isa 45:22; Isa 46:9; Isa 48:12. La idea monoteísta aparece en diferentes contextos: recreación-restauración del pueblo, dominio del Señor sobre la historia, capacidad para predecir el futuro (que él mismo ha diseñado de antemano) y polémica antiidolátrica.
Otro de los rasgos característicos del Segundo Isaías es su insistencia en la vuelta a Jerusalén de los desterrados en Babilonia. El caudal de imágenes utilizado por el poeta (desierto transformado en vergel por manantiales, una espaciosa calzada atravesando la estepa, etc.) ha dado pie a que numerosos intérpretes del libro de Isaías hayan caracterizado como Segundo Éxodo las descripciones poéticas de la vuelta de los israelitas a Judá, en el sentido de que la salida de Egipto hacia la tierra de Canaán es el prototipo utilizado por el Segundo Isaías para describir la salida de Babilonia y el camino de regreso a la patria. Pero no es segura esta interpretación; en realidad, el desierto y la estepa, mencionados frecuentemente por nuestro profeta, pueden ser simples imágenes del territorio israelita devastado y asolado tras la destrucción y la deportación llevadas a cabo por el ejército neobabilónico.
Tal vez los textos más conocidos y debatidos del Segundo Isaías sean los relativos al Siervo del Señor o Siervo de Yahvé (Isa 42:1-9; Isa 49:1-6; Isa 50:4-9; Isa 52:13 — Isa 53:12), aunque se sigue discutiendo sobre la extensión concreta de los dos primeros. Continúa en la actualidad el debate sobre la naturaleza de ese misterioso Siervo. Aunque la primera vez que aparece este título en Isa 41:8 (fuera de los cuatro textos mencionados), el poeta se refiere explícitamente al propio pueblo de Israel, los estudiosos siguen sin ponerse de acuerdo sobre la identidad del Siervo para el que se proponen varias posibilidades de identificación: el pueblo rescatado tras el sufrimiento del destierro; el persa Ciro que posibilitó la vuelta de los desterrados; una personalidad israelita bien de carácter profético (Moisés, el propio Segundo Isaías, Jeremías, Ezequiel) o bien de tipo regio-mesiánico (David, Ezequías, Josías, Zorobabel). Dado el carácter escurridizo de esta enigmática figura, hay finalmente quien opina que no se trata de un personaje histórico, sino del diseño literario de una forma de ser y estar el pueblo ante el Señor dando a la figura del Siervo una dimensión mesiánica. Desde este último punto de vista, resultaría lógica la decisión de los escritores del NT de aplicar a Jesús las características propias de este enigmático personaje. Pero el debate sigue abierto, como abiertos a distintas interpretaciones están los textos que nos hablan del Siervo del Señor.
c) Tercer Isaías. Los capítulos conocidos como Tercer Isaías (Isa 56:1-12 — Isa 66:1-24) constituyen una obra compleja, de características teológicas menos perfiladas que las de los capítulos Isa 1:1-31 — Isa 39:1-8 y Isa 40:1-31 — Isa 55:1-13. Junto a las claras preocupaciones de tipo restauracionista y a algunos despuntes utópicos cercanos a la apocalíptica, la obra del Tercer Isaías manifiesta sobre todo un interés cultual orientado a la definición de los rasgos que deben caracterizar el auténtico culto. El comienzo (Isa 56:1-8), por ejemplo, hace hincapié en algunas normativas de tipo cultual, algo extraño a los intereses teológicos de los capítulos precedentes. Pero todo tiene su explicación. Parece ser que los primeros momentos del período de restauración no se caracterizaron por la pureza que exigía la nueva situación; al contrario, se multiplican los datos negativos: corrupción de las autoridades, reducción del culto a meros formulismos; persistencia de prácticas idolátricas; divisiones entre los partidarios de renovar el culto tradicional en todo su esplendor y quienes insistían en la necesidad de solucionar los problemas más urgentes desde las exigencias éticas presentes en la tradición yahvista. Así las cosas, es fácil descubrir la presencia de dos grupos contrapuestos: los que habían vuelto de Babilonia y los que habían permanecido en territorio israelita, cada uno de los cuales se consideraba el verdadero Israel, al tiempo que acusaba al otro de sincretismo y contaminación religiosa. El profeta o profetas responsables de la última parte del libro tratan de abordar esta problemática apoyándose en el espíritu de las dos primeras partes.
Desde esta perspectiva resulta lógica la presencia de Isa 63:7 — Isa 64:12, uno de los textos más conmovedores de todo el AT donde se recurre apasionadamente al Señor para que intervenga y libere a su pueblo.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Isa 1:1-31; Isa 2:1-22; Isa 3:1-26; Isa 4:1-6; Isa 5:1-30; Isa 6:1-13; Isa 7:1-25; Isa 8:1-22; Isa 9:2-21; Isa 10:1-34; Isa 11:1-16; Isa 12:1-6; Isa 13:1-22; Isa 14:1-32; Isa 15:1-9; Isa 16:1-14; Isa 17:1-14; Isa 18:1-7; Isa 19:1-25; Isa 20:1-6; Isa 21:1-17; Isa 22:1-25; Isa 23:1-18; Isa 24:1-23; Isa 25:1-12; Isa 26:1-21; Isa 27:1-13; Isa 28:1-29; Isa 29:1-24; Isa 30:1-33; Isa 31:1-9; Isa 32:1-20; Isa 33:1-24; Isa 34:1-17; Isa 35:1-10; Isa 36:1-22; Isa 37:1-38; Isa 38:1-22; Isa 39:1-8 : Primera Parte: Sobre esta primera parte de la profecía de Isaías, ver Introducción general al libro. La mayor parte de este material profético son poemas en verso. Sólo algunos pasajes aislados y los cuatro capítulos finales (Isa 36:1-22; Isa 37:1-38; Isa 38:1-22; Isa 39:1-8), que son de carácter histórico y coinciden en buena parte con 2Re 18:1-37; 2Re 19:1-37; 2Re 20:1-21, están en prosa.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Ose 1:1; Miq 1:1.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— Visión… reyes de Judá: El término visión remite a la actividad del “vidente”, que en determinados casos es sinónimo de “profeta” (ver Isa 29:10; 2Sa 24:11; Amó 7:12). La mención de los cuatro reyes de Judá sitúa el ministerio profético del Primer Isaías en pleno siglo VIII a. C.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Isa 1:1-31; Isa 2:1-22; Isa 3:1-26; Isa 4:1-6; Isa 5:1-30; Isa 6:1-13; Isa 7:1-25; Isa 8:1-22; Isa 9:2-21; Isa 10:1-34; Isa 11:1-16; Isa 12:1-6 : Oráculos sobre Judá e Israel: Esta recopilación de oráculos se caracteriza por su perspectiva negativa: la invasión asiria es algo más que una lejana amenaza; el hostil reino de Damasco está en su apogeo. Sin embargo, no faltan los destellos positivos de esperanza que sólo podrá cuajar en hechos concretos si el pueblo hace realidad su fe y su confianza en el Señor.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
El profeta y su tiempo
Isaías significa “Yahweh (es) salvación”, nombre muy apropiado para el “profeta evangélico”. La lista de reyes indica que profetizó durante no menos de 40 años, desde c. 740 a. de J.C., -último año de Uzías (cf. 6:1)-, hasta algún tiempo después del sitio de Jerusalén en el año 701 a. de J.C., en la época de Ezequías cuyo reinado continuó hasta 687/6 a. de J.C.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
ISAIASSirvió como un profeta de Judá desde 740-681 a.C.Ambiente de la época: La sociedad sufría grandes trastornos. Bajo el reinado de Acaz y Manasés el pueblo se volvió idólatra e incluso se llegó a sacrificar niños.Mensaje principal: A pesar del inevitable castigo a través de otras naciones, el pueblo pudo seguir disfrutando una relación especial con Dios.Importancia del mensaje: A veces tenemos que sufrir el castigo y la disciplina antes de que Dios nos restaure.Profetas contemporáneos: Oseas (753-715) Miqueas (742-687)1.1 Isaías profetizó durante el tiempo en que Israel estaba dividida en dos reinos: Israel en el norte y Judá en el sur. El reino del norte pecó en gran manera contra Dios y el reino del sur iba en la misma dirección: perversión de la justicia, opresión al pobre, alejamiento de Dios para ir en pos de los ídolos y la búsqueda de ayuda militar en las naciones paganas en lugar de buscarla en Dios. Isaías llegó primero como profeta a Judá, pero su mensaje también fue para el reino del norte. Algunas veces «Israel» se refiere a los dos reinos. Isaías llegó a ver la destrucción y el cautiverio del reino del norte en 722 a.C. Así que su ministerio comenzó con una advertencia.1.2-4 Aquí «Israel» se refiere al reino del sur, Judá. El pueblo de Judá estaba pecando en gran manera y no quería conocer ni entender a Dios. A través de Isaías, el Señor presentó sus cargos contra Judá debido a que se rebelaron y lo abandonaron (Deuteronomio 28). Con la violación del pacto moral y espiritual se buscaban el castigo. Dios les dio prosperidad y no lo sirvieron. Les envió advertencias y no quisieron oír. El fuego del juicio caería sobre ellos (véase 1.7).1.4-9 Mientras el pueblo de Judá siguiera pecando, no tendría la ayuda de Dios y estaría aislado. Cuando se sienta solo y separado de Dios, recuerde que El no lo abandona. Nuestros pecados nos separan de El. La única cura segura para esta clase de soledad es la restauración de las relaciones con Dios mediante confesión de pecado, obediencia a sus mandatos y comunicación regular con El (véanse Psa 140:13; Isa 1:16-19; 1Jo 1:9).1.7 ¿Se estaba produciendo esta destrucción en ese tiempo? A Judá la atacaron muchas veces durante la vida de Isaías. Ser comidos (devastados) por extranjeros era el peor tipo de castigo. Quizás este versículo sea una ilustración de los resultados de estas invasiones o una predicción de la invasión asiria que sufriría Israel. Es muy probable que señale la futura invasión de Judá por los babilonios así como la caída de Jerusalén en 586 a.C.1.9 Sodoma y Gomorra fueron dos ciudades que Dios destruyó completamente debido a su gran maldad (Gen 19:1-25). Se mencionan en otras partes de la Biblia como ejemplo del castigo de Dios por el pecado (Jer 50:40; Eze 16:46-63; Mat 11:23-24; Jud 1:7). Quedaría «un resto pequeño» de sobrevivientes que Dios perdonaría porque eran fieles.1.10 Isaías comparó a los gobernantes y pueblo de Judá con los gobernantes y pueblos de Sodoma y Gomorra. Para escuchar lo que Dios quería decir, el pueblo tenía que prestar atención y estar dispuesto a obedecer. Cuando no entendamos el mensaje quizás se deba a que no prestamos atención ni esperamos que El nos hable.1.10-14 Dios estaba descontento con los sacrificios, pero no revocaba el sistema de sacrificios que inició con Moisés. Por el contrario, estaba haciendo un llamado a una fe y devoción sinceras. Los líderes cumplían con mucho cuidado los tradicionales sacrificios y ofrendas en las celebraciones santas, pero seguían siendo infieles a Dios en sus corazones. Los sacrificios debían ser una señal externa de fe interna, pero si faltaba la fe en Dios, las señales externas serían vacías. Entonces, ¿por qué continuaron ofreciendo sacrificios? Como muchos en la actualidad, depositaban más fe en los rituales de su religión que en el Dios que adoraban. Examine sus propias prácticas religiosas: ¿surgen de su fe en el Dios viviente? Dios no se complace de nuestras expresiones externas si falta la fe interna (véanse Deu 10:12-16; 1Sa 15:22-23; Psa 51:16-19; Hos 6:6).1.13 «Luna nueva y día de reposo» se refieren a ofrendas mensuales (Num 28:11-14) y días de reposo semanales y anuales especiales durante el Día de Expiación y la Fiesta de los Tabernáculos (Lev 16:31; Lev 23:34-39). Véase una lista de todas las fiestas en el cuadro de Levítico 23. A pesar de que el pueblo no se avergonzaba por sus pecados, continuaba ofreciendo sacrificios por el perdón. Las ofrendas y los sacrificios no significan nada ante Dios cuando surgen de un corazón corrupto. Dios quiere que lo amemos, confiemos en El y nos apartemos del pecado. Después de esto, El se agradará de nuestros «sacrificios» de tiempo, dinero y servicio.1.18 Grana o carmesí era el color rojo intenso de una tintura que virtualmente era imposible sacar de la ropa. Tal vez las manos ensangrentadas de los homicidas se visualizaban aquí (véase 1.15, 21). Asimismo, la mancha del pecado parece ser permanente. Sin embargo, Dios puede quitar la mancha del pecado de nuestra vida tal y como lo prometió a los israelitas. No tenemos que ir por la vida manchados para siempre. La Palabra de Dios nos asegura que si estamos dispuestos y somos obedientes, Cristo nos perdonará y arrancará nuestras manchas más indelebles (Psa 51:1-7).1.21, 22 La «ciudad fiel» se refiere a Jerusalén, que representa a toda Judá. Dios compara la conducta de su pueblo a la de una ramera. El pueblo dio las espaldas a la adoración del Dios verdadero para adorar ídolos. Su fe era pobre, impura y adulterada. La idolatría, ya sea externa o interna, es adulterio espiritual, pues el idólatra viola su compromiso con Dios por ir tras otra cosa. Jesús llamó adúlteros a la gente de sus días, aun cuando eran estrictos en lo religioso. La Iglesia es la «Esposa» de Cristo (Rev 19:7) y por la fe podemos revestirnos con su justicia. ¿Se ha vuelto impura su fe? Pida a Dios que lo restaure. Mantenga su devoción a El fuerte y pura.1.25 Dios prometió refinar a su pueblo como un metal en una fundición. Este proceso requiere fundir el metal y limpiarlo de escorias hasta que el trabajador vea su propia imagen en el metal líquido. Debemos tener la disposición de someternos a Dios, permitiéndole limpiar nuestro pecado o nuestra imperfección hasta que reflejemos su imagen.1.29, 30 A través de la historia, la encina ha sido un símbolo de fortaleza, pero el pueblo las adoraba. Ezequiel menciona que las arboledas de encinas se usaban como lugares de adoración idolátrica (Eze 6:13). ¿Es usted devoto de los símbolos de fortaleza y poder que se oponen a Dios, queriendo tomar el lugar de El en su vida? ¿Posee intereses y compromisos donde su amor por ellos linda con la adoración? Que Dios sea su primera lealtad. Todo lo demás desaparecerá con el tiempo y se consumirá bajo su escrutinio.1.31 Una chispa en la estopa enciende un fuego rápido y devorador. Dios compara a los hombres fuertes cuyas malas acciones los devoran hasta arder como la estopa. Nuestras vidas pueden destruirse pronto por una pequeña pero mortal chispa de maldad. ¿Qué peligros de «incendios» potenciales debe retirar de su vida?
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
NOTAS
(1) “Isaías.” Heb.: Yescha·‛eyá·hu, que significa: “Salvación de Jehová”; LXXBagster(gr.): He·sa·í·as; lat.: I·sa·í·ae (de I·sa·í·as).
(2) Que significa: “Fuerte”. Heb.: ’A·móhts.
(3) Que significa: “Mi Fuerza Es Jehová”. Heb.: ‛Uz·zi·yá·hu.
(4) Que significa: “Jehová Es Perfecto”; o: “Que Jehová Complete”. Heb.: Yoh·thám.
(5) Que significa: “Él [Jehová] Ha Asido”. Heb.: ’A·jáz.
(6) Que significa: “Jehová Fortalece”. Heb.: Yejiz·qi·yá·hu.
REFERENCIAS CRUZADAS
a 0 Núm 12:6; Job 33:15; Amó 3:7
b 1 2Cr 32:32
c 2 2Cr 26:22; Isa 6:1
d 3 2Cr 27:1
e 4 2Cr 28:1
f 5 2Re 19:2; 2Cr 29:1; 2Cr 32:20
g 6 Mat 1:9
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Visión. La palabra hebrea empleada aquí destaca la fuente divina del mensaje de Isaías.
Isaías. Véase Vista Panorámica.
concerniente a Judá. El mensaje de Isaías iba destinado al reino del sur, Judá. Por tanto no se menciona aquí ningún rey del reino del norte, Israel.
Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías. Estos cuatro reyes reinaron en Jerusalén entre 792 y 686 a.C.
Fuente: La Biblia de las Américas
INTRODUCCIÓN AL LIBRO DE ISAÍAS
AUTOR: IsaíasFecha: 740-680 a.C.
El profeta Nacido en un hogar influyente de la clase alta, Isaías se codeaba con la familia real y servía de consejero en cuestiones de relaciones exteriores para la nación. Si bien generalmente se burlaban de él, Isaías advirtió al pueblo vigorosamente contra las alianzas extranjeras y exhortó a Judá a confiar en Dios (Isa 7:4; Isa 30:1-17). También denunció los males sociales de su día, no porque fuera un reformador social, sino porque consideraba esos abusos como síntomas de decadencia espiritual (Isa 1:3-9; Isa 58:6-10). Después de haber vivido la mayor parte de su vida en Jerusalén, la tradición dice que Isaías sufrió el martirio durante el reinado de Manasés (696-642), siendo aserrado en dos dentro de un tronco hueco (cp. Heb 11:37).
Los tiempos Durante la última mitad del siglo VII Judá, al parecer, estaba a punto de seguir el ejemplo de apostasía de las diez tribus del norte de Israel (que caerían en manos de Asiría en el año 722). El rey Acaz insensatamente procuraba la protección de Asiría, a pesar de que Isaías le había dicho que muy pronto el Reino del Norte caería en manos de los asirios (Isa 8:3-4). Ezequías, el hijo piadoso de Acaz, estableció reformas espirituales pero buscó la ayuda de Egipto en sus relaciones internacionales. Egipto cayó en manos de Senaquerib de Asiría y únicamente por la intervención divina Judá se libró de correr la misma suerte (Isa 37:36-37). Manasés reinstituyó las prácticas idólatras durante su reinado e Isaías advirtió a la nación acerca del inevitable cautiverio babilónico. También aseguró que habría una preservación del pueblo y una restauración de la nación.
Composición Ha habido mucha polémica tocante a la composición de los capítulos Isa 40:1-31 – Isa 66:1-24. Algunos atribuyen esa sección a un supuesto «Deutero-Isaías» que vivió por el año 540 a.C. (después del cautiverio babilónico). Otros ven un «Trito-Isaías» quien escribió los capítulos Isa 56:1-12 – Isa 66:1-24. Todavía hay otros que ven interpolaciones y composiciones editoriales que se añadieron al texto en el siglo I a.C., una teoría difícil de mantener cuando se toma en cuenta el hallazgo del manuscrito de Isaías en Qumrán fechado en el siglo II a. C.
Esas sugerencias pretenden eliminar el elemento sobrenatural necesario en la profecía predictiva. De ahí que el cautiverio en Babilonia y la restauración bajo un rey persa (con la mención específica de Ciro) no son considerados como predicciones hechas 150 años antes de que sucediesen esos acontecimientos, sino como hechos registrados después de haber sucedido. Pero aún si se aceptara esa conclusión, eso no cancelaría la profecía predictiva. El nombre del rey Josías fue predicho por un profeta tres siglos antes de su época (1Re 13:2) y Belén se menciona como el lugar de nacimiento del Mesías siete siglos antes de que ocurriera (Miq 5:2). Además, hay profecía predictiva en los capítulos Isa 1:1-31 – Isa 39:1-8 de Isaías (véase Isa 7:16; Isa 8:4; Isa 8:7; Isa 37:33-35; Isa 38:8 para profecías cumplidas poco después de anunciadas y Isa 9:1-2; Isa 13:17-20 para profecías que contemplaban un futuro más lejano).
Si «Deutero-Isaías» vivió en Babilonia, como afirman algunos, demostró un conocimiento pobre de la geografía de Babilonia pero una compenetración sobresaliente de Palestina (Isa 41:19; Isa 43:14; Isa 44:14). Se afirma también que las diferencias lingüísticas y de estilo sólo se explican si se acepta que hubo diferentes autores, una teoría que, si se aplica a Milton, Goethe, Shakespeare o Cervantes, habría que concluir que muchos de sus escritos eran espurios. Por el contrario, se pueden señalar 40 ó 50 oraciones y frases que aparecen en ambas secciones del libro y que, por lo tanto, arguyen en favor de un solo autor (cp. Isa 1:20 con Isa 40:5 y Isa 58:14; Isa 11:6-9 con Isa 65:25; Isa 35:6 con Isa 41:18, etc.).
Defender la existencia de dos o más autores para este libro también contradice la evidencia del Nuevo Testamento. Citas tomadas de los capítulos Isa 40:1-31 – Isa 66:1-24 se encuentran en Mat 3:3; Mat 12:17-21; Luc 3:4-6; Hch 8:28; Rom 10:16; Rom 10:20 y todas se atribuyen a Isaías. Además, en Jua 12:38-41, se citan Isaías Isa 6:9-10 y Isa 53:1 uno seguido del otro y ambos se atribuyen a Isaías que vio al Señor en el Templo en la visión del capítulo Isa 6:1-13. Por lo tanto, debe concluirse que el mismo autor fue responsable de la composición de todo el libro y que ninguna porción de este fue escrita en tiempos del cautiverio babilónico.
Contenido Isaías ha sido frecuentemente llamado «el profeta evangélico» por lo mucho que dice tocante a la obra redentora del Mesías. Hay más tocante a la persona y a la obra del Mesías en Isaías que en ningún otro libro del Antiguo Testamento. Por consiguiente, hay muchos pasajes importantes y favoritos entre los creyentes tales como Isa 1:18; Isa 2:4; Isa 6:3; Isa 6:8; Isa 7:14; Isa 9:6-7; Isa 11:9; Isa 26:3; Isa 35:1; Isa 40:3; Isa 48:16; capítulo Isa 53:1-12; Isa 55:1; Isa 57:15; Isa 61:1-3.
BOSQUEJO DE ISAÍAS
Primera Parte: Denuncia, Isa 1:1 –Isa 39:8
I) Denuncia contra Judá, Isa 1:1 – Isa 12:6
A) La condenación de Judá, Isa 1:1 –Isa 5:30
1. El sobrescrito, Isa 1:1
2. La acusación de Dios, Isa 1:2-23
3. La promesa de Dios de la restauración después del juicio, Isa 1:24-31
4. La gloria del reino futuro, Isa 2:1-4
5. La purificación, Isa 2:5 –Isa 4:1
6. El reino mesiánico, Isa 4:2-6
7. La parábola de la viña, Isa 5:1-30
B) La comisión de Isaías, Isa 6:1-13
C) La venida del Mesías, Isa 7:1 –Isa 12:6
1. La señal de Emanuel, Isa 7:1-25
2. La señal de Maher-salal-hasbaz, Isa 8:1-22
3. La señal del Mesías, Isa 9:1-7
4. El juicio de Samaría, Isa 9:8 –Isa 10:4
5. La retribución (de Asiría) y el regreso (de Israel), Isa 10:5-34
6. El reinado del tronco de Isaí, Isa 11:1-16
7. Un himno de alabanza, Isa 12:1-6
II) Las denuncias contra otras naciones, Isa 13:1 –Isa 23:18
A) Contra Babilonia, Isa 13:1 –Isa 14:23
B) Contra Asiría, Isa 14:24-27
C) Contra Filistia, Isa 14:28-32
D) Contra Moab, Isa 15:1 –Isa 16:14
E) Contra Damasco (Siria) y su aliado, Israel, Isa 17:1-14
F) Contra Etiopía, Isa 18:1-7
G) Contra Egipto, Isa 19:1 –Isa 20:6
H) Contra Babilonia, Isa 21:1-10
I) Contra Edom, Isa 21:11-12
J) Contra Arabia, Isa 21:13-17
K) Contra Jerusalén, Isa 22:1-25
L) Contra Tiro, Isa 23:1-18
III) La tribulación futura y el reino (el Apocalipsis de Isaías), Isa 24:1 – Isa 27:13
A) Los juicios de la tribulación, Isa 24:1-23
B) Los triunfos de la era del Reino, Isa 25:1-12
C) La alabanza en el Reino, Isa 26:1-21
D) Israel en el Reino, Isa 27:1-13
IV) La denuncia contra Israel y Judá (ayes y bendiciones), Isa 28:1 – Isa 35:10
A) Ay contra Samaría, Isa 28:1-29
B) Ay contra Judá, Isa 29:1 –Isa 31:9
1. Por su hipocresía, Isa 29:1-24
2. Por su alianza con Egipto, Isa 30:1 – Isa 31:9
C) El Mesías y Su Reino, Isa 32:1-20
D) Asiría y su destrucción, Isa 33:1-24
E) Armagedón y sus juicios, Isa 34:1-17
F) El Reino y sus bendiciones, Isa 35:1-10
V) Denuncia contra Senaquerib, Isa 36:1 – Isa 39:8
A) La burla de Asiría, Isa 36:1-22
B) La verdad de Dios, Isa 37:1-7
C) La amenaza de Asiría, Isa 37:8-35
D) El triunfo sobre Asiría, Isa 37:36-38
E) La enfermedad de Ezequías, Isa 38:1-22
F) La insensatez de Ezequías, Isa 39:1-8
Segunda Parte: Consolación, Isa 40:1 –Isa 66:24
I) La grandeza de Dios, Isa 40:1 –Isa 48:22
A) En su liberación de Judá del cautiverio, Isa 40:1-11
B) En relación con la creación, Isa 40:12-31
C) En comparación con los ídolos, Isa 41:1-29
D) En Su provisión para Su Siervo, Isa 42:1-25
E) En Su restauración de Israel, Isa 43:1 – Isa 44:28
F) En Su uso de Ciro, Isa 45:1-25
G) En Su juicio de Babilonia, Isa 46:1 – Isa 47:15
H) En Su liberación de Judá del cautiverio babilónico, Isa 48:1-22
II) La salvación del Mesías-Siervo, Isa 49:1 – Isa 57:21
A) El Siervo comisionado, Isa 49:1-26
B) El Siervo contrastado con el Israel desobediente, Isa 50:1-11
C) El remanente consolado y exhortado, Isa 51:1 –Isa 52:12
D) El sufrimiento y el triunfo del Siervo, Isa 52:13 –Isa 53:12
E) La salvación a través del Siervo, Isa 54:1 –Isa 57:21
1. El canto de salvación, Isa 54:1-17
2. La invitación de salvación, Isa 55:1-13
3. Las bendiciones mesiánicas impartidas a los gentiles, Isa 56:1-8
4. La condenación de los que rehúsan la salvación, Isa 56:9 – Isa 57:21
III) El programa de Dios por la paz, Isa 58:1 – Isa 66:24
A) El contraste entre la verdadera y la falsa adoración, Isa 58:1-14
B) El trato con el pecado, Isa 59:1-21
1. La descripción del pecado de Israel, Isa 59:1-8
2. La confesión del pecado por Israel, Isa 59:9-15
3. La limpieza del pecado de Israel, Isa 59:16-21
C) La gloria de Israel en el reino mesiánico, Isa 60:1-22
D) El ministerio de paz del Mesías durante ambos advenimientos, Isa 61:1-11
E) La restauración de Israel, Isa 62:1-12
F) Los requisitos para las bendiciones, Isa 63:1 –Isa 65:16
1. El juicio de los enemigos de Dios, Isa 63:1-6
2. La confesión del pueblo de Dios, Isa 63:7 –Isa 64:12
3. El arrepentimiento del pecado, Isa 65:1-16
G) Las características del Reino, Isa 65:17-25
H) La condenación de la hipocresía, Isa 66:1-6
I) El renacimiento de Israel, Isa 66:7-9
J) El regocijo de las bendiciones futuras, Isa 66:10-24
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Uzías. Un buen rey (conocido también como Azarías) quien reinó desde 791 al 740 a.C. (cp. Isa 6:1).
Jotam también fue un buen rey (750-736, incluyendo una corregencia con Uzías).
Acaz, un rey malvado e idólatra, reinó 736-716; Ezequías (716-687) auspició una reforma religiosa.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Lit., vio
Fuente: La Biblia de las Américas
[3] No me hizo caso.[4] Han abandonado la alianza hecha con Dios.[8] Y entregada al pillaje.[13] Ofrecido con un corazón desviado.[14] Dios no pide el sacrificio exterior, sino el interior. Num 28, 11-15.[27] Después del castigo, se anuncia la justicia como obra reconciliadora de Dios.[29] Lugares para los sacrificios y ritos cananeos de fecundidad.