Comentario de Isaías 7:2 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

 EN CONTEXTO

Emanuel: Dios con nosotros

«He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel». Durante la época de Navidad, este versículo se vuelve común en nuestro vocabulario (Isa 7:14). En la mayoría de las festividades propias de la época se recita este versículo, y se explica el significado de la palabra Emanuel: «Dios con nosotros». En el evangelio de Mateo se recuerda cómo se cumplió esta profecía en el nacimiento de Cristo (Mat 1:23). Pero aún quedan preguntas sobre esta profecía. Por ejemplo, ¿cómo pudo ser una señal para Acaz el nacimiento de Jesús?

Algunas veces, puede resultar complicado descifrar una profecía bíblica. Este es uno de esos casos. Los cristianos han interpretado esta profecía de diferentes maneras. Algunos creen que la «virgen anónima» puede ser una madre de la realeza, específicamente la mujer de Acaz. De este modo, el niño sería Ezequías, el sucesor de Acaz. Él pudo ser una señal para Acaz de que Dios tenía todo bajo control. El Señor estaba con Acaz y podía salvar a Judá de los enemigos que lo rodeaban facultando a su hijo para que heredara el trono (Isa 7:1-3). Aún así, la referencia al niño que come «mantequilla y miel» era una predicción del eventual dominio asirio sobre Judá.

Otros han identificado a la esposa de Isaías, «la profetisa» de Isa 8:3, con la «virgen». Ella era una mujer joven en edad de casarse, otro significado para la palabra hebrea que se traduce virgen. En este caso, el hijo sería Maher-salal-hasbaz. De acuerdo con esta perspectiva, los dos nombres de los niños Maher-salal-hasbaz que significan «el despojo se apresura, la presa se precipita», y Emanuel que significa «Dios con nosotros», simbolizan el juicio y la salvación. En efecto, Isaías describe a sus hijos como «señales» para la nación» (Isa 8:18) y entrega una profecía similar por este hijo (compárese Isa 7:16 con Isa 8:4).

Algunos citan el paralelo entre la profecía de «la virgen concebirá» y el milagroso nacimiento de Jesús como prueba de que esta profecía sólo se cumplió con el nacimiento de Jesús. María era la madre virgen, y el nacimiento de Jesús es una señal de la salvación de Dios. Su nombre sería Emanuel: «Dios con nosotros», porque Jesús es el hijo de Dios y ha vivido entre nosotros (Mat 1:23). De acuerdo con esto, la profecía de Isaías no se cumplió sino hasta el nacimiento de Jesús (Mat 1:18-25).

No es inusual para las profecías bíblicas tener un nivel de realización en un futuro inmediato, y una realización completa muchos años después en la persona y obra del Salvador Jesús. De este modo, el embarazo de la nueva mujer de Isaías y el nacimiento de su hijo (Isa 8:3) podría haber sido una señal para Acaz. Sin embargo, esta pudo ser una manera de cumplir esta profecía, pero no la principal. La profecía sólo se cumplió completamente con la venida del Hijo de Dios a la tierra. Él es el único niño que puede ser llamado Admirable, Consejero y Príncipe de Paz (Isa 9:6).