Biblia

Comentario de Isaías 7:10 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Isaías 7:10 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Jehovah volvió a hablar a Acaz diciendo:

Habló también habló Jehová. Isa 1:5, Isa 1:13; Isa 8:5; Isa 10:20; Ose 13:2.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Mientras que la profecía de Isaías estaba principalmente dirigida al rey Acaz, también estaba dirigida a otros en v. Isa 7:13.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

La señal de Emanuel. 11, 12 El ofrecer cualquier prueba que Acaz quisiera nombrar no deja lugar a dudas de que el llamado a la fe era (y es) en primer lugar un llamado a la voluntad (cf. Juan 7:17). El hacer caso omiso del ofrecimiento era rechazar de plano a Dios, pero Acaz ya había tomado una decisión. La fe no jugaba ningún papel en su religión (2 Rey. 16:3, 4, 10-20) ni en su política. Tras la pulida conversación religiosa (v. 12; cf. Deut. 6:16) se escondía un plan para jugarles una treta a sus enemigos aliándose con el mayor de ellos (cf. 2 Rey. 16:7-10). Isaías aclara perfectamente en el v. 17, reforzado por los vv. 18-25, la clase de amigo que habría de resultar Asiria.

13 ss. Mientras tanto, Dios tenía su propia señal, para una mayor audiencia que la de Acaz (el os de los vv. 13, 14 en plural, para toda la dinastía de David), y con un alcance mayor que una simple muestra de poderío. Los detalles concurrentes en parte tranquilizan (vv. 15, 16), en parte advierten (v. 17); la leche cuajada y miel es algo enigmático, como símbolo de abundancia natural (cf. v. 22; Exo. 3:8) pero al mismo tiempo de una tierra despoblada (v. 22b), incultivada (cf. 23-25). Pero el corazón de la señal es Emanuel. No se dice quién es; aparecerá en 9:6, 7; 11:1-5. Basta, por ahora, que mientras el rey recurre a un ejército, Dios tiene su mirada puesta en el nacimiento de un niño (cf. Gén. 17:19).

Mucho se ha discutido sobre de qué manera la señal encaja con la crisis. Como una directa profecía de Cristo (cf. Mat. 1:22, 23), pareciera demasiado remoto hablarle a Acaz; no obstante, la señal era para la amenazada casa de David (v. 13; ver párrafo anterior), y la visión de un príncipe venidero fue tranquilizante. Cf. 37:30; Exo. 3:13; Rom. 4:11, por señales que confirman la fe más que forzarla. Ver también sobre 8:1-4. Pero bien pudo Dios descorrer el velo de la distante escena echando mano a lo cercano. Algunos sugieren que la señal tuvo vigencia inmediata en: a) el tiempo indicado los pocos años desde la concepción de un niño ahora, hasta alcanzar la edad de tomar decisiones, v. 16; o b) el nombre “Dios (es) con nosotros” que una madre contemporánea quisiera darle a su hijo, lo contrario a Icabod (cf. 1 Sam. 4:21); o c) la jerarquía, si anunciaba un nacimiento de la realeza, que tiende a ser un presagio de esperanza. (Pero cualquiera sea la estimación que se haga este niño no podía ser Ezequías, nacido algunos años an tes.) Estas posibilidades no se oponen necesariamente entre ellas, ni con la predicción a largo alcance sobre el nacimiento de Cristo.

14 La BJ y BC traducen “doncella” aunque RVA, NC y RVR prefieren virgen con el apoyo de la LXX como la cita de Mat. 1:23. El equivalente más apropiado en castellano es “doncella”: describe una esposa en potencia; tal como en Gén. 24:43 y la joven María de Exo. 2:8; presume más que afirma su virginidad, término que pierde su vigencia en el acto matrimonial. Antes de su cumplimiento en el NT, su milagrosa inferencia hubiera pasado inadvertida, eclipsado por a) y c), por ejemplo, mencionados más arriba. Los tiempos de concebirá y dará a luz son indeterminados: los participios heb. no hacen la distinción entre presente y futuro

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno