Comentario de Isaías 35:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Se alegrarán el desierto y el sequedal. Se regocijará el Arabá y florecerá como la rosa.
se alegrarán. Sal 48:11; Sal 97:8; Apo 19:1-7.
el desierto. Isa 29:17; Isa 32:15, Isa 32:16; Isa 40:3; Isa 51:3; Isa 52:9, Isa 52:10; Eze 36:35.
el yermo se gozará. Isa 4:2; Isa 27:6; Isa 55:12, Isa 55:13; Isa 61:10, Isa 61:11; Isa 66:10-14; Ose 14:5, Ose 14:6.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
La prosperidad del reino del Mesías, Isa 35:1-2.
Los débiles son animados por las promesas de liberación, Isa 35:3-10.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Este poema vaticina
(1) el vuelco de la esterilidad de la tierra a la fertilidad (vv. Isa 35:1-4);
(2) el revés de la enfermedad hacia la salud y del desierto hacia la abundancia de agua (vv. Isa 35:5-7); y
(3) un camino seguro y santo en donde el redimido puede volver a Edom (vv. Isa 35:8-10). La salvación física y espiritual emergerá en el momento en que la tierra se encuentre libre de injusticia, enfermedad, miedo y muerte. Los capítulos Isa 36:1-22; Isa 37:1-38; Isa 38:1-22; Isa 39:1-8 muestran que esto es más que una aseveración. La historia se comenzará a revertir cuando Dios, en la realización milagrosa de las profecías de Isaías, juzgue sobrenaturalmente a Asiria en la puerta de Jerusalén y salve al remanente fiel que permanece allí.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
desierto … yermo: El espíritu de Dios hará que la tierra sea fructífera nuevamente (Isa 32:15).
alegrarán: La alegría de los elementos de la creación refleja la alegría del pueblo de Dios al momento del arribo de la salvación (Isa 14:7, Isa 14:8; Isa 44:23; Isa 55:12).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
SE ALEGRARÁN EL DESIERTO Y LA SOLEDAD. Mientras que el capítulo anterior describía el juicio de Dios mediante la destrucción de los impíos, este capítulo predice un día de la redención de Dios en que la tierra florecerá profusamente con justicia y manifestará su gloria en medio del gran regocijo de su pueblo. Este capítulo tiene varios niveles de aplicación, comenzando con la primera venida de Jesucristo y llegando hasta su plena realización en su segunda venida (véase Apo 19:1-21; Apo 20:1-15; Apo 21:1-27; Apo 22:1-21).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
35. Felicidad de los Tiempos Mesiánicos.
Este capítulo constituye un deslumbrante contraste con el anterior, con el que, sin embargo, forma unidad literaria. Frente a la desolación de Edom, efecto de la maldición divina por haber oprimido a Judá, el profeta presenta el cuadro deslumbrador de los tiempos mesiánicos en la tierra de Israel, transformada en el más bello de los vergeles. La imaginación poética no tiene límites en esta descripción, y la hipérbole es llevada hasta el extremo. En realidad, todo este cuadro deslumbrador no es sino un pálido reflejo de la realidad sobrenatural del mundo de la gracia en los tiempos mesiánicos, y si la naturaleza material no se transformó con el advenimiento del Mesías, el alma de los ciudadanos de la nueva teocracia mesiánica recibió un germen divino que va transformando como un fermento la humanidad. De ahí que podemos decir que las descripciones arrebatadoras de los profetas se quedaron cortas respecto de la grandeza y belleza de los tiempos mesiánicos.
Desde el punto de vista literario, este fragmento tiene mucho parecido con los c.40-66. Por ello, no pocos autores suponen que es del mismo autor, posterior a Isaías. No obstante, debe notarse que aquí no hay alusiones explícitas al exilio babilónico.
Transformación de la naturaleza (1-2).
1 Exultará el desierto y la tierra árida, se regocijará la estepa como un narciso, 2 Florecerá y exultará y dará cantos de triunfo; le será dada la gloria del Líbano, la magnificencia del Carmelo y del Sarón; ellos verán la gloria de Yahvé y la magnificencia de nuestro Dios.
Palestina, tierra tradicionalmente árida como el desierto y la estepa (v.1), se revestirá de exuberante vegetación, tachonada de narcisos y de flores de toda clase (Can 2:1), pudiendo competir en feracidad con la gloria del Líbano, la magnificencia del Carmelo y del Sarán (v.2), regiones famosas por su pujante vegetación de todas clases: el Líbano con sus cedros, el Carmelo con sus feraces pastos y Sarón con su policromía de flores a lo largo de la costa desde Jafa al Carmelo. Los futuros ciudadanos (ellos, v.2) serán testigos de esta manifestación gloriosa de Yahvé, nuestro Dios: el profeta se pone en la perspectiva de los futuros israelitas, ciudadanos de la nueva teocracia.
Exhortación a los pusilánimes y liberación (3-10).
3 Fortaleced las manos desfallecidas y afianzad las rodillas vacilantes. 4 Decid a los apocados de corazón: ¡Valor! No temáis, he ahí nuestro Dios. Viene la venganza, viene la retribución de Dios, viene El mismo, y os salvará, 5Entonces se abrirán los ojos de los ciegos, se abrirán los oídos de los sordos. 6Entonces saltará el rengocomo un ciervo, y la lengua de los mudos cantará gozosa. Porque brotarán aguas en el desierto, y torrentes en la estepa. 7Y la tierra abrasada se convertirá en estanque, y el suelo árido en fuentes. Lo que fue morada y cubil de chacales, se cubrirá de cañas y juncos. 8 Y habrá allí una calzada y camino, que se llamará la vía santa; nada impuro pasará por ella. El mismo guiará al caminante, y los simples no se descarriarán. 9 No habrá allí leones, ni fiera alguna subirá. Por ella marcharán los redimidos 10 y volverán los rescatados de Yahvé. Vendrán a Sión con gritos de júbilo, y alegría eterna será sobre sus cabezas. Gozo y alegría alcanzarán, y huirán la tristeza y los llantos.
Los contemporáneos del profeta estaban apesadumbrados y pesimistas, sumidos en la mayor pusilanimidad por efecto de tantas calamidades. Esta profecía, pues, no tiene otro fin que fortalecer a los pusilánimes (v.1) con la esperanza de la pronta manifestación de Yahvé. La venida de Dios traerá la salvación y la liberación definitiva. Su aparición será el principio de una transformación de los hombres y de la misma naturaleza. Nada defectuoso formará parte del nuevo estado de cosas, pues todo el que esté tratado será automáticamente corregido en su defecto: verán los ciegos, oirán los sordos, hablarán los mudos, saltarán los rengos con la ligereza del ciervo. Todo esto se cumplió materialmente en las curaciones realizadas por nuestro Señor, el Mesías ansiado de los profetas. Con todo, la imaginación profética no siempre se atiene a la realidad escueta, sino que va sembrando esperanzas y, en ansias del futuro, se desborda en imágenes que muchas veces no tendrán realidad histórica; pero el mensaje sustancial de los oráculos permanece, es decir, su contenido espiritual.
En esa naturaleza transformada del desierto (tierra abrasada) habrá una vía santa o calzada sagrada para los peregrinos que retornen a Sión. Se llama santa porque nada pecaminoso o impuro podrá transitar por ella. Por otra parte, será una avenida sagrada tan clara y sin obstáculos, que ni los más simples se extraviarán (v.8); y para facilitarles el viaje y hacerles agradable el itinerario brotarán estanques y fuentes (v.7) a lo largo de ese desierto transformado. Las fieras y chacales, moradores del desierto, no les harán daño alguno, ni se acercarán a esa vía sacra por donde han de pasar los redimidos (v.8), o repatriados, camino de Jerusalén. Los rescatados darán gritos de júbilo y adornarán sus cabezas, como era usual, para manifestar la alegría cuando divisen la ciudad santa de Sión. Con esta descripción deslumbradora y poética del retorno de los exilados termina la primera parte del libro de Isaías.
Apéndice histórico (c.36-39).
Estos c.36-39 constituyen un apéndice histórico a la primera parte del libro de Isaías. Se leen literalmente en 2 Re 18:13-20:10 con ligeras divergencias. Parece que el texto de Isaías depende del relato del libro de los Reyes. Al menos hay algunos indicios que insinúan esto, como la mención de la muerte de Senaquerib (681 a.C.), ocurrida probablemente cuando ya no existía Isaías. Generalmente se admite también que el relato del libro de los Reyes depende de un documento anterior común a ambosl.
1 El texto hebreo dice literalmente: “Y él por ellos, viajando.” Con una ligera corrección letras, tenemos el sentido arriba expuesto, que se adapta bien al contexto.
Fuente: Biblia Comentada
el desierto … como la rosa. Ocurrirán cambios dramáticos en la tierra durante la era mesiánica (vea Isa 30:23-25; Isa 32:15-20).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
En contraste a la fertilidad de Edom que se convertiría en un desierto (Isa 34:1-17), durante el reino del Mesías en la tierra todo el mundo será como un jardín exuberante y ésto dará ánimo al débil.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
— la estepa y el yermo: Son imágenes del país desolado.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Isa 32:15 b; Isa 40:5.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
El desierto floreciente
La gloria de este capítulo está acrecentada, de ser posible, por su situación como un oasis entre el erial visionario del cap. 34 y el relato de guerra, enfermedad y locura de los caps. 36-39.
Su tema es el próximo éxodo, mayor que el primero. 1, 2 Por qué el desierto estará alfombrado de flores primaverales (el azafrán, o probablemente el “narciso” [NC], o el lirio o simplemente la “flor” [BJ] reemplazan correctamente la tradicional rosa [RVA]), y sombreado por grandes árboles (la gloria del Líbano), es una pregunta que obtiene su respuesta del hecho de que Jehovah pasará por allí; 3-6 y la razón de su venida surge del v. 4 (cf. v. 10): es para recoger a su pueblo y llevarlo de vuelta al hogar. Heb. 12:12 trata el v. 3 como que viene al caso todavía para la esperanza de los cristianos; y cuando los milagros de sanidad en los Evangelios anuncian la alborada de una nueva era según los vv. 5 y 6, la culminación de la promesa del v. 4b aún no se ha cumplido (cf. 61:2; Luc. 4:19-21; 2 Tes. 1:7-10).
Si los primeros versículos describieron indirectamente la venida de Dios, reflejada en el desierto primaveral, el repentino acrecentamiento en las esperanzas y los milagros de sanidad (vv. 1-6a), el viaje de vuelta al hogar de su pueblo es similarmente presentado en los vv. 6b-10. El desierto producirá arroyos y praderas, aparece una calzada segura, y finalmente hacen su entrada en el último versículo los alegres peregrinos camino de Sion.
De modo que la profecía alcanza un clímax que ya se remonta muy por encima de la época de Isaías, y anticipa el estilo y el pensamiento de los caps. 40-66 (cf. la cita del v. 10 en 51:11) en su descripción lírica de este nuevo éxodo, la venida de Dios mismo, la repoblación de Sion y la alegría sin fin de los redimidos.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
35.8-10 El «Camino de Santidad» es el que parte del desierto de sufrimiento a Sion (Jerusalén). Solo se encuentra al seguir a Dios. Unicamente los redimidos viajarán por el «Camino de Santidad» de Dios. Los protegerán de viajeros malvados y animales peligrosos. Dios está preparando un camino para que su pueblo viaje a su casa y El caminará con nosotros. Dios no solo nos señala el camino a seguir, sino que siempre marcha a nuestro lado.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
NOTAS
(1) O: “el Arabá”.
(2) O: “croco; asfódelo”.
REFERENCIAS CRUZADAS
a 1558 Isa 29:17; Isa 32:15; Isa 35:6; Isa 51:3; Eze 36:35
b 1559 Isa 4:2; Isa 27:6; Isa 55:12
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Se sigue LXX sediento… TM: el sequedal.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
O, desierto
O, croco
Fuente: La Biblia de las Américas
[1] El desierto, al venir el Mesías, se convertiría en un país fértil.[2] Jn 1, 6.[6] Mat 11, 5; Luc 7, 21.SUPLEMENTO HISTORICO 36, 1-39, 8