Comentario de Isaías 52:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
¡Despierta! ¡Despierta! Vístete de tu poder, oh Sion; vístete de tu ropa de gala, oh Jerusalén, ciudad santa. Porque nunca más volverá a entrar en ti ningún incircunciso ni impuro.
Despierta. Isa 51:9, Isa 51:17; Dan 10:9, Dan 10:16-19; Hag 2:4; Efe 6:10.
vístete tu ropa hermosa. Isa 61:3, Isa 61:10; Luc 15:22; Rom 3:22; Rom 13:14; Efe 4:24; Apo 19:8, Apo 19:14.
oh Jerusalén, ciudad santa. Isa 1:21, Isa 1:26; Isa 48:2; Neh 11:1; Jer 31:23; Zac 14:20, Zac 14:21; Mat 4:5; Apo 21:2, Apo 21:27.
porque nunca más vendrá a tí incircunciso ni inmundo. Isa 26:2; Isa 35:8; Isa 60:21; Eze 44:9; Nah 1:15; Apo 21:27.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El Mesías persuade a su pueblo a creer en su gratuita redención, Isa 52:1-6,
de recibir a los ministros del mismo, Isa 52:7-8,
para alegría en su poder, Isa 52:9-10,
y liberarse de la esclavitud, Isa 52:11-12.
El reino del Mesías será exaltado, Isa 52:13-15.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El llamado a Dios de Despierta, despierta también se usa en Isa 51:9, Isa 51:17.
ciudad santa (Isa 48:2) se diferencia bastante de lo incircunciso e inmundo de Babilonia. A Jerusalén (Isa 1:8; Isa 40:1, Isa 40:9) se le ordena que despierte porque siempre estará libre de sus despreciables opresores.
Sion: Se identifica a los desterrados por su ciudad natal (Isa 40:1, Isa 40:9). El poder de Sion es como la ropa hermosa que adorna a una reina madre (Isa 61:10). No sólo se expulsarán las hordas de Jerusalén (Isa 49:17), sino que nunca más vendrán a Sion (Nah 1:15; Apo 21:27; Apo 22:14, Apo 22:15).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
CONSOLAOS. Se escribieron estos capítulos durante los últimos años de la vida de Isaías. Dios reveló estas profecías a fin de brindar esperanza y consuelo a su pueblo durante su cautividad en Babilonia ciento cincuenta años después de la época de Isaías (véase Isa 39:5-8). Están llenas de revelaciones proféticas acerca del Mesías venidero y su reino futuro en la tierra. Algunos acontecimientos profetizados se cumplieron en el cautiverio babilónico y en la restauración de Judá, muchos se relacionan más específicamente con la manifestación de Jesucristo en la tierra, y otros todavía esperan su cumplimiento. En general, los caps. Isa 40:1-31; Isa 41:1-29; Isa 42:1-25; Isa 43:1-28; Isa 44:1-28; Isa 45:1-25; Isa 46:1-13; Isa 47:1-15; Isa 48:1-22 hacen hincapié en la liberación, los caps. Isa 49:1-26; Isa 50:1-11; Isa 51:1-23; Isa 52:1-15; Isa 53:1-12; Isa 54:1-17; Isa 55:1-13; Isa 56:1-12; Isa 57:1-21 en la redención, y los caps. Isa 58:1-14; Isa 59:1-21; Isa 60:1-22; Isa 61:1-11; Isa 62:1-12; Isa 63:1-19; Isa 64:1-12; Isa 65:1-25; Isa 66:1-24 en la gloria.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
OÍDME. Estos capítulos contienen muchas profecías acerca del «Siervo de Jehová», que en definitiva es Jesucristo. Su ministerio resulta en la expiación por el pecado, la salvación para todas las naciones, la restauración de Israel y el juicio sobre los impíos.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
VÍSTETE DE PODER. Isaías prevé una época en que Dios restauraría a su pueblo exiliado por amor de su nombre y en que sería reedificada Jerusalén.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
52. Próximo retorno de la Cautividad. El Siervo de Yahvé.
Dos oráculos: a) Jerusalén restablecida (1-6); b) retorno triunfal de Yahvé a Sión (7-12). Y, por fin, la introducción al cántico sobre el Siervo de Yahvé (13-15).
Purificación y glorificación de Jerusalén (1-6).
1 Levántate, levántate, revístete de tu fortaleza, ¡oh Sión! i viste tus bellas vestiduras, Jerusalén, ciudad santa, que ya no volverá a entrar en ti incircunciso ni inmundo. 2Sacúdete el polvo, levántate, Jerusalén cautiva1; desata las ligaduras de tu cuello, ¡cautiva hija de Sión! 3 Porque así dice Yahvé: De balde fuisteis vendidos y sin precio seréis rescatados. 4 Pues así habla el Señor, Yahvé: A Egipto bajó mi pueblo en otro tiempo para habitar allí como peregrino, y Asur lo oprimió sin razón. 5 Y ahora ¿qué hago yo aquí, dice Yahvé, puesto que ha sido tomado gratis mi pueblo? Sus dominadores aullan, y continuamente, dice Yahvé, es blasfemado mi nombre. 6 Por eso mi pueblo conocerá mi nombre el día que yo diga: Heme aquí.
Yahvé acaba de anunciar que retirará el cáliz de su cólera de las manos de Jerusalén, y por eso el profeta, exultante, la invita a revestirse de los atuendos de gran señora, como esposa de Yahvé (v.1). Jerusalén, en virtud de la copa embriagadora de la ira divina, había quedado vacilante, sin fuerza y sin esplendor externo que la dignificase. Pero todo esto ha pasado ya, y es hora de que vuelva a su antigua prestancia, como pueblo elegido de Dios entre todos los otros. Es la ciudad de las promesas. Las bellas vestiduras están en contraposición con lo que se dice de Babilonia la opresora, la cual se ve obligada a hacer oficios de esclava. Jerusalén se verá libre del incircunciso y el inmundo, e.d., los paganos, profanadores de sus atrios sagrados 2. Nadie con intenciones hostiles formará parte de la gloriosa teocracia mesiánica. Se la invita enfáticamente a dejar todo lo que la una a la tierra que la tiene cautiva: Sacúdete el polvo (v.2). Va a quedar libre totalmente, y por eso debe desatar las ligaduras que sujetaban su cuello de prisionera.
Jerusalén no ha sido vendida por precio, sino de balde (v.3); es decir, ha sido transferida temporalmente, de modo que Yahvé conservaba sus derechos para reclamarla de nuevo; por eso sin precio será rescatada. En realidad, lo que mueve a Yahvé a rescatar a Israel es el celo de su nombre. Las calamidades que han caído sobre Israel comprometen el honor de su Dios nacional. Yahvé finge un coloquio consigo mismo para justificar su liberación de Babilonia: en otro tiempo, Israel había estado oprimido sin razón (v.4) por Asiría, ya que ésta no tenía derechos sobre él. Ahora la situación es semejante, y por eso se pregunta: Ahora, ¿qué hago yo, puesto que ha sido tomado mi pueblo gratis? (v.5). Si antes intervino en favor de su pueblo, con más razón ahora, en que su opresión alcanza límites desmedidos. Sus dominadores aullan, e.d., se muestran insolentes con su triunfo y agobian al pueblo israelita cautivo 3. Y, sobre todo, está ya comprometido el honor del nombre de Yahvé, ya que los opresores le consideran impotente para salvar a su pueblo: es blasfemado mi nombre (v.5). Pero pronto conocerán quién es Yahvé, cuando se presente en su pleno poderío protegiendo y asistiendo a Israel, el cual conocerá mi nombre el día que yo diga: Heme aquí4.
La buena nueva: canto de liberación (7-10).
7¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la buena nueva, que pregona la salvación, diciendo a Sión: Reina tu Dios! 8Escucha Tus atalayadores alzan la voz, y todos a una cantan jubilosos, porque ven con sus ojos 5el retorno de Yahvé a Sión. 9Exultad jubilosamente a una, ruinas de Jerusalén, porque se ha apiadado Yahvé de su pueblo, ha rescatado a Jerusalén. 10Yahvé ha desnudado su santo brazo a los ojos de todos los pueblos, y verán todos los confines de la tierra la salvación de nuestro Dios.
El retorno del exilio es inminente, y el profeta describe gozoso al mensajero que avanza por los montes como precursor de la buena nueva de la liberación del exilio, al mismo tiempo que anuncia la paz y la inauguración de un nuevo reinado de Yahvé sobre su pueblo: Reina tu Dios (v.7), fórmula calcada sobre las de la antigua proclamación de un rey en Sión 6. Surge una nueva teocracia, en la que Dios será realmente el rey de su pueblo, como Señor de sus corazones. Los centinelas de Jerusalén son los primeros en apercibirse de la llegada del mensajero con las buenas nuevas: ¡Escucha! Tus atalayadores alzan la voz., porque ven el retorno de Yahvé a Sión (v.8). De nuevo Yahvé se ha manifestado en su omnipotencia ante los pueblos gentiles al liberar a su pueblo: Yahvé ha desnudado su santo brazo (v.10) como un guerrero que se arremanga para herir con más facilidad a sus enemigos.
Invitación a salir de Babilonia (11-12).
11 Retiraos, retiraos, salid de allí, no toquéis nada inmundo. Salid de en medio de ella, purificaos los que lleváis los utensilios de Yahvé. 12 Pero no salgáis a la desbandada, no partáis como fugitivos, porque va Yahvé a vuestro frente, y vuestra retaguardia es el Dios de Israel.
Ha llegado el momento del retorno triunfal a Sión(cf. 40,1 o), y el profeta se sitúa mentalmente en Jerusalén, invitándoles a emprender la marcha: Salid de allí, e.d., de Babilonia. Como han de formar parte del cortejo de Yahvé, deben guardar todas las prescripciones de pureza legal que se exigían para una procesión religiosa (cf. Lev nss): no toquéis nada inmundo (v.11). Purificaos: alusión a las abluciones rituales (cf. 1Sa 21:55). Se va a repetir el éxodo por el desierto, y, como entonces, los sacerdotes (los que lleváis los utensilios de Yahvé, v.11) deben constituir el centro del cortejo, llevando los objetos del culto. Quizá se aluda a los vasos sagrados llevados por Nabucodonosor, los cuales debían retornar a Jerusalén, o sencillamente el profeta concibe el futuro éxodo según el módulo del de Egipto, en el que los sacerdotes y levitas llevaban los utensilios del tabernáculo. Pero la futura peregrinación por el desierto tendrá una protección de Yahvé más íntima, y por eso no deben, como entonces, salir a la desbandada (v.12). No será un retorno en plan de fugitivos, sino de invitados a un viaje triunfal bajo la protección de Yahvé, que aquí es presentado como ocupando el frente y la retaguardia, abriendo y cerrando la marcha para evitar toda posible sorpresa. En 40:11 se describía el retorno de los israelitas por el desierto como un rebaño con su pastor al frente. Los israelitas, al salir de Egipto, tuvieron que salir por sorpresa, como fugitivos (Exo 12:39; Deu 16:3; Exo 13:21; Exo 14:19); ahora, en cambio, la perspectiva es mucho más halagüeña, ya que Yahvé conducirá personalmente a su pueblo.
El Siervo de Yahvé, desfigurado (13-15).
13 He aquí que mi Siervo prosperará, será elevado, ensalzado y puesto muy alto. 14 Como de él se pasmaron muchos, tan desfigurado estaba su aspecto, 8 que no parecía ser de hombre, 15así se admirarán muchos pueblos 9, y los reyes cerrarán ante él su boca, porque vieron lo que no se les había contado y comprendieron lo que no habían oído.
De nuevo un fragmento sobre el Siervo de Yahvé, que constituirá como el preludio del cuarto cántico, donde culmina la misión del misterioso personaje del que se ha hablado en otras ocasiones. En estos primeros versículos se adelanta el tema general del cántico, es decir, la contraposición del estado de humillación actual del Siervo y su futura glorificación. Así, pues, se enuncia simplemente el hecho, sin entrar en detalles.
De un modo enfático se destaca la futura glorificación del Siervo: prosperara, será elevado. (v.13); la acumulación de verbos para significar lo mismo expresa la certeza de la futura glorificación, a pesar de una primera etapa de humillación. Asentada esta afirmación sobre el triunfo definitivo, el profeta destaca el estado de humillación que precederá a su glorificación: estará tan desfigurado su rostro por las afrentas, que será objeto de admiración por parte de muchos (v.14), ya que no parecía ser de hombre. Pero al punto da la otra situación, causa también de admiración y estupor, es decir, la futura glorificación del Siervo, de la que se admiraran muchos pueblos, y ni siquiera los reyes se atreverán a proferir palabra (cerraran ante él su boca, v.15), pasmados ante el espectáculo de algo jamás oído: vieron lo que no se les había contado (v.15). Será tal la grandeza moral mostrada por el Siervo y tan grandes los frutos de su humillación, que muchos pueblos sentirán una profunda admiración por él.
1 El TM dice lit. “siéntate, Jerusalén.” Con un ligero cambio de letras tenemos “Jerusalén cautiva.” – 2 Cf. Isa 49:17; Nah 1:15; Zac 9:8; Joe 3:1?· – 3 Algunos autores entienden que estos dominadores son los reyes de Judá, Sedecías y Jeconías, llevados en cautividad, que habían descarriado a su pueblo. Pero parece que el contexto favorece la interpretación que ve en ellos a los babilonios. – 4 Otros traducen: “En este día sabrá (mi pueblo) quién es el que dice: He aquí,” aludiendo a las profecías. Así Gondamin. – 5 Lit. en hebreo “ojo a ojo.” – 6 Cf. 2Sa 15:10; 2Re 9:13. – 8 El texto original es oscuro; por eso las traducciones son diversas: “Cuántos se horrorizarán ante él, pues desfiguración sin parecido humano ofrece su aspecto, y su figura no es como la de los hijos de los hombres” (Cantera). Dennefeld: “Lo mismo que muchos han sentido estupor a propósito de él, de tal modo su rostro no era de hombre y su aspecto no tenía así de humano.” En el TM se dice “de ti” en vez de él; pero corregimos siguiendo el Targum por exigencias del contexto. – 9 Así según los LXX. La Vg.: “Iste asperget gentes multas,” dando al verbo nazah el sentido que tiene en Lev 4:6; Num 19:18.
Fuente: Biblia Comentada
poder … ropa hermosa. Un llamado a Sión para que se despierte de la embriaguez y se vista con ropa honrosa y digna suministrada por el Señor. Los invasores extranjeros dejarán de controlar la ciudad en el tiempo de su restauración final.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Las profecías de los capítulos Isa 1:1-31 al Isa 39:1-8 iban dirigidas a Judá en medio de su situación durante el ministerio de Isaías (739 a.C. hasta ca. 686 a.C.). Las profecías de los capítulos Isa 40:1-31 a Isa 66:1-24 van dirigidas a Judá como si el cautiverio en Babilonia (Isa 39:5-7) ya fuera una realidad presente, aunque ese cautiverio no sucedió hasta 605-586 a.C. Las palabras «No hay paz para los malos, dijo Jehová» (Isa 48:22; Isa 57:21) marcan la división de esta sección en tres partes: capítulos Isa 40:1-31 a Isa 48:1-22, capítulos Isa 49:1-26 a Isa 57:1-21 y capítulos Isa 58:1-14 a Isa 66:1-24.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Esta sección define las funciones proféticas y sacerdotales del Mesías y siervo de Jehová, así como los recursos que tiene para cumplir su misión, sus sufrimientos y humillación, y su exaltación final. La palabra «siervo» ocurre unas veinte veces en esta porción, lo cual ratifica a Jesucristo como el Cordero de Dios quien fue sacrificado para redimir a los elegidos de Dios.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
— Despierta…: El tono de este breve poema es radicalmente distinto al precedente; rezuma entusiasmo y exclusivismo, recortando los rasgos universalistas que se observan en otras secciones (ver Isa 51:5).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Las buenas nuevas de paz. 1, 2 El llamado de Dios: ¡Despierta! ¡Despierta!, le devuelve a Israel su propia oración de 51:9, en una réplica que es la mejor respuesta. Cf. una réplica comparable dada por nuestro Señor en Mar. 9:22, 23. 3, 5 El objeto principal de estos versículos es el de librar a la metáfora de la redención de toda idea de transacción comercial. Tal como lo señaló 50:1, los dominadores de Israel no pueden aducir pretensiones sobre ella ni sobre Dios: son sus agentes (lejos de ser inocentes), no sus acreedores. A la par que 1 Ped. 1:18, 19 dará un nuevo matiz al v. 3b; la única preocupación aquí es la soberana salvación de Dios, por amor de mi nombre … mi nombre (vv. 5, 6; cf. Eze. 36:21; Rom. 2:24).
7-10 Estos versículos presentan en forma conmovedora la llegada de las noticias (cf. 2 Sam. 18:19-33); ponen de manifiesto los tres factores componentes de toda experiencia semejante: primero, el mensajero, cuyo lustre es el de su mensaje (y debe ser un enviado, como lo señala Pablo en Rom. 10:15, nadie menos); segundo, los centinelas, “los que esperaban la redención” (Luc. 2:38), pues de lo contrario las nuevas caerán en oídos sordos; tercero, el evento, que aquí no es otro que el Señor en acción (vv. 8b-10) visto, no desde lejos, sino de cerca (lit. “ojo a ojo”, significa cara a cara, como en Núm. 14:14). Obsérvese la exclamación, tipo salmo, en los vv. 9, 10 (cf. Sal. 98:3, 4; ver comentario en 42:10-12).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
52.7 Dios dice que son «hermosos» los pies del que trae buenas nuevas. Es un precioso privilegio anunciar las buenas nuevas a otros: noticias de redención, salvación y paz. ¿A quién necesita anunciarle las buenas nuevas?52.12 El pueblo no salió huyendo temeroso debido a que Ciro, el ungido de Dios (45.1), decretó que los cautivos judíos podían regresar sanos y salvos a Jerusalén (Ezr 1:1-4). Tenían la aprobación del rey, su protección garantizada. Aún más importante, el Señor iría adelante para señalar el camino y atrás para protegerlos.52.13 El «siervo», como se usa el término aquí, es el Mesías, nuestro Señor Jesús. Sería grandemente exaltado debido a su sacrificio, descrito en el capítulo 53.52.14, 15 Este Siervo, Cristo, sería «desfigurado de los hombres su parecer»; pero mediante su sufrimiento, purificaría a las naciones (Heb 10:14; 1Pe 1:2).
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
REFERENCIAS CRUZADAS
a 2673 Isa 51:17; Hag 2:4
b 2674 Sal 30:11; Isa 61:3
c 2675 Neh 11:1; Sal 48:1; Mat 4:5
d 2676 Isa 35:8; Isa 60:21; Nah 1:15; Rev 21:27
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Aquí una fuerte exhortación es hecha a Jerusalén, porque ha terminado el plazo de su cautiverio y el tiempo de reconstrucción ha comenzado. Los paganos que la habían atormentado en el pasado ya no lo harían más. Como cautiva librada de la prisión, debe desechar las cadenas, sacudirse el polvo (contraste Babilonia, 47:11), y vestirse con todo esplendor.
Fuente: La Biblia de las Américas
[3] 1 Pe 1, 18.[5] Ez 36, 20; Rom 2, 24.[6] Hebr 1, 1.[10] Sal 98 (97), 3; Luc 2, 30; 3, 6.[15] Num 19.[15] Rom 15, 21.