Comentario de Isaías 58:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
“¡Proclama a voz en cuello! No te contengas; alza tu voz como corneta. Denuncia ante mi pueblo su transgresión, y a la casa de Jacob su pecado.
Clama a voz en cuello, no te detengas. Isa 56:10; Sal 40:9, Sal 40:10; Jer 1:7-10, Jer 1:17-19; Jer 7:8-11; Jer 15:19, Jer 15:20; Eze 2:3-8; Eze 3:5-9, Eze 3:17-21; Eze 20:4; Eze 22:2; Miq 3:8-12; Mat 3:7-9; Hch 7:51, Hch 7:52; Hch 20:26, Hch 20:27; Tit 2:15; Apo 14:9, Apo 14:10.
alza tu voz. Isa 40:9, Isa 40:10.
como trompeta. Isa 27:13; Ose 8:1; Apo 1:10; Apo 4:1.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El profeta, enviado para reprender la hipocresía, muestra la diferencia entre un falso y un verdadero ayuno, Isa 58:1-7.
Declara que las promesas son debidas a la piedad, Isa 58:8-12,
y al cuidado del día de reposo, Isa 58:13-14.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Isaías alerta a la gente tan fuerte y claro como una trompeta (Éxo 19:19; Éxo 20:18; Ose 8:1; 1Co 14:8).
rebelión se relaciona con el verbo hebreo que se traduce por «rebelaron» en Isa 1:2.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
CONSOLAOS. Se escribieron estos capítulos durante los últimos años de la vida de Isaías. Dios reveló estas profecías a fin de brindar esperanza y consuelo a su pueblo durante su cautividad en Babilonia ciento cincuenta años después de la época de Isaías (véase Isa 39:5-8). Están llenas de revelaciones proféticas acerca del Mesías venidero y su reino futuro en la tierra. Algunos acontecimientos profetizados se cumplieron en el cautiverio babilónico y en la restauración de Judá, muchos se relacionan más específicamente con la manifestación de Jesucristo en la tierra, y otros todavía esperan su cumplimiento. En general, los caps. Isa 40:1-31; Isa 41:1-29; Isa 42:1-25; Isa 43:1-28; Isa 44:1-28; Isa 45:1-25; Isa 46:1-13; Isa 47:1-15; Isa 48:1-22 hacen hincapié en la liberación, los caps. Isa 49:1-26; Isa 50:1-11; Isa 51:1-23; Isa 52:1-15; Isa 53:1-12; Isa 54:1-17; Isa 55:1-13; Isa 56:1-12; Isa 57:1-21 en la redención, y los caps. Isa 58:1-14; Isa 59:1-21; Isa 60:1-22; Isa 61:1-11; Isa 62:1-12; Isa 63:1-19; Isa 64:1-12; Isa 65:1-25; Isa 66:1-24 en la gloria.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
CLAMA A VOZ EN CUELLO, NO TE DETENGAS. El profeta clama contra los pecados del pueblo como un poderoso toque de trompeta; se deben poner al descubierto los pecados y la hipocresía del pueblo de Dios. Si los mensajeros de Dios dejan de señalar los pecados de su pueblo, no son fieles al llamamiento de Dios.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
58. Invectiva contra el Formalismo Religioso.
También en este fragmento parece reflejarse la situación inmediata postexílica de la comunidad judía, demasiado preocupada de formalismos rituales, mientras se pasan por alto los principios morales de justicia y del ayuno legal. No se dice nada del culto del templo.
Inutilidad del mero ayuno externo (1-4).
1 Clama a voz en cuello sin cesar, alza tu voz como trompeta y echa en cara a mi pueblo sus iniquidades, y a la casa de Jacob sus pecados. 2Día tras día me buscan y quieren saber mis caminos, como si fueran un pueblo que ama la justicia, sin apartarse del derecho de su Dios. Me piden leyes justas, y se complacen en acercarse a Dios. 3¿A qué ayunar, si tú no lo ves? ¿A qué humillar nuestras almas, si no te das por entendido? Sí, pero en el día de ayuno os vais tras vuestros negocios y oprimís a todos vuestros servidores. 4Ayunáis para mejor reñir y disputar y para herir inicuamente con el puño. No ayunéis como lo hacéis ahora, si queréis que en lo alto se oiga vuestra voz.
Se invita al profeta, en su calidad de centinela, a dar la voz de alerta a su pueblo para que no se deje llevar por un formalismo religioso meramente externo (v.1). Debe declarar a la casa de Jacob, o Israel, sus iniquidades (v.1), que a continuación va a enumerar. Quizá la predicación del profeta es con ocasión de una reunión religiosa en un día de ayuno. La práctica del ayuno se había generalizado en la época posterior al destierro. La Ley sólo prescribía uno solemne en el “día de la expiación” l.
El profeta reconoce que el pueblo tiene un celo especial por lo religioso (me buscan y quieren saber mis caminos, v.2); pero esta religiosidad no cala en lo interior, sino que es puramente formalista y aun hipócrita. La justicia no es un mero fruto de estas prácticas externas religiosas. Los caminos de Yahvé no son sólo la Ley externa sobre prácticas meramente culturales. El pueblo cree que las leyes justas que pide a Yahvé son sólo los modos de cumplir estas exterioridades. Pero éstas no bastan para tener relaciones verdaderas con Dios. Más tarde dirá en qué consiste la justicia que Dios quiere, e.d., el cumplimiento de los deberes éticos elementales para con el prójimo, principalmente para con el desvalido, acercándose con el corazón limpio y contrito a Dios. Es verdad que los israelitas se complacen en acercarse a Dios (v.2), e.d., sienten una necesidad de cumplir ciertos ritos religiosos; pero las disposiciones internas son muy otras de las que requiere la ley de Dios.
El pueblo creía que con estas formalidades externas podía atraerse el favor divino, y así en el ayuno veía el gran medio de tapar sus torpezas, esperando atraer la protección divina. Pero la experiencia les enseña que Dios los tiene abandonados a su suerte, y por eso, en un grito de protesta, se preguntan por el resultado de sus infructuosos ayunos: ¿A qué ayunar, si tú no lo ves? ¿A qué humillar nuestras almas, si tú no te das por entendido? (v.3). Sienten decepción al ver que con sus ayunos no consiguen que se acelere el advenimiento de la salud para el pueblo. Dios no ve ni se da por entendido a sus manifestaciones religiosas externas. Es la gran tragedia del pueblo. Por eso es necesario hacer ver que es preciso acompañar estas formalidades religiosas externas de disposiciones morales internas. La realidad es que los mismos días de ayuno los aprovechaban para sus negocios (v.3). Quizá la concentración de gentes con motivo de los días solemnes de ayuno era la ocasión para preparar transacciones de tipo comercial. Además, parece que hacían trabajar a sus servidores u operarios el día del ayuno. Según Lev 16:29, estaba prohibido el trabajo el día del ayuno de la expiación. Más tarde esto se había generalizado como costumbre, aceptada para todos los días de ayuno solemne oficial del pueblo.
Es más, por carecer de las disposiciones interiores de aceptación con modestia de las leyes del Señor, el ayuno, en vez de ayudarlos a reprimir las pasiones y adquirir un espíritu de sacrificio, de penitencia, hace a las gentes irritables y malhumoradas, y de ahí las disputas y los altercados: Ayunáis para mejor reñir y disputar (v.4) 2. Como conclusión, el profeta les dice que el modo de ayunar que tienen no es el más apto para conseguir que Dios los oiga y proteja (v.4).
El ayuno grato a Yahvé (5-9).
5¿Es acaso así el ayuno que yo escogí, el día en que el hombre se mortifica? ¿Encorvar la cabeza como un junco y acostarse con saco y ceniza? ¿A eso llamáis ayuno y día agradable a Yahvé? 6¿Sabéis qué ayuno quiero yo? dice el Señor Yahvé: Romper las ataduras de iniquidad, deshacer los haces opresores dejar libres a los oprimidos y quebrantar todo yugo; 7partir tu pan con el hambriento, albergar al pobre sin abrigo, vestir al desnudo y no volver tu rostro ante tu hermano3. 8Entonces brotará tu luz como la aurora4, y pronto germinará tu curación5 e irá delante de ti tu justicia, y detrás la gloria de Yahvé. 9Entonces llamarás y Yahvé te oirá; le invocarás, y El dirá: Heme aquí.
Las manifestaciones meramente externas no son un verdadero ayuno ante el Señor. Es preciso mortificarse (lit. “doblegar el alma,” v.5), e.d., reprimir las malas inclinaciones y dominarse para seguir fiel a los mandatos de Yahvé. Las manifestaciones externas en los días de ayuno entre los orientales eran exageradas: vestirse de saco, echar ceniza sobre la cabeza y andar con la cabeza encorvada como un junco (v.5). Todo esto no vale sino como signo de compunción interior y propósito de buscar los caminos del Señor, expresados en el cumplimiento de los deberes morales para con el prójimo, como dirá a continuación: romper las ataduras de la iniquidad., dejar libre al oprimido (v.6). Este es el ayuno que desea el Señor. Con esto no quiere negarse el valor del ayuno ritual, pero el profeta destaca que sobre él están los deberes morales de caridad y justicia elemental. Los profetas son los grandes vindicadores de los derechos de los oprimidos: los huérfanos, las viudas, los desheredados, víctimas de extorsiones judiciales aparentemente justas, pero criminales en el fondo 6. Los profetas son los representantes de los valores eminentemente éticos en el Antiguo Testamento. Jesucristo continuará y sublimará su doctrina, condenando y dando de lado al nomismo o formalismo legal surgido después del destierro, y que culminó en la secta farisaica, que había hecho de la ley del Señor una mera caricatura 7. ¿Cómo han de esperar la gracia y benevolencia de Dios los que oprimen al prójimo? En este estado de ánimo, sus ayunos son más bien provocaciones a la ira divina. Cuando Israel cumpla sus deberes de justicia y de caridad para con su prójimo, se sentirá radiante como la aurora (v.8) al ver que ha llegado la felicidad esperada, su salvación. Ante Israel habrá surgido de repente una nueva luz, la de su liberación espiritual, y se sentirá curado de sus heridas tradicionales, los pecados de que antes hizo mención: extorsiones, avaricia, etc. Cuando cumpla con sus deberes morales, verá brillar delante de sí la justicia, e.d., el producto de sus buenas obras, y a su vez será protegido en su espalda por la gloria de Yahvé (v.8). Delante, pues, de Israel irá su conducta intachable, y detrás el premio de ella, la manifestación gloriosa del Dios de Israel. Es una imagen parecida a la Deu 52:12 si bien con diferente contexto y sentido.
Invitación a la mansedumbre (9b-12).
9bCuando quites de ti el yugo, el gesto amenazador y el hablar altanero8; 10cuando des de tu pan al hambriento y sacies el alma indigente, brillará tu luz en la oscuridad, y tus tinieblas serán cual mediodía. 11Yahvé será siempre tu pastor 9, y en el desierto hartará tu alma y dará vigor a tus huesos,Serás como huerto regado, como fuente de aguas que no se agotan10; 12y serán edificadas por ti las antiguas ruinas11, y alzarás los cimientos de generaciones y generaciones, y te llamarán reparador de brechas y restaurador de sendas para habitar.
Es esencial para entrar en buenas relaciones el mantener espíritu de mansedumbre con los inferiores, quitando toda impresión de yugo (v.1) u opresión sobre ellos. Por otra parte, es necesario ayudarle en las necesidades, ya que es un alma indigente (v.10), una persona en extrema necesidad. Entonces las estrecheces del donante se convertirán en desahogo, y aparecerá su salvación como una luz en la oscuridad, como horizonte luminoso de esperanza, ya que la beneficencia ha hecho que se perdonen sus pecados y pueda entrar de nuevo en relaciones amistosas con Yahvé; entonces su situación de desesperación actual y sus tinieblas serán cual mediodía, ya que va a cambiar el horizonte tenebroso de enemistad con Dios por el esplendor meridiano de la amistad divina, con las consiguientes bendiciones sobre su vida.
Entonces Israel (los israelitas fieles) se sentirá seguro bajo la protección de su pastor (v.11), y, aunque tenga que pasar por tierras desérticas, sentirá la hartura de su alma. El desierto será un vergel en virtud de la protección de Yahvé. Alude al retorno de Israel de la cautividad por el desierto inhóspito. La presencia de Dios le convertirá en feraz jardín. Es la imagen tradicional empleada por los profetas al hablar del retorno de la cautividad. La naturaleza debe asociarse a la alegría de su pueblo, que vuelve de la cautividad.12 Israel será como huerto regado, como fuente de aguas (v.11), recuperando el vigor de sus huesos. La tragedia del destierro había dejado casi exánime a Israel como pueblo. Yahvé inyectará de nuevo vida, de modo que vuelva a ser de complexión robusta. Su historia volverá a mostrarse en todo su esplendor con la feracidad del huerto regado. Israel volverá a echar los cimientos de generaciones y generaciones (v.12), es decir, o bien restaurará los cimientos históricos de las generaciones pasadas, o hará surgir un edificio nuevo, cuya prolongación se perpetuará por generaciones. Parece mejor la primera interpretación, ya que en el contexto se le llama a Israel reparador de brechas, aludiendo a la reedificación de las ruinas de la ciudad después del destierro. La situación de Palestina después de los años de invasión era caótica en extremo; por eso los israelitas, al retornar, además de reparar las brechas de sus muros, tenían que reparar las sendas para habitar (v. 12), poner las vías de comunicación entre las localidades habitables en buen uso para que la vida ciudadana discurriera normalmente.
La observancia del sábado (13-14).
13 Cuando te abstengas de pisotear el sábado 13 y de ocuparte en tus negocios en mi día santo, y llames al sábado delicioso, y venerable al (día) santo de Yahvé, y le honres no haciendo tus viajes, ni arreglando tu negocio ni hablando de él14, 14entonces te gozarás en Yahvé, y te haré remontar sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la herencia de Jacob, tu padre, pues la boca de Yahvé ha hablado.
En este fragmento – que muchos autores consideran independiente del anterior – se urge la observancia del sábado, como antes la del verdadero ayuno, acompañado de disposiciones morales. La profanación del día consagrado al Señor era una de las lacras habituales en Israel. Los más desaprensivos aprovechaban la concentración de gentes del sábado para hacer prosperar sus negocios materiales, lo que era pisotear el día consagrado a Dios. En realidad, en la legislación israelita la observancia del sábado tenía un fin íntimo religioso, ya que la abstención de labores profanas debía dejar el alma libre de preocupaciones para dedicarse a Yahvé, en comunidad festiva con El. Por eso el profeta quiere que el sábado sea llamado delicioso (v.13), e.d., día en el que el alma religiosa encuentra su máxima felicidad por poder dedicarse de lleno a su Dios; por ello es venerable (v.13), digno de todo respeto, pues el día es santo de Yahvé, en cuanto que el mismo Dios lo ha santificado, descansando en el séptimo día de la creación. Por otra parte, es el día en que los israelitas debían santificarse dedicándose a Yahvé y absteniéndose de los negocios materiales. Con ello el israelita encontrará la plena felicidad: te gozaras en Yahvé (v.14), participando de sus bendiciones y gracias. Dios, por su parte, le premiará haciéndole remontar sobre las alturas de la tierra (v.14), es decir, le hará salir triunfante de todos los obstáculos, caminar libremente como dueño de la tierra de promisión. Después de la cautividad, el estado de los repatriados en Palestina era muy poco satisfactorio e inestable, ya que los enemigos dominaban la mayor parte del país, que es la herencia de Jacob, a la que Israel fiel tendrá acceso, pudiendo disfrutar de su posesión. Para dar mayor énfasis, se recuerda que es una revelación expresa de Yahvé al profeta: pues la boca de Yahvé ha hablado; frase estereotipada en la literatura profética para indicar una comunicación divina concreta. 15
Fuente: Biblia Comentada
Clama a voz en cuello. El profeta debía decir con claridad al pueblo de Israel en cuáles áreas de su conducta desagradaba al Señor.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Una descripción del formalismo religioso que se manifiesta en el ayuno incorrecto.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Las profecías de los capítulos Isa 1:1-31 al Isa 39:1-8 iban dirigidas a Judá en medio de su situación durante el ministerio de Isaías (739 a.C. hasta ca. 686 a.C.). Las profecías de los capítulos Isa 40:1-31 a Isa 66:1-24 van dirigidas a Judá como si el cautiverio en Babilonia (Isa 39:5-7) ya fuera una realidad presente, aunque ese cautiverio no sucedió hasta 605-586 a.C. Las palabras «No hay paz para los malos, dijo Jehová» (Isa 48:22; Isa 57:21) marcan la división de esta sección en tres partes: capítulos Isa 40:1-31 a Isa 48:1-22, capítulos Isa 49:1-26 a Isa 57:1-21 y capítulos Isa 58:1-14 a Isa 66:1-24.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Esta sección describe la gloria futura para el pueblo de Dios, Israel.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
El ayuno que agrada al Señor: Por su vocabulario, estilo e imágenes, este poema conecta con el Primer Isaías: la solución a los problemas radica en la conversión del corazón, no en prácticas rituales externas.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Miq 3:8.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Gazmoñería y realidad. El llamado de Dios con voz de trompeta (v. 1) a los formalistas está relacionado con la denuncia previa (57:1-13) tanto como Rom. 2 lo está a Rom. 1, y su énfasis es en gran parte el de los Evangelios y el de Stg. Negativamente (vv. 1-5) obsérvese la conjunción de prácticas religiosas (vv. 2, 5) y la crueldad social (vv. 3b, 4) que los piadosos de todas las generaciones parecieran no darle ninguna importancia (cf. Mat. 23; Stg. 4:1-3), pero que Dios encuentra nauseabunda (cf. 1:15). Positivamente (vv. 6-14), la redefinición del ayuno como reforma social (v. 6) tierna preocupación (v. 7) y renuncia a darse el lujo de acusar con el dedo (v. 9), es un anticipo de la forma en que nuestro Señor interpretó la ley.
9 La promesa: Entonces invocarás … mira hacia atrás a las oraciones no contestadas del v. 3 (cf. Stg. 4:3, 8 ss.), y el inspirador desarrollo en los vv. 9b-12 es una expresión del principio de Mat. 7:2: “Con la medida con que medís se os medirá.” 11 El hermoso símil del jardín de regadío reaparece en Jer. 31:12. Toda la serie de metáforas de los vv. 10-12 recompensa el estudio de las mismas. 13, 14 Pero para evitar que se piense que la filantropía lo es todo, estos versículos describen lo estricto de guardar el sábado y el placer que da, según lo desea Dios. Si el ayuno es ocasión de mostrar nuestro amor al vecino, el día de reposo debería expresar, antes que nada, nuestro amor a Dios (si bien el pasaje anterior y la práctica de Jesús de guardar el sábado no dejan lugar a dudas de que debe desbordar al hombre). Significará un renunciamiento (v. 13a) y la autodisciplina de superar lo trivial (v. 13b). A la gente de este espíritu Dios puede darle sin temor grandes cosas (v. 14).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
58.1ss La verdadera adoración era algo más que un ritual religioso, más que asistir al templo todos los días, ayunar y escuchar la lectura de las Escrituras. Esta gente perdió la clave de una relación viva y eficaz con Dios. El no quiere que actuemos piadosamente cuando tenemos un pecado sin perdonar en el corazón y llevamos a cabo prácticas pecaminosas con las manos. Aún más importante que la adoración y la doctrina correctas es la compasión genuina por los pobres, indefensos y oprimidos.58.6-12 No podemos ser salvos mediante obras de servicio si no tenemos fe en Cristo, pero nuestra fe carece de sinceridad si no alcanza a otros. El ayuno quizás nos beneficie física y espiritualmente, pero en su mejor parte solo ayuda a la persona que lo realiza. Dios dice que quiere que nuestro servicio vaya más allá del crecimiento personal, que produzca acciones de bondad, amor, justicia y generosidad. Agradar a Dios es algo más que dejar de comer o hacer algo, es agradarlo al aplicar su Palabra a nuestra sociedad.58.13, 14 El día de reposo no debe honrarse solo porque existe un mandamiento de guardarlo, sino porque es lo mejor para nosotros y honra a Dios. Guardar el día de reposo honra a Dios, nuestro Creador, quien también descansó en el séptimo día (Gen 2:3). Además, une a la familia y establece prioridades para ella. Nuestro día de descanso nos refresca física y espiritualmente, proporcionándonos tiempo en el que podemos reunirnos para adorar a Dios y en el que podemos reflexionar sobre El sin la tensión de nuestra vida diaria.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
NOTAS
(1) O: “schofar”.
REFERENCIAS CRUZADAS
a 2984 Sal 40:9
b 2985 Isa 1:2; Isa 31:6; Isa 59:13
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
La práctica superficial del ayuno no es tan importante como una genuina preocupación por los pobres (cp. Isa 1:10-17; Mat 23:13-36).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
[4] Ayunar y olvidar al pobre es una forma de arrogancia.[5] Zac 7, 5; Mat 6, 16.[7] Ez 18, 7-16; Mat 25, 35.