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Comentario de Jeremías 20:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Jeremías 20:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Entonces el sacerdote Pasjur hijo de Imer, que era funcionario en la casa de Jehovah, oyó a Jeremías que profetizaba estas palabras.

hijo de Imer. 1Cr 24:14; Esd 2:37, Esd 2:38; Neh 7:40, Neh 7:41.

príncipe de la casa de Jehová. 2Re 25:18; 2Cr 35:8; Hch 4:1; Hch 5:24.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El sacerdote Pasur, después de aflijir a Jeremías recibe un nombre nuevo y un terrible final, Jer 20:1-6.

Jeremías se queja, Jer 20:7-9;

de traición, Jer 20:10-13;

y de su nacimiento, Jer 20:14-18.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Esta sección tiene dos partes:

(1) el mensaje de Jeremías para Pasur (vv. Jer 20:1-6) y

(2) la queja y lamento de Jeremías (vv. Jer 20:7-18).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Pasur: Una persona en esta posición tenía que ser un sacerdote. Tenía la supervisión del Templo, la guardia del Templo, el ingreso a los atrios, y otras responsabilidades. La proclamación de Jeremías contra la ciudad y el Templo era de grave preocupación para Pasur, debido a la amenaza contra la continuidad del culto en que estaba involucrado.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

20. Jeremías, encarcelado, se queja a Yahvé.
Dos partes se distinguen en este capítulo: a) se relatan los hechos que siguieron al discurso del profeta en el atrio del templo (1-6); b) Jeremías se desahoga ante Dios por la dura misión a él confiada (7-18). Esta sección segunda está en verso, mientras que la primera está en prosa.

Encarcelamiento del profeta (1-6).
1 Y Pasjur, sacerdote, hijo de Immer, que era inspector jefe de la casa de Yahvé, oyó a Jeremías vaticinando estas cosas, 2 e hizo azotar a Jeremías, profeta, y ponerle en el cepo que hay en la puerta superior de Benjamín, junto a la casa de Yahvé. 3 Y cuando a la mañana siguiente sacó Pasjur a Jeremías del cepo, le dijo éste: No te llama Yahvé “Pasjur,” sino “Magor-misabib.” 4 Pues así dice Yahvé: He aquí que te traeré el terror a ti y a todos tus amigos. Y caerán a la espada de sus enemigos a tus propios ojos, y entregaré a todo Judá en manos del rey de Babilonia, adonde los llevará cautivos y los hará morir a espada. 5 Y daré todos los bienes de esta ciudad, todas sus ganancias, todas sus preciosidades y todos los tesoros de los reyes de Judá en mano de sus enemigos, que los saquearán y se apoderarán de ellos y se los llevarán a Babilonia. 6 Y tú, Pasjur, con todos cuantos habitan en tu casa, iréis a la cautividad a Babilonia, y allí moriréis y seréis sepultados tú y todos tus amigos, a quienes profetizaste mentiras.

En este incidente, lleno de verismo, podemos ver la tragedia íntima de Jeremías, que, incomprendido, es considerado como traidor a su pueblo y encarcelado. Pasjur era un nombre no raro en su tiempo1. Era de la clase sacerdotal, hijo de Immer, cuya descendencia constituía la decimosexta clase de sacerdotes2. Después del exilio aparece una familia sacerdotal numerosa con este nombre 3. Era inspector jefe del templo4, encargado quizá de los servicios de policía del mismo5. Este, que aparece como seudoprofeta después, quiere dar una lección punitiva a Jeremías para que no continúe sus predicciones siniestras, desmoralizando al pueblo, que está ilusionado con resistir a los babilonios apoyado “por supuestas alianzas egipcias. Le manda poner en el cepo, instrumento de tortura que por la palabra hebrea empleada parece indicar extorsión dé miembros. Quizá se sujetara a la víctima inclinada con las manos y pies a un tronco de madera 6. La puerta superior de Benjamín debía de estar al norte de la ciudad, mirando hacia el territorio de la tribu de Benjamín. Se la llama puerta superior para distinguirla de otra “puerta de Benjamín” que estaba más al occidente, hacia el Tiro-peón 7.
Al día siguiente de ser libertado, Jeremías severamente le anuncia un castigo. La profecía desventurada que le anuncia la basa en un cambio de nombre de Pasjur, que en adelante se llamará Magor-misabib, que quiere decir “Terror por doquier” o “alrededor.” Quizá haya un juego de palabras entre los dos nombres, pero no sabemos el significado de Pasjur. Probablemente el nuevo nombre ha sido escogido imaginariamente por Jeremías para expresar la desventura que espera al tirano Pasjur, como antes cambió el nombre de Tofet en valle de la Mortandad en función de las escenas de muerte que en él habían de tener lugar. El nuevo nombre puesto al jefe inspector del templo indicaría el extremo pavor de que será presa él y sus amigos cuando se vean en la apretura del asedio y después camino del destierro, donde morirán irremisiblemente (v.6).

Quejas del profeta (7-13).
1 Tú me sedujiste, ¡oh Yahvé! y yo me dejé seducir. Tú eras el más fuerte, y fui vencido. Ahora soy todo el día la irrisión, la burla de todo el mundo. 8 Pues siempre que hablo tengo que gritar, tengo que clamar: “¡Ruina y devastación!” Y todo el día la palabra de Yahvé es oprobio y vergüenza para mí. 9 Y aunque me dije: “No me acordaré de él, no volveré a hablar en su nombre,” es dentro de mí como fuego abrasador, encerrado dentro de mis huesos, y me he fatigado por soportarlo, pero no puedo. 10 Pues he oído calumnias de muchos: “¡Terror por doquier!” “Delatadle, delatémosle”8. Todos mis amigos9 acechan mi traspié: “¡Quizá se deje seducir! y podamos con él, ¡y nos vengaremos de él!” 11 Pero Yahvé está conmigo como fuerte guerrero; por eso mis perseguidores tropezarán y no triunfarán, serán enteramente confundidos, porque no prosperaron, con perpetua ignominia, que nunca se olvidará. 12 Mas, ¡oh Yahvé de los ejércitos! tú que pruebas al justo y penetras los ríñones y el corazón, que vea yo tu venganza contra ellos, pues a ti te he encomendado mi causa. 13 Cantad a Yahvé, alabad a Yahvé, pues libra el alma del pobre de la mano de los malvados.

La misión de Jeremías es tan dura e ingrata, que su alma ya no puede soportarla por más tiempo, y por eso de nuevo desahoga su alma, quejándose a Dios por haberle puesto tan pesada carga, que él no ha buscado. En toda su misión no ha cosechado sino escarnios y afrentas. En su desesperación acusa el profeta a Yahvé de haberle engañador Tú me sedujiste, y “me dejé seducir” (v.7). Cuando era joven inexperto, le cargó con una misión que ahora no aceptaría. Se ha aprovechado, pues, de su inexperiencia 10. La frase es fuerte y radical, al estilo oriental. Lejos de buscar el matiz, que nosotros expresaríamos diciendo: “Me persuadiste,” se expresa con frases radicales para resaltar más el contraste de la idea. Lo que quiere el profeta destacar es lo ingrato de su misión de intérprete de los designios punitivos de Yahvé sobre su pueblo. Voluntariamente no se hubiera ofrecido para ello, y sólo por la imposición divina lo aceptó: Tú eras el mas fuerte, y fui vencido.
Por otra parte, sus vaticinios, al retrasarse su cumplimiento, son considerados por sus contemporáneos como lucubraciones de su imaginación, y con ello se convierte en objeto de burla e irrisión (7b). Su misión ha sido siempre ingrata, ya que no le toca anunciar cosas agradables, sino ruina y devastación para su pueblo (v.8). Con ello tiene que presentarse ante sus conciudadanos como traidor y enemigo de los intereses de su pueblo: la palabra de Yahvé es oprobio y vergüenza para mí (v.8b). Es tan dura e ingrata su misión, que en algunos momentos, desfallecido, quiso substraerse a su cumplimiento (Y aunque me dije: No me acordaré de él, no volveré a hablar en su nombre., v.9), sin embargo, la imposición divina le ha vencido, pues el callar el mensaje divino le era un tormento mayor, ya que sentía en sus entrañas como un fuego abrasador, que penetraba hasta sus huesos y se le hacía insoportable. En otras ocasiones dice que estaba lleno de la cólera divina. Estos desahogos de Jeremías muestran cómo las profecías verdaderas no son fruto de reflexiones personales de los profetas, pues hablan contra lo que ellos quisieran decir si se dejaran llevar de sus sentimientos humanos 12. Sienten que son instrumentos de algo superior a lo que no pueden substraerse.
A continuación refleja la conducta de sus adversarios, que buscan una ocasión de denunciarle (v.10). La frase terror por doquier es considerada generalmente como glosa redaccional posterior, tomada del ν.3. Incluso sus amigos (lit. “los hombres de mi paz,” es decir, con los que vive en paz) le acechan, esperando un traspié. Le habían abandonado, y, aunque se mostraban corteses exteriormente, sin embargo, hacían causa común contra el.
Jeremías, por toda respuesta, hace un acto de confianza en Yahvé. Se siente bajo la protección de su Dios, que le ha enviado, y esto le da fuerza contra todo. En realidad, Yahvé es un fuerte guerrero que está a su lado, y, por tanto, desbaratará los planes de sus perseguidores, que serán confundidos al verse fracasados en sus planes de eliminarle. Yahvé es en realidad el que conoce los secretos de los ríñones y el corazón (v.12), e.d., los íntimos pensamientos urdidos en la zona misteriosa de la conciencia humana; por eso debe conocer las tramas injustas de sus enemigos. El profeta, en una confesión muy humana, desea ser testigo del castigo sobre sus perseguidores, y confía su causa judicial a Dios mismo.
Este v.12 y el 13 tienen un carácter netamente salmódico, y quizá sean obra de un redactor de la época sapiencial.

Imprecaciones del profeta (14-18).
14 Maldito el día en que nací; el día en que mi madre me parió no sea bendito. 15 Maldito el hombre que alegre anunció a mi padre: “Te ha nacido un hijo varón,” llenándole de gozo. 16 Sea ese hombre como las ciudades que Yahvé destruyó sin compasión, donde por la mañana se oyen gritos, y al mediodía alaridos. 17 ¿Por qué no me mató en el seno materno, y hubiera sido mi madre mi sepulcro, y yo preñez eterna de sus entrañas? 18 ¿Por qué salí del seno materno para no ver sino trabajo y dolor y acabar mis días en la afrenta ?

La belleza incomparable de este fragmento se sobrepone al efecto que en el lector pudiera evocar el radicalismo de los deseos y afirmaciones del profeta. La reacción del profeta parece desesperante, y es un crescendo sobre lo anterior, en que culpa a Dios de su tragedia. Se halla sumergido en un profundo aburrimiento de vivir; quisiera no haber nacido. Las frases son cortantes y absolutas y reflejan la situación de su alma, angustiada y apesadumbrada por tanta desventura. Su debilidad humana aparece descrita con honesta desnudez. La falta de luces sobre una vida de ultratumba explica ese estado de desesperación, incomprensible en nuestra sensibilidad cristiana. La sobrenaturalización del dolor en su sentido de purificador de las propias faltas y aun redentivo de las ajenas es una adquisición del ν. Τ. α nosotros, ante tales desahogos humanos del profeta, no nos queda sino “respetar el drama íntimo de un alma grande purificada y fortalecida por el sufrimiento” 17. Se puede admitir la hipérbole en las crudas expresiones del profeta 14. Sus expresiones, reflejo de un alma dolorida en extremo, no han de tomarse al pie de la letra, sino como eco de su profunda e íntima tragedia. Sus invectivas son figuras retóricas admitidas en las literaturas universales.
Como su vida no ha sido sino una cadena ininterrumpida de dolores, se pregunta enfáticamente si no hubiera sido mejor no haber nacido: Maldito el día en que nací (v.14). Sus imprecaciones son expresiones de dolor, no de odio: Maldito el hombre que alegre anunció a mi padre: “Te ha nacido un varón” (v.15). La alegría natural que proporciona la aparición de un vastago masculino no tiene razón de ser en su nacimiento, ya que es el principio de las desdichas. Entre los orientales, el nacimiento de un varón tiene un sentido de regocijo inmenso, pues es un motivo de orgullo entre los del propio clan. Es el fruto pleno de la bendición de Dios. En cambio, el nacimiento de una niña es recibido con frialdad y resignación 15. El mensajero de quien habla el profeta es creado ficticiamente para hacerle objeto de las invectivas. En su deseo de no haber nacido, hubiera querido que el mensajero de la nueva alegre de su nacimiento hubiera desaparecido como las ciudades que Yahvé destruyó (v.16), e.d., Sodoma y Gomorra, cuyo castigo quedó como ejemplo de exterminio total en la literatura bíblica 16. Todo en ellas es terror y sobresalto: por la mañana se oyen gritos, y al mediodía alaridos (v.16). De nuevo vuelve a expresar el tedio de haber nacido (v.17-15). Las expresiones han de entenderse en su alcance retórico, sin que ellas impliquen deseo efectivo de lo expresado en ellas 17. Su vida era tan triste, que no merecía haberse vivido.

1 Cf. Jer 21:1. – 2 Cf. i Crón 24:14- – 3 Cf. Esd 2:37; Neh 7:40. – 4 Cf. Jer 28:25-26; Jer 29:26. – 5 Cf. i Crón 263; 2 Crón 27:14:2Cr 23:19; 2Cr 8:14. – 6 Cf. Job 13:27. – 7 Cf. Jer 37:12; Jer 37:38, Jer 37:7. – 8 Otros traducen: “anunciadlo.” – 9 Lit. “todo el que me saluda,” – 10 Cf. Jer 1:6. – 11 Cf. Jer 15:17; Jer 4:19-21. – 12 Cf. 2Pe 1:21. – 13 Vittonato, II libro di Geremia p.252. – 14 In leremiam Prophetam, ad locum. – 15 Cf. Jaussen, Coutumes Palestiniennes I (Naplouse) p.ags. – 16 Cf. Gen 19:21; Gen 25:19; Isa 1:9. – 17 Cf. Job 10:18; 1Ma 2:7; Eco 30:17.

Fuente: Biblia Comentada

Pasur. El significado es «solaz» o «la liberación está cerca» y ambos significados contrastan con el nombre nuevo que Dios le asigna en el v. Jer 20:3. Pasur fue uno de varios hombres que tienen ese nombre en el libro de Jeremías (cp. Jer 21:1; Jer 38:1). Imer. Fue uno de los que presidían sobre el santuario (cp. 1Cr 24:14). príncipe en la casa de Jehová. Aquí no se habla del sumo sacerdote, sino de un oficial que estaba encargado de hacer cumplir las políticas del templo y mantener el orden.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Existe un vínculo estrecho entre el capítulo Jer 17:1-27 y los capítulos Jer 18:1-23; Jer 19:1-15; Jer 20:1-18. En el Jer 17:1-27 se tiene en vista la destrucción, aunque todavía puede ser prevenida por el arrepentimiento (Jer 18:7-8). No obstante, como no hubo arrepentimiento (Jer 18:12), la vasija de barro de Jeremías que se rompió ilustró el castigo severo de Dios sobre Israel (cap. Jer 19:1-15). Después, el espíritu de rechazo (cp. Jer 19:15) condujo a la persecución contra el vocero de Dios (cap. Jer 20:1-18).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

20.1ss Este suceso ocurrió durante el reinado de Joacim de Judá. Jeremías predicó en el valle del hijo de Hinom, centro de idolatría en la ciudad. También predicó en el templo, que debió haber sido el centro de la verdadera adoración. Ambos lugares atraían mucha gente, ambos eran de falsa adoración.20.1-3 Pasur príncipe a cargo de mantener el orden en el templo (véase 29.26 para una descripción de su responsabilidad). También era sacerdote y pretendió ser profeta. Después de escuchar las palabras de Jeremías, Pasur lo mandó a castigar y lo puso en el cepo (con llave) en vez de aceptar su mensaje en su corazón y actuar de acuerdo a él. A veces la verdad incomoda, pero nuestra reacción hacia ella muestra el material del que estamos hechos. Podemos negar los cambios y destruir la evidencia de nuestras acciones erróneas o podemos llevar la verdad al corazón con humildad y permitir que nos cambie. A lo mejor Pasur pensaba que era un líder fuerte, sin embargo, era realmente un cobarde.20.4-6 Esta profecía de destrucción se cumplió en tres invasiones babilónicas. La primera ocurrió en un año (605 a.C). Tal vez a Pasur lo llevaron cautivo a Babilonia durante la segunda invasión en 597 a.C., cuando llevaron cautivo al rey Joaquín. La tercera invasión ocurrió en 586 a.C.20.7-18 Jeremías clamó al Señor en su desesperación, pero no dejó de alabar abriendo su corazón a Dios. Proclamó con fidelidad su Palabra y no recibió nada a cambio más que persecución y dolor. Aun cuando se abstuvo de proclamar la Palabra de Dios por un tiempo, esta se volvió como fuego en sus huesos hasta que ya no pudo contenerla más. Cuando la Palabra viviente de Dios se vuelve fuego en sus huesos, también se sentirá impulsado a anunciarla a otros, cualquiera sea el resultado.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

REFERENCIAS CRUZADAS

a 1106 1Cr 24:14

b 1107 Hch 5:24

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Pasur, hijo de Imer. Este Pasur no es el hijo de Malquías (21:1; 38:1). No se sabe más de él que lo que dice este cap. Pasur e Imer aparecen después del destierro como nombres de familia (Esd 2:37, 38; 10:20, 22).

oficial principal. O, superintendente principal. Sus tareas incluían proteger el templo de los indeseables (29:26).

Fuente: La Biblia de las Américas

presidía como príncipe. El guardián responsable de mantener el orden en el Templo (cp. Luc 22:52; Hch 4:1; Hch 5:24).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Se sigue LXX.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

[1] Jer 21, 1.[12] Jer 11, 20.[14] Job 3, 3.

Fuente: Notas Torres Amat