Comentario de Jeremías 24:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Después que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado cautivos a Joaquín hijo de Joacim, rey de Judá, a los magistrados de Judá, a los artesanos y a los herreros, de Jerusalén a Babilonia, Jehovah me mostró una visión: He aquí, dos canastas de higos estaban puestas delante del templo de Jehovah.
después de haber transportado. Jer 22:24-28; Jer 29:2; 2Re 24:12-16; 2Cr 36:10; Eze 19:9.
y herreros de Jerusalén. 1Sa 13:19, 1Sa 13:20.
me mostró Jehová. Amó 3:7; Amó 7:1, Amó 7:4, Amó 7:7; Amó 8:1; Zac 1:20; Zac 3:1.
dos cestas de higos. Deu 26:2-4.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Por la figura de los higos buenos y malos, Jer 24:1-3,
ve la restauración de los que estaban en cautividad, Jer 24:4-7;
y la desolación de Sedequias y el resto, Jer 24:8-10.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El primer gran ciclo de los oráculos de Jeremías (Jer 2:1-37; Jer 3:1-25; Jer 4:1-31; Jer 5:1-31; Jer 6:1-30; Jer 7:1-34; Jer 8:1-22; Jer 9:1-26; Jer 10:1-25; Jer 11:1-23; Jer 12:1-17; Jer 13:1-27; Jer 14:1-22; Jer 15:1-21; Jer 16:1-21; Jer 17:1-27; Jer 18:1-23; Jer 19:1-15; Jer 20:1-18; Jer 21:1-14; Jer 22:1-30; Jer 23:1-40; Jer 24:1-10) concluye con una visión recordatoria de los oráculos que confirmaron su llamado (Jer 1:11-16). El mensaje tiene que ver con la interpretación de las dos cestas de higos, una de higos maduros y listos para ser consumido, la otra incomible.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
me mostró Jehová: Esta oración sugiere una experiencia visionaria como las de Amós y Joel. La fecha histórica es el destierro de Joaquín, año 597 a.C.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
DESPUÉS DE HABER TRANSPORTADO NABUCODONOSOR… Y HABERLOS LLEVADO A BABILONIA. El contexto histórico de la parábola de las dos cestas de higos es el principio del reinado de Sedequías. Nabucodonosor acababa de deportar a Joaquín y a muchos otros israelitas a Babilonia (597 a.C.). Sedequías y los que quedaron detrás se habían librado del juicio de Dios; por eso creyeron que estaban descaminadas las profecías de Jeremías de total destrucción. La parábola de Jeremías advirtió que los que quedaran en Jerusalén experimentarían un juicio mucho más devastador que quienes ya habían ¡do al exilio en Babilonia.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
DOS CESTAS DE HIGOS. Se consideraba que la primera cesta de higos (i.e., los exiliados de 597 a.C.) contenía buenos higos, que eran buenos por cuanto Dios los purificaría mediante el sufrimiento del exilio (v. Jer 24:5). Después de su exilio serían llevados de regreso a su tierra (v. Jer 24:6) y se apartarían de la idolatría para volverse a Dios con todo el corazón (v. Jer 24:7). Dios los usaría para llevar a cabo su propósito redentor en el mundo. La segunda cesta de higos tenía higos malos (v. Jer 24:2) que representaban al rey Sedequías y a los que permanecieron en Jerusalén después de esa reciente deportación. Seguirían oponiéndose a Jeremías y su mensaje, y experimentarían así los increíbles horrores de la caída de Jerusalén en 586 a.C., que causarían gran deshonra.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
24. Visión de los higos simbólicos.
De un modo plástico, el profeta describe las dos clases de judíos: la de los deportados con el rey Joaquín en el 598 y la que permaneció en Palestina con Sedecías hasta el 586. La suerte de los primeros será mejor, ya que podrán volver a su patria, mientras que la de los segundos será irremediable, ya que están condenados al total exterminio. La visión es parecida, en cuanto a la materia de la misma, a la de Amo 8:1-2. Este carácter visionario no es raro en Jeremías, pues ya en la inauguración de su ministerio profetice nos explica su futura misión bajo el símil del almendro florido y de la olla humeante 1.
La fecha de composición de este fragmento visionario hay que colocarla poco después de la deportación del rey Joaquín (598). El profeta Ezequiel se colocará en la misma línea de la perspectiva del profeta de Anatot: los de la primera deportación, purificados por la prueba del destierro, serán el núcleo de donde surgirá la nueva teocracia, mientras que los que permanecen en Palestina están destinados al naufragio total 2.
Los higos simbólicos (1-3).
1 Mostróme Yahvé dos cestos de higos delante del templo de Yahvé. Fue después de haber llevado cautivos Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá; a los príncipes de Judá y a los herreros y carpinteros de Jerusalén, a Babilonia. 2 Uno de los cestos tenía higos muy buenos, como brevas, pero el otro tenía higos muy malos, tan malos que de malos no podían comerse. 3Me dijo Yahvé: ¿Qué es lo que ves, Jeremías? Yo le respondí: Higos. Los buenos son muy buenos; pero los malos, tan malos que de malos no pueden comerse.
La visión es imaginaria, como la del almendro y de la olla humeante. El profeta ve dos cestos de higos delante del templo (v.1). Este detalle, delante del templo, es una alusión al sentido religioso de la visión; los higos son buenos o malos aquí en relación a su vinculación a Yahvé. Por otra parte, la finalidad de la visión es dar un juicio discriminativo por parte de Yahvé, que tiene su sede judicial en el templo 3. A continuación nos da la ocasión histórica de la visión: después de la deportación de Jeconías, rey de Judá, por Nabucodonosor. La deportación había tenido efecto sobre todo en las fuerzas vivas y operantes de la nación: los príncipes de Judá (dignatarios en general) y los herreros y carpinteros de Jerusalén (v.1), es decir, los artesanos en general, capaces de crear de nuevo con su industria una nueva resistencia militar.
El profeta ve en las dos cestas higos buenos y malos. Aquéllos son tan apetecibles como las brevas, que aparecen en junio, las cuales, por ser las primeras frutas, son recibidas con particular alborozo por la población, hecha a las privaciones de Palestina4. En cambio, al lado de ellos estaba la otra cesta con higos pésimos, que resultaban repugnantes y desabridos: de malos, no pueden comerse.
Explicación de la visión (4-10).
4 Y me fue dirigida palabra de Yahvé: 5 Así dice Yahvé, Dios de Israel: Como a esos higos buenos, así miraré a los cautivos de Judá, que para su bien he arrojado de este lugar a la tierra de los caldeos. 6 Pondré sobre ellos mis ojos para bien, y los haré volver a esta tierra, los edificaré y no los destruiré, los plantaré y no los arrancaré, 7y les daré un corazón para que reconozcan que yo soy Yahvé, y ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios, pues se convertirán a mí de todo corazón. 8 Y de los higos malos, que de malos no pueden comerse, de éstos dice Yahvé: Así haré yo de Sedecías, rey de Judá, y de sus grandes y del resto de Jerusalén que quedaron en esta tierra, y de los que habitan en el país de Egipto. 9Los haré objeto de terror y desventura para todos los reinos de la tierra, el oprobio, el proverbio, la irrisión y la maldición en todos los lugares adonde los arrojaré, 10 y mandaré contra ellos la espada, el hambre y la peste, hasta que desaparezcan de la tierra que les di a ellos y a sus padres.
Los exilados en Babilonia son los higos buenos (v.5), objeto de las complacencias divinas. Yahvé ve en ellos el núcleo de bendición del que ha de salir la resurrección futura del pueblo: los edificaré y. los plantaré, y les daré un corazón para que reconozcan que yo soy Yahvé, y ellos serán mi pueblo (v.6-7)5. En los nuevos tiempos habrá un profundo conocimiento de Yahvé, con sus exigencias religiosas y éticas. De este modo Israel será realmente el pueblo de Dios6, considerado por El como la pupila de sus ojos; pero todo esto como consecuencia de una fiel conversión. De nuevo aquí nos encontramos con la doble perspectiva en la mente del profeta. Su pensamiento se proyecta inmediatamente sobre la escena del retorno de los exilados a su patria para reconstruir la nación sobre una base religiosa más sincera y sólida; y de hecho sabemos que después del destierro los repatriados no volvieron a caer en la idolatría y apostasía general; pero el pleno cumplimiento de la profecía de Jeremías sólo se dará en los tiempos mesiánicos en el “Israel de Dios,” la Iglesia, fundada por Cristo, en la que sus fieles seguidores centrarán sus corazones en torno a El.
Los higos malos son los israelitas que se salvaron de la primera deportación del 598 y están aún con su rey Sedecías en Judá. Como no querían reconocer la mano justiciera de Yahvé después de la primera deportación, se creían a salvo de todo peligro, siguiendo su perversa conducta. Por eso el castigo que les espera será devastador: los haré objeto de terror y desventura., la irrisión y la maldición en todos los lugares (v.8). Esta suerte alcanzará también a los israelitas que habitan en Egipto, es decir, los judíos que huyeron a Egipto para escapar a la deportación organizada por los babilonios, o quizá los que hubieran sido llevados a Egipto con Joacaz (609), depuesto por Necao II7. Estos se creían allí seguros, pero la mano de Yahvé los alcanzará 8. No es probable que se refiera a los judíos que, después de la toma de Jerusalén por Nabucodonosor, mataron a Godolías, gobernador judío colaboracionista, impuesto por los babilonios, y se llevaron al profeta Jeremías a Egipto por la fuerza para huir de la venganza de los invasores. En este caso, el fragmento profético tenía que estar datado después del desastre del 586.
El v.9, en parte, es la simple repetición Deu 15:4 y falta en los LXX. Parece, pues, una adición redaccional posterior. La humillación a que se verán sometidos Sedecías y los israelitas que aún siguen en Palestina provocará la irrisión y serán citados como proverbio, como si dijeran: “Desventurado y maldito como un israelita” 9. Con ello se cumplirán las predicciones conminatorias anunciadas en la Ley contra los contraventores de la misma 10.
1 Cf. Jerc.1. – 2 Cf. Eze 11:3.13. – 3 Algunos autores creen que se alude aquí a la presentación de ofrendas o primicias de frutos en el templo. Cf. Lev 16:10; Deu 26:1. – 4 Cf. Isa 28:4; Miq 7:1; Ose 9:10. – 5 Cf. Eze 11:19; Jer 2:8; Jer 4:22; Jer 5:23; Jer 9:2.5; Eze 36:26. – 6 Cf. Jer 7:23. – 7 Cf. 2Re 23:34. – 8 Cf. Jer 44:11ss. – 9 Cf. Jer 29:22. – 10 Cf.Dt 28:37; 30:1; Jer 9:15; Jer 14:12. – 11 Cf. Jer 26:2; Jer 25:3-13.
Fuente: Biblia Comentada
Después de haber transportado Nabucodonosor. La segunda deportación de habitantes de Judea a Babilonia en 597 a.C. (cp. 2Re 24:10-17).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
— me hizo ver: El profeta interpreta como una visión enviada por el Señor lo que muy bien pudo ser una escena de la vida cotidiana, como en el caso de algunas visiones de Amós (ver Amó 8:1-3). En cualquier caso, este pasaje recuerda las visiones del comienzo del libro (ver Jer 1:11-13).
— … a Babilonia: Este inciso entre corchetes tiene todas las apariencias de ser un añadido editorial y nos sitúa entre la primera (597 a. C.) y la segunda deportación (586 a. C.), ambas efectuadas por Nabucodonosor.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Jer 22:28; 2Re 24:12-16.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
24.1 Esto sucedió en 597 a.C. Jeconías (también conocido como Joaquín) fue llevado a Babilonia y Sedequías comenzó su reinado. A menudo se llevaban cautivos a los príncipes del rey para evitar que ejercieran poder y comenzaran una rebelión. También se llevaban a los artesanos debido a que eran valiosos para el programa de construcción de Babilonia. Jeremías predijo este acontecimiento en 22.24-28.24.2-10 Los higos buenos representaban a los cautivos en Babilonia, no porque por sí mismos fueran buenos, sino porque sus corazones responderían a Dios. Por lo tanto, El los cuidaría y traería de regreso a la tierra. Los higos malos representaban a los que se quedaron en Judá o huyeron a Egipto. El pueblo creía que sería bendecido si permanecía en la tierra o escapaban a Egipto, pero sucedió lo opuesto, ya que Dios utilizaría el cautiverio para refinarlos. Podemos suponer que somos bendecidos cuando nos va bien en la vida y maldecidos cuando no es así. Sin embargo, los problemas son una bendición cuando nos fortalecen y la prosperidad una maldición cuando nos seduce a apartarnos de Dios. Si usted se enfrenta a algún problema, pida a Dios que lo ayude a fortalecerse para El. Si las cosas van como quiere, pida a Dios que le ayude a utilizar su prosperidad para El.24.6 Dios cuidaba a los cautivos en Babilonia. A pesar de que los trasladaron a una tierra extranjera, su cautiverio no fue esclavitud. El pueblo podía tener negocios y casas propias. Algunos, como Daniel, incluso ocuparon altos puestos en el gobierno (véase Dan 2:48).
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
NOTAS
(1) “Jeconías.” Heb.: Yekjon·yá·hu, que significa: “Jehová Establece Firmemente”; abreviado a “Conías” en Jer 22:24, Jer 22:28 y Jer 37:1; corresponde a “Joaquín” en 2Re 24:8.
REFERENCIAS CRUZADAS
a 1336 2Re 24:12; Est 2:6; Eze 19:9
b 1337 2Re 24:6; 1Cr 3:16; Jer 22:24
c 1338 2Re 24:16
d 1339 Jer 29:2
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Jeconías. Otro nombre de Conías o Joaquín.
Joacim. Véase coment. en 1:3.
oficiales…artesanos…herreros. En el 597 a.C. Nabucodonosor desterró a los que pudieran ser dirigentes rebeldes (oficiales) y a los artesanos que pudieran ser útiles en su economía.
Fuente: La Biblia de las Américas
príncipes… TM añade de Judá . Se sigue LXX → §194.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Lit., y he aquí, dos
Fuente: La Biblia de las Américas
[7] El nuevo Israel será fiel a la alianza. Jer 7, 23.