Comentario de Lamentaciones 3:8 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Aun cuando grito y pido auxilio, cierra sus oídos a mi oración.
Lam 3:44; Job 19:7; Job 30:20; Sal 22:2; Sal 80:4; Hab 1:2; Mat 27:46.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
cerró los oídos a mi oración: en esta ocasión Dios había prohibido a Jeremías orar por la liberación de Judá (Jer 11:14; Jer 14:11).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
CERRÓ LOS OÍDOS A MI ORACIÓN. Para los impíos, una de las terribles consecuencias de vivir en el pecado y la inmoralidad es que Dios se niegue a oír sus oraciones (cf. v. Lam 3:44; Sal 18:41; Pro 1:28; Jer 7:16; véase el ARTÍCULO LA ORACIÓN EFICAZ, P. 464. [1Re 18:42-45]).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
cerró los oídos a mi oración. Cp. el v. Lam 3:44. La falta de respuesta de Dios a las oraciones de Jeremías no se debió a la culpabilidad o el pecado personal del profeta (cp. Sal 66:18), sino al pecado perpetuo de Israel sin arrepentimiento (Jer 19:15). La rectitud de Dios para juzgar ese pecado debe seguir su curso (Jer 7:16, y vea la nota allí; Jer 11:14). Aunque Jeremías lo sabía, nunca dejó de orar y llorar (vv. Lam 3:48-51), porque anhelaba ver el arrepentimiento de su pueblo.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
REFERENCIAS CRUZADAS
l 187 Job 30:20; Sal 22:2; Sal 80:4; Sal 102:2; Pro 15:29; Isa 1:15; Miq 3:4
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
El cierra el paso a mi oración. El profeta siente que Dios ha dejado de escuchar sus oraciones (cp. vers. 44; Sal 18:41; Pr 1:28; Jer 7:16).