Comentario de Ezequiel 6:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
Vino a mí palabra de Jehová. Esta es una nueva profecía, y fue dada probablemente después de haberse cumplido los 430 días de dormir sobre su lado izquierdo y derecho. Por Israel se entiende aquí simplemente Judea; no las diez tribus, que habían sido hechas cautivas largo tiempo antes. Eze 6:1.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El juicio de Israel por su idolatría, Eze 6:1-7.
Un remanente será bendecido, Eze 6:8-10.
Los fieles son exhortados a lamentar sus abominaciones y calamidades, Eze 6:11-14.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
los montes de Israel puede aludir a la tierra en general (Eze 36:1-6), sin embargo, se condenaba de forma especial a los collados debido a que el pueblo construyó altares y templos a los ídolos cananeos en sus áreas boscosas (v. Eze 6:13). Los valles o lugares altos eran originalmente sitios elevados para la adoración del dios Baal y otras deidades del panteón cananeo. El término lugar alto podía usarse en cuanto a cualquier sitio, ya fuera una cumbre o valle (v. Eze 6:6; Jer 7:31) donde se adoraban los dioses cananeos (1Re 11:4-10). Los israelitas adoptaron el uso de estas y otras prácticas asociadas como inmoralidad sexual, hechicería, espiritismo, adoración de serpientes, y sacrificios de niños. Antes de entrar a la tierra prometida, Dios mandó a los hebreos que eliminaran todos los lugares altos donde se adoraban ídolos (Núm 33:52).
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PARA VIVIRLO
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¡Y sabréis!
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Ezequiel fue enviado a los hebreos cautivos en Babilonia (Eze 2:1-5; Eze 3:14, Eze 3:15). A pesar de que los babilonios habían invadido dos veces Judá, cumpliendo las advertencias del profeta Jeremías, los cautivos aún no entendían por qué Dios había permitido que esto ocurriera, ni por qué habían sido deportados a Babilonia. Todavía no comprendían que las dificultades de la nación eran el resultado de su idolatría y otros pecados contra Jehová.
Dios usó a Ezequiel para dejar clara la verdad. Una vez tras otra, por un período de al menos 20 años, el profeta explicó claramente los pecados del pueblo y le advirtió sobre la ira de Dios. Sin embargo, el pueblo siguió deliberadamente ciego a su condición. Esta dureza de corazón ayuda a explicar por qué se repite unas 60 ó 70 veces la frase «y sabréis (o sabrán) que yo soy Jehová» (Eze 6:7, Eze 6:10, Eze 6:13, Eze 6:14). Estas declaraciones se pueden encontrar muy a menudo en medio de una promesa de la ira de Dios: «y los muertos caerán» (Eze 6:7); «les había de hacer este mal» (Eze 6:10); «así cumpliré en ellos mi enojo» (Eze 6:12); «haré la tierra … asolada» (Eze 6:14).
Podemos llegar a conocer a Jehová en su gracia y misericordia o en su ira y furia. La elección es nuestra. Pero, independientemente de nuestra respuesta, Dios aclara que «sabréis que yo soy Jehová». Dios se ha determinado a que lo escuchen. Él es Jehová, y tarde o temprano, sabremos que es Él.
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Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
6. Profecías contra los centros idolátricos de Israel.
La suerte anunciada a Jerusalén por sus idolatrías y abominaciones alcanzará también a todo el reino de Judá, ya que en todos sus contornos ha habido manifestaciones religiosas idolátricas. El profeta quiere con estos oráculos quitar de la mente de los exilados las desmesuradas ilusiones optimistas de liberación. Todavía no había pasado la ira divina en su plena manifestación; por eso no deben pensar en un pronto retorno a Palestina.
Devastación de los altares idolátricos (1-7).
1 Fueme dirigida la palabra de Yahvé, diciendo: 2 Hijo de hombre, vuelve el rostro a los montes de Israel y profetiza contra ellos. 3 Di: Oíd, montes de Israel, la palabra del Señor, Yahvé. Así dice el Señor, Yahvé, a los montes, a los collados, a los torrentes, a los valles: Voy a traer contra vosotros la espada y destruiré todos vuestros altos. 4 Vuestros altares serán devastados, y destrozados vuestros cipos solares, y haré caer vuestros muertos ante vuestros ídolos. 5 Yo pondré los cadáveres de los hijos de Israel delante de sus ídolos y dispersaré vuestros huesos en derredor de vuestros altares. 6 Dondequiera que habitéis serán arruinadas vuestras ciudades y devastados vuestros altos. Vuestros altares serán arruinados, y abandonados vuestros ídolos, destrozados, desaparecerán. Serán rotos vuestros cipos al sol y aniquiladas vuestras obras. 7 Caerán en medio de vosotros los muertos y sabréis que yo soy Yahvé.
Sigue el anuncio de la devastación y de la ruina. Antes era contra los habitantes de Jerusalén por sus idolatrías; ahora es contra los lugares de culto idolátrico, extendidos por todos los montes de Judá (v.1); por eso el profeta debe volver su rostro a los montes de Israel, para lanzar sus oráculos amenazadores. Toda la tierra de Palestina estaba contaminada con prácticas idolátricas; por eso solemnemente dirige sus palabras a los montes, collados, torrentes y valles (v.3). Todo ha sido puesto al servicio de la idolatría, y de ahí que hasta los mismos accidentes geográficos serán víctimas de la ira de Dios, que destruirá sus altos (v.3), es decir, los famosos “lugares altos” o Bamoth, tradicionales lugares de prevaricaciones idolátricas *. También los cipos solares, o estelas dedicadas al sol, serán destruidas. Los santuarios cananeos estaban al aire libre en un pequeño recinto, en cuyo centro se elevaba un monolito o madera en forma de estela dedicada al dios solar 2. La destrucción será general 3.
Arrepentimiento de los dispersos de Judá (8-10).
8 Mas dejaré de vosotros entre las gentes unos restos que escaparán a la espada cuando sean dispersados por las tierras. 9 Vuestros dispersos se acordarán de mí en las naciones en que estarán en cautiverio, porque yo quebrantaré su corazón fornicario, que se apartó de mí, y sus ojos, que fornicaron tras los ídolos. Y tendrán horror de sí mismos por las iniquidades que cometieron y por todas sus fornicaciones. l0 Sabrán entonces que yo soy Yahvé. No en vano había dicho que había de escarmentarlos.
No pocos autores ven en estos versos una adición posterior por su estilo convencional. El profeta anuncia que, una vez pasado el castigo, cuando los judíos se hallen en la diáspora, sentirán una nostalgia de Dios, y sentirán horror de sí mismos (v.9) al verse culpables de horrendos crímenes. Yahvé los ha castigado por su corazón fornicario, es decir, su propensión a la idolatría. Las relaciones entre Dios e Israel eran concebidas al modo de las relaciones conyugales de dos esposos. Por eso, todo culto a los ídolos era un adulterio, y sus actos de culto, fornicaciones (v.9).
Desolación de la tierra de Judá (11-14).
11 Bate las manos y huella con tu pie, diciendo: ¡Ay! Después de tantas horribles abominaciones, caerá la casa de Israel a espada, de hambre y de peste. 12 El que está lejos morirá de peste, el que está cerca caerá a la espada, y el que quedare y esté asediado morirá de hambre. Desfogaré mi ira, 13 y reconoceréis que yo soy Yahvé cuando yazcan sus muertos junto a sus ídolos, en derredor de sus altares, en todo alto collado y en la cima de todos los montes, bajo todo árbol frondoso y bajo toda encina copuda; allí donde ofrecían perfumes de grato aroma a todos los ídolos, 14 yo tenderé contra ellos mi mano y tornaré la tierra desolada y solitaria desde el desierto a Ribla, dondequiera que habiten, y sabrán que yo soy Yahvé.
El profeta, por orden divina, debe mostrarse alegre a causa del cumplimiento de la justicia divina sobre su pueblo, aunque esto suponga la catástrofe y la ruina. Los profetas tenían muchas veces que ahogar sus más sagrados sentimientos patrióticos y familiares en función de exigencias divinas. Eran los transmisores de la voluntad de Dios, y ante esto debían declinar toda otra afección particular y personal.
Como Jeremías en Palestina, Ezequiel en Babilonia debe anunciar la tragedia de su pueblo, en contra de sus naturales inclinaciones. Ante todo estaban los derechos de la justicia divina, y por eso debía alegrarse del cumplimiento de la misma a costa de sus compatriotas pecadores. Estos caerán por la peste, el hambre, la espada, los tres flagelos instrumentos de la cólera de Yahvé. Los muertos yacerán por doquier en torno a los altares donde habían ofrecido sacrificios a los ídolos, en los lugares altos y bajo todo árbol frondoso (v.13), es decir, en los santuarios formados en torno a un terebinto sagrado, como aún se ve en los welys de los musulmanes de Oriente 4. La frondosidad de la vegetación era símbolo de la fecundidad y de la vida, y por eso los lugares frondosos eran escogidos para dar culto a divinidades afrodisíacas, como Astarté, la Istar de los babilonios. La consecuencia de la manifestación de la cólera divina será la desolación total desde el desierto hasta Ribla 5, es decir, toda la costa siro-fenicia-palestina, desde el desierto del Negueb, al sur de Bersabé, hasta Ribla, sobre el Orontes, en Siria, que fue cuartel general de Nabucodonosor en 587.
1 Cf. 1Re 12:20-35; 2Re 17:29-32; Os 3:2; Jer 7:31; Isa 15:2. Véase H. Vincent, Ca-naan d’aprés l’exploration recente (París 1907) 90-151. – 2 Véase J. M. Lagrange, études sur les religions sémiíiques (París 1905) 2143. – 3 Cf. Amo 7:9; Jer 26:9; Isa 44:10-20. – 4 Cf. Jer 2:20. – 5 El TM dice “más que e! desierto hacia Dibla,” localidad desconocida. Por otra parte, encontramos este nombre Diblí, en vez de Ríb/α, en Jer 52:9-10; Jer 52:26-27. La mayoría de los críticos leen “desde el desierto hasta Ribla,” frase paralela a la otra bíblica: “’Desde la entrada de J’amat hasta el torrente de Egipto” (Num 13:21).
Fuente: Biblia Comentada
Aquí se presenta la primera serie de profecías dadas en el transcurso de un año, acerca de la conquista de Jerusalén por parte de los babilonios en 586 a.C.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Profecía contra la idolatría en Israel
Aunque esta profecía está dirigida contra los montes de Israel, el blanco verdadero para la condenación son los santuarios o “lugares altos” que se encontraban en los montes. Un lugar alto era un sitio de adoración al aire libre, de origen cananeo. Algunos del pueblo usaban estos sitios para adorar al Señor, pero muchas de las prácticas idólatras paganas eran retenidas. La advertencia es que la condenación que pendía sobre la ciudad golpearía también a las regiones alrededor. Los practicantes de la adoración en los lugares altos no serían salvados por sus ídolos. No obstante, los eventos que se avecinaban no eran sólo una forma de castigo. La expresión y sabrán (sabréis) que yo soy Jehovah se repite por todo el oráculo (vv. 7, 10, 13, 14). Los adoradores en los lugares altos vendrían a saber cuáles dioses eran falsos y cuál era real.
La adoración de ídolos en los lugres altos fue un problema perenne para Israel (cf. 1 Rey. 12:28-33; 2 Rey. 17:9-11). Aunque Ezequiel atacaría más tarde los pecados “más nuevos” adquiridos por Israel de sus vecinos, algunos de los oráculos tratan de estos problemas más antiguos. Prácticas erróneas, aun si institucionalizadas por siglos de tradición en una sociedad, todavía continúan siendo erróneas.
1-7 Proclama a los montes de Israel, en otras palabras: “Estoy por traer espada contra vosotros. Vuestros lugares altos y otros lugares de adoración serán destruidos. Vuestros habitantes serán muertos delante de sus ídolos. Vosotros sabréis entonces que yo soy Jehovah.” 8-10 “Pero algunos serán dejados. En las naciones en que están dispersados se acordarán de mí y se despreciarán a sí mismos por lo que han hecho. Sabrán que soy Jehovah.”11-14 “Deplorad y lamentad las impías prácticas de Israel, porque espada, hambre y peste les alcanzarán. Cuando las gentes yazcan alrededor de sus ídolos y santuarios, y su tierra esté desolada, entonces sabrán que yo soy Jehovah.”
Notas. 11 ¡Ay!: muchos comentaristas sugieren que hay implicaciones de escarnio o mofa aquí. 14 Desde el desierto hasta Diblat: es decir, por toda la tierra.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
6.1ss Este es el principio de un mensaje que consta de dos partes. Recuerde que Ezequiel solo podía hablar cuando daba mensajes de Dios. El mensaje del capítulo 6 es que la idolatría de Judá con seguridad acarrearía el castigo de Dios. El mensaje en el capítulo 7 describe la naturaleza de ese castigo: destrucción total de la nación. No obstante, Dios en su misericordia salvó a un remanente. Ezequiel profetizó contra las montañas de Israel donde estaban ubicados los «lugares altos» usados en la adoración de ídolos.6.8-10 Un rayo de luz aparece en esta profecía de oscuridad: Dios salvaría a un remanente de su pueblo, pero únicamente después de que hubieran aprendido algunas lecciones difíciles. En ocasiones Dios tiene que quebrantar una persona para poder conducirla al verdadero arrepentimiento. El pueblo necesitaba nuevas actitudes, pero no cambiarían hasta que Dios quebrantara sus corazones con la humillación, el dolor, el sufrimiento y la derrota. ¿Acaso anhela su corazón tanto a Dios como para cambiar aquellas áreas que le desagradan a El? ¿O tendrá Dios que quebrantarlo?6.11 Los profetas utilizaban con frecuencia esta descripción tripartita de castigo sobre Jerusalén -espada, hambre y enfermedad- como una forma de decir que la destrucción sería completa. La espada significaba muerte en batalla, el hambre vendría cuando los enemigos sitiaran la ciudad, y la enfermedad siempre era un peligro durante la hambruna. No cometa el error de subestimar la extensión del castigo de Dios. Si usted ignora las advertencias bíblicas y le da las espaldas a Dios, le espera el castigo eterno.6.14 La frase «y conocerán que yo soy Jehová» (o variaciones de esta frase) aparece sesenta y cinco veces en el libro de Ezequiel. El propósito de todo castigo de Dios no es la venganza, sino imprimir en la gente la verdad de que el Señor es el único Dios vivo y verdadero. La gente en los días de Ezequiel adoraba ídolos hechos por el hombre y los llamaba dioses. En la actualidad el dinero, el sexo y el poder se han convertido en ídolos para muchos. El castigo vendrá sobre todos aquellos que coloquen otras cosas antes que Dios. Nos resulta fácil en nuestro mundo secular olvidarnos que solo el Señor es Dios, la autoridad suprema y la única fuente de amor y vida eternos. Recuerde que Dios puede estar utilizando las dificultades que hay en su vida para recordarle que El únicamente es Dios.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
[11] En señal de compasión y de dolor.