Comentario de Ezequiel 30:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
La desolación de Egipto y sus ayudadores, Eze 30:1-19.
El brazo de Babilonia será fortalecido para quebrar el brazo de Egipto, Eze 30:20-26.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
La frase el día de Jehová se refiere a un período de ira divina sobre la nación de Egipto. Este término indica involucramiento personal de Dios en su obra de juicio. En este contexto (vv. Eze 30:4-19) Dios usaría a Babilonia bajo Nabucodonosor para castigar Egipto y a sus aliados (Gén 12:3; Jer 25:1-38; Jer 46:1-28).
día de castigo de las naciones será: Aquel es, el tiempo de la ira de Dios sobre las naciones.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
PON TU ROSTRO HACIA. Estos capítulos incluyen profecías contra siete naciones que eran hostiles a Dios, sus mandamientos y su pueblo. Ezequiel revela en estos ocho capítulos que todas las naciones son en definitiva responsables ante Dios y que los poderes terrenales no destruirán nunca su plan de salvación. Aunque a veces las fuerzas perversas del mundo parecen victoriosas, viene el día en que Dios juzgará toda maldad, las naciones impías perecerán y su pueblo fiel recibirá plena salvación.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
EGIPTO. Estos capítulos dan siete profecías de juicio contra Egipto. Se juzgaba a Egipto porque era un poder mundial que adoraba muchos dioses y con arrogancia se jactaba de su poder.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
30. Nuevos oráculos contra Egipto.
En este capítulo se anuncia con profusión de detalles la ruina de Egipto. Tiene dos partes: a) anuncio de devastación del país (1-19); b) oráculo contra el faraón (20-26). Por las repeticiones y frases convencionales de los fragmentos, algunos autores creen que es una adición posterior que detalla la ruina de Egipto anunciada por Ezequiel en el capítulo anterior.
Anuncio de la destrucción de Egipto (1-9).
1 Fueme dirigida la palabra de Yahvé, diciendo: 2 Hijo de hombre, profetiza y di: Así habla el Señor, Yahvé: Vocifera: ¡Desdichado día! 3 porque se acerca el día de Yahvé, día tenebroso; llega la hora de las gentes. 4 Vendrá la espada sobre Egipto, y la angustia sobre Etiopía, cuando caigan los muertos de Egipto y sean apresadas sus riquezas l y destruidos sus cimientos. 5 Los de Etiopía, los de Put, de Lud, toda suerte de pueblos, las gentes de Cub y los hijos de los países aliados caerán con ellos a la espada. 6 Así dice Yahvé: Caerán los apoyos de Egipto, se desvanecerá la altivez de su poderío. Desde Migdol hasta Siene caerán a la espada, dice el Señor, Yahvé. 7 Quedará desolado entre las tierras desoladas, y sus ciudades entre las ciudades en ruina. 8 Se sabrá entonces que yo soy Yahvé, cuando pegue fuego a Egipto y quebrante todos sus apoyos. 9 Aquel día partirán mensajeros en navios de mi parte, que irán a esparcir el terror en la confiada Etiopía, y serán presa de la angustia cuando venga a Egipto su día. l0 Así dice el Señor, Yahvé: Haré cesar el tumultuar de Egipto por mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia. A1 El y sus gentes, los más violentos entre los pueblos, serán llevados a devastar la tierra, y desenvainarán su espada contra Egipto, y llenarán de muertos su tierra, 12 y secaré sus ríos, venderé esa tierra a gentes feroces y devastaré su tierra y cuanto en ella hay por mano de extranjeros; yo, Yahvé, lo digo. 13 Así dice el Señor, Yahvé: Haré desaparecer los falsos dioses de Menfis, y no se alzará ya príncipe alguno en la tierra de Egipto. 14 Echaré el terror sobre la tierra de Egipto, devastaré a Patros, pegaré fuego a Tanis, haré justicia en Tebas, 15 derramaré mi ira sobre Sin, el baluarte de Egipto, y exterminaré a la muchedumbre de Tebas. l6 Pondré fuego a Egipto, Sin se dolerá sobremanera, se abrirá brecha en Tebas, y Menfis será presa de enemigos diurnos. 17 Las juventudes de Heliópolis y de Bubastis caerán a la espada, y sus mujeres irán al cautiverio. 18 En Tafnes se oscurecerá el día, cuando destroce los cetros de Egipto y aniquile el orgullo de su fuerza. Quedará envuelto en tinieblas, y sus hijas serán llevadas cautivas. 19 Haré justicia en Egipto, y sabrá que yo soy Yahvé.
Con acento siniestro, el profeta anuncia que ha llegado el día de Yahvé, el de su manifestación airada 2; es la hora de las gentes, es decir, la hora de pedir cuentas a las naciones paganas (v.3). Un ejército destructor va a caer sobre Egipto y Etiopía. Caerán también los pueblos especialmente vinculados a la suerte de Egipto, como Put (Sudán o Somalia), Lud (Lidia?) 3 y Cub, pueblo desconocido (quizá transcripción defectuosa por Lub: Libia ?). Todo caerá, desde el norte (Migdol) hasta el sur (Siene: Asuán), en poder del enemigo 4. Muchos egipcios huirán hacia Etiopía, llevando la noticia del desastre (v.8). La confiada Etiopía, asegurada por Egipto, vivía despreocupada de toda invasión por parte del coloso mesopotámico; pero ahora será presa de angustia ante la inminencia de una invasión proveniente del mismo Egipto derrotado. Nabucodonosor, de hecho, se apoderará de toda la riqueza de Egipto (v.10), que se le ha dado como salario 5. Serán devastados los principales centros de idolatría: Menfis, capital del Bajo Egipto (v.15), cerca de El Cairo actual, residencia de las primeras dinastías egipcias; Patros, Tanis y Tebas 6, capital del Alto Egipto, serán también arrasadas hasta los cimientos, y la ciudad que constituía la clave de entrada al país, Sin (v.16), sentirá el paso del invasor7, doliéndose de su impotencia para resistirle. Las juventudes de Heliópolis y Bubastis 8 caerán a la espada. Sobre Tafnes 9, el ejército invasor caerá como una nube, que oscurecerá todo, y se romperán los cetros de Egipto (v.18), probable alusión a los cetros del Alto y Bajo Egipto o a los numerosos cetros de los reyezuelos de los “nomos” del país del Nilo.
Nuevo oráculo contra el faraón de Egipto (20-26).
20 El año undécimo, el primer mes, el día siete del mes, me fue dirigida la palabra de Yahvé, diciendo: 21 Hijo de hombre, yo he roto el brazo del faraón, rey de Egipto, y no le ha sido vendado, ni fajado, ni entablillado para soldar la rotura y que pueda manejar la espada. 22 Por tanto, así dice el Señor, Yahvé: Heme aquí contra el faraón, rey de Egipto. Yo le romperé los dos brazos, el sano y el quebrado, y haré que la espada se le caiga de la mano, 23 y diseminaré a los egipcios entre las gentes y los aventaré por las tierras, 24 y fortaleceré los brazos del rey de Babilonia y pondré mi espada en su mano, pero quebraré los brazos del faraón, que delante de aquél gemirá con gemidos de muerte. 25 Fortaleceré los brazos del rey de Babilonia, y se caerán los brazos del faraón, y sabrán que yo soy Yahvé, cuando ponga mi espada en mano del rey de Babilonia y la esgrima él contra la tierra de Egipto. 26 Esparciré a los egipcios entre las gentes y los aventaré por las tierras, y sabrán que yo soy Yahvé.
Este nuevo vaticinio es dirigido contra el faraón, personificación de Egipto. El faraón de entonces era Hofra. La datación nos lleva al año 586, en el mes de marzo-abril, es decir, tres meses después del primer vaticinio. Egipto sigue intrigando en la corte de Jerusa-lén para que resista, prometiendo vanas ayudas. Sólo faltan dos meses para el fin trágico del asedio. Ezequiel anuncia que es inútil esperar en el faraón Hofra, pues ha sido quebrantado. Yahvé le ha roto el brazo (v.21), pues el faraón ha sufrido una grave derrota, de la que no ha sido repuesto. Durante el asedio de Jerusalén hubo un momento en que los babilonios aflojaron el cerco, sin duda para hacer frente a un ejército del faraón. Este debió de sufrir una gran derrota; Jeremías dice simplemente que volvió a Egipto 10. Ezequiel aquí concreta diciendo que fue derrotado. Pero esta derrota no fue sino el preludio de otra mucho mayor que sufrirá de manos del rey de Babilonia:yo le romperé los dos brazos, el sano y el quebrado. (v.22). Como consecuencia, los egipcios serán deportados entre las naciones (v.26).
1 Esta última frase falta en los LXX. – 2 Cf. Isa 13:6; Joe 1:135; Sof 1:7:14- – 3 Sobre la identificación de estos pueblos cf. coment. a 27:10. – 4 Cf. coment. a 29:10. – 5 Cf. 29:183. – 6 Patros, cf. coment. a 29:14; Tanis o Soan, es el actual San en el delta oriental (Num 13:22; Isa 19:1; Sal 78:12, etc.). – 7 Sin es el Peíusium de los griegos, al nordeste de Egipto. – 8 Heliópolis, en egipcio On, al norte de Menfis. Bubasíis, en egipcio Oa Bast (casa de Bast, diosa a la que le era consagrado el gato), hoy íelí Basta, al norte de El Cairo. Cf. Herodoto, II 1378. – 9 Tafnes (escrito en hebreo, Tehafiíehes) es el actual tell Defenne, cerca de Pelusium, en la frontera con Asia. – 10 Cf. Jer 37:5-10; Jer 34:21s.
Fuente: Biblia Comentada
Un día oscuro para Egipto
Este oráculo no está fechado, pero su tema es similar a los otros oráculos de 587 a. de J.C.: Egipto y sus aliados caerán en manos de Nabucodonosor.
2-9 La guerra vendrá a Egipto. Ella y sus vecinos y aliados serán desolados. 10-12 El poderío militar de Egipto será destruido por los babilonios bajo Nabucodonosor. La tierra será desolada.13-19 La nación quedará sin príncipes. Sus ídolos serán destruidos y sus ciudades serán tomadas por asalto.
Notas. 5 Los países y pueblos mencionados aquí fueron todos aliados de Egipto. Los hijos de la tierra del pacto: probablemente judíos mercenarios que se habían establecido en Egipto. 6 Migdol hasta Asuán: cf. 29:10. 15-18 La lista de ciudades y regiones egipcias mencionadas aquí recalca la amplitud de la destrucción.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
30.1-19 Esta es una profecía en contra de Egipto y sus aliados. Debido a la soberbia y a la idolatría de los egipcios, serían abatidos.30.12 Los Faraones de Egipto declararon que habían creado el Nilo, el río del cual dependía toda la nación. Si Dios secaba el Nilo, la nación sería destruida.30.13-19 La lista de las ciudades que serían destruidas muestra el grado de destrucción. Secar el Nilo (30.12) denota su profundidad. Se incapacitaría por completo a Egipto. Esto era un mensaje claro para Judá a fin de que no confiara en la ayuda egipcia en contra de los babilonios.30.20, 21 Este mensaje vino en 587 a.C., mientras Jerusalén estaba bajo el ataque de Babilonia. Judá se rebeló en contra de Babilonia e hizo alianza con Egipto a pesar de las advertencias de Dios (Jer 2:36-37). El Faraón Hofra hizo un intento poco sincero de ayudar a Jerusalén, pero cuando el ejército de Nabucodonosor se volvió en su contra, huyó de regreso a Egipto (Jer 37:5-7). Cuando Ezequiel dijo que Dios quebraría el brazo del Faraón, se refería a estas derrotas.30.21-26 Esta profecía la recibió Ezequiel en 587 a.C. Dios destruyó la superioridad militar de Egipto y se la dio a Babilonia. Dios permite que se levanten naciones en poder para cumplir un propósito especial, por lo general más allá de nuestro entendimiento inmediato. Cuando escuche acerca de ejércitos y guerras, no se desespere. Recuerde que Dios es soberano y está a cargo de todo, aun del poder militar. Además de orar por sus militares y líderes gubernamentales, ore para que se lleve a cabo el propósito supremo de Dios y se haga su voluntad «como en el cielo, así también en la tierra» (véase Mat 6:10).