Comentario de Éxodo 4:17 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Lleva en tu mano esta vara, con la cual harás las señales.
Éxo 4:2; Éxo 7:9, Éxo 7:19; 1Co 1:27.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Moisés necesitaba obtener el permiso de su suegro, Jetro, para irse (sobre una situación similar respecto a Jacob, lea Gén 31:1-55). Moisés se había convertido en parte oficial de la familia de Jetro (Éxo 2:16-22; Éxo 3:1).
Vé en paz: la bendición de Jetro tenía un sentido de pacto.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
esta vara, con la cual harás las señales. Moisés, a pesar del enojo de Dios ante su actitud, retuvo la superioridad en cuanto a que él tenía la vara, el instrumento mediante el que se llevarían a cabo los milagros, de modo que fue identificada como «la vara de Dios» (v. Éxo 4:20).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Esta vara: Es la misma vara que tenía antes en sus manos (v. Éxo 4:2). A fin de evitar que sea entendida como una “vara mágica”, se debe procurar que quede claro que Dios no entregó otra vara distinta para los milagros posteriores.
Las señales: Se refiere a los hechos de los versículos Éxo 4:1-9 y a otros aún no conocidos, que serán hechos más adelante, en presencia del faraón. Otras posibilidades son «cosas asombrosas» (DHH), o «señales milagrosas» (NVI), ambas preferibles a «los signos» (NBE), pues dejan claro el carácter maravilloso de lo que ha de hacerse con ella.
Aspectos históricos y literarios
El nombre de Dios
La traducción de la expresión ‘eheyeh asher ‘eheyeh, en Éxo 3:14, ha sido problemática desde el comienzo. No obstante, parte del problema tiene que ver con las lenguas a las que se tradujo y no con la frase en sí misma, que es de fácil traducción. Por eso, el traductor actual tiene que hacer el esfuerzo de conocer la problemática que hay detrás de esta frase, ya que es probable que en otras lenguas se pueda traducir de forma más sencilla y fiel que en el castellano.
Estamos ante un juego de palabras, construido con una primera persona singular del imperfecto hebreo del verbo “ser”. La traducción literal es “yo seré el que seré”, o “yo estaré donde estaré”. Tengamos presente que en hebreo (como también en castellano) los verbos ser y estar actúan semánticamente muy juntos. Sin embargo, esta traducción llana no satisfizo a los que produjeron la versión de los LXX, quienes no comprendieron que se trataba de un juego de palabras. Creyendo que era una frase enigmática, pusieron en griego, literalmente: “Yo soy el que soy”. Así, tradujeron el futuro en presente, sin que hubiera ninguna justificación para ello.
Otro elemento que vino a complicar lo simple fue la interpretación de la pregunta del versículo Éxo 4:13 como intento de identificar el nombre de Dios y no como indagación del carácter de Dios. De ahí que los LXX se vieron tentados a dar un presente, porque ellos entendían que el nombre de Dios debía ser una expresión de barniz filosófico, más parecida al pensamiento helénico que a la estructura de pensamiento semítico. Hoy sabemos que a la Biblia no le interesa definir a Dios, sino dar testimonio de su acción, mostrando su presencia en la historia humana.
Creemos que la clave para entender esta frase hay que buscarla en el texto mismo. El versículo Éxo 4:12 utiliza la expresión ‘eheyeh en el sentido lato de “yo estaré”. Luego, ante el pedido del nombre, se vuelve a utilizar la misma expresión en un juego de palabras. Es un error muy común afirmar que esa frase expresa la eternidad de Dios, y se debe a que se lee la frase a través de la traducción incorrecta de los LXX. “Yo soy el que soy” puede entenderse como “siempre estoy, el eterno”. Sin embargo, ya vimos que el versículo Éxo 4:14 se vincula con el versículo Éxo 4:12 : ante el reclamo por la falta de poder para llevar adelante la misión frente al faraón, es evidente que el sentido es el de “acompañar” y el de “estar contigo”. Ahí hay que buscar el sentido de esta expresión. Además, este camino se muestra mucho más coherente con el resto del Antiguo Testamento.
Partiendo de la base que estamos ante un juego de palabras ―los cuales suelen ser intraducibles a otra lengua―, proponemos que “yo soy el que estoy” es una mejor traducción del sentido original. Comprendemos esta frase como “el que acompaña”, “el que no abandona”, “el que estará siempre contigo”.
Si consideramos el contexto literario, más allá de la unidad donde está ubicado este texto, veremos que esta traducción cobra aún mayor coherencia. Moisés se siente débil y se le afirma un Dios que acompaña. Israel tendrá que enfrentar el miedo del desierto y sus peligros, pero se le revela un Dios que no abandona. Los profetas tendrán que decir lo que los poderosos no quieren oír, pero lo harán con la confianza de que Dios estará siempre con ellos. Los creyentes actuales, como los de todas las generaciones, deben saber que el Dios de la Biblia está y estará junto a ellos, en cada momento.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
REFERENCIAS CRUZADAS
w 137 Éxo 7:19
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
esta vara… TM omite que se transformó en serpiente. Se sigue LXX