Biblia

Comentario de Oseas 2:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Oseas 2:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

“Decid a vuestros hermanos: Ammí, y a vuestras hermanas: Rujama.

Decid a vuestros hermanos. Ose 1:9-11.

Ammi. Esto es, mi pueblo. Éxo 19:5, Éxo 19:6; Jer 31:33; Jer 32:38; Eze 11:20; Eze 36:28; Eze 37:27; Zac 13:9.

Ruhama. Esto es, compadecida. Ose 2:23; Rom 11:30, Rom 11:31; 2Co 4:1; 1Ti 1:13; 1Pe 2:10.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

La idolatría del pueblo, Ose 2:1-5.

El castigo de Dios, Ose 2:6-13.

Su promesa de reconciliación, Ose 2:14-23.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

hermanos … hermanas: Dios restituirá misericordiosamente su pacto con su pueblo, dando marcha atrás al juicio simbolizado en los nombres de Lo-ruhama y Lo-ammi.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

2. Providencia de Yahvé sobre Su Pueblo.

Infidelidad de Israel a Yahvé (2-5).
2 (4) Protestad de vuestra madre, porque ni ella es mi mujer ni yo soy su marido. Que deje de su rostro sus fornicaciones y de entre sus pechos sus prostituciones, 3 (5) no sea que yo la despoje, y, desnuda, la ponga como el día en que nació, y la convierta en desierto, en tierra árida, y la haga morir de sed. 4 (6.) Y no tendré piedad de sus hijos, porque son hijos de prostitución. 5 (7) Su madre se prostituyó; la que los concibió se deshonró y dijo: Me iré tras de mis amantes, que ellos me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida.

El profeta, después de dramatizar su situación familiar, quiere sacar la lección que de ella se desprende. El matrimonio suyo con Gomer simbolizaba el matrimonio de Yahvé con Israel. Este (la esposa infiel) se había ido tras de los ídolos, engendrando hijos bastardos, simbolizados en los nombres de los tres supuestos hijos de Oseas. Yahvé, por el profeta, invita a sus hijos bastardos (los israelitas) a echar en cara a su madre (Israel) su vergonzosa conducta: Protestad de vuestra madre. (v.2), pues por sus fornicaciones, o flirteos con los cultos idolátricos, se ha divorciado de su verdadero Esposo, Yahvé: Ni ella es mi mujer ni yo soy su marido.
Si no deja su conducta deshonrosa, Yahvé la abandonará y la dejará sola, abandonada como un desierto., como el día en que nació (v.5). Estas palabras aluden a la estancia de Israel en el desierto, cuando estaba abandonada de todos y sólo la especial providencia de Yahvé la salvó de la muerte, llegando su prodigalidad a darle una tierra feraz, la de los cananeos. Una vez que Israel logró organizarse como nación en Canaán, se creyó ya suficientemente fuerte y se olvidó de su Dios, yéndose tras de los ídolos cananeos. Pero Yahvé le puede castigar y volverla en tierra árida, quedando totalmente desamparada, con peligro de morir de sed 1.
Israel se fue tras de sus amantes (v.6), los ídolos, porque creía que así se multiplicarían sus bienes, su dote: me dan mi pan., mi lana., mi aceite. La feracidad exuberante de Canaán, en comparación de las estepas del Sinaí, había fascinado la imaginación rudimentaria de los israelitas al instalarse en Canaán, los cuales habían creído que los dioses locales eran más pródigos con sus adoradores que el adusto Dios del Sinaí. Esto exaspera al verdadero Esposo de Israel, que no va a tener piedad de los israelitas porque son hijos de prostitución (v.4).

Yahvé castiga a Israel para atraerle (6-13).
6 (8) Por eso voy yo a cercar sus caminos con zarzas y a alzar un muro para que no pueda ya hallar sus sendas. 7 (9) Irá en seguimiento de sus amantes, pero no los alcanzará; los buscará, mas no los hallará, y se dirá: Voy a volverme con mi primer marido, pues mejor me iba entonces que me va ahora. 8 (10) No ha querido reconocer que era yo quien le daba el trigo, el mosto y el aceite, y la plata que yo pródigamente le di, igual que el oro, se lo consagró a Baal. 9 (n) Por eso voy a recobrar mi trigo a su tiempo y mi mosto a su sazón, y me tomaré mi lana y mi lino, que habían de cubrir su desnudez, 10 (12) y voy a descubrir sus vergüenzas a los ojos de sus amantes. Nadie la librará de mi mano. J1 (13) Haré cesar todas sus alegrías, sus fiestas, sus novilunios, sus sábados y todas sus solemnidades. 12 (l4) Talaré sus viñas y sus higuerales, de los que decía: Es el salario que mis amantes me dan. La reduciré a un matorral y la devorarán las bestias del campo. 13 (15) La castigaré por los días en que incensaba a los baales y, adornándose con sus anillos y sus collares, se iba con sus amantes y me olvidaba a mí, dice Yahvé.

Puesto que Israel está ciega, siguiendo a sus amantes, los ídolos, Yahvé, su verdadero Esposo, movido de extrema solicitud y amor por su esposa, va a tomar medidas extremas, privándola de muchas cosas, hasta que vea la inutilidad de seguir su conducta idolátrica. Yahvé se comporta aquí como un Esposo celoso y enamorado de su esposa, extraviada en amores adulterinos. Podía abandonarla, pero la ama tanto, que la va a hacer volver empleando medios extraordinarios. Yahvé va a sembrar de zarzas y de obstáculos, levantando un muro para que Israel se extravíe en su camino emprendido tras de sus amantes, los ídolos. El profeta presenta a Israel saliendo de su hogar, caminando en busca de sus ídolos; pero le sale al paso Yahvé, bloqueando sus sendas, para que se extravíe y no acierte con el camino acostumbrado hacia los santuarios de los ídolos. Después de probar diversas nuevas sendas extraviadas, se convencerá de la inutilidad de sus esfuerzos en seguimiento de sus amantes (v.7-9), y al no alcanzar su objetivo, se acordará de su legítimo hogar, y, volviendo en sí, retornará a su legítimo Esposo: voy a volverme con mi primer marido.
La decepción ha sido completa, y en la amargura de su alma comprende que su bien estaba en ser fiel a su verdadero Esposo.
Su conducta ha sido tan alocada, que ni siquiera se ha dado cuenta que sus bienes venían de Yahvé, su Esposo (v.8-10), y en su extravío llegó a utilizar su plata para consagrarla a Baal (utilizándola para hacer ídolos). Así, no sólo no ha reconocido los beneficios recibidos, sino que ha abusado de ellos, poniéndolos al servicio de los baales de Canaán. En castigo a su pérfida conducta, Yahvé la va a privar de todos los bienes que le había prodigado: por eso voy a recobrar mi trigo a su tiempo y mi mosto a su sazón. (v.9-11), es decir, en la época de recolección. Al verse en la total indigencia, comprenderá que de nada le sirvieron sus coqueteos con los ídolos. Yahvé le privará de todo, para que aparezca en toda su desnudez e indigencia.
Israel será privada de cosechas y de todo medio de subsistencia, y entonces será despreciada de todos los pueblos paganos. Nadie podrá ayudarla, porque Yahvé ha decidido castigarla: nadie la librará de mi mano. Israel será reducida a un estado de indigencia tal, que desaparecerán sus acostumbradas alegrías en las solemnidades tradicionales, en los novilunios y sábados (v. 11-13). Las solemnidades anuales, es decir, las fiestas de Pascua, Pentecostés y Tabernáculos, tenían por objeto festejar la presentación y recolección de los cereales y frutos. Eran fiestas originariamente agrícolas. Yahvé ahora, al privar a su pueblo de la recolección de los bienes agrícolas, convertiría en días de luto los tradicionales días de algazara. Particularmente en la fiesta de los Tabernáculos, en el otoño, la alegría popular se desbordaba, porque coincidía con la vendimia y la recolección de frutos en general 2.
Israel, al entregarse a sus amantes los ídolos cananeos, consideraba los frutos de las viñas e higuerales como el salario que como a cortesana le pagaban aquéllos: Es el salario que mis amantes me dan (v.12-14). La idolatría es considerada aquí como una prostitución espiritual. En los profetas posteriores, esta comparación aparece reiteradamente. Es una consecuencia de considerar las relaciones entre Yahvé e Israel como las íntimas de dos esposos unidos solemnemente por la alianza matrimonial del Sinaí. Así anuncia Oseas que-Yahvé va a privar a su esposa, Israel, de sus bienes, convirtiéndola en un matorral, expuesto a todas las bestias del campo (v.12-14). Y todo ello ha sido por los días en que incensaba a los baales (v. 13-15), o dioses cananeos, que se multiplicaban según las localidades. La idolatría ha sido la causa de la ruina de Israel como nación. Yahvé no podía transigir con un pecado que implicaba un abandono total de sus intereses, reconocidos en la alianza del Sinaí.

Promesas de rehabilitación (14-24).
14 (16) Así, la atraeré y le llevaré al desierto y le hablaré al corazón, 15 (17) y fuera ya de allí, yo le daré sus viñas y el valle de Acor como puerta de esperanza, y allí cantará como cantaba los días de su juventud, como en los días en que subió de la tierra de Egipto” 16(18) Entonces, dice Yahvé, me llamará”!shí,” no me llamará “Baalí.” 17 (19) Quitará de su boca los nombres de los baales, para que rio vuelva nunca a mencionarlos por su nombre. 18 (20) En aquel día haré en favor de ellos concierto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con los reptiles de la tierra, y quebraré en la tierra arco, espada y guerra, y haré que reposen seguros. 19 (21) Seré tu Esposo para siempre y te desposaré conmigo en justicia, en juicio, en misericordias y piedades, 20 (22) y yo seré tu Esposo en fidelidad, y tú reconocerás a Yahvé. 21 (23) En aquel día yo seré propicio, dice Yahvé, a los cielos, y los cielos serán propicios a la tierra, 22 (24) la tierra, propicia al trigo, al mosto y al aceite, y éstos, propicios a Jezrael. 23 (25) Yo sembraré en la tierra para mí, y me compadeceré de “Lo-Rujamá 24 y diré a “Lo-Ammí”: “Tú eres mi pueblo”; y él me responderá: “Tú, mi Dios.”

Como es ley en los vaticinios profetices, después de anunciar el más duro castigo, se presenta el horizonte más luminoso. Las relaciones entre Yahvé e Israel descansaban sobre las promesas mesiánicas. Israel se había comprometido en el Sinaí a ser fiel a su Dios; de lo contrario, habría de sufrir los rigores de la justicia divina ultrajada. Pero el castigo de Yahvé sobre su pueblo nunca es de exterminio total, sino de purificación y expiación. Por eso, después que Israel haya reconocido sus yerros, Yahvé volverá a tener intimidades con él como en la época del desierto.
Yahvé se presenta aquí como un Esposo que, después de haber atraído de nuevo a su esposa, en un tiempo extraviada, la invita a la intimidad amorosa, y para ello la lleva al desierto, aislándola de las influencias paganas de la vida sedentaria en Canaán, La vida.sencilla de Israel en las peregrinaciones por las estepas del Sinaí era nostálgicamente recordada por los profetas como la época ideal de la historia de Israel, pues en el desierto, Israel, totalmente impotente, vivía de la providencia especialísima de su Dios. Cuando se constituyó en nación en Canaán, se creyó fuerte para prescindir de su Dios, y de ahí su tragedia histórica 3.
El profeta aquí presenta a Yahvé llevando a Israel al desierto para hacerla reflexionar sobre sus caminos, mientras le habla al corazón, siguiendo el símil del matrimonio. Quizá en la palabra desierto haya una alusión al futuro exilio babilónico con sus privaciones, similares a las de Israel en la vida campamental por las estepas del Sinaí. De todos modos, anuncia claramente que después de la dura prueba vendrá de nuevo la esperanza, recuperará sus viñas; y como en otro tiempo hizo su entrada en Canaán por el valle de Acor 4, así también en el futuro Israel retornará a su patria con la alegría con que en otro tiempo pasó el Jordán y se adentró por el valle de Acor, que se convertirá en puerta de esperanza (v. 15 -17)· Israel volverá a sentirse optimista y vigorosa como en los días de su juventud. al salir de Egipto.
Y aleccionado por la prueba sufrida, no volverá a tener veleidades idolátricas (quitaré de su boca los nombres de los baales.). Y sentirá tal repugnancia Israel por los baales, que no llamará a Yahvé más baalí (“mi dueño”), sino ishí (“mi esposo”). El nombre genérico de baal entrañaba como una alusión a los baales cananeos y no debía aplicarse en adelante a Yahvé. De hecho, después del exilio, Israel no volvió a caer en la tentación de la idolatría. Es el cumplimiento literal de la. profecía.
El profeta, después de haber anunciado que Israel volverá a reinstalarse en Canaán con sus finas, se traslada mentalmente a la venturosa era mesiánica y la idealiza imaginariamente conforme al estilo oriental. El temor desaparecerá totalmente, y la paz reinará de modo absoluto, en tal forma que hasta las bestias del campo perderán sus instintos feroces en virtud de un pacto que Yahvé hará con ellas (v. 18-20). Isaías desarrollará la idea con más imaginación: “habitará el lobo con el cordero, y el leopardo se acostará con el cabrito, y comerán juntos el becerro y el león, y un niño pequeño los pastoreará. La vaca pacerá con la osa, y el león, como el buey, comerá paja; el niño de teta jugará junto a la hura del áspid, y el recién destetado meterá la mano en la caverna del basilisco. No habrá ya más daño ni destrucción, porque estará la tierra llena del conocimiento de Yahvé, como llenan las aguas el mar”5. El cuadro idílico se completa con la destrucción de todo artefacto de guerra: quebraré en la tierra arco, espada y guerra. (v.9-11). Este ideal de paz edénica será repetido reiteradamente en los profetas posteriores6.
Oseas presenta este cuadro deslumbrador mesiánico como consecuencia de unas bodas eternas que va a sellar Yahvé con su esposa Israel: Seré tu esposo para siempre y te desposaré conmigo en justicia, en juicio, en misericordias y en piedades (v. 19-21). Es la nueva alianza indestructible, que nos describirán otros profetas, caracterizada por el reinado de la justicia 7. Y todo ello será consecuencia de las misericordias y piedades de Yahvé. Oseas es el profeta afectivo por antonomasia, quizá sólo superado en esto por Jeremías, y concibe siempre las relaciones de Yahvé con su pueblo como un matrimonio íntimo, surgido del puro amor. En la nueva era mesiánica, el conocimiento de Yahvé será la base de esas relaciones mutuas de amor.
Como consecuencia de esa entrega total a Yahvé por parte de Israel, Yahvé le colmará de toda clase de bienes: en aquel día yo seré propicio a los cielos; los cielos serán propicios a la tierra; la tierra, propicia al trigo, al mosto, al aceite. (21-23); es decir, Yahvé será propicio a la llamada de los cielos, enviándoles nubes; éstos a la tierra, enviando agua, y la tierra, propicia al trigo, mosto, aceite, ofreciéndolos con prodigalidad; y estos productos serán propicios α Jezrael, es decir, al pueblo de Israel, castigado en otro tiempo cruelmente, cuyo castigo estaba simbolizado en el nombre de Jezrael, que recordaba la matanza de Jehú. Las relaciones armoniosas entre Yahvé y su pueblo tendrán como efecto que los nombres siniestros de Lo-Rujamá (“sin misericordia”) y Lo-Ammi (“no mi pueblo”) desaparecerán, porque Yahvé volverá a tener misericordia de Israel, y éste podrá ser llamado por Dios: Tú eres mi pueblo; a lo que responderá éste: Tú, mi Dios.

1 Como adúltera, debía ser despojada de sus vestiduras (Eze 16:39; Lev 20:10; Deu 22:12). El día del nacimiento de Israel es el día que salió de Egipto, completamente inerme. En n,is, Oseas recordará que Israel era un niño que no podía valerse ni defenderse (cf. 2:17). Israel como nación surgió en las estepas del Sinaí (Ose 9:10; Ose 12:10). En Eze 16:5 encontramos un cuadro muy similar al presentado por Oseas, pero mucho más detallado y realista: Israel fue hallado en el desierto como una recién nacida en su sangre, y fue la solicitud de Yahvé la que le limpió y crió hasta organizaría como nación fuerte. – 2 Cf. Jue 21:195; 1Sa 1:3ss; 1Sa 7:20; Exo 34:22. – 3 Cf. Ose 2:5; Eze 16:45; Ose 7:12; Eze 12:13; Eze 17:20; Eze 20:345. – 4 Cf. Jos 7:24-26. – 5 Cf. Isa 11:6ss. – 6 Cf. Isa 9:55; Miq 5:95; Zac 9:10. – 7 Cf. Isa 55:3; Jer 31:3 :-34; Jer 32:40; Eze 16:60; Eze 34:25; Eze 37:26. Esta alianza traerá la paz y la segundad (Isa 11:19; Eze 34:25; Miq 5:9).

Fuente: Biblia Comentada

A pesar del descarrío de Israel, Dios preservó para sí un remanente tanto de Israel como de Judá. Al hablar sobre las bendiciones del milenio, Dios prometió el engrandecimiento de la nación (cp. Isa 54:1), la conversión y reagrupación de la nación (cp. Eze 37:15-23), el liderazgo de la nación (Ose 3:5) y la restauración nacional (Ose 2:23).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Ose 2:23.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

En 2:1 se revierten los otros dos nombres y así se completa la profecía. Rujama significa “compadecida”. Las plurales hermanos y hermanas aclaran que se refiere a todo el pueblo de Israel, no solamente al hijo y a la hija de Oseas.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

2.2ss Los temas de este capítulo son el castigo y la restauración de Israel. Como en un caso de la corte, la adúltera es llevada a juicio y encontrada culpable. Sin embargo, después de su castigo, con gozo y con ternura vuelve a Dios.2.3 Oseas había provisto a su esposa de ropa, y Dios había provisto a Israel de abundantes lluvias para sus cosechas. Ya sea que la ilustración sea de Oseas y Gomer o de Dios e Israel, nos advierte del castigo de la infidelidad. De la misma forma en que un esposo puede no querer brindarle sustento a su esposa infiel, Dios no tolerará la infidelidad de Israel. Destrozará la tierra y como consecuencia llegará la hambruna.2.5-7 Los israelitas estaban agradeciendo a los dioses falsos (específicamente a Baal) la comida, el refugio y la ropa, en vez de agradecer al único Dios que les dio esas bendiciones. Por lo tanto, Dios rodería de espinos su camino, al hacer que la recompensa por su idolatría fuera tan desilusionante que se convencerían de volverse a Dios. A pesar de la infidelidad de Israel, Dios sigue siendo fiel y misericordioso. Continuaría buscando a su pueblo, incluso hasta el grado de colocar obstáculos en su camino de desobediencia para que regresaran a El.2.7 De la misma forma en que Gomer regresaría a su esposo al pensar que estaría mejor con él, la gente a menudo regresa a Dios cuando descubre que las luchas de la vida son demasiado difíciles. El regresar a Dios a causa de la desesperación es mejor que rebelarse contra El, pero es mucho mejor volverse a El en gratitud por su protección.2.8 Las posesiones materiales son símbolos de éxito en la mayoría de las sociedades. Israel era una nación rica en este tiempo, y Gomer había adquirido oro y plata. Sin embargo, Gomer no se dio cuenta de que Oseas le había dado lo que ella poseía, e Israel no reconoció a Dios como el Dador de bendiciones. Tanto Gomer como Israel utilizaron sus posesiones de manera infiel cuando corrieron en pos de otros amantes y otros dioses. ¿Cómo utiliza usted sus posesiones? Utilice lo que Dios le ha dado para honrarlo a El.2.12 Los israelitas estaban tan inmersos en la idolatría que realmente creían que los dioses paganos les habían dado sus huertos y sus viñas. Se habían olvidado de que la nación entera era un regalo de Dios (Deu 32:49). En la actualidad la gente da el mérito a todo menos a Dios por la prosperidad: a la suerte, al trabajo arduo, a la agudeza de ingenio, a las relaciones adecuados. Cuando tiene éxito, ¿quién se lleva la honra?2.13 Baal era el más importante de los dioses cananeos, pero llegó a darse este nombre a todas las deidades de la tierra ocupada por Israel. Desafortunadamente, Israel no desechó los ídolos ni los centros de adoración pagana como se les había ordenado. En vez de eso, toleraron y con frecuencia se unieron a los adoradores de Baal, a menudo por la influencia de reyes corruptos. Uno de los reyes israelitas que destacó por su adoración a Baal fue Acab. El profeta Elías, en una demostración dramática con los profetas contratados por Acab, demostró que el poder de Dios era muchísimo superior al de Baal (1 Reyes 18).2.14, 15 Dios estaba prometiendo (1) llevar al pueblo al desierto, donde no habría distracciones, para poder comunicarse con ellos claramente, y (2) cambiar lo que había sido un tiempo de dificultades en un día de esperanza. Dios utiliza incluso las experiencias negativas de nuestras vidas para crear oportunidades para que regresemos a El. Cuando enfrente problemas y pruebas, recuerde que Dios le habla en el desierto, no solo en tiempo de prosperidad.2.16 No sería sino hasta el destierro de Judá que la nación entera comenzaría a entrar en razón, y renunciaría a sus ídolos y regresaría a Dios; y no será sino hasta que Dios gobierne por medio de Jesús, el Mesías, que será restaurada la relación entre Dios y Su pueblo. En ese día, Dios ya no será como su amo o propietario; será como su esposo (Isa 54:4-8). La relación será profunda y personal, la clase de relación que podemos conocer, si bien imperfectamente, en el matrimonio.2.19, 20 El tiempo vendrá cuando la infidelidad sea imposible, porque Dios nos habrá unido a sí en su perfecta rectitud, amor y misericordia. La fiesta de compromiso en los tiempos de Oseas era algo más que un simple compromiso para casarse. Era un compromiso de enlace, un profundo compromiso entre dos familias para una relación permanente y futura. Dios estaba prometiendo un comienzo nuevo y fresco, no solo una reparación de un acuerdo viejo y cansado. (Véanse Jer 31:31-34.)2.19, 20 El regalo de bodas de Dios para su pueblo, tanto en los días de Oseas como en los nuestros, es su misericordia. Aunque no tenemos mérito alguno, nos perdona y nos hace aceptos ante El. No existe para nosotros la posibilidad de que por nuestros esfuerzos podamos alcanzar las altas normas de Dios para la vida moral y espiritual, pero debido a su gracia nos acepta, nos perdona y nos lleva a tener una relación con El. En esa relación tenemos comunión con El de manera personal e íntima.INFIDELIDAD ESPIRITUALEl adulterio espiritual y el adulterio físico son muy parecidos en muchas cosas, y ambos son peligrosos. Dios estaba enojado con su pueblo porque había cometido adulterio espiritual contra El, de la misma forma que Gomer había cometido adulterio físico contra Oseas.Paralelos : Tanto el adulterio espiritual como el físico son en contra de la Ley de Dios.El peligro : Cuando quebrantamos una ley de Dios con plena consciencia de lo que estamos haciendo, nuestros corazones se endurecen hacia el pecado y nuestra relación con Dios se quebranta.Paralelos : Tanto el adulterio espiritual como el físico comienzan con la desilusión y la insatisfacción, ya sea real o imaginaria, con una relación ya existente.El peligro : El sentimiento de que a Dios no le agrada algo puede hacer que usted se aparte de El. Los sentimientos de desilusión e insatisfacción son normales y, cuando se resisten, pasarán.Paralelos : Tanto el adulterio espiritual como el físico comienzan al transferir el afecto de un objeto de devoción a otro.El peligro : El cambiar nuestro afecto es el primer paso hacia la ceguera que nos lleva al pecado.Paralelos : Tanto el adulterio espiritual como el físico requieren de un proceso de deterioro; no es por lo general una decisión impulsiva.El peligro : El proceso es peligroso porque no siempre se da uno cuenta de lo que está sucediendo hasta que es demasiado tarde.Paralelos : Tanto el adulterio espiritual como el físico requieren la creación de una fantasía acerca de lo que un nuevo objeto de amor puede hacer por usted.El peligro : Tal fantasía crea expectativas irreales de lo que una nueva relación puede hacer y solo lleva a la desilusión en todas las relaciones existentes y futuras.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) “¡Mi pueblo!” Heb.: ‛am·mí.

(2) Lit.: “A ella se le ha mostrado misericordia”. Heb.: ru·já·mah.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 28 Jer 31:33; Eze 36:28; Zac 13:9

b 29 Ose 2:23; 1Pe 2:10

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Decid a vuestros hermanos. Nótese el mensaje positivo de este versículo: Ammí (pueblo mío) y Ruhamá (ella ha recibido compasión). Todo esto es conclusión de la promesa de la futura restauración que comienza en 1:10.

Fuente: La Biblia de las Américas

hermanos… hermanas se refiere a israelitas y madre se refiere a la nación. El adulterio de Gomer se usa como una ilustración de la infidelidad de Israel. Las palabras del v. Ose 2:2 son semejantes a las que se usan en la fórmula judía para el divorcio.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Ammi… Heb. pueblo mío; Ruhama… Heb. amada.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

En el texto heb., cap. 2:3

I.e., pueblo mío

I.e., ha recibido compasión

Fuente: La Biblia de las Américas

Ammi = pueblo mío.

2.1 Ruhama = amada.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

[2] Condenad los excesos de vuestra nación.[3] Ez 16, 4-39; 22, 24; 23, 26.[5] Jer 44, 17.[9] Rom 8, 20.[13] Martini dice que antes del verso 14 deberían ponerse el 6 y 7, para que el sentido sea claro.[18] Is 11, 6-7; Hech 10, 11-12.[24] Rom 9, 25; 1 Pe 2, 10.

Fuente: Notas Torres Amat

»Pueden llamar a sus hermanos: Ammi;3 y a sus hermanas: Ruhama.4

3. Es decir, Pueblo mío.

4. Es decir, Compadecida.

Fuente: Notas de la Biblia