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Comentario de Éxodo 6:2 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Éxodo 6:2 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

—Además, Dios dijo a Moisés—: Yo soy Jehovah.

Yo soy Jehová. Éxo 6:6, Éxo 6:8; Éxo 14:18; Éxo 17:1; Éxo 20:2; Gén 15:7; Isa 42:8; Isa 43:11, Isa 43:15; Isa 44:6; Jer 9:24; Mal 3:6; Hch 17:24, Hch 17:25.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El propósito de Jehová en el Éxodo. En el plan de Jehová, la experiencia inútil y desalentadora de Moisés durante su primer encuentro con el Faraón (Éxo 5:1-9) lo guía a la declaración más significativa sobre el propósito que Dios tenía en el Éxodo. Esta sección es tan importante que algunos teólogos bíblicos creen que este pasaje es el corazón del Pentateuco. Aquí el Dios viviente explica su propósito para su pueblo Israel.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Al explicar su propósito para Israel, Dios animó a Moisés tras su desalentadora experiencia con Faraón (Éxo 5:1-9). Este pasaje se agrega a la revelación de Dios a Moisés en la zarza ardiente (Éxo 2:23-25; Éxo 3:1-22). Las palabras Yo soy Jehová comienzan y concluyen esta sección (vv. Éxo 6:2, Éxo 6:8).

 PARA VIVIRLO

Autoridad positiva

La autoridad se puede usar en formas que traigan libertad al pueblo, no sólo limitación. Se piensa a veces que la autoridad sólo es decirle a otros lo que no pueden hacer y mantener a la gente alineada. Pero en la instrucción de Dios a Moisés (Éxo 6:13) se nos recuerda que la autoridad puede traer libertad cuando se aplica en forma sabia bajo la dirección de Dios.

Por ejemplo, un juez puede usar la autoridad para sacar de la cárcel a una persona inocente. El director de un colegio puede usar su autoridad para obtener recursos para que los profesores enseñen en forma efectiva. Un gerente puede usar la autoridad para premiar el desempeño de los trabajadores y fomentar la creatividad y la excelencia. Así la autoridad puede ser para apoyo y soporte más que para controlar y castigar.

Pablo ejerció una gran autoridad en la iglesia primitiva. Pero reconoció que su poder fue dado para edificar a otros y no para destruirlos (1Co 13:10).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Yo soy JEHOVÁ. El mismo autoexistente y eterno Dios, Yahweh, había estado allí en el pasado con los patriarcas; no había habido cambio alguno en Él, ni en su pacto ni en sus promesas.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Dios habló a Moisés y le recordó sus promesas a los patriarcas. Una vez más el punto central del pacto era la tierra de Canaán concedida a sus descendientes por decreto divino. ¡El hecho de que este pacto era recordado significaba evidentemente la partida de Egipto!

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

d. Moisés es enviado al faraón (Éxo 6:2-13)

Análisis de discurso

Desde Éxo 6:2 hasta Éxo 7:7 se nos ofrece un segundo relato de la vocación de Moisés. Este sector, que incluye una inserción genealógica (Éxo 6:13-27), responde a una tradición distinta sobre los hechos y tiene sus propias características. Se destacan dos elementos de singular importancia. El primero es que la revelación del nombre de Dios se produce en Egipto, en lugar de acontecer en el monte Horeb (Éxo 6:28). El segundo elemento que se señala es que Dios se había revelado a los antiguos padres como El Shaday, pero ahora da a conocer su verdadero nombre, YHVH (Éxo 6:2). Según esta escuela, el nombre de YHVH es dado aquí a Moisés por primera vez. Los demás elementos son básicamente coincidentes con el primer relato (caps. Éxo 3:1-22; Éxo 4:1-31).

Es sabido que la redacción del Antiguo Testamento llevó siglos y que en numerosos pasajes se encuentra más de una versión de los hechos. Esto es producto de que se agruparon narraciones antiguas, provenientes de distintos sectores y escuelas religiosas, y de que el proceso de redacción de las historias se llevó a cabo mucho tiempo después de haber acontecido los hechos. Estas narraciones tienden a dar información a veces contradictoria en lo que respecta a los detalles de un evento, mientras que suelen coincidir en la narrativa general. En ciertos casos, son complementarios, y en otros, deben tomarse como dos versiones de un mismo suceso.

TÍTULO: Si se desea colocar un título a esta sección, sugerimos: “Moisés es enviado al faraón”, pues describe la acción final de Moisés, luego de sufrir el rechazo por parte de los mismos israelitas.

Análisis textual y morfosintáctico

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Yo soy Jehová: Es una afirmación de la identidad de Dios. El traductor debe saber que esta expresión en hebreo (‘ani YHVH) no es la misma que aparece en Éxo 3:14 como el nombre de Dios. Aquí dice el nombre regular, que se traduce por Jehová a lo largo de todo el Antiguo Testamento, y así hay que ponerlo (BJ, RV95). Si se ha optado desde un comienzo por colocar “Señor” en todos los casos, aquí correspondería decir «yo soy el Señor» (DHH, NVI, NBE). No hay ninguna razón para escribir toda la frase en letras mayúsculas, como encontramos en DHH y NVI.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

NOTAS

(1) “Dios”, MLXX; SamSyVg: “Jehová”.

REFERENCIAS CRUZADAS

c 209 Isa 43:11

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Yo soy el S eñor . El S eñor ha revelado su nombre a Moisés (3:14); ahora revelará su carácter en los prodigios a favor de su pueblo (vers. 6– 8).

Fuente: La Biblia de las Américas

g Éxo_3:13-15.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

[=] *Ex 3:1

[.] Dijimos al comienzo de este libro que se juntaron varios relatos de los mismos acontecimientos. Aquí empieza un relato más tardío y más resumido del llamado de Moisés. Nótese el deseo de recordar (o de construir) una lista de sus antepasados esta preocupación se notará a lo largo de la historia bíblica, y hasta en el Evangelio. Este párrafo, escrito por los sacerdotes atribuye a Moisés una vida de ciento veinte años, es decir, de tres generaciones, cifra perfecta: – Cuarenta años al salir de Egipto. – Ochenta años al encontrar a Dios. – Ciento veinte años al morir.

[o] UN NOMBRE MUY PRIVADO Hemos comentado el nombre de Yavé en 3.14. El texto presente subraya la importancia del regalo hecho a Israel cuando se le revela el nombre divino que los Patriarcas ignoraban. Siendo que Israel pasa a ser el pueblo de Dios, él, por su parte, tiene que revelarle algo de su misterio. «Dios» no es realmente un nombre propio, pues se refiere a menudo a dioses que sólo son lo que son (ver la alusión irónica de Pablo en 1Cor 8,5). Yavé, en cambio, será el nombre propio con el que lo podrán invocar (3,15). En esto reconocemos el espíritu profundo de la alianza, la cual significa confianza mutua. No por casualidad en el relato del Edén, donde aparece tantas veces el nombre de Yavé Dios, la serpiente es la única que no puede pronunciar el nombre sagrado y dice solamente: «Dios». El don de este nombre sagrado nos deja entrever lo difícil que será para los creyentes establecer un diálogo auténtico con aquellos que no comparten su fe. La revelación divina nos ha puesto aparte. Este párrafo enfatiza la continuidad entre las promesas hechas a los padres y la presente revelación a Moisés. El texto ve en esto la prueba de la fidelidad divina a través de los siglos: podríamos hablar de una continuidad en el plan de Dios. En la Biblia no hay ejemplo de una palabra comunicada a un profeta que sea puro comienzo: siempre se toma pie de una tradición anterior y nunca alcanzamos los comienzos.

Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana