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Comentario de Joel 1:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Joel 1:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

La palabra de Jehovah que vino a Joel hijo de Petuel.

Palabra de Jehová. Jer 1:2; Eze 1:3; Ose 1:1; 2Pe 1:21.

que vino a Joel. Hch 2:16.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

RESUMEN DE JOEL

Generalmente se supone que el profeta Joel combina dos temas de aflicción en una consideración general o bella alegoría; y que, bajo la devastación producida por las langostas en el mundo vegetal, retrata las calamidades más lejanas que infligirán los ejércitos de los caldeos en su invasión de Judea. Estas predicciones son seguidas por una denuncia más general de la venganza de Dios, entregada en un lenguaje tal que es en cierta medida descriptivo del juicio final de la humanidad. El profeta entremezcla estas declaraciones con fervientes exhortaciones al arrepentimiento, y con promesas de regresar la prosperidad producto de las bendiciones del Evangelio; prediciendo, en los términos más claros, la efusión general del Espíritu Santo bajo la dispensación cristiana, y las terribles consecuencias de rechazar obstinadamente la influencia sagrada, especialmente a los judíos. El estado de esta nación en el presente, testimonia completamente la inspiración Divina de la profecía.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Joel declara diversos juicios de Dios, exhorta a observarlos, Joe 1:1-7,

y a lamentarse, Joe 1:8-13.

proclama ayuno solemne para evitar esos juicios, Joe 1:14-20.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

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DESASTRES NATURALES, DESDE INUNDACIONES HASTA VIOLENTOS terremotos, provocan temor y espanto. Con todo su ingenio, la gente aún no puede controlar estas poderosas y destructivas fuerzas. Solamente pueden observar estos fenómenos con pavor. Joel comienza su libro con la descripción de un desastre natural semejante: una plaga de voraces langostas. En manos del profeta, lo destructivo de esta plaga se convirtió en una clara advertencia del poder del juicio venidero de Dios y una clara apelación a acudir al Señor por misericordia.

Otros piensan que el libro de Joel se asemeja tanto en tono e idea al libro de Sofonías que es probable que los dos profetas fuesen contemporáneos. La primera evidencia de esto es el hecho de que ambos libros hacen resaltar en forma notable el concepto del inminente «día de Jehová» (cf. Joe 2:2 con Sof 1:14-16). Como el libro de Sofonías data de alrededor del año 627 a.C. un grupo de eruditos asigna una fecha cercana al año 600 a.C. para el libro de Joel.

Si asumimos que el libro se escribió a principios del reinado de Joás, podemos referirnos a 2Re 11:1-21; 2Re 12:1-21 como antecedente para este período de la historia judía. Joás recibe el trono de Judá cuando era niño. Sobrevivió a los asesinatos, ordenados por Atalía, de todos los posibles aspirantes al trono solamente mediante los esfuerzos heroicos de su tía Josaba, quien lo ocultó en el Templo. A Joás fue coronado rey a la edad de siete años por Joiada, el sumo sacerdote, quien había reclutado a los capitanes de la guardia real para deshacerse de la malvada Atalía. Joiada aconsejó al joven rey durante los primeros años de su reinado. Es posible que durante este tiempo la nación de Judá fuese devastada por un gran enjambre de langostas. Esta catástrofe habría dado la ocasión al profeta Joel para llamar al pueblo al arrepentimiento en vista del mayor juicio que venía: el día de Jehová.

Sin embargo, no es irracional colocar el ministerio de Joe 2:5 años antes que Babilonia destruyera Jerusalén en el 586 a.C. Si Joel fue contemporáneo de Sofonías, su mensaje de un inminente desastre nacional, usando la calamidad natural de una reciente invasión de langostas, debía ser un poderoso anuncio de los horribles hechos que pronto vendrían sobre Jerusalén.

La profecía de Joel tenía dos propósitos. Primero, Joel escribió llamando a la nación al arrepentimiento (Joe 2:12) basándose en su experiencia de la reciente plaga de langostas. El desastre reciente era solamente un adelanto de un juicio devastador venidero. Sin embargo, este juicio podía ser evitado con un arrepentimiento sincero y humilde (Joe 2:13, Joe 2:14). En esto, Joel comparte un mensaje común con otros profetas. A la luz de un inminente juicio, siempre hay un mensaje de esperanza para quienes se vuelvan en fe a Dios. Segundo, la profecía se propone confortar al piadoso con promesas de bendición y salvación futura (Joe 2:28-32; Joe 3:18-21). En caso de que ocurriera el desastre natural, Joel ofreció a los verdaderos creyentes la esperanza de que no todo había terminado. Dios guardaría su promesa; el Salvador algún día reinaría.

El autor del libro es Joel, hijo de Petuel (Joe 1:1). Poco se conoce acerca de la vida del autor y sus circunstancias. Su nombre significa: «el Señor es Dios», sugiriendo que él fue criado en una casa donde se honraba a Dios. Las referencias a Sion, Judá y Jerusalén (Joe 2:15, Joe 2:23, Joe 2:32; Joe 3:1) indican que el profeta vivió y profetizó en Judá y Jerusalén. Sus frecuentes referencias al trabajo de los sacerdotes en el Templo (Joe 1:9, Joe 1:13, Joe 1:14; Joe 2:17) llevan a algunos a concluir que él era un sacerdote. Pero, Joel también demuestra un interés considerable por la agricultura en todas sus formas. Como profeta del Señor, pudo haber estado bien informado acerca del Templo de Jerusalén sin haber sido un sacerdote.

Los eruditos han dado varias fechas para la escritura del libro de Joel, desde los primeros tiempos antes del exilio hasta después del 350 a.C. Algunos creen que las evidencias internas indican que el libro se escribió durante el reinado de Joás, rey de Judá (835-796 a.C. y en la época del sumo sacerdote Joiada. Esta visión se basa en las siguientes consideraciones:

(1) La ubicación del libro entre Oseas y Amós en le canon hebreo sugiere una fecha de escritura antes del exilio.

(2) La alusión a las naciones aledañas como enemigas de Judá, en lugar de nombrarlas como Asiria, Babilonia o Persia, apuntan a una fecha más temprana para el libro.

(3) El texto no menciona ningún monarca reinando, lo cual puede sugerir el tiempo en que la responsabilidad por gobernar recaía sobre los sacerdotes y ancianos, como sucedió a principios del reinado del joven rey Joás (2Re 11:4-21; 2Re 12:1-21).

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Bosquejo

I. La devastación de la plaga de langostas Joe 1:1-20

II. La venida del día de Jehová Joe 2:1-32

A. La desolación del día de Jehová Joe 2:1-11

B. Exhortación al arrepentimiento sincero Joe 2:12-17

C. La salvación de la tierra Joe 2:18-27

D. La promesa del derramamiento del Espíritu Joe 2:28-32

III. El juicio de las naciones Joe 3:1-17

A. El tiempo del juicio Joe 3:1

B. El lugar del juicio Joe 3:2

C. La base del juicio Joe 3:3-8

D. La preparación para el juicio Joe 3:9-12

E. La ejecución del juicio Joe 3:13-17

IV. La promesa de futuras bendiciones Joe 3:18-21

A. La prosperidad de la tierra Joe 3:18

B. La desolación de las naciones Joe 3:19

C. La morada de Judá y Jerusalén Joe 3:20

D. La presencia del Señor en Sion Joe 3:21

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Esta parte describe los resultados devastadores de la plaga de langostas que asoló a Judá. Joel destaca la naturaleza sin precedente de la calamidad. La declaración sirve como base para apelar a un despertar y un arrepentimiento nacional.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Palabra de Jehová … vino da testimonio del origen divino del mensaje del profeta. La presentación del mensaje era el trabajo del profeta.

Joel significa: «El Señor es Dios».

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

PALABRA DE JEHOVÁ. El profeta indica que su mensaje es la mismísima palabra que recibió del Señor. De modo que es pertinente a todas las generaciones de creyentes.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Introducción a Joel

Bosquejo

Introducción (Joe 1:1)

I. La presente calamidad de Judá (Joe 1:2-20)

A. Una devastadora plaga de langostas (Joe 1:2-12)

B. El llamado del profeta al arrepentimiento nacional (Joe 1:13-14)

C. La situación desesperada de Judá (Joe 1:15-20)

II. La inminencia de un juicio aun mayor (Joe 2:1-17)

A. Un ejército formidable se preparaba para marchar contra Judá (Joe 2:1-11)

B. El llamado del profeta al arrepentimiento nacional (Joe 2:12-17)

III. El futuro día del Señor (Joe 2:18-32; Joe 3:1-21)

A. Promesa profetica de la restauración (Joe 2:18-27)

B. Promesa profetica del derramamiento del Espíritu Santo (Joe 2:28-32)

C. Promesa profetica de juicio y salvación (Joe 3:1-21)

1. Para las naciones (Joe 3:1-15)

2. Para Sion (Joe 3:16-21)

Autor: Joel

Tema: El día grande y terrible de Jehová

Fecha: 835-830 a.C.(?)

Trasfondo

Joel, cuyo nombre significa «Jehová es Dios», se identifica como «hijo de Petuel» (Joe 1:1). Sus numerosas referencias a través del libro a Sion y al ministerio del templo indican que fue profeta para Judá y Jerusalén. Su familiaridad con los sacerdotes ha hecho que algunas personas piensen que era un profeta «sacerdotal» (cf. Jer 28:1; Jer 28:5) que hablaba la palabra verdadera del Señor.

Puesto que Joel no menciona a ningún rey ni sucesos históricos fechables, el tiempo de su mensaje y ministerio proféticos es incierto. Algunos creen que el ministerio de Joel ocurrió después que los judíos exiliados regresaron a Jerusalén y reconstruyeron el templo (ca. 510-400 a.C.). En esa época no había rey en Judá y los líderes espirituales más eminentes eran sacerdotes. Otros creen que el mensaje de Joel ocurrió durante los primeros días del joven rey Joás (835-830 a.C.), que ascendió al trono de Judá a la edad de siete años (2Re 11:21) y permaneció bajo la regencia del sumo sacerdote Joiada mientras era menor de edad; esa situación explicaría la importancia de los sacerdotes en el libro de Joel y la ausencia de referencias al rey. El tema profético y el estilo literario de Joel se parecen más a los de los profetas del siglo VIII, Amos, Miqueas e Isaías, que a los de los profetas de después del exilio, Hageo, Zacarías y Malaquías. Estos y otros hechos favorecen el ambiente del siglo IX para el libro.

La ocasión inmediata del libro fue una invasión de langostas y una sequía grave, combinación que devastó al pueblo de Judá en casi todos los niveles de la sociedad. La capacidad de una gran plaga de langostas de consumir toda la vegetación sobre muchos kilómetros cuadrados está bien documentada, y tal devastación ha ocurrido en esa parte del mundo en épocas antiguas y modernas.

Propósito

Joel habló y escribió debido a dos desastres naturales recientes y la inminencia de una invasión militar extranjera a Judá. Tema un propósito triple:

(1) reunir al pueblo ante el Señor en una asamblea grande y solemne (Joe 1:14; Joe 2:15-16);

(2) exhortar al pueblo a arrepentirse y regresar con humildad al Señor Dios con ayuno, lamentación, lágrimas e intercesión por la misericordia de Dios (Joe 2:12-17); y

(3) registrar la palabra profetica de Dios a su pueblo el día de su sincero arrepentimiento (Joe 2:18-32; Joe 3:1-21).

Visión panorámica

El contenido del libro se divide en tres secciones:

(1) La primera sección (Joe 1:2-20) describe la devastación de Judá cuando una invasión grande de langostas consumió el follaje de viñas, árboles y campos (Joe 1:7; Joe 1:10), sometiendo así al pueblo a gran adversidad. En medio de ese desastre, el profeta Joel llamó a los líderes espirituales de Judá para que guiaran al pueblo en el arrepentimiento nacional (Joe 1:13-14).

(2) La segunda sección (Joe 2:1-17) registra la inminencia de un juicio de Dios aun mayor desde el norte (Joe 1:1-11), en la forma de

(a) otra plaga de langostas descrita de manera metafórica como un ejército destructor, o

(b) una verdadera invasión militar extranjera. Otra vez el profeta hacía sonar una alarma espiritual en Sion (Joe 2:1; Joe 2:15), llamando a una gran asamblea solemne en la cual los sacerdotes y todo el pueblo buscarían fervorosamente la misericordia de Dios en arrepentimiento, ayuno, intercesión y quebranto verdadero delante de El (Joe 2:12-17).

(3) La última sección (Joe 2:18-32; Joe 3:1-21) comienza con la declaración de que Dios se apiadó de su pueblo cuando vio su arrepentimiento sincero (los verbos hebreos en Joe 2:18-19 a indican acción completa y se deben traducir en el pretérito). El humilde arrepentimiento de Judá y la gran misericordia de Dios fueron la ocasión para las profecías de Joel acerca del futuro, que comprenden promesas de restauración (Joe 2:19-27), el derramamiento del Espíritu Santo sobre toda la humanidad (Joe 2:28-31), y los juicios y la salvación de Dios en el tiempo del fin (Joe 3:1-21).

Características especiales

Cinco aspectos o énfasis principales caracterizan el libro de Joel:

(1) Es una de las obras maestras más pulidas de la literatura del AT. (2) Contiene la profecía más profunda del AT acerca del derramamiento pentecostal del Espíritu Santo sobre toda la humanidad.

(3) Registra numerosos desastres nacionales —como plagas de langostas, sequías, hambres, fuegos sin control, invasiones militares extranjeras, y calamidades celestiales— como el juicio de Dios por la desintegración espiritual y moral.

(4) Pone énfasis en que Dios a veces obra de modo soberano en la historia por medio de tales desastres naturales e invasiones militares para producir el arrepentimiento, el avivamiento y la redención.

(5) Presenta el modelo de un predicador profético que, debido a su comunión íntima con Dios y su estatura espiritual, puede llamar al pueblo de Dios con determinación a que se arrepienta como nación en una hora crítica de su historia, y a lograr resultados positivos por medio de tal arrepentimiento.

Cumplimiento en el Nuevo Testamento

Varios versículos de Joel contribuyeron poderosamente al mensaje del NT:

(1) La profecía acerca de la venida del Espíritu Santo (Joe 2:28-32) la cita Pedro de manera específica en su mensaje de Pentecostés (Hch 2:16-21), después que el Espíritu SI Santo hubo descendido del cielo con poder sobre los 120 miembros fundadores de la iglesia primitiva, con las manifestaciones espirituales de hablar en lenguas, profetizar y alabar a Dios (Hch 2:4; Hch 2:6-8; Hch 2:11; Hch 2:17-18).

(2) Además, la invitación de Pedro a las multitudes en esa fiesta judía con respecto a su necesidad de invocar el nombre del Señor para ser salvos estaba inspirada (en parte) por lo que había dicho Joel (Joe 2:32 a; Joe 3:14; véase Hch 2:21; Hch 2:37-41); Pablo también cita Joe 2:32 a (véase Rom 10:13).

(3) Las señales apocalípticas en los cielos que Joel profetizó que ocurrirían en el tiempo del fin (Joe 2:30-31) no solamente las cita Pedro (Hch 2:19-20), sino que también Jesús (e.g., Mat 24:29) y Juan en Patmos (Apo 6:12-14) se refieren a ellas.

(4) Por último, la profecía de Joel acerca del juicio de Dios a las naciones en el valle de Josafat (Joe 3:2; Joe 3:12-14) se desarrolla más en el último libro de la Biblia (Apo 14:18-20; Apo 16:12-16; Apo 19:19-21; Apo 20:7-9).

Hay dimensiones presentes y futuras de todas esas aplicaciones de Joel en el NT. Los dones del Espíritu que comenzaron a fluir por medio del pueblo de Dios en Pentecostés todavía están a disposición de los creyentes hoy día (cf. 1Co 12:1-31; 1Co 13:1-13; 1Co 14:1-40). Los versículos que preceden inmediatamente a la profecía de Joel acerca del Espíritu Santo (i.e., la analogía de la cosecha y la lluvia temprana y la tardía, Joe 2:23-27) y los versículos que siguen inmediatamente (i.e., las señales celestiales de los postreros días, Joe 2:30-32) también indican que la profecía acerca del derramamiento del Espíritu Santo (Joe 2:28-29) no sólo incluye la lluvia inicial del Espíritu Santo en Pentecostés, sino también un último derramamiento culminante del Espíritu sobre toda la humanidad al fin de esta era.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

1. La Justicia de Yahve.

Devastación general del país (1-4).
1 Palabra de Yahvé dirigida a Joel, hijo de Petuel: 2Oíd esto, ¡oh ancianos! Prestad oído todos los habitantes del país. ¿Sucedió esto en vuestros días o en los días de vuestros padres? 3Contádselo a vuestros hijos, y vuestros hijos a los suyos, y sus hijos a la generación venidera. 4Lo que dejó el “gazam,” lo devoró el “arbé”; lo que dejó el “arbé,” lo devoró el “yeleq”; lo que dejó el “yeleq,” lo devoró el “jasil.”

El profeta, con tono enfático, llama la atención sobre el carácter extraordinario de lo que va a comunicar. La desolación del país es de tales proporciones, que nadie entre los nacidos ha podido ser testigo de semejante catástrofe. Parece que alude a una plaga de langostas que ha caído sobre el país, arrasándolo todo. Enumera cuatro clases de insectos de la familia de las langostas, cuya traducción no es fácil concretar, pues los nombres aparecen sólo aquí.
El profeta quiere recalcar que la devastación ha sido total: lo que dejó una langosta lo comieron los otros insectos, de forma que en el campo no queda nada para los hombres y las bestias. Las frases son absolutas, y el estilo de las afirmaciones es pomposo e hiperbólico. En Palestina no son raras las invasiones de langostas, que provienen del desierto siroarábigo, traídas por el viento solano o jamshim. En ocasiones bastaron unas horas para que los campos quedaran totalmente asolados. Es lo que debió de ocurrir en tiempos de Joel, pero en proporciones desorbitadas, de forma que ni los más viejos podían recordar semejante catástrofe.

Lamentación general en todas las clases sociales. (5-12)
5 ¡Despertaos, borrachos, y llorad! Gemid, bebedores todos de vino por el mosto, pues se os ha quitado el vino de la boca. 6 Ha invadido mi tierra un pueblo fuerte e innumerable. Sus dientes son dientes de león; sus mandíbulas, de leona. 7 Ha devastado mi viña, ha hendido mis higueras, las descortezó y derribó, dejando blancos sus sarmientos. 8 Laméntate como virgen ceñida de saco por el prometido de su juventud. 9 Han cesado la ofrenda y la libación en la casa de Yahvé. Los sacerdotes, los ministros de Yahvé, están en duelo. 10 Los campos, devastados; la tierra, en luto, porque el trigo ha sido destruido, el mosto se ha secado, se ha agotado el aceite. 11 Confundios, labradores; lamentaos, viñadores, por el trigo y la cebada, pues se ha perdido la cosecha del campo. 12 La viña se ha secado, la higuera está enferma; el granado, como la palmera y el manzano y todos los árboles del campo, están secos. La alegría (ha huido), avergonzada, de entre los hombres.

El duelo por la devastación debe ser general. En primer término deben lamentarse los borrachos, que, somnolientos por el efecto del vino, no se han dado cuenta de la pérdida que para ellos supone la pérdida del mosto en las viñas (v.5).
La plaga de langostas es comparada a un ejército invasor (pueblo fuerte, v.2), que todo lo arrasa l. Algunos autores creen que aquí se alude no a una invasión de langostas, sino a un ejército enemigo invasor al que no se nombra; pero la generalidad de los comentaristas se inclina por la opinión de que el profeta piensa en una invasión de langostas.
La devastación afecta a todo el reino vegetal: las viñas, higueras. (v.7). Las langostas han descortezado los árboles, dejando blancos sus sarmientos o ramas. Ante tal ruina, el profeta invita solemnemente al duelo a todo el pueblo para que se lamente como virgen ceñida de saco por el prometido de su juventud. La comunidad israelita es presentada a veces en los escritos proféticos como la hija de mi pueblo 2 o la hija de Juda 3. El lamento de la doncella por su prometido da idea de la gran amargura del pueblo por la catástrofe. La consternación es general, y hasta los mismos sacerdotes están en duelo, porque con la escasez reinante han cesado la ofrenda y la libación en el templo (v.9). Los labradores están avergonzados, decepcionados en sus esperanzas, porque no han conseguido nada de lo que prometían sus sudores de la siembra y del laboreo del campo (v.11). Todo es desolación y ruina, y por eso la alegría se ha retirado avergonzada, como sintiéndose fuera de lugar entre los hombres, donde todo es duelo y consternación (v.12).

Exhortación al ayuno (13-20).
13 ¡Ceñios y lamentaos, sacerdotes; llorad, ministros del altar! ¡Venid, pasad la noche cubiertos de saco, ministros de mi Dios! Porque las ofrendas y libaciones han desaparecido de la casa de vuestro Dios. 14 Promulgad ayuno santo, pregonad asamblea, congregad a los ancianos y a todos los habitantes del país en la casa de Yahvé, vuestro Dios, y clamad a Yahvé. 15 ¡Ay aquel día, pues el día de Yahvé está próximo! Vendrá como asolación del Todopoderoso. 16 ¿No ha desaparecido de nuestros ojos el mantenimiento, y de la casa de nuestro Dios la alegría y el júbilo? 17 La simiente se pudre debajo de los terrones 4; los graneros están devastados;los alfolíes, destruidos, porque ha faltado el trigo. 18 ¡Cómo mugen las bestias! Los hatos de reses vacunas andan errantes por no tener pastos, perecen los rebaños. 19 ¡Oh Yahvé! a ti clamo, porque el fuego ha devorado los pastizales del desierto y las llamas han abrasado todos los árboles del campo. 20 Las fieras del campo se vuelven a ti también ávidas, porque se han secado las corrientes de aguas, y el fuego ha devorado los prados del desierto.

El profeta invita a los sacerdotes a proclamar el ayuno y la penitencia para que Yahvé se aplaque y ponga término a tanta desolación (v.15). Todo el pueblo, ancianos y gentes humildes, deben estar presentes en el duelo general. Va a llegar el día de Yahvé, el tiempo de su manifestación airada para con su pueblo. La invasión de las langostas, con la consiguiente desolación del país, no es sino el anuncio de la asolación del Todopoderoso. Si tales son los signos precursores, ¡qué rio será el día de la ira divina! No hay más solución que la penitencia para que Yahvé se aplaque en su enojo.
Después de esta invitación a la penitencia, el profeta vuelve a describir la desolación presente: los graneros, devastados; las bestias andan mugiendo sin pastos, pues hasta los pequeños oasis o pastizales del desierto o estepa han sido abrasados por el fuego. Hasta las mismas fieras del campo buscan a Yahvé, porque no encuentran alimento.

1 En Pro 30:253 se llama pueblo también a las agrupaciones de insectos. – 2 Cf. Jer I4,i7. – 3 Cf. Lam 1:15. – 4 Esta primera parte del verso es oscura en el original. Los LXX traducen: “Las terneras patalean en los establos.” La Vulgata: “Computruerunt iumenta in stercore suo.” La cío. de Jér.: “Los granos se han endurecido bajo sus terrones.”

Fuente: Biblia Comentada

El libro de Joel

Título

Las versiones de la Septuaginta griega (LXX) y la Vulgata latina (Vg.) siguen el texto masorético hebreo (MT), titulando este libro de acuerdo con el nombre de Joel el profeta, el destinatario del mensaje de Dios (Joe 1:1). El nombre quiere decir «Jehová es Dios» y se refiere por lo menos a una docena de hombres en el AT. En el NT se hace referencia a Joel únicamente una vez (Hch 2:16-21).

Autor y fecha

El autor se identificó a sí mismo solo como «Joel, hijo de Petuel» (Joe 1:1). La profecía provee poco acerca del hombre. Aun el nombre de su padre no es mencionado en algún otro lugar en el AT. Aunque él desplegó un profundo celo por los sacrificios del templo (Joe 1:9; Joe 2:13-16), su familiaridad con la vida pastoral y agrícola y su separación de los sacerdotes (Joe 1:13-14; Joe 2:17) sugieren que no era un levita. La tradición extrabíblica registra que él era de la tribu de Rubén, de la aldea Bet-om o Bet-haram, situada al NE del Mar Muerto entre la frontera de Rubén y Gad. No obstante, el contexto de la profecía da lugar a pensar que era un oriundo de Judea cerca de Jerusalén, debido a que falta el tono propio de un extraño.

La fecha del libro se apoya únicamente en la posición canónica, referencias históricas y elementos lingüísticos. Debido a: 1) la falta de alguna mención de poderes mundiales que vinieron a la escena más tarde en la historia (Asiria, Babilonia o Persia); 2) el hecho de que el estilo de Joel es como el de Oseas y Amós en lugar del de los profetas postexílicos; y 3) los paralelos verbales con otros profetas antiguos (Joe 3:16 con Amó 1:2; Joe 3:18 con Amó 9:13), una fecha de la última parte del siglo noveno a.C., durante el reinado de Joás (ca. 835-796 a.C.), parece ser la más convincente. No obstante, mientras que la fecha del libro no se puede conocer con exactitud, el efecto en su interpretación es mínimo. El mensaje de Joel no está confinado por el tiempo, formando una doctrina que puede ser repetida y aplicada en cualquier época.

Contexto histórico

Tiro, Sidón y Filistea habían llevado a cabo incursiones militares frecuentes a Israel (Joe 3:2 en adelante). Una sequía de envergadura y una invasión masiva de langostas habían destruido toda cosa verde de la tierra y habían traído una severa devastación económica (Joe 1:7-20), dejando al reino del sur débil. Este desastre físico le da a Joel la ilustración para el juicio de Dios. Tal como las langostas fueron un juicio sobre el pecado, los juicios futuros de Dios durante el día del Señor los excederán por mucho. En ese día, Dios juzgará a sus enemigos y bendecirá a los fieles. Ninguna mención es hecha de pecados específicos, ni Judá es reprendida por idolatría. Sin embargo, posiblemente debido a una indiferencia cauterizada, el profeta los llama a un arrepentimiento bona fide, amonestándolos a: «Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos» (Joe 2:13).

Temas históricos y teológicos

El tema de Joel es el día del Señor. Este tema aparece por todas partes en el mensaje de Joel, haciéndolo el tratado más concentrado de todo el AT (Joe 1:15; Joe 2:1; Joe 2:11; Joe 2:31; Joe 3:14). La frase es empleada diecinueve veces por ocho diferentes autores del AT (Isa 2:12; Isa 13:6; Isa 13:9; Eze 13:5; Eze 30:3; Joe 1:15; Joe 2:1; Joe 2:11; Joe 2:31; Joe 3:14; Amó 5:18 [2x], Amó 5:20; Abd 1:15; Sof 1:7; Sof 1:14 [2x]; Zac 14:1; Mal 4:5). La frase no tiene referencia a un período de tiempo cronológico, sino a un período general de ira y juicio que pertenece de manera única al Señor. Es exclusivamente el día que revela su persona, poderoso, fuerte y santo, de esta manera aterra a sus enemigos. El día del Señor no siempre se refiere a un acontecimiento escatológico; en algunas ocasiones tiene un cumplimiento histórico cercano, como se ve en Eze 13:5, donde habla de la conquista babilónica y la destrucción de Jerusalén. Así como es común en profecía, el cumplimiento cercano es un acontecimiento histórico sobre el cual se incluye el cumplimiento más distante, escatológico.

El día del Señor frecuentemente es asociado con turbaciones sísmicas (p. ej. Joe 2:1-11; Joe 2:31; Joe 3:16), problemas climatológicos (Eze 13:5 en adelante), nubes y oscuridad espesa (p. ej. Joe 2:2; Sof 1:7 en adelante), turbulencia cósmica (Joe 2:3; Joe 2:30), y como un día grande «y muy terrible» (Joe 2:11) que «vendrá como destrucción por el Todopoderoso» (Joe 1:15). La última mitad de Joel muestra el tiempo después del día del Señor en términos de promesa y esperanza. Habrá un derramamiento del Espíritu sobre toda carne, acompañado por palabras proféticas, sueños, visiones (Joe 2:28-29), como también la venida de Elías, una epifanía trayendo restauración y esperanza (Mal 4:5-6). Como resultado del día del Señor habrá bendiciones físicas, tiempos fructíferos y prosperidad (Joe 2:21 en adelante; Joe 3:16-21). Es un día en el que el juicio es derramado sobre pecadores que más tarde lleva a bendiciones sobre el penitente y reafirmación del pacto de Dios con su pueblo. Vea la nota sobre 1Ts 5:2.

Retos de interpretación

Es preferible ver el cap. Joe 1:1-20 como si estuviera describiendo una invasión real de langostas que destrozó la tierra. En el cap. Joe 2:1-32, un nuevo nivel de descripción enfrenta al intérprete. Aquí el profeta está proyectando algo que está más allá de la plaga de langostas del cap. Joe 1:1-20, elevando el nivel de descripción a nuevas altitudes, con intensidad incrementada que está enfocada en la plaga y la necesidad inmediata de arrepentimiento genuino. El uso por parte del profeta de símiles, tales como «como aspecto de caballos» (Joe 2:4) y «como hombres de guerra» (Joe 2:7), sugiere que él aún está usando las langostas reales para ilustrar una invasión que solo puede ser el ataque masivo del día final del Señor.

Un segundo asunto que confronta al intérprete es la cita de Pedro de Joe 2:28-32 en Hch 2:16-21. Algunos han visto los fenómenos de Hch 2:1-47 y la destrucción de Jerusalén en el 70 d.C. como el cumplimiento del pasaje de Joel, mientras que otros han reservado su cumplimiento al día final del Señor, pero está claro que Joel se está refiriendo al día final y terrible del Señor. El derramamiento del Espíritu Santo en Pentecostés no fue un cumplimiento, sino una muestra del poder y obra del Espíritu al ser dado en su totalidad y finalmente en el reino del Mesías después del día del Señor. Vea la nota sobre Hch 2:16-21.

Bosquejo

Siguiendo el Joe 1:1, el contenido del libro se ordena bajo tres categorías fundamentales. En la primera sección (Joe 1:2-20) el profeta describe el día del Señor contemporáneo. La tierra está sufriendo una destrucción masiva causada por una plaga de langostas y sequía. Los detalles de la calamidad (Joe 1:2-12) son seguidos por llamados al arrepentimiento y la reforma comunal (Joe 1:13-20).

La segunda sección (Joe 2:1-17) provee una transición de la plaga histórica de langostas descrita en el cap. Joe 1:1-20 al día del Señor escatológico en el Joe 2:18-32; Joe 3:1-21. Empleando la plaga contemporánea de langostas como contexto, el profeta, con un nivel incrementado de intensidad, pinta un retrato vívido y fuerte de la visitación inminente del Señor (Joe 2:1-11) y con terminología poderosa y explícita, con tenacidad renueva la apelación al arrepentimiento (Joe 2:12-17).

En la tercera sección (Joe 2:18-32; Joe 3:1-21) el Señor habla directamente, asegurándole a su pueblo su presencia entre ellos (Joe 2:27; Joe 3:17; Joe 3:21). Esta porción del libro da por sentado que el arrepentimiento solicitado (Joe 2:12-17) había ocurrido y describe la respuesta celosa del Señor (Joe 2:18-19 a) a la oración colectiva. Joe 2:18-21 forma la transición del mensaje de lamentación y ay, y las afirmaciones divinas de la presencia de Dios y el cambio de las calamidades, con el Joe 2:19 b, Joe 2:20 que presenta la esencia y naturaleza de ese cambio. El Señor entonces da tres promesas para asegurarle a los penitentes de su presencia: Restauración material a través de la sanidad divina de su tierra (Joe 2:21-27), restauración espiritual por medio del derramamiento divino de su Espíritu (Joe 2:28-32) y restauración nacional mediante el juicio divino sobre los injustos (Joe 3:1-21).

Bosquejo

I) El día del Señor experimentado: Histórico (Joe 1:1-20)

A) Fuente del mensaje (Joe 1:1)

B) Mandato a contemplar la devastación (Joe 1:2-4)

C) Término de la devastación (Joe 1:5-12)

D) Llamado a arrepentirse a la luz de la devastación (Joe 1:13-20)

II) El día del Señor ilustrado: Transición (Joe 2:1-17)

A) La alarma suena (Joe 2:1)

B) El ejército invade (Joe 2:2-11)

C) La amonestación a arrepentirse (Joe 2:12-17)

III) El día del Señor descrito: Escatológico (Joe 2:18-32; Joe 3:1-21)

A) Introducción (Joe 2:18-20)

B) Restauración material (Joe 2:21-27)

C) Restauración espiritual (Joe 2:28-32)

D) Restauración nacional (Joe 3:1-21)

ANEXOS

El Día del Señor (Jehová)

DIECINUEVE MENCIONES EXPLÍCITAS DEL «DÍA DEL SEÑOR» EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
1. Abd 1:15 2. Joe 1:15 3. Joe 2:1 4. Joe 2:11 5. Joe 2:31 6. Joe 3:14 7. Amó 5:18 8. Amó 5:18 9. Amó 5:20 10. Isa 2:12 11. Isa 13:6 12. Isa 13:9 13. Sof 1:7 14. Sof 1:14 15. Sof 1:14 16. Eze 13:5 17. Eze 30:3 18. Zac 14:1 19. Mal 4:5

______

CUATRO MENCIONES EXPLÍCITAS DEL «DÍA DEL SEÑOR» EN EL NUEVO TESTAMENTO
1. Hch 2:20 2. 1Ts 5:2 3. 2Ts 2:2 4. 2Pe 3:10

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Palabra de Jehová. Esta frase introductoria es empleada por los profetas para indicar que su mensaje era producto de una comisión divina. Cp. Ose 1:1; Miq 1:1; Sof 1:1. También se encuentra con algunas variaciones leves en 1Sa 15:10; 2Sa 24:11; Jer 1:2; Eze 1:3; Jon 1:1; Zac 1:1; Mal 1:1. Jehová. Designación exclusiva de los israelitas para aludir a Dios. Este nombre es la expresión de una relación íntima con Dios a través del pacto que se describe en sentido metafórico como un matrimonio, por lo cual tiene importancia y significado especial para Israel (Éxo 3:14). Joel. Su nombre significa «el Señor es Dios». Petuel. Su nombre significa «apertura de Dios» o «hacia Dios» y es la única vez que ocurre en la Biblia.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

(835-796 a.C.)

Nota del editor; Esta sección pertenece LA ETAPA DEL REINO DIVIDIDO (1 de Reyes 12—22; 2 de Reyes 1—17; 2 de Reyes 18—25; 2 de Crónicas 10—36; Abdías; Joel; Jonás; Amos; Oseas; Miqueas; Isaías; Nahum; Sofonías; Habacuc; Jeremías; Lamentaciones)

INTRODUCCIÓN

1. Al igual que con Abdías, conocemos muy poco acerca del profeta Joel. Era el hijo de Petuel y su nombre significa «Jehová es Dios».

2. Durante el tiempo del ministerio de Joel, la tierra de Judá fue atacada por una terrible plaga de langosta, más devastadora que ninguna otra en el pasado.

3. Joel, por inspiración divina, compara tan terrible plaga de langosta con el tiempo venidero de la tribulación.

4. Joel es también conocido como el profeta de Pentecostés, porque sus palabras acerca del Espíritu Santo fueron citadas tiempo después por el apóstol Pedro en el día de pentecostés.

I. Israel y el juicio de Dios: un examen del pasado (Joe 1:1-20).

A. La severidad del juicio de la langosta.

«Lo que quedó de la oruga comió el saltón, y lo que quedó del saltón comió el revoltón; y la langosta comió lo que del revoltón había quedado» (Joe 1:4).

Algunos comentaristas interpretan estas palabras como descriptivas de las cuatro etapas del desarrollo de la oruga, mientras que otros piensan que se refieren a cuatro insectos diferentes. La langosta fue frecuentemente considerada como agente del juicio divino. (Véanse Deu 28:38-42; Éxo 10:12-15; 1Re 8:37; Apo 9:1-12.)

B. Nombre bíblico para el juicio de la langosta.

«¡Ay del día! porque cercano está el día de Jehová, y vendrá como destrucción por el Todopoderoso» (Joe 1:15).

Esta es la segunda mención en los profetas menores del término «el día del Señor». Lo podemos encontrar en muchos pasajes del Antiguo y Nuevo Testamentos. (Véanse Isa 2:12; Isa 13:6; Isa 13:9; Eze 13:5; Eze 30:3; Joe 2:1; Joe 2:11; Joe 2:31; Joe 3:14; Amó 5:18; Amó 5:20; Abd 1:15; Sof 1:7; Sof 1:14; Zac 14:1; Mal 4:5; Hch 2:20; 1Ts 5:2; 2Ts 2:2; 2Pe 3:10.) La frase se refiere casi siempre al período de los siete años de tribulación, pero el profeta Joel lo usa aquí (Joe 1:15) para referirse al juicio que Israel sufría en este momento.

II. Israel y el juicio de Dios: una anticipación del futuro (Joe 2:1-32; Joe 3:1-21).

A. La identidad de la invasión. ¿De qué nación está hablando el profeta en los capítulos Joe 2:1-32 y Joe 3:1-21? Se puede estar refiriendo a varios en general, en especial el último.

1. La invasión asiria en 701 a.C., dirigida por Senaquerib y que fue parada por el ángel de Jehová ante los muros de Jerusalén 2Re 19:1-37. Véase Joe 2:20.

2. La invasión babilónica en el 586 a.C., dirigida por Nabucodonosor 2Re 24:1-20.

3. La invasión de Rusia, en medio de la tribulación, que será dirigida por Gog Eze 38:1-23; Eze 39:1-29.

4. La invasión final, a lo último de la tribulación, dirigida por el anticristo en la batalla del Armagedón (Apo 16:13-16; Apo 19:11-21).

B. El lugar de reunión de la invasión.

«Reuniré a todas las naciones, y las haré descender al valle de Josafat, y allí entraré en juicio con ellas a causa de mi pueblo…» (Joe 3:2). (Véase también Joe 3:9-14.)

Nota: Esta batalla, que será la mayor, la más arriesgada, sangrienta y cruel de todos los tiempos, se extenderá desde la ciudad de Meguido en el norte Zac 12:11; Apo 16:16 hasta Edom en el sur Isa 34:5-6; Isa 63:1, en una distancia de unas 200 millas (aproximadamente 320 km). Irá desde la costa del Mediterráneo en el oeste hasta los montes de Moab en el este, en una distancia de unas 100 millas (aproximadamente 160 km). De forma que el área total del campo de batalla será de unas 20.000 millas cuadradas (aproximadamente 51.800 km). El centro de la acción será aparentemente el valle de Josafat, localizado justo al este de Jerusalén, entre la Ciudad Santa y el monte de los Olivos. Es conocido también como el valle del Cedrón.

C. El doble propósito para este encuentro.

1. El propósito del Anticristo: destruir a Israel y a su Dios (Sal 2:1-12).

2. El propósito de Dios: Destruir al Anticristo y a sus aliados.

D. El resultado de esta invasión.

«El sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor. Y Jehová rugirá desde Sion, y dará su voz desde Jerusalén, y temblarán los cielos y la tierra; pero Jehová será la esperanza de su pueblo, y la fortaleza de los hijos de Israel» (Joe 3:15-16). (Véase también Apo 19:11-21.

E. Las bendiciones que vendrán después que la invasión haya sido aplastada.

1. El Espíritu de Dios será derramado sobre toda carne (Joe 2:28-32). Debemos notar que el evento citado en este pasaje marcará el cumplimiento del deseo de Moisés Núm 11:29.

Pedro citaría más tarde este pasaje de Joel en el día de Pentecostés (Hch 2:16-21). No lo hizo indicando que Pentecostés fuera el cumplimiento de la profecía de Joel (pues no lo era), sino más bien un ejemplo de la misma.

2. Serán provistas todas las necesidades humanas (Joe 2:21-27).

3. La naturaleza misma será transformada (Joe 3:18).

4. Cristo Jesús reinará en Sion (Joe 3:21). El monte Sion es una altura que se levanta sobre la esquina sudoeste de la antigua muralla de la ciudad. Durante un tiempo estuvo dentro de las murallas de la antigua Jerusalén. Se le tiene como uno de los lugares más sagrados de Israel, pues allí está ubicada la tumba tradicional del rey David. Se cree que sobre él estuvo una vez el aposento alto donde Jesús y sus discípulos celebraron la última Pascua juntos y donde se estableció la cena del Señor Mar 14:12-16; Lev 22:7-13. Se considera también que este es el aposento alto donde los doce discípulos estaban reunidos cuando el Espíritu Santo descendió sobre ellos en el día de Pentecostés (Hch 1:12-14; Hch 2:1-4).

Fuente: Auxiliar Bíblico Portavoz

(835-796 a.C.)

Nota del editor; Esta sección pertenece LA ETAPA DEL REINO DIVIDIDO (1 de Reyes 12—22; 2 de Reyes 1—17; 2 de Reyes 18—25; 2 de Crónicas 10—36; Abdías; Joel; Jonás; Amos; Oseas; Miqueas; Isaías; Nahum; Sofonías; Habacuc; Jeremías; Lamentaciones)

INTRODUCCIÓN

1. Al igual que con Abdías, conocemos muy poco acerca del profeta Joel. Era el hijo de Petuel y su nombre significa «Jehová es Dios».

2. Durante el tiempo del ministerio de Joel, la tierra de Judá fue atacada por una terrible plaga de langosta, más devastadora que ninguna otra en el pasado.

3. Joel, por inspiración divina, compara tan terrible plaga de langosta con el tiempo venidero de la tribulación.

4. Joel es también conocido como el profeta de Pentecostés, porque sus palabras acerca del Espíritu Santo fueron citadas tiempo después por el apóstol Pedro en el día de pentecostés.

I. Israel y el juicio de Dios: un examen del pasado (Joe 1:1-20).

A. La severidad del juicio de la langosta.

«Lo que quedó de la oruga comió el saltón, y lo que quedó del saltón comió el revoltón; y la langosta comió lo que del revoltón había quedado» (Joe 1:4).

Algunos comentaristas interpretan estas palabras como descriptivas de las cuatro etapas del desarrollo de la oruga, mientras que otros piensan que se refieren a cuatro insectos diferentes. La langosta fue frecuentemente considerada como agente del juicio divino. (Véanse Deu 28:38-42; Éxo 10:12-15; 1Re 8:37; Apo 9:1-12.)

B. Nombre bíblico para el juicio de la langosta.

«¡Ay del día! porque cercano está el día de Jehová, y vendrá como destrucción por el Todopoderoso» (Joe 1:15).

Esta es la segunda mención en los profetas menores del término «el día del Señor». Lo podemos encontrar en muchos pasajes del Antiguo y Nuevo Testamentos. (Véanse Isa 2:12; Isa 13:6; Isa 13:9; Eze 13:5; Eze 30:3; Joe 2:1; Joe 2:11; Joe 2:31; Joe 3:14; Amó 5:18; Amó 5:20; Abd 1:15; Sof 1:7; Sof 1:14; Zac 14:1; Mal 4:5; Hch 2:20; 1Ts 5:2; 2Ts 2:2; 2Pe 3:10.) La frase se refiere casi siempre al período de los siete años de tribulación, pero el profeta Joel lo usa aquí (Joe 1:15) para referirse al juicio que Israel sufría en este momento.

II. Israel y el juicio de Dios: una anticipación del futuro (Joe 2:1-32; Joe 3:1-21).

A. La identidad de la invasión. ¿De qué nación está hablando el profeta en los capítulos Joe 2:1-32 y Joe 3:1-21? Se puede estar refiriendo a varios en general, en especial el último.

1. La invasión asiria en 701 a.C., dirigida por Senaquerib y que fue parada por el ángel de Jehová ante los muros de Jerusalén 2Re 19:1-37. Véase Joe 2:20.

2. La invasión babilónica en el 586 a.C., dirigida por Nabucodonosor 2Re 24:1-20.

3. La invasión de Rusia, en medio de la tribulación, que será dirigida por Gog Eze 38:1-23; Eze 39:1-29.

4. La invasión final, a lo último de la tribulación, dirigida por el anticristo en la batalla del Armagedón (Apo 16:13-16; Apo 19:11-21).

B. El lugar de reunión de la invasión.

«Reuniré a todas las naciones, y las haré descender al valle de Josafat, y allí entraré en juicio con ellas a causa de mi pueblo…» (Joe 3:2). (Véase también Joe 3:9-14.)

Nota: Esta batalla, que será la mayor, la más arriesgada, sangrienta y cruel de todos los tiempos, se extenderá desde la ciudad de Meguido en el norte Zac 12:11; Apo 16:16 hasta Edom en el sur Isa 34:5-6; Isa 63:1, en una distancia de unas 200 millas (aproximadamente 320 km). Irá desde la costa del Mediterráneo en el oeste hasta los montes de Moab en el este, en una distancia de unas 100 millas (aproximadamente 160 km). De forma que el área total del campo de batalla será de unas 20.000 millas cuadradas (aproximadamente 51.800 km). El centro de la acción será aparentemente el valle de Josafat, localizado justo al este de Jerusalén, entre la Ciudad Santa y el monte de los Olivos. Es conocido también como el valle del Cedrón.

C. El doble propósito para este encuentro.

1. El propósito del Anticristo: destruir a Israel y a su Dios (Sal 2:1-12).

2. El propósito de Dios: Destruir al Anticristo y a sus aliados.

D. El resultado de esta invasión.

«El sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor. Y Jehová rugirá desde Sion, y dará su voz desde Jerusalén, y temblarán los cielos y la tierra; pero Jehová será la esperanza de su pueblo, y la fortaleza de los hijos de Israel» (Joe 3:15-16). (Véase también Apo 19:11-21.

E. Las bendiciones que vendrán después que la invasión haya sido aplastada.

1. El Espíritu de Dios será derramado sobre toda carne (Joe 2:28-32). Debemos notar que el evento citado en este pasaje marcará el cumplimiento del deseo de Moisés Núm 11:29.

Pedro citaría más tarde este pasaje de Joel en el día de Pentecostés (Hch 2:16-21). No lo hizo indicando que Pentecostés fuera el cumplimiento de la profecía de Joel (pues no lo era), sino más bien un ejemplo de la misma.

2. Serán provistas todas las necesidades humanas (Joe 2:21-27).

3. La naturaleza misma será transformada (Joe 3:18).

4. Cristo Jesús reinará en Sion (Joe 3:21). El monte Sion es una altura que se levanta sobre la esquina sudoeste de la antigua muralla de la ciudad. Durante un tiempo estuvo dentro de las murallas de la antigua Jerusalén. Se le tiene como uno de los lugares más sagrados de Israel, pues allí está ubicada la tumba tradicional del rey David. Se cree que sobre él estuvo una vez el aposento alto donde Jesús y sus discípulos celebraron la última Pascua juntos y donde se estableció la cena del Señor Mar 14:12-16; Lev 22:7-13. Se considera también que este es el aposento alto donde los doce discípulos estaban reunidos cuando el Espíritu Santo descendió sobre ellos en el día de Pentecostés (Hch 1:12-14; Hch 2:1-4).

Fuente: Auxiliar Bíblico Portavoz

INTRODUCCIÓN

1. Trasfondo histórico-cultural

El texto mismo atribuye la autoría a Joel, cuyos datos biográficos nos son totalmente desconocidos, con la excepción de su filiación: hijo de Petuel. No obstante, la lectura del libro permite aventurar la verosimilitud de algunos rasgos de Joel: procedía probablemente del Reino de Judá y su predicación se desarrolló en Jerusalén; conocía los escritos de profetas precedentes a él, lo cual permite caracterizarlo como un hombre culto de su época. Algunos comentaristas afirman que Joel fue un profeta cultual, dado su interés por el Templo y el sacerdocio.

El libro no contiene ninguna alusión al Reino del Norte, ni a pueblos tales como el sirio, el babilonio o el asirio, en contraste con las menciones que se hacen de Egipto y Edom, así como las dedicadas a los fenicios, griegos, filisteos y sabeos. Tampoco hay ninguna referencia a la monarquía; son los ancianos y los sacerdotes los que aparecen como el estamento gobernante.

2. Aspectos literarios

Dada la carencia de indicaciones históricas precisas, se ha intentado datar el libro mediante criterios diversos: estilo, situación interna de Judá, apuntes sobre el contexto internacional. Para algunos comentaristas el libro habría sido escrito entre los siglos VI y III a. C. Lo más probable es que el libro deba datarse en la época postexílica, a finales del s. V a. C. o en la primera mitad del s. IV, debido a las menciones de la ofrenda del tamid (Joe 1:9; Joe 1:13; Joe 2:14) — que era una institución postexílica — , así como la probable referencia a la deportación en Joe 3:1-2. La mayoría de los comentaristas apoya la autoría única, sin perjuicio de que algún fragmento (Joe 3:1; Joe 3:4-8; Joe 3:18-21) pueda ser considerado como interpolación posterior. El autor posee unas dotes poéticas de gran altura y es buen conocedor de los escritos proféticos anteriores a él, según se aprecia en los múltiples paralelismos que se descubren con Isaías (cp. Isa 13:1-22), Jeremías (cps. Jer 4:1-31; Jer 5:1-31; Jer 6:1-30 y Jer 46:1-28), Ezequiel (cps. Eze 29:1-21; Eze 30:1-26; Eze 31:1-18; Eze 32:1-32), Abdías (v. Abd 1:17), Sofonías (cps. Sof 1:1-18; Sof 2:1-15) y Malaquías (cp. Mal 3:1-18). La gran originalidad del autor se encuentra en que, partiendo de la contemplación de un presente de desgracia y ruina, no duda en proclamar el anuncio apocalíptico del día del Señor.

3. Contenido y dimensión religiosa

Desde la experiencia de una serie de desastres naturales, el profeta trasciende el ámbito de la historia presente y anuncia el fatídico y espectacular día del Señor que traerá la liberación política y la prosperidad económica de Judá, junto con un severo juicio y el correspondiente castigo para las naciones que habían oprimido a Judá.

El profeta Joel considera, al igual que Sofonías y Jeremías, que el día del Señor será terrible; sin embargo, a diferencia de ellos anuncia salvación y bendición porque está persuadido de que el Señor es compasivo y clemente, paciente y misericordioso (Joe 2:13) con todos aquellos que se arrepienten de su conducta y se convierten a los caminos del Señor (Joe 2:14). De este modo, Joel conecta con el tono más esperanzado y consolador de Ezequiel o del Deuteroisaías, y con el anuncio de un mundo nuevo proclamado por Ezequiel, Ageo y Zacarías.

Es de subrayar el nacionalismo exacerbado de este profeta, tan en contraste con el mensaje universalista de Jonás. Además, puede extrañar que el llamamiento a la conversión no tenga exigencias éticas ni sociales, reduciéndose al ámbito de lo cultual. Como contrapartida a todo ello, cautiva su comprensión del carácter perdonador y liberador del Señor, y su promesa de una efusión ilimitada del Espíritu que anticipa la experiencia de la Iglesia primitiva en Pentecostés (Hch 2:4-21).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Introduccion

La introducción a un libro profético puede ser una mina de información histórica, como lo es el caso de Oseas (Ose. 1:1). Aquí se provee apenas lo mínimo, que se concentra en el hecho de la revelación profética y señala más allá del agente humano a Dios mismo. Joel significa “Jehovah es Dios”: representa la afirmación de fe de sus padres en el Dios de Israel. El hecho de que se provee el nombre de su padre en vez de su lugar de residencia (cf. Miq. 1:1) sugiere que él era nativo de Jerusalén, como Isaías (Isa. 1:1). La expresión La palabra de Jehovah que vino a es una fórmula que más que nada introduce un mensaje individual de Dios a un profeta, como en Jer. 1:4. Aquí se refiere a una colección de oráculos dados a través de Joel, como en Ose. 1:1.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

JOEL fue profeta en Judá desde 835-796 a.C.Ambiente de la época: La malvada reina Atalía se apoderó del poder en un golpe de estado sangriento, pero fue derrocada después de pocos años. Joás ascendió al trono, pero solo tenía siete años y una gran necesidad de que lo guiaran en lo espiritual. Joás siguió a Dios en sus primeros años, pero luego se apartó de El.Mensaje principal: Una plaga de langostas había llegado para disciplinar a la nación. Joel hizo un llamado al pueblo para que regresara a Dios antes de que ocurriera un juicio mucho mayor.Importancia del mensaje: Dios juzga a las personas por sus pecados, pero es misericordioso con los que se vuelven a El, y les ofrece salvación eterna.Profetas contemporáneos: Eliseo (848-797) Jonás (793-753)1.1 Joel fue un profeta en la nación de Judá, también conocida como reino del sur. El libro no menciona cuándo vivió, pero es probable que profetizara durante el reinado del rey Joás (835-796 a.C.). Pero la fecha del libro de Joel no es tan importante como su mensaje eterno. El pecado acarrea el juicio de Dios. Aún así, junto con la justicia de Dios también hay gran misericordia.1.3 Dios instó a los padres a que transmitieran su historia a sus hijos contándoles una y otra vez las importantes lecciones que aprendieron. Uno de los regalos más grandes que puede dar a los jóvenes es la historia de su vida para ayudarlos a comprender los éxitos que usted ha tenido, y los errores que ha cometido.1.4 Una plaga de langostas puede ser tan devastadora como la invasión de un ejército. Las langostas se reúnen en enjambres en grandes cantidades (1.69), y vuelan a varios metros por encima de la tierra, y cuando pasan cubren el sol proyectando una inmensa sombra (2.2). Cuando se posan en la tierra devoran casi toda la vegetación (1.7-12), y lo invaden todo a su paso (2.9).1.4 La detallada descripción de Joel hace que muchos crean que se refiere a una plaga de langostas que había llegado o que llegaría a la tierra. Otro punto de vista común es que las langostas simbolizan un ejército enemigo invasor. De todos modos, lo que Joel quería destacar era que Dios castigaría al pueblo por su pecado. Joel llama a este juicio «el día de Jehová» (véase la nota a 1.15).1.5 El sentido físico y el juicio moral del pueblo estaban embotados, haciendo que se olvidaran de sus pecados. Joel hizo un llamado para que el pueblo despertara de su displicencia, y reconociera sus pecados antes de que fuera demasiado tarde. De lo contrario, todo sería destruido, incluso las uvas y el vino que causó su embriaguez. Nuestros momentos de paz y prosperidad pueden embotarnos. Nunca debemos permitir que la abundancia material dificulte nuestra disposición hacia lo espiritual.1.9 Debido a la devastación, no había harina ni zumo de uva.1.13 El cilicio era era una vestidura áspera que utilizaban los dolientes en los funerales. Aquí se toma como señal de arrepentimiento.1.14 El ayuno es un período en que la gente se abstiene de ingerir alimento y se acerca a Dios con humildad, dolor por el pecado y oración apremiante. En el Antiguo Testamento, a menudo el pueblo ayunaba durante los momentos de calamidad para poder concentrarse en Dios, y demostrar su arrepentimiento y la sinceridad de su devoción (véanse Jdg 20:26; 1Ki 21:27; Ezr 8:21; Jon 3:4-5).1.15 El «día de Jehová» es una frase común en el Antiguo Testamento y en el libro de Joel (véanse 2.1, 11, 31; 3.14). Siempre se refiere a algún acontecimiento extraordinario, ya sea presente (como la plaga de langostas), en el futuro cercano (como la destrucción de Jerusalén o la derrota de las naciones enemigas), o al final de la historia cuando Dios derrotará a todas las fuerzas del mal.Incluso cuando el día de Jehová se refiere a algo presente, es sombra del día final del Señor. Este acontecimiento final en la historia tendrá dos facetas: (1) el juicio final sobre toda la maldad y el pecado, y (2) la recompensa final a los creyentes fieles. La rectitud y la verdad prevalecerán, pero antes habrá mucho sufrimiento (Zec 14:1-3). El día final del Señor es un tiempo de esperanza, debido a que todos los que sobrevivan estarán unidos para siempre con Dios.1.15-19 Sin Dios, la devastación es segura. Los que no tienen una relación personal con Dios estarán frente a El sin ningún recurso. Asegúrese de clamar por el amor y la misericordia de Dios mientras tenga oportunidad (2.32).

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) Título Que significa: “Jehová Es Dios”. Heb.: Yoh·’él.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 0 2Pe 1:21

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

INTRODUCCIÓN AL LIBRO DE JOEL

AUTOR: Joel

Fecha: 835 a.C.

El profeta y su época Joel, cuyo nombre significa «Jehová es Dios», al parecer escribió durante los días del joven rey Joás (835-796), quien estuvo bajo la regencia de los sacerdotes cuando llegó al trono de Judá a la edad de 7 años (2Re 11:21). Si bien algunos dan al libro una fecha post-exílica, los enemigos de Judá no son identificados en la profecía como siros, asirios o babilonios, como sería el caso si el libro se hubiera escrito después del cautiverio (véase Joe 3:4; Joe 3:19).

El tras fondo de la profecía fue una severa sequía y la invasión de una plaga de langostas, que Joel consideró como un castigo por los pecados del pueblo. También describió esta invasión de langostas como un ejército, un ensayo de una futura campaña militar en el día de Jehová.

El día de Jehová El día de Jehová, el tema principal de esta profecía, involucra la intervención especial de Dios en los asuntos de la historia. Se contemplan tres aspectos del día de Jehová:

(1) el histórico, la intervención de Dios en los asuntos de Israel (Sof 1:14-18; Joe 1:15) y de la naciones paganas (Isa 13:6; Jer 46:10; Eze 30:3);

(2) el ilustrativo, por el cual un incidente histórico representa un cumplimiento parcial del día escatológico de Jehová (Joe 2:1-11; Isa 13:6-13); y

(3) el escatológico. Este «día» escatológico incluye el tiempo de la Gran Tribulación (Isa 2:12-19; Isa 4:1), la segunda venida de Cristo (Joe 2:30-32) y el Milenio (Isa 4:2; Isa 19:23-25; Jer 30:7-9).

BOSQUEJO DE JOEL

I) El autor de la profecía, Joe 1:1

II) Desolación, Joe 1:2Joe 2:17

A) El carácter de la desolación, Joe 1:2-12

B) Las reacciones a la desolación, Joe 1:13-14

C) El cuadro de la desolación, Joe 1:15-20

D) La profecía de la futura desolación, Joe 2:1-11

III) Liberación, Joe 2:18Joe 3:21

A) La promesa de liberación inmediata, Joe 2:18-27

B) La promesa de liberación futura, Joe 2:28Joe 3:21

1. Su iniciación, Joe 2:28-32

2. Sus juicios, Joe 3:1-17

3. Su consumación, Joe 3:18-21

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

[4] También la roya.[6] El león es una alegoría de los caldeos.[9] Ex 29, 38.[12] Is 16, 10; Jer 48, 3.[15] Is 13, 6.

Fuente: Notas Torres Amat