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Comentario de Amós 5:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Amós 5:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Oíd esta palabra que yo pronuncio como lamento por vosotros, oh casa de Israel:

Oíd esta palabra. Amó 3:1; Amó 4:1.

que yo levanto. Amó 5:16; Jer 7:29; Jer 9:10, Jer 9:17, Jer 9:20; Eze 19:1, Eze 19:14; Eze 26:17; Eze 27:2, Eze 27:27-32; Eze 28:12; Eze 32:2, Eze 32:16; Miq 2:4.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Un lamento sobre Israel, Amó 5:1-3.

Una exhortación al arrepentimiento, Amó 5:4-20.

Dios rechaza su hipocresía, Amó 5:21-27.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El término virgen de Israel describe a la nación como una doncella joven cuya vida se corta antes de que realmente comience.

sobre su tierra es un recordatorio de que la tierra había sido un regalo de Dios para Israel. Por su falta de fe, la gente había convertido el regalo de Dios en el lugar de su muerte y sepultura.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

LAMENTACIÓN. En esta lamentación, Amós trasmite la tristeza del Señor debido a los pecados de Israel. La canción afirma que era seguro el juicio de ellos, hablando como si ya hubiera tenido lugar. Pero Amós le suplica al pueblo que se vuelva a Dios para que al menos un «remanente» pudiera salvarse (v. Amó 5:15).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

5. Las Prevaricaciones de Israel.

Exhortación a la conversión sincera (1-6).
1 Escuchad esta palabra: Es la lamentación que entono sobre vosotros, casa de Israel: 2Cayó la virgen de Israel, no podrá ya levantarse; yace en tierra abandonada, no hay quien la levante. 3 Porque así dice el Señor, Yahvé: La ciudad que salía en campaña con mil (guerreros), se quedará con ciento; la que salía con cien, se quedará con diez en la casa de Israel. 4 Así, pues, dice Yahvé a la casa de Israel: ¡Buscadme y viviréis! 5 No busquéis a Betel, ni vayáis a Guilgal, ni paséis a Bersabé, porque Guilgal será llevada al cautiverio y Betel será destruida. 6 Buscad a Yahvé y vivid, no sea que abrase la casa de José con fuego devorador, sin que tenga Betel quien lo apague.

Después de invitar a Israel a comparecer ante la majestad cegadora de Yahvé, el profeta presenta la catástrofe del pueblo elegido cumplida el día de la manifestación de la ira divina desencadenada. Conmovido ante tanta desgracia, entona una elegía sobre la suerte de Israel. La nación castigada (reino del norte: Samaría) es personificada en una virgen que yace en tierra abandonada de todos, sin poder levantarse (v.2).
Israel se sentía orgullosa de su fuerza militar, pero no debe estar confiado en ella, porque va a ser diezmada su población, de forma que sus ciudades no podrán aportar el censo de soldados normal para el alistamiento: La ciudad que salía en campaña con mil (guerreros) se quedara con ciento. (v.3). Y todo ello como consecuencia del castigo enviado por Yahvé por su infidelidad. Por tanto, si quiere librarse de la catástrofe total, debe volver a su Dios: Buscadme y viviréis (v.4).
Se han ido tras de los ídolos en los dos lugares de culto tradicionales en el reino del norte: en Betel y Guilgal ! Pero es inútil que frecuenten estos lugares, porque llega la hora en que desaparecerán, sin que sus ídolos les puedan librar del turbión de la guerra y de la cautividad: Guilgal será llevado al cautiverio. (v.5). El profeta juega con la palabra Guilgal y cautiverio (en hebreo galah) para anunciar el exilio a la población de Israel, que se irá con sus ídolos, en los que confió. Y de nuevo les invita al retorno a Yahvé como único medio de librarse del incendio en que sería abrasado José (v.6), es decir, Efraím (hijo de José), la principal tribu del reino del norte.

Torcida conducta de Israel (7-13).
7 Tornan el juicio en ajenjo y echan por tierra la justicia. 8 El hizo las Pléyades y el Orion, El torna las tinieblas en aurora y del día hace noche oscura, llama las aguas del mary las derrama sobre la haz de la tierra. Yahvé es su nombre. 9 El desencadena la ruina sobre la fortaleza y trae la destrucción sobre la ciudadela 2. 10 En las puertas detestan al censor y aborrecen al que habla rectamente. 11 Pues, porque pisoteáis al pobre y le exigís la carga del trigo, las casas que de piedras talladas os habéis construido no las habitaréis; de las deleitosas viñas que habéis plantado no beberéis el vino. 12 Porque yo sé que son muchas vuestras prevaricaciones y cuan grandes son vuestros pecados, opresores del justo, que aceptáis soborno y en las puertas hacéis perder al pobre su causa. 13 Por eso el hombre prudente ahora tiene que callarse, porque son malos tiempos.

La invectiva contra los habitantes del reino del norte es mordaz y despiadada. La injusticia está a la orden del día: Tornan el juicio en ajenjo (v.7), es decir, con sus inicuos juicios y decisiones, en vez de ser equitativos y con ello sembrar la paz social y el bienestar, fomentan el malestar general, y así, sus decisiones o juicios se convierten en veneno corrosivo y amargo como el ajenjo. La situación social está tan pervertida, que no toleran en las puertas (lugares tradicionales de juicio) al censor que sale por los fueros de la verdad: aborrecen al que habla rectamente (v.10). Las exacciones se multiplican, y los tributos sobre los pobres (cargas de trigo) resultan insoportables para quienes tienen que vivir de su modesto trabajo (v.11).
Por eso, Dios enviará el castigo sobre las altas clases sociales que viven del soborno, de la injusticia y de las exacciones. Se han enriquecido indebidamente, fabricándose casas de piedras talladas y plantando deleitosas viñas; pero no las podrán usufructuar, porque se está colmando la copa de la ira divina. Dios no puede dejar impunes tanta prevaricación y opresión, sobre todo las arbitrariedades en las puertas o lugares de juicio, donde el pobre es condenado sin defensa (v.12). La situación de injusticia y opresión ha llegado a tal estado, que el hombre prudente (o astuto y calculador) tiene que callarse, porque son malos los tiempos. En el v.10 se decía que se odiaba al que levantase la voz de censura sobre el injusto estado de cosas social; de ahí que nadie se atreva ya a protestar, pues cada uno mira a su interés y nadie mantiene los derechos de Dios y de los pobres.
Los v.8-9 parecen desplazados, y generalmente son trasladados al final del capítulo anterior, donde se habla del poder de Dios sobre los elementos de la naturaleza: señorea sobre las montañas, rige la marcha de las constelaciones celestes y hace que la aurora y las tinieblas se sucedan intermitentemente. Es una especie de doxología oratoria para encarecer el poder de Yahvé, a quien nadie puede oponerse. Por eso, cuando llega el caso, desencadena la ruina sobre la fortaleza y la ciudadela. (v.8), pulverizando toda resistencia humana, basada en las ciudades amuralladas y fortalezas. Nada puede hacer frente al enojo divino desencadenado cuando se trata de reivindicar los derechos de la justicia.

El día de Yahvé (14-20).
14 Buscad el bien y no el mal, para que viváis, y así Yahvé, Dios de los ejércitos, será con vosotros, como afirmáis. 15 Aborreced el mal y amad el bien y haced justicia en las puertas; quizá Yahvé, Dios de los ejércitos, tenga piedad del resto de José. 16 Por tanto, así dice Yahvé, Dios de los ejércitos, el Señor: Habrá llanto en todas las plazas,y en todas las calles clamarán: ¡Ay, ay! y convocarán al labrador a duelo y a la lamentación en las filas de las plañideras, 17 Y habrá llanto en todas las viñas cuando pase yo por medio de vosotros, dice Yahvé. 18 Ay de aquellos que desean el día de Yahvé ¿De qué os servirá el día de Yahvé? Será día de tinieblas, no de luz. 19 Es como quien, huyendo del león, diera con el oso; como quien, al entrar en casa y poner su mano sobre la pared, fuera mordido por la serpiente. 20 ¿No es tinieblas el día de Yahvé y no luz, oscuridad sin resplandor?

Después de una exhortación al arrepentimiento, como único medio de librarse de los rigores de la justicia divina (v.15), el profeta describe dramáticamente el duelo general por la ruina y devastación del país (v.16). El duelo será tan universal, que hasta los labradores, y no sólo las plañideras de oficio, tomarán parte en él. Hasta en las viñas, donde reina habitualmente la alegría por la vendimia, habrá manifestaciones de llanto (v.17). Tan terrible será el día de Yahvé, en que se desencadenará la cólera de Dios.
Muchos esperaban, presuntuosos, en el día de Yahvé como un día de triunfo sobre los enemigos. Pero, lejos de ser un día de radiante esperanza y alegría, será un día de tinieblas (v.18), porque Yahvé sembrará la destrucción y la ruina en la sociedad israelita pecadora. Serán tantas las calamidades que en ese día se darán cita, que será difícil escapar de ellas: como quien, huyendo del león, diera con el oso. (v.18). Las calamidades se sucederán unas a otras y no será fácil huir de una sin caer en otra: quien se salve de la ruina material caerá a la espada, y quien se salve de ésta irá a parar al cautiverio. El profeta piensa en la invasión asiría que se cierne sobre el reino de Samaría.

Los sacrificios no bastarán para apartar la ira de. Dios (21-27)
21 Yo odio y aborrezco vuestras solemnidades y no me complazco en vuestras congregaciones. 22 Si me ofrecéis holocaustos y me presentáis vuestros dones, no me complaceré en ellos ni pondré mis ojos en los pacíficos de vuestras cebadas víctimas. 23 Aleja de mí el ruido de tus cantos, que no escucharé el sonar de tus cítaras. 24 Como agua impetuosa se precipitará el juicio; como torrente que no se seca, la justicia. 25 ¿Me ofrecisteis sacrificios y oblaciones en el desierto en cuarenta años, casa de Israel? 26 Mas llevaréis a “Sikkut,” vuestro rey, y a “Kewan,” vuestros ídolos, la estrella de vuestro dios que os habéis fabricado. 27 Y os deportaré más allá de Damasco, dice Yahvé, cuyo nombre es Dios de los ejércitos.

El profeta quiere dejar bien asentado que sólo una conversión sincera del corazón puede conjurar los peligros que se ciernen sobre la sociedad israelita, y de nada servirán las manifestaciones de culto en los lugares no reconocidos por Yahvé como legítimos. Las puras manifestaciones externas de culto, lejos de agradar a Yahvé, le enojan, pues no tolera la doblez de corazón 3. Ni los sacrificios (holocaustos en los que se quemaba toda la víctima en honor de Yahvé) ni los dones u ofrendas (de harina y otras sustancias vegetales)4 servirán para aplacar a Dios. Los pacíficos son los sacrificios en que no se quemaba toda la víctima, sino sólo sus partes grasas, sobre el altar; el resto era consumido por los sacerdotes y los oferentes5. Amos enumera las distintas clases de sacrificios y de ofrendas según el orden en que están en el Levítico, lo que indica que conocía la legislación mosaica6.
Todo el sonoro esplendor de las manifestaciones religiosas no es sino un ruido molesto a Yahvé. Ni los cantos ni las citaras podían agradar a un Dios que busca ante todo la entrega del corazón. Por consiguiente, estas manifestaciones de culto puramente externas no pueden aplacarle; de ahí que como agua impetuosa se precipitará el juicio; como torrente que no se seca, la justicia (v.24). Se trata del juicio vindicativo de Dios y de su justicia inexorable, que se desbordará como un torrente impetuoso, que lo arrastrará todo consigo. El profeta vuelve a indicar que los sacrificios solos, sin conversión sincera, no sirven para hacer frente a la manifestación de la ira-divina, como no sirvieron los sacrificios de los padres en él desierto durante cuarenta años para acelerar la entrada en la tierra dé-pro-, misión: ¿Me ofrecisteis sacrificios y oblaciones en el-desierta en cuarenta años, casa de Israel? (v.25). La’respuesta no es negativa, sino concesiva: a pesar de los sacrificios ofrecidos durante tanto tiempo, la entrada en Canaán se retrasó por la pésima conducta de los israelitas 7.
En la situación actual tampoco los sacrificios servirán para liberarlos de la ruina y de la cautividad más vergonzosa.
Se han entregado a la idolatría más crasa, admitiendo dioses extranjeros; por eso Yahvé les hará ir al cautiverio con sus dioses queridos: Mas llevaréis a Sakkut, vuestro rey, y a Kewan,., la estrella de vuestro dios que os habéis fabricado (v.26). El profeta alude a los cultos astrales, que por influencia asiría habían penetrado en el reino del norte. Sakkut es un epíteto del dios asirio Kewan (en asirio ka-ai-va-nu), que no es otro que el planeta Saturno (la estrella de vuestro dios). Los israelitas irán con sus dioses postizos más allá de Damasco (v.17), es decir, a Mesopotamia.

1 La frase ni paséis a Bersabé es considerada por muchos autores como glosa, ya que no encaja la mención de una localidad tan meridional como Bersabé (que pertenecía al reino de Judá), junto a las norteñas Betel y Guilgal. – 2 Hemos seguido en este verso la versión de los LXX, que también es aceptada por la Bib. de Jér. – 3 Cf. Isa 1:10ss; Ose 5:6; Ose 6:6; Ose 8:13. – 4 Cf. Lev 2. – 5 Cf. Lev 3:7.nss; Num 18:18; Deu 18:1-3. – 6 Cf. Lev 0.1-3. – 7 Algunos autores dan a la frase una contestación negativa, como si Amos quisiera acusar a sus compatriotas de no haber ofrecido sacrificios en el desierto.

Fuente: Biblia Comentada

Israel es comparada con una mujer que sufre una muerte prematura, por la cual se entona un canto fúnebre.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Religión sin reforma

Este pasaje se establece en torno a tres llamamientos: (i) A la reforma espiritual: ¡Buscadme … Buscad a Jehovah! (4-6); (ii) a la reforma personal y social: ¡Buscad el bien … estableced el juicio! (14. s.); y (iii) a la reforma religiosa: ¡ … corra el derecho … ! ¿acaso me ofrecisteis sacrificios … ? (24 sig.) Pero los llamamientos están entre corchetes que afirman el desastre (1-3 y 26, 27) y entre diagnósticos de cómo están las cosas (7, 10-13, 16-20). El por tanto del v. 16 nos da una indicación de cómo el cap. debe entenderse: ¿cómo puede un llamamiento (14, 15) tener como su consecuencia (por tanto, v. 16) una predicción de tristeza sin consuelo? ¡Sólo si Amós está recordando llamamientos hechos y rechazados! El capítulo, en tonces, es un registro de una oportunidad perdida y de las siniestras consecuencias ahora inevitables. Una vez más, Dios no es burlado.

1-3 Un lamento fúnebre: la muerte y su causa. Aunque la muerte descrita todavía está en el futuro (3) es tan cierta que el canto fúnebre ya puede ser compuesto y cantado (2). 2 ¡Cayó … ! en muerte, la virgen muerta no tiene poder inherente para recuperarse (¡ … para no volverse a levantar!) ni ayuda externa alguna (abandonada … no hay quien la levante). 3 La causa inmediata de su impotencia y de su desesperanza en la muerte es la derrota militar en la que las fuerzas nacionales han sufrido un promedio de 90% de bajas. Pero, ¿cuál es la causa última? El resto del capítulo declara que así es la muerte por causa del pecado.

4-13El Señor podría haberles dado vida, pero ellos escogieron el camino de muerte. Ha sido un acierto restaurar el Porque original al principio del v. 4. El gran desastre (1-3) se rastrea hasta la causa primaria. Se invitó a los israelitas a buscar al Señor y vivir (4, 6), se les advirtió del camino de muerte (5, 11), se les recordó que el Señor puede dar luz, pero también tinieblas (8). Los colocaron en el lugar de elección y eligieron equivocadamente.

4, 5 El Señor es amoroso en sus invitaciones y fiel en sus advertencias. El mismo se ofrece como el remedio que necesitan: ¡Buscadme … ! es una invitación a la intimidad, a la comunión y a la no vedad de vida. Por otra parte, sin embargo, Betel y Gilgal son honrados por el tiempo y la tradición (cf. 4.4). Gilgal, el lugar de entrada a la tierra prometida (Jos. 4:20), resultará ser el lugar de cautiverio, mientras que Betel, “la casa de Dios” (Gén. 28:17, 19), llegará a ser nada (“Aven” [BA]), tan inútil como un ídolo.

6, 7 Amoroso en sus invitaciones, Dios es fiel en sus denuncias. Una vez más él mismo es todo lo que su pueblo necesita (¡Buscad a Jehovah y vivid!), pero fuera de él no hay vida. Betel puede reclamar tradición y veneración, pero eso es inútil contra el fuego (el símbolo de la santidad activada) que arremeterá con furia contra el derecho pervertido y la justicia humillada. Cuando esas dos palabras son usadas juntas (véase Isa. 5:16), derecho es una palabra sumaria para los principios inherentes en la santidad divina, y justicia es la aplicación práctica de esos principios personales y sociales.

8, 9 Los versículos tienen el propósito de ser abruptos en contexto. Con enojo Amós cambia la atención del pueblo que ha hecho una amarga transformación sobre la tierra (7) al gran Trans formador mismo. Por un lado, la perversión humana no puede ganar contra Dios: él tiene el poder de hacer que el advertido fuego (6) irrumpe con destrucción (9). Por otra parte, si lo buscan, como él los invita, ellos cambiarán la muerte por la tierra prometida (6) porque él fácilmente puede cambiar las tinieblas … en mañana (8).

Pléyades y el Orión eran señales de las estaciones del año; el ascenso y puesta de las pléyades marcaba, para los marineros, el tiempo de la navegación y marcaba las estaciones en los calendarios nómadas. Tinieblas … mañana … día … noche, las transformaciones regulares de cada veinticuatro horas. Convierte (8) es el mismo verbo usado en el v. 7: ¿Las conversiones de ellos causan transformaciones? ¡Cuán indeciblemente más grandes son las de él al compararlas! Aguas … derrama, el Señor no está limitado por sus propias reglas generales, deteniendo las aguas en su lugar (Sal. 104:8, 9). El también puede producir transformaciones ocasionales cuando ordena inundaciones para que cubran la tierra. Los gobernantes del tiempo de Amós habían hecho transformaciones (7) y silenciado toda oposición (13), pero el que controla las transformaciones temporales, diarias y ocasionales también puede derribar lo que el hombre ha hecho fuerte y firme contra el ataque (9). ¡Qué visión para un tiempo, como el de Amós, cuando la impiedad está desatada, cuando los valores son invertidos (7) y cuando la persona piadosa es principalmente consciente de su impotencia (13)!

10-13 Una declaración hábilmente equilibrada:

(a1) v. 10 Aborrecieron a los que hablan la verdad

(b1) v. 11 Opresión de los pobres

(c) v. 11 Juicio por desahucio

(b2) v. 12 Opresión de los pobres (palabra diferente)

(a2) v. 13 Oposición silenciada

10 El juez justo (que les amonesta) y el testigo honrado (el que habla lo recto) son igualmente aborrecidos. 11 Pobre (2:7; 4:1), pobre financieramente e indefenso socialmente. Pisoteáis, “tomáis extorsiones”. Amós no especifica qué interés poderoso está haciendo todo esto: ¿El terrateniente que “pisoteó” con alquiler exorbitante y que toda vía encuentra maneras de extorsionar más? ¿El prestamista? El Señor no está interesado con “quién” sino con “a quién”: con el que sufre. Por tanto indica un agente celestial que está en acción. El Señor maneja su mundo sobre líneas morales, por lo que los que obtienen ganancias injustamente no disfrutarán perpetuamente. Hay un principio de frustración edificado en la naturaleza de las cosas (Isa. 5:8-10, 14-17). Como lo muestra el bosquejo anterior, esta es la verdad central del pasaje. Hablando humanamente la gente ha edificado para durar (casas de piedra labrada), plantado para producir (hermosas viñas), pero no será así.

12 Rebeliones [contra Dios] … pecados [errar al blanco] (de sus demandas). La mala conducta social es pecado espiritual; de aquí que una mera reforma no será bastante; debe haber un regreso a Dios. Justos, “los que tienen la razón” en un caso en el tribunal. Soborno, el uso de la riqueza para ganar un veredicto. Hacéis perder (“hacéis a un lado”), refiriéndose al juez que rehúsa escuchar un caso, despidiendo particularmente a la persona que “no es importante”, a los pobres (palabra diferente a la del v. 11), al que no es influyente y que puede ser atropellado fácilmente. 13 El “aborrecido” mencionado en el v. 10 fácilmente se acomoda en la época de la chusma, el reinado del terror en el que la gente ya no es libre de expresarse.

14-20 Reforma moral: entendimiento del día de Jehovah. La amenaza negativa de desahucio (11) ahora se convierte en la amenaza positiva de un “día” próximo de llanto sin alivio (16 s.) y de tinieblas (18). El día de Jehovah era aparentemente parte de una expectación popular en ese tiempo, con la presunción de que traería luz, eso es, toda experiencia alegre para el pueblo del Señor. De aquí que lo anhelaban con esperanza confiada. (i) Iró nicamente, Amós usa el lenguaje de la esperanza para predicar el juicio (p. ej. pasaré por en medio de en el v. 17 es terminología de la Pascua; Exo. 12:12). El pueblo había olvidado el carácter de Dios. La noche de la Pascua fue una noche de juicio para los que no estaban preparados. (ii) Las bendiciones espirituales descansan sobre condiciones morales (14, 15). La presencia favorable de Dios es una realidad para aquellos cuyos objetivos (“buscar”) y corazones (que aborrecen el mal y aman el bien) están de acuerdo con los de él y que aplican estos valores apreciados a la sociedad en la que viven (¡Estableced el juicio!). (iii) Quizás (15) indica que Dios se opone a la arrogancia. Esto no es cuestionar si la misericordia es misericordia, sino reprender la presunción que asume que así debe ser en mi caso.

14, 15 (i) El buscar va junto con el apartarse del mal. (ii) La santidad de acción (¡buscad el bien!) debe estar acompañada por la santidad de emoción (¡Aborreced el mal y amad el bien … !). (iii) La acción no debe esperar el sentimiento: ¡Buscad el bien … ! es puesto antes que amad el bien. Si esperamos que la emoción mueva a la acción, a menudo podríamos esperar en vano. Debemos aprender a exaltar el deber sobre la inclinación y descubrir la manera en que el acto amoroso pronto va a crear un corazón amoroso. (iv) La repetición del título exaltado Jehovah Dios de los Ejércitos imparte seriedad a nuestro intento moral: este es el Dios al que buscamos complacer. Estamos a su disposición; a él le toca ordenar. 15 José se usa como un nombre inclusivo para el reino del norte porque sus tribus en su mayoría descendían de sus hijos (Gén. 48).

16, 17 Sobre por tanto … véase la introducción al cap. 5. Jehovah Dios de los Ejércitos, el Señor, nótese la manera en que el mensaje de juicio es reforzado por un título aun más extenso: el Señor que significa “Soberano”. Jehovah es el Dios del éxodo que salva a su pueblo y destruye a sus enemigos; Dios de los Ejércitos es el que es, en sí mismo, toda potencialidad y poder. La lamentación será abierta (En todas las plazas … y en todas las ciudades), de corazón y sin excepción, incluyendo no solamente a (los profesionales) los que saben entonar lamentos sino también al labrador. Los lugares tradicionales de gozo, las viñas, serán lugares de dolor; todo porque el Señor “pasa” por en medio. No se necesita ninguna acción excepcional, sólo su santa presencia, para reducir todo el duelo.

18-20 El optimismo popular se contrarresta por el énfasis en las tinieblas del día. Así como esperamos el regreso inminente de nuestro Señor Jesucristo, así el pueblo de Dios del AT esperaba el día del Señor: el día de su venida personal. Al leer el AT encontramos que lo que se describe por adelantado (como aquí) como “el día” resulta ser (27) una intervención divina provisional y no el último día del Señor. La ilustración en el v. 19 cuenta la historia de un destino ineludible. Repasando los vv. 4-20, ¿para quién es día de oscuridad? Los que profesaban ser del Señor, pero que no lo buscaban (4), no le agradaron a él por su conducta hacia el necesitado y el indefenso (7 ss.), porque no hacían el bien ni evitaban el mal (14) y porque no aman lo que él ama (15). La gente que profesa de labios sin realidad, de religión sin evidencia de transformación espiritual y moral, se está moviendo precisamente en la dirección equivocada, lejos de Dios.

21-27 Reforma religiosa; regreso a los viejos valores. El Señor rechaza las prácticas religiosas comunes (21, 22). A primera vista los vv. 23, 24 parecen hacer hincapié en que Dios desea no una religión de “servicios” sino una de “servicio”. El v. 25, sin embargo, establece de nuevo el equilibrio por medio de un llamado a regresar a las prioridades originales (véase Sociedad en la Introducción). La negligencia a responder al mensaje del v. 24 se implica en el v. 26; la continuación de una religión escogida por uno mismo, hechura de hombre, que resultará en exilio (27).

21-24 La religión sin moralidad atrae el aborrecimiento divino (Isa. 1:11-15 ss.; Jer. 7:9-11). 24 Derecho … justicia, práctica y principio (cf. v. 7). 25 Sin embargo, Amós no llama a la moralidad sin religión ni al servicio sin servicios. El énfasis en su pregunta es: “¿Fueron sacrificios (solamente) los que me trajisteis en el desierto?” La religión de Sinaí era primeramente de moral, de respuesta ética al Dios redentor (Exo. 19:4, 5; 20:2 ss.). Los sacrificios fueron introducidos como una consecuencia lógica. Cuando el pueblo se comprometió a la obediencia, se ubicó “bajo el rociamiento de sangre” (Exo. 24:7, 8). Para ellos, como para nosotros, esas cosas se dijeron para que no pecaran (1 Jn. 2:1), pero en el caso ineludible de pecado tenían una propiciación (1 Jn. 2:2). Esto es lo que Amós evoca con esta pregunta. Ellos habían aislado el ritual del sacrificio y habían marginado la obediencia, cuando es el compromiso a la obediencia lo que hace los sacrificios necesarios y significativos. Véase más en 7:7, 8.

26 Su religión autocomplaciente (4:4, 5) abrió la puerta a una religión hecha por el hombre. Sin el control de la Palabra de Dios no es que el pueblo no creerá nada, sino que creerá cualquier cosa. Tabernáculo … estrella (heb. sikkut … kiyyun) son las palabras Sakkuth y Kaiwanu, conocidas desde Mesopotamia como nombres del planeta Saturno, un dios estrella adorado como rey y dios (véase Hubbard, p. 185). El amor de ritual a menudo se ma nifiesta a sí mismo en procesiones. 27 Esta procesión termina en un exilio, cuyo destino Amós esconde con el vago más allá de Damasco. Pero ellos van, no como las víctimas de un conquistador o del azar, sino porque yo haré que os lleven cautivos, el Señor Soberano echando sobre su pueblo las consecuencias de su locura y su obstinación.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

5.1 Amós estremeció a su audiencia al cantar una canción de duelo por ellos como si ya hubieran sido destruidos. Los israelitas creían que su riqueza y su ritual religioso los mantenía a salvo, pero Amós lamentó su destrucción segura.5.6 Hay solo un remedio seguro para un mundo que está enfermo y muriendo en pecado, «búscame y viviréis». El pecado busca destruir, pero se encuentra esperanza al buscar a Dios. En momentos de dificultad, busque a Dios. En momentos de desilusión y lucha, busque a Dios. Cuando otros estén pasando por pruebas, aliéntelos a que busquen a Dios también.5.7 Los tribunales debían haber sido lugares de justicia en donde los pobres y los oprimidos podrían encontrar alivio. En vez de eso, se tornaron en lugares de codicia e injusticia.5.8 Pléyades y Orión son constelaciones de estrellas. Durante miles de años, los navegantes han arriesgado sus vidas y sus fortunas confiando en las estrellas. La inmutabilidad de los cielos nos presenta un reto para buscar más allá de las estrellas, a su Creador.5.10-12 Aquí se refiere al juez honesto. Una sociedad se encuentra en problemas cuando aquellos que tratan de hacer el bien son aborrecidos por su justicia. Cualquier sociedad que explota a los pobres e indefensos o aborrece la verdad va encaminada a su propia destrucción.5.12 ¿Por qué hace Dios tanto énfasis en la forma que tratamos a los pobres? La forma en la que tratamos a los ricos, o a aquellos que tienen una posición económica igual a la nuestra, a menudo refleja lo que esperamos recibir de ellos. Pero ya que los pobres no nos pueden dar nada, la forma en la que los tratemos refleja nuestro verdadero carácter. ¿Acaso nosotros, al igual que Cristo, damos sin pensar en el beneficio? Debemos tratar a los pobres de la misma manera que queramos que Dios nos trate.5.12 Aquí hay ocho excusas comunes para no ayudar a los pobres. (1) No merecen que los ayudemos. Ellos provocaron su pobreza; dejemos que salgan adelante solos. (2) El llamado que hace Dios para ayudar a los pobres se aplica para otro tiempo. (3) No tenemos gente como esa. (4) Yo tengo mis propias necesidades. (5) Cualquier dinero que dé será desperdiciado, robado o gastado en otras cosas. El pobre nunca lo verá. (6) Puedo convertirme yo mismo en una víctima. (7) No sé por dónde comenzar, no tengo tiempo. (8) Lo poquito que yo dé no cambiará nada.En vez de dar excusas inaceptables, pregúntese ¿qué es lo que puede hacerse para ayudar a los pobres. ¿Acaso su iglesia tiene programas para ayudar a los necesitados? ¿Puede ofrecerse como voluntario para trabajar en un grupo comunitario que lucha contra la pobreza? Como un individuo, usted quizá no esté capacitado para lograr muchas cosas, pero únase con gente que esté motivada de la misma manera y observe cómo las montañas se comienzan a mover.5.15 Si Israel hubiera dejado de lado las acusaciones falsas, el soborno, y la corrupción y hubiera insistido en que solo se tomaran decisiones justas, esto habría demostrado el cambio. Este pasaje nos exhorta a reformar nuestro propio sistema legal y social.5.16 El no poder honrar a los muertos era considerado algo horrible en Israel, por lo tanto el llorar en voz alta era común en los funerales. Las plañideras profesionales, por lo general mujeres, lloraban y se lamentaban en voz alta con cantos lúgubres y elogios. Amós dijo que habría tantos funerales que escasearían las plañideras, así que se llamarían granjeros para que las ayudaran. (Véase también Jer 9:17-20).5.18 Aquí «el día de Jehová» significaba la destrucción inminente por el ejército asirio, así como también el día futuro del castigo de Dios. Para los fieles, el día sería glorioso; pero para los infieles habría oscuridad y fatalidad. (Si desea más información sobre el día de Jehová, véase Joe 1:15.)5.18-24 Nosotros, como esta gente, a menudo clamamos por justicia. Sin embargo, Dios dice: «Pero no tienen idea de lo que piden». La justicia nos traería el castigo que merecemos por nuestros pecados.5.21-23 Dios aborrece la adoración falsa de la gente que lo hace en forma fingida o solo como un espectáculo. Si estamos viviendo vidas pecadoras, y utilizamos los rituales y las tradiciones religiosas para aparentar ser buenos, Dios despreciará nuestra adoración y no aceptará lo que le ofrendamos. El quiere corazones sinceros, no las canciones de los hipócritas. Cuando adoramos en la iglesia, ¿nos preocupamos más por nuestra imagen o por nuestra actitud hacia Dios?5.26 Israel había comenzado a adorar las estrellas y los planetas, prefiriendo la naturaleza en lugar de Dios (2Ki 23:4-5). El paganismo consentía la inmoralidad sexual, y el volverse ricos por cualquier medio. Debido a que se negaron a adorar y obedecer al único Dios verdadero, provocarían su propia destrucción.5.27 El cautiverio de Israel se llevó a cabo lejos de Damasco, la gente fue llevada a Asiria. El castigo de Dios era más que la derrota; era un exilio total de su propia tierra.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

REFERENCIAS CRUZADAS

a 140 Jer 7:29; Eze 19:1; Eze 27:2

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

casa de Israel. El lamento que sigue habla a Israel y sobre Israel como si ya estuviera muerto.

Fuente: La Biblia de las Américas

Lit., levanto

Fuente: La Biblia de las Américas

[8] Las siete estrellas de su constelación.[11] Sof 1, 13.[15] Sal 97 (96), 10; Rom 12, 9.[18] Jer 30, 7; Joel 2, 11; Sof 1, 15.[25] Unicamente se ofrecieron en Sinaí al formarse la alianza, en la erección del Tabernáculo y por la consagración de los sacerdotes. Ex 24; Lev 16, 1; Num 7, 13.

Fuente: Notas Torres Amat