Comentario de Amós 9:7 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
“Oh hijos de Israel, ¿acaso no me sois como los hijos de los etíopes?, dice Jehovah. ¿No hice yo subir a Israel de la tierra de Egipto, a los filisteos de Caftor y a los sirios de Quir?
no me sois vosotros. Jer 9:25, Jer 9:26; Jer 13:23.
no hice yo subir. Amó 2:10; Éxo 12:51; Ose 12:13.
a los filisteos. Deu 2:23; Jer 47:4.
a los arameos. Amó 1:5; 2Re 16:9.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
etíopes (Etiopía) se refiere a la región cercana al horizonte sur de la erudición geográfica de Israel, al sur de Egipto. La pregunta retórica de Dios le dijo a Israel que ellos no eran los únicos que recibían la atención y cuidado de Dios. Dios ama a todas las personas, aun a los filisteos y sirios.
Caftor se refiere a Creta, una gran isla en el mar Mediterráneo.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Kir. Vea la nota sobre Amó 1:5.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
— oriundos de Cus: Con frecuencia Cus se identifica con Etiopía, aunque probablemente se trate más bien de Nubia, actualmente Sudán. En cualquier caso, se trata de un pueblo menospreciado en algunas ocasiones entre los israelitas.
— Creta: Lit. Caftor.
— Quir: Ver tercera nota a Amó 1:5.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
El juicio discriminatorio
(Cf. el texto paralelo en 7:7-9 y véase el Indice de Contenido.) Así es como funcionará el juicio de la plomada de albañil: no hay posición privilegiada ante Dios (7) que garantice una inmunidad automática del escrutinio moral divino (8). Dondequiera que hay pecado debe haber juicio. Sin embargo, todo tiene que ver con discriminación, de modo que la casa de Jacob no será destruida del todo, sino será cernida (8-10) y la impureza específica será echada fuera. El patrón de esos versículos es:
(a1) v. 7 La falta de fundamento de la complacencia
(b1) v. 8a-d Lo ineludible del juicio sobre el pecado
(b2) vv. 8e-9 La naturaleza discriminatoria del juicio
(a2) v. 10 El destino del complaciente
7 A primera vista esta es una declaración de monoteísmo típica de Amós: hay un solo Dios y cada movimiento y migración sobre la tierra es igualmente su obra. Israel vino … de Egipto … los filisteos de Caftor y … los sirios de Quir, y (con permiso de Amós añadimos) cada movimiento de pueblos, voluntario o forzado, que ha sucedido antes o que ha sucedido desde entonces, ha sido por mandato del Señor. Jehovah es ciertamente Señor de la historia. Esto es cierto, pero no es el énfasis central del versículo. Todos los oyentes de Amós habrían estado de acuerdo hasta allí, pero se hubieran horrorizado por la declaración de que él está usando esta verdad para reforzar que los hijos de Israel le son como los hijos de los etíopes. No es que Amós esté negando la posición especial de Israel que él afirmó en 3:2 y afirmará en los vv. 8 y 9. Lo que está enseñando es esto: Israel está asociando “especialidad” (el privilegio del ser el pueblo del Señor) con una fecha y evento en el pasado, el éxodo. Pero considerado meramente co mo una fecha y un evento histórico, el éxodo no es diferente de las experiencias migratorias de los filisteos y los sirios.
Una canción popular de la década de 1950, que todavía se usa para Navidad, dice que “El hombre vivirá por siempre por causa de la Navidad”, como si la mera ocurrencia y el paso de una fecha fuera la clave para la vida eterna. Es cierto que sin el día de Navidad no habría salvación, pero la fecha no salva. Todo depende de lo que pasa después: en particular, si hay una respuesta personal al Salvador que nació y si esa respuesta es validada por el compromiso moral de una vida consecuente. De la misma manera no hubo nada especial en la gente del éxodo, aun en los hijos de los etíopes, a menos que respondieran a la gracia de la salvación divina por sometimiento a la santidad de la obediencia. No son las fechas pasadas las que el Señor mira, sino la validación del pasado por la santidad y el aborrecimiento del pecado en el presente.
Los etíopes ocupaban la tierra desde Asuán al sur hasta Khartum, que en el AT era considerado el límite más remoto de la tierra. Los filisteos vinieron de Caftor (Creta), emigrando desde la zona del mar Egeo para establecerse en la costa de Palestina. Quir, véase cap. 1:5. 8a He aquí (o “Véanlo de esta manera”); lo que el Señor ve no es una fe cha en la historia, sino la calidad moral de los que sostienen ser su pueblo, y donde hay solamente confianza complaciente en una fecha pasada; sin una preocupación presente para escapar del pecado y seguir la santidad, sólo puede haber una horrenda expectación de juicio (Heb. 10:26 ss.). 8b, 9 Pero, una palabra muy fuerte (“Pero siempre salvaguardando este hecho de que … ”). Kemel (lit. “piedrecitas”), la palabra se usa solamente otra vez en 2 Sam. 17:13 y la sugerencia de que “pedreta” puede significar el “grano” de semilla buena y sana, no tiene paralelo. Pero en cualquier caso dicha traducción contradice el significado original de un harnero o el cedazo, que selecciona reteniendo lo inservible y dejando pasar lo bueno. La figura aquí es más bien de cerner la tierra para quitar las piedras. Amós, consecuentemente con su visión de la plomada de albañil (7:7-9) insiste en un principio de discriminación dentro del juicio divino. Nada se permitirá que permanezca en el pueblo del Señor que no pertenezca a él y, al mismo tiempo, ninguna tierra será eliminada con las piedras.
10 Pero ¿quiénes son esas “piedrecitas” destinadas a ser quitadas? No solamente todos los pecadores de mi pueblo sino una clase particular de pecador: los que son complacientes ante el juicio divino, los que son pecadores y declaran que el pecado es un estilo de vida permitido sin tomar en cuenta la realidad de un juicio venidero. No se acercará ni nos alcanzará el desastre, eso es, nada nos alcanzará del pasado ni nos enfrentará en el futuro, como si estuvieran diciendo: “No hay nada en el pasado que amerite juicio, ni lo habrá en el futuro.” Esta no es la voz de aquellos (el pueblo que pasa la prueba de la plomada del albañil en 7:7-9) que están edificando sus vidas sobre el nivel de gracia con la regla de la ley, sino de los peca dores complacientes, descuidados, en un mundo de fingimiento. Ni para Amós ni para nosotros es esta una palabra que tiene la intención de poner en peligro nuestra salvación, pero nos recuerda que hay un doble sello en el fundamento de la casa del Señor: “Conoce el Señor a los que son suyos” (de aquí nuestra seguridad en la inmutable voluntad de Dios que nos escogió y nos tomó para él), y “Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre del Señor” (2 Tim. 2:19; véase 2 Ped. 1:5-11) (la determinación moral que es evidencia de una posición escogida).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
NOTAS
(1) “Los cusitas”, MSy; LXXVg: “los etíopes”.
(2) “De Creta.” Heb.: mik·Kaf·tóhr; TLXXSyVg: “Capadocia”. Véase Deu 2:23.
(3) Lit.: “Aram”, MTSy; LXXVg: “los sirios”.
(4) “Quir”, MSy; TVg: “Cirene”.
REFERENCIAS CRUZADAS
q 315 Éxo 12:51; Ose 12:13; Amó 2:10
r 316 Jer 47:4
s 317 2Re 16:9; Isa 22:6; Amó 1:5
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
¿No sois…como…? Se compara a Israel con los cusitas ( hijos de Etiopía ). Cus era hijo de Cam que a su vez era hijo de Noé (Gn 10:6). La mujer de Moisés era cusita (Nm 12:1).
Caftor. Es decir, la isla de Creta.
Kir. Véase coment. en 1:5.
Fuente: La Biblia de las Américas
Todas las naciones están bajo el control de Dios; así que los israelitas no deben pensar que son el único pueblo que interesa a Dios.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Heb., Cush