Comentario de Jonás 1:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

La palabra de Jehovah vino a Jonás hijo de Amitai, diciendo:

Jonás hijo de Amitai. 2Re 14:25; Mat 12:39; Mat 16:4; Luc 11:29, Luc 11:30, Luc 11:32.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Jonás, enviado a Nínive, huye a Tarsis, Jon 1:1-3.

Es acosado por una tormenta, Jon 1:4-10;

tirado al mar, Jon 1:11-16;

tragado por un pez, Jon 1:17.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

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EL LIBRO DE JONÁS SE DESCRIBE COMO PARÁBOLA, ALEGORÍA Y SÁTIRA. La famosa historia del «gran pez» (que por error se pensaba que era una ballena) ha llevado a muchos a descartar el libro como meramente la historia bíblica de un «pez». Es un error (basado en parte en la dificultad que tienen algunos lectores para aceptar el carácter milagroso de la historia) asumir que los sucesos y hechos del libro no son históricos en naturaleza. Aunque el relato es poco común, la historia se presenta como normal. Además, Jesús usó la historia de Jonás como una analogía de su inminente muerte y resurrección (Mat 12:39-41). La analogía de Jesús depende de la aceptación de dos realidades históricas:

(1) la experiencia histórica de Jonás en el vientre del gran pez, y

(2) la experiencia histórica del arrepentimiento del pueblo de Nínive basado en la predicación de Jonás (Luc 11:29-32). En efecto, la frase «la señal del profeta Jonás» debe haber sido una frase reiterativa en la enseñanza de Jesús, porque se encuentra en más de una ocasión en la narración de Mateo sobre el ministerio de Cristo (Mat 16:4). Por lo tanto, cualquier perspectiva del libro de Jonás que no acepte lo que describen los eventos históricos está obligado a explicar las claras palabras de Jesús.

Por el tiempo del ministerio de Jonás, Asiria estaba preocupada con las tribus montañesas de Urartu y no continuó sus campañas hacia el oeste hasta que Tiglat-Pileser III comenzó a gobernar en el año 745 a.C. Israel se regocijó con esta preocupación de Asiria y, agresivamente, persiguió un sistema de defensa para consolidar sus ciudades fortificadas, aumentar su ejército y desarrollar relaciones internacionales.

El libro de Jonás desafía al pueblo de Dios a no exaltarse sobre otros. Jehová, el gran Rey, es libre para bendecir, para ser benevolente y para ser paciente con todas las naciones de la tierra. Más que eso, Él puede mostrar compasión incluso con los malvados. En verdad, aun su misericordia se extiende hacia los animales (Jon 4:11).

La visión que tenía Jonás de Dios era demasiado restrictiva. Él creía que Dios era el creador de todas las cosas, pero que solamente tenía compasión hacia los escogidos de Israel. Jonás creyó que, puesto que Dios había escogido a Israel de entre las naciones malvadas, Él debía mostrar misericordia a Israel, aun si el pueblo era rebelde. Jonás había fallado al no apreciar que Jehová puede ser paciente con otras naciones al igual que lo era con Israel.

El libro de Jonás afirma la libertad, soberanía y poder de Dios. Dios es soberano porque Él es el Creador de todas las cosas (Jon 1:9). Su poder se extiende sobre toda la creación (la tempestad, el pez, la enredadera, el gusano). Dios es libre y no puede estar atado por conceptos humanos erróneos.

Los que se creen justos y buenos en su propia opinión cometen el grave error de regocijarse solamente en su propia salvación (Jon 2:9) y en las respuestas de Dios a la oración (Jon 4:6). Ellos fallan al limitar la gracia y misericordia de Dios a ellos mismos. Como Jonás, ellos no pueden tener parte en los deleites de Dios en salvar a los marineros y la ciudad de Nínive, incluyendo niños y aun animales (Jon 4:11). Ellos confiesan que Dios es el Creador y Rey de todo el cosmos, pero restringen su envolvimiento a juicio, justicia y retribución. De esta manera, ellos no ven las obras de compasión, rectitud y paciencia de Dios. La proclamación final de Jehová para Jonás (Jon 4:10, Jon 4:11) resume el mensaje profético del libro: Dios es libre para conceder su misericordia a quien quiera y en dondequiera que Él desee. Su preocupación y misericordia se extienden a toda su creación.

La historia de Jonás contiene una fuerte advertencia para todas las personas piadosas. Los elegidos pueden perder la bendición de ver la gracia de Dios extenderse más allá de sus propias esferas debido a que le imponen límites a Dios. Mientras Jonás oraba ansiosamente por su salvación personal, los marineros ya habían estado experimentando el amor de Dios por tres días. Del mismo modo, el pueblo de Nínive que se arrepintió de sus pecados se regocijó en que el inminente juicio no había llegado. Jonás, sin embargo, fue miserable. Al reírnos de él, puede ser que necesitemos retroceder. El tonto pecado de Jonás finalmente no es motivo para reír. Estamos condenados junto con él si participamos en su insensatez provincial.

Como ya notamos, la forma literaria del libro de Jonás difiere de otros libros proféticos.

No tiene profecías. En cambio, el libro es ampliamente narrativo. El capítulo Jon 2:1-10 es una canción de liberación, una oración hermosa, vibrante y lírica como muchas en el libro de Salmos.

Es mejor entender el libro como una parábola profética. Los eventos en el libro son históricos, pero su lugar entre los profetas nos lleva a interpretarlo como un escrito profético. Como libro profético, es único porque el mensaje del libro se centra en la interacción negativas entre Jehová y su profeta. Como parábola, el libro llama la atención a la gracia de Dios y la insensatez de Jonás. La insensatez del profeta alienta a los lectores piadosos a evitar el ejemplo negativo de Jonás y a ser un mensajero de la misericordia y juicio de Dios a las naciones.

El libro no especifica quién lo escribió. Pero la tradición de que Jonás lo escribió como un informe de su necio comportamiento y su declaración final de aceptar la voluntad divina es una posibilidad.

El profeta Jonás vivió en el siglo VIII a.C. pero sabemos poco de él aparte de este libro. Se le menciona solamente en otro pasaje del AT. aparte del libro que lleva su nombre. 2Re 14:25 anuncia el cumplimiento de una profecía del Dios viviente que vino a través de «Jonás hijo de Amitai, profeta que fue de Gat-hefer». Este pasaje ubica el ministerio de Jonás en el reino del noreste de Israel durante el reinado del Rey Jeroboam II (792-753 a.C. El texto sugiere que, a través del ministerio de Jonás, Jehová alentó Israel y dio a la nación un período de prosperidad bajo Jeroboam. Sin embargo, sabemos también que durante este período de expansión política, geográfica y económica Israel olvidó sus problemas pasados, no se volvió a Jehová y no se preocupó por el aumento del poder de Asiria. Claramente, el pasaje histórico presenta a Jonás en una manera positiva. El libro de Jonás, sin embargo, presenta al profeta negativamente realzando su desobediencia a Jehová, guiando al lector a rechazar las actitudes y acciones de Jonás.

El profeta Jonás provenía de Gat-hefer, un pueblo en el territorio de Zabulón (Jos 19:10, Jos 19:13; 2Re 14:25), a muchas millas al noreste de Nazaret. Nada se sabe de su padre Amitai. El nombre de Jonás significa «paloma». Asociamos a la paloma con paz y pureza; sin embargo, este sentido positivo no es la única posible asociación. Una «paloma» podría ser también un símbolo de insensatez (Ose 7:11), una descripción que tristemente se aplica a este tragicómico profeta.

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Bosquejo

I. Misión de viaje del profeta para ir a Nínive Jon 1:1-17; Jon 2:1-10

A. La misión de ir a Nínive Jon 1:1, Jon 1:2

B. El viaje a Tarsis Jon 1:3

C. Jonás en una tempestad Jon 1:4-8

D. Jonás proclama su Fe en Jehová Jon 1:9

E. Jonás echado al Mar 1:10-16

F. Jonás dentro del gran pez Jon 1:17; Jon 2:1

G. La oración de alabanza de Jonás Jon 2:2-9

H. Liberación de Jonás del gran pez Jon 2:10

II. La obediencia del profeta en su misión para ir a Nínive Jon 3:1-10; Jon 4:1-11

A. Una nueva misión para ir a Nínive Jon 3:1, Jon 3:2

B. La proclamación de Jonás en Nínive Jon 3:3, Jon 3:4

C. La salvación de Nínive Jon 3:5-10

D. La tristeza de Jonás sobre la salvación de Nínive Jon 4:1-8

E. Jonás debate con Jehová Jon 4:9

F. La proclamación de Jehová para Jonás Jon 4:10, Jon 4:11

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Jon 2:1-10

El libro de Jonás contiene dos secciones principales (caps. Jon 1:1-17Jon 2:1-10Jon 3:1-10Jon 4:1-11). La parte principal del libro (caps. Jon 1:1-17 y Jon 2:1-10) describe cómo Jonás, un verdadero profeta de Jehová, intentó escapar de la misión que Dios le había encomendado de llevar el mensaje divino a Nínive. Esta sección está compuesta de ocho unidades pequeñas:

(1) Jonás recibe una misión de ir a Nínive (Jon 1:1Jon 1:2);

(2) Jonás huye en una nave a Tarsis (v. Jon 1:3);

(3) Jonás y los marineros en medio de una tempestad (vv. Jon 1:4-8);

(4) Jonás proclama su identidad y su fe en Jehová (v. Jon 1:9);

(5) Echan a Jonás al mar para salvar la vida de los marineros (vv. Jon 1:10-16);

(6) Un gran pez se traga Jonás (Jon 1:17; Jon 2:1);

(7) Salmo de liberación de Jonás que narra su gratitud a Jehová por su asombrosa obra de liberación del mar (Jon 2:2-9); y

(8) Jonás es liberado del gran pez (v. Jon 2:10).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Vino palabra de Jehová: Esta frase afirma la fuente divina del mensaje de Jonás (1Re 17:8; Jer 1:4; Ose 1:1; Joe 1:1; Miq 1:1; Sof 1:1; Hag 1:3). El nombre Jonás significa «paloma».

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

JONÁS. Jonás fue un profeta en el reino del norte de Israel durante el reinado de Jeroboam II (2Re 14:23-25; véase introducción a este libro).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Introducción a Jonás

Bosquejo

I. Primer llamado de Dios a Jonás (Jon 1:1-17; Jon 2:1-10)

A. Llamado de Jonás: «Ve a Nínive» (Jon 1:1-2)

B. La desobediencia de Jonás (Jon 1:3)

C. Consecuencias de la desobediencia de Jonás (Jon 1:4-17)

1. Para otros (Jon 1:4-11)

2. Para sí mismo (Jon 1:12-17)

D. La oración de Jonás en medio de la calamidad (Jon 2:1-9)

E. La liberación de Jonás (Jon 2:10)

II. Segundo llamado de Dios a Jonás (Jon 3:1-10; Jon 4:1-11)

A. Llamado de Jonás: «Ve a Nínive» (Jon 3:1-2)

B. Misión obediente de Jonás (Jon 3:3-4)

C. Consecuencias de la obediencia de Jonás (Jon 3:5-10)

1. Los ninivitas se arrepienten (Jon 3:5-9)

2. Los ninivitas no sufren el juicio de Dios (Jon 3:10)

D. La queja de Jonás (Jon 4:1-3)

E. La reprimenda y la lección de Jonás (Jon 4:4-11)

Autor : Jonás

Tema : La amplitud de la misericordia salvadora de Dios

Fecha : ca. 760 a.C.

Trasfondo

Jonás, cuyo nombre significa «paloma», se presenta como el hijo de Amitai (Jon 1:1). Se menciona en 2Re 14:25

(1) que fue profeta en el reino del norte de Israel durante el reinado de Jeroboam II (793-753 a.C.), y

(2) que era de Gat-hefer, a unos cuatro o cinco kilómetros al norte de Nazaret en Galilea. Así que los fariseos estaban equivocados cuando dijeron que ningún profeta había salido de Galilea (Jua 7:52). El ministerio profético de Jonás ocurrió poco después del de Eliseo (cf. 2Re 13:14-19), coincidió con el de Amos (cf. Amó 1:1), y fue seguido por el de Oseas (cf. Ose 1:1). Aunque el libro no dice nada en cuanto a su autor, es probable que el autor fuera el propio Jonás.

Es probable que el arrepentimiento de Nínive en respuesta a la predicación de Jonás ocurriera durante el reinado de uno de dos monarcas asirios:

(1) Adad-nirari III (810-783 a.C.), cuyo reinado fue notable por una tendencia hacia el monoteísmo, o

(2) Asurdán III (733-755 a.C.), cuyo reinado experimentó dos plagas grandes (765 y 759 a.C.) y un eclipse de sol (763 a.C.), que se pudieron haber interpretado como señales de juicio divino y, por tanto, prepararon a la capital de Asiria para el mensaje profético de Jonás. Nínive estaba a unos 800 kilómetros al noreste de Galilea.

Propósito

Este libro parece haberse escrito con un propósito triple:

(1) para demostrar a Israel y las naciones la magnitud de la misericordia salvadora de Dios mediante la predicación del arrepentimiento;

(2) para mostrar mediante la experiencia de Jonás cuánto había caído Israel de su llamado misionero original a ser una luz de redención para los que moran en tinieblas (Gén 12:1-3; Isa 42:6-7; Isa 49:6); y

(3) para recordar al Israel descarriado que Dios, en su amor y misericordia, le había enviado no sólo un profeta sino muchos profetas fieles, que proclamaron su mensaje de arrepentimiento para prevenir el juicio inevitable por el pecado. Sin embargo, a diferencia de Nínive, Israel había rechazado a los profetas de Dios y su invitación a arrepentirse y recibir misericordia.

Visión panorámica

El libro de Jonás cuenta la historia del llamado del profeta a ir a Nínive y sus reacciones.

El cap. Jon 1:1-17 describe la desobediencia inicial de Jonás y el subsecuente juicio de Dios. En vez de ir al noreste a Nínive, Jonás abordó un barco que iba hacia el occidente a Tarsis (en España), la destinación más lejana posible en la dirección opuesta a la de la voluntad de Dios. Jonás pronto se enfrentó a la represalia de Dios de una severa tormenta sobre el mar Mediterráneo, con la ignominia de ser descubierto por los marineros y ser arrojado al mar. Dios, de modo providencial, tenía listo «un gran pez» para salvarlo.

El cap. Jon 2:1-10 recuenta la oración de Jonás desde su cámara singular dentro del pez, en la cual dio gracias a Dios por perdonarle la vida y prometió obedecer el llamado de Dios; entonces el pez lo vomitó a la tierra seca.

El cap. Jon 3:1-10 registra la segunda oportunidad de Jonás de ir a Nínive y su predicación del mensaje de Dios a los habitantes de aquella ciudad. En uno de los más extraordinarios despertamientos espirituales de una ciudad entera en toda la historia, el rey llamó a toda la ciudad al ayuno y al arrepentimiento, mediante los cuales se les perdonó el juicio de Dios.

El cap. Jon 4:1-11 contiene la queja de Jonás contra Dios por perdonar a esa ciudad enemiga de Israel. Con una planta, un gusano y un viento solano, Dios le enseñó a su profeta enojado que Él se deleita en poner su gracia a disposición de todos, no sólo de Israel y Judá.

Características especiales

Cuatro aspectos o énfasis principales caracterizan el libro de Jonás:

(1) Es uno de sólo dos libros proféticos del AT escritos por profetas nacidos y criados en el reino del norte, Israel (Oseas es el otro).

(2) Es una condensada obra maestra de narración en prosa, en la que sólo está en verso la oración de acción de gracias de Jonás (Jon 2:2-9).

(3) Está lleno de la actividad sobrenatural de Dios: Además de la sincronización providencial de la tormenta y el gran pez, están la calabacera, el gusano, el viento solano y (lo más grande de todo) el arrepentimiento de toda la ciudad de Nínive.

(4) Contiene el mensaje más claro del AT de que la gracia salvadora de Dios es para los que no son judíos así como para los judíos.

Cumplimiento en el Nuevo Testamento

Jesús se comparó con Jonás al decir: «La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches. Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar» (Mat 12:39-41).

Confiabilidad histórica

Los teólogos liberales y los incrédulos consideran este libro como una historia ficticia del siglo V al III a.C., escrita para contrarrestar el estrecho nacionalismo judío del judaísmo postexílico. Según esta opinión, el libro de Jonás no representa sucesos históricos reales. Sin embargo, el AT en otra parte menciona a Jonás como profeta acreditado del siglo VIII a.C. (2Re 14:25). En el NT, Jesús mismo afirma que Jonás

(1) es la principal señal profética del AT de sus tres días en la tumba y su subsecuente resurrección (Mat 12:39-40; Luc 11:29);

(2) efectivamente predicó el arrepentimiento a los ninivitas, los cuales se arrepintieron (Mat 12:41; Luc 11:30; Luc 11:32); y

(3) hace parte de la historia del AT de la misma manera que Salomón y la visita que le hizo la reina del Sur (Mat 12:42; Luc 11:31). Está claro que Jesús consideraba que el libro era confiable en su aspecto histórico. El considerar el libro de otra manera no sólo implica la falibilidad de la Biblia, sino también la del Salvador.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

El libro de Jonás

Título

Siguiendo la guía del texto masorético hebreo (MT), el título del libro se deriva del personaje principal, Jonás (que quiere decir «paloma»), el hijo de Amitai (Jon 1:1). Tanto la Septuaginta (LXX) como la Vulgata latina (Vg.) le atribuyen el mismo nombre.

Autor y fecha

El libro no tiene ninguna afirmación directa acerca de la persona que lo escribió. A lo largo del libro, repetidamente se hace referencia a Jonás en tercera persona, causando que algunos busquen otro autor. No obstante, no era una práctica extraña en el AT escribir en tercera persona (p. ej. Éxo 11:3; 1Sa 12:11). Además, la información autobiográfica revelada en sus páginas claramente apunta a Jonás como el autor. Los relatos en primera persona de acontecimientos y experiencias tan poco comunes serían mejor producto del mismo Jonás. Ni tampoco el versículo de introducción debe sugerir algo diferente, debido a que otros profetas tales como Oseas, Joel, Miqueas, Sofonías, Hageo y Zacarías tienen aperturas similares.

De acuerdo con 2Re 14:25, Jonás vino de Gat-hefer cerca de Nazaret. El contexto lo coloca durante el largo y próspero reinado de Jeroboam II (ca. 793-753 a.C.), haciéndolo un profeta a las tribus del norte poco antes de Amós durante la primera mitad del siglo octavo a.C., ca. 760 a.C. Los fariseos estaban mal cuando dijeron «de Galilea nunca se ha levantado profeta» (Jua 7:52), porque Jonás era de Galilea. Una tradición judía que no se puede verificar dice que Jonás fue el hijo de la viuda de Sarepta a quien Elías resucitó de los muertos (1Re 17:8-24).

Contexto histórico

Como un profeta a las diez tribus del norte de Israel, Jonás comparte su contexto histórico con Amós. La nación disfrutó un tiempo de paz y prosperidad relativas. Tanto Siria como Asiria eran débiles, permitiendo a Jeroboam II que agrandara las fronteras del norte de Israel hasta donde habían estado en los días de David y Salomón (2Re 14:23-27). No obstante, espiritualmente fue un tiempo de pobreza; la religión era ritualista y más y más idólatra, y la justicia se había pervertido. El tiempo de paz y la riqueza la había hecho que estuviera en bancarrota espiritual, moral y ética (cp. 2Re 14:24; Amó 4:1 en adelante; Amó 5:10-13). Como resultado, Dios iba a castigarla al traer destrucción y cautividad de los asirios en el 722 a.C. El arrepentimiento de Nínive pudo haber sido ayudado por dos plagas (765 y 759 a.C.) y un eclipse solar (763 a.C.), preparándolos para el mensaje de juicio por parte de Jonás.

Temas históricos y teológicos

Aunque fue un profeta de Israel, Jonás no es recordado por su ministerio en Israel, lo cual podría explicar por qué los fariseos erróneamente dijeron en el día de Jesús que ningún profeta había venido de Galilea (cp. Jua 7:52). Más bien, el libro relata el registro de su llamado a predicar arrepentimiento a Nínive y el hecho de que se rehusó a ir. Nínive, la capital de Asiria y con mala fama por su crueldad, era un némesis histórico de Israel y Judá. El enfoque de este libro se encuentra en esa ciudad gentil, que fue fundada por Nimrod, el bisnieto de Noé (Gén 10:6-12). Quizá la ciudad más grande en el mundo antiguo (Jon 1:2; Jon 3:2-3; Jon 4:11), aún así fue destruida unos ciento cincuenta años después del arrepentimiento de la generación al tiempo de la visita de Jonás (612 a.C.), tal como Nahum profetizó (Nah 1:1 en adelante). El desagrado político por parte de Israel para con Asiria, junto con un sentido de superioridad espiritual como el destinatario de la bendición de pacto de Dios, produjo una actitud recalcitrante en Jonás hacia la petición de Dios para el servicio misionero. Jonás fue enviado a Nínive en parte para avergonzar a Israel por el hecho de que una ciudad pagana se arrepintió ante la predicación de un extraño, mientras que Israel no se arrepentía aunque le predicaron muchos profetas. Pronto iba a aprender que el amor y la misericordia de Dios se extienden a todas sus criaturas (Jon 4:2; Jon 4:10-11), no solo a su pueblo de pacto (cp. Gén 9:27; Gén 12:3; Lev 19:33-34; 1Sa 2:10; Isa 2:2; Joe 2:28-32).

El libro de Jonás revela el dominio soberano de Dios sobre el hombre y toda la creación. La creación llegó a existir por medio de Él (Jon 1:9) y responde a cada uno de sus mandamientos (Jon 1:4; Jon 1:17; Jon 2:10; Jon 4:6-7; cp. Mar 4:41). Jesús empleó el arrepentimiento de los ninivitas para reprender a los fariseos, y así ilustró la dureza del corazón de los fariseos y su falta de disposición a arrepentirse (Mat 12:38-41; Luc 11:29-32). La ciudad pagana de Nínive se arrepintió ante la predicación de un profeta que no quería cumplir con su ministerio, pero los fariseos no se arrepentían ante la predicación del más grande de todos los profetas, a pesar de la evidencia abrumadora de que Él, de hecho, era su Señor y Mesías. Jonás es un retrato de Israel, quien fue escogido y comisionado por Dios para ser su testigo (Isa 43:10-12; Isa 44:8), quien se rebeló en contra de su voluntad (Éxo 32:1-4; Jue 2:11-19; Eze 6:1-5; Mar 7:6-9), pero que ha sido milagrosamente preservado por Dios a lo largo de siglos de exilio y dispersión para predicar finalmente su verdad (Jer 30:11; Jer 31:35-37; Ose 3:3-5; Apo 7:1-8; Apo 14:1-3).

Retos de interpretación

El reto primordial es sí el libro debe interpretarse como una narración histórica o como una alegoría / parábola. La gran escala de milagros, tales como ser mantenido vivo durante tres días y tres noches en un gran pez, ha llevado a algunos escépticos y críticos a negar su validez histórica y sustituir lecciones espirituales, sea para las partes constitutivas (alegoría) o para el libro como un todo (parábola). Pero independientemente de lo grandioso y milagroso que los acontecimientos hayan sido, la narración se debe ver como histórica. Centrado en un profeta del AT históricamente identificable que vivió en el siglo octavo a.C., el relato de quien ha sido registrado en forma narrativa, no hay más alternativa que entender a Jonás como histórico. Además, Jesús no enseñó la historia de Jonás como una parábola, sino como un relato real firmemente arraigado en la historia (Mat 12:38-41; Mat 16:4; Luc 11:29-32).

Bosquejo

I) Al correr de la voluntad de Dios (Jon 1:1-17)

A) La comisión de Jonás (Jon 1:1-2)

B) La huída de Jonás (Jon 1:3)

C) La búsqueda de Jonás (Jon 1:4-16)

D) La preservación de Jonás (Jon 1:17)

II) Al someterse a la voluntad de Dios (Jon 2:1-10)

A) La carencia de ayuda de Jonás (Jon 2:1-3)

B) La oración de Jonás (Jon 2:4-7)

C) El arrepentimiento de Jonás (Jon 2:8-9)

D) La liberación de Jonás (Jon 2:10)

III) Al cumplir la voluntad de Dios (Jon 3:1-10)

A) La comisión renovada (Jon 3:1-2)

B) El profeta obedece (Jon 3:3-4)

C) La ciudad se arrepiente (Jon 3:5-9)

D) El Señor perdona (Jon 3:10)

IV) Al cuestionar la voluntad de Dios (Jon 4:1-11)

A) El profeta sin agrado (Jon 4:1-5)

B) El profeta reprendido (Jon 4:6-11)

ANEXOS

Diez milagros en Jonás

Detalle
1. Jon 1:4 «Jehová hizo levantar un gran viento en el mar»
2. Jon 1:7 «la suerte cayó sobre Jonás»
3. Jon 1:15 «el mar se aquietó de su furor»
4. Jon 1:17 «Jehová tenía preparado un gran pez»
5. Jon 1:17 «que tragase a Jonás [vivo]»
6. Jon 2:10 «mandó Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra»
7. Jon 3:10 «vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino»
8. Jon 4:6 «preparó Jehová Dios una calabacera»
9. Jon 4:7 «Dios preparó un gusano»
10. Jon 4:8 «preparó Dios un recio viento solano»

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Jonás hijo de Amitai. El nombre de Jonás significa «paloma» en hebreo, y el de su padre significa «verdadero» o «leal».

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

(780-750 a.C.)

Nota del editor; Esta sección pertenece LA ETAPA DEL REINO DIVIDIDO (1 de Reyes 12—22; 2 de Reyes 1—17; 2 de Reyes 18—25; 2 de Crónicas 10—36; Abdías; Joel; Jonás; Amos; Oseas; Miqueas; Isaías; Nahum; Sofonías; Habacuc; Jeremías; Lamentaciones)

INTRODUCCIÓN

A. El libro de Jonás es uno de los tres libros del Antiguo Testamento más aborrecidos por Satanás. Estos son:

1. Génesis, que predice la encarnación de Cristo de la simiente de la mujer Gén 3:15.

2. Daniel, que predice la gloriosa segunda venida de Cristo Dan 7:9-12 para destruir a sus enemigos.

3. Jonás, que predice (en forma tipificada) la muerte y resurrección de Cristo. (Cp. Jon 2:1-10 con Mat 12:38-41.)

B. Existen tres interpretaciones básicas del libro de Jonás.

1. La interpretación mitológica. Este es el punto de vista liberal, que contempla a Jonás como miraríamos a Robinson Crusoe, a Gulliver o a Hércules.

2. La interpretación alegórica (o parabólica). Desde esta perspectiva el libro es simplemente visto como una amplia parábola. Esto es:

a. Jonás es en realidad Israel.

b. El mar son las naciones gentiles en general.

c. El pez es la cautividad babilónica.

d. La regurgitación es el retorno durante el tiempo de Esdras.

«Esto, sin duda alguna, no es el registro de hechos históricos reales ni se pretendía que lo fuera. Es una falta grave contra el autor tratar como prosa literal lo que él se proponía como poesía… Su narración es un relato con propósito moral, una parábola, poesía en prosa como el del buen samaritano.» (Julius Bewer, International Critical Commentary.)

3. El abordamiento histórico-literal. Sólo éste es el punto de vista correcto.

a. El relato presenta un hecho histórico real.

b. Los judíos y la iglesia primitiva creyeron que era literal.

c. El autor en 2Re 14:25 se refiere a Jonás como a un personaje histórico. Se habla de su ciudad natal, y .se nos da el nombre de su padre y del rey bajo el cual sirvió.

d. Jesús testificó de Jonás como de un relato literal Mat 12:38-41; Mat 16:4; Luc 11:29-32.

4. Jonás era oriundo de Gat-hefer de Zabulón Jos 19:13, al norte de Nazaret de Galilea. De manera que los fariseos estaban equivocados en cuanto a su declaración recogida en Jua 7:52 : «… Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha levantado profeta.»

I. La protesta de Jonás: demostración de la paciencia de Dios, (cap. Jon 1:1-17).

A. El mandamiento de Dios: ¡Ve! (Jon 1:1-2).

Dios ordena a su profeta que vaya a Nínive y predique contra la creciente maldad de esta ciudad.

B. La acción del ministro: ¡No! (Jon 1:3).

1. La inutilidad de su acción. Jonás intenta neciamente lo imposible: huir de la presencia de Dios (Sal 139:7-12). Se compró un boleto para escapar a Tarsis (supuesto antiguo nombre de una región al sur de España), embarcándose en una nave en el puerto de Jope. Esta ciudad es significativa, porque fue aquí que ocho siglos después otro predicador judío recibió también la orden de compartir el evangelio con los gentiles Hch 10:5.

2. La razón de su acción: ¿Por qué desobedeció Jonás? Se han dado varias explicaciones:

a. Porque era un cobarde. Esto es erróneo como podemos comprobar por Jon 1:12.

b. Porque era un ultra nacionalista. Esta parece ser la respuesta lógica. En este momento histórico. Asiria crecía en su poderío militar y muchos creían que era solo una cuestión de tiempo para verlos invadir Palestina. La crueldad de los asirios fue sin igual en los tiempos antiguos. Veamos los siguientes testimonios de diferentes autores:

«Algunas de las víctimas eran sujetadas mientras que uno de la banda de torturadores, que eran representados en los monumentos gozándose diabólicamente en su horrible tarea, insertaba su mano en la boca del prisionero y le arrancaba la lengua de raíz.

En otro lugar clavaban estacas en la tierra y sujetaban a las víctimas a ellas con cordeles por las muñecas y tobillos, estirándoles al punto de que no pudieran mover ni un solo músculo. Los verdugos se aplicaban entonces a la tarea.

Con un afilado cuchillo hacían incisiones en la piel y ésta era arrancada centímetro a centímetro hasta que el hombre quedaba realmente desollado vivo. Las pieles eran después extendidas sobre la muralla de la ciudad, o se disponía de ellas de otra forma, con el fin de aterrorizar a las personas y dejar tras de sí impresiones duraderas de las terribles venganzas asirías. Para otros se preparaban largos y afilados postes. Solían elegir para torturar y ejecutar de esta manera a los hombres líderes de la ciudad. Las víctimas eran tumbadas en el suelo y les clavaban en el pecho la parte afilada del poste; después levantaban el poste llevando a la persona clavada en la punta; finalmente colocaban el poste en posición vertical sujetándolo en el agujero que a este fin hacían en el suelo, y allí dejaban morir a la persona.»

«Pirámides de cabezas humanas marcaban el paso de los conquistadores; los muchachos y las muchachas eran quemados vivos o reservados para cosas aún peores; los hombres eran empalados, desollados, cegados, o privados de sus manos, pies, orejas o narices; mientras que las mujeres y los niños eran usados como esclavos; la ciudad capturada era incendiada y reducida a cenizas, y los árboles de las cercanías cortados.»

C. La mano de Dios: desató la tempestad (Jon 1:4-12).

1. Dios hizo que soplara un fuerte viento sobre el mar que causó una gran tempestad.

2. Los asustados marineros oraron a sus respectivos dioses paganos y arrojaron por la borda la carga que llevaban a fin de aligerar la nave.

3. Mientras tanto Jonás se había quedado dormido en la bodega. Al saberlo, el capitán bajó a despertarlo y le ordenó que él también orara a su Dios rogando que les salvara.

4. Los marineros en su desesperación echaron suertes para saber quién de ellos había ofendido a su Dios y había ocasionado la tempestad. Jonás resultó ser el culpable.

5. Jonás admitió ante ellos su nacionalidad y su pecado de desobediencia a Dios. Después les sugiere que le tiren a él por la borda.

D. La acción de los marineros: le arrojaron al mar (Jon 1:13-17).

1. Después de luchar un poco más contra los elementos, los marineros claman a Dios por perdón por lo que van a hacer con Jonás y rápidamente le arrojan al embravecido mar.

2. El mar se calma de forma inmediata y cesa la tempestad. Los maravillados marineros dan gracias a Jehová Dios.

3. Jonás es tragado por un pez que Dios había preparado.

De todos los milagros de la Biblia no hay ninguno más conocido que éste ni que haya producido más preguntas o dudas.

El doctor Vernon McGee escribe:

«El pez que aparece aquí no es ni el héroe ni el villano de la historia. El libro no trata ni siquiera acerca de un pez. El pez no es la estrella principal en este escenario. Distingamos entre lo que es esencial y accidental. Son accidentales el pez, la calabaza, el viento oriental, la nave y Nínive. Lo esencial es Jehová y Jonás, Dios y el hombre.»

Se pregunta frecuentemente si una ballena podría realmente tragarse a un hombre. En primer lugar, debe señalarse que en ninguna parte de las lenguas originales del Antiguo o Nuevo Testamentos se dice que una ballena tragó a Jonás. La palabra «ballena» no aparece en las versiones en castellano del libro de Jonás. La palabra hebrea para pez es dag y se refiere a un gran monstruo marino. En Mat 12:40 la palabra griega que se traduce por «gran pez» (la Biblia de Reina-Valera 1569, revisión 1602 [Versión Antigua] traduce «ballena») es ketos que también se refiere a un monstruo marino. En segundo lugar, Dios podría haber usado una ballena si hubiera preferido hacerlo. El doctor Gleason Archer escribe el siguiente párrafo:

«Se han informado numerosos casos, en épocas recientes, de hombres que han sobrevivido al duro trance de ser tragados por una ballena. La Princeton Theological Review (Revista teológica de Princeton) de octubre de 1927, refiere dos incidentes, uno en el año 1758 y el otro en 1771, según los cuales un hombre fue tragado por una ballena y vomitado poco tiempo después, con sólo lesiones leves. Otros casos son citados por R. K. Harrison, en IOT, p. 907.

Uno de los casos más notables lo refiere Francis Fox, Sixty-three Years of Engineering (Sesenta y tres años de ingeniería) (Londres: J. Murray, 1924), pp. 298300, quien informó que este incidente fue prolijamente investigado por dos científicos (Uno de los cuales fue M. de Parville, editor científico del Journal des Debats (Publicación de debates) en París.

En febrero de 1891, el barco ballenero Star ofthe East (Estrella del Oriente), navegaba en las proximidades de las Islas Malvinas, y el vigía avistó una enorme ballena a unos cinco kilómetros del barco. Se bajaron dos botes y al poco tiempo uno de los arponeros pudo clavar su arpón en el enorme animal. Los tripulantes del segundo bote también atacaron al animal, pero un coletazo de la ballena lo hundió, y los marineros cayeron al mar. Uno de ellos se ahogó, pero el otro, James Batley, simplemente desapareció sin dejar huellas. Luego de muerta la ballena, la tripulación comenzó su tarea de quitarle la grasa con hachas y palas. Trabajaron todo el día y parte de la noche. Al día siguiente, con jarcias y aparejos pusieron sobre cubierta el estómago. Los marineros quedaron perplejos cuando observaron espasmódicos signos de vida, y dentro del estómago hallaron al marinero que había desaparecido, doblado e inconsciente. Lo pusieron sobre cubierta y le dieron un baño con agua de mar que pronto lo hizo revivir. Al finalizar la tercera semana se había recuperado totalmente de su estado de conmoción y reasumió sus actividades normales… Su rostro, cuello y manos se veían descoloridos, con una blancura mortal y un aspecto de pergamino. Batley afirma que probablemente hubiera vivido en su habitáculo de carne hasta morir de hambre, porque se desmayó de miedo y no por falta aire.» (Reseña crítica de una introducción al Antiguo Testamento, Editoral Portavoz, p. 348, nota.)

II. La oración de Jonás: demostración del perdón de Dios, capítulo Jon 2:1-10 :

A. La petición (Jon 2:1-8).

1. Jonás empezó inmediatamente a orar de una manera muy fervorosa y entregada, su altar era quizá el más extraño que jamás se haya usado: los costados resbaladizos del estómago de un pez.

2. Algunos creen que el lenguaje que Jonás emplea parece indicar que él murió realmente y que Dios lo resucitó después. Noten las siguientes frases:

a. «Desde el seno del Seol clamé» (v. Jon 2:2).

b. «Mas tú sacaste mi vida de la sepultura» (v. Jon 2:6).

c. «Cuando mi alma desfallecía en mí» (v. Jon 2:7).

Dios pudo haberlo hecho así sin duda alguna, pero el simple examen del contexto nos sugiere que el profeta no murió, aunque sí estuvo al borde de la muerte.

3. En dos ocasiones Jonás se refiere a «tu santo templo» (vv. Jon 2:4; Jon 2:7). El profeta en realidad está dirigiendo su oración en esa dirección. Estaría sin duda recordando la oración de Salomón en la dedicación del templo 150 años antes 1Re 8:38-39.

«Toda oración y toda súplica que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cuando cualquiera sintiere la plaga en su corazón, y extendiere las manos a esta casa, tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y perdonarás, y actuarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, cuyo corazón tú conoces (porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres).»

4. Podemos imaginarnos la figura patética del profeta orando al tiempo que chapoteaba y resbalaba en aquel lugar con su cabeza envuelta en algas marinas. El apóstata se ve obligado a veces a llevar un extraño halo.

5. Cuando Jonás dice: «Descendí a los cimientos de los montes» (v. Jon 2:6), está mencionando un hecho científico totalmente desconocido para la capacidad humana de aquellos días. Esta es otra pequeña prueba de que la Biblia es en verdad la Palabra de Dios.

6. Jonás renuncia a su pecado, recuerda su voto de servicio y re-consagra su vida a Dios (vv. Jon 2:8-9).

B. El perdón (Jon 2:9-10).

1. Termina su oración resumiendo en cinco palabras el mensaje de toda la Biblia: «La salvación es de Jehová» (v. Jon 2:9).

2. Luego el pez lo vomita y lo lanza a tierra seca.

III. La predicación de Jonás: demostración del poder de Dios, capítulo Jon 3:1-10 :

A. La advertencia (Jon 3:1-4).

1. Su campo de trabajo:

Nínive se levantaba en la orilla oriental del río Tigris, y fue una de las más grandes ciudades —sino la más grande— de la antigüedad. La protegía una muralla con 1.200 torres de más de 200 pies (60 m) de alto; la muralla en sí tenía más de 100 pies (30 m) de alto y una anchura tal que permitía que pudieran pasar a la vez tres carros. Su circunferencia era de 60 millas (96 km) y dentro del terreno que cerraban sus murallas podía crecer grano suficiente para alimentar a sus 600.000 habitantes.

Jenofonte dice que la base de la muralla tenía unos 50 pies (17 m) de ancho y era de piedra pulida. La ciudad poseía un magnífico palacio con atrios y murallas que abarcaban unos 100 acres (unos 404.600 m2). Los techos se apoyaban en vigas de cedro que se sostenían sobre columnas de ciprés, unidas y fortalecidas por bandas labradas de bronce y plata. Las puertas estaban guardadas por grandes figuras de leones y toros esculpidos en piedra; sus puertas eran de ébano y ciprés con incrustaciones de hierro, plata y marfil; las salas y recámaras estaban recubiertas de paneles de alabastro y de ladrillos con inscripciones cuneiformes. Sus jardines colgantes estaban llenos de ricas plantas y raros animales. La ciudad también disponía de otros palacios, además de templos, bibliotecas y cuarteles que adornaban y enriquecían la ciudad. Todo fue construido mediante el trabajo de esclavos extranjeros.

2. Su mensaje:

«De aquí a cuarenta días Nínive será destruida» (v. Jon 3:4)

Cuarenta es frecuentemente el número de prueba en la Biblia, como vemos a continuación:

a. En los días de Noé, el diluvio continuó durante cuarenta días Gén 7:17.

b. Moisés pasó cuarenta días en el monte Sinaí Éxo 24:18.

c. Los doce espías exploraron la tierra de Canaán durante cuarenta días Núm 13:25.

d. Israel peregrinó durante cuarenta años por el desierto Núm 14:33.

e. Jesús fue tentado durante cuarenta días Mat 4:2.

f. Pasaron cuarenta días entre su resurrección y su ascensión (Hch 1:3).

B. El lamento y la aflicción (Jon 3:5-9).

1. Este capítulo nos describe el más grande avivamiento de toda la historia conocida. Ningún otro milagro en este libro, ni en ningún otro libro del Antiguo Testamento, es comparable con la maravilla y grandeza de este milagro espiritual. En el Nuevo Testamento encontramos a Jesús que advierte que toda su generación, en general, se vería un día dramáticamente afectada porque: «Los hombres de Nínive se levantarán un día en el juicio contra esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar» Mat 12:41.

2. Los críticos, sin embargo, siempre dispuestos a desacreditar la Biblia, señalan muy felizmente que la historia secular no registra una experiencia espiritual como la que se describe aquí.

El doctor H. Freeman escribe:

«La queja de que el arrepentimiento de Nínive no aparece registrado en la historia secular no sólo carece de valor porque es un argumento de silencio, sino porque ignora también el hecho de que el evento sí aparece registrado en la historia bíblica en el libro de Jonás. ¡Recordemos a los hititas! Fue un pueblo que aparece mencionado varias veces en el Antiguo Testamento. No obstante, no se podía encontrar ni rastro de ellos fuera de las Escrituras, por lo que los críticos miraban con suspicacia la información bíblica. Los descubrimientos arqueológicos, sin embargo, de primeros de este siglo no sólo confirmaron como exactas las referencias bíblicas, sino que revelaron que los hititas fueron un pueblo importante que formaron un imperio extenso durante los siglos xiv y xill a.C.» (Introduction to the Old Testament.)

Con todo, es muy posible que la historia secular sí esté refiriéndose a esta experiencia espiritual registrada en el libro de Jonás. Es sabido que alrededor de este tiempo hubo un movimiento religioso en Nínive que resultó en el cambio de la adoración de muchos dioses a un solo Dios que llamaban Nebo. Nebo era el hijo en la trinidad religiosa babilónica. Su nombre significa «el Proclamador, el Profeta».

Era el revelador de la mente y voluntad de la trinidad. Nebo era el dios de la sabiduría, el creador, el supervisor angelical. Algunos creen que Nebo fue adorado en los primeros tiempos como el único y supremo Dios. Se sabe que el rey ninivita Adal-Nirari III (810783) abogaba por un sistema de adoración monoteísta de alguna clase. Si la renovación espiritual religiosa que tuvo lugar en este tiempo fue el resultado de la predicación de Jonás, el uso, pues, de su nombre nacional para el Hijo de Dios es lo que posiblemente deberíamos esperar. Jonás no predicó el arrepentimiento a los ninivitas en el nombre Jehová (el Dios hebreo del pacto), sino en el nombre de Elohim (el Dios trino Creador del universo, Gén 1:1). Algunos creen, sin embargo, que esta experiencia religiosa tuvo lugar tiempo después, durante el reinado del rey Asurdan III (771754 a.C.). Si así fue, Dios tuvo todavía más tiempo para preparar a los ninivitas, porque:

a. Sufrieron de una gran plaga en el 765 a.C.

b. Un eclipse total de sol tuvo lugar el 15 junio del año 763 a.C.

c. Otra plaga les cayó en el 759 a.C.

C. La transformación (Jon 3:10).

«Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo.»

Dos frases de este versículo merecen un breve comentario:

1. «Se arrepintió»: esto es, Dios cambió el curso de la acción que previamente se había propuesto. (Véanse también Gén 6:6; Éxo 32:14; 2Sa 24:16.)

2. «Del mal»: aunque es cierto que la palabra hebrea ra (que se traduce aquí por mal) está generalmente relacionada con pecado, puede también ser traducida (y así se hace muchas veces) por tales palabras como aflicción, calamidad, angustia, daño, tristeza y molestia. El contexto nos demuestra que este último significado es el conecto aquí en Jon 3:10.

Véanse también Jon 1:7-8 e Isa 45:7 para ejemplos parecidos.

IV. El berrinche de Jonás: demostración de la compasión de Dios, Jon 4:1-11 :

A. Sus lamentos acerca de la ciudad (Jon 4:1-5).

1. Este capítulo, junto con 2Sa 11:1-27, 1Re 19:1-21, Gén 9:1-29; Gén 13:1-18, y otros, demuestran sin la menor duda que la Biblia no es un libro que el hombre habría escrito si hubiera podido. El siervo escogido de Dios aparece aquí como un profeta mezquino y caprichoso, sentado en un monte a las afueras de Nínive confiando en que la ciudad rechazaría su primer mensaje y en consecuencia sería destruida. Las sobrias palabras de Jeremías se aplican sin duda muy bien aquí:

«Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?» Jer 17:9.

2. A duras penas reconoce la gracia, la misericordia y la bondad de Dios, y en vergonzosa desesperación y desilusión se atreve a orar:

«Ahora, pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida» (Jon 4:3). Véanse Núm 11:15 (Moisés); Jer 20:14-18 (Jeremías); 1Re 19:4 (Elías) para considerar unas solicitudes parecidas.

3. Dios intenta entonces razonar con Jonás como lo hizo una vez con Caín Gén 4:6-7, y como todavía lo sigue haciendo con pecadores en todo lugar Isa 1:18.

B. Aprendiendo bajo una calabacera (Jon 4:5-11).

1. Jonás se hace una enramada para protegerse del sol y continúa allí malhumorado sentado en el monte.

2. Cuando el sol había quemado la enramada, Dios hace, para la sorpresa y alivio de Jonás, que crezca rápidamente una calabacera que le da sombra.

3. Pero Dios también prepara un gusano que hiere a la calabacera y muere.

4. Finalmente, el Señor somete a su profeta a un recio viento solano del este, que una vez más le hace clamar a Dios pidiendo que le quite la vida.

5. Dios le pregunta entonces a Jonás si le ha dolido la destrucción de la calabacera. El profeta le asegura enérgicamente que sí y cae entonces en la divina trampa. Las últimas palabras de Dios a Jonás debieron ablandar su corazón terco y carnal.

«Y dijo Jehová: Tuviste tú lastima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció. ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?» (Jon 4:10-11).

Fuente: Auxiliar Bíblico Portavoz

(780-750 a.C.)

Nota del editor; Esta sección pertenece LA ETAPA DEL REINO DIVIDIDO (1 de Reyes 12—22; 2 de Reyes 1—17; 2 de Reyes 18—25; 2 de Crónicas 10—36; Abdías; Joel; Jonás; Amos; Oseas; Miqueas; Isaías; Nahum; Sofonías; Habacuc; Jeremías; Lamentaciones)

INTRODUCCIÓN

A. El libro de Jonás es uno de los tres libros del Antiguo Testamento más aborrecidos por Satanás. Estos son:

1. Génesis, que predice la encarnación de Cristo de la simiente de la mujer Gén 3:15.

2. Daniel, que predice la gloriosa segunda venida de Cristo Dan 7:9-12 para destruir a sus enemigos.

3. Jonás, que predice (en forma tipificada) la muerte y resurrección de Cristo. (Cp. Jon 2:1-10 con Mat 12:38-41.)

B. Existen tres interpretaciones básicas del libro de Jonás.

1. La interpretación mitológica. Este es el punto de vista liberal, que contempla a Jonás como miraríamos a Robinson Crusoe, a Gulliver o a Hércules.

2. La interpretación alegórica (o parabólica). Desde esta perspectiva el libro es simplemente visto como una amplia parábola. Esto es:

a. Jonás es en realidad Israel.

b. El mar son las naciones gentiles en general.

c. El pez es la cautividad babilónica.

d. La regurgitación es el retorno durante el tiempo de Esdras.

«Esto, sin duda alguna, no es el registro de hechos históricos reales ni se pretendía que lo fuera. Es una falta grave contra el autor tratar como prosa literal lo que él se proponía como poesía… Su narración es un relato con propósito moral, una parábola, poesía en prosa como el del buen samaritano.» (Julius Bewer, International Critical Commentary.)

3. El abordamiento histórico-literal. Sólo éste es el punto de vista correcto.

a. El relato presenta un hecho histórico real.

b. Los judíos y la iglesia primitiva creyeron que era literal.

c. El autor en 2Re 14:25 se refiere a Jonás como a un personaje histórico. Se habla de su ciudad natal, y .se nos da el nombre de su padre y del rey bajo el cual sirvió.

d. Jesús testificó de Jonás como de un relato literal Mat 12:38-41; Mat 16:4; Luc 11:29-32.

4. Jonás era oriundo de Gat-hefer de Zabulón Jos 19:13, al norte de Nazaret de Galilea. De manera que los fariseos estaban equivocados en cuanto a su declaración recogida en Jua 7:52 : «… Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha levantado profeta.»

I. La protesta de Jonás: demostración de la paciencia de Dios, (cap. Jon 1:1-17).

A. El mandamiento de Dios: ¡Ve! (Jon 1:1-2).

Dios ordena a su profeta que vaya a Nínive y predique contra la creciente maldad de esta ciudad.

B. La acción del ministro: ¡No! (Jon 1:3).

1. La inutilidad de su acción. Jonás intenta neciamente lo imposible: huir de la presencia de Dios (Sal 139:7-12). Se compró un boleto para escapar a Tarsis (supuesto antiguo nombre de una región al sur de España), embarcándose en una nave en el puerto de Jope. Esta ciudad es significativa, porque fue aquí que ocho siglos después otro predicador judío recibió también la orden de compartir el evangelio con los gentiles Hch 10:5.

2. La razón de su acción: ¿Por qué desobedeció Jonás? Se han dado varias explicaciones:

a. Porque era un cobarde. Esto es erróneo como podemos comprobar por Jon 1:12.

b. Porque era un ultra nacionalista. Esta parece ser la respuesta lógica. En este momento histórico. Asiria crecía en su poderío militar y muchos creían que era solo una cuestión de tiempo para verlos invadir Palestina. La crueldad de los asirios fue sin igual en los tiempos antiguos. Veamos los siguientes testimonios de diferentes autores:

«Algunas de las víctimas eran sujetadas mientras que uno de la banda de torturadores, que eran representados en los monumentos gozándose diabólicamente en su horrible tarea, insertaba su mano en la boca del prisionero y le arrancaba la lengua de raíz.

En otro lugar clavaban estacas en la tierra y sujetaban a las víctimas a ellas con cordeles por las muñecas y tobillos, estirándoles al punto de que no pudieran mover ni un solo músculo. Los verdugos se aplicaban entonces a la tarea.

Con un afilado cuchillo hacían incisiones en la piel y ésta era arrancada centímetro a centímetro hasta que el hombre quedaba realmente desollado vivo. Las pieles eran después extendidas sobre la muralla de la ciudad, o se disponía de ellas de otra forma, con el fin de aterrorizar a las personas y dejar tras de sí impresiones duraderas de las terribles venganzas asirías. Para otros se preparaban largos y afilados postes. Solían elegir para torturar y ejecutar de esta manera a los hombres líderes de la ciudad. Las víctimas eran tumbadas en el suelo y les clavaban en el pecho la parte afilada del poste; después levantaban el poste llevando a la persona clavada en la punta; finalmente colocaban el poste en posición vertical sujetándolo en el agujero que a este fin hacían en el suelo, y allí dejaban morir a la persona.»

«Pirámides de cabezas humanas marcaban el paso de los conquistadores; los muchachos y las muchachas eran quemados vivos o reservados para cosas aún peores; los hombres eran empalados, desollados, cegados, o privados de sus manos, pies, orejas o narices; mientras que las mujeres y los niños eran usados como esclavos; la ciudad capturada era incendiada y reducida a cenizas, y los árboles de las cercanías cortados.»

C. La mano de Dios: desató la tempestad (Jon 1:4-12).

1. Dios hizo que soplara un fuerte viento sobre el mar que causó una gran tempestad.

2. Los asustados marineros oraron a sus respectivos dioses paganos y arrojaron por la borda la carga que llevaban a fin de aligerar la nave.

3. Mientras tanto Jonás se había quedado dormido en la bodega. Al saberlo, el capitán bajó a despertarlo y le ordenó que él también orara a su Dios rogando que les salvara.

4. Los marineros en su desesperación echaron suertes para saber quién de ellos había ofendido a su Dios y había ocasionado la tempestad. Jonás resultó ser el culpable.

5. Jonás admitió ante ellos su nacionalidad y su pecado de desobediencia a Dios. Después les sugiere que le tiren a él por la borda.

D. La acción de los marineros: le arrojaron al mar (Jon 1:13-17).

1. Después de luchar un poco más contra los elementos, los marineros claman a Dios por perdón por lo que van a hacer con Jonás y rápidamente le arrojan al embravecido mar.

2. El mar se calma de forma inmediata y cesa la tempestad. Los maravillados marineros dan gracias a Jehová Dios.

3. Jonás es tragado por un pez que Dios había preparado.

De todos los milagros de la Biblia no hay ninguno más conocido que éste ni que haya producido más preguntas o dudas.

El doctor Vernon McGee escribe:

«El pez que aparece aquí no es ni el héroe ni el villano de la historia. El libro no trata ni siquiera acerca de un pez. El pez no es la estrella principal en este escenario. Distingamos entre lo que es esencial y accidental. Son accidentales el pez, la calabaza, el viento oriental, la nave y Nínive. Lo esencial es Jehová y Jonás, Dios y el hombre.»

Se pregunta frecuentemente si una ballena podría realmente tragarse a un hombre. En primer lugar, debe señalarse que en ninguna parte de las lenguas originales del Antiguo o Nuevo Testamentos se dice que una ballena tragó a Jonás. La palabra «ballena» no aparece en las versiones en castellano del libro de Jonás. La palabra hebrea para pez es dag y se refiere a un gran monstruo marino. En Mat 12:40 la palabra griega que se traduce por «gran pez» (la Biblia de Reina-Valera 1569, revisión 1602 [Versión Antigua] traduce «ballena») es ketos que también se refiere a un monstruo marino. En segundo lugar, Dios podría haber usado una ballena si hubiera preferido hacerlo. El doctor Gleason Archer escribe el siguiente párrafo:

«Se han informado numerosos casos, en épocas recientes, de hombres que han sobrevivido al duro trance de ser tragados por una ballena. La Princeton Theological Review (Revista teológica de Princeton) de octubre de 1927, refiere dos incidentes, uno en el año 1758 y el otro en 1771, según los cuales un hombre fue tragado por una ballena y vomitado poco tiempo después, con sólo lesiones leves. Otros casos son citados por R. K. Harrison, en IOT, p. 907.

Uno de los casos más notables lo refiere Francis Fox, Sixty-three Years of Engineering (Sesenta y tres años de ingeniería) (Londres: J. Murray, 1924), pp. 298300, quien informó que este incidente fue prolijamente investigado por dos científicos (Uno de los cuales fue M. de Parville, editor científico del Journal des Debats (Publicación de debates) en París.

En febrero de 1891, el barco ballenero Star ofthe East (Estrella del Oriente), navegaba en las proximidades de las Islas Malvinas, y el vigía avistó una enorme ballena a unos cinco kilómetros del barco. Se bajaron dos botes y al poco tiempo uno de los arponeros pudo clavar su arpón en el enorme animal. Los tripulantes del segundo bote también atacaron al animal, pero un coletazo de la ballena lo hundió, y los marineros cayeron al mar. Uno de ellos se ahogó, pero el otro, James Batley, simplemente desapareció sin dejar huellas. Luego de muerta la ballena, la tripulación comenzó su tarea de quitarle la grasa con hachas y palas. Trabajaron todo el día y parte de la noche. Al día siguiente, con jarcias y aparejos pusieron sobre cubierta el estómago. Los marineros quedaron perplejos cuando observaron espasmódicos signos de vida, y dentro del estómago hallaron al marinero que había desaparecido, doblado e inconsciente. Lo pusieron sobre cubierta y le dieron un baño con agua de mar que pronto lo hizo revivir. Al finalizar la tercera semana se había recuperado totalmente de su estado de conmoción y reasumió sus actividades normales… Su rostro, cuello y manos se veían descoloridos, con una blancura mortal y un aspecto de pergamino. Batley afirma que probablemente hubiera vivido en su habitáculo de carne hasta morir de hambre, porque se desmayó de miedo y no por falta aire.» (Reseña crítica de una introducción al Antiguo Testamento, Editoral Portavoz, p. 348, nota.)

II. La oración de Jonás: demostración del perdón de Dios, capítulo Jon 2:1-10 :

A. La petición (Jon 2:1-8).

1. Jonás empezó inmediatamente a orar de una manera muy fervorosa y entregada, su altar era quizá el más extraño que jamás se haya usado: los costados resbaladizos del estómago de un pez.

2. Algunos creen que el lenguaje que Jonás emplea parece indicar que él murió realmente y que Dios lo resucitó después. Noten las siguientes frases:

a. «Desde el seno del Seol clamé» (v. Jon 2:2).

b. «Mas tú sacaste mi vida de la sepultura» (v. Jon 2:6).

c. «Cuando mi alma desfallecía en mí» (v. Jon 2:7).

Dios pudo haberlo hecho así sin duda alguna, pero el simple examen del contexto nos sugiere que el profeta no murió, aunque sí estuvo al borde de la muerte.

3. En dos ocasiones Jonás se refiere a «tu santo templo» (vv. Jon 2:4; Jon 2:7). El profeta en realidad está dirigiendo su oración en esa dirección. Estaría sin duda recordando la oración de Salomón en la dedicación del templo 150 años antes 1Re 8:38-39.

«Toda oración y toda súplica que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cuando cualquiera sintiere la plaga en su corazón, y extendiere las manos a esta casa, tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y perdonarás, y actuarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, cuyo corazón tú conoces (porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres).»

4. Podemos imaginarnos la figura patética del profeta orando al tiempo que chapoteaba y resbalaba en aquel lugar con su cabeza envuelta en algas marinas. El apóstata se ve obligado a veces a llevar un extraño halo.

5. Cuando Jonás dice: «Descendí a los cimientos de los montes» (v. Jon 2:6), está mencionando un hecho científico totalmente desconocido para la capacidad humana de aquellos días. Esta es otra pequeña prueba de que la Biblia es en verdad la Palabra de Dios.

6. Jonás renuncia a su pecado, recuerda su voto de servicio y re-consagra su vida a Dios (vv. Jon 2:8-9).

B. El perdón (Jon 2:9-10).

1. Termina su oración resumiendo en cinco palabras el mensaje de toda la Biblia: «La salvación es de Jehová» (v. Jon 2:9).

2. Luego el pez lo vomita y lo lanza a tierra seca.

III. La predicación de Jonás: demostración del poder de Dios, capítulo Jon 3:1-10 :

A. La advertencia (Jon 3:1-4).

1. Su campo de trabajo:

Nínive se levantaba en la orilla oriental del río Tigris, y fue una de las más grandes ciudades —sino la más grande— de la antigüedad. La protegía una muralla con 1.200 torres de más de 200 pies (60 m) de alto; la muralla en sí tenía más de 100 pies (30 m) de alto y una anchura tal que permitía que pudieran pasar a la vez tres carros. Su circunferencia era de 60 millas (96 km) y dentro del terreno que cerraban sus murallas podía crecer grano suficiente para alimentar a sus 600.000 habitantes.

Jenofonte dice que la base de la muralla tenía unos 50 pies (17 m) de ancho y era de piedra pulida. La ciudad poseía un magnífico palacio con atrios y murallas que abarcaban unos 100 acres (unos 404.600 m2). Los techos se apoyaban en vigas de cedro que se sostenían sobre columnas de ciprés, unidas y fortalecidas por bandas labradas de bronce y plata. Las puertas estaban guardadas por grandes figuras de leones y toros esculpidos en piedra; sus puertas eran de ébano y ciprés con incrustaciones de hierro, plata y marfil; las salas y recámaras estaban recubiertas de paneles de alabastro y de ladrillos con inscripciones cuneiformes. Sus jardines colgantes estaban llenos de ricas plantas y raros animales. La ciudad también disponía de otros palacios, además de templos, bibliotecas y cuarteles que adornaban y enriquecían la ciudad. Todo fue construido mediante el trabajo de esclavos extranjeros.

2. Su mensaje:

«De aquí a cuarenta días Nínive será destruida» (v. Jon 3:4)

Cuarenta es frecuentemente el número de prueba en la Biblia, como vemos a continuación:

a. En los días de Noé, el diluvio continuó durante cuarenta días Gén 7:17.

b. Moisés pasó cuarenta días en el monte Sinaí Éxo 24:18.

c. Los doce espías exploraron la tierra de Canaán durante cuarenta días Núm 13:25.

d. Israel peregrinó durante cuarenta años por el desierto Núm 14:33.

e. Jesús fue tentado durante cuarenta días Mat 4:2.

f. Pasaron cuarenta días entre su resurrección y su ascensión (Hch 1:3).

B. El lamento y la aflicción (Jon 3:5-9).

1. Este capítulo nos describe el más grande avivamiento de toda la historia conocida. Ningún otro milagro en este libro, ni en ningún otro libro del Antiguo Testamento, es comparable con la maravilla y grandeza de este milagro espiritual. En el Nuevo Testamento encontramos a Jesús que advierte que toda su generación, en general, se vería un día dramáticamente afectada porque: «Los hombres de Nínive se levantarán un día en el juicio contra esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar» Mat 12:41.

2. Los críticos, sin embargo, siempre dispuestos a desacreditar la Biblia, señalan muy felizmente que la historia secular no registra una experiencia espiritual como la que se describe aquí.

El doctor H. Freeman escribe:

«La queja de que el arrepentimiento de Nínive no aparece registrado en la historia secular no sólo carece de valor porque es un argumento de silencio, sino porque ignora también el hecho de que el evento sí aparece registrado en la historia bíblica en el libro de Jonás. ¡Recordemos a los hititas! Fue un pueblo que aparece mencionado varias veces en el Antiguo Testamento. No obstante, no se podía encontrar ni rastro de ellos fuera de las Escrituras, por lo que los críticos miraban con suspicacia la información bíblica. Los descubrimientos arqueológicos, sin embargo, de primeros de este siglo no sólo confirmaron como exactas las referencias bíblicas, sino que revelaron que los hititas fueron un pueblo importante que formaron un imperio extenso durante los siglos xiv y xill a.C.» (Introduction to the Old Testament.)

Con todo, es muy posible que la historia secular sí esté refiriéndose a esta experiencia espiritual registrada en el libro de Jonás. Es sabido que alrededor de este tiempo hubo un movimiento religioso en Nínive que resultó en el cambio de la adoración de muchos dioses a un solo Dios que llamaban Nebo. Nebo era el hijo en la trinidad religiosa babilónica. Su nombre significa «el Proclamador, el Profeta».

Era el revelador de la mente y voluntad de la trinidad. Nebo era el dios de la sabiduría, el creador, el supervisor angelical. Algunos creen que Nebo fue adorado en los primeros tiempos como el único y supremo Dios. Se sabe que el rey ninivita Adal-Nirari III (810783) abogaba por un sistema de adoración monoteísta de alguna clase. Si la renovación espiritual religiosa que tuvo lugar en este tiempo fue el resultado de la predicación de Jonás, el uso, pues, de su nombre nacional para el Hijo de Dios es lo que posiblemente deberíamos esperar. Jonás no predicó el arrepentimiento a los ninivitas en el nombre Jehová (el Dios hebreo del pacto), sino en el nombre de Elohim (el Dios trino Creador del universo, Gén 1:1). Algunos creen, sin embargo, que esta experiencia religiosa tuvo lugar tiempo después, durante el reinado del rey Asurdan III (771754 a.C.). Si así fue, Dios tuvo todavía más tiempo para preparar a los ninivitas, porque:

a. Sufrieron de una gran plaga en el 765 a.C.

b. Un eclipse total de sol tuvo lugar el 15 junio del año 763 a.C.

c. Otra plaga les cayó en el 759 a.C.

C. La transformación (Jon 3:10).

«Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo.»

Dos frases de este versículo merecen un breve comentario:

1. «Se arrepintió»: esto es, Dios cambió el curso de la acción que previamente se había propuesto. (Véanse también Gén 6:6; Éxo 32:14; 2Sa 24:16.)

2. «Del mal»: aunque es cierto que la palabra hebrea ra (que se traduce aquí por mal) está generalmente relacionada con pecado, puede también ser traducida (y así se hace muchas veces) por tales palabras como aflicción, calamidad, angustia, daño, tristeza y molestia. El contexto nos demuestra que este último significado es el conecto aquí en Jon 3:10.

Véanse también Jon 1:7-8 e Isa 45:7 para ejemplos parecidos.

IV. El berrinche de Jonás: demostración de la compasión de Dios, Jon 4:1-11 :

A. Sus lamentos acerca de la ciudad (Jon 4:1-5).

1. Este capítulo, junto con 2Sa 11:1-27, 1Re 19:1-21, Gén 9:1-29; Gén 13:1-18, y otros, demuestran sin la menor duda que la Biblia no es un libro que el hombre habría escrito si hubiera podido. El siervo escogido de Dios aparece aquí como un profeta mezquino y caprichoso, sentado en un monte a las afueras de Nínive confiando en que la ciudad rechazaría su primer mensaje y en consecuencia sería destruida. Las sobrias palabras de Jeremías se aplican sin duda muy bien aquí:

«Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?» Jer 17:9.

2. A duras penas reconoce la gracia, la misericordia y la bondad de Dios, y en vergonzosa desesperación y desilusión se atreve a orar:

«Ahora, pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida» (Jon 4:3). Véanse Núm 11:15 (Moisés); Jer 20:14-18 (Jeremías); 1Re 19:4 (Elías) para considerar unas solicitudes parecidas.

3. Dios intenta entonces razonar con Jonás como lo hizo una vez con Caín Gén 4:6-7, y como todavía lo sigue haciendo con pecadores en todo lugar Isa 1:18.

B. Aprendiendo bajo una calabacera (Jon 4:5-11).

1. Jonás se hace una enramada para protegerse del sol y continúa allí malhumorado sentado en el monte.

2. Cuando el sol había quemado la enramada, Dios hace, para la sorpresa y alivio de Jonás, que crezca rápidamente una calabacera que le da sombra.

3. Pero Dios también prepara un gusano que hiere a la calabacera y muere.

4. Finalmente, el Señor somete a su profeta a un recio viento solano del este, que una vez más le hace clamar a Dios pidiendo que le quite la vida.

5. Dios le pregunta entonces a Jonás si le ha dolido la destrucción de la calabacera. El profeta le asegura enérgicamente que sí y cae entonces en la divina trampa. Las últimas palabras de Dios a Jonás debieron ablandar su corazón terco y carnal.

«Y dijo Jehová: Tuviste tú lastima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció. ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?» (Jon 4:10-11).

Fuente: Auxiliar Bíblico Portavoz

INTRODUCCIÓN

1. Trasfondo histórico-cultural

El profeta protagonista de este libro es presentado como Jonás, hijo de Amitay, razón por la que ha sido identificado tradicionalmente con el profeta de igual nombre y filiación mencionado en 2Re 14:25. Pero no hay lugar a dicha identificación pues ni al profeta de 2Re 14:1-29 se le conoce relación alguna con Nínive, ni esta ciudad era capital de Asiria en tiempos de Jeroboán II (786-746 a. C.). La exagerada extensión asignada a Nínive (ver Jon 3:3), así como la carencia total de referencias históricas a un hecho tan notable como habría sido la conversión de Nínive, nos hacen pensar que no estamos ante un relato histórico-biográfico enmarcado en una época concreta. El aparente marco histórico del libro es a todas luces ficticio.

2. Aspectos literarios

El libro de Jonás se considera escrito profético y, sin embargo, carece de oráculos propiamente dichos. En realidad, el libro es una obra maestra de la narrativa hebrea, que se inicia de forma abrupta e impresionista (sin título ni introducción) con la intención evidente de sorprender al lector y conducirlo a una honda reflexión teológica. Para la composición del libro se habla, bien de un redactor que habría elaborado determinadas tradiciones orales preexistentes, bien de un comentario midrásico inspirado sobre todo en el ciclo profético de Elías (1Re 19:4-5).

La colocación junto a Miqueas en el canon hebreo haría pensar en el siglo VIII a. C. como fecha de composición, pero tal colocación no es en modo alguno determinante para establecer la datación de estos libros proféticos. Lo probable es que el libro de Jonás se escribiera entre los siglos V y IV a. C.; y lo que sí es cierto, es que en el siglo II a. C. el libro se incluía entre los profetas menores (ver Sir 49:10; Tob 14:4).

Contenido y dimensión religiosa

A primera vista el libro es el relato de las peripecias acaecidas a un profeta que rehúye inicialmente la misión encomendada por Dios, que después la lleva a cabo ante la presión divina y que finalmente se enoja por el perdón que el Señor otorga a los arrepentidos ninivitas. Esta actitud inmisericorde de Jonás se explica tal vez porque busca defender su credibilidad como profeta (ver Deu 18:21-22; Jer 28:9).

Pero todo esto no es más que el artificio literario-narrativo para resaltar el carácter universal del perdón divino aun en casos tan extremos como el de Nínive que era el prototipo del paganismo impío, cruel y opresor (ver Isa 10:5-15; Nah 3:1-5). Al mismo tiempo, el libro es un enérgico alegato contra los nacionalismos radicales y la xenofobia indiscriminada que nada tienen que ver con las más antiguas tradiciones israelitas (Gén 12:3). Su lectura sigue interpelando vigorosamente en este concreto punto la conciencia de cualquier lector.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— Jonás, hijo de Amitay: Ver Introducción al libro.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) Título Que significa: “Paloma”. Heb.: Yoh·náh; gr.: I·o·nás; lat.: Ió·na.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 0 2Re 14:25; Luc 11:29

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Vino palabra del S eñor . Esta frase es una expresión común usada en el A.T. por los profetas para dar a conocer la fuente y autoridad del mensaje (cp. 2 Cr 11:2; Is 38:4; Jer 1:4, 11; 2:1; 14:1; Os 1:1; Jl 1:1; Mi 1:1).

Jonás. Véase Vista Panorámica.

Fuente: La Biblia de las Américas

INTRODUCCIÓN AL LIBRO DE JONÁS

AUTOR: Jonás

Fecha: 760 a.C.

¿Historia o alegoría? Algunos opinan que este libro es una alegoría, escrita por el año 430 a.C. para contrastar el exclusivismo de Esdras y Nehemías. Según ese punto de vista, Jonás representa al Israel desobediente; el mar representa a los gentiles; el gran pez a Babilonia y los tres días en el vientre del gran pez, al cautiverio de los judíos en Babilonia.

Según 2Re 14:25, sin embargo, Jonás no sólo era un personaje real sino también un profeta acreditado procedente de Gat-hefer cerca de Nazaret. Además, Jesucristo trató la experiencia de Jonás en el vientre del gran pez como un suceso histórico (Mat 12:39-41). El libro de Jonás, al leerse, da muestras de ser un relato histórico. Esto, por supuesto, no pasa por alto la presencia de lecciones tipológicas ilustradas por los incidentes históricos.

La época En 2Re 14:27 Jonás es relacionado con el reinado de Jeroboam II de Israel (793-753 a.C.) quien había restablecido con éxito el dominio de Israel sobre la mayor parte del territorio al norte de Judá previamente controlado por David y Salomón. Ninguna inscripción asiría menciona un avivamiento religioso tal como el que se describe en este libro. Sin embargo, durante el reinado de Adad-nirari III (810-783) hubo un intento hada el monoteísmo, lo cual pudo haber sido el resultado de la predicación de Jonás. El avivamiento pudo haber ocurrido en días de Asur-dan III (771-754). La plaga del año 765, el eclipse solar en el 763 y una segunda plaga que brotó en el año 759 fueron sucesos de la clase que en la antigüedad se consideraban como evidencias de juicio divino y pudieron haber preparado al pueblo para recibir el mensaje de Jonás.

Milagros El libro registra una serie de milagros; la calma de la tempestad en el mar evitando que los marinos pereciesen (Jon 1:15); la provisión del gran pez y la preservación de la vida de Jonás en el vientre (Jon 1:17); la devolución de Jonás a tierra (Jon 2:10); la preparación de la calabacera (Jon 4:6), el gusano (Jon 4:7) y el viento (Jon 4:8); y la salvación de muchos ninivitas.

Tema El libro demuestra que el Dios de los hebreos tiene cuidado de todo el mundo.

BOSQUEJO DE JONÁS

I) Jonás huye, Jon 1:1-17

A) La razón de su huida, Jon 1:1-2

B) La ruta de su huida, Jon 1:3

C) Los resultados de su huida, Jon 1:4-17

1. Para los marineros, Jon 1:4-11

2. Para Jonás, Jon 1:12-17

II) Jonás ora, Jon 2:1-10

A) Las características de su oración, Jon 2:1-9

B) La respuesta a su oración, Jon 2:10

III) Jonás predica, Jon 3:1-10

A) El mandamiento de Dios a predicar, Jon 3:1-3

B) El contenido de la predicación de Jonás, Jon 3:4

C) Las consecuencias de la predicación de Jonás, Jon 3:5-10

IV) Jonás aprende, Jon 4:1-11

A) La queja de Jonás ante Dios, Jon 4:1-3

B) El plan de Dios para Jonás, Jon 4:4-11

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

El nombre Jonás significa «paloma».

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Jonás… Heb. Yonah = paloma.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Heb. Yonah = paloma.

Fuente: La Biblia Textual III Edición