Comentario de Miqueas 2:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
¡Ay de los que en sus camas planean iniquidad y traman el mal! Con la luz de la mañana lo realizan, porque tienen en su mano el poder.
Año 730 a.C.
Ay de los que … piensan iniquidad. Est 3:8; Est 5:14; Est 9:25; Sal 7:14-16; Sal 140:1-8; Pro 6:12-19; Pro 12:2; Isa 32:7; Isa 59:3; Jer 18:18; Eze 11:2; Nah 1:11; Luc 20:19; Luc 22:2-6; Hch 23:12; Rom 1:30.
y maquinan el mal. Sal 36:4; Pro 4:16.
cuando llega la mañana. Ose 7:6, Ose 7:7; Mat 27:1, Mat 27:2; Mar 15:1; Hch 23:15.
tienen en su mano el poder. Gén 31:29; Deu 28:32; Pro 3:27; Jua 19:11.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Palabras contra la opresión, Miq 2:1-3.
Un lamento por la destrucción, Miq 2:4-6.
Una reprensión por la injusticia e idolatría, Miq 2:7-11.
Una promesa de restauración para Jacob, Miq 2:12-13.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Este es un oráculo lamentable en el que Jehová juzga a su pueblo por la codicia y la violencia. La injusticia social fue presentada como la razón para el juicio divino sobre la nación. Pero el interés de Miqueas va más allá de lo económico, hasta las consideraciones teológicas porque la distribución de la tierra, debido a la estipulación del pacto, era irrevocable (Lev 25:23-34). Se suponía que la tierra hipotecada se devolviera al final al hacendado original, ya fuera mediante redención o gratis en el Año del Jubileo. Sin embargo, el rico alteró la ley de Dios para obtener para sí grandes haciendas, creando una distribución desigual de la riqueza, mientras que la disposición de Dios era para un equilibrio de posesiones. Él quería que todos tuvieran suficientes recursos para una calidad de vida que mantendría la dignidad y el respeto propio.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
piensan iniquidad … Codician: La enseñanza ética de los profetas regularmente incluye oráculos de juicio contra la avaricia, el robo y la opresión, acciones de los poderosos atacando al débil. Codiciar no es solamente tener un pensamiento pasajero; es una resolución de apoderarse de lo que no es propio.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
¡AY DE LOS QUE EN SUS CAMAS PIENSAN INIQUIDAD…! Miqueas pronuncia juicio sobre ciertas personas que eran lo bastante poderosas como para explotar a otras a fin de alcanzar sus propios fines egoístas.
(1) Eran latifundistas, que compraban o robaban hacienda tras hacienda. No titubeaban en estafar a los demás a fin de obtener más propiedad. Ya que habían entregado el corazón a la avaricia, no les importaba el sufrimiento que les causaran a los demás.
(2) Dios tenía un plan para ellos; segarían lo que sembraron. Dios enviaría a Asiria para que les quitara la tierra y los llevara al cautiverio.
(3) Los creyentes deben tener cuidado de no volverse avaros ni maltratar a los demás para ganar dinero u obtener posesiones (véase el ARTÍCULO LAS RIQUEZAS Y LA POBREZA, P. 1428. [Luc 18:24-25]).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
2. Anuncios de castigo.
Invectivas contra los ricos desaprensivos (1-5).
1 Ay de los que en sus lechos maquinan la iniquidad para ejecutarla al amanecer, porque tienen en sus manos el poder! 2 Codician campos, y los roban; casas, y se apoderan de ellas; y hacen violencia al dueño y a su casa, al hombre y a su heredad. 3 Por tanto, así dice Yahvé: He aquí que yo estoy maquinando contra esta estirpe un mal del que no podréis librar vuestros cuellos, y no andaréis ya erguidos, porque es el tiempo de la desventura. 4 En aquel día se compondrá una sátira sobre vosotros y se cantará una elegía, diciendo: “Hemos sido destruidos por completo. ¡Se ha mudado la suerte de mi pueblo! ¡Cómo arrebata para no devolver y reparte nuestros campos! 5 Ya no tendrás quien por suertes distribuya lotes en la comunidad de Yahvé.
Como su antecesor Amos, el profeta Miqueas se levanta contra los abusos de las clases pudientes. El castigo que Yahvé va a enviar está justificado, porque están conculcadas las elementales normas de convivencia social. Los adinerados no piensan sino en maquinar la iniquidad para ponerla por obra cuanto antes (al amanecer), oprimiendo a las clases débiles de la sociedad. Nada llena su codicia: campos, casas, heredades. (v.2).
Pero Yahvé no se duerme, y también El está maquinando un mal contra esa estirpe inicua. Vendrá la invasión asiría, y entonces los pudientes de Israel no volverán a andar erguidos y altaneros (v.3), porque van a ser humillados por la desventura, en la que perderán todas sus posesiones. Es la hora de la prueba, en que tendrán que oír la sátira irónica: Hemos sido destruidos. Se ha mudado la suerte de mi pueblo (v.6). La prosperidad de Israel era sólo aparente, y ahora es el invasor el que arrebata para no devolver, y reparte sus campos, tan codiciados. Ya no habrá quien distribuya los lotes por suertes al modo tradicional (v.5).
La hora de la justicia vindicativa de Dios (6-11).
6 ¡No vaticinéis! ¡No vaticinen respecto de esto! ¡El oprobio no (nos) alcanzará! 2 7 No se dice la casa de Jacob: “¿Se ha acortado la paciencia de Yahvé? ¿Dónde están sus obras?” 3¿Mis palabras no están plenas de bondad para los que caminan en rectitud? 8 Pero vosotros ayudáis al enemigo contra mi pueblo. Delante de Salmanasar arrebatáis el botín de guerra a los que confiados van su camino. 9Arrojáis a las mujeres de mi pueblo de su querido hogar y arrebatáis para siempre de sus hijos mi gloria. 10 Levantaos y echad a andar, que no es tiempo de holganza. Por su inmundicia será atormentado con horrible tormento. 11 No profetiza falsamente el hombre inspirado. Yo te profetizo el vino y la bebida embriagadora de que rebosa este pueblo.
Miqueas hace frente a los falsos vaticinios de los profetas mendaces que anuncian prosperidades al pueblo: ¡No vaticinéis.! Se creían al abrigo de toda adversidad política: el oprobio no nos alcanzara (v.6). Muchos autores creen, sin embargo, que el profeta trae aquí las protestas del pueblo contra los anuncios tristes proclamados por Miqueas: ¡No vaticinen.! El oprobio no nos alcanzara, y, en ese caso, parece lógica la ilación del pensamiento del ν.7: ¿Se ha acortado la paciencia de Yahvé? ¿Dónde están sus obras? El pueblo judío se creía al abrigo de toda catástrofe nacional, confiando en la tradicional protección de Yahvé. La historia mostraba que su Dios había sido muy paciente con las pasadas generaciones; no iba, pues, a cambiar ahora de proceder.
Más bien el texto parece sugerir que el auditorio de Miqueas está consternado ante sus amenazas, y se pregunta si Yahvé no ha cambiado de conducta, pues en tiempos anteriores había ayudado y perdonado a su pueblo conforme a su paciencia, pero ahora sí son verdad las amenazas de Miqueas: ¿Se ha acortado la paciencia de Yahvé? ¿Dónde están sus obras o manifestaciones de perdón otorgadas anteriormente? El profeta proclama que Yahvé no ha cambiado en su proceder, sino que da a cada uno conforme a su conducta moral: ¿Mis palabras no están plenas de bondad para los que caminan en rectitud? Es bueno para los que siguen las sendas del bien.
Las amenazas proclamadas por el profeta son consecuencia de sus pecados, que reclaman justicia. Las clases dirigentes expolian al pueblo, y en ello no hacen sino adelantarse al despojo que va a realizar Salmanasar con su ejército; en esto son auxiliares del conquistador asirio: Ayudáis al enemigo contra mi pueblo. Delante de Salmanasar arrebatáis el botín de guerra a los que confiados van su camino (v.8)4, es decir, al pueblo sencillo, que camina confiadamente, sin dobleces en la vida y sin esperar que los magnates se aprovechen de su posición para expoliarlos. Esta conducta contribuirá a que Yahvé envíe el terrible castigo al invasor asirio, que llevará cautivos a los israelitas: Arrojáis a las mujeres de mi pueblo de su querido hogar (v.9), y, con ello, sus hijos serán privados de la gloria de Yahvé, pues no podrán considerarse hijos de Israel en su patria, con el privilegio de asistir a los cultos del Dios nacional. Yahvé había prometido su protección y bendición a su pueblo, pero ahora llega el castigo por sus pecados, y las próximas generaciones se sentirán huérfanas de su Dios, lo que constituía su gloria.
El castigo es tan inminente, que el profeta invita a sus oyentes pecadores a ponerse en marcha hacia el exilio antes de que llegue de hecho: Levantaos y echad a andar. (v.10). Toda la tierra de Israel está contaminada con la inmundicia del pecado, que va a ser castigado con horrible tormento5. Por ello, el profeta hace una llamada a sus corazones: él es profeta y, como tal, no profetiza falsamente 6. No puede ocurrir que uno que esté inspirado de Dios pueda anunciar algo falso, y, por tanto, deben atender a la profecía de Miqueas que anuncia el despliegue de la ira divina: yo te profetizo el vino y la bebida embriagadora de que rebosa este pueblo. Supone el profeta que Yahvé va a dar a beber del cáliz embriagador de su ira 7. Es la hora de su justicia punitiva. Nadie puede librarse de ella, a menos que se cambie de vida. Estas profecías conminatorias son siempre condicionadas.
La intervención salvadora de Yahvé (12-13).
12 Yo te reuniré, Jacob, todo entero; yo reuniré los restos de Israel, yo los congregaré corno ovejas en el aprisco, corno rebaño en medio del pastizal, y, llenos de espanto, huirán ante el desastre8. 13 Irá delante de ellos el que rompe la marcha; irrumpirán y traspasarán la puerta y saldrán por ella, y delante de ellos marchará su rey, y a su cabeza Yahvé.
Estos versos han sido diversamente interpretados. Muchos autores ven aquí un anuncio del retorno glorioso del exilio, con Yahvé a la cabeza. Quizá sea mejor considerarlos como continuación de la amenaza anterior. El profeta acaba de conminarlos para que se lancen a la huida antes de que llegue la catástrofe. Ahora parece anunciarles que el mismo Yahvé les ayudará a abrirse paso en la huida. Yahvé los va a reunir como un rebaño en su aprisco para emprender la huida todos juntos bajo su protección. Probablemente la frase es irónica: Yahvé siempre los había congregado para salvarlos, pero ahora es para mandarlos al destierro, si bien en ello hay un sentido de salvación, pues es el único modo de librarse de la muerte.
El profeta describe a Israel como un rebaño que va tras el macho cabrío: ira delante de ellos el que rompe la marcha (v.13); es el rey o jefe político, que debe abrir la marcha en la huida. La frase y a su cabeza Yahvé es considerada por muchos autores como glosa. Pero bien puede ser de Miqueas, que, para anunciar la inminencia de la catástrofe, presenta a Yahvé ayudando a su pueblo a salvarse en su trágica huida.
Como dijimos antes, este fragmento es considerado por muchos como el anuncio del retorno glorioso del exilio, al estilo de Isa 52:12. Así, Condamin cree que debe colocarse después Deu 4:7.
1 Así según un ligero cambio propuesto por Hoonacker. Cantera: “Como es arrebatada de mí (la porción de mi pueblo). Entre los apóstatas nuestros campos son repartidos.” – 2 Así según la Bib. de Jér. . ~ – 3 La Bib. de Jér.: “¿La casa de Jacob será maldita? ¿Yahvé ha perdido la paciencia? ¿Es éste su modo de obrar?” – 4 La traducción es según la reconstrucción de Hoonacker. El verso es oscuro. La Bible de Jérusalen: “Vosotros os levantáis como enemigos contra mi pueblo. Al que es irreprochable le quitáis el manto; a quien se cree en seguridad le infligís desastres de guerra.” – 5 La última parte es traducida por la Bib. de ér,: “Por causa de nada conseguís con extorsiones una prenda aplastante.” – 6 Verso oscuro. Cantera: “Si yo fuera un hombre que corriese tras el viento y mintiera falsedades, yo te predicaría de vino e hidromiel, y ése sería el profeta adecuado para este pueblo.” La traducción de la Bib. de Jér. es parecida a ésta. Según ella, el sentido sería que el profeta apropiado para Israel sería el que halagara sus pasiones y caprichos. – 7 Cf. Isa 14:14; Isa 29:95; Jer 25:16.27; Jer 49:12; Hab 2:16; Zac 12:2. – 8 Así según la reconstrucción plausible de Hoonacker. El TM parece decir: “producirán gran tumulto por la gente.” La Bibíe de Jér. propone esta lectura corregida: “No tendrán temor de nadie.”
Fuente: Biblia Comentada
La escena en el juzgado continúa, con la lectura de acusaciones en contra de los opulentos, quienes habían violado el décimo mandamiento (Éxo 20:17; cp. Éxo 22:26; Éxo 23:4-9). Los pobres, incapaces de defenderse a sí mismos, estaban a merced de los acaudalados.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Sal 36:4.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Ay sobre los terratenientes codiciosos. Los ricos habían arrebatado los campos de la gente ordinaria de Judá (1, 2), Por tanto … Jehovah enviará un ejército hostil para arrebatar de ellos la tierra prometida (3-5). Los acusados, que planean iniquidad, están relacionados con el acusador que piensa o “planea” desastre y por la repetición de la palabra campos (2, 4).
1 Miqueas introduce su oráculo de juicio con trueno profético: ¡Ay de … ! En sus camas, de noche, planean sus malas acciones. Con la luz de la mañana (el tiempo en que se reúne el tribunal) estos tiburones legales lo realizan, probablemente pervirtiendo los juicios (cf. 7:3) y luego echando a sus víctimas de sus tierras. Irónicamente, cuando la clase media oprimida (ver 2:8, 9) esperaba justicia, solamente encontraba fraude y anulaciones del derecho de redimir sus hipotecas de parte de los funcionarios y de la elite militar que tenían en su mano el poder. 2 Esos hombres poderosos codician los campos. “No codiciarás” es el único mandamiento que se repite dos veces en el Decálogo (Exo. 20:17) y es la raíz de los otros males contra el prójimo. La ley salvaguardaba cuidadosamente los campos de un hombre, su heredad permanente, porque en una sociedad agrícola la libertad y la vida de un hombre dependen de ella.
3, 4 Así como la elite poderosa planeaba el mal contra los campos (2a) y las casas (2b) de sus víctimas, así Jehovah está pensando traer un mal sobre esta familia (3) y su campo (4). 3 Como un amo esclaviza a un animal con un yugo, así Dios, mediante los apresadores asirios, dominará a la codiciosa clase alta, de manera que no podrán sacar sus cuellos. 4 Su castigo se expresa como una endecha satírica puesta en boca de sus enemigos: Hemos (los terratenientes malvados) sido destruidos. De la manera como ellos arruinaban a otros quitándoles sus campos, así otros, usando la misma ética de que el poder tiene razón, les quitaban los suyos (cf. Mat. 26:52). Hipócritamente, ellos se referían a la tierra como la posesión de mi pueblo (eso es, de Dios). Así como ellos habían redistribuido entre ellos mismos campos robados, así ahora sus campos serán repartidos por el enemigo (cf. Amós 7:17). El v. 4b sería mejor traducido como “De qué manera ellos [los enemigos] se llevan [lo que] me pertenece a mí [el rico terrateniente]. Ellos asignan nuestros campos a rebeldes [asirios].” Dios dio a los israelitas la tierra en depósito (Lev. 25:23) para que la disfrutaran siempre que la usaran de acuerdo con los propósitos del pacto, pero él se reservó el derecho de quitársela si dejaban de cumplir el pacto y de dársela a sus enemigos (Lev. 26:33; Deut. 28:49-68).
5 Por tanto relaciona la pérdida inmediata de la tierra por los terratenientes (4) con su futura y eterna pérdida de la tierra, el juicio más severo de todos. Cuando Dios regrese el remanente a la tierra (4:7), esos traidores codiciosos no tendrán quien aplique cordel para echar suertes en la congregación de Jehovah, para representarlos cuando él de nuevo divida la tierra por sorteo sagrado como lo hizo al principio por medio de sacerdotes (Núm. 26:55).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
2.1, 2 Miqueas advirtió en contra de los que usan su posición para aprovecharse de los demás. Poco menos de un siglo antes, el rey Acab de Israel se enojó porque no pudo obtener la viña de Nabot. Y por ellos su esposa Jezabel hizo que mataran a Nabot para poder entregar el jardín a Acab (1Ki 21:1-15). Esta clase de inmoralidad se había extendido a lo largo de Judá y, como una enfermedad, estaba destruyendo la nación desde el interior.2.1, 2 Miqueas habló en contra de los que durante la noche planeaban hacer el mal y se levantaban al amanecer para llevarlo a cabo. Los pensamientos de una persona reflejan su carácter. ¿Qué es lo que piensa usted cuando se acuesta a dormir? ¿Sus deseos son codiciosos o pasan por encima de los demás para alcanzar sus metas? Los pensamientos malvados nos llevan a acciones malvadas de una forma tan segura como la mañana sigue a la noche.2.6, 7 Si el mensaje de este libro nos parece severo, debemos recordar que Dios no quería vengarse de Israel, sino llevarlo al buen camino. La dura realidad es que el pueblo había rechazado lo que era verdadero y correcto, y necesitaba una disciplina firme. Los niños pueden pensar que la disciplina es dura, pero ésta ayuda a mantenerlos en el camino correcto. Si solo queremos que Dios nos dé mensajes consoladores, quizá perdamos lo que El tiene para nosotros. Escuche cualquier cosa que Dios le diga, incluso cuando sea un mensaje difícil de aceptar.2.11 La gente preferían a los falsos profetas que les decían lo que quería escuchar. Miqueas habló en contra de los profetas que alentaban a la gente a sentirse cómoda con su estilo de vida de pecado. Los predicadores son populares cuando no piden demasiado de nosotros, y nos dicen que no nos preocupemos por el infierno. Pero un verdadero maestro de Dios nos habla la verdad, sin importar lo que los oyentes quieran escuchar.2.12, 13 La profecía de Miqueas se enfocó en dos grandes sucesos: el regreso de Judá del cautiverio en Babilonia y la gran reunión de todos los creyentes cuando regrese el Mesías. Dios dio a sus profetas visiones de diversos acontecimientos futuros, pero no siempre les dio la capacidad de discernir cuándo ocurrirían. Por ejemplo, no podían ver el gran período entre el cautiverio babilónico y la venida del Mesías, pero podían ver claramente que el Mesías iba a venir. El propósito de esta profecía no era predecir con exactitud cómo ocurriría esto, sino que ocurriría. Esto dio al pueblo esperanza y lo ayudó a volverse de su pecado.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
REFERENCIAS CRUZADAS
a 42 Est 3:8; Sal 36:4; Luc 22:2
b 43 Ose 7:6; Mat 27:1; Hch 23:12
c 44 Gén 31:29; 1Re 21:7; Jua 19:10
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
En los vers. 1 al 5 hay un mensaje contra los gobernantes, identificados como los que tienen poder (vers. 1), y en los vers. 6 al 11 es contra los profetas. Ambos, gobernantes y profetas, aparecen de nuevo en el cap. 3 (v. coment. del sumario de 3:1– 12).
Fuente: La Biblia de las Américas
tienen en su mano el poder. La clase privilegiada hambrienta de tierra pensaba que «al poder da el derecho». Injustamente se apoderaban de la tierra (heredad, v. Miq 2:2) de los pobres, una cuestión muy sería en una comunidad agrícola.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Lit., En la luz de
Fuente: La Biblia de las Américas
[12] Se describe la reunificación del resto de Israel, con la imagen de un pastor que conduce el rebaño.