Comentario de Miqueas 3:11 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Sus jefes juzgan por soborno, sus sacerdotes enseñan sólo por paga y sus profetas predicen por dinero, y se apoyan en Jehovah diciendo: “¿Acaso no está Jehovah entre nosotros? ¡No vendrá el mal sobre nosotros!”
Sus jefes juzgan. Miq 7:3; Núm 16:15; 1Sa 8:3; 1Sa 12:3, 1Sa 12:4; Isa 1:23; Eze 22:12, Eze 22:27; Ose 4:18; Sof 3:3.
y sus sacerdotes enseñan. Jer 6:13; Jer 8:10; Mal 1:10; 1Ti 3:3; Tit 1:11; 1Pe 5:2.
y sus profetas adivinan. Miq 3:5; Isa 56:11; Hch 8:18-20; 2Pe 2:1-3, 2Pe 2:14, 2Pe 2:15; Jud 1:11.
y se apoyan en Jehová. 1Sa 4:3-6; Isa 48:2; Jer 7:4, Jer 7:8-12; Mat 3:9; Rom 2:17-29.
No vendrá mal sobre nosotros. Amó 9:10.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
cohecho … precio … dinero: Los líderes y profetas impíos de Israel «trabajaban» solamente cuando podían ganar algo de ello. Es innecesario decir que, si la justicia debía ser pagada, no había justicia.
¿No está Jehová entre nosotros? Muchos de los habitantes de Jerusalén creían que ellos no serían afectados por el juicio de Dios porque el mismo Dios moraba en el santo Templo de Jerusalén. Ellos argumentaban que a pesar de su maldad, mientras Dios estuviera en su Templo, ellos serían salvos, aun del juicio divino. Lo que el pueblo se resistía creer era que Dios podría abandonar su Templo por las impiedades del pueblo. El libro de Ezequiel describe una visión de la gloria de Dios abandonando el Templo como un preludio de su juicio a la ciudad (Eze 10:1-22).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Isa 1:23; Jer 7:3-10; (ver Miq 2:6).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) O: “plata”.
REFERENCIAS CRUZADAS
a 107 1Sa 8:3; Isa 1:23; Isa 5:23; Eze 22:12
b 108 Jer 6:13; Tit 1:11
c 109 Isa 56:11; Jud 1:11
d 110 Isa 48:2; Jer 7:4; Rom 2:17
e 111 Amó 9:10
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
jefes…sacerdotes…profetas. Los líderes civiles y espirituales habían pervertido sus oficios y ansiaban sólo las ganancias mal habidas (cp. 7:3; Pr 17:23; Is 1:23; 5:23; 1 Ti 3:3; 6:10; 2 Ti 3:2; Heb 13:5).
Fuente: La Biblia de las Américas
Cada uno tenía su precio porque su dios era Mamón.