Comentario de Miqueas 7:8 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Tú, oh enemiga mía, no te alegres contra mí; pues aunque caí, me levantaré. Aunque yo habite en tinieblas, Jehovah será mi luz.
no te alegres de mí. Job 31:29; Sal 13:4-6; Sal 35:15, Sal 35:16, Sal 35:19, Sal 35:24-26; Sal 38:16; Pro 24:17, Pro 24:18; Jer 50:11; Lam 4:21, Lam 4:22; Eze 25:6; Eze 35:15; Abd 1:12; Jua 16:20; Apo 11:10-12.
aunque caí. Sal 37:21; Sal 41:10-12; Pro 24:16.
aunque more en tinieblas. Sal 107:10-15; Sal 112:4; Isa 9:2; Isa 49:9; Isa 50:10; Mat 4:16; Luc 1:78, Luc 1:79.
Jehová será mi luz. Sal 27:1; Sal 84:11; Sal 97:11; Sal 112:4; Isa 2:5; Isa 60:1-3, Isa 60:19, Isa 60:20; Mal 4:2; Jua 8:12; Hch 26:18; 2Co 4:6; Apo 21:23; Apo 22:5.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El narrador en estos versículos es la nación de Israel después de arrepentirse.
pequé contra Él es la confesión del pueblo en la fe salvadora.
que juzgue mi causa: Aquí el Señor está hablando de parte de su pueblo (cf. con el cap. Miq 6:1-16). Así como Dios redimió a Israel en el pasado a causa de su justicia, Él salvará a un Israel arrepentido en el futuro.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
ME LEVANTARÉ. El justo remanente de Judá iba a enfrentarse a tiempos sombríos en el futuro debido al juicio de Dios por los pecados de la nación. Sin embargo, Miqueas proclamaba un mensaje de fe en favor de ese remanente y miraba más allá del triunfo temporal de sus enemigos hacia el día glorioso en que Dios lo restauraría. «Me levantaré» es una declaración de fe comparable con la de Job (véanse Job 19:25-27, notas).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Israel confesó su fe en el Señor, al advertir a sus enemigos que se levantaría otra vez (vv. Miq 7:18; Miq 7:10). La nación confesó su pecado, reconoció la justicia del castigo de Dios y anticipó su restauración definitiva.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
— enemiga mía: Puede tratarse de una personificación de Edom, enemigo tradicional de los israelitas representados aquí por Jerusalén (ver Abd 1:12).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Canto de victoria: ¿Quién como el Dios perdonador del remanente?
El himno que concluye la tercera serie de profecías y el libro cae en cuatro estrofas relativamente iguales: La confesión fiel de Sion (8-10); la promesa de Miqueas de que todas las naciones encontrarán salvación en la Sion reconstruida (11, 12), seguida por una desolación mundial (13); su petición de que Dios de nuevo pastoree a su pueblo (14), seguida por la respuesta de Dios (15), y la reflexión de Miqueas sobre la consiguiente salvación universal (16, 17); y el himno del pueblo para celebrar la fidelidad y la gracia incomparable de Dios (18-20).
8 Jerusalén personificada ordena a su enemiga (probablemente Nínive; ver el v. 12) que no se alegre (eso es, regocije en una victoria). Ella explica que aunque yo habite en tinieblas (la sombría prisión de la cautividad; Isa. 42:6, 7; 49:9), Jehovah, que se ha comprometido para siempre con Israel (ver vv. 7, 20), será mi luz (eso es, la librará de la cautividad como de calabozo). 9 Porque su caída se debió a su pecado, no a la impotencia de Dios ni a la potencia de su enemigo, ella está lista a soportar la ira del Señor porque es justa y solamente por un tiempo limitado. Después que haya sido pagada por completo (cf. Isa. 40:2), Dios abogará su causa como un abogado, no como un fiscal (6:1), porque ella no ha hecho mal contra su enemigo. Entonces Sion verá (o “contemplará”) su justicia al cumplir sus obligaciones del pacto con ella. 10 Sion ora: “que mi enemiga vea tu justicia, y que se cubra de vergüenza”. Los ojos de Sion la verán (o “se deleitarán”; el heb. es el mismo que en el v. 9).
11-13 El día, repetido tres veces para referirse al mismo período, es tanto un estado como un tiempo escogido por Dios en el futuro cercano. Es un día para que Sion reconstruya sus muros (los de un redil, no de fortalezas; cf. 5:11). Es también el día de ampliar sus límites de manera que haya amplio espacio para que vengan todas las naciones (13) bajo la protección del Rey-Pastor. 12 En aquel día vendrán de todas partes de la tierra, hasta de los tradicionales enemigos de Sion, Asiria en el norte y Egipto en el sur (cf. Sal. 87; Heb. 12:22). 13 Y la tierra llegará a ser una desolación. Después que los escogidos (compuestos de judíos y de gentiles) encuentren salvación dentro de Sion, entonces la desolación vendrá sobre la tierra y sus moradores, como fruto de sus obras pecaminosas. La profecía encuentra su cumplimiento en el juicio final (2 Tes. 1:6-9; 2 Ped. 3:12; Apoc. 20:11-15).
14 Entonces Miqueas le pide a Dios: Apacienta a tu pueblo, tanto judíos como gentiles (Hech. 15:16-18; Ef. 1:3, 4). Ese cuadro se extiende al resto del versículo: protección segura (cayado) y provisión abundante (apacentarán). Tu posesión se refiere a la tierra antigua y permanente que provee subsistencia a la familia (ver 2:2; cf. Núm. 26:56). Hoy Dios da a sus escogidos una fuente permanente de vida en Cristo (Juan 10:28). El pueblo escogido habita solitario en libertad. La combinación de bosque del Carmelo significa “un jardín parecido a un bosque”. BasaŒn y Galaad fueron las primeras tie rras conquistadas por Moisés con maravillas poderosas (Núm. 21:33). Basán era bien conocida por sus árboles majestuosos (Isa. 2:13; Zac. 11:2) y sus animales domésticos bien alimentados (Deut. 32:14); Galaad era famoso por sus buenos pastizales (Núm. 32:1, 26). Miqueas está pidiendo a Dios que restaure las bendiciones originales de Israel. 15 Dios promete contestar esta oración de acuerdo con su voluntad.
16, 17 Conforme Miqueas reflexiona sobre las promesas anteriores, comprende que las naciones … verán las maravillas de Dios (15) y quedarán confundidas por arriesgar su honra en dioses falsos impotentes. Se pondrán la mano sobre la boca significa que “se callarán”, y sus oídos se ensordecerán significa que “pondrán oídos sordos”. Cuando Dios realice estas maravillas las naciones dejarán de burlarse de Israel y pondrán oídos sordos a las vanas jactancias de otros y a sus argumentos vacíos. 17 Las naciones también renunciarán a su poder. Los reyes vencidos lamerán el polvo como la culebra ante Jehovah. Enfrentados a su poder, saldrán temblando desde sus encierros para adorarlo.
18 Miqueas entrelaza diestramente su nombre, “El que es como Jehovah” al principiar el himno del pueblo: ¿Qué Dios hay como tú … ? Nadie se compara con el que perdona la maldad [la culpa] y olvida el pecado (véase 1:5). La violación que Israel hizo del pacto fue tan grande que nadie, aparte de Dios, la hubiera perdonado (cf. 1 Tim. 1:15-17). Sin embargo, sin ese perdón el ministerio de Miqueas no habría tenido objeto. El hubiera tenido la satisfacción de desahogar su rencor, pero el pueblo se hubiera endurecido en su pecado (cf. Sal. 130:3, 4). El ahora acumula las cualidades bondadosas de Dios: no ha guardado para siempre su enojo … se complace en la misericordia (dos veces) volverá a compadecerse y concederás la verdad (“fidelidad”). Dios mostró esas mismas cualidades cuando Israel pecó al hacer el becerro de oro y Moisés le pidió que mostrara su gloria (Exo. 34:6). 19 Por causa de su misericordia Dios echará nuestros pecados en las profundidades del mar de modo que ya no amenazarán la existencia de Israel, de la misma manera en que arrojó al ejército de faraón en el mar. 20 Esas cualidades también garantizan que él concederá la verdad (“mostrará su fidelidad”) al mantener su pacto que juró a sus padres desde tiempos antiguos. Todo esto es posible por Jesucristo, quien pagó la penalidad por los pecados de su pueblo y porque es el “Amén” de Dios a sus promesas del pacto.
Bruce Waltke
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
t 251 Eze 25:6; Rev 11:10
u 252 Sal 37:24; Pro 24:16
v 253 Sal 107:10
w 254 Sal 27:1; Luc 1:78; 2Co 4:6
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
enemiga. Es decir la nación o naciones que Dios usó como vara de castigo (cp. Is 10:5).
caiga. Debido a su pecado, el pueblo sería juzgado y castigado.
me levantaré. Ellos se levantarán al librarlos el Señor de la condición de juicio en que se hallaban.