Comentario de Sofonías 2:13 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Después extenderá su mano contra el norte y destruirá a Asiria. Convertirá a Nínive en desolación y en sequedal, como un desierto.
Y extenderá su mano. Sal 83:8, Sal 83:9; Isa 10:12, Isa 10:16; Isa 11:11; Eze 31:3-18.
y convertirá a Nínive. Nah 1:1; Nah 2:10, Nah 2:11; Nah 3:7, Nah 3:15, Nah 3:18, Nah 3:19; Zac 10:10, Zac 10:11.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Asiria estaba hacia el oriente, pero los ejércitos antiguos no podían marchar a través del desierto. Por lo tanto, avanzaban rodeando el desierto y entraban a territorio hebreo desde el norte.
el pelícano y el erizo eran aves que habitaban áreas remotas (Isa 34:11). Su presencia en las ruinas de Nínive confirma de la severidad de la destrucción anunciada sobre este pueblo.
la ciudad alegre: El regocijo aquí es irónico, visto como un acto de la complacencia de la ciudad. Pronto el juicio de Dios descendería repentinamente y la región sería útil solo para las manadas de animales.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Asiria, ubicada al NO de Israel, también sería desolada como sucedió con la caída de Nínive, poco después de esta profecía ante los babilonios en 612 a.C. Había tenido fama mundial por sus sistemas de irrigación, pero quedaría seca por completo.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Isa 10:12-19; Isa 14:24-27; Nah 2:3-12; Nah 3:1-19.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Asiria. Volviéndose al norte, Jehovah enfrenta al enemigo más indomable de Judá: Asiria, con Né nive, su ciudad capital (ver el libro de Nahúm). Esta nación cruel y poderosa, que había mantenido al Oriente Medio bajo su dominio por décadas, sería destruida ella misma por la mano o poder (ver en 1:4) del Dios de Israel. Su bulliciosa capital sería un desierto vacío y árido.
14, 15 Lo completo de la destrucción se describe al indicar algunos de los animales y aves que habitarán las ruinas, en contraste con la muchedumbre de gente que previamente había vivido allí. Esta metrópoli había reclamado ser única, una característica del mismo Dios (cf. Isa. 45:5, 6, 18, 21). Su seguridad es ilusoria, puesto que ahora los que pasan por allí mirarán con asombro y desprecio las ruinas de esta ciudad que en un tiempo era orgullosa (cf. Jer. 19:8).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
k 87 Isa 10:12; Eze 31:3; Eze 31:11; Nah 3:5
l 88 Nah 3:7; Nah 3:18