Biblia

Comentario de Zacarías 2:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Zacarías 2:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Después alcé mis ojos y miré, y he aquí un hombre que tenía en su mano una cuerda de medir.

Alcé después mis ojos. Zac 1:18.

un varón que tenía. Zac 1:16; Eze 40:3, Eze 40:5; Eze 47:4; Apo 11:1; Apo 21:15.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Dios, cuidando de Jerusalén, envía a medirla, Zac 2:1-5.

La redención de Sión, Zac 2:6-9.

La promesa de Dios, Zac 2:10-13.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Tomar medidas y establecer límites es el primer paso para reconstruir la ciudad. Jehová está a punto de tomar posesión de su lugar.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

UN VARÓN… [CON] UN CORDEL DE MEDIR. Jerusalén estaba todavía en un estado lastimoso al final del exilio babilónico. El número de los que retornaron fue relativamente pequeño. Dios los alentó al decirles que Él no había terminado con Jerusalén y que esa ciudad llegaría a ser el lugar más glorioso de la tierra. Esa tercera visión era un anuncio del reino milenario, cuando la ciudad no tendrá muros y se desbordará con una gran multitud de personas (véase la nota siguiente).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

2. La Restauración de Jerusalén.

Visión del varón con la cuerda de medir (1-9).
1 (5) Alcé de nuevo los ojos, miré, y vi a un varón que tenía en la mano un cordel de medir, 2 (6) y le pregunté: ¿Adonde vas? El me respondió: A medir a Jerusalén para ver cuánta es su anchura y cuánta su longitud. 3 (7) Apareció el ángel que hablaba conmigo, y vi que venía a su encuentro otro ángel, 4 (8) que le dijo: ¡Corre! Di a ese joven: Sin murallas será habitada Jerusalén; tal será en ella la muchedumbre de hombres y animales. 5 (9) Y yo seré para ella, dice Yahvé, muro de fuego en derredor, y seré su gloria en medio de ella.

Después de anunciar el castigo sobre las naciones paganas opresoras de Judá, el profeta nos presenta otra visión en la que se simboliza plásticamente la futura grandeza de Jerusalén. El profeta contempla en visión a un joven con un cordel de medir, pues quiere saber cuánta es la anchura y la longitud de Jerusalén (v.2/6). El profeta aquí le pregunta, sin intermediario, al joven qué es lo que pretende hacer. Después de oír su respuesta, entra en escena el ángel intérprete, dispuesto a citar explicaciones más amplias al profeta, aunque un nuevo ángel explica al intérprete el verdadero sentido simbólico de la acción del joven: Jerusalén será tan grande en el futuro, que no tendrá murallas, y, por tanto, es inútil querer medir su perímetro. Jerusalén será una inmensa ciudad abierta guardada por el mismo Yahvé, que formará en torno a ella como un muro de fuego infranqueable a los posibles invasores (v.5/8).
Zacarías no podía presentar a sus compatriotas, que se ocupaban penosamente en reconstruir su ciudad, un horizonte más optimista. Jerusalén superará el esplendor antiguo y estará bajo la especialísima y personal protección de su Dios. Como siempre, los profetas proyectan su mirada hacia los tiempos mesiánicos, conforme a las promesas recibidas. Su misión era sostener y fomentar el fuego de la esperanza en sus compatriotas para que no se dejaran llevar del desánimo y de la desesperación ante tantas pruebas y contrariedades. Los profetas anteriores al exilio anunciaban la era venturosa mesiánica después del cautiverio babilónico, pero la realidad en los tiempos de Zacarías era muy otra, y la perspectiva de una inmediata inauguración de los tiempos mesiánicos se alejaba indefinidamente a menos que hubiera una intervención súbita de Dios.

Llamamiento a los exilados (6-17).
6 (10) ¡Hala, hala! Huid de la tierra del aquilón, oráculo de Yahvé, pues a los cuatro vientos del cielo os aventaré, oráculo de Yahvé. 7 (11) ¡Hala, Sión! ¡Ponte a salvo, tú que habitas en Babel! 8 (12) Porque así dice Yahvé de los ejércitos: Después de la aflicción me ha enviado a las gentes que os despojaron, porque el que os toca a vosotros toca a la niña de mis ojos2. 9 (13) Porque he aquí que yo agito mi mano contra ellos, y serán presa de quienes fueron sus esclavos, y sabréis que Yahvé de los ejércitos me ha enviado. 10 (14) Jubila y regocíjate, hija de Sión, porque llegaré y habitaré en medio de ti, oráculo de Yahvé. 11 (15) Aquel día se unirán a Yahvé muchas gentes, que serán mi pueblo, y yo habitaré en medio de ti, y sabrás que Yahvé de los ejércitos me ha enviado a ti. 12 (16) Yahvé poseerá a Judá, su heredad, en la tierra santa, y será Jerusalén su elegida. 13 (17) Calle toda carne ante Yahvé, que se ha despertado de su santa morada.

La exhortación a salir de Babilonia, la tierra del aquilón, tiene mucho de semejante con Isa 48:205 : “Salid de Babilonia, huid de los caldeos con cantos de alegría..” Es frecuente la dependencia ^ de Zacarías de oráculos proféticos anteriores. El profeta, por ficción literaria, se traslada a los tiempos de la cautividad, y anuncia la liberación gloriosa de sus compatriotas. En la visión anterior se hablaba del castigo que iban a infligir los cuatro artesanos (instrumentos -de la justicia divina) a los cuatro cuernos, o conjunto de potencias enemigas del pueblo israelita. Ahora en los v. 10-13 se concreta más el castigo sobre la gran potencia opresora, Babilonia.
Ha llegado la hora de la justicia divina para el opresor y de la liberación para los exilados, que van a abandonar en masa a la gran metrópoli: a los cuatro vientos os aventaré (v.6/10). Dios va a castigar a las gentes que despojaron a Israel, su pueblo predilecto, al que no se puede tocar impunemente: el que os toca a vosotros toca a la niña de mis ojos (v.8/i2b). Es la hora de la revancha para los exilados, condenados hasta ahora a la esclavitud: serán presa de quienes fueron sus esclavos (v.9/13). Se abre la nueva era gloriosa para Judá, en laqueYahvé volverá a habitar en Sión (v. 10/14), y se formará la nueva teocracia de los tiempos mesiánicos, de la que participarán también los gentiles: aquel día se unirán a Yahvé muchas gentes, que serán mi pueblo (v. 11/15). Es el anuncio del universalismo mesiánico, característico de los grandes vaticinios mesiánicos 3.
Sin embargo, Judá conservará su rango de nación predilecta, pues en ella morará Yahvé como en su heredad en la tierra santa, la primogénita y predilecta de las naciones: será Jerusalén su elegida (v.12/i6). Ante el gran acontecimiento que se avecina, el juicio sobre las naciones, el profeta invita a un silencio respetuoso: calle toda carne ante Yahvé, que se ha despertado de su santa morada (v.13/17). Yahvé estaba aparentemente dormido, y había permitido a las naciones opresoras que descargaran su rabia sobre Judá; pero de repente ha despertado de su santa morada, la ciudad de Jerusalén o los cielos superiores donde especialmente reside, desde donde dirige el curso de la historia humana.

1 Aflicción, traducción de Hoonacker cíe la palabra Kabod, que suele significar gloria. – 2 El TM dice de sus ojos. Pero el cambio de persona parece exigido por el contexto. – 3 Cf. Miq 4:1s; Zac 8:2os.

Fuente: Biblia Comentada

un varón … un cordel de medir. La restauración y reconstrucción de Jerusalén se simboliza en estos términos. Es muy posible que el interventor sea el Ángel de Jehová (cp. Zac 1:11; Zac 6:12; Eze 40:2-3), quien establece las dimensiones futuras de la ciudad.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Dios comunicó estas visiones a Zacarías para dar consuelo al remanente de Israel que quedó después del exilio y fue comisionado a salir de Persia para volver a la tierra que fue prometida a Abraham (cp. Gén 12:1-20). Ellos tendrían que reconstruir el templo (cp.1 y 2 Cr.) y preparar la llegada del día en el que volvería el Mesías, para que todas las promesas de Dios a Israel se cumplieran de manera completa y definitiva. Algunas partes de las visiones ya se han cumplido, pero su gran mayoría aguarda la segunda venida de Jesucristo. El siguiente resumen permite distinguir la contribución de cada visión individual y aclarar su mensaje singular. Visión 1: El hombre entre los mirtos (Zac 1:7-17). Dios promete prosperidad a Israel. Visión 2: Cuatro cuernos y cuatro carpinteros (Zac 1:18-21). Dios juzga a las naciones que atacaron a Israel. Visión 3: Hombre con un cordel para medir (Zac 2:1-13). Dios reconstruye Jerusalén. Visión 4: Purificación del sumo sacerdote (Zac 3:1-10). Dios purifica tanto al sumo sacerdote como al pueblo. Visión 5: Candelabro de oro y dos olivos (Zac 4:1-14). Dios reconstruye el templo. Visión 6: Un rollo que volaba (Zac 5:1-4). Dios quita el pecado y la idolatría impartidos. Visión 7: Mujer en un canasto (Zac 5:5-11). Dios quita el sistema de religión falsa. Visión 8: Cuatro carros (Zac 6:1-8). Dios trae paz y reposo a Israel. Apéndice: Coronación del sumo sacerdote (Zac 6:9-15). El Mesías asume al cargo doble de Rey y Sacerdote.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

La visión. Zacarías ve a un hombre que tenía en su mano una cuerda de medir (una expresión diferente de la de 1:16, pero con una función similar) con que va a medir el ancho y el largo de Jerusalén. Inferimos del mensaje que Dios le da en los vv. 4, 5 que su propósito (por lo menos parcialmente) es el de preparar para la reconstrucción de las murallas de la ciudad.

¡En esta visión es difícil mantenernos al tanto de los ángeles! Algunos intérpretes consideran que se trata de tres ángeles. El primero (A1) es un hombre con la cuerda que viene a medir Jerusalén; el segundo (A2) es el ángel que había estado hablando con Zacarías y que salía (lit. “procedió”); el tercero (A3) es otro ángel que salió (“procedió”) para encontrarse con A2 y darle un mensaje para A1. A3 bien puede haber sido “el ángel de Jehovah” como en 1:11, 12. En otras palabras A3 le dice a A2 que le dé un mensaje a A1. ¿Y por qué tiene que ser tan complicado? Posiblemente es para recalcar la importancia de este mensaje inesperado. Sería natural reconstruir la muralla de una ciudad y reforzar sus fortificaciones, lo que bien pudiera ser parte de la voluntad de Dios para Jerusalén. Pero el mensaje presente es que esto no es necesario, por dos razones: el muro de la ciudad sería demasiado grande, y Jehovah será su muro, un muro de fuego.

¿Cuán lit. debe entenderse esto? El muro de Jerusalén tuvo que ser reconstruido en 445 a. de J.C. bajo la dirección de Nehemías. Por el otro lado, la ciudad se extendió más allá de las murallas. Lo importante que hay que notar es que, cuando “Dios está dentro de ella, ésta no fracasa”, con o sin paredes (Sal. 46:4; cf. 48:1-3, 8; 32:7; Job 1:10).

Este hecho, lo de la presencia de Dios en medio de su pueblo, se recalca fuertemente de varias maneras en los caps. 1-8: por medio de declaraciones directas (2:10-12; 8:3, 8; 13:9; 14:4); por medio de la terminación de la reconstrucción del templo como parte del plan de Dios (4:8, 9; cf. 9:8); por medio del limpiamiento o nueva ordenación del sumo sacerdote como representante del pueblo (3:1-7); y por medio de la promesa de que muchas naciones vendrán para “buscar a [el favor de] Jehovah en Jerusalén” (8:20-23; cf. 2:11; 14:16-19).

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

2.1 El varón con el cordel de medir simboliza la esperanza de reconstruir a Jerusalén y restaurar su pueblo. El varón mediría y marcaría los límites para los cimientos (véanse 1.16; Jer 31:38-40).2.6, 7 Muchos de los israelitas cautivos no volvieron a Jerusalén pues prefirieron permanecer en la seguridad y la riqueza adquiridas en Babilonia. Sin embargo, Zacarías les instruyó a salir pronto de Babilonia. Esta era una advertencia urgente porque Babilonia sería destruida y debido a su cultura decadente el pueblo se olvidaría de sus prioridades espirituales. Una gran mayoría de los israelitas rechazó estas advertencias y permaneció en Babilonia.2.8 Los creyentes son preciosos para Dios (Psa 116:15), son sus hijos (Psa 103:13). Tratar sin misericordia a un creyente es como tratar a Dios de la misma forma. Jesús dijo a sus discípulos que cuando ayudamos a otros lo ayudamos a El; cuando nos olvidamos de ellos, nos olvidamos de El (Mat 25:34-46). Por lo tanto, cuídese de cómo trata a sus hermanos en la fe, porque de esa forma trata a Dios.2.9-12 Me (2.9) quizás se refiera al Mesías que, al final, juzgará a todos los que han oprimido a su pueblo. Dios promete vivir en medio de su pueblo y dice que muchas naciones le conocerán (Joh 1:4; Rev 21:3).2.11, 12 Dios no olvidó lo que prometió a Abraham: «Serán benditas en ti todas las familias de la tierra» (Gen 12:3). A Abraham, padre de la nación israelita, se le prometió que sus descendientes bendecirían al mundo entero. Debido a la venida de Jesús, el Mesías, se cumple esta promesa: personas de todas las naciones van a Dios por medio de El.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) “Un hombre.” Heb.: ’isch.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 47 Zac 1:16; Rev 11:1

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

cordel de medir. Todo debía estar preparado para el momento en que Dios restauraría a Judá y a Jerusalén. Los proyectos de reconstrucción comenzaron con el regreso de Sesbasar en el 538 a.C. y continuaron con Esdras y Nehemías a mediados del quinto siglo a.C.

Fuente: La Biblia de las Américas

La visión del cordel de medir se enfoca en la protección divina que gozaría el pueblo durante la reconstrucción de la ciudad de Jerusalén que una vez más ha sido escogida por el S eñor .

Fuente: La Biblia de las Américas

En el texto heb., cap. 2:5

Fuente: La Biblia de las Américas

[5] Ez 40, 3; 41, 13; Ap 11, 1.[13] Y lo adoren con profundo respeto.

Fuente: Notas Torres Amat