Comentario de Mateo 5:29 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti. Porque es mejor para ti que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.

si tu ojo. Mat 18:8, Mat 18:9; Mar 9:43-48.

sácalo, y échalo de ti. Mat 19:12; Rom 6:6; Rom 8:13; 1Co 9:27; Gál 5:24; Col 3:5; 1Pe 4:1-3.

que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Mat 16:26; Pro 5:8-14; Mar 8:36; Luc 9:24, Luc 9:25.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

La hipérbole (un dicho exagerado) de sacarse un ojo es similar a la frase en Pro 23:2 : «Y pon cuchillo a tu garganta, si tienes gran apetito». Al exagerar la afirmación, Jesús está aconsejando que nos apartemos de cualquier tentación al mal, sin importar el costo. La advertencia del infierno (v. Mat 5:22) indica que quienes tienen un estilo de vida caracterizado por la inmoralidad descontrolada no son herederos del Reino (1Co 6:9, 1Co 6:10).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

INFIERNO. Véase Mar 9:43, nota.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

sácalo, y échalo de ti. Jesús no estaba abogando aquí por la automutilación (esto no curaría la lujuria, la cual es realmente un problema del corazón). Él estaba usando esta hipérbole gráfica para demostrar la seriedad del pecado de la lujuria y el deseo perverso. El punto es que sería más «provechoso» (v. Mat 5:30) perder uno de los miembros del cuerpo que sufrir las consecuencias eternas de la culpabilidad de un pecado como este. El pecado debe ser eliminado drásticamente porque sus efectos son letales.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

EL REMEDIO QUIRÚRGICO

Mateo 5:29-30

Así es que, si tu ojo derecho va a hacerte caer en pecado, sácatelo y tíralo; porque es mejor perder una parte de tu cuerpo que que todo tu cuerpo se vaya a la gehena. Y si tu mano derecha te va a hacer caer en pecado, córtatela y tírala; porque es mejor perder una parte de tu cuerpo que que todo tu cuerpo se vaya ala gehena.

Aquí Jesús hace una gran demanda, una demanda quirúrgica. Insiste en que todo lo que cause, o que seduzca al pecado debe eliminarse totalmente de la vida.
La palabra que usa para hacer caer es interesante. Es la palabra skándalon. Skándalon es una forma de la palabra skandaléthron, que quiere decir el soporte del cebo de una trampa. Era el palito o el brazo en el que se fijaba el cebo y que operaba la trampa para cazar al animal seducido para su propia destrucción. En sentido figurado la palabra llegó a significar cualquier cosa que causa la destrucción de una persona.

Detrás de esto hay dos figuras. La primera es la de una piedra escondida en un sendero en la que uno puede tropezar, o una cuerda colocada a través de un sendero deliberadamente para hacer que alguien se caiga; la segunda es la figura de un pozo excavado en el suelo y tapado engañosamente con una capa ligera de ramas y hojarasca dispuesto para que el viajero despistado lo pise y se caiga irremediablemente al pozo. El skándalon, la piedra de tropiezo, es algo que hace tropezar y caer, que le manda a uno a su propia destrucción, algo que le seduce para su propia ruina.

Desde luego, estas palabras de Jesús no se deben tomar con un literalismo crudo. Lo que quieren decir es que hay que desarraigar de la vida sin sentimentalismos cualquier cosa que sirva para-seducirnos al pecado. Si tenemos un hábito que puede ser una incitación al mal, o una relación que nos puede descarriar, o un placer que podría acabar por arruinar nuestra salud física o moral, tenemos que extirparlo quirúrgicamente de nuestra vida.
Viniendo como viene inmediatamente después del que trata de los pensamientos y deseos prohibidos, este pasaje nos impulsa a preguntar: ¿Cómo podemos vernos libres de esos deseos inmundos y pensamientos contaminantes? Es un hecho de experiencia que los pensamientos y las imágenes se introducen involuntariamente en nuestra mente, y es la cosa más difícil del mundo el cerrarles la puerta.
Hay una manera en que no se consigue nada frente a estos pensamientos y deseos, y es sentándose y diciéndose: No voy a pensar más en estas cosas. Cuanto más nos decimos que no vamos a pensar en tal y tal cosa, tanto más se nos concentra en ella el pensamiento.
El ejemplo sobresaliente de la manera errónea de tratar con tales pensamientos y deseos era el de los monjes y ermitaños que se iban al desierto en los primeros tiempos de la Iglesia. Eran hombres que querían liberarse de todas las cosas terrenales, y especialmente de los deseos sensuales. Para ello se retiraban al desierto de Egipto con el propósito de vivir aisladamente y no pensar nada más que en Dios.
El más famoso de ellos fue san Antonio. Vivía como un ermitaño; ayunaba; se privaba del sueño; torturaba su cuerpo. Así vivió treinta y cinco años en el desierto que fueron una batalla sin descanso ni tregua con las tentaciones. Leemos en su biografía: «En primer lugar, el diablo trató de apartarle de la disciplina, susurrándole el recuerdo de sus riquezas, los cuidados de su hermana, los derechos de su familia, el amor al dinero y a la gloria, los diversos placeres de la mesa y las demás relajaciones de la vida; y, por último, la dificultad de la virtud y sus trabajos… El uno sugería pensamientos inmundos, y el otro respondía con oraciones; el uno le incitaba con la lujuria, y el otro, como pareciendo ruborizarse, fortalecía su cuerpo con oraciones, fe y ayunos. El diablo, hasta una noche se presentó en forma de mujer, e imitó todas sus tretas sencillamente para seducir a Antonio.» Así prosiguió la lucha durante treinta y cinco años.
El hecho es que, si alguien se buscaba problemas, ese era Antonio, y sus amigos igual. Es la inevitable ley de la naturaleza humana que, cuanto más dice uno que no va a pensar el algo, tanto más ese algo está presente en sus pensamientos. No hay más que dos maneras de derrotar los pensamientos prohibidos.
La primera es la acción cristiana. La mejor manera de derrotar tales pensamientos es hacer algo, llenarse la vida hasta tal punto de trabajos y servicios cristianos que no nos quede tiempo para esos pensamientos; pensar tanto en los demás que acabemos por no pensar tanto en nosotros mismos; desembarazarnos de una introspección enfermiza y morbosa concentrándonos, no en nosotros mismos, sino en los demás. La cura real de los malos pensamientos no se consigue nada más que consagrándose a las buenas acciones.
La segunda es llenar la mente de buenos pensamientos. Hay una escena famosa en el Peter Pan de Barrie. Peter está en el dormitorio de los niños, que le han visto volar, y quieren volar ellos también. Han probado desde el suelo, y desde las camas, con un resultado nulo. «¿Cómo lo haces tú?», le preguntó John. Y Peter le contestó: «No tienes más que pensar cosas bonitas, pensamientos maravillosos, y ellos te levantan por los aires.» La única manera de vencer los malos pensamientos es ponernos a pensar en otra cosa.

Si uno está asediado por pensamientos de cosas sucias y prohibidas, puede estar seguro de que nunca los vencerá retirándose de la vida y diciéndose: «Ya no voy a pensar más en esas cosas.» Lo conseguirá solamente sumergiéndose en la acción cristiana y en el pensamiento cristiano. Nunca lo conseguirá tratando de salvar su propia vida; sólo dedicándola, -dándola- por otros.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

— gehena: Ver cuarta nota a Mat 5:22.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Mat 18:8-9; Luc 17:1-2.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

x 209 Mat 18:8; Luc 11:34

y 210 Mat 18:9; Mar 9:47

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

arráncalo. Una hipérbole que Jesús emplea para demostrar la seriedad del pecado y la necesidad de enfrentarlo y resolverlo (cp. vers. 30).

Fuente: La Biblia de las Américas

29 (1) El énfasis de la nueva ley del reino en este versículo y en el v. 30 indica la gravedad del pecado en relación con el reino de los cielos y la necesidad de quitar el motivo de pecado a toda costa. Las acciones que se describen en estos versículos no habían de llevarse a cabo literalmente; sólo pueden llevarse a cabo espiritual-mente, según se revela en Rom_8:13 y Col_3:5 .

29 (2) Véase la nota 22 (8) . Así también en el versículo siguiente.

29 (a) Mat_18:9 ; Mar_9:47

29 (b) Mat_5:22

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Son palabras fuertes usadas para enfatizar la comparación; i.e., el pecado es tan peligroso, puesto que lleva a la condenación eterna, que sería mejor perder las manos o los ojos temporalmente que perder la vida eternamente.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

gehena…Mat 18:9; Mar 9:47; §240.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R992 Aquí la cláusula introducida por ἵνα se usa como el sujeto de συμθέρει (comp. B214): para ti es mejor que …

R1018 La condición expresada por εἰ σκανδαλίζει se considera como una realidad presente (comp. Mar 9:43-47 ): puesto que.

T32 Καὶ μή expresa la idea de comparación (comp. BD442[1]).

T42 El pronombre personal simple aparece en la frase ἀπὸ σοῦ, en vez de un pronombre reflexivo: de ti mismo.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

Lit., te escandaliza o te hace tropezar, y así en el vers. 30

Gr., Gehenna

Fuente: La Biblia de las Américas

g 18.9; Mar 9:27.

Fuente: La Biblia Textual III Edición