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Comentario de Mateo 7:13 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Mateo 7:13 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella.

Mat 7:13-14, DOS PUERTAS, DOS CAMINOS, DOS DESTINOS

Introducción:

A. Un texto semejante es Luc 13:23-24, «Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo: Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán».

B. Todos tienen que escoger entre las dos puertas, entre los dos caminos, y entre los dos destinos. Todos están en la encrucijada y tienen que escoger su camino. Deu 30:15; Deu 30:19 «Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal… he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia».

C. ¿A qué se refiere Jesús? Su enseñanza, comenzando con el Sermón del Monte, se compara con una puerta estrecha y un camino angosto. Isaías (35:8) profetizó diciendo, «Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad». Lucas se refiere a este camino en Hch 9:2; Hch 18:26; Hch 19:9; Hch 19:23; Hch 22:4; Hch 24:14; Hch 24:22.

I. ¿Por qué dice «estrecha» y «angosto»?

A. Estas palabras indican la dificultad. Enseñan que es difícil ser discípulo de Cristo. Es imposible dar otro sentido a estos términos. Su significado es obvio. No es fácil obedecer tales textos como Mat 5:22-24; Mat 5:28; Mat 5:33-37; Mat 5:38-48. Pregunte al joven rico si el camino es angosto o ancho. ¿Quién puede leer Mat 10:34-37 y concluir que es fácil ser discípulo de Cristo? Pregunte a los apóstoles si era fácil «dejar todo» y seguir a Jesús.

B. Luc 13:23, «Esforzaos a entrar». » AGONIZOMAI, luchar (castellano, agonizar)». Se traduce «luchar» en 1Co 9:25, «todo aquel que lucha, de todo se abstiene»; «luchar como en una competición, forzando todos y cada uno de los nervios para alcanzar el objetivo, Luc 13:24; dar el todo en el esfuerzo, involucrando penalidades, Col 1:29«. Se traduce «pelear» en 1Ti 6:12, «Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna». También en 2Ti 4:7, «he peleado la buena batalla». Vemos, pues, que el Nuevo Testamento emplea términos relacionados con las carreras y aun con la guerra para enfatizar lo serio y lo intenso del conflicto contra Satanás y, por lo tanto, lo difícil de ser incluido entre los pocos que se salvan. ¿Cuántas personas quieren esforzarse tanto, como para correr una carrera, o aun para pelear como soldados en una guerra?

C 1Co 9:27, «golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre». Pablo emplea términos del boxeo para indicar lo intenso de la lucha para ser salvos. Es lucha entre la carne y el Espíritu (Rom 8:6-7; Gál 5:17).

D 1Pe 4:18, «Si el justo con dificultad se salva, ¿en dónde aparecerá el impío y el pecador?» La Biblia dice claramente que con dificultad el justo se salva. No dice que es «fácil» ser cristiano. Es camino angosto.

E. ¿Por qué, pues, dice Cristo (Mat 11:30) que «mi yugo es fácil, y ligera mi carga»? Y ¿por qué dice Juan que «sus mandamientos no son gravosos»? (1Jn 5:3). En primer lugar, obsérvese que Cristo habla de su yugo, como también de su carga. Su «yugo» se refiere a su autoridad; debemos someternos completamente a ella. Su «carga» son sus mandamientos, los cuales no son gravosos, pero El requiere una justicia mayor que la de los escribas y fariseos (Mat 5:20; Mat 23:4). El requiere servicio que procede del corazón puro, y no solamente los actos externos. Pero su servicio es agradable. El es Maestro exigente, pero también bondadoso. No es abusivo. No maltrata a sus seguidores. El maestro abusivo es el pecado.

II. La puerta es estrecha y el camino angosto porque tenemos que cambiar.

A. Mat 16:24; Luc 9:23, «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz (cada día), y sígame». Es muy difícil someter nuestra voluntad a la voluntad de otro, aun a la voluntad de Dios. Todo el mundo quiere hacer su propia voluntad. Quiere hacer lo que él mismo quiere hacer. El trabajo principal de criar hijos es el de sujetar la voluntad de ellos a la voluntad de sus padres (Efe 6:1-4). Otro problema grande en el hogar es que la mujer no quiere sujetar su voluntad a la voluntad del marido (Efe 5:22-24). Cristo nos dejó el ejemplo de aprender la obediencia (Heb 5:8). En Getsemaní El dijo, «Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú» (Mat 26:39). El significado básico de la palabra «manso» es la sujeción a la voluntad y al control de Dios.

B. Requiere el arrepentimiento, que significa cambiar.

1. El mandamiento básico predicado por Juan el Bautista (Mat 3:2) y por Jesús (Mat 4:17) era el arrepentimiento. Cuando Jesús comenzó a predicar el evangelio del reino (Mat 4:23), El insistía en que los judíos tenían que cambiar, y les era muy difícil cambiar. Jesús dijo en Luc 13:3; Luc 13:5, «si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente». Dijo a Nicodemo (Jua 3:3; Jua 3:5) que tenía que nacer otra vez. Es decir, tenía que comenzar su vida otra vez como si fuera un infante, apenas comenzando a vivir.

2. Cuando Jesús murió y resucitó, entregó el mandamiento a los apóstoles de que «se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados» (Luc 24:47). El libro de Hechos dice que lo hicieron.

3. Obsérvese cómo se predicó el arrepentimiento según Hechos de los Apóstoles : Hch 2:38, «Arrepentíos y bautícese»… Hch 8:22, «Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios»… Hch 17:30, «Ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan». Tanto judíos como gentiles tenían que cambiar. Tenían que dejar el judaísmo, el paganismo, la filosofía humana, la superstición, y toda forma de sabiduría humana. Para el judío el evangelio era tropezadero, y para el griego era locura porque chocaba con sus ideas humanas.

4. Obsérvese cómo las cartas del Nuevo Testamento enseñan el arrepentimiento: Rom 2:4, «su benignidad te guía al arrepentimiento»; 2Co 7:10, «la tristeza… produce arrepentimiento para salvación»; 2Pe 3:9, Dios no quiere «que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento»; Apo 2:5 dice Jesús a la iglesia de Efeso, «Arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar».

C. ¿Cambiar de qué manera?

1. De carácter. Léase Mat 5:1-10, las bienaventuranzas. Con estas palabras Jesús comenzó el Sermón del Monte. Con estas palabras El explicó a los judíos y explica a nosotros cómo tenemos que cambiar. Hay que haber cambio de corazón (Mat 5:8; Mat 5:22; Mat 5:28; Mat 5:44; Mat 12:34; Mat 15:19). Tenemos que cambiar, dejando todas las características carnales de la vida pasada para desarrollar un carácter espiritual. Con las bienaventuranzas Jesús introduce el tema que es dominante en todo el Nuevo Testamento de que los verdaderos discípulos de Jesús son aquellos que van transformándose a la imagen de Jesús (Rom 8:29; Rom 12:1-2; 2Co 3:18; Gál 4:19; Efe 4:23-24; Col 3:10; 2Pe 1:4, etc.). Este proceso es difícil. Es necesario meditar a diario en las cualidades o características divinas, y esforzarnos para que lleguen a ser las características de nuestras vidas. ¿Cómo es el reino? ¿Cómo son los ciudadanos del reino de Dios? En Mat 5:1-10 Jesús describe las características de los que pueden entrar en el reino de los cielos: los pobres en espíritu (los que reconocen sus faltas), los que lloran (por sus pecados), los mansos (los que están sujetos al control de Dios), los que tienen hambre y sed de justicia, los misericordiosos, los de limpio corazón, los pacificadores (los que hacen paz con Dios y con los hombres por medio del evangelio de paz), y los que sufren por causa de Cristo. ¿Cuántos quieren poseer estas cualidades? Pocos. ¿Por qué? Porque tienen que humillarse y someterse a la voluntad del Señor para desarrollar este carácter (el de Cristo), y la mayoría no lo quiere hacer.

2. De religión. La ley de Moisés que era «ayo» (tutor, guardián) para llevar a los judíos a Jesús fue cumplida cuando Jesús murió en la cruz (Col 2:14). Comenzando el día de Pentecostés (Hch 2:1-47) los judíos deberían dejar la religión antigua (la de la ley de Moisés) y aceptar el evangelio.

a. Hubo cambio de culto. Hubo cambio de ley (Heb 7:12). Ya no se enseña el diezmo, y no se usan instrumentos mecánicos de música en el culto.

b. Vemos en Mat 5:32; Mat 19:9 que la enseñanza de Jesús es distinta de la ley de Moisés sobre el matrimonio y el divorcioy segundas nupcias. Actualmente hay muchas parejas que están mal en su matrimonio según lo que dice Jesús en estos textos: «cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera». Es muy difícil disolver tal unión, pero si alguna pareja está cometiendo adulterio por no tener el derecho de unirse en matrimonio, ¡desde luego tiene que dejar de cometer adulterio! Algunos lo hacen, pero la mayoría no quiere cambiar.

c. Además, los judíos habían inventado muchas tradiciones para aumentar su piedad, pero la religión de ellos era humana y vana y tenían que dejarla. Pero la mayoría no quería hacerlo.

d. Su religión era externa, y no del corazón (Mat 23:23-28). Jesús les dijo que tenían que cambiar. Tenían que limpiar el corazón y acabar no solamente con el adulterio, el homicidio y el hurto, sino también con los malos pensamientos, la avaricia, la maldad, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia y la insensatez (Mar 7:21-23).

e. Pero la mayoría de los judíos no quería cambiar su religión ni su vida personal. Era un pueblo muy orgulloso y estaban satisfechos con su religión y con su forma de vida. Muchos se justificaban a sí mismos (Luc 16:15; Luc 18:11-12). Por eso, no querían cambiar; creían que eran muy religiosos, porque en algunas cosas iban aun más allá de lo que ley de Moisés requería. Habían inventado muchas tradiciones (reglamentos humanos) para aumentar su religiosidad (Mat 15:1-9), pero Jesús les dijo que tal religión era vana.

3. Otros cambios. Debe haber cambio de actitud, de disposición, de costumbres, y de amistades. Muchas veces se requiere cambio de empleo (o de negocio). Es necesario dejar algunos aspectos de la cultura porque están en conflicto con la enseñanza de Jesús.

D. Todo aquello que no está de acuerdo con la voluntad de Cristo debe ser «amputado» (Mat 5:29-30; Mat 18:8-9). Es necesario dejarlo para que no nos destruya.

E. El pensamiento principal de este texto es que es difícil arrepentirse o cambiar. Esta verdad se ve en toda la Biblia, de pasta a pasta. La obra principal de los profetas no era simplemente la de predecir el futuro, sino la de predicar el arrepentimiento y rogar al pueblo a que se volviera a Dios.

III. Otros aspectos de lo angosto del camino.

A. El camino es angosto porque requiere el bautismo. Mat 28:19; Mar 16:16. Muchos rechazan este mandamiento. Compárese Luc 7:30. Los «evangélicos» dicen que no es necesario para la salvación. No es un mandamiento popular. Está en conflicto con la voluntad humana y, por eso, se considera muy angosta la predicación que lo requiere.

B. Hay solamente un cuerpo (una iglesia). Dice Jesús (Mat 16:18), «edificaré mi iglesia»; dice Pablo (Efe 1:22-23) que la iglesia es el cuerpo de Cristo: «la iglesia, la cual es su cuerpo», y dice también que hay un solo cuerpo (Efe 4:4, «un cuerpo»). Por eso, el camino es angosto, porque no caben en el camino de Cristo las iglesias humanas.

C. Se requiere la santidad. 2Co 7:1, «perfeccionando la santidad en el temor de Dios». 1Ts 4:3, «pues la voluntad de Dios es vuestra santificación». Heb 12:14, «Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor». Es otra razón por la cual se dice que el camino es angosto, porque no todo el mundo quiere apartarse del pecado (santificarse).

D. Se requiere la sujeción al gobierno, Rom 13:1-8; 1Pe 2:13-17. Esta es otra restricción que no es popular.

IV. Espacioso es el camino que lleva a la perdición.

A. Es el camino fácil. Cada quien puede seguir practicando su propia voluntad. Puede seguir haciendo lo que le dé ganas.

1. En cuanto a religión y culto, cada quien puede escoger la iglesia que le convenga, y practicar el culto que le guste más.

2. En cuanto a la vida, en este camino las restricciones, prohibiciones, etc. son las del hombre, las de alguna religión falsa, las de la sociedad fluctuante. Todos pueden seguir sus propios impulsos, deseos e inclinaciones carnales. Todos pueden quedarse con sus vicios, con su mal genio, con todos los deseos y prácticas carnales. Caminan sin cuidado. Pueden vagar como se quiera. La filosofía es «comamos y bebamos, porque mañana moriremos», porque no creen en la resurrección de los muertos (1Co 15:32).

B. Muchos son los que entran por la puerta ancha. Es el camino popular. Hay muchos acompañantes. El lenguaje de los del camino ancho es, «Ven con nosotros… hallaremos riquezas de toda clase… echa tu suerte con nosotros; tengamos todos una bolsa» (Pro 1:11-14). No oyen la voz que dice, «No seguirás a los muchos para hacer mal» (Éxo 23:2; 1Co 15:33). Es camino muy atractivo, deseable y facilísimo. Tiene mucho que ofrecer. Hay muchos placeres.

C. Pero también hay una gran desventaja. Todo camino tiene su fin, su destino. A los caminantes en el camino ancho no les gusta pensar en esto. Su filosofía es «que termine donde terminare». Creen que el placer vale la pena, que pagarán después. Pero ¡qué precio tienen que pagar! El camino ancho lleva a la perdición eterna. No termina en la aniquilación, sino en la destrucción o ruina del alma. No se destruye el alma, sino el bienestar del alma.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

entrad por la puerta estrecha. Mat 3:2, Mat 3:8; Mat 18:2, Mat 18:3; Mat 23:13; Pro 9:6; Isa 55:7; Eze 18:27-32; Luc 9:33; Luc 13:24; Luc 13:25; Luc 14:33; Jua 10:9; Jua 14:6; Hch 2:38-40; Hch 3:19; 2Co 6:17; Gál 5:24.

porque ancha es la puerta. Gén 6:5, Gén 6:12; Sal 14:2, Sal 14:3; Isa 1:9; Rom 3:9-19; 2Co 4:4; Efe 2:2, Efe 2:3; 1Jn 5:19; Apo 12:9; Apo 13:8; Apo 20:3.

el camino que lleva a la perdición. Mat 25:41, Mat 25:46; Pro 7:27; Pro 16:25; Rom 9:22; Flp 3:19; 2Ts 1:8, 2Ts 1:9; 1Pe 4:17, 1Pe 4:18; Apo 20:15.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

La última parte del Sermón del monte presenta dos alternativas a la audiencia, y la forma de presentarlas es en una serie de contrastes: dos caminos (vv. Mat 7:13, Mat 7:14); dos árboles (vv. Mat 7:15-20); dos profesiones (vv. Mat 7:21-23); y dos cimientos (vv. Mat 7:24-29). Este era un método de enseñanza común, tanto en el pensamiento judío como en el greco-romano.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

ancho…espacioso: La gran mayoría de las personas en el mundo tiene la misma actitud de los escribas y fariseos. Creen en forma simplista que sus obras externas son lo que vale. Jesús da una interpretación muy diferente a la ley, la cual era la regla de vida para sus seguidores. Él la lleva al corazón y, al hacerlo así, elimina a muchos del gobierno de su Reino.

estrecho…pocos: Los pocos no ponen su confianza en las obras externas (1Co 3:12-15; 1Co 6:9-10).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Tanto la puerta estrecha como la ancha se ofrecen con vías para llegar al reino de Dios. La humanidad debe elegir entre estas dos vías. La puerta estrecha es la fe, únicamente en Cristo, constreñida y precisa. Esta representa la verdadera salvación según lo dispuesto por Dios, que conduce a la vida eterna. La puerta ancha representa a todas las religiones por obras y autojustificación, sin una única vía (Hch 4:12), pero conduce al infierno, no al cielo.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Esta sección final del Sermón del Monte es una aplicación del evangelio. Aquí encontramos dos puertas, dos caminos, dos destinos y dos grupos de personas (vv. Mat 7:13, Mat 7:14); dos tipos de árboles y dos tipos de fruto (vv. Mat 7:17-20); dos grupos a ser juzgados (vv. Mat 7:21-23); y dos tipos de constructores trabajando en dos tipos distintos de construcción (vv. Mat 7:24-28). Cristo dibuja, de la manera más clara posible, la línea entre el camino que conduce a la destrucción y el que conduce a la vida.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Mat 7:13-14, DOS PUERTAS, DOS CAMINOS, DOS DESTINOS
Introducción:
A. Un texto semejante es Luc 13:23-24, «Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo: Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán».
B. Todos tienen que escoger entre las dos puertas, entre los dos caminos, y entre los dos destinos. Todos están en la encrucijada y tienen que escoger su camino. Deu 30:15; Deu 30:19 «Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal… he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia».
C. ¿A qué se refiere Jesús? Su enseñanza, comenzando con el Sermón del Monte, se compara con una puerta estrecha y un camino angosto. Isaías (35:8) profetizó diciendo, «Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad». Lucas se refiere a este camino en Hch 9:2; Hch 18:26; Hch 19:9; Hch 19:23; Hch 22:4; Hch 24:14; Hch 24:22.
I. ¿Por qué dice «estrecha» y «angosto»?
A. Estas palabras indican la dificultad. Enseñan que es difícil ser discípulo de Cristo. Es imposible dar otro sentido a estos términos. Su significado es obvio. No es fácil obedecer tales textos como Mat 5:22-24; Mat 5:28; Mat 5:33-37; Mat 5:38-48. Pregunte al joven rico si el camino es angosto o ancho. ¿Quién puede leer Mat 10:34-37 y concluir que es fácil ser discípulo de Cristo? Pregunte a los apóstoles si era fácil «dejar todo» y seguir a Jesús.
B. Luc 13:23, «Esforzaos a entrar». » AGONIZOMAI, luchar (castellano, agonizar)». Se traduce «luchar» en 1Co 9:25, «todo aquel que lucha, de todo se abstiene»; «luchar como en una competición, forzando todos y cada uno de los nervios para alcanzar el objetivo, Luc 13:24; dar el todo en el esfuerzo, involucrando penalidades, Col 1:29». Se traduce «pelear» en 1Ti 6:12, «Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna». También en 2Ti 4:7, «he peleado la buena batalla». Vemos, pues, que el Nuevo Testamento emplea términos relacionados con las carreras y aun con la guerra para enfatizar lo serio y lo intenso del conflicto contra Satanás y, por lo tanto, lo difícil de ser incluido entre los pocos que se salvan. ¿Cuántas personas quieren esforzarse tanto, como para correr una carrera, o aun para pelear como soldados en una guerra?
C 1Co 9:27, «golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre». Pablo emplea términos del boxeo para indicar lo intenso de la lucha para ser salvos. Es lucha entre la carne y el Espíritu (Rom 8:6-7; Gál 5:17).
D 1Pe 4:18, «Si el justo con dificultad se salva, ¿en dónde aparecerá el impío y el pecador?» La Biblia dice claramente que con dificultad el justo se salva. No dice que es «fácil» ser cristiano. Es camino angosto.
E. ¿Por qué, pues, dice Cristo (Mat 11:30) que «mi yugo es fácil, y ligera mi carga»? Y ¿por qué dice Juan que «sus mandamientos no son gravosos»? (1Jn 5:3). En primer lugar, obsérvese que Cristo habla de su yugo, como también de su carga. Su «yugo» se refiere a su autoridad; debemos someternos completamente a ella. Su «carga» son sus mandamientos, los cuales no son gravosos, pero El requiere una justicia mayor que la de los escribas y fariseos (Mat 5:20; Mat 23:4). El requiere servicio que procede del corazón puro, y no solamente los actos externos. Pero su servicio es agradable. El es Maestro exigente, pero también bondadoso. No es abusivo. No maltrata a sus seguidores. El maestro abusivo es el pecado.
II. La puerta es estrecha y el camino angosto porque tenemos que cambiar.
A. Mat 16:24; Luc 9:23, «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz (cada día), y sígame». Es muy difícil someter nuestra voluntad a la voluntad de otro, aun a la voluntad de Dios. Todo el mundo quiere hacer su propia voluntad. Quiere hacer lo que él mismo quiere hacer. El trabajo principal de criar hijos es el de sujetar la voluntad de ellos a la voluntad de sus padres (Efe 6:1-4). Otro problema grande en el hogar es que la mujer no quiere sujetar su voluntad a la voluntad del marido (Efe 5:22-24). Cristo nos dejó el ejemplo de aprender la obediencia (Heb 5:8). En Getsemaní El dijo, «Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú» (Mat 26:39). El significado básico de la palabra «manso» es la sujeción a la voluntad y al control de Dios.
B. Requiere el arrepentimiento, que significa cambiar.
1. El mandamiento básico predicado por Juan el Bautista (Mat 3:2) y por Jesús (Mat 4:17) era el arrepentimiento. Cuando Jesús comenzó a predicar el evangelio del reino (Mat 4:23), El insistía en que los judíos tenían que cambiar, y les era muy difícil cambiar. Jesús dijo en Luc 13:3; Luc 13:5, «si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente». Dijo a Nicodemo (Jua 3:3; Jua 3:5) que tenía que nacer otra vez. Es decir, tenía que comenzar su vida otra vez como si fuera un infante, apenas comenzando a vivir.
2. Cuando Jesús murió y resucitó, entregó el mandamiento a los apóstoles de que «se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados» (Luc 24:47). El libro de Hechos dice que lo hicieron.
3. Obsérvese cómo se predicó el arrepentimiento según Hechos de los Apóstoles : Hch 2:38, «Arrepentíos y bautícese»… Hch 8:22, «Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios»… Hch 17:30, «Ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan». Tanto judíos como gentiles tenían que cambiar. Tenían que dejar el judaísmo, el paganismo, la filosofía humana, la superstición, y toda forma de sabiduría humana. Para el judío el evangelio era tropezadero, y para el griego era locura porque chocaba con sus ideas humanas.
4. Obsérvese cómo las cartas del Nuevo Testamento enseñan el arrepentimiento: Rom 2:4, «su benignidad te guía al arrepentimiento»; 2Co 7:10, «la tristeza… produce arrepentimiento para salvación»; 2Pe 3:9, Dios no quiere «que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento»; Apo 2:5 dice Jesús a la iglesia de Efeso, «Arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar».
C. ¿Cambiar de qué manera?
1. De carácter. Léase Mat 5:1-10, las bienaventuranzas. Con estas palabras Jesús comenzó el Sermón del Monte. Con estas palabras El explicó a los judíos y explica a nosotros cómo tenemos que cambiar. Hay que haber cambio de corazón (Mat 5:8; Mat 5:22; Mat 5:28; Mat 5:44; Mat 12:34; Mat 15:19). Tenemos que cambiar, dejando todas las características carnales de la vida pasada para desarrollar un carácter espiritual. Con las bienaventuranzas Jesús introduce el tema que es dominante en todo el Nuevo Testamento de que los verdaderos discípulos de Jesús son aquellos que van transformándose a la imagen de Jesús (Rom 8:29; Rom 12:1-2; 2Co 3:18; Gál 4:19; Efe 4:23-24; Col 3:10; 2Pe 1:4, etc.). Este proceso es difícil. Es necesario meditar a diario en las cualidades o características divinas, y esforzarnos para que lleguen a ser las características de nuestras vidas. ¿Cómo es el reino? ¿Cómo son los ciudadanos del reino de Dios? En Mat 5:1-10 Jesús describe las características de los que pueden entrar en el reino de los cielos: los pobres en espíritu (los que reconocen sus faltas), los que lloran (por sus pecados), los mansos (los que están sujetos al control de Dios), los que tienen hambre y sed de justicia, los misericordiosos, los de limpio corazón, los pacificadores (los que hacen paz con Dios y con los hombres por medio del evangelio de paz), y los que sufren por causa de Cristo. ¿Cuántos quieren poseer estas cualidades? Pocos. ¿Por qué? Porque tienen que humillarse y someterse a la voluntad del Señor para desarrollar este carácter (el de Cristo), y la mayoría no lo quiere hacer.
2. De religión. La ley de Moisés que era «ayo» (tutor, guardián) para llevar a los judíos a Jesús fue cumplida cuando Jesús murió en la cruz (Col 2:14). Comenzando el día de Pentecostés (Hch 2:1-47) los judíos deberían dejar la religión antigua (la de la ley de Moisés) y aceptar el evangelio.
a. Hubo cambio de culto. Hubo cambio de ley (Heb 7:12). Ya no se enseña el diezmo, y no se usan instrumentos mecánicos de música en el culto.
b. Vemos en Mat 5:32; Mat 19:9 que la enseñanza de Jesús es distinta de la ley de Moisés sobre el matrimonio y el divorcioy segundas nupcias. Actualmente hay muchas parejas que están mal en su matrimonio según lo que dice Jesús en estos textos: «cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera». Es muy difícil disolver tal unión, pero si alguna pareja está cometiendo adulterio por no tener el derecho de unirse en matrimonio, ¡desde luego tiene que dejar de cometer adulterio! Algunos lo hacen, pero la mayoría no quiere cambiar.
c. Además, los judíos habían inventado muchas tradiciones para aumentar su piedad, pero la religión de ellos era humana y vana y tenían que dejarla. Pero la mayoría no quería hacerlo.
d. Su religión era externa, y no del corazón (Mat 23:23-28). Jesús les dijo que tenían que cambiar. Tenían que limpiar el corazón y acabar no solamente con el adulterio, el homicidio y el hurto, sino también con los malos pensamientos, la avaricia, la maldad, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia y la insensatez (Mar 7:21-23).
e. Pero la mayoría de los judíos no quería cambiar su religión ni su vida personal. Era un pueblo muy orgulloso y estaban satisfechos con su religión y con su forma de vida. Muchos se justificaban a sí mismos (Luc 16:15; Luc 18:11-12). Por eso, no querían cambiar; creían que eran muy religiosos, porque en algunas cosas iban aun más allá de lo que ley de Moisés requería. Habían inventado muchas tradiciones (reglamentos humanos) para aumentar su religiosidad (Mat 15:1-9), pero Jesús les dijo que tal religión era vana.
3. Otros cambios. Debe haber cambio de actitud, de disposición, de costumbres, y de amistades. Muchas veces se requiere cambio de empleo (o de negocio). Es necesario dejar algunos aspectos de la cultura porque están en conflicto con la enseñanza de Jesús.
D. Todo aquello que no está de acuerdo con la voluntad de Cristo debe ser «amputado» (Mat 5:29-30; Mat 18:8-9). Es necesario dejarlo para que no nos destruya.
E. El pensamiento principal de este texto es que es difícil arrepentirse o cambiar. Esta verdad se ve en toda la Biblia, de pasta a pasta. La obra principal de los profetas no era simplemente la de predecir el futuro, sino la de predicar el arrepentimiento y rogar al pueblo a que se volviera a Dios.
III. Otros aspectos de lo angosto del camino.
A. El camino es angosto porque requiere el bautismo. Mat 28:19; Mar 16:16. Muchos rechazan este mandamiento. Compárese Luc 7:30. Los «evangélicos» dicen que no es necesario para la salvación. No es un mandamiento popular. Está en conflicto con la voluntad humana y, por eso, se considera muy angosta la predicación que lo requiere.
B. Hay solamente un cuerpo (una iglesia). Dice Jesús (Mat 16:18), «edificaré mi iglesia»; dice Pablo (Efe 1:22-23) que la iglesia es el cuerpo de Cristo: «la iglesia, la cual es su cuerpo», y dice también que hay un solo cuerpo (Efe 4:4, «un cuerpo»). Por eso, el camino es angosto, porque no caben en el camino de Cristo las iglesias humanas.
C. Se requiere la santidad. 2Co 7:1, «perfeccionando la santidad en el temor de Dios». 1Ts 4:3, «pues la voluntad de Dios es vuestra santificación». Heb 12:14, «Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor». Es otra razón por la cual se dice que el camino es angosto, porque no todo el mundo quiere apartarse del pecado (santificarse).
D. Se requiere la sujeción al gobierno, Rom 13:1-8; 1Pe 2:13-17. Esta es otra restricción que no es popular.
IV. Espacioso es el camino que lleva a la perdición.
A. Es el camino fácil. Cada quien puede seguir practicando su propia voluntad. Puede seguir haciendo lo que le dé ganas.
1. En cuanto a religión y culto, cada quien puede escoger la iglesia que le convenga, y practicar el culto que le guste más.
2. En cuanto a la vida, en este camino las restricciones, prohibiciones, etc. son las del hombre, las de alguna religión falsa, las de la sociedad fluctuante. Todos pueden seguir sus propios impulsos, deseos e inclinaciones carnales. Todos pueden quedarse con sus vicios, con su mal genio, con todos los deseos y prácticas carnales. Caminan sin cuidado. Pueden vagar como se quiera. La filosofía es «comamos y bebamos, porque mañana moriremos», porque no creen en la resurrección de los muertos (1Co 15:32).
B. Muchos son los que entran por la puerta ancha. Es el camino popular. Hay muchos acompañantes. El lenguaje de los del camino ancho es, «Ven con nosotros… hallaremos riquezas de toda clase… echa tu suerte con nosotros; tengamos todos una bolsa» (Pro 1:11-14). No oyen la voz que dice, «No seguirás a los muchos para hacer mal» (Éxo 23:2; 1Co 15:33). Es camino muy atractivo, deseable y facilísimo. Tiene mucho que ofrecer. Hay muchos placeres.
C. Pero también hay una gran desventaja. Todo camino tiene su fin, su destino. A los caminantes en el camino ancho no les gusta pensar en esto. Su filosofía es «que termine donde terminare». Creen que el placer vale la pena, que pagarán después. Pero ¡qué precio tienen que pagar! El camino ancho lleva a la perdición eterna. No termina en la aniquilación, sino en la destrucción o ruina del alma. No se destruye el alma, sino el bienestar del alma.

Fuente: Notas Reeves-Partain

LAS ENCRUCIJADAS DE LA VIDA

Mateo 7:13-14

Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta de acceso, y amplio el camino que conduce a la desgracia, y hay muchos que pasan por ellos; pero estrecha es la puerta, y difícil el camino que conduce a la vida, y son pocos los que los encuentran.

La vida tiene siempre una cierta cualidad dramática; porque, como se ha dicho: «Todas las posibilidades se concentran en las encrucijadas.» En cualquier instante de la vida, la persona se enfrenta con una alternativa; y no puede nunca evitar el tener que elegir, porque no se puede quedar parado. Tiene que seguir un camino u otro. Por eso, siempre ha sido una de las supremas misiones de las grandes personalidades de la Historia el confrontar a las gentes con la elección inevitable. Cuando se le acercaba el fin, Moisés le dijo al pueblo: «Fíjate que te he puesto delante hoy la vida y el bien, y la muerte y el mal… escoge la vida, para que podáis vivir tú, y tu descendencia» (Dt 30:15-20 ). Cuando Josué estaba deponiendo su liderato de la nación al final de su vida, les presentó la misma alternativa: «Escoged hoy a quién vais a servir» (Jos 24:15 ). Jeremías oyó la voz de Dios que le decía: «Y a este pueblo dirás: Así dice el Señor: Mirad, Yo os presento el camino de la vida, y el camino de la muerte» (Jer 21:8 ).

Esta es la alternativa que Jesús nos presenta en este pasaje. Hay un camino espacioso y fácil, y son muchos los que lo siguen; pero acaba en desgracia. Hay otro camino, estrecho y difícil, y son pocos los que lo recorren; pero su destino es la vida. Cebes, el discípulo de Sócrates, escribe en Tabula: «¿Ves una puertecita, y un camino al otro lado de la puerta que no está muy transitado, sino con pocos viajeros? Ese es el que conduce a la verdadera instrucción.» Examinemos las diferencias entre los dos caminos.

(i) Hay una diferencia entre el camino difícil y el camino fácil. No hay camino fácil que conduzca a la grandeza; la grandeza es siempre el resultado del esfuerzo. El antiguo poeta griego Hesíodo escribe: «La maldad se puede tener en abundancia fácilmente; suave es la carretera, y vive muy cerca; pero delante de la virtud han puesto el sudor los dioses inmortales.» Epicarmo dijo: «Los dioses nos exigen esfuerzo como el precio de todas las cosas buenas.» «Bellaco -advierte-, no aspires a las cosas fáciles, no sea que heredes las difíciles.»

Una vez Edmund Burke hizo un gran discurso en la Cámara de los Comunes. Después se vio a su hermano Richard Burke sumido en profundos pensamientos. Le preguntaron en qué estaba pensando, y contestó: «Estaba preguntándome cómo es que Ned se las ha agenciado para monopolizar todos los talentos de nuestra familia; y entonces me acordé de que, cuando estábamos jugando, él estaba estudiando o trabajando.» Aun cuando se hace algo con una apariencia de facilidad, esa facilidad es el producto de una labor concentrada y constante. La habilidad del maestro al piano, o del campeón en el campo de golf no se adquirió sin sudor y lágrimas. No ha habido nunca otro camino a la grandeza que el del trabajo y el esfuerzo, y lo que prometa un camino más fácil es una fantasía y una red.

(ii) Hay una diferencia entre el camino largo y el corto. Rara vez surge nada completo y perfecto en un abrir y cerrar de ojos, pero mucho más a menudo la grandeza es el resultado de una larga labor y una constante atención al detalle. Horacio, en El arte poética, aconseja a Pisón que, cuando escriba algo, lo tenga a mano nueve años antes de publicarlo. Cuenta que un alumno le llevaba artículos al famoso crítico Quintilio. Este decía: «Ráspalo. No se ha trabajado debidamente. Devuélvelo al fuego y al yunque.» La Eneida de Virgilio le tuvo ocupado los últimos diez años de su vida; y, cuando estaba muriendo, la habría destruido, porque le parecía tan imperfecta, si no se lo hubieran impedido sus amigos. La República de Platón empieza con una sencilla frase: «Bajé al Pireo ayer con Glauco, el hijo de Aristón, para ofrecerle una oración a la diosa.» En el manuscrito autógrafo de Platón hay no menos de trece versiones diferentes de esa frase inicial. El gran escritor había trabajado en arreglo tras arreglo para conseguir la cadencia exactamente a punto. La Elegy written in a Country Churchyard de Thomas Gray es uno de los poemas inmortales. Lo empezó el verano de 1742; por último empezó a circular privadamente el 12 de junio de 1750. Su perfección lapidaria le había tenido ocupado ocho años. Nadie ha llegado jamás a una obra maestra por un atajo. En este mundo tenemos que enfrentarnos constantemente con el camino corto, que promete resultados inmediatos, y el camino largo, cuyos resultados están en la lejanía. Pero las cosas duraderas nunca se hacen de prisa; el mejor camino resulta ser el más largo.

(iii) Hay una diferencia entre el camino disciplinado y el indisciplinado. Nada se ha conseguido nunca sin disciplina, y muchos atletas y otras personas no han llegado a nada porque han abandonado la disciplina y se han ido ablandando. Coleridge es la suprema tragedia de la indisciplina. Nunca hubo una mente tan grande que produjera tan poco. Salió de la Universidad de Cambridge para irse al ejército; dejó el ejército porque, a pesar de su erudición, no sabía cepillar un caballo; volvió a Oxford, y salió sin ningún título. Empezó a publicar un periódico llamado The Watchman, que vivió diez Números y murió. Se ha dicho de él: «Se perdía en visiones de trabajos que había que hacer, que siempre estaban por hacer. Coleridge tenía todos los dones de la poesía menos uno: el del esfuerzo mantenido y concentrado.» Tenía toda clase de libros en la mente, como él mismo decía: «Sólo a falta de escribirlos.» «Estoy en vísperas decía- de mandar a la imprenta dos volúmenes en octavo.» Pero los libros no existían nada más que en la mente de Coleridge, porque no podía someterse a la disciplina de sentarse a escribirlos. Nadie ha llegado nunca a la eminencia, y si la ha alcanzado no la ha mantenido, sin disciplina.

(iv) Hay una diferencia entre el camino meditado y el improvisado. Aquí llegamos al corazón de la cuestión. Nadie tomaría el camino fácil, corto e indisciplinado… si simplemente se lo pensara un poco. Cualquier cosa de este mundo tiene dos aspectos: lo que parece al momento, y lo que parecerá en el tiempo por venir. El camino fácil puede que parezca muy seductor al momento, y el camino difícil, descorazonador. La única manera de tener claros nuestros valores es ver, no el principio, sino el fin del camino; ver las cosas, no a la luz del tiempo, sino de la eternidad.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Discipulado verdadero o falso (cf. Luc. 13:24; 6:43-46; 13:25-27; 6:47-49). Estos cuatro contrastes entre lo verdadero y lo falso concluyen el discurso. La división entre lo verdadero y lo falso se hace en puntos diferentes de las cuatro escenas, de manera que todo el complejo forma una ba-se penetrante para la autoevaluación.

Primero (13, 14), dan un franco contraste entre los que son salvos y los perdidos; las dos puertas y los dos caminos conducen respectivamente a la perdición y a la vida. El verdadero discipulado es una posición de minorías, es un asunto de deliberadamente tomar la opción de no andar con la corriente, sino que es un asunto de vida o muerte.

Segundo (15-20), sigue una división más sutil, que cae dentro del grupo de los que profesan ser discípulos. Los falsos profetas se presentan como aquellos que pertenecen al grupo (están vestidos de ovejas), sin embargo, su intención es destruir (lobos rapaces). Así que no toda la supuesta profecía puede aceptarse según su apariencia; debe ser probada. La prueba no es lo que dice el profeta sino su fruto. El significado de fruto no se especifica, pero la metáfora ocurre varias veces en Mat. para indicar una conducta que es genuinamente agradable a Dios (cf. 3:8-10; 12:33-37; 21:43).

Tercero (21-23), y merecedores de mayor escrutinio, se nos presentan a aquellos que aparentemente se creen discípulos genuinos y que apelan a sus actividades carismáticas para comprobarlo, pero que resultan no tener una verdadera relación con el Señor ante quien apelan. Los profetas falsos del v. 15 eran engañadores, pero éstos se engañan a sí mismos. Su aceptación no depende de su profesión, ni siquiera de su aparente actividad cristiana, sino de si Jesús los conoce. Nótese la extraordinaria autoridad que él asume como juez; entrar al reino de los cielos depende de su reconocimiento y consiste en estar con él.

Finalmente (24-27), sale otra división basada en la conducta. Tanto los prudentes como los insensatos se describen como el que oye mis palabras; la diferencia está en hacerlas (cf. el fruto de los vv. 16-20). Además, esta división abarca a los que pertenecen al círculo de Jesús. Toda esta sección final del discurso nos deja incómodos ante la demanda de considerar no sólo lo que profesamos, sino si se basa en una relación genuina con Jesús que re sulta en una vida de verdadero discípulo.

Notas. 15 Los falsos profetas son conocidos tanto en el AT como el NT. Cf. Deut. 13:1-5; Jer. 23:9-32; Mat. 24:11, 24; 1 Juan 4:1-3. 21 Señor traduce kyrios, hasta aquí usado sólo como un título para Dios. En el vocabulario diario gr. era un término normal para saludar cortésmente y así se usa comúnmente en los Evangelios. Aquí, sin embargo, se usa claramente como una señal de lealtad, aun de adoración. 22 En aquel día se refiere al juicio final.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

NOTAS

(1) O: “aniquilación”. Gr.: a·pó·lei·an.

REFERENCIAS CRUZADAS

o 301 Luc 13:24

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

13 (1) La séptima y última sección de la promulgación del Rey, los vs.13-29, tiene que ver con la base de la vida y obra del pueblo del reino.

13 (2) Lit., desvía. Así también en el versículo siguiente.

13 (3) Aquí destrucción no se refiere a la perdición de la persona misma, sino a la destrucción de sus hechos y de su obra ( 1Co_3:15).

13 (a) Luc_13:24

13 (b) Heb_10:39

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

En estos versículos, fíjense en los dos caminos (Mat 7:13-14), los dos árboles (Mat 7:15-20), las dos profesiones (Mat 7:21-23), y los dos constructores (Mat 7:24-29). Los «dos caminos» era un método de enseñanza muy en boga en el judaísmo y la filosofía grecorromana.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

B124 El participio de presente οἱ εἰσερχόμενοι tiene un sentido genérico y se refiere a una clase distinta de personas (comp. οἱ εὑρίσκοντες en el v. 14): los que están entrando por ésta.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

O, destrucción

Fuente: La Biblia de las Américas