Biblia

Comentario de Mateo 8:7 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Mateo 8:7 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Y le dijo: —Yo iré y le sanaré.

8:7, 8 Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré.— No dijo, “Yo iré y trataré de sanarle”. La venida de Jesús al mundo no era ninguna clase de “experimento”. No vino para ver si podía vivir sin pecar, y no vino para ver si podía sanar enfermos, etc.

— Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; — Aunque él había edificado una sinagoga para los judíos, el no tuvo “más alto concepto de sí que el que debe tener” (Rom 12:3). Si hubiera edificado 100 sinagogas, podría haber dicho la misma cosa, “no soy digno”. Aquí está un personaje muy excepcional, pues a pesar de su posición exaltada en el servicio militar, no se sentía digno de que un judío, un carpintero llamado Jesús de Nazaret, entrara bajo su techo. Reconocía que Jesús era muy superior a él. Lamentablemente la mayoría de los hombres (mayormente los elevados de este mundo, los ricos, los que ocupan puestos elevados en el gobierno, etc.) no comparten la humildad del centurión. El reconocía lo que todos deben reconocer: que nadie es digno de recibir las bendiciones que trajo Jesús. Todos deben imitar al publicano de Luc 18:13 (“Dios, sé propicio a mí, pecador”). Debemos recordar esto siempre que nos acerquemos a Dios.

— solamente di la palabra, y mi criado sanará.— El no sólo creía en la autoridad de Jesús, sino también que Jesús podía sanar aun de lejos. El oficial del rey que quería que Jesús sanara a su hijo, “vino a él y le rogó que descendiese ” para sanar a su hijo (Jua 4:46-47), pero este centurión dijo que no era necesario que Jesús fuera a su casa. “Señor, no te molestes” (Luc 7:6).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Yo iré y le sanaré. Mat 9:18, Mat 9:19; Mar 5:23, Mar 5:24; Luc 7:6.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

8:7, 8 Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré.- No dijo, “Yo iré y trataré de sanarle”. La venida de Jesús al mundo no era ninguna clase de “experimento”. No vino para ver si podía vivir sin pecar, y no vino para ver si podía sanar enfermos, etc.
— Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; — Aunque él había edificado una sinagoga para los judíos, el no tuvo “más alto concepto de sí que el que debe tener” (Rom 12:3). Si hubiera edificado 100 sinagogas, podría haber dicho la misma cosa, “no soy digno”. Aquí está un personaje muy excepcional, pues a pesar de su posición exaltada en el servicio militar, no se sentía digno de que un judío, un carpintero llamado Jesús de Nazaret, entrara bajo su techo. Reconocía que Jesús era muy superior a él. Lamentablemente la mayoría de los hombres (mayormente los elevados de este mundo, los ricos, los que ocupan puestos elevados en el gobierno, etc.) no comparten la humildad del centurión. El reconocía lo que todos deben reconocer: que nadie es digno de recibir las bendiciones que trajo Jesús. Todos deben imitar al publicano de Luc 18:13 (“Dios, sé propicio a mí, pecador”). Debemos recordar esto siempre que nos acerquemos a Dios.
— solamente di la palabra, y mi criado sanará.- El no sólo creía en la autoridad de Jesús, sino también que Jesús podía sanar aun de lejos. El oficial del rey que quería que Jesús sanara a su hijo, “vino a él y le rogó que descendiese ” para sanar a su hijo (Jua 4:46-47), pero este centurión dijo que no era necesario que Jesús fuera a su casa. “Señor, no te molestes” (Luc 7:6).

Fuente: Notas Reeves-Partain

iré… Lit. habiendo ido.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Lit. habiendo ido.

Fuente: La Biblia Textual III Edición