Biblia

Comentario de Mateo 9:17 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Mateo 9:17 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Tampoco echan vino nuevo en odres viejos, porque los odres se rompen, el vino se derrama, y los odres se echan a perder. Más bien, echan vino nuevo en odres nuevos, y ambos se conservan.

9:17 Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente. Un odre es “un cuero cosido y empegado que sirve para contener vino, aceite, etc.” Los odres viejos se perderían por causa de la fermentación del vino nuevo. Esta segunda ilustración refuerza la primera. Al usar estas dos figuras Jesús no se refiere a agregar el evangelio a la ley de Moisés, porque Luc 5:39 dice, “Y ninguno que beba del añejo, quiere luego el nuevo; porque dice: El añejo es mejor”; así pues, si esta figura se aplicara de esa manera, la conclusión sería que la ley de Moisés era mejor que la ley de Cristo. Lo que enseñan estas figuras es que Jesús no obligó a sus discípulos a practicar los ayunos prescritos por la tradición de los judíos. “Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe” (Mat 11:19). “Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido” (Jua 15:11). La religión de Jesús no se compara con un funeral, sino con una boda. Aun en medio de persecución severa los apóstoles se regocijaron (Hch 5:40-41; Hch 16:25). Flp 4:4, “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!”

La palabra evangelio significa buenas nuevas, y trae al mundo gran gozo. Es cierto que trae conflictos y persecuciones (Mat 5:10-12; Mat 10:34-37, etc.), pero es el mensaje de salvación del alma del pecado y del castigo eterno.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

ni hechan vino nuevo en odres viejos. Jos 9:4; Job 32:19; Sal 119:83.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

VINO NUEVO EN ODRES VIEJOS. Los comentaristas han interpretado este versículo de diversas maneras. Sobresalen dos opiniones al respecto.

(1) El «vino nuevo» era jugo de uva puro. Cuando comenzaba a fermentarse, los odres nuevos se dilataban y no se rompían, mientras que los odres viejos se rompían. El «vino nuevo» representaba al evangelio como cambio fermentador que no podían contener las antiguas formas del judaísmo. Sin embargo, esta opinión es discutible porque quienes conocen el proceso de fermentación afirman que incluso el más nuevo y fuerte de los odres, si se cerrara herméticamente, se reventaría por el efecto violento de la fermentación (véase Job 32:19).

(2) Una segunda interpretación considera que la parábola pone énfasis en la importancia de conservar tanto el vino nuevo como los odres nuevos (v. Mat 9:17).

(a) El «vino nuevo» era jugo de uva puro sin fermentar que representa el mensaje salvador original de Jesucristo y el poder del Espíritu Santo derramado el día de Pentecostés. El interés dominante de Jesús era que se preservaran de todo cambio, corrupción o pérdida el evangelio original y el poder redentor del Espíritu Santo. Esta interpretación está respaldada por el interés de Cristo en que el evangelio (vino nuevo) no sea alterado por las enseñanzas (levadura) de los fariseos y del judaísmo (siendo la levadura un agente de fermentación o alteración), cf. Mat 16:6; Mat 16:12; Éxo 12:19; 1Co 5:7).

(b) En la antigüedad, con el fin de conservar la dulzura de jugo por largo tiempo, se colaba o se hervía el jugo, se embotellaba y se colocaba en un ambiente de temperatura fresca (véanse los ARTÍCULOs EL VINO EN LA ÉPOCA DEL NUEVO TESTAMENTO [1], P. 1400. [Luc 7:33-34], y [2], P. 1452. [Jua 2:11]). Se requerían odres nuevos porque estaban libres de toda materia residual de fermentación tales como Las células maduras de levadura. Si se colocaba en odres viejos, el vino nuevo comenzaba a fermentarse más fácilmente debido a las células de levadura que quedaban en los odres viejos. Esa fermentación causaba la pérdida tanto del nuevo vino como de los odres (que se reventaban por la presión). Columela, la gran autoridad romana sobre agricultura en el siglo I d.C., escribió que a fin de conservar el vino nuevo «siempre dulce» hay que ponerlo en un reciente nuevo y herméticamente cerrado (De re rustica, tomo XII).

VINO NUEVO… SE CONSERVAN. Con esto Cristo hace énfasis en la conservación del vino nuevo por tanto tiempo como sea posible (véase la nota anterior). Para un estudio sobre los diversos métodos empleados en los tiempos bíblicos para conservar el vino en estado dulce y fermentado, véanse los ARTÍCULOs EL VINO EN LA ÉPOCA DEL NUEVO TESTAMENTO (1), P. 1400. [Luc 7:33-34], y

(2), P. 1452. [Jua 2:11].

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

vino nuevo en odres viejos. Las pieles de los animales eran utilizadas en la fermentación del vino por su elasticidad. Una vez que el vino fermentaba, la presión subía estirando el odre. Una piel previamente estirada carecería de elasticidad y podría romperse, estropeando tanto el vino como el odre. Jesús usa esto como una ilustración para enseñar que las formas de los antiguos rituales, como la practica del ayuno celebrada por los fariseos y los discípulos de Juan, no estaba ajustada al vino nuevo de los tiempos del nuevo pacto (cp. Col 2:17). En ambas analogías (vv. Mat 9:16-17) el Señor estaba diciendo que lo que los fariseos hacían en el ayuno y en otros rituales no formaba parte del evangelio.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

9:17 Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente. Un odre es “un cuero cosido y empegado que sirve para contener vino, aceite, etc.” Los odres viejos se perderían por causa de la fermentación del vino nuevo. Esta segunda ilustración refuerza la primera. Al usar estas dos figuras Jesús no se refiere a agregar el evangelio a la ley de Moisés, porque Luc 5:39 dice, “Y ninguno que beba del añejo, quiere luego el nuevo; porque dice: El añejo es mejor”; así pues, si esta figura se aplicara de esa manera, la conclusión sería que la ley de Moisés era mejor que la ley de Cristo. Lo que enseñan estas figuras es que Jesús no obligó a sus discípulos a practicar los ayunos prescritos por la tradición de los judíos. “Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe” (Mat 11:19). “Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido” (Jua 15:11). La religión de Jesús no se compara con un funeral, sino con una boda. Aun en medio de persecución severa los apóstoles se regocijaron (Hch 5:40-41; Hch 16:25). Flp 4:4, “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!”
La palabra evangelio significa buenas nuevas, y trae al mundo gran gozo. Es cierto que trae conflictos y persecuciones (Mat 5:10-12; Mat 10:34-37, etc.), pero es el mensaje de salvación del alma del pecado y del castigo eterno.

Fuente: Notas Reeves-Partain

REFERENCIAS CRUZADAS

v 384 Mar 2:22; Luc 5:37; Luc 5:38

w 385 Job 32:19

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

los odres se revientan. El vino nuevo se dilata durante la fermentación. Los odres nuevos pueden dilatarse durante este proceso sin romperse, pero los odres viejos que ya se han dilatado a lo máximo, se revientan.

Fuente: La Biblia de las Américas

17 (1) La palabra griega que aquí se traduce nuevo significa nuevo con respecto al tiempo, reciente, recién adquirido. Aquí el vino nuevo representa a Cristo como la vida nueva, lleno de vigor, que entusiasma a la gente. El Salvador real no sólo es el Novio del pueblo del reino para que ellos lo disfruten, sino también su vestido nuevo, él cual los equipa y capacita para que asistan a la boda. Además, El es la nueva vida que los estimula interiormente para que le disfruten como su Novio. El, como el Rey celestial, es el Novio para el disfrute del pueblo del reino, y Su reino celestial es la fiesta de bodas (22:2), donde ellos le disfrutarán. Para disfrutarlo como el Novio en la fiesta del reino, ellos lo necesitan como su vestido nuevo exteriormente y como su vino nuevo interiormente.

17 (2) Los odres viejos representan las prácticas religiosas, como por ejemplo el ayuno que guardaban los fariseos, quienes pertenecían a la religión antigua, y los discípulos de Juan, que pertenecían a la religión nueva. Todas las religiones son odres viejos. El vino nuevo echado en odres viejos revienta los odres con el poder de su fermentación. Echar vino nuevo en odres viejos es poner a Cristo, la vida estimulante, en cualquier clase de religión. Esto es lo que los llamados fundamentalistas y los pentecostales practican hoy en día. Tratan de circunscribir a Cristo en sus varias formas de rituales, formalidades y prácticas religiosas. El pueblo del reino nunca debe hacer esto. Ellos deben echar el vino nuevo en odres nuevos.

17 (3) La palabra griega que aquí se traduce nuevos, significa nuevo en cuanto a naturaleza, cualidad o forma; no estrenado, ni usado; por lo tanto, nuevo o fresco. Los odres nuevos representan la vida de la iglesia en las iglesias locales como el recipiente del vino nuevo, el cual es Cristo, mismo como la vida que alegra a la gente. Las personas que pertenecen al reino son edificadas como la iglesia (16:18), y la iglesia es expresada por medio de las iglesias locales, en las cuales viven las personas que pertenecen al reino (18:15-20). Estas son personas regeneradas, que constituyen el Cuerpo de Cristo y llegan a ser la iglesia (Rom 12:5; Efe 1:22-23). El Cuerpo de Cristo, como Su plenitud, también es llamado «el Cristo» 1Co 12:12), que se refiere al Cristo corporativo. El Cristo individual es el vino nuevo, la vida interior estimulante, y el Cristo corporativo es el odre nuevo, el recipiente exterior que contiene el vino nuevo. Para el pueblo del reino, lo importante no es ayunar ni observar ninguna otra práctica religiosa, sino la vida de la iglesia donde Cristo es el contenido. Cristo no vino para establecer una religión terrenal llena de rituales, sino para establecer un reino celestial de vida. El no está estableciendo tal reino con prácticas religiosas y muertas, sino consigo mismo, la persona viviente, como el Salvador, el Médico, el Novio, el paño no abatanado, y el vino nuevo para Sus seguidores a fin de que lo disfruten a Él en plenitud, con el propósito de que ellos sean el odre nuevo que lo contenga y los constituyentes de Su reino.

17 (a) Jos_9:4

17 (b) Job_32:19

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

R1025 Εἰ δὲ μήγε es una frase tan fija que aparece aun cuando la oración que precede es negativa; significa: de otra manera.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

I.e., cueros usados como recipientes

Lit., y si no

Fuente: La Biblia de las Américas