Biblia

Comentario de Mateo 10:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Mateo 10:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

A estos doce los envió Jesús, dándoles instrucciones diciendo: “No vayáis por los caminos de los gentiles, ni entréis en las ciudades de los samaritanos.

10:5,6

— A estos doce envió Jesús, — Mar 6:7, “de dos en dos” (viajaron juntos Pablo y Bernabé, Pablo y Silas, Bernabé y Marcos). Hay mucha ventaja en este arreglo para la ayuda y para el aliento. Ecl 4:9, “Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. 10 Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. 11 También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo? 12 Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán”.

— y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, 6 sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel (9:35, 36; 15:24; Jer 50:6). — “No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel” (15:24); durante el tiempo que Jesús estaba en la tierra su misión fue para los judíos y así también envió a sus apóstoles (y a los setenta, Luc 10:1) solamente a los judíos. Debido a esta restricción de no ir a los gentiles ni a los samaritanos hablamos de la “Comisión Limitada” en contraste con la “Gran Comisión” (Mat 28:19; Mar 16:15) de ir y predicar a todas las naciones.

Jesús es el “Buen Pastor” (Jua 10:1-16; compárese Eze 34:1-31 que describe a los pastores infieles de Israel).

Samaritanos — Cuando se dividió el reino de Israel, el reino del norte cayó en apostasía y muchos de ellos fueron llevados cautivos por los asirios. Entonces (2Re 17:24), “trajo el rey de Asiria gente de Babilonia, de Cuta, de Ava, de Hamat y de Sefarvaim, y los puso en las ciudades de Samaria, en lugar de los hijos de Israel; y poseyeron a Samaria, y habitaron en sus ciudades”. Los israelitas, pues, se casaban con los de otras naciones (Neh 13:23) y ya no eran “israelitas” sino “samaritanos”, una raza mixta. No eran “ovejas perdidas de la casa de Israel” sino “extranjeros” (Luc 17:18).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

a estos doce envió Jesús. Mat 22:3; Luc 9:2; Luc 10:1; Jua 20:21.

por el camino de gentiles no vayáis. Mat 4:15; Jua 7:35; Hch 10:45-48; Hch 11:1-18; Hch 22:21-23; Rom 15:8, Rom 15:9; 1Ts 2:16.

y en ciudad de samaritanos no entréis. 2Re 17:24; Luc 9:52-54; Jua 4:5, Jua 4:9, Jua 4:20, Jua 4:22-24; Hch 1:8; Hch 8:1, Hch 8:5.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Estas instrucciones contrastan absolutamente con Mat 28:19. La razón para las instrucciones en Mat 10:5, Mat 10:6 es la contingencia de la venida del Reino. Su venida dependía de la respuesta de Israel a Jesús como Mesías (cf. Hch 3:19, Hch 3:20). Entre Mat 10:1-42 y Mat 28:1-20, los líderes judíos y, por consecuencia, la nación, rechazó al Mesías a pesar de sus obvias credenciales. Mientras tanto, el evangelio debe ser propagado a todas las naciones del mundo. Cuando Israel se arrepienta, el Reino vendrá (cf. Zac 12:10).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Por camino de gentiles no vayáis. Cristo no prohibía a sus discípulos predicar a los gentiles o a los samaritanos si los encontraban en su camino, pero ellos debían llevar el mensaje primero al pueblo del pacto en las regiones cercanas (cp. Rom 1:16).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Este es el segundo de los cinco mayores discursos registrados en el libro de Mateo (vea la Introducción: Temas históricos y teológicos).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

10:5,6 — A estos doce envió Jesús, — Mar 6:7, “de dos en dos” (viajaron juntos Pablo y Bernabé, Pablo y Silas, Bernabé y Marcos). Hay mucha ventaja en este arreglo para la ayuda y para el aliento. Ecl 4:9, “Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. 10 Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. 11 También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo? 12 Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán”.
— y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, 6 sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel (9:35, 36; 15:24; Jer 50:6). — “No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel” (15:24); durante el tiempo que Jesús estaba en la tierra su misión fue para los judíos y así también envió a sus apóstoles (y a los setenta, Luc 10:1) solamente a los judíos. Debido a esta restricción de no ir a los gentiles ni a los samaritanos hablamos de la “Comisión Limitada” en contraste con la “Gran Comisión” (Mat 28:19; Mar 16:15) de ir y predicar a todas las naciones.
Jesús es el “Buen Pastor” (Jua 10:1-16; compárese Eze 34:1-31 que describe a los pastores infieles de Israel).
Samaritanos — Cuando se dividió el reino de Israel, el reino del norte cayó en apostasía y muchos de ellos fueron llevados cautivos por los asirios. Entonces (2Re 17:24), “trajo el rey de Asiria gente de Babilonia, de Cuta, de Ava, de Hamat y de Sefarvaim, y los puso en las ciudades de Samaria, en lugar de los hijos de Israel; y poseyeron a Samaria, y habitaron en sus ciudades”. Los israelitas, pues, se casaban con los de otras naciones (Neh 13:23) y ya no eran “israelitas” sino “samaritanos”, una raza mixta. No eran “ovejas perdidas de la casa de Israel” sino “extranjeros” (Luc 17:18).

Fuente: Notas Reeves-Partain

LA COMISIÓN DEL MENSAJERO DEL REY

Mateo 10:5-8a

Jesús envió a estos doce, y estas fueron las instrucciones que les dio:
No sigáis ningún camino que vaya hacia los gentiles, ni entréis en ninguna ciudad de los samaritanos, sino limitaos a las ovejas de la casa de Israel que están descarriadas. Por donde vayáis, haced esta proclamación: » ¡El Reino del Cielo está cerca!» Sanad a los enfermos, resucitad a los muertos, limpiad a los leprosos, expulsad a los demonios»

Aquí tenemos el principio de la comisión del Rey a Sus mensajeros. La palabra que se usa en griego para mandar Jesús a Sus hombres, o darles órdenes, es interesante e iluminadora. Es la palabra parangueLlein. Esta palabra tiene en griego cuatro usos especiales. (i) Es la palabra corriente para las órdenes en el ejército; Jesús era como un general mandando a sus oficiales en campaña y dándoles las órdenes oportunas. (ii) Es la palabra que se usa para llamar a los amigos de uno para que le ayuden. Jesús era como un hombre que tuviera un gran proyecto y reuniera a sus amigos para que le ayudaran a hacer que llegara a ser realidad. (iii) Es la palabra que se usa de un maestro que les da reglas e instrucciones a sus alumnos. Jesús era como un maestro que mandara a sus estudiantes al mundo equipados con su enseñanza y su mensaje. (iv) Es la palabra que se usa corrientemente para una orden o un decreto del emperador. Jesús era como un rey que estuviera enviando a sus embajadores al mundo a realizar su programa y hablar en su nombre.

Este pasaje empieza con lo que a uno le parecería una instrucción muy difícil. Empieza prohibiéndoles a los Doce que fueran a los gentiles o a los samaritanos. A muchos les resulta muy difícil creer que Jesús dijera esto nunca. Este aparente exclusivismo no nos suena a Jesús; y hasta se ha sugerido que este dicho lo pusieron en Su boca los que en días posteriores querían reservar el Evangelio para los judíos, los mismos que se opusieron vigorosamente a Pablo cuando quería llevar el Evangelio a los gentiles.

Pero hay ciertas cosas que hay que recordar. Este dicho es tan opuesto a la actitud de Jesús que nadie lo podría haber inventado; tiene que haberlo dicho, así que tiene que tener alguna explicación.
Podemos estar completamente seguros de que éstas no fueron unas órdenes permanentes. En los mismos evangelios vemos a Jesús hablando con gracia e intimidad con una mujer samaritana y revelándose a ella (Jn 4:4-42 ). Le vemos contando una de Sus historias inmortales acerca del Buen Samaritano (Lc 10:30-37 ); Le vemos sanando a la hija de una mujer sirofenicia (Mt 15:28 ); y Mateo mismo nos dice que la comisión final de Jesús a Sus hombre fue que fueran a todo el mundo y trajeran a todas la naciones al Evangelio (Mt 28:19 s). ¿Cuál es entonces la explicación?

Les prohibió a los Doce ir a los gentiles; eso quería decir que no debían ir a Siria al Norte, ni a la Decápolis al Este, que era una región mayoritariamente gentil. No podían ir a Samaria al Sur porque se lo prohibió. El efecto de esta orden era de hecho limitar los primeros viajes de los Doce a Galilea. Había tres buenas razones para esto.
(i) Los judíos ocupaban un lugar muy especial en el esquema divino de las cosas; en la justicia de Dios tenían que recibir la primera invitación del Evangelio. Es verdad que la rechazaron; pero la totalidad de la Historia estaba diseñada para concederles la primera oportunidad de aceptar.
(ii) Los Doce no estaban equipados para predicar a los gentiles. No tenían ni el trasfondo, ni el conocimiento, ni la técnica. Antes que el Evangelio pudiera ser presentado eficazmente a los gentiles tenía que surgir un hombre con la vida y la educación de Pablo. Un mensaje tiene pocas posibilidades de éxito si el mensajero está insuficientemente preparado para transmitirlo. Si un predicador o maestro es sabio, se dará cuenta de sus limitaciones y verá claramente lo que puede y lo que no puede hacer.

(iii) Pero la gran razón para esta orden es sencillamente la siguiente: Cualquier general consciente sabe que tiene que limitar sus objetivos. Tiene que dirigir su ataque a un punto determinado. Si dispersa sus fuerzas por aquí y por allá y por todos los frentes, disipa sus fuerzas y se arriesga a la derrota. Cuanto más limitadas sean sus fuerzas más limitados tendrán que ser sus objetivos inmediatos. Intentar atacar en un frente demasiado extenso es arriesgarse a la derrota. Jesús lo sabía, y por eso concentró esta primera campaña a Galilea, porque Galilea era, como ya hemos visto, la que más abierta estaba al nuevo mensaje del Evangelio (cp. Mt 4:12-17 ). Esta orden de Jesús era coyuntural. Jesús era el sabio general que se negaba a desparramar Sus fuerzas, y concentraba Su ataque hábilmente a un objetivo limitado para obtener una victoria definitiva y universal.

LAS PALABRAS Y LAS OBRAS
DEL MENSAJERO DEL REY

Mateo 10:5-8a (conclusión)

Había palabras y obras que los mensajeros del Rey tenían que decir y hacer.
(i) Tenían que anunciar la inminente llegada del Reino. Como ya hemos visto (cp.
Mt 6:10 s), el Reino de Dios es una sociedad en la Tierra en la que la voluntad de Dios se cumple tan perfectamente como en el Cielo. De todas las personas que han vivido en el mundo, Jesús era, y es, la única Persona que siempre hizo perfectamente, y obedeció, y cumplió, la voluntad de Dios. Por tanto, en El había venido el Reino. Es como si los mensajeros del Rey hubieran de decir: «¡Fijaos! Habéis soñado con el Reino, y habéis anhelado el Reino. Aquí está el Reino, en la vida de Jesús. Miradle a Él, y ved lo que quiere decir estar en el Reino.» En Jesús, el Reino de Dios había venido a la humanidad.

(ii) Pero. la tarea de los Doce no se limitaba a decir palabras: también implicaba realizar obras. Tenían que sanar a los enfermos, resucitar a los muertos, limpiar a los leprosos y expulsar a los demonios. Todas estas instrucciones hay que tomarlas en un doble sentido. Hay que tomarlas físicamente, porque Jesucristo vino a traer salud y sanidad a los cuerpos de las personas; pero hay que tomarlas también espiritualmente: describen el cambio que obra Jesucristo en las almas de las personas.

(a) Habían de sanar a los enfermos. La palabra que se usa para enfermos es muy sugestiva. Es una parte del verbo asthenein, cuyo sentido primario es ser o estar débil. Asthenés es el adjetivo normal para débil -cp. en español astenia, asténico y sus derivados y compuestos-. Cuando Cristo vine a una persona, fortalece la voluntad débil, fortifica la débil resistencia, infunde fuerza al débil brazo para la lucha, reafirma la débil resolución. Jesucristo llena nuestra debilidad humána con Su poder divino.

(b) Habían de resucitar a los muertos. Una persona puede estar muerta en el pecado. Puede tener quebrantada la voluntad para resistir; puede tener oscurecida la visión para el bien hasta haberla perdido del todo; puede estar desesperada e irremisiblemente en las garras del pecado, ciego para la bondad y sordo para Dios. Cuando Jesucristo viene a la vida de una persona, la resucita para la bondad, revitalizando la bondad en nuestro interior que había matado el pecado.

(c) Habían de limpiar a los leprosos. Como ya hemos visto, a los leprosos se los consideraba ritualmente impuros. Levítico dice: » Todo el tiempo que tenga las llagas será impuro. Estará impuro y habitará solo; fuera del campamento vivirá» (Lv 13:46 ).2R 7:3

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Jua 17:18; Jua 20:21; (ver Mat 28:19; Mar 16:15; Hch 1:8).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— los pueblos de Samaría: En tiempos de Jesús, los samaritanos constituían una población multirracial, aunque con fuertes raíces hebreas. Ocupaban la región central de Palestina, entre Judea y Galilea, y sus relaciones con los judíos ortodoxos de Jerusalén eran francamente malas (ver Luc 9:52-53; Luc 10:33-35; Luc 17:16; Jua 4:9).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Instrucciones para la misión (cf. Mar. 6:8-11; Luc. 9:2-5; 10:3-12). Aquí es donde comienza el “discurso”. Es un encargo específico para realizar una misión limitada, y debemos tener cautela de aplicarla sencillamente a la misión cristiana en todas las circunstancias.

La restricción asombrosa en los vv. 5, 6 hace paralelo con la propia misión limitada de Jesús a las ovejas perdidas de Israel en 15:24. Es obvio que no se quiso que esta restricción fuera permanente, tanto en base de la franqueza propia de Jesús hacia los no judíos en 8:5-13 y 15:21-28 y en base a sus instrucciones explícitas en 28:19, 20. Sin embargo, era un encargo urgente especialmente para el pue blo de Dios, Israel, que era el propósito primario de la misión de Jesús durante su tiempo sobre la tierra . Después de la resurrección las cosas serían diferentes.

El mensaje de los discípulos en el v. 7 es como el de Jesús en 4:17, y el ministerio de ellos en el v. 8 hace paralelo con sus hechos registrados en los caps. 8 y 9 (¡aun incluyendo la resurrección de muertos!).

Los vv. 8b-10 aplican el principio de 6:25-34 a la misión. Si los discípulos de Jesús están ocupados en la obra de Dios, pueden esperar su provisión (el obrero es digno de su alimento) y no necesitan ha cer preparativos elaborados en cuanto a sus necesidades materiales para el camino; la tarea es demasiado urgente. Ellos y nosotros debemos tener cuidado de no albergar una razón mercenaria ante el ministerio cristiano (8b).

Los alimentos necesarios (en vez de recibir paga por los servicios prestados) serían provistos, no por medio de un milagro, sino por una hospitalidad apropiada (11-15). El saludo normal de paz (todavía en uso en heb. y árabe hoy día) no sería una formalidad somera, sino que serviría para discernir si un anfitrión era digno. Donde se encontraran con una recepción hostil se les devolvería (¡como un cheque no hecho efectivo!). El rechazo, en algunas ocasiones, sería de esperarse y debería aceptarse; pero el sacudir el polvo de sus pies tenía el propósito de marcar dicha casa o ciudad como una que había rechazado a los mensajeros del Mesías, y por lo tanto estaba maduro para el juicio.

Los discípulos en una sociedad hostil son tan vulnerables como ovejas en medio de lobos. Para sobrevivir y poder cumplir su misión tenían que ser astutos sin ser dañinos; sencillos sin ser tontos.

Notas. 10 Mar. 6:8, 9 permitía tanto sandalias como bordón. El verbo que se traduce llevar aquí en Mat., por lo general, significa “obtener”. ¿Sería que la prohibición, por lo tanto, no era la de usar equipo normal y esencial para viajar, sino la de no comprar nada extra?

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

REFERENCIAS CRUZADAS

m 428 Mat 28:19; Mar 6:7; Luc 9:2

n 429 2Re 17:24; Luc 9:52; Jua 4:9

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

No vayáis…gentiles. Al igual que el ministerio de Jesús (15:24), la misión de los doce era dirigida a los judíos. Cuando éstos rechazaron el mensaje (12:24), el evangelio fue proclamado a los gentiles (28:18– 20). Pablo comenzó predicando primeramente a los judíos, después a los gentiles (Ro 1:16).

samaritanos. Al igual que los gentiles, los samaritanos también tendrían que esperar la oportunidad de ser incluidos en la proclamación del evangelio(v. Jn 4:22). Jesús no rehusó anunciar el evangelio a ninguno que viniera a El (cp. Jn 4:22, 23).

Fuente: La Biblia de las Américas

5 (1) Los samaritanos eran una mezcla de linajes gentil y judío ( 2Re_17:24 ; Esd_4:10 ; Jua_4:9). Los doce apóstoles fueron enviados a la casa de Israel (v. 6) y se les mandó que no fueran a los gentiles ni a los samaritanos.

5 (a) Mar_6:7 ; Luc_9:2

5 (b) cfr. Mat_4:15 ; Hch_13:46

5 (C) 2Re_17:24 ; Esd_4:10 ; Luc_17:16 ; Jua_4:4 , Jua_4:9 ; Hch_8:25

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

les ordenó… Lit. ordenándoles.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R500 En ὁδὸν ἐθνῶν, el genitivo tiene un sentido objetivo: el camino de los gentiles.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

O, No os apartéis hacia

Fuente: La Biblia de las Américas

Lit. ordenándoles.

Fuente: La Biblia Textual III Edición