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Comentario de Mateo 11:12 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Mateo 11:12 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos se apoderan de él.

11:12 — Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. — Esto se explica en el texto paralelo en Luc 16:16, “La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él”. Algunos querían entrar en el reino antes de que Dios abriera las puertas. Luc 19:11, “Oyendo ellos estas cosas, prosiguió Jesús y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalén, y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente”. Jua 6:15, “Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo”. Desde luego los tales ignoraban la verdadera naturaleza del reino de Cristo, pensando que sería otro reino terrenal como el de David (compárense Mat 20:21; Hch 1:6, etc.).

Jesús emplea la ilustración de poner sitio a los muros de una ciudad fortificada. De esta manera la gente estaba agitada, inquieta, ansiosa, contendiendo, preguntando, discutiendo con respecto a Juan y Jesús, debido a su gran deseo de ver el reino del Mesías. Querían que el reino de Israel dominara el mundo entero como en los días de David y Salomón. Los judíos querían aprovecharse de la popularidad de Juan y de Jesús, para establecer el reino y levantar un movimiento contra Roma. Muchos judíos querían tomar control del reino. Querían crear el reino en su propia imagen. Querían los honores, privilegios y poderes de un reino terrenal. Recuérdese la contienda entre los apóstoles (Mat 18:1-3; Mat 20:20-21). Por lo tanto, Jesús quería evitar las multitudes, y dijo a los que sanaba que no lo contaran a nadie. Le sobraba fama.

El reino de Cristo fue establecido el primer Pentecostés después de la resurrección de Cristo (Hch 2:1-47). En ese día Dios abrió sus puertas y tres mil personas entraron (Hch 2:41; Hch 2:47), porque el reino de Cristo es su iglesia. Esta es una inferencia necesaria que se debe sacar de los siguientes hechos: (1) el reino y la iglesia fueron establecidos el mismo día; (2) fueron establecidos en el mismo lugar (Jerusalén); (3) tienen la misma Cabeza; (4) los que están en el reino y los que están en la iglesia son el mismo pueblo; (5) la cena del Señor está en el reino (Luc 22:30) y está en la iglesia (1Co 11:23-27); en fin, Pablo dice a la iglesia de Tesalónica que Dios “os llamó a su reino y gloria” (1Ts 2:12); es decir, los que son llamados (la definición de la iglesia) están en el reino. Todos los que obedecen al evangelio son trasladados al reino de Cristo: Col 1:13, “el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados”.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

desde los días de Juan el Bautista. Mat 21:23-32; Luc 7:29, Luc 7:30; Luc 13:24; Luc 16:16; Jua 6:27; Efe 6:11-13; Flp 2:12.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

los violentos lo arrebatan: En este contexto probablemente quiere decir que la gente violenta enérgicamente hace frente al Reino con su hostilidad (Mat 23:13). El Reino de Cristo aconseja entonces hacer la lucha contra esto.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

LOS VIOLENTOS LO ARREBATAN. Véase el ARTÍCULO EL REINO DE DIOS, P. 1302. [Mat 12:28].

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

el reino de los cielos sufre violencia. Desde el momento en el que comenzó su ministerio de predicación, Juan el Bautista provocó una fuerte reacción. Habiendo sido apresado ya, Juan finalmente es victima del salvajismo de Herodes. Pero el reino no puede ser dominado o sometido por la violencia humana. Note que cuando Mateo dice que «los violentos lo arrebatan», Lucas dice «todos se esfuerzan por entrar en él» (Luc 16:16). El sentido de este versículo debe ser entendido de la siguiente forma: «El reino avanza implacablemente, y solamente los implacables encuentran su camino a él». Una vez más Cristo está magnificando la dificultad de entrar en el reino (vea las notas sobre Mat 7:13-14).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

11:12 — Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. – Esto se explica en el texto paralelo en Luc 16:16, “La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él”. Algunos querían entrar en el reino antes de que Dios abriera las puertas. Luc 19:11, “Oyendo ellos estas cosas, prosiguió Jesús y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalén, y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente”. Jua 6:15, “Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo”. Desde luego los tales ignoraban la verdadera naturaleza del reino de Cristo, pensando que sería otro reino terrenal como el de David (compárense Mat 20:21; Hch 1:6, etc.).
Jesús emplea la ilustración de poner sitio a los muros de una ciudad fortificada. De esta manera la gente estaba agitada, inquieta, ansiosa, contendiendo, preguntando, discutiendo con respecto a Juan y Jesús, debido a su gran deseo de ver el reino del Mesías. Querían que el reino de Israel dominara el mundo entero como en los días de David y Salomón. Los judíos querían aprovecharse de la popularidad de Juan y de Jesús, para establecer el reino y levantar un movimiento contra Roma. Muchos judíos querían tomar control del reino. Querían crear el reino en su propia imagen. Querían los honores, privilegios y poderes de un reino terrenal. Recuérdese la contienda entre los apóstoles (Mat 18:1-3; Mat 20:20-21). Por lo tanto, Jesús quería evitar las multitudes, y dijo a los que sanaba que no lo contaran a nadie. Le sobraba fama.
El reino de Cristo fue establecido el primer Pentecostés después de la resurrección de Cristo (Hch 2:1-47). En ese día Dios abrió sus puertas y tres mil personas entraron (Hch 2:41; Hch 2:47), porque el reino de Cristo es su iglesia. Esta es una inferencia necesaria que se debe sacar de los siguientes hechos: (1) el reino y la iglesia fueron establecidos el mismo día; (2) fueron establecidos en el mismo lugar (Jerusalén); (3) tienen la misma Cabeza; (4) los que están en el reino y los que están en la iglesia son el mismo pueblo; (5) la cena del Señor está en el reino (Luc 22:30) y está en la iglesia (1Co 11:23-27); en fin, Pablo dice a la iglesia de Tesalónica que Dios “os llamó a su reino y gloria” (1Ts 2:12); es decir, los que son llamados (la definición de la iglesia) están en el reino. Todos los que obedecen al evangelio son trasladados al reino de Cristo: Col 1:13, “el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados”.

Fuente: Notas Reeves-Partain

LA VIOLENCIA Y EL REINO

Mateo 11:12-15

Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino del Cielo está en liza, y los violentos lo toman por la fuerza. Porque hasta Juan todos los profetas y la Ley hablaron con la voz de la profecía; y, si queréis aceptarlo como un hecho, este era el Elías que había de venir. El que tenga oídos para oír, que oiga.

En el versículo 12 hay un dicho muy difícil: «El Reino de los Cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.» Lucas tiene este dicho en otra forma: «Desde entonces es anunciado el Reino de Dios y todos entran en él violentamente» Lc 16:16 ). Está claro que en alguna ocasión Jesús debe de haber dicho algo que conectaba la violencia con el Reino, algo que no estaba claro y era difícil de entender, y que nadie entendió entonces totalmente. Es indudable que Lucas y Mateo lo entendieron de distinta forma.

Lucas dice que todos los hombres entran en el Reino al asalto; quiere decir, como comentaba Denney, que «el Reino del Cielo no es para los que tienen buenas intenciones, sino para los desesperados,» nadie entra en el Reino deslizándose, que el Reino sólo les abre sus puertas a los que están dispuestos a hacer tan gran esfuerzo para entrar como los soldados que están asaltando una ciudad.

Mateo dice que desde el tiempo de Juan hasta ahora el Reino del Cielo sufre violencia y los violentos lo toman por la fuerza. La misma forma de esa expresión parece indicar un tiempo considerable. Hasta suena más como un comentario de Mateo que como un dicho de Jesús. Suena como si Mateo estuviera diciendo: «Desde los días de Juan, al que metieron en la cárcel, hasta nuestro propio tiempo el Reino del Cielo sufre violencia y persecución a manos de los violentos.»
Es posible que obtengamos el sentido completo de este dicho difícil aunando los recuerdos de Lucas y Mateo. Lo que puede ser muy bien que dijera Jesús es: «Mi Reino siempre sufrirá violencia; siempre habrá hombres salvajes que tratarán de destrozarlo, de asaltarlo y de destruirlo; y por tanto, sólo el que lo tome desesperadamente en serio, sólo uno en quien la violencia de su total consagración corresponda y derrote a la violencia de la persecución conseguirá entrar en Mi Reino.» Bien puede ser que este dicho de Jesús fuera en principio tanto una advertencia de la violencia que se les vendría encima a los seguidores de Jesús como un desafío a entregarse con una consagración que fuera aún más fuerte que la violencia.

Parece extraño encontrar en el versículo 13 que la Ley hablaba con la voz de la profecía; pero era la misma Ley la que declaraba confiadamente que la voz de la profecía nunca moriría. «Un profeta como yo te levantará el Señor tu Dios, de en medio de ti, de tus hermanos… Un profeta como tú les levantaré Yo en medio de sus hermanos; pondré Mis palabras en su boca» Dt 18:15; Dt 18:18 ). Era porque Jesús quebrantaba la Ley, según ellos lo veían, por lo que los judíos ortodoxos odiaban a Jesús; pero, si hubieran tenido ojos para verlo, tanto la Ley como los profetas Le señalaban a Él.

Una vez más Jesús le dice a Su audiencia que Juan es el heraldo y el precursor que llevaban tanto tiempo esperando -si estaban dispuestos a aceptar el hecho. En esa última frase está toda la tragedia de la situación humana. Un viejo proverbio dice que se puede llevar el caballo a la fuente, pero no se le puede hacer que beba. Dios puede mandar Su mensajero, pero la humanidad puede negarse a reconocerle, y Dios puede comunicar Su verdad, pero la humanidad puede negarse a verla. La Revelación de Dios es impotente sin la respuesta humana. Por eso Jesús acaba con la advertencia al que tenga oídos para que los use para escuchar.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

— violencia… violentos: Esta frase admite dos principales interpretaciones: a) el Reino sufre rechazo violento por parte de quienes se oponen a él; y b) el Reino exige esfuerzo y sólo los que se esfuerzan, los que se hacen violencia a sí mismos, entrarán en él. El contexto parece favorecer la primera interpretación.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

q 499 Luc 13:24

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

los violentos…por la fuerza. El griego indica que el reino está siendo atacado, y que hombres violentos están tratando de impedir que otros entren. Los violentos incluirían a los escribas y fariseos (cp. 23:13), y a Herodes el Grande que trató de matar al niño Jesús, y a Herodes Antipas que mandó a perseguir y a decapitar a Juan el Bautista. Jesús advierte a sus discípulos que la oposición aumentará en lugar de disminuir (cp. 10:16– 42).

Fuente: La Biblia de las Américas

12 (1) Desde los días de Juan el Bautista hasta aquel momento, los fariseos impedían con violencia que el pueblo entrara en el reino de los cielos. Así que, los que deseaban entrar tenían que hacerlo «con violencia».

12 (a) Luc_16:16

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Desde el tiempo en que Juan empezó a predicar, la reacción había sido violenta, sea que fuera por opositores maliciosos o por partidarios entusiastas.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

arrebatan…Luc 16:16; §228.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

TGr59 Aunque el verbo Βιάζεται es generalmente deponente (o defectivo) aquí tiene un sentido pasivo: el reino sufre violencia.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

O, al reino de los cielos se entra por la fuerza

O, lo toman para sí

Fuente: La Biblia de las Américas

Esto es, un acto siempre realizado a la fuerza, distinto de uno voluntario.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

g Luc 16:16.

Fuente: La Biblia Textual III Edición