Al oírlo, Jesús se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado. Cuando las multitudes oyeron esto, le siguieron a pie desde las ciudades.
Mat 14:1, Mat 14:2; Mat 10:23; Mat 12:15; Mar 6:30-33; Luc 9:10; Jua 6:1.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
La alimentación milagrosa de la multitud indica varias cosas:
(1) Cumple las expectativas de los que, basados en Deu 18:15 esperaban a un nuevo Moisés (Jua 1:21; Hch 3:22; Hch 7:37).
(2) Él puede suplir el pan cotidiano pedido en Mat 6:11; y
(3) Él es el Mesías que proveerá el banquete mesiánico (Mat 22:1-14; Mat 26:29; Sal 132:15; Isa 25:6). Este milagro es tan significativo que es la única señal antes de la crucifixión que fue registrada en todos los Evangelios.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
la gente … le siguió a pie. Estas personas viajaron grandes distancias por tierra para llegar al lugar apartado donde Jesús había ido por barco.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
COMPASIÓN Y PODER
Mateo 14:13-21
Cuando Jesús escuchó la noticia (de la muerte de Juan), se retiró de allí en una barca a un lugar desierto, Él solo. Cuando la gente se enteró, Le siguieron a pie desde los pueblos.
Cuando Jesús desembarcó, vio un gentío numeroso, y se Le conmovieron las entrañas de compasión por ellos, y sanó a sus enfermos.
Cuando ya era tarde, se Le acercaron Sus discípulos y Le dijeron:
-Este lugar está desierto, y ya se ha pasado la hora de cenar. Despide a la gente para que vayan a las aldeas a comprarse comida.
Pero Jesús les contestó:
-Dadles vosotros de comer.
No tenemos más que cinco panecillos y dos pescados -Le contestaron ellos.
-Traédmelos aquí -les dijo Jesús.
Entonces Jesús mandó a la gente que se recostara en la hierba verde. Tomó los cinco panecillos y los dos pescados, elevó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panecillos y se los dio a Sus discípulos, y estos los repartieron entre la gente; y comieron todos todo lo que quisieron. Luego recogieron lo que había sobrado: doce cestas llenas de trozos. Los que habían comido eran unos cinco mil varones, aparte de las mujeres y los niños.
Galilea tiene que haber sido un sitio en el que era muy difícil estar solo. Era un país pequeño, de 80 kilómetros de Norte a Sur por cuarenta de Este a Oeste, y Josefo nos dice que por aquel tiempo había en aquella área 204 pueblos, ninguno de menos de 15,000 habitantes. En un lugar tan densamente poblado no era fácil escaparse de la gente por mucho tiempo. Pero había tranquilidad al otro lado del lago, que por la parte más ancha no tenía más que 13 kilómetros. Los amigos de Jesús eran pescadores, y no Le sería difícil embarcarse en una de sus barcas y navegar a la parte oriental del lago. Eso fue lo que hizo Jesús cuando se enteró de la muerte de Juan el Bautista.
Había tres motivos perfectamente razonables para que Jesús buscara la soledad. Era humano, y necesitaba un poco de descanso. Él nunca se metió temerariamente en peligros, y era prudente retirarse para no compartir demasiado pronto el fin de Juan. Y, por encima de todo, ante la perspectiva cada vez más cercana de la Cruz, Jesús necesitaba encontrarse a solas con Dios antes de enfrentarse con las multitudes. Buscaba descanso para el cuerpo y tranquilidad para el alma en la soledad.
Pero no los encontró. Sería fácil ver la barca iniciar la travesía y adivinar hacia dónde se dirigía; el caso es que la gente rodeó el lago por la parte superior, y Le estaba esperando al otro lado cuando desembarcó. Así es que Jesús sanó a sus enfermos y, cuando atardeció, los alimentó antes de que volvieran a emprender el largo camino a sus casas. Pocos de los milagros dé Jesús son tan reveladores como este.
(i) Nos habla de la compasión de Jesús. Cuando vio a la gente se Le conmovieron las entrañas de compasión por ellos. Esto es una cosa de lo más maravillosa. Jesús había ido allí buscando paz, tranquilidad y soledad; en su lugar, Se encontró con una gran multitud expectante de lo que Él le pudiera dar. Otro cualquiera se habría molestado. ¿Qué derecho tenían a invadir Su intimidad con sus continuas exigencias? ¿Es que no podía tener ni un poco de tranquilidad y descanso, ni de tiempo para Sí mismo?
Pero Jesús no era así. Lejos de sentirse molesto, se conmovió de compasión. Premanand, el gran cristiano indio que había sido un rico de casta superior, cuenta en su autobiografía: «Como en los días de la antigüedad, ahora también tiene que ser el mismo el mensaje para el mundo no cristiano: que Dios se preocupa.» En ese caso, no podemos estar nunca demasiado cansados para atender a la gente, ni que nos resulte un incordio o una molestia. Premanand sigue diciendo: «Mi propia experiencia ha sido siempre que cuando yo u otro misionero o sacerdote indio nos mostrábamos inquietos o impacientes ante cualquier visitante educado e interesado, cristiano o no, y le hacíamos pensar que estábamos demasiado apretados de tiempo, o que era nuestra hora del té o de la comida y que no podíamos quedarnos con ellos, entonces perdíamos aquella persona y ya no volvía.» No podemos atender a las personas con un ojo en el reloj, como si tuviéramos prisa en deshacernos de ellas lo antes posible.
Premanand pasa a relatar un incidente que no sería exagerado decir que pudo haber cambiado todo el curso de la extensión del Cristianismo en Bengala: «Se cuenta en alguna parte que el primer obispo metropolitano de la India dejó de recibir al antes Pandit Iswar Chandar Vidyasagar de Bengala por motivos oficiales. El Pandit había venido comisionado por la comunidad hindú de Calcuta para entrar en relaciones amistosas con el obispo y con la Iglesia. Vidyasagar, que era el fundador de una universidad hindú en Calcuta y reformador social, autor y educador de renombre, se marchó desencantado sin celebrar la entrevista, y formó un partido influyente de ciudadanos educados y ricos de Calcuta para oponerse a la Iglesia y al obispo, y para oponerse a la extensión del Cristianismo . … El cumplimiento de las formalidades por uno que era conocido como representante de la Iglesia Cristiana convirtió a un amigo en un enemigo.» ¡Qué oportunidad para el Cristianismo se perdió porque la intimidad de alguien no se podía invadir nada más que a través de los canales oficiales! Para Jesús no era nunca una molestia ninguna persona, ni siquiera cuando todo Su ser estaba clamando por un poco de descanso y tranquilidad… Y así debe ser para Sus seguidores.
(ii) En este pasaje vemos a Jesús testificando que todos los dones proceden de Dios. Tomó el pan y pronunció la bendición. La acción de gracias de los judíos antes de las comidas era muy sencilla: «Bendito seas, Señor nuestro Dios, Rey del universo, que haces brotar el pan de la tierra.» Esa sería la bendición que pronunció Jesús, porque era la que se usaba ya entonces en todas las familias. Aquí vemos a Jesús mostrando que son los dones de Dios los que Él trae a la humanidad. Es bastante raro que se den las gracias a las personas, pero más aún que se Le den gracias a Dios.
EL LUGAR DEL DISCÍPULO
EN LA OBRA DE CRISTO
Mateo 14:13-21 (continuación)
(iii) Este milagro nos informa muy claramente sobre el lugar que ocupa el discípulo en la obra de Cristo. El relato nos dice que Jesús les dio a Sus discípulos, y los discípulos a la multitud. Jesús obró mediante las manos de Sus discípulos aquel día, y lo sigue haciendo.
Una y otra vez nos encontramos cara a cara con la verdad que está en el corazón de la Iglesia. Es verdad que el discípulo no puede hacer nada sin el Señor, pero también lo es que el Señor no puede hacer nada sin Su discípulo. Si Jesús quiere que se haga algo, si quiere que se enseñe a un niño o que se ayude a un necesitado, tiene que encontrar una persona que lo haga. Necesita personas por medio de las cuales pueda obrar y hablar.
Muy al principio de su búsqueda, Premanand se puso en contacto con el obispo Whitney de Ranchi, y nos lo cuenta así: «El obispo leía la Biblia conmigo todos los días, y algunas veces yo la leía en bengalí y hablaba con él en bengalí. Cuanto más tiempo viví con el obispo, más cerca me sentí de él, y encontré que su vida me revelaba a Cristo, y sus obras y palabras me hacían más fácil entender la mente y la enseñanza de Cristo acerca de las cuales leía diariamente en la Biblia. Tuve una nueva visión de Cristo cuando de hecho vi Su vida de amor, sacrificio y autonegación en la vida diaria del obispo: Él llegó a ser realmente una epístola de Cristo para mí.»
Jesucristo necesita discípulos a través de los cuales pueda obrar y Su verdad y amor se puedan transmitir a las vidas de otros. Necesita personas a las dar, para que den a otros. Sin tales personas no puede lograr que se hagan las cosas, y es nuestra tarea el ser tales personas para Él.
Sería fácil acobardarse y desanimarse ante una tarea de tal magnitud. Pero hay otra cosa en esta historia que nos eleva el corazón. Cuando Jesús les dijo a Sus discípulos que alimentaran ellos a la multitud, Le contestaron que no tenían más que cinco panecillos y dos pescados; y sin embargo, con lo que pusieron a Su disposición Jesús obró el milagro. Jesús nos presenta a cada uno la tremenda tarea de comunicarle a las gentes; pero no nos demanda esplendores y magnificencias que no poseemos. Nos dice sencillamente: «Ven a mí tal como eres, aunque no estés bien equipado; tráeme lo que tengas, aunque sea poco, y lo usaré en Mi servicio.» Poco es siempre mucho en las manos de Cristo.
(iv) Al final del milagro encontramos el detalle de que se, recogieron los trozos sobrantes. Aun cuando un milagro alimentó a la multitud señorialmente, no hubo desperdicio. Hay algo que debemos aprender aquí. Dios da con magnificencia pero eso no justifica el derroche. El generoso dar dé Dios y, nuestra utilización responsable deben ir juntos.
LA REALIZACIÓN DE UN MILAGRO
Mateo 14:13-21 (conclusión)
Hay algunas personas que, cuando leen los milagros de Jesús, no sienten ninguna necesidad de entender nada. Esas personas pueden seguir así indefinidamente sin que nada estorbe la dulce sencillez de su fe. Pero hay otras cuyas mentes hacen preguntas, y sienten la necesidad de comprender: Que no se avergüencen de su actitud, porque Dios sale al encuentro hasta más de la mitad del camino de su mente inquisitiva.
De cualquier manera que nos acerquemos a los milagros de Jesús, una cosa es cierta: no debemos contentarnos nunca con considerarlos algo que sucedió; debemos mirarlos siempre como algo que sucede. No son acontecimientos aislados de la Historia, sino demostraciones del poder de Cristo que está siempre y para siempre activo. Hay tres maneras de considerar este milagro.
(i) Podemos verlo como una sencilla multiplicación de pan y de pescado. Eso sería muy difícil, de entender, y sería algo que sucedió una sola vez y que nunca se repitió. Si lo consideramos así, démonos por satisfechos; pero no critiquemos, y menos condenemos, a los que crean que tienen que buscar alguna explicación.
(ii) Muchas personas ven en este milagro un sacramento. Han supuesto que los que estuvieron presentes no recibieron más que una cantidad muy reducida de alimento, y sin embargo recibieron las fuerzas para un largo viaje y se sintieron satisfechos. Habían comprendido que aquello no era una comida material para saciar el apetito físico, sino una comida en la que participaron del alimento espiritual de Cristo. Si fue así, este es un milagro que se . reproduce siempre que nos sentamos a la mesa del Señor; porque entonces se nos comunica el alimento espiritual que nos impulsa a recorrer con paso más firme y más fuerza y estabilidad el camino de la vida que conduce a Dios.
(iii) Hay algunas personas que ven en este milagro algo que es perfectamente natural en cierto sentido, pero que en otro es un verdadero milagro, y, que es muy precioso en cualquier sentido. Imaginemos la escena. Hay una gran muchedumbre; es tarde; todos tienen hambre. Pero, ¿era natural el que, la inmensa mayoría de esa multitud se hubiera puesto en camino rodeando el lago sin llevar nada de comida? ¿No llevarían algo, aunque fuera poco? Estaba anocheciendo y tenían hambre. Pero también eran egoístas. Y ninguno quería sacar lo que llevaba para no tener que compartirlo y que no le quedara bastante para sí mismo. Jesús dio el primer paso. Lo que Él y Sus discípulos tenían, empezó a compartirlo con una bendición, y una invitación, y una sonrisa. Y seguidamente todos se pusieron a compartir, y antes de que supieran lo que estaba pasando, hubo bastante y de sobra para todos.
Si fue algo así lo que sucedió, no fue literalmente la multiplicación de los panes y de los pescados; fue el milagro de la transformación de personas egoístas en personas generosas al contacto de Jesús. Fue el milagro del nacimiento del amor en corazones reservados. Fue el milagro de hombres y mujeres cambiados, con algo de Cristo en ellos que desterraba el egoísmo. Cuando pasó eso, entonces en el sentido más real Cristo los alimentó consigo mismo y envió Su Espíritu a morar en sus corazones.
No importa cómo entendamos este milagro. Una cosa es segura: Donde está Cristo, los cansados encuentran reposo y las almas hambrientas son alimentadas.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
La alimentación milagrosa de una gran multitud (ver Mar. 6:32-44; Luc. 9:10-17). Luc. nos relata que ese lugar desierto y apartado estaba cerca de Betsaida, del otro lado de la extremidad norte del lago y fuera del territorio de Herodes Antipas. La gran multitud que estaba ansiosa de seguir a Jesús puede inferir, según Juan 6:14, 15 lo aclara, que ésta no era una reunión casual, sino un movimiento popular deliberado para obligar a Jesús a tomar alguna acción política (véase el comentario más abajo del v. 21).
Sin embargo, Mateo no llama la atención a esto. Para él, este relato era una expresión viva de la compasión y el poder milagroso de Jesús. Los lectores judíos no podían menos que notar el paralelo con dos alimentaciones milagrosas del AT: la provisión del maná en el desierto (Exo. 16) y la multiplicación similar de los panes de Eliseo (2 Rey. 4:42-44). Aquí nuevamente Jesús se ve como “uno mayor” (cf. 12:6, 41, 42) que los profetas antiguos.
El acto de comer juntos era un símbolo de unidad. Jesús era el anfitrión en una gran reunión familiar, y de esa manera daba la bienvenida a la multitud a una comunidad nueva. Aunque el menú no era algo fuera de lo común, posiblemente debiéramos ver esta comida como un anticipo del banquete mesiánico (véase 8:11, 12); se recostara (19) es una palabra relativamente formal para el acto de reclinarse en un banquete. Tampoco se podrá pensar que sea accidental que los verbos en el v. 19 (“tomó”, “bendijo”, “partirlos”, “dio”) sean los mismos que se usaron en el NT hablando de la última cena. La comida, naturalmente, satisfacía el hambre (20), pero Mateo aparentemente lo ve como un acto simbólico de la comunión en el recién establecido reino de los cielos.
Por medio de este desafío del v. 16, Jesús deliberadamente involucró a los discípulos en la acción, y utilizó las provisiones que ellos pudieron suplir. Por medio de su participación (y posiblemente en manera especial ¡por la increíble experiencia de recoger mucho más de lo que se había traído en primera instancia!) ellos recordarían y aprenderían de la ocasión; ese aprendizaje sería probado más adelante (16:5-12).
Notas. 19 Los panes y los pescados eran la dieta básica de los campesinos de Galilea. 20 Las doce canastas eran más memorables que deliberadamente simbólicas; se presupone que cada uno de los doce usó una canasta. 21 Sin contar las mujeres y los niños se podría traducir “excluyendo a las mujeres y a los niños”, eso es, que sólo estaban presentes los hombres, indicando un sabor “militar” a la reunión. Pero es más probable que esto hiciera eco de Exo. 12:37, donde la misma expresión se usa para pasar lista al antiguo pueblo de Dios.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
l 683 Mar 6:31; Luc 9:10
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
13 (1) El Rey celestial, habiendo sido rechazado por la gente religiosa, la gente culta y los políticos, se apartó de ellos y se retiró a un lugar desierto. Esto indica que de allí en adelante se escondería en un lugar desierto, en un lugar sin cultura, separado de las personas religiosas, de las personas cultas y de los políticos. Hizo esto usando una barca, lo cual implica que lo haría mediante la iglesia. Ya que ha sido rechazado por el mundo civilizado, el Señor, mediante la iglesia, siempre se ha escondido en una esfera donde no hay mucha cultura, separado de los círculos religiosos y políticos.
13 (2) A pesar del rechazo por parte de toda clase de personas, eran muchos los que seguían al Rey celestial. Ellos salían de sus ciudades para seguirle. El Rey no iba a sus ciudades para visitarlos, sino que ellos salían de sus ciudades cultas para seguirlo a un lugar desierto. Durante todos los siglos, los verdaderos seguidores de Cristo han dejado las esferas cultas para seguir a su Rey celestial fuera del mundo culto.
13 (a) vs.13-21: Mar_6:32-44 ; Luc_9:10-17 ; Jua_6:1-13
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
En estos versículos se nos refiere uno de los más grandes milagros de nuestro Señor: el de dar de comer á cinco mil hombres, además de mujeres y niños, con cinco panes y dos peces.
Dicho milagro es, en primer lugar, una prueba incontestable del poder divino de nuestro Señor.
Sin multiplicar de una manera milagrosa el alimento sería imposible dar de comer á más de cinco mil personas. Ningún impostor, ó falso profeta, ó prestidigitador se habría atrevido á hacerlo. Sin embargo, nuestro Señor lo ejecutó, y con ese hecho demostró claramente que era Dios. Hizo lo que antes no existía: proveyó alimento material y tangible para diez mil personas de una cantidad que no habría bastado para cincuenta. Crear es atributo exclusivo de Dios.
Ese milagro es, en segundo lugar, un ejemplo notable de lo compasivo que nuestro Señor es para con los hombres.
Vio en el desierto á una gran multitud que desfallecía de hambre. El sabia que muchas de las personas que allí se encontraban no sentían hacia El ni verdadera fe ni amor, mas antes le seguían por curiosidad, por seguir la costumbre, ó por algún otro móvil ruin. Juan 6.26. Más se compadeció de todos ellos. Todos fueron satisfechos: ninguno se fue con hambre.
Nuestro Señor es hoy para con los pecadores el mismo que en tiempos antiguos: » Jehová, Jehová, fuerte, misericordioso y piadoso: luengo de iras y grande en misericordia y verdad.» Exod. 35.66. No trata á los hombres de acuerdo con sus pecados, ni los castiga de acuerdo con sus iniquidades. Aun á sus adversarios los llena de beneficios. Los que en el último día resultaren ser impenitentes no tendrán disculpa alguna. La bondad de Dios los encamina hacia el arrepentimiento .Rom. 2.4. En todos sus actos para con los hombres acá en la tierra manifiesta que se complace en la misericordia. Miqueas 7.18.
Ese milagro, por último, simboliza á lo vivo que el Evangelio es suficiente para satisfacer las necesidades de la humanidad,.
No hay duda de que todos los milagros de nuestro Señor tienen un significado grande y profundo, y enseñan verdades espirituales; más es preciso interpretarlos discreta y reverentemente. Es preciso tener cuidado de no incurrir en el error en que incurrieron muchos de los Padres de la iglesia, á saber: el de percibir alegorías donde el Espíritu Santo solo quiso que recibiésemos las palabras en su acepción genuina. Mas, si hay algún milagro que ponga un sentido figurado además de lo que llanamente enseña, es el que venimos considerando.
¿Qué representa esa multitud que padece hambre en el desierto? Es un emblema de toda la humanidad. Los mortales son una muchedumbre de pecadores que desfallecen de hambre en medio del desierto del mundo–sin auxilio, sin esperanza y encaminados á la ruina. Todos nosotros nos hemos descarriado, como ovejas perdidas. Por naturaleza nos encontramos sumergidos en la ceguedad y en el abandono. Ex.. 3.17. Entre nosotros y la muerte no hay sino un paso.
¿Qué representan los panes y los peces al parecer en cantidad tan escasa pero que por medio del milagro alcanzaron á alimentar diez mil personas? Son emblema de la doctrina de Cristo crucificado como sustituto de los pecadores, y haciendo expiación por los pecados del mundo. Al hombre en su estado natural esa doctrina le parece insostenible.
Cristo crucificado era á los Judíos tropezadero y á los Griegos insensatez. 1 Cor. 1.23. Y. sin embargo, Cristo crucificado ha resultado ser el pan de Dios que descendió del cielo y da vida al mundo.
Fuente: Los Evangelios Explicados
R609 Κατʼ ἰδίαν se usa con un sentido adverbial, y significa: privadamente.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit., oyeron