Comentario de Mateo 17:14 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Cuando llegaron a la multitud, vino a él un hombre y se arrodilló delante de él,
17:14 Cuando llegaron al gentío, vino a él un hombre que se arrodilló delante de él, diciendo: 15 Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático (no demente; tenía síntomas como los de la epilepsia) y padece muchísimo; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. Mar 9:1-50, “17 Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo, 18 el cual, dondequiera que le toma, le sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando”. En lugar de “lunático”, LBLA dice epiléptico; “SELENIAZO, lit., azotado por la luna.. se refiere a sufrir epilepsia, influencia por la luna”, WEV; “ser epiléptico, suponiendo que la epilepsia vuelve y aumenta con el aumento de la luna” JHT. Recordemos, sin embargo, que el padre reconocía que su hijo tenía “un espíritu mudo” (Mar 9:17) y que Mat 17:18 dice que Jesús reprendió al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora. El verdadero mal de este muchacho fue que estaba endemoniado. Los modernistas niegan que había endemoniados; dicen que tenían problemas psicológicos o físicos. Los demonios eran capaces de provocar toda clase de desorden, y no es correcto decir que todos estos males pueden identificarse con cierta enfermedad conocida ahora.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
cuando llegaron al gentío. Mar 9:14; Luc 9:37.
un hombre que se arrodilló. Mar 1:40; Mar 10:17; Hch 10:25, Hch 10:26.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
En este caso, la epilepsia era causada por un demonio (v. Mat 17:18).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
17:14 Cuando llegaron al gentío, vino a él un hombre que se arrodilló delante de él, diciendo: 15 Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático (no demente; tenía síntomas como los de la epilepsia) y padece muchísimo; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. Mar 9:1-50, “17 Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo, 18 el cual, dondequiera que le toma, le sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando”. En lugar de “lunático”, LBLA dice epiléptico; “SELENIAZO, lit., azotado por la luna.. se refiere a sufrir epilepsia, influencia por la luna”, WEV; “ser epiléptico, suponiendo que la epilepsia vuelve y aumenta con el aumento de la luna” JHT. Recordemos, sin embargo, que el padre reconocía que su hijo tenía “un espíritu mudo” (Mar 9:17) y que Mat 17:18 dice que Jesús reprendió al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora. El verdadero mal de este muchacho fue que estaba endemoniado. Los modernistas niegan que había endemoniados; dicen que tenían problemas psicológicos o físicos. Los demonios eran capaces de provocar toda clase de desorden, y no es correcto decir que todos estos males pueden identificarse con cierta enfermedad conocida ahora.
Fuente: Notas Reeves-Partain
LA FE ESENCIAL
Mateo 17:14-20
Cuando llegaron adonde estaba la gente, se Le acercó a Jesús un hombre que se postró a Sus pies y Le dijo:
-Señor, ten piedad de mi hijo, que es epiléptico y sufre terriblemente; porque muchas veces se cae en el fuego, y otras en el agua. Y se le he traído a Tus discípulos, pero no han podido curarle.
Jesús exclamó:
-¡Oh generación infiel y perversa! ¿Cuánto tiempo voy a tener que seguir con vosotros? ¿Cuánto tiempo os voy a tener que soportar? ¡Tráemele!
Y Jesús se dirigió a él con autoridad, y el demonio salió de él, y el chico quedó curado al momento.
Cuando los discípulos se reunieron con Jesús en privado, Le dijeron:
-¿Por qué nosotros no pudimos echar al demonio?
-Porque tenéis muy poca fe -les contestó Jesús-. Os aseguro que si tuvierais una fe como un grano de mostaza, le diríais a este monte: «¡Quítate de en medio!,» y se quitaría. Así es que nada tiene que seros imposible.
Tan pronto como bajó Jesús de la gloria celestial se encontró con un problema terrenal y una demanda práctica. Un hombre había traído a su hijo epiléptico a los discípulos cuando Jesús estaba ausente. Mateo describe al chico con el verbo seléniazesthai, que quiere decir literalmente afectado por la luna, lunático. Como era normal en aquel tiempo, el padre atribuía la condición del chico a la influencia maligna de espíritus inmundos. Tan seria era su condición que ponía en peligro su persona, y a otras. Casi podemos oír el suspiro de alivio cuando apareció Jesús, e inmediatamente se hizo cargo de una situación que había estado totalmente fuera de control. Con una fuerte y enérgica palabra mandó salir al demonio, y el chico quedó curado. Esta historia está llena de cosas significativas.
(i). No podemos por menos de conmovernos ante la fe del padre del chico. Aunque los. discípulos habían recibido poder para echar demonios (Mt 10:1 ), aquí tenemos un caso en que fallaron notoriamente en público: Y .sin embargo, a pesar del fracaso de los discípulos, el padre no dudó nunca del poder de Jesús. Es como si se dijera: «Si consigo llegar al mismo Jesús, mi necesidad y mi problema estarán solucionados.»
Aquí hay algo muy conmovedor; y hay -algo que es muy universal y actual: Hay muchos que creen que la iglesia, los que profesan ser los discípulos de Jesús en su día y generación, han fracasado y son impotentes para resolver los males de la situación humana; y sin embargo, en el fondo; tienen el sentimiento: «Si pudiéramos llegar más allá de Sus seguidores humanos, si pudiéramos pasar al otro lado de la fachada de la iglesia y el fracaso de la iglesia, si pudiéramos llegar hasta el mismo Jesús, podríamos recibir las cosas que necesitamos.» Es al mismo tiempo nuestra condenación y nuestro desafío el que todavía en nuestro tiempo, aunque hay muchos que han dejado de creer en la iglesia, no han perdido del todo la fe en el Señor Jesucristo.
(ii) Aquí vemos las demandas constantes que se Le hacían a Jesús. Viniendo directamente de la gloria de la cima del monte, Se enfrentó con el sufrimiento humano. Inmediatamente después de escuchar la voz de Dios, vino a oír las demandas angustiosas de la necesidad humana. La persona que más se parece a Cristo en el mundo es la que nunca encuentra que sus semejantes son una molestia. Es fácil sentirse cristiano en el momento de la oración y la meditación; es fácil sentirse cerca de Dios cuando estamos de espaldas al mundo. Pero eso no es religión: es evasión. La religión real es levantarse después de haber estado de rodillas ante Dios para salir al encuentro de las personas y de los problemas de la situación humana. La verdadera religión consiste en recibir la fuerza de Dios para transmitírsela a otros. La verdadera religión incluye tanto el encuentro con Dios en el lugar secreto como encontrarse con la gente en el mercado. La verdadera religión quiere decir presentarle nuestras propias necesidades a Dios, no para disfrutar de la .paz y de la tranquilidad y de la comodidad sin molestias, sino para ser capacitados generosa, efectiva y poderosamente para resolver las necesidades de los demás. Las alas de la paloma no son para el cristiano que quiere seguir a Su Maestro haciendo el bien.
(iii) Vemos aquí el dolor de Jesús. No es que Jesús dijera que quería librarse de Sus discípulos. Es que Él dice: «¿Cuánto tiempo voy a tener que estar con vosotros hasta que lleguéis a comprender?» No hay nada más propio de Cristo que la paciencia. Cuando nos parece que vamos a perderla paciencia ante las locuras y las necedades humanas, recordemos la infinita paciencia de Dios con los extravíos y las deslealtades y la indocilidad de nuestra propia alma.
(iv) Vemos aquí la necesidad central de la fe, sin la cual nada puede suceder. Cuando Jesús habló de desplazar montañas, estaba usando una frase que los judíos conocían muy bien. Un gran maestro que pudiera realmente presentar y exponer las Escrituras y explicar y resolver las dificultades, recibía el nombre de un desarraigador, o hasta un pulverizador de montañas. Deshacer, desarraigar y pulverizar montañas eran imágenes que se usaban para resolver las dificultades. Jesús nunca pretendió que se tomara esto literalmente en su sentido físico. Después de todo, una persona normal no se encuentra frecuentemente en la necesidad de tener que desplazar montañas físicas. Lo que quería decir era: «Si se tiene suficiente fe, todas las dificultades se pueden resolver, y cumplir hasta la tarea más difícil.» La fe en Dios es el instrumento que permite a las personas eliminar las colinas de dificultades que bloquean el camino.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
El poder de la fe (ver Mar. 9:14-29; Luc. 9:37-43). Después de la gloria sobre la montaña, Jesús volvió a la escena del sufrimiento y la incredulidad. El sufrimiento parece ser un caso de epilepsia (lunático se traduce lit. “es afectado por la luna”, sin embargo, los síntomas se parecen a los de la epilepsia), pero Jesús lo trató como un caso de posesión por un demonio. La incredulidad era de toda la generación, pero estaba enfocada en el fracaso de los discípulos de sanar al paciente, por su poca fe. En realidad, el v. 20 implica que en esta ocasión no tenían fe para nada, dado que ¡no hay nada más pequeño que el grano de mostaza! La “cantidad” de la fe no era lo importante; aun la más pequeña fe hubiera sido suficiente. Lo que importa es el Dios en quien esa fe se basa, quien puede realizar lo proverbialmente imposible (mover montañas).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
o 795 Luc 9:37
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
14 (a) vs.14-21: Mar_9:17-29 ; Luc_9:38-42