Comentario de Mateo 18:27 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
El señor de aquel siervo, movido a compasión, le soltó y le perdonó la deuda.
18:27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda. — Dios nos perdona nuestros pecados. — Sal 103:1-22, “12 Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”; 130, “7 Espere Israel a Jehová, Porque en Jehová hay misericordia, Y abundante redención con él; 8 Y él redimirá a Israel De todos sus pecados”; Isa 1:1-31, “18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”; 1Jn 1:1-10, “9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. En el caso de la parábola “el señor de aquel siervo” podía perdonarle como él quería. También el Señor nos perdona como El quiere y nos dice, Mar 16:1-20, “16 El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será condenado” (LBLA); Hch 2:1-47, “38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”. Sin embargo, en esta parábola vemos otro requisito, otra condición estipulada por Dios que obviamente muchos no toman en cuenta. La disposición de perdonar es tan necesaria como la fe, el arrepentimiento, la confesión y el bautismo. De hecho, el espíritu de no querer perdonar cancela todos estos otros pasos de obediencia. Sin el perdón de Dios nadie irá al cielo, y el que no tiene la disposición de perdonar a otros no será perdonado por Dios. De esta manera efectivamente uno mismo cierra las puertas al cielo para no poder entrar.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
movido a misericordia. Jue 10:16; Neh 9:17; Sal 78:38; Sal 86:5, Sal 86:15; Sal 145:8; Ose 11:8.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
le perdonó. Ilustra el perdón generoso y compasivo de Dios a un pecador suplicante que debe a Él un monto impagable. Cp. Col 2:14.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
18:27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda. – Dios nos perdona nuestros pecados. – Sal 103:1-22, “12 Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”; 130, “7 Espere Israel a Jehová, Porque en Jehová hay misericordia, Y abundante redención con él; 8 Y él redimirá a Israel De todos sus pecados”; Isa 1:1-31, “18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”; 1Jn 1:1-10, “9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”.
En el caso de la parábola “el señor de aquel siervo” podía perdonarle como él quería. También el Señor nos perdona como El quiere y nos dice, Mar 16:1-20, “16 El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será condenado” (LBLA); Hch 2:1-47, “38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”. Sin embargo, en esta parábola vemos otro requisito, otra condición estipulada por Dios que obviamente muchos no toman en cuenta. La disposición de perdonar es tan necesaria como la fe, el arrepentimiento, la confesión y el bautismo. De hecho, el espíritu de no querer perdonar cancela todos estos otros pasos de obediencia. Sin el perdón de Dios nadie irá al cielo, y el que no tiene la disposición de perdonar a otros no será perdonado por Dios. De esta manera efectivamente uno mismo cierra las puertas al cielo para no poder entrar.
El perdón de Dios no es tan “barato” pues. Muchos predican que es “fácil” obedecer al evangelio, pero ni siquiera menciona el requisito de perdonar al semejante.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Luc 7:42.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) O: “le perdonó la deuda”.
REFERENCIAS CRUZADAS
i 844 Luc 7:42
j 845 1Jn 1:9
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
27 (1) Esto se refiere al perdón de las deudas que contraemos después de ser salvos y hechos esclavos del Señor.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
T234 El genitivo τοῦ δούλου debe tomarse junto con ὁ κύριος, no con el participio σπλαγχνισθείς (las palabras de la frase: el señor de aquel siervo, deben tomarse en conjunto -BD176[1]).