Comentario de Mateo 19:6 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Así que ya no son más dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre.
19:6 Así que no son ya más dos, sino una sola carne; — Gén 2:1-25, “23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne”. Son uno en propósito, en sus hijos, y compartir las experiencias de la vida. (Dos homosexuales no pueden ser “una sola carne”). — por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. — El divorcio rechaza el plan de Dios. Cuando sucede el divorcio, “no son ya” una sola carne, sino dos. Destruye la protección contra la fornicación (1Co 7:2). Es una experiencia traumática para los dos y peor para sus hijos. Por eso, Dios aborrece el divorcio (Mal 2:16). Por lo tanto, la iglesia no puede “anular” el matrimonio hecho por Dios (del “anular” resulta la separación). Desde luego, las leyes del estado no tienen nada que ver con este tema. El gobierno no casa y no puede separar. Muchos dan gran importancia a la “licencia” y, desde luego, Rom 13:1 y otros textos requieren que nos sometamos a la ley terrenal, pero en cuanto al matrimonio, el gobierno sólo registra el matrimonio, y registra no sólo el matrimonio aceptable ante los ojos de Dios, sino también los “matrimonios” que son puro adulterio ante los ojos de Dios.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
lo que Dios juntó. Συνεζευξεν [G2201], «ha unido yugo», como bueyes en el arado, donde cada uno debe tirar por igual para llevarlo. Entre los antiguos, pusieron un yugo sobre los cuellos de una nueva pareja casada, o cadenas en sus brazos, para mostrar que iban a ser uno, estrechamente unidos, y uniéndose por igual en todas las preocupaciones de la vida. Pro 2:17; Mal 2:14; Mar 10:9; Rom 7:2; 1Co 7:10-14; Efe 5:28; Heb 13:4.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
19:6 Así que no son ya más dos, sino una sola carne; — Gén 2:1-25, “23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne”. Son uno en propósito, en sus hijos, y compartir las experiencias de la vida. (Dos homosexuales no pueden ser “una sola carne”).
— por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. – El divorcio rechaza el plan de Dios. Cuando sucede el divorcio, “no son ya” una sola carne, sino dos. Destruye la protección contra la fornicación (1Co 7:2). Es una experiencia traumática para los dos y peor para sus hijos. Por eso, Dios aborrece el divorcio (Mal 2:16). Por lo tanto, la iglesia no puede “anular” el matrimonio hecho por Dios (del “anular” resulta la separación). Desde luego, las leyes del estado no tienen nada que ver con este tema. El gobierno no casa y no puede separar. Muchos dan gran importancia a la “licencia” y, desde luego, Rom 13:1 y otros textos requieren que nos sometamos a la ley terrenal, pero en cuanto al matrimonio, el gobierno sólo registra el matrimonio, y registra no sólo el matrimonio aceptable ante los ojos de Dios, sino también los “matrimonios” que son puro adulterio ante los ojos de Dios.
En un sentido la unión o lazo matrimonial es un “yugo”, pero “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos” (2Co 6:14) no se refiere al matrimonio con incrédulo, pues el contexto indica claramente que Pablo habla de la comunión con prácticas de la idolatría. Efe 5:11 (“Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas”) es paralelo con 2Co 6:14 2Co 6:17 dice, “Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor”; por lo tanto, si el v 14 tuviera aplicación al matrimonio con incrédulo, sería necesaria la separación, pero Pablo ya había dicho en la primera carta (1Co 7:12), “Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. 13 Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone”.
1Co 7:1-40, “10 Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido; 11 y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer”. Pablo está repitiendo la enseñanza de Jesús y al decir, “no se separe”, emplea el mismo verbo (CHORIDZO) que Jesús usa en Mat 19:6. Algunos dicen, “no estamos divorciados, sino solamente separados”. Los que hablan así están pensando en trámites legales (papeles de divorcio), pero estos textos claramente condenan la separación.
Rom 7:1-25, “2 Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive: pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. 3 Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera”. En este texto Pablo emplea el verbo DEO (ligar), traducida sujeta por. Dice LBLA, “Pues la mujer casada está ligada por la ley a su marido mientras él vive; pero si su marido muere, queda libre de la ley en cuanto al marido”. ¿Qué significa la palabra ligada ? Significa que aunque esté casada con otro hombre todavía está ligada a su primer marido ante los ojos de Dios. La única excepción a esta ley se ve aquí en Mat 19:9, excepto por causa de fornicación (inmoralidad sexual).
Fuente: Notas Reeves-Partain
REFERENCIAS CRUZADAS
g 860 Mar 10:9; 1Co 7:11
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
6 (a) 1Co_7:10
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
yugo… De allí las palabras cónyuge, conyugal.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
R845 El verbo en tiempo aoristo συνέζευξεν se traduce: ha juntado (es preferible: a aquellos a quienes Dios unió -MT140). [Editor. Es difícil transmitir aquí la idea del aoristo al español, sin usar el auxiliar haber.]
M144 Ὥστε se usa simplemente como una partícula de inferencia: así que, por tanto.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
De allí las palabras cónyuge, conyugal.