Comentario de Mateo 22:20 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Entonces él les dijo: —¿De quién es esta imagen y esta inscripción?
22:20, 21 — “ Entonces les dijo: ¿De quién es esta imagen, y la inscripción? Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios”. La palabra “dar” es “APODIDOMI … entregar de vuelta, devolver, pagar lo que se debe”. El dinero que usaban los judíos era de César; por lo tanto, deberían devolvérselo. Sin embargo, la imagen de Dios está grabada en nosotros mismos (Gén 1:26-27) y, por lo tanto, debemos devolver nuestra vida a El (ver 37). Estaba grabada en la moneda la imagen de la cabeza de César, y la inscripción decía, “Tiberio César, el hijo Augusto del Augusto Divino”. Los fariseos no querían ni siquiera mencionar la inscripción tan odiosa a los judíos, porque proclamaba la divinidad del emperador. La moneda con su inscripción daba prueba de que el gobierno romano estaba establecido en esa tierra. Los judíos usaban la moneda romana, y aceptaban los beneficios ofrecidos por el gobierno romano, pero no querían pagar el impuesto. Lo que Jesús les dijo implicaba que si los judíos usaban el dinero de César, era justo que pagaran el impuesto a César, pero agrega que debemos dar a Dios lo que es de Dios, afirmando así la soberanía absoluta de Dios. (Además, la practica de devolver a Dios lo que es de Dios destruye la idolatría).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
y la inscripción. Luc 20:24.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
22:20, 21 – “ Entonces les dijo: ¿De quién es esta imagen, y la inscripción? Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios”. La palabra “dar” es “APODIDOMI … entregar de vuelta, devolver, pagar lo que se debe”. El dinero que usaban los judíos era de César; por lo tanto, deberían devolvérselo. Sin embargo, la imagen de Dios está grabada en nosotros mismos (Gén 1:26-27) y, por lo tanto, debemos devolver nuestra vida a El (ver 37). Estaba grabada en la moneda la imagen de la cabeza de César, y la inscripción decía, “Tiberio César, el hijo Augusto del Augusto Divino”. Los fariseos no querían ni siquiera mencionar la inscripción tan odiosa a los judíos, porque proclamaba la divinidad del emperador.
La moneda con su inscripción daba prueba de que el gobierno romano estaba establecido en esa tierra. Los judíos usaban la moneda romana, y aceptaban los beneficios ofrecidos por el gobierno romano, pero no querían pagar el impuesto. Lo que Jesús les dijo implicaba que si los judíos usaban el dinero de César, era justo que pagaran el impuesto a César, pero agrega que debemos dar a Dios lo que es de Dios, afirmando así la soberanía absoluta de Dios. (Además, la practica de devolver a Dios lo que es de Dios destruye la idolatría).
Esta enseñanza se explica más ampliamente en Rom 13:1-7 y 1Pe 2:13-17. El gobierno civil ha recibido la autoridad que tiene de Dios, Jua 19:11. Los “testigos” del Atalaya enseñan que no se puede saludar la bandera de su patria, pero en esto como en muchas otras cosas demuestran su rebelión contra la palabra de Dios. El único problema para la conciencia del cristiano sería que el gobierno exigiera algo que contradijera la voluntad de Dios y en ese caso el cristiano tiene que ser fiel a Dios, cueste lo que cueste (Hch 4:19; Hch 5:29).
No había, pues, ningún dilema para Jesús. La primera parte de su respuesta agradó a los herodianos y la última parte de su respuesta agradó a los judíos.
Fuente: Notas Reeves-Partain
NOTAS
(1) “Imagen.” Gr.: ei·kón; lat.: i·má·go; J22(heb.): had·demúth, “la imagen”.
REFERENCIAS CRUZADAS
w 1015 Mar 12:16