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Comentario de Mateo 25:14 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Mateo 25:14 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Porque el reino de los cielos será semejante a un hombre que al emprender un viaje largo, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.

25:14 Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. — Compárense 24:48, «tarda en venir» y 25:5 «tardándose el esposo». En las tres parábolas estaba ausente el hombre principal. La prueba verdadera de la fidelidad es lo que se hace durante la ausencia del hombre principal. Los siervos eran esclavos, pero hombres capacitados.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

es como un hombre. Mat 21:33; Mar 13:34; Luc 19:12, Luc 19:13; Luc 20:9.

y les entregó sus bienes. Luc 16:1-12; Rom 12:6-8; 1Co 3:5; 1Co 4:1, 1Co 4:2; 1Co 12:4, 1Co 12:7-29; Efe 4:11; 1Pe 4:9-11.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

La parábola de los talentos ilustra la fidelidad requerida de los siervos de Dios. El hecho que el amo viajara lejos indica que habría suficiente tiempo para probar la fidelidad de los siervos.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

La parábola de los talentos ilustra la tragedia de la oportunidad desperdiciada. El hombre que se fue de viaje representa a Cristo, y los siervos representan a los creyentes confesos con diferentes grados de responsabilidad. La fidelidad es la cualidad requerida de ellos (vea la nota sobre el v. Mat 25:23), pero la parábola sugiere que todos aquellos que son fieles darán fruto en algún grado. El siervo infructífero es descubierto como hipócrita y finalmente destruido (v. Mat 25:30).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

25:14 Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. — Compárense 24:48, «tarda en venir» y 25:5 «tardándose el esposo». En las tres parábolas estaba ausente el hombre principal. La prueba verdadera de la fidelidad es lo que se hace durante la ausencia del hombre principal. Los siervos eran esclavos, pero hombres capacitados.

Fuente: Notas Reeves-Partain

EL TALENTO ENTERRADO

Mateo 25:14-30

Hubo una vez un hombre que se tenía que marchar al extranjero, y llamó a sus siervos y les confió sus bienes. A uno le dio 250, 000 pesetas; a otro, 100, 000, y a otro 50,000. A cada uno de ellos según su capacidad; y luego se marchó: Lo más pronto que pudo, el que había recibido las 250,000 pesetas fue y las invirtió, y obtuvo otras 250,000. De la misma manera, el que había recibió 100, 000, sacó otras 100, 000. Pero el que había recibido 50,000 se retiró, y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su amo. Después de mucho tiempo volvió el amo de aquellos sirvientes, y echó cuentas con ellos. El que había recibido 250,000 pesetas llegó trayendo otras 250,000. «Señor -le dijo-, tú me diste 250,000 pesetas. Mira; he obtenido un beneficio de otras 250,000.» El amo le dijo: » ¡Bien hecho, buen siervo y fiel! Me has sido fiel en un pequeño negocio; te pondré a cargo de muchas cosas; ven a celebrarlo con tu amo.» El que había recibido 100,000 pesetas llegó, diciendo: «Señor, tú me dejaste un depósito de 100,000 pesetas. ¡Mira! He obtenido unas ganancias de otras 100,000.» Su amo le dijo: «¡Bien hecho, buen siervo y fiel! Me has sido fiel en un pequeño negocio; te pondré a cargo de muchas cosas; ven a celebrarlo con tu amo:» El que había recibido 50,000 pesetas también se presentó. «Señor -le dijo-, sabía que eras un hombre implacable, que siegas lo que no labraste y que recoges lo que no sembraste. Así que me dio miedo, y .me aparté y escondí tus 50, 000 pesetas en la tierra. Mira: Aquí tienes lo que es tuyo.» El amo le respondió: «¡Siervo malvado y cobarde! ¿Conque sabías que siego donde no he labrado y recojo lo que no he sembrado? Deberías haber depositado mi dinero en el banco, para que cuando yo volviera lo recibiera con intereses. Así que, quitadle las 50,000 pesetas y dádselas al que tiene 250,000. Porque al que tenga se le dará para que tenga en abundancia; pero al que no tenga, hasta lo que tenga se le quitará. Y echad a este siervo inútil a la oscuridad de fuera. Que llore y rechine los dientes allí.»

Como la parábola anterior, esta tenía una lección inmediata para los que la oyeron por primera vez, y toda una serie de lecciones para nosotros hoy. Se la conoce como La Parábola de los Talentos. En nuestra traducción hemos cambiado los talentos por la moneda actual. El talento no era una moneda, sino un peso; y por tanto su valor dependía del metal del que se tratara, cobre, oro o plata. El metal que se usaba más corrientemente era la plata, y el valor de un, talento de plata era de unas 50,000 pesetas. Pero para tener una idea de su valor adquisitivo, recuérdese que el jornal de un obrero era de pesetas. Sobre esa base hemos hecho las equivalencias de .las varias sumas.

No cabe la menor duda de que la atención original se centraba en el siervo inútil. No hay duda de que representaba a los escribas y los fariseos por su. actitud ante la Ley y la verdad de Dios. El siervo inútil enterró su talento en la tierra para podérselo devolver a su amo intacto. Todo, el propósito de los escribas y fariseos era guardar la Ley exactamente como era. Según la frase que ellos mismos usaban, debían «construir una cerca alrededor de la Ley.» Cualquier cambio, -cualquier desarrollo, cualquier cosa nueva, era para ellos anatema: Su método implicaba la parálisis de la verdad religiosa.
Como el hombre con un talento, deseaban mantener las cosas exactamente como habían estado siempre -y era por eso por lo que estaban condenados. En esta parábola Jesús nos dice que no puede haber religión sin aventura, y que a Dios no Le sirve para nada una mente cerrada. .Pero hay mucho más que eso en esta parábola.
(i) Nos dice que Dios da a las personas diferentes dones. Uno recibió cinco talentos, otro dos, y otro uno. No es el talento de la persona lo que importa; lo que importa es cómo lo use. Dios nunca exige de nadie habilidades que no tenga; pero exige que cada persona use a tope las habilidades que posea. Todas las personas no tienen los mismos talentos; pero pueden ser iguales en el esfuerzo. La parábola nos dice que sea cual fuere el talento que tengamos, pequeño o grande, debemos ponerlo al servicio de Dios.
(ii) Nos dice que la recompensa por un trabajo bien hecho es aún más trabajo para hacer. A los dos siervos que habían cumplido bien no se les dijo que podían sentarse a descansar, sino se les dieron mayores tareas y responsabilidades más grandes In el trabajo de su amo.
(iii) Nos dice que la persona que es castigada es la que ni siquiera intentó hacer nada. El que tenía un talento no lo usó, no hizo nada con él. Si lo hubiera arriesgado y perdido, habría sido mejor que no hacer nada en absoluto. Siempre es una tentación para el que no tiene más que un talento el decir: «Tengo tan poco, y puedo hacer tan poco con ello, que no vale la pena intentarlo para lo poco que voy a sacar.» La condenación recae sobre la persona que, aunque no tenga nada más que un talento, no intente usarlo ni arriesgarlo para el bien común.
(iv) Establece una ley de la vida que es universalmente cierta. Nos dice que al que tiene se le dará más, y el que no tiene perderá hasta lo que tenga. El sentido es el siguiente. Si una persona tiene un talento y lo ejercita, se hace progresivamente más capaz de usarlo más. Pero si tiene un talento y deja de utilizarlo, inevitablemente lo perderá. Si se nos da bien un juego o un arte, si tenemos algún don para algo, cuanto más lo ejercitemos más capaces seremos de asumir mayores tareas en esa área. Mientras que, si dejamos de usarlo, lo perdemos. Eso es igualmente cierto de jugar al tenis, o tocar el piano, o cantar, o predicar, o tallar madera, o pensar ideas. Es la lección de la vida que la única manera de conservar un don es usarlo en el servicio de Dios y de nuestros semejantes.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

La parábola de los talentos (cf. Luc. 19:11-27). Como la parábola de los dos siervos en 24:45-51, ésta presenta a un dueño que emprende un viaje y deja a sus siervos con responsabilidades para llevar a cabo. De nuevo hay una larga espera (19), y lo que interesa es saber quién estará listo para el retorno de su amo. Esta parábola, sin embargo, diferente de la anterior, sugiere la manera de estar listos. No es asunto de una espera pasiva, sino la prosecución de la tarea aprovechando a lo sumo las oportunidades que se nos han encomendado.

El talento es, sencillamente, el nombre de una suma (muy grande) de dinero, en términos modernos equivaldría a varios miles de dólares. Esta es la parábola que le ha dado un significado metafórico al término, al ser aplicada a los dones y habilidades dados por Dios, y que tenemos la responsabilidad de usar. Probablemente, ésta sea una aplicación válida del relato, pero no debemos imaginar que la palabra gr. en sí misma comunica algo más que el significado lit. monetario.

A cada siervo le fueron entregadas diferentes cantidades (aunque todas muy grandes), conforme a su capacidad, y el aumento que se esperaba era en proporción a la cantidad encomendada. Dios reconoce que todos somos diferentes y espera recibir de nosotros sólo lo que corresponda. Es significante que los dos siervos que tuvieron éxito recibieron elogios idénticos del dueño (21, 23), aunque la escala de su responsabilidad original, y por lo tanto de sus logros, era diferente. El tener un “don” menor no nos disculpa de hacer un esfuerzo apropiado. El error del tercer siervo fue que no reconoció las intenciones de su dueño, y optó por seguridad en lugar del servicio. Con la esperanza de no equivocarse, terminó no haciendo nada correctamente.

Mientras que la descripción que hizo el siervo malo del amo como un capitalista acaparador (24) no tiene el propósito de ser una descripción alegórica de Dios, Dios sí espera, y premia, el uso creativo de las oportunidades de servicio que se nos abren. Si por error vemos a Dios como un tirano duro nos será difícil responderle de una manera amorosa y abierta. Debemos usar esos dones responsablemente, pero también en forma aventurada. De esta manera estaremos listos para la parousía.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

REFERENCIAS CRUZADAS

ñ 1203 Luc 19:12

o 1204 Mat 21:33

p 1205 Luc 19:13

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

un hombre…viaje. El hombre es una referencia a Cristo durante el tiempo entre su ascensión (Hch 1:9) y su segunda venida (24:27; Hch 1:11; Ap 19:11– 16).

Fuente: La Biblia de las Américas

Una parábola parecida a ésta se encuentra en Lucas 19:12– 27 (cp. Mr 13:34). Sin duda, Jesús enseñó las parábolas en dos ocasiones diferentes. La enseñanza principal es que el Señor espera que sus siervos sean fieles mientras El regresa en su segunda venida.

Fuente: La Biblia de las Américas

14 (1) Esta parábola, tal como la de las diez vírgenes, tiene que ver con el reino de los cielos.

14 (2) Aquí el hombre es Cristo, quien estaba a punto de ir al extranjero, es decir, a los cielos.

14 (3) Los esclavos representan a los creyentes en el aspecto del servicio ( 1Co_7:22-23 ; 2Pe_1:1 ; Stg_1:1 ; Rom_1:1). La condición de los creyentes con relación a Cristo tiene dos aspectos: en vida son vírgenes que viven por El; en servicio, en la obra, ellos son los esclavos que El ha comprado y que le sirven a El.

14 (4) Sus bienes representan la iglesia ( Efe_1:18) compuesta de todos los creyentes, quienes constituyen la casa de Dios (24:45).

14 (a) VS.14-30:cfr. Luc_19:12-27

14 (b) Mat_21:33 ; Mar_13:34

14 (c) 1Co_7:22-23 ; 2Pe_1:1 ; Stg_1:1 ; Rom_1:1

14 (d) Efe_1:18

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Aquí, el contraste es entre los que hacen uso de los dones de Dios, y los que no lo hacen.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

La parábola de los talentos es muy análoga á la de las diez vírgenes, por cuanto se refiere también al segundo advenimiento é incluye las mismas personas que esta; es á saber, los miembros de la iglesia visible. Los siervos y las vírgenes simbolizan la misma gente; pero la misma gente considerada de diferentes puntos de vista, y bajo distintos aspectos. Más en lo que más se diferencian es en la lección que cada una de ellas enseña. La vigilancia es la de la segunda: la diligencia es la de la primera. Con la historia de las vírgenes se exhorta á la iglesia á velar: con la de los talentos á ponerse en actividad.
Examinemos los hechos que de este pasaje se desprenden.
1. Que todo cristiano ha recibido algún don de Dios. Todos somos siervos suyos, y poseemos talentos que nos ha confiado.
El vocablo «talento » es uno de aquellos que han sido desviados de su significado originario. Por lo común solo se llaman personas de «talento» á las que poseen extraordinarias dotes. En el sentido que nuestro Señor empleo dicho vocablo todas las personas que han sido bautizadas, sin distinción alguna, pueden ser llamadas de «talento,» puesto que á todas ha concedido Dios talentos.
En el sentido genuino se denomina talento cualquier cosa de que nos servimos para glorificar á Dios: nuestras dotes naturales, nuestro influjo, nuestro dinero, nuestros conocimientos, nuestra salud, nuestro vigor, nuestro tiempo, nuestros sentidos, nuestra memoria, nuestros afectos, nuestras prerrogativas como miembros de la iglesia de Jesucristo, la ventaja de que disfrutamos en poseer la Biblia. Todo lo que tenemos procede de Dios. Nosotros no somos sino mayordomos del Autor de todo lo criado.
2. Que muchos abusan de los privilegios y mercedes que de Dios reciben. Uno de los siervos de la parábola cavó en la tierra y ocultó el dinero de su señor. Tal hombre representa una parte muy numerosa de los de su raza.
Ocultamos nuestro talento siempre que se nos presenta una oportunidad de glorificar á Dios, y no nos valemos de ella. El que desprecia la Biblia, el que descuida la oración, el que quebranta el domingo; el incrédulo, el sensual, el que solo se ocupa de cosas terrenas; el frívolo, el calavera, el amante de placeres; el avaro, el que se entrega á sus apetitos: todos estos esconden en el suelo el dinero de nuestro Señor, por cuanto no se aprovechan de la luz que se les ha- concedido, y no son tan buenos como podían ser.
3. Que Dios llamará á cuentas algún día á todos los que hubieren profesado el Cristianismo. Se nos dice en la parábola que, «después de mucho tiempo vino el Señor de aquellos siervos é hizo cuentas con ellos..
Después de la muerte se nos juzgará según nuestras obras, y ese juicio será infalible, severo é inevitable.
Ya seamos nobles ó plebeyos, ricos ó pobres, ilustrados ó ignorantes, todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Dios para recibir una sentencia de resultados eternos. No habrá evasión alguna: la simulación será imposible. Todos seremos trasladados á la presencia de Dios.
4. Que los verdaderos cristianos recibirán abundantes galardones en el día del juicio final. Los siervos que hicieron buen uso del dinero fueron encomiados como buenos y fieles, é invitados á entrar en el gozo de su señor.
Todo cristiano es flaca criatura, y necesita diariamente de la sangre expiatoria del Cordero. Mas aun el más ínfimo de los creyentes pertenece al número de los siervos de Cristo, y sus esfuerzos por servir á Dios no son en vano. Toda hora que gaste en el servicio del Redentor y toda palabra que pronuncie á favor de su causa será registrada en el libro de los recuerdos.
5. Que todos los miembros de la iglesia de Cristo que no dieren fruto serán condenados y arrojados para siempre de la presencia del Señor. El siervo que enterró el dinero de su señor fue condenado como «malo,» «negligente» é inútil, y fue arrojado á las tinieblas exteriores. Después de decir esto nuestro Señor agregó estas palabras solemnes: » Allí será el lloro y el crujir de dientes..
No habrá en el último día excusa alguna para los que no se hubieren convertido verdaderamente. Millares de personas viven hoy día sin fe y sin arrepentimiento, y se disculpan diciendo que no les es dado vivir de otro modo. Su conciencia, sin embargo, les dice que son culpables. Es que están enterrando su talento, y no hacen todo lo que pudieran hacer.
Al terminar el examen de esta parábola hagamos la firme resolución de que, mediante el auxilio de la gracia divina, jamás nos contentaremos con una mera profesión del Cristianismo. No debemos solo hablar acerca de religión sino también practicar lo que decimos. El siervo inútil no era ni asesino, ni ladrón, ni siquiera despilfarró el dinero de su señor; mas no hizo nada, y esa fue la causa de su condenación.

Fuente: Los Evangelios Explicados

es como… Es decir, el reino de los cielos es como.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

T192 Ἰδίους se usa como un simple pronombre posesivo: sus siervos (comp. Mat 22:5).

BD453(4) Ὥσπερ γάρ se usa para introducir una parábola sin un correlativo que le siga, ni conexión de ninguna clase con lo que precede; el significado resultante es: El reino de los cielos en verdad es como (la cláusula principal debe suponerse con la comparación -BD482).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

Esto es, el reino de los cielos.

Fuente: La Biblia Textual III Edición