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Comentario de Mateo 27:2 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Mateo 27:2 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Y después de atarlo, le llevaron y le entregaron al procurador Pilato.

27:2 Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato, el gobernador. — ¿Por qué querían involucrar a los romanos? (1) De esta manera había menos peligro de un alboroto entre el pueblo; (2) de esta manera aumentaban la humillación de Jesús (la crucifixión era la muerte más vergonzosa); y (3) para tener ellos menos responsabilidad de la muerte de un hombre bueno que había ayudado y bendecido a tantas personas.

Le habían atado en el huerto de Getsemaní y vuelven a hacerlo ahora para llevarlo a los romanos. Pilato tenía su residencia en Cesarea, pero acostumbraba estar en Jerusalén durante los días de fiesta para mantener el orden. Ya había sido gobernador por unos seis años y después de otros cuatro años fue quitado. Según los relatos históricos (Josefo, Filón de Alejandría, Tácito, Eusebio, etc.) Pilato hizo grandes injusticias contra los judíos: cometió el sacrilegio de causar que algunos soldados romanos entraran en la ciudad de Jerusalén con emblemas de la imagen del emperador; en una ocasión usó dinero del tesoro del templo para construir un acueducto; cuando la gente protestaba, Pilato mandó a los soldados a sujetarlos con garrotes; por último, cuando un grupo de fanáticos comenzaron a subir el monte Gerizim para buscar vasijas sagradas supuestamente escondidas por Moisés, Pilato mandó que los soldados los atacaran y hubo muchos muertos. Por causa de esto él fue quitado como gobernador y, según Eusebio, cometió suicidio. Era hombre muy orgulloso (Jua 19:10) y cruel (Luc 13:1).

Jua 18:28-32 suple los siguientes detalles: Ver 28, «ellos no entraron en el pretorio para no contaminarse, y así poder comer la pascua» (otro acto de hipocresía: no les preocupaba el crimen de matar a su Mesías, pero les preocupaba contaminarse ceremonialmente y el no comer la pascua, Luc 11:39; Mat 23:24). El cordero pascual se mataba «entre las tardes» del día 14 de Nisán (entre las tres y las cinco según nuestro modo de calcular el tiempo), y se comía esa noche, al inicio del día 15 de Nisán. Sin embargo, la fiesta de panes sin levadura duraba una semana y se designaba también como la pascua (Luc 22:1). Ver 29, «Entonces salió Pilato a ellos, y les dijo: ¿Qué acusación traéis contra este hombre? Ver 30, «Respondieron y le dijeron: Si éste no fuera malhechor, no te lo habríamos entregado». Los judíos no querían que Pilato hiciera preguntas; más querían que confirmara la sentencia decidida por ellos y que ejecutara a Jesús sin juzgarle, pero Pilato insistió en juzgarle, y la acusación

— la que llegó a ser el título de la cruz — fue que Cristo era el rey de los judíos. Ver 31, «Entonces les dijo Pilato: Tomadle vosotros, y juzgadle según vuestra ley». Pilato no quería que la sentencia judaica fuera también la sentencia romana. «Y los judíos le dijeron: A nosotros no nos está permitido dar muerte a nadie». Ver 32, «para que se cumpliese la palabra que Jesús había dicho, dando a entender de qué muerte iba a morir». Compárese Jua 12:33-34, Jesús ya había anunciado que sería crucificado.

Luc 23:2 especifica las acusaciones formales: «A éste hemos hallado que pervierte a la nación, y que prohibe dar tributo a César, diciendo que él mismo es el Cristo, un rey». Cuando los judíos juzgaron a Jesús, hablaron solamente de blasfemia, pero implicaron que le habían investigado y hallado este crimen contra César. Cuando Jesús compareció ante Anás y Caifás, no le acusaron de pervertir a la nación y la acusación con respecto a pagar tributo a César era todo lo contrario de lo que Jesús enseñó (Mat 22:15-22). La hipocresía de los judíos era grande, porque ellos mismos eran los que pervertían a la nación y se oponían a pagar tributos a César.

Pilato preguntó a Jesús, «¿Eres tú el rey de los judíos? Y respondiéndole él, dijo: Tú lo dices» (Luc 23:3), pero los judíos mintieron acerca del tributo y querían plantear la idea de que Jesús era un rey terrenal (político) que quería usurpar a César aunque sabían que Jesús rehusaba ser su rey (Jua 6:15). También dijeron (ver 5), «Alborota al pueblo, enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea hasta aquí» (ver 14, Pilato dijo, «Me habéis presentado a éste como un hombre que perturba al pueblo; pero habiéndose interrogado yo delante de vosotros, no he hallado en este hombre delito alguno de aquellos de que le acusáis»). Es verdad que Jesús causó y causa disensión (Mat 10:34-37), pero no como revolucionario como ellos acusaban.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

y le llevaron atado. Gén 22:9; Jua 18:12, Jua 18:24; Hch 9:2; Hch 12:6; Hch 21:33; Hch 22:25, Hch 22:29; Hch 24:27; Hch 28:20; 2Ti 2:9; Heb 13:3.

y le entregaron a Poncio Pilato. Mat 20:19; Luc 18:32, Luc 18:33; Luc 20:20; Hch 3:13.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Poncio Pilato era gobernador de Judea, Samaria e Idumea desde los años 26–36 d.C Debido a que los judíos no tenían autoridad para ejecutar a Jesús (Jua 18:31), lo llevaron a Pilato.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

LE ENTREGARON A PONCIO PILATO. Los sufrimientos de Cristo, tercera etapa. Por la mañana llevan a Jesús, golpeado y exhausto, a través de Jerusalén para que Pilato lo interrogue. Dejan en libertad a Barrabás (v. Mat 27:21), azotan a Jesucristo y lo entregan para ser crucificado (v. Mat 27:26). (Para la cuarta etapa de los sufrimientos Cristo, véase v. Mat 27:26, nota).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

le llevaron … a Poncio Pilato. Jesús tuvo dos juicios, uno judío y religioso, y otro romano y secular. Roma se reservaba el derecho de ejecutar la pena capital (vea la nota sobre Mat 26:59), así que Jesús tuvo que ser entregado a las autoridades romanas para ejecutar la sentencia de muerte. Las oficinas principales de Pilato estaban en Cesarea, en la costa mediterránea, pero este se encontraba en Jerusalén por la celebración de la Pascua por lo que supervisó el juicio (vea la nota sobre Mar 15:1). Jesús fue llevado ante Pilato (vv. Mat 27:2-14), luego fue enviado a Herodes para otra audiencia (Luc 23:6-12), regresó de nuevo a Pilato para la audiencia final y el pronunciamiento de la sentencia (vv. Mat 27:15-26).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

27:2 Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato, el gobernador. – ¿Por qué querían involucrar a los romanos? (1) De esta manera había menos peligro de un alboroto entre el pueblo; (2) de esta manera aumentaban la humillación de Jesús (la crucifixión era la muerte más vergonzosa); y (3) para tener ellos menos responsabilidad de la muerte de un hombre bueno que había ayudado y bendecido a tantas personas.
Le habían atado en el huerto de Getsemaní y vuelven a hacerlo ahora para llevarlo a los romanos. Pilato tenía su residencia en Cesarea, pero acostumbraba estar en Jerusalén durante los días de fiesta para mantener el orden. Ya había sido gobernador por unos seis años y después de otros cuatro años fue quitado. Según los relatos históricos (Josefo, Filón de Alejandría, Tácito, Eusebio, etc.) Pilato hizo grandes injusticias contra los judíos: cometió el sacrilegio de causar que algunos soldados romanos entraran en la ciudad de Jerusalén con emblemas de la imagen del emperador; en una ocasión usó dinero del tesoro del templo para construir un acueducto; cuando la gente protestaba, Pilato mandó a los soldados a sujetarlos con garrotes; por último, cuando un grupo de fanáticos comenzaron a subir el monte Gerizim para buscar vasijas sagradas supuestamente escondidas por Moisés, Pilato mandó que los soldados los atacaran y hubo muchos muertos. Por causa de esto él fue quitado como gobernador y, según Eusebio, cometió suicidio. Era hombre muy orgulloso (Jua 19:10) y cruel (Luc 13:1).
Jua 18:28-32 suple los siguientes detalles: Ver 28, «ellos no entraron en el pretorio para no contaminarse, y así poder comer la pascua» (otro acto de hipocresía: no les preocupaba el crimen de matar a su Mesías, pero les preocupaba contaminarse ceremonialmente y el no comer la pascua, Luc 11:39; Mat 23:24). El cordero pascual se mataba «entre las tardes» del día 14 de Nisán (entre las tres y las cinco según nuestro modo de calcular el tiempo), y se comía esa noche, al inicio del día 15 de Nisán. Sin embargo, la fiesta de panes sin levadura duraba una semana y se designaba también como la pascua (Luc 22:1). Ver 29, «Entonces salió Pilato a ellos, y les dijo: ¿Qué acusación traéis contra este hombre? Ver 30, «Respondieron y le dijeron: Si éste no fuera malhechor, no te lo habríamos entregado». Los judíos no querían que Pilato hiciera preguntas; más querían que confirmara la sentencia decidida por ellos y que ejecutara a Jesús sin juzgarle, pero Pilato insistió en juzgarle, y la acusación — la que llegó a ser el título de la cruz — fue que Cristo era el rey de los judíos. Ver 31, «Entonces les dijo Pilato: Tomadle vosotros, y juzgadle según vuestra ley». Pilato no quería que la sentencia judaica fuera también la sentencia romana. «Y los judíos le dijeron: A nosotros no nos está permitido dar muerte a nadie». Ver 32, «para que se cumpliese la palabra que Jesús había dicho, dando a entender de qué muerte iba a morir». Compárese Jua 12:33-34, Jesús ya había anunciado que sería crucificado.
Luc 23:2 especifica las acusaciones formales: «A éste hemos hallado que pervierte a la nación, y que prohibe dar tributo a César, diciendo que él mismo es el Cristo, un rey». Cuando los judíos juzgaron a Jesús, hablaron solamente de blasfemia, pero implicaron que le habían investigado y hallado este crimen contra César. Cuando Jesús compareció ante Anás y Caifás, no le acusaron de pervertir a la nación y la acusación con respecto a pagar tributo a César era todo lo contrario de lo que Jesús enseñó (Mat 22:15-22). La hipocresía de los judíos era grande, porque ellos mismos eran los que pervertían a la nación y se oponían a pagar tributos a César.
Pilato preguntó a Jesús, «¿Eres tú el rey de los judíos? Y respondiéndole él, dijo: Tú lo dices» (Luc 23:3), pero los judíos mintieron acerca del tributo y querían plantear la idea de que Jesús era un rey terrenal (político) que quería usurpar a César aunque sabían que Jesús rehusaba ser su rey (Jua 6:15). También dijeron (ver 5), «Alborota al pueblo, enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea hasta aquí» (ver 14, Pilato dijo, «Me habéis presentado a éste como un hombre que perturba al pueblo; pero habiéndose interrogado yo delante de vosotros, no he hallado en este hombre delito alguno de aquellos de que le acusáis»). Es verdad que Jesús causó y causa disensión (Mat 10:34-37), pero no como revolucionario como ellos acusaban.

Fuente: Notas Reeves-Partain

— Pilato: Poncio Pilato fue gobernador romano de Judea durante los años 26-36 d. C. Tenía su residencia oficial en Cesarea del Mar, pero acudía a Jerusalén en las principales fiestas judías.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

b 1380 Mat 20:19; Luc 23:1; Jua 18:28; Hch 3:13

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Pilato, el gobernador. Fue gobernador romano de la provincia de Judea del 26– 36 d.C., y magistrado imperial sobre ese territorio; por tanto la persona ante la cual Jesús debía comparecer al ser acusado de muerte. Según Josefo, hubo varias sublevaciones contra Pilato a causa de su desprecio a las costumbres judías.

Fuente: La Biblia de las Américas

2 (1) Pilato, oficial de Tiberio César, fue procurador romano de Judea (Palestina) desde el año 26 hasta el 35 d. de C. Poco después de haber entregado injustamente al Señor Jesús para que fuese crucificado, su régimen terminó súbitamente. Pilato fue desterrado y se suicidó. En esta conspiración maligna los judíos fanáticos persuadieron al político pagano a que colaborara con ellos para matar al Señor Jesús.

2 (a) Hch_3:13 ; Luc_13:1

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Pilato. Véase nota en Mar 15:1. Su residencia oficial estaba en Cesarea, la ciudad que Herodes había edificado a la orilla del mar Mediterráneo en honor de César Augusto. Tenia un palacio en Jerusalén y estaba en la ciudad en el tiempo de la Pascua, cuando se agolpaban las multitudes y siempre era posible algún desorden.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Pilato… M↓ Poncio Pilato.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

M i añaden Poncio.

Fuente: La Biblia Textual III Edición