Comentario de Mateo 27:51 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. La tierra tembló, y las rocas se partieron.

27:51 Y he aquí, el velo Éxo 26:31-33. del templo (que separaba el lugar santo del lugar santísimo, Heb 9:3) se rasgó en dos, de arriba abajo;

— Esto abrió el camino al cielo (Heb 9 y 10).

— y la tierra tembló, y las rocas se partieron; — Este fenómeno no era un terremoto normal, sino acto de Dios.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

el velo del templo se rasgó. Éxo 26:31-37; Éxo 40:21; Lev 16:2, Lev 16:12-15; Lev 21:23; 2Cr 3:14; Isa 25:7; Mar 15:38; Luc 23:45; Efe 2:13-18; Heb 6:19; Heb 10:19-22.

y la tierra tembló. Mat 28:2; Sal 18:7, Sal 18:15; Miq 1:3, Miq 1:4; Nah 1:3-5; Hab 3:10, Hab 3:13; Heb 12:25-27; Apo 11:13, Apo 11:19.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo: El Templo tenía dos velos o cortinas, una delante del lugar santo y la otra para separar el lugar santo del lugar santísimo. El segundo velo fue el que se rompió, demostrando que Dios había abierto el acceso a sí mismo por medio de su Hijo (Heb 6:19; Heb 10:19-22). Sólo Dios podría haber roto el velo desde arriba.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

EL VELO… SE RASGÓ. La rasgadura del «velo del templo» (véase Éxo 26:33, nota) significó que había un camino abierto a la presencia de Dios. El velo que separaba el Lugar Santo del Lugar Santísimo obstruía el camino a la presencia de Dios. Mediante la muerte de Cristo, fue quitado el velo y se abrió el camino al Lugar Santísimo (i.e., la presencia de Dios) para todos los que creen en Cristo y en su Palabra salvadora (cf. Heb 9:1-14; Heb 10:19-22).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

el velo del templo. Es decir, la cortina que bloqueaba la entrada al Lugar santísimo (Éxo 26:33; Heb 9:3). La ruptura del velo significó que el camino a la presencia de Dios fue abierto a todos a través de uno nuevo y vivo (Heb 10:19-22). El hecho de que el velo fuera rasgado «de arriba abajo» muestra que ningún hombre pudo haberlo roto. Dios lo hizo.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

27:51 Y he aquí, el velo Éxo 26:31-33. del templo (que separaba el lugar santo del lugar santísimo, Heb 9:3) se rasgó en dos, de arriba abajo; — Esto abrió el camino al cielo (Heb 9 y 10).
— y la tierra tembló, y las rocas se partieron; — Este fenómeno no era un terremoto normal, sino acto de Dios.

Fuente: Notas Reeves-Partain

LA REVELACIÓN DESLUMBRANTE

Mateo 27:51-56

Y fijaos: El velo del templo se rasgó en dos parte, de arriba abajo, y la tierra se sacudió, y las rocas se quebraran, y las tumbas se abrieron, y resucitaron. dos Y cuerpos, de muchos de los que habían vivido consagrados a Dios, y salieron de las tumbas después de Su Resurrección y vinieron ala. Santa Ciudad y se les aparecieron a muchos.

El centurión y los que estaban observando. a Jesús con él vieron el terremoto y las cosas que habían sucedido, y sintieron un profundísimo temor. No cabe duda -decían-, que este. Hombre era el Hijo de Dios. Muchas mujeres estaban allí observando a distancia.
Eran las mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea, prestándole sus servicios. Entre ellas estaban María de Magdala, y María, la madre de Santiago y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.

Este pasaje se divide naturalmente en tres secciones.

(i) Tenemos .el relato de las cosas sorprendentes que sucedieron cuando murió Jesús. Ya las tomemos literalmente o no, nos enseñan dos grandes verdades.

(a) El velo del templo se rasgó de arriba abajo. Ese era el velo que cubría la entrada del Lugar Santísimo, al otro lado del cual no podía entrar más que el sumo sacerdote el día de la Expiación; era el velo que, ocultaba la presencia del Espíritu de Dios: Aquí hay un profundo simbolismo. Hasta ese momento, Dios había estado oculto y remoto, y nadie sabía cómo era. Pero, en la muerte de Jesús vemos el amor oculto de Dios, y el acceso a la presencia de Dios qué había estado cerrado a toda la humanidad está ahora abierto.. La vida y la muerte de Jesús nos muestran cómo es Dios, y quitan para siempre el velo que Le ocultaba a la humanidad.

(b) Se abrieron las tumbas. La verdad que esto nos revela es que Jesús conquistó la muerte. Al morir y resucitar, Él destruyó el poder de la tumba. A causa de Su vida, Su muerte y Su Resurrección, la tumba ha perdido su poder, el sepulcro ha perdido su terror, la muerte ha perdido su tragedia. Porque estamos seguros de que, como Él vive, nosotros también viviremos:

(ii) Tenemos el relato, de la adoración del centurión. Jesús había dicho: «Yo, cuando sea levantado de la tierra, atraeré a Mí a todas las personas» (Jn 12:32 ). Jesús anunció el poder magnético de la Cruz; y el centurión fue su primer fruto. La Cruz le movió a ver la majestad- de Jesús, como ninguna otra cosa le había movido.

(iii) Tenemos la sencilla mención de las mujeres que vieron el final. Todos los discípulos Le abandonaron y huyeron, pero las, mujeres se mantuvieron. Se ha dicho que, al contrario que los hombres, las mujeres no tenían nada que temer, porque su posición pública era tan poco importante que nadie se fijaría en las discípulas. Pero á más que eso. Estaban allí porque amaban a Jesús; y para ellas, como para tantos otros, el perfecto amor desecha el temor.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

— cortina del Templo: Había dos cortinas en el Templo: una a la entrada, grande y vistosa; y otra en el interior que era la que separaba el lugar santo del lugar santísimo (ver Éxo 26:31-37). La que aquí se menciona debe ser esta última.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Ver Isa 26:19; Eze 37:12; Dan 12:2.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

l 1444 Éxo 26:31; Heb 9:3; Heb 10:20

m 1445 Mar 15:38; Luc 23:45

n 1446 1Sa 14:15

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

el velo del templo. Este velo separaba el lugar santo del lugar santísimo, donde sólo el sumo sacerdote podía entrar una vez al año. Ya que se rasgó de arriba abajo significa que Dios lo rasgó, abriéndose así el camino para que todos los creyentes puedan llegar directamente a su presencia (Ef 2:11– 12; He 4:14, 15; 10:20).

la tierra tembló y las rocas se partieron. Estas señales apocalípticas anticipaban el comienzo de la era de salvación (cp. Ex 19:18; Jue 5:4; Sal 18:7; Jl 3:14– 17; Am 8:8– 10), y sirvieron como señales de que Dios había actuado (cp. Ex 19:18)].

Fuente: La Biblia de las Américas

51 (1) Esto significa que la separación entre Dios y el hombre había sido abolida porque la carne de pecado (representada por el velo) de la cual Cristo se había vestido ( Rom_8:3) fue crucificada ( Heb_10:20 y la nota 2).

51 (2) La expresión dé arriba abajo indica que el velo fue rasgado por Dios desde lo alto.

51 (3) Esto significa que la base de la rebelión de Satanás fue sacudida.

51 (4) Esto significa que los baluartes del reino terrenal de Satanás fueron quebrantados.

51 (a) Éxo_26:31-35 ; 2Cr_3:14 ; Heb_9:3 ; Heb_10:20

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

el velo. i.e., la cortina que separaba el Lugar Santísimo del resto del templo (Éxo 26:37; Éxo 38:18; Heb 9:3).

de arriba abajo. Mostrando que lo hacía Dios, no un hombre. Significaba que un camino nuevo y vivo se abría ahora hasta la presencia de Dios (Heb 10:20; Efe 2:11-22). Un probable resultado de este sobrenatural rasgón del velo es referido en Hch 6:7 b.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Éxo 26:31-33.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

g Éxo_26:31-33.

Fuente: La Biblia Textual III Edición