Comentario de Marcos 1:35 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Habiéndose levantado muy de madrugada, todavía de noche, Jesús salió y se fue a un lugar desierto y allí oraba.
1:35 — Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba — El gentío no permitía a Jesús tiempo libre, ni para orar; por eso buscó un lugar solitario para orar antes de que llegara la gente en la mañana del día. Jesús siempre oraba “sin cesar” (1Ts 5:17). Considérense Luc 3:21; Luc 5:16; Luc 6:12; Luc 9:18; Luc 9:28-29; Luc 11:1; Luc 22:41. Jesús estaba en comunión con el Padre constantemente. Antes de comenzar su gira por Galilea a predicar, Jesús buscó la “dulce hora de oración”. Nadie tiene la fuerza necesaria para las tareas necesarias sin la ayuda de Dios.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Mar 6:46-48; Sal 5:3; Sal 109:4; Luc 4:42; Luc 6:12; Luc 22:39-46; Jua 4:34; Jua 6:15; Efe 6:18; Flp 2:5; Heb 5:7.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El tiempo del verbo oraba indica una acción continua, no un momento breve. La vida de oración de Jesús fue exitosa porque era planeada, privada y prolongada. Se levantaba bastante temprano, se apartaba lo suficientemente lejos y permanecía en ello el tiempo suficiente.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
1:35 — Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba – El gentío no permitía a Jesús tiempo libre, ni para orar; por eso buscó un lugar solitario para orar antes de que llegara la gente en la mañana del día.
Jesús siempre oraba “sin cesar” (1Ts 5:17). Considérense Luc 3:21; Luc 5:16; Luc 6:12; Luc 9:18; Luc 9:28-29; Luc 11:1; Luc 22:41. Jesús estaba en comunión con el Padre constantemente. Antes de comenzar su gira por Galilea a predicar, Jesús buscó la “dulce hora de oración”. Nadie tiene la fuerza necesaria para las tareas necesarias sin la ayuda de Dios.
Luc 4:42 no contradice este pasaje. Lucas habla en general; Marcos aquí es más detallado en su descripción del nuevo día de actividades en la vida de Jesús.
Se ha dicho que la oración es la puerta al cielo.
Fuente: Notas Reeves-Partain
EL RETIRO DEVOCIONAL
Y EL DESAFÍO DE LA ACCIÓN
Marcos 1:35-39
Muy temprano, cuando era todavía de noche, Jesús Se levantó y salió. Se fue a un despoblado, y estuvo? orando allí.
Simón y sus amigos Le siguieron el rastro, y Le dijeron:
-Todo el mundo Te está buscando.
-Vamos a algún otro lugar -les dijo Jesús-; a los pueblos cercanos, para que proclame la Buena Noticia también allí; porque para eso es para lo que he venido.
Así es que iba a. las sinagogas por toda Galilea proclamando la Buena Noticia y echando a los demonios por dondequiera que iba.
Aunque no se haga más que leer el relato de Marcos sobre las cosas que sucedieron en Cafarnaum, uno se da cuenta de ,Ve a Jesús no Le quedaba ningún tiempo para Sí mismo.
Ahora bien, Jesús sabía muy bien que no podía vivir sin Dios; que, si había de seguir dando constantemente, tenía que recibir por lo menos algunas veces; que si había de consumirse por los demás, tenía que reponer Sus fuerzas espirituales de vez en cuando. Sabía que no podía vivir sin oración. En un pequeño libro titoulado La práctica de la oración, el doctor A. D. Belden propone algunas grandes definiciones. «La oración se puede definir como el clamor del alma a Dios.» No orar es ser culpable de la increíble necedad de ignorar «la posibilidad de añadir a Diosa nuestros recursos.» «En la oración Le damos a la perfecta mente de Dios la oportunidad de alimentar nuestros poderes mentales.» Jesús sabía todo esto; Él sabía que si había de encontrarse con los hombres, primero tenía que encontrarse con Dios. Si la oración era algo necesario para Jesús, ¡cuánto más lo será para nosotros!
Hasta allí Le siguieron el rastro. Jesús no tenía manera de cerrar la puerta y aislarse. Una vez la novelista Rose Macaulay dijo que todo lo que le pedía a la vida era «una habitación que fuera suya propia.» Eso es precisamente lo que nunca tuvo Jesús. Un gran médico decía que la misión de la medicina es «algunas veces, curar; a menudo, aliviar, y siempre consolar.» Jesús siempre sentía ese deber. Se ha dicho que el deber de un médico es «ayudar a las personas a vivir y a morir» -y la gente no hace más que vivir y morir. Es propio de la naturaleza humana el tratar de levantar barreras para tener tiempo y paz para uno mismo; eso es lo que nunca hizo Jesús. Consciente como era de Su propio cansancio y agotamiento, todavía era más consciente del clamor insistente de la necesidad humana. Así es que, cuando Le encontraron, Se levantó de Sus rodillas para salir al encuentro del desafío de Su tarea. La oración nunca hará nuestro trabajo por nosotros; lo que sí hará es darnos las fuerzas y capacitarnos para el trabajo que tenemos que hacer.
Jesús hizo una campaña de predicación por las sinagogas de Galilea. En Marcos esta campaña se resume en un s versículo, pero debe de haber durado semanas y hasta me A Su paso, Él predicaba y sanaba. Hay tres pares de cosas Jesús nunca separaba.
(i) Jesús nunca separaba las palabras de las obras. Y creía que una labor estaba terminada cuando no se había hecho más que empezarla; Él nunca creía que había cumplido misión cuando había exhortado a la gente a volver a Dios. a la bondad. Siempre había que pasar de la afirmación y exhortación a la acción. Fosdick cuenta en alguna parte que estudiante compró los mejores libros que pudo y el mejor equipo que pudo, y se hizo con una silla especial para estudiar con un atril especial para sostener el libro; y entonces se sen en aquella silla, y se quedó dormido. La persona que cultiva las palabras pero no las acciones hace algo parecido.
(ii) Jesús nunca separaba el alma del cuerpo. Ha habido tipos de cristianismo que hablaban como si el cuerpo no i portara. Pero la persona se compone de alma y cuerpo; y tarea del Cristianismo es redimir la persona total, y no sólo un parte de ella. Es, desde luego, benditamente cierto que u persona puede que esté muriéndose de hambre, viviendo en un chabola, en angustia y en dolor, y sin embargo tenga momento deliciosos de comunión con Dios; pero eso no es razón p que se la deje en tal estado. Las misiones a las razas primitivas no llevan solamente la Biblia; también llevan la educación la medicina; llevan la escuela y el hospital además de la iglesia. Es un absurdo hablar del evangelio social como si fue un extra, o una opción, o hasta una parte separable del mensaje cristiano. El mensaje cristiano es uno solo, y se expresa e palabras y acciones para bien de los cuerpos tanto como de 1 almas.
(iii) Jesús nunca separaba la Tierra y el Cielo. Hay alguno que están tan preocupados con el Cielo que se olvidan de 1 Tierra, y se convierten en unos visionarios inútiles. También hay algunos que están tan preocupados con la Tierra, y se olvidan del Cielo, y limitan el bien a los bienes materiales. El sueño de Jesús era un tiempo cuando la voluntad de Dios se haría en la Tierra como en el Cielo (Mt 6:10 ) y la Tierra y el Cielo serían una misma cosa.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
Jesús recorre Galilea predicando y liberando (Mar 1:35-39)
Análisis de discurso
Desde el punto de vista del discurso, la salida de Capernaúm tiene como propósito que Jesús extienda su ministerio a las regiones vecinas. En ese sentido, es una sección de transición que, no obstante, nos da un dato importantísimo: Jesús se retira a lugares solitarios para ponerse en contacto con Dios a través de la oración.
TÍTULO: Jesús recorre Galilea predicando es el título sugerido por RV95. Agregaríamos “y liberando”, a continuación del mismo.
Análisis textual y morfosintáctico
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro es otro ejemplo del estilo marcano que consiste en decir algo y luego modificarlo con otra frase (cf. Mar 1:32, Mar 2:20, Mar 4:35, etc.). La primera expresión es vaga y la segunda la hace más específica (Marcus, 196). La idea aquí es que Jesús se levanta bien temprano, aun antes de que haya luz.
Salió y se fue a un lugar desierto: Salió de la casa o de la ciudad. No lo sabemos. El verbo puede referirse a ambas situaciones. El lugar desierto, eremon topon, nos recuerda el desierto de Mar 1:13, donde Jesús fue tentado. Aunque la palabra puede traducirse “desierto” o “páramo”, en este caso parece referirse a un lugar alejado de la casa en la que se hospedaba, un «lugar solitario», sin gente. Así lo traducen TLA, BJ, BA, BL, NVI y DHH.
Y allí oraba: Esta es la primera de las tres veces que Marcos nos cuenta de esta actividad de Jesús. Las otras dos se encuentran en Mar 6:41 (ver Mar 7:7) y Mar 14:32-42. La oración es parte de la espiritualidad profunda de Jesús, y en Marcos parece señalar momentos de crisis en su ministerio. Esta frase puede traducirse también «y allí se puso a hacer oración» (BJ), o “y allí rezaba”.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Mar 6:46; Mat 14:23; Luc 3:21; Luc 5:16; Luc 6:12.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Jesús en oración (ver Luc. 4:42-44). Jesús, ahora un famoso sanador y expulsador de demonios, podría haber aprovechado esta circunstancia. Nosotros también nos enfrentamos con las mismas presiones de escoger lo que el mundo espera en nuestras “campañas de sanidad” o en las “concentraciones de milagros” de hoy.
En esta oportunidad vemos cómo Jesús desapareció calladamente a un lugar apartado para orar (35). Simón y otros pensaron que él estaba cometiendo un errror y perdiendo la gran oportunidad que la publicidad reciente le había otorgado. Esta no sería la última vez en que los pensamientos de Simón serían pensamientos humanos, no los de Dios (8:33). Jesús rehusó ser el objeto de los que lo buscaban como mero obrador de milagros; él quería ser re conocido como el Salvador. La manera de obtenerlo sería predicar las buenas nuevas, y Jesús se dedicó a hacerlo en los pueblos vecinos. Por lo tanto, se hizo acompañar de sus discípulos en una gi ra por las sinagogas de la bien poblada Galilea predicando la Palabra, echando fuera los demonios y sanando a los enfermos. El echar fuera a los demonios es algo fundamental ya que afecta el alma, mientras que las sanidades físicas sólo prolongan la vida terrenal por un tiempo.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
s 46 Luc 4:42
t 47 Mat 14:23; Mar 14:32; Heb 5:7
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
salió, y se fue a un lugar solitario, y allí oraba. El Señor dio una alta prioridad en su ministerio a la oración, retirándose con frecuencia para orar en privado (Lc 6:12). En esta ocasión oró antes de predicar a las multitudes (vers. 38, 39; cp. Hch 6:4).
Fuente: La Biblia de las Américas
35 super (1) Para tener comunión con Dios, buscando la voluntad y el beneplácito de Dios para Su servicio evangélico. El Salvador-Esclavo no desempeñó el servicio evangélico solo, independientemente de Dios y conforme a Su propia voluntad, sino conforme a la voluntad y al beneplácito de Dios, siendo uno con Dios para cumplir Su propósito (véase la nota 38 super (2)).
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
Todos los hechos de la vida de nuestro Señor, mientras estuvo en la tierra, y todas las palabras que salieron de sus labios, deben ser muy interesantes para todo cristiano verdadero. En el pasaje que acabamos de leer notamos un hecho y unas palabras que merecen una minuciosa atención.
Se nos da en él, ante todo, un ejemplo de los hábitos de nuestro Señor Jesucristo respecto al empleo de la plegaria privada. Se nos dice que «levantándose muy de mañana, aun muy oscuro, salio, y se fue a un lugar desierto, y allí oraba».
En la historia evangélica se nos referirá con frecuencia al mismo hecho respecto a nuestro Señor. Cuando fue bautizado, se nos dice, que estaba «orando».
Lucas 3.21. Cuando su transfiguración, se nos dice también, que «mientras oraba, se cambió el aspecto de su rostro». Lucas 9.29. Antes de elegir a los doce apóstoles, se nos vuelve a decir que «permaneció toda la noche en oración a Dios» Lucas. 6.12. Cuando todos hablaban bien de El y estuvieron a punto de hacerlo rey, se nos dice que «subió a una alta y apartada montaña para orar». Marco. 14.23. Cuando fue tentado en el jardín de Getsemaní, dijo, «Permaneced aquí sentados, mientras Yo esté orando». Marcos 14.23. En una palabra, nuestro Señor oraba siempre sin cansarse. Aunque en El no había pecado, nos presenta el ejemplo de una comunión incesante con su Padre. Su divinidad no le impide emplear como hombre todos los medios. Su misma perfección se mostraba en el ejercicio perfecto de la oración.
Esto nos prueba la importancia inmensa de la devoción privada. Si Aquel que era «santo, inocente, inmaculado, y estaba separado de los pecadores», oraba así continuamente ¿Cuánto más no deberemos hacerlo nosotros que estamos sujetos a tantas debilidades? Si creía necesario alzar sus súplicas con lamentos y lágrimas ¿cuánto más necesario no lo será para nosotros, que en tantas cosas ofendemos a Dios diariamente? ¿Qué diremos, teniendo ante la vista este pasaje, a los que nunca oran¡ Témome que hay muchos que así se manejan entre los que profesan ser cristianos, muchos que se levantan por la mañana minorar, y que sin pronunciar una oración se acuestan de noche: muchos que nunca dirigen una palabra a Dios. ¿Son cristianos? Imposible es darles ese nombre. Un Señor que estaba siempre orando, como Jesús, no puede tener siervos que no lo hagan. El Espíritu de adopción influirá siempre en el hombre para que clame a Dios. No orar es no creer en Cristo, ni en d, y encontrarse en mundo de la perdición.
¿Qué diremos a los que oran, pero que dedican muy poco tiempo a sus plegarias? Tenemos que decirles que muestran muy poco del espíritu que animaba a Cristo. Como piden poco, deben esperar conseguir poco; y como poco buscan, no puede sorprenderles el poseer poco. Se verá siempre que cuando las oraciones son escasas, la gracia, la fuerza, la paz y la esperanza son escasas.
Empeñémonos santamente en fortalecer nuestro hábito de orar. Ese es el pulso de nuestro cristianismo, la verdadera piedra de toque de nuestra condición espiritual. Así es como la verdadera religión empieza a desarrollarse en el alma; y cuando el hombre comienza a quedarse rezagado y a apartarse de Dios, empieza a perder el hábito de orar. Sigamos las huellas de nuestro bendito Maestro en esto como en todo lo demás. Seamos diligentes como El en nuestras oraciones privadas, y aprendamos lo que es «dirigirse a lugares apartados y orar».
Vemos demás, en este pasaje, una manifestación notable de nuestro Señor respecto al objeto para que vino al mundo. Le oímos decir, «Vamos a las aldeas vecinas para que predique también allí, pues para eso he venido.
La significación es estas palabras es clara e inequívoca. Nuestro Señor declara que vino al mundo para ser predicador y maestro. Vino para ejercer una misión profética, para ser un «profeta más grande que Moisés», como tanto tiempo antes se había predicho. Deut. 18.15. Dejó la Gloria que por toda la eternidad había gozado con el Padre, para trabajar como evangelista. Vino a la tierra para mostrar al hombre el camino de la paz, anunciar libertad a los cautivos, y dar vista a los ciegos. Su obra principal en la tierra era ir por todas partes publicando la buena nueva, ofreciendo salud a los corazones desgarrados, luz a los que estaban en tinieblas, y perdón a los más grandes pecadores. «Pues para eso», dice, «vine.
Debemos hacer observar de que gran honor revistió el Señor Jesús el empleo de predicador; es una ocupación que el Hijo Eterno de Dios ejerció. Pudo haber empleado su ministerio terrestre e instituir y mantener ceremonias, como Aarón; o rey como David haber gobernado y reinado; pero eligió una profesión distinta. Hasta la época en que murió sacrificándose por nuestros pecados, predicar fue su obra diaria y casi de cada hora. «Para eso», dice, «he venido.
Que nada influya en nosotros los que pretenden desprestigiar la profesión de predicador y claman que los sacramentos y las otras ordenanzas de la iglesia son de más importancia que los sermones. Concedamos a todos los actos del culto público de Dios su propio lugar y el honor que les es debido, pero guardémonos de considerar ninguno de ellos superior a la predicación. La iglesia de Cristo se reunió al principio y se fundó por medio de la predicación, y por ella se ha mantenido siempre en salud y prosperidad. Predicando es como se despierta a los pecadores, se guía a los que buscan la verdad, se edifica a los santos, y la predicación lleva el cristianismo al mundo pagano. Hay muchos ahora que miran con desdén a los misioneros y se burlan de los que salen a las encrucijadas y a los caminos públicos a predicar a las turbas al aire libre. Pero bien harían los que así se manejan en detenerse a meditar con calma en lo que hacen. Estos trabajos, que ridiculizan, son los que transforman el mundo, y derriban el paganismo, y sobre todo es la obra que el mismo Cristo emprendió. El Rey de reyes y el Señor de señores fue en un tiempo predicador. Por tres largos años fue por doquiera proclamando el Evangelio. Ya lo vemos en una casa, ya en la ladera de una montaña, ya en una sinagoga judía, o en un bote en el mar; pero siempre predicando y enseñando. «Para eso,» dice, «he venido.
Al concluir este pasaje hagamos la solemne resolución de «no despreciar nunca las profecías» 1 Tes. 5.20. Quizás el ministro que vamos a oír no tenga grandes dotes; posible es que sus sermones sean débiles y escasos de elocuencia; pero, no obstante acordémonos que la predicación la ha ordenado Dios para convertir las almas y salvarlas. El predicador fiel está empuñando la misma arma que el Hijo de Dios no se avergonzó de emplear. Esta es la obra de que Cristo dijo, «Para eso he venido.
Fuente: Los Evangelios Explicados
M72 Una distinción general en Marcos (aunque no se observa de manera consecutiva; comp. el v. 34), pudiera ser que un hombre sale de una casa (ἐκ), pero de un campo (ἀπό); así tenemos en este versículo: salió de la casa y se fue a un lugar deshabitado.