Biblia

Comentario de Marcos 2:13 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Marcos 2:13 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Jesús salió otra vez junto al mar, y toda la gente venía a él, y él les enseñaba.

2:13

— Después volvió a salir al mar — Véase 1:16. El Mar de Galilea fue un lugar favorito de Jesús para enseñar (4:1; Luc 5:1).

— y toda la gente venía a él, y les enseñaba — Al llegar a él la gente de diferentes partes, él se paraba para enseñarles. Había muchas villas por el mar de las cuales saldría la gente a escucharle. Su misión principal fue la de enseñar y a continuo se ocupaba en ella.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

volvió a salir al mar. Mat 9:9; Mat 13:1.

y toda la gente venía a él. Mar 2:2; Mar 3:7, Mar 3:8, Mar 3:20, Mar 3:21; Mar 4:1; Pro 1:20-22; Luc 19:48; Luc 21:38.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Jesús regularmente enseñaba a la multitud en lugares apartados. Esto lo indica por el uso del tiempo continuo del verbo: ellos siguieron viniendo, y Jesús seguía enseñándoles.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

2:13 — Después volvió a salir al mar — Véase 1:16. El Mar de Galilea fue un lugar favorito de Jesús para enseñar (4:1; Luc 5:1).
— y toda la gente venía a él, y les enseñaba — Al llegar a él la gente de diferentes partes, él se paraba para enseñarles. Había muchas villas por el mar de las cuales saldría la gente a escucharle. Su misión principal fue la de enseñar y a continuo se ocupaba en ella.

Fuente: Notas Reeves-Partain

INVITANDO AL QUE TODOS ODIABAN

Marcos 2:13-14

Así es que Jesús salió otra vez a la orilla del lago, y toda la gente salió a buscarle, y Él siguió enseñándoles.

Cuando iba andando por allí vio a Leví hijo de Ale sentado en la cabina donde se pagaban las aduanas,: le dijo: -¡Sígueme! Y Leví se levantó y siguió a Jesús.

Cautelosa e inexorablemente la puerta de la sinagoga se L iba cerrando a Jesús. Los guardianes de la ortodoxia judía L habían declarado la guerra. Ahora Jesús enseñaba, no en l sinagoga, sino a la orilla del lago. Su iglesia estaría al aire libre sin más techumbre que el cielo azul, y con la colina o la barca de pesca como púlpito. El Hijo de Dios fue excluido de lo que se consideraba la casa de Dios.
Jesús iba paseando por la orilla del lago y enseñando. Esa era una de las maneras más corrientes de enseñar que tenía los rabinos. Cuando los rabinos judíos iban de camino de u lugar a otro o se daban un paseo al aire libre, sus discípulos se agrupaban a su alrededor andando con ellos y escuchando la que les decían. Jesús estaba haciendo lo que cualquier rabino:
Galilea era uno de los grandes centros de comunicaciones del mundo antiguo. Se ha dicho que » Judasa no estaba de camino a ningún sitio; Galilea estaba de paso a todo el mundo.»~ Palestina era una tierra puente entre Europa y África; todo el tráfico terrestre tenía que pasar por ella. La gran carretera del mar iba desde Damasco, pasando por Galilea, por Cafarnaum, por debajo del Carmelo, a lo largo de la llanura de Sarón, pasando por Gaza y hacia Egipto. Era una de las grandes carreteras del mundo. Otra carretera iba desde Acre en la costa, atravesaba el Jordán y seguía hacia Arabia y las fronteras del imperio, una carretera transitada constantemente por regimientos y caravanas.
Palestina estaba dividida por aquel tiempo. Judasa era una provincia romana bayo un procurador romano; Herodes Antipas, uno de los hijos de Herodes el Grande, gobernaba Galilea; el territorio hacia el Este que incluía Gaulonítida, Traconítila y Batanea, era gobernado por Felipé, otro de los hijos de Herodes. De camino entre el territorio de Felipe y el de Herodes, Cafarnaum era la única población que encontraba el viajero. Por tanto, era como un pueblo fronterizo; y de ahí que fuera también un centro aduanero. En aquellos días se pagaban impuestos de importación y exportación, y Cafarnaum tiene que haber sido un lugar donde se cobraban. Allí era donde trabajaba Mateo. Es verdad que él no estaba, como Zaqueo, al servicio de los Romanos; era un funcionario de Herodes Antipas; pero era igualmente un odiado publicano. (La versión Reina-Valera sigue usando esta palabra heredada de la Vulgata via Biblia del Oso y otras traducciones de la Reforma. Publicano, del latín publicanus, era centre los Romanos, arrendador de los impuestos o rentas públicas y de las minas del estado», como dice el D R.A E.).

Esta historia nos revela algunas cosas tanto de Mateo como de Jesús.
(i) Mateo era un hombre muy odiado. Los cobradores de impuestos nunca son populares en ninguna comunidad, pero en el mundo antiguo eran odiados. La gente no sabía nunca exactamente cuánto tenía que pagar; los cobradores de impuestos les sacaban todo lo que podían y se forraban los bolsillos con el extra que les quedaba después de pagar al estado la parte convenida. Hasta un escritor griego como Luciano asocia a los cobradores de impuestos con «adúlteros, alcahuetes, aduladores y sicofantas.» Jesús quiso al que nadie quería. Le ofreció Su amistad al que todos se habrían avergonzado de considerar su amigo.
(ii) Mateo tiene que haber sido en aquel momento un hombre con un gran vacío en el corazón. Tiene que haber oído acerca de Jesús, o probablemente había escuchado Su mensaje desde el borde de la multitud; y algunas veces tiene que haberle vibrado el corazón. No podría haberse dirigido a los buenos ortodoxos de su tiempo. Para ellos eran inmundo y se habrían negado a relacionarse con él.
Hugh Redwood nos cuenta la historia de una mujer que vivía en el distrito de los astilleros de Londres, que venía a la reunión de señoras. Había estado viviendo con un chino, y te un bebé mestizo que llevaba con ella. Le gustaba la reuní y volvía una y otra vez. Entonces el pastor se dirigió a ella t le dijo: » Debo pedirle que no vuelva por aquí.» La mujer l devolvió la pregunta con la mirada; y él le contestó: «otras mujeres dicen que dejarán de venir si usted continua viniendo.» Ella se le quedó mirando con una sorpresa dolorida y le dijo: «Señor, ya sé que soy una pecadora; ¿pero no hay ningún sitio adonde pueda ir una pecadora?» Afortunadamente el Ejército de Salvación encontró a aquella mujer y la rescató para Cristo.

Eso era precisamente lo que Mateo tenía que arrostrar h que encontró a Uno que vino al mundo a buscar y a salvar 1 que se había perdido.

(iii) Esta historia nos dice algo acerca de Jesús. Fue cuando iba paseando por la orilla del lago cuando llamó a Mateo. Decía un gran profesor: «Hasta cuando estaba dándose un paseo estaba buscando oportunidades.» Jesús no estaba nunca fuer de servicio. Si podía encontrar a una persona para Dios mientras se estaba dando un paseo, la encontraba. ¡Qué cosecha podríamos reunir si buscáramos gente para Cristo cuando vamos andando por ahí!

(iv) De todos los discípulos, Mateo fue el que renunció a más. Literalmente lo dejó todo para seguir a Jesús. Pedro y Andrés, Santiago y Juan podían volver a la pesca. Siempre habría peces que pescar y siempre podrían volver a su antiguo trabajo; pero Mateo quemó las naves definitivamente. En una sola acción, en un momento del tiempo, con una rápida decisión, se excluyó de su trabajo para siempre; porque una vez que se dejaba el trabajo de cobrador de impuestos, ya no se podía recuperar. Requiere un gran hombre el hacer una gran decisión; y sin embargo, a toda vida le llega el momento de decidir.

Cierto hombre famoso tenía la costumbre de darse largos paseos por el campo en Dartmoor. Cuando llegaba a un arroyo demasiAo ancho para cruzarlo fácilmente, lo primero que hacía era tirar la chaqueta al otro lado. Así se comprometía a no darse la vuelta. Hacía la decisión de pasar al otro lado, y se aseguraba de no claudicar. Mateo fue un hombre que se lo jugó todo por Cristo, y no se equivocó.

(v) De su decisión sacó Mateo por lo menos tres cosas.

(a) Salió con las manos limpias. Desde aquel momento podía mirarle a la cara a todo el mundo. Puede que fuera mucho más pobre, y que la vida le resultara mucho más dura, y que se le acabaran los lujos y las comodidades; pero desde aquel momento tuvo las manos limpias; y, porque tenía las manos limpias, tenía la mente en paz.

(b) Perdió un trabajo, pero consiguió otro mucho mejor.

Se ha dicho que Mateo lo dejó todo menos una cosa: la pluma. Los investigadores no creen que el Primer Evangelio, tal como lo tenemos ahora, sea obra de Mateo; pero sí creen que incorpora uno de los más importantes documentos de toda la Historia, el primer compendio escrito de las enseñanzas de Jesús, y que ese documento sí fue escrito por Mateo. Con su mente ordenada, su manera metódica de trabajar, su familiaridad con la pluma, Mateo fue el primer hombre que le dio al mundo un libro de las enseñanzas de Jesús.

(c) Lo curioso es que la decisión repentina de Mateo le proporcionó la única cosa que estaría buscando -le trajo una fama inmortal y universal. Todo el mundo conoce el nombre de Mateo como el de uno que hizo posible que se conociera la historia de Jesús. Si Mateo se hubiera negado a aceptar la llamada de Jesús, se le habría recordado localmente por un cierto tiempo como seguidor de una profesión despreciable que todos odiaban; al aceptar la llamada de Jesús ganó una fama internacional como el hombre que nos dejó el primer compendio de las enseñanzas de Jesús. Dios nunca se queda corto con el que se lo juega todo por Él.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Jesús llama a Levi y come en su casa (Mar 2:13-17)

Análisis de discurso

Aquí tenemos otra historia de llamado, similar a la de Mar 1:16-20. Estas historias tienen cuatro componentes básicos: 1) el lugar, el Lago de Galilea; 2) Jesús ve al futuro discípulo, quien siempre se encuentra ocupado en algún quehacer; 3) Jesús llama a la persona con un imperativo: Venid en pos de mí o sígueme; 4) la persona le sigue inmediatamente. No obstante, en este caso hay un agregado: el relato de una comida en casa de Leví. Evidentemente, entre los versículos Mar 1:14 y Mar 1:15, Jesús y Leví han entablado cierta relación, lo cual propicia que este último invite a Jesús a su casa. El incidente en casa del recaudador de impuestos le dará a Jesús una excelente oportunidad para afirmar cuál es el verdadero propósito de su ministerio.

TÍTULO: La mayoría de las versiones consultadas omiten una referencia a la cena en la casa de Leví. Sólo BA sugiere el título «Llamamiento de Leví y la cena en su casa». Por nuestra parte, proponemos: “Jesús llama a Leví y come en su casa”.

Análisis textual y morfosintáctico

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Volvió a la orilla del mar: En Marcos, el Lago de Galilea es el sitio del discipulado y de la enseñanza. Vimos en Mar 1:16-20 cómo Jesús llamó a sus primeros discípulos junto al mar. Aquí la gente venía a él, y él les enseñaba. Los verbos están en el tiempo imperfecto, lo cual indica una acción constante de venir y de enseñar. Puesto que Marcos nos dice en Mar 1:21 que Jesús ya había comenzado su ministerio de enseñanza, quizás sea mejor traducir aquí “continuó enseñándoles”.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Mar 1:21-22; Mar 6:2.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— del lago: Lit. del mar: Ver nota a Mat 4:18.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

El llamamiento de Leví (ver Mat. 9:9-13; Luc. 5:27-32). Aquí tenemos otra señal del reino: Jesús había echado fuera demonios y había sanado enfermos, ahora demuestra que él puede sanar almas enfermas también. El relato comienza con la enseñanza de Jesús. Mar. nunca presenta un contenido tan amplio de esas enseñanzas como Luc. o Mat.; para él las buenas nuevas del reino de Dios eran la médula. El efecto de Jesús sobre Leví no fue asunto de algún poder hipnótico o alguna personalidad magnética, como creen tener algunos líderes de cultos falsos de hoy. Es solamente que Marcos ha reducido el relato al mínimo, conservando sólo los puntos esenciales.

No podemos abarcar toda la maravilla del llamamiento de Leví si no recordamos todo lo que implicaba ser un “cobrador de impuestos” en aquellos días. Significó todo lo que representan los “usureros” de nuestros días, con el agregado de que era un colaboracionista ya que trabajaba para el poder imperial o para Herodes, el dictador local tan odiado. Los cobradores de impuestos, generalmente, eran codiciosos, deshonestos e inmorales. Aun peor, para el ju dío eran personas ceremonialmente inmundas por mezclarse constantemente con gente no judía. ¿Quién sino Jesús llamaría a un hombre así para ser su seguidor? Si Leví es igual a Mateo (aunque Marcos no lo dice), ¿quién sino Jesús escogería a tal hombre para ser un apóstol? Jesús fue a una cena a la casa de Leví; y esto escandalizó a los maestros de la ley quienes lo vieron como sobrepasándose. Esto fue porque la casa estaba colmada de muchos publicanos y pecadores; sin tener siquiera a una persona “justa” entre ellos. “Pecadores” puede haber sido una referencia amarga a los mismos cobradores de impuestos, o también podría aludir a las otras personas salidas de los márgenes de la sociedad quienes también acudían a Jesús para obtener el perdón y una vida nueva.

Los maestros de la ley preguntaron a los discípulos de Jesús ¿por qué se portaba él así? Jesús los oyó y contestó diciendo que era de esperarse que los médicos se asociaran con personas enfermas, de igual manera era natural que él se rozara con pecadores. El propósito íntegro de la llegada de Jesús era llamar a tales pecadores a un cambio de corazón y vida (17). A aquellas personas ya satisfechas en su justicia y en sus personas, él no tenía nada que ofrecerles, ya que la única manera de entrar al reino de Dios era como pecadores arrepentidos. ¿Llegan a nuestros templos los usureros, los estafadores y las prostitutas en nuestros días? ¿Acaso les daríamos la bienvenida si llegasen penitentemente y con fe? ¿Acaso reaccionaríamos de igual manera que lo hicieron aquellos maestros de la ley? ¿Nos avergonzaríamos y no daríamos la cara?

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

13 super (1) Véase la nota 21 super (2) del cap.1.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

La persona que es llamada Leví, a principio de este pasaje, es la misma que se llama Mateo en el primero de los cuatro Evangelios. No olvidemos esta circunstancia. La historia que tenemos a la vista no es nada menos que la de un apóstol y evangelista.
Aprendamos en estos versículos cual es el poder de Cristo para atraer a los hombres fuera del mundo, y hacer de ellos discípulos.
Leemos que dijo a Levi que «estaba sentado al banco de los tributos, Sígueme;» e inmediatamente «se levantó y los siguió» convirtiese de publicano en apóstol y escritor del primer libro del Nuevo Testamento, que es ahora conocido por todo el mundo.
Verdad es de profunda importancia, que nadie puede salvarse sin una vocación divina. Todos estamos sumidos en pecado y tan apegados al mundo, que nunca nos tornaríamos a Dios y buscaríamos la salvación, si no nos llamase El primeramente por su gracia. Antes que le hablemos, Dios tiene que hablar a nuestros corazones por medio de su Espíritu. Son llamados hijos de Dios «los que son llamados según el propósito de Dios por medio de su Espíritu que opera en debido tiempo» ¡Cuan dulce no es el pensamiento que esta vocación de los pecadores ha sido encomendada a un Salvador tan bondadoso como Cristo! Cuando el Señor Jesús llama a un pecador para que sea Su siervo, ejerce un acto soberano pero con una misericordia infinita. Escoge muchas veces a los que parecen menos dispuestos a hacer su voluntad y más distantes de su reino. Se los atrae con un poder supremo, rompe las cadenas de antiguos hábitos y costumbres, atraer el hierro, y el viento del Sur ablanda la tierra endurecida por el hielo, de la misma manera el llamamiento de Cristo saca a los pecadores del mundo y derrite los corazones más empedernidos «La voz del Señor es poderosa en sus operaciones» ¡Bienaventurados los que al oírla no endurecen sus corazones! Cuando leemos este pasaje de la Escritura no debemos desesperar por completo de la salvación de nadie. El que llamó a Leví, vive aún y aun trabaja. La edad de los milagros no ha pasado del todo. Verdad es que el amor del dinero es un móvil poderoso pero mas poderoso aun es el llamamiento de Cristo. No desesperemos ni de los que están sentados «al banco de los tributos» y gozan en abundancia de las cosas buenas de este mundo. La voz que dijo a Leví, «Sígueme», puede aun tocar sus corazones. Posible es todavía que los veamos levantarse, cargar con una cruz y seguir a Cristo. Que la esperanza no nos abandone nunca y oremos continuamente por nuestros hermanos. ¿Quién puede decir lo que Dios va a hacer por alguna de las personas que nos rodean? Nadie es demasiado malo para que Cristo deje de llamarlo. Oremos por todos.
Aprendamos además en estos versículos, que uno del los principales empleos de Cristo es ser Médico. Los escribas y fariseos encontraron motivo de críticas porque comía y bebía con publicanos y pecadores. Pero «Cuando Jesús los oyó, les dijo, No tienen necesidad de médico los que están sanos, sino los que están enfermos».
El Señor Jesús no vino al mundo tan solo, como algunos suponen, para ser legislador, rey, maestro y servir de ejemplo. Si este hubiera sido el único objeto de su venida, poco consuelo hubiera recabado de ella el hombre. Sistemas dietéticos y reglas higiénicas son cosas muy buenas para los convalecientes, pero no son apropiados para los atacados de enfermedades mortales. Un maestro y un modelo podrán ser suficientes para un ser que aun no ha pecado, como Adán en el jardín de Edén. Pero pecadores caídos como nosotros necesitamos ser curados antes que puedan aprovecharnos las reglas y los consejos.
¿Pero que conocimiento tenemos nosotros de este empleo especial de Cristo? ¿Hemos sentido nuestra dolencia espiritual y acudido a El por el remedio? No estamos bien puestos ante los ojos de Dios hasta que no lo hagamos. No conocemos ni remotamente lo que es religión, si nos imaginamos que la convicción del pecado debe mantenernos separados de Cristo. Reconocer nuestros pecados, y sentir nuestras dolencias, es el comienzo del verdadero cristianismo.
Admitir nuestra corrupción y aborrecer nuestras transgresiones es el síntoma de la salud espiritual. ¡Felices, en verdad, los que han descubierto la enfermedad de sus almas! Sepan pues que Cristo es el Médico especial que su condición demanda, y acudan a el sin tardanza.
Aprendamos, finalmente, en estos versículos que en religión es peor que inútil tratar de mezclar cosas que difieren esencialmente. «Nadie», dice a los fariseos, «cose un remedio de paño nueva un vestido viejo» «Nadie pone vino nuevo en odres viejos».
Es muy claro que estas palabras fueron dichas a manera de parábola, y refiriéndose especialmente a la cuestión que los fariseos acababan de suscitar: «¿Porqué los discípulos de Juan ayunan y no tus discípulos?» Es evidente que la respuesta de nuestro Señor significa que el ayuno para sus discípulos era inoportuno e inútil. Su pequeño rebaño era aun muy nuevo en gracia, y débil en fe, ciencia y experiencia. Preciso era conducirlo dulcemente, y no recargarlo en ese primer período de obligaciones que no eran capaces de soportar. El ayuno, además podría se apropiado en los discípulos de aquel que era solamente amigo del Esposo, que vivía en el desierto, que predicaba el bautismo de arrepentimiento, que estaba vestido de pelos de camello y comía langostas y miel silvestre. Pero el ayunar no era igualmente necesario para los discípulos de Aquel que era el Esposo, que había traído buenas nuevas a los pecadores y vivía como los demás hombres. En una palabra, exigir a sus discípulos que ayunases entonces, hubiera sido poner «vino bueno en odres viejos». Hubiera sido empeñarse en mezclar y amalgamar cosas esencialmente diferentes.
De gran importancia es el principio que se establece en estas cortas parábolas. Es una especie de proverbio que admite una extensa aplicación. Su olvido ha causado con frecuencia mucho daño en la iglesia. Los daños que ha producido al tratar de coser un remiendo nuevo a un vestido viejo y porreen vino nuevo en odres viejos, no han sido ni pocos ni pequeños.
¿Qué le aconteció a la iglesia de Galacia? Recordemos la epístola d Pablo. En esa iglesia había personas que querían reconciliar el judaísmo con el cristianismo y deseaban circuncidar a su mismo tiempo que bautizar. Procuraban mantener vigente la ley de las ceremonias y de las ordenanzas, y hacerla funcionar conjuntamente con el Evangelio de Cristo. De hecho hubieran querido poner el «vino nuevo en odres viejos». Y al manejarse así erraban grandemente.
¿Qué aconteció con los primitivos cristianos después de la muerte de los apóstoles? Lo encontramos consignado en las páginas de la historia de la iglesia.
Algunos trataron de hacer el Evangelio mas aceptable mezclándolo con la filosofía platónica. Otros se esforzaron en recomendárselo a los paganos adoptando formas, procesiones y vestiduras del culto de los falsos dioses. En una palabra, «cocían el remiendo nuevo en el vestido viejo». Y al hacerlo esparcían a larga distancia las semillas de un gran mal, allanaban y preparaban el camino para el advenimiento de la apostasía romana.
¿Qué acontece al presente con muchos que profesan ser cristianos? dirijamos la vista en torno nuestro y veamos. Hay millares de personas que se empeñan en servir a Cristo al mismo tiempo que al mundo, usar el nombre de cristiano y llevar la vida a los impíos -frecuentar la sociedad de los esclavos del placer y del pecado, y ser, no obstante, sectarios de Jesús crucificado. En una palabra, se esfuerzan en beber el «vino nuevo», sin desechar los «odres viejos». Descubrirán un día que han intentado hacer lo imposible.
Al concluir de meditar sobre este pasaje hagámoslo con la determinación de descender a lo más íntimo de nuestra conciencia. ¿Hemos leído alguna vez lo que dicen las Escrituras? «Ningún hombre puede servir a dos señores» «Vosotros no podéis servir a Dios y a las riquezas» Coloquemos al lado de estos textos la palabras finales de nuestro Señor en este pasaje: «El vino nuevo debe ponerse en odres nuevos.

Fuente: Los Evangelios Explicados