Biblia

Comentario de Marcos 2:17 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Marcos 2:17 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Al oírlo, Jesús les dijo: —Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos. No he venido para llamar a justos, sino a pecadores.

2:17 — Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a Justos, sin a pecadores — Jesús oyó la crítica de los escribas de los fariseos y les responde. El vino a llamar pecadores al arrepentimiento y por eso estuvo en medio de ellos, cumpliendo su misión (Luc 5:32; Luc 19:10). No mostraba parcialidad; no evitaba asociación con gente menospreciada, fueran ricos o pobres. Dios no hace acepción de personas (Hch 10:34-35). Ama a todos (Jua 3:16); no quiere que ninguno perezca (2Pe 3:9). ¡Qué cosa más natural, pues, que Jesús estuviera con estos pecadores para enseñarles!

Jesús asemeja el pecador al enfermo, y el justo al sano. Ahora, ya que los escribas y fariseos consideraban a sí mismos como justos, y a los demás como pecadores, no sentían ninguna necesidad de la enseñanza de Jesús, pero los pecadores, como enfermos buscando al médico, acudían a Jesús para oírle (Luc 15:1). Jesús en otra ocasión presentó una parábola para tocar este mismo punto (Luc 18:9-14).

Jesús no vino a llamar a justos porque no los hay (Rom 3:10 y sig.).

No hay esperanza alguna para el orgulloso y vanaglorioso. El que se exalta a sí mismo será humillado. Véanse Luc 14:11; Stg 4:6; Stg 4:10; 1Pe 4:5-6. La autojustificación (Luc 16:15) será la causa de eterna perdición para muchas personas.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Los sanos no tienen de médico. Mat 9:12, Mat 9:13; Luc 5:31, Luc 5:32; Luc 15:7, Luc 15:29; Luc 16:15; Jua 9:34, Jua 9:40.

No he venido a llamar a justos. Isa 1:18; Isa 55:7; Mat 18:11; Luc 15:10; Luc 19:10; Hch 20:21; Hch 26:20; Rom 5:6-8, Rom 5:20, Rom 5:21; 1Co 6:9-11; 1Ti 1:15, 1Ti 1:16; Tit 2:14; Tit 3:3-7.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

En este caso, Jesús estaba hablando en forma de burla cuando usó la palabra justos. Nadie es justo, aun cuando algunos, como los fariseos, se creían justos. En cambio, Cristo vino a llamar a pecadores al arrepentimiento. Jesús no condonaba las actividades de los pecadores, sino requería arrepentimiento, un cambio de mentalidad que reconoce la necesidad de un Salvador y reconoce a Jesucristo como el único Salvador.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

LLAMAR… A PECADORES. Véase Mat 9:11, nota.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

No he venido a llamar a justos. Las palabras «al arrepentimiento» no aparecen en los mejores manuscritos. Sin embargo, aparecen en Luc 5:32, un pasaje paralelo. La persona arrepentida, aquella que reconoce que es pecadora y se vuelve de su pecado, es el objeto del llamado de Jesús. La persona que es pecadora pero piensa que es justa, rehúsa reconocer su necesidad de arrepentimiento. Vea las notas sobre Mat 9:12-13; Jua 9:39-41.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

2:17 — Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a Justos, sin a pecadores — Jesús oyó la crítica de los escribas de los fariseos y les responde. El vino a llamar pecadores al arrepentimiento y por eso estuvo en medio de ellos, cumpliendo su misión (Luc 5:32; Luc 19:10). No mostraba parcialidad; no evitaba asociación con gente menospreciada, fueran ricos o pobres. Dios no hace acepción de personas (Hch 10:34-35). Ama a todos (Jua 3:16); no quiere que ninguno perezca (2Pe 3:9). ¡Qué cosa más natural, pues, que Jesús estuviera con estos pecadores para enseñarles!
Jesús asemeja el pecador al enfermo, y el justo al sano. Ahora, ya que los escribas y fariseos consideraban a sí mismos como justos, y a los demás como pecadores, no sentían ninguna necesidad de la enseñanza de Jesús, pero los pecadores, como enfermos buscando al médico, acudían a Jesús para oírle (Luc 15:1). Jesús en otra ocasión presentó una parábola para tocar este mismo punto (Luc 18:9-14).
Jesús no vino a llamar a justos porque no los hay (Rom 3:10 y sig.).
No hay esperanza alguna para el orgulloso y vanaglorioso. El que se exalta a sí mismo será humillado. Véanse Luc 14:11; Stg 4:6; Stg 4:10; 1Pe 4:5-6. La autojustificación (Luc 16:15) será la causa de eterna perdición para muchas personas.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Los sanos, o, de acuerdo con el griego, «los que están fuertes» (BJ). Otra posibilidad sería “Los que están bien de salud”. Los enfermos también se podría traducir «los que están mal» (BJ). En cuanto a la palabra médico, hay otras traducciones posibles: “doctor” es una de ellas, y en algunas regiones donde la medicina occidental no está aún muy difundida, quizás hasta se podría traducir “curandero”, aunque por lo general esta palabra tiene una connotación negativa.

Justos traduce la palabra dikaious, la cual tiene varias acepciones. Se refiere a la persona que hace lo que está bien, lo que Dios quiere; la persona que hace justicia. Aquí parece que Jesús estuviese usando la palabra con un poco de ironía, pues los fariseos eran notorios por demostrar su santidad, su religiosidad, y por criticar a las personas que no eran tan puras como ellos. Desde un punto de vista legal, ellos eran justos. TLA interpreta que Jesús está hablando con ironía, al traducir «los que se creen buenos». Consideramos que en este caso es mejor hacer una traducción literal y dejar que el contexto sugiera la interpretación adecuada. De todas maneras, Jesús afirma que los receptores de su ministerio son los pecadores, esto es, la gente inmoral y desvergonzadamente transgresora de la ley.

Reflexión bíblica y pastoral

Siempre debemos recordar con qué círculo de personas se rodeó Jesús y por qué. Él vivió entre los más necesitados del perdón y la misericordia divinos. Hablamos precisamente de aquellos a quienes la sociedad había marginado y condenado como impuros e impíos. Juntarse con ellos ―y mucho más comer en su compañía― era considerado vergonzoso. Al hacerlo, Jesús se arriesgó a que los demás lo criticaran, lo cual efectivamente ocurrió. Puso en juego su honor, un valor supremo en su cultura, con tal de acercarse a estos desdichados y anunciarles las buenas nuevas del evangelio del reino de Dios.

La iglesia actual hará bien en no olvidar nunca cuál es su misión. Al igual que Jesús, debemos acercarnos al desamparado, al destituido, al marginado, al pobre, al que es criticado por su estilo de vida, al que sufre, al que llora, al que no puede salir del pozo en el que sus decisiones lo han metido. Para estas personas el evangelio es “buenas noticias”, porque se acerca a ellos para decirles que Dios está de su lado. Sin embargo, el evangelio es un mensaje de juicio y de justa retribución de sus acciones para aquellas personas que piensan que sus méritos les han granjeado el favor divino, que confunden religiosidad con santidad, y que excluyen, en nombre de Dios, a los que no piensan igual que ellas. Jesús lo dice claramente: él no vino a llamar a los que se creen justos, sino a los pecadores. En el momento en que nos consideramos justos, nos hemos autoexcluido del llamado de Dios.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

REFERENCIAS CRUZADAS

t 79 Isa 61:1; Mat 9:12; Luc 5:31; Luc 19:10; 1Ti 1:15

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

17 super (1) Esto indica que el Salvador-Esclavo se consideraba el Médico de las personas enfermas de pecados.

17 super (2) Esto indica que el Salvador-Esclavo, como Salvador de pecadores, vino para salvar solamente a los pecadores.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

R990 El infinitivo καλέσαι expresa la idea de propósito: a llamar.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

Lit., fuertes

Fuente: La Biblia de las Américas