Biblia

Comentario de Marcos 3:20 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Marcos 3:20 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

y otra vez se reunió la multitud, de modo que ellos no podían ni siquiera comer pan.

3:20

— Y se agolpó de nuevo la gente, de modo que ellos ni aun podían comer pan — Jesús y su grupo volvieron del retiro en la montaña (ver. 13), y otra vez se encuentran con tanta gente congregada en su casa que les fue imposible aún comer. Compárese 2:2; véase 6:31.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

ni aun podían comer pan. Mar 3:9; Mar 6:31; Luc 6:17; Jua 4:31-34.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

La oposición a Jesús no vino solamente de sus enemigos.

los suyos, sin duda alguna los amigos cercanos y tal vez los parientes (vv. Mar 3:31-35), escucharon acerca de sus enseñanzas y asumieron que Él estaba fuera de sí. Esto podía deberse a la agotadora agenda que mantenía Jesús. Él tenía solamente tres años y medio para ministrar y necesitaba obtener el máximo provecho del tiempo. Aun así, Él tuvo que apartarse en algunos períodos para mantener su equilibrio físico, mental, y espiritual.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

3:20 — Y se agolpó de nuevo la gente, de modo que ellos ni aun podían comer pan — Jesús y su grupo volvieron del retiro en la montaña (ver. 13), y otra vez se encuentran con tanta gente congregada en su casa que les fue imposible aún comer. Compárese 2:2; véase 6:31.

Fuente: Notas Reeves-Partain

EL VEREDICTO DE LOS SUYOS

Marcos 3:20-21

Jesús entró en una casa; e inmediatamente se reunió otra vez un gentío tan compacto que no se podía ni tomar un bocado. Cuando Su propia gente supo lo que estaba pasando, salieron a buscarle para llevársele a casa, porque decían: » Ha perdido el juicio.»

Algunas veces a una persona se le escapa una observación que no se puede interpretar sino como el producto de una amarga experiencia. Una vez, cuando Jesús estaba enumerando las cosas que una persona tendría que arrostrar por seguirle a

Él, dijo: «Los enemigos de una persona serán los de su propia familia» (Mt 10:36 ). Su propia familia había llegado a la conclusión de que Jesús había perdido el juicio, y de que ya era hora de que se Le llevaran a casa. Veamos si podemos entender lo que les hizo pensarlo.

(i) Jesús Se había marchado de casa y del taller de carpintero de Nazaret. Parece ser que era un trabajo seguro, en el que por lo menos Él podía ganase la vida. Y de pronto lo tiró todo por la borda y salió como predicador ambulante. Ningún hombre sensato, tienen que haber pensado, abandonaría un negocio en el que entraba regularmente todas las semanas un sueldo seguro, para convertirse en un vagabundo que no tuviera ni dónde reclinar la cabeza.
(ii) Jesús iba camino de llegar a una colisión frontal con los líderes ortodoxos de Su tiempo. Hay ciertas personas que le pueden perjudicar mucho a un hombre; personas con las que conviene llevarse bien, cuya posición puede ser muy peligrosa. Ninguna persona sensata, deben de haber estado pensando, se enfrentaría con los estamentos superiores. Nadie se podía enfrentar con los escribas y los fariseos y los líderes ortodoxos, y tener esperanzas de salirse con la suya.
(iii) Jesús había iniciado hacía poco una pequeña sociedad particular y, por cierto, muy particular. Había en ella algunos pescadores; un cobrador de impuestos convertido, y un nacionalista fanático. No eran la clase de personas con las que ningún hombre ambicioso querría relacionarse especialmente. Desde luego que no eran la clase de personas que podrían ser de utilidad para uno que empezara una carrera. Ningún hombre sensato, deben de haber estado pensando, escogería una pandilla de amigos así. Desde luego, no eran la clase de gente con la que se querría mezclar un hombre prudente.
Con Sus acciones, Jesús había dejado bien claro que las tres leyes por las que los hombres tienden a organizar sus vidas no tenían ninguna importancia para Él.

(i) Había tirado por la borda la seguridad. La única cosa que la mayor parte de la gente quiere más que ninguna otra es esa precisamente. Por encima de todo se quiere un trabajo y una posición seguros, y en los que haya los menos riesgos materiales y económicos posibles.

(ii) Había tirado por la borda el mantenerse a salvo. La mayor parte de la gente tiende siempre a estar a salvo. Les preocupa más esto en cualquier empresa que su calidad moral, su legalidad o su ilegalidad. Un curso de acción que implica riesgo es algo de lo que se desmarca uno instintivamente.

(iii) Se había mostrado totalmente indiferente al veredicto de la sociedad. Había dado muestras de no importante lo más mínimo lo que se dijera de Él. De hecho, como decía H. G. Wells, para la mayor parte de la gente «la voz de sus vecinos suena más alto que la voz de Dios.» «¿Qué dirá la gente?» es una de las primeras preguntas que la mayor parte de nosotros tenemos costumbre de preguntar.

Lo que más horrorizaba a los familiares de Jesús eran los riesgos que estaba asumiendo; riesgos que, pensaban ellos, ninguna persona sensata asumiría.
Cuando Juan Bunyan estaba en la cárcel, tenía muchos temores. «Mi encarcelamiento pensaba podría acabar en el patíbulo por lo que yo puedo ver.» No le gustaba pensar que le ahorcaran. Pero llegó un día cuando se avergonzó de haber tenido miedo. «Pensé que me avergonzaría morir por una causa como esta con el rostro demacrado y las rodillas temblorosas.» Así es que llegó a la conclusión, viéndose subir la escalera del patíbulo: «Por tanto, pensé, estoy decidido a seguir adelante y a arriesgar el todo por el todo con Cristo, tenga aquí consuelo o no; si Dios no interviene, pensé, pegaré un salto a ojos cerrados de la escalera a la eternidad, me hunda o nade, sea al Cielo o al infierno; Señor Jesús, si me quieres recoger, recógeme; si no, yo me lo juego todo por Tu nombre.» Eso era precisamente lo que Jesús estaba decidido a hacer. Yo me lo juego todo por Tu nombre. Esa era la esencia de la vida de Jesús, y esa -ni a salvo ni estar seguro- debería ser el lema del cristiano y el manantial de la vida cristiana.

¿ALIANZA 0 CONQUISTA?

Marcos 3:22-27

Los maestros de la Ley vinieron desde Jerusalén, y dijeron:
-¡Tiene a Belzebub de Su parte! Es por medio del jefe de los demonios como echa los demonios.
Jesús los llamó aparte, y les habló por medio de una alegoría:

-¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Si un reino está dividido contra sí mismo, no podrá mantenerse. Y si una casa está dividida contra sí misma, no podrá mantenerse en pie. Pues lo mismo si Satanás se levanta contra sí mismo y está dividido: no podrá mantenerse. ¡Está acabado! Nadie puede penetrar en la casa de un hombre poderoso y saquearla a manos que primero ate al poderoso: entonces sí podrá desmantelar su casa.

Los representantes oficiales del Sanedrín nunca pusieron en duda el poder de Jesús para echar demonios. No tenían por qué; porque el exorcismo era entonces un fenómeno corriente, como lo es todavía en Oriente. Lo que sí dijeron fue que el poder de Jesús era debido al hecho de que estaba en coalición con el rey de los demonios; que, como dice un comentador: «Era de acuerdo con el gran demonio como Jesús echaba a los demonios pequeños.» La gente ha creído siempre en la «magia negra», y eso era lo que pretendían que Jesús practicaba.
Jesús no tuvo dificultad en desbaratar ese argumento. La esencia del exorcismo consiste en que el exorcista invoca la ayuda de un poder superior para echar a los demonios inferiores. Así es que Jesús dijo: «¡Figuraos! Si hay una disensión interna en un reino, ese reino no puede durar mucho. Si hay peleas en una casa, esa casa no durará mucho. Si Satanás está en guerra con sus propios demonios, entonces está acabado como poder a tener en cuenta, porque ha empezado una guerra civil en su reino.» «Para decirlo de otro modo -dijo Jesús-, supongamos que alguien quiere robar en la casa de un hombre muy poderoso. No hay manera de hacerlo, hasta que haya sometido a ese hombre poderoso. Cuando le tiene bien atado, entonces podrá desmantelar sus bienes, pero no antes.» La derrota de los demonios no mostraba que Jesús estuviera aliado con Satanás, sino que las defensas de Satanás se habían resquebrajado. Se había presentado un Nombre superior y más poderoso. La conquista de Satanás había empezado.

Dos cosas surgen de aquí.

(i) Jesús reconoce que la vida es un conflicto entre el poder del mal y el poder de Dios. No perdió el tiempo con especulaciones acerca de problemas cuya solución no podemos alcanzar los seres humanos. No se detuvo a discutir de dónde viene el mal; pero sí lo combatió de la manera más efectiva. Una de las cosas más curiosas es que pasamos mucho tiempo discutiendo el origen del mal, pero dedicamos muy poco tiempo a poner en práctica métodos para resolverlo. Alguien lo ha expresado de la siguiente manera: Supongamos que uno se despierta, y se encuentra con que en su casa se ha producido un incendio. No se sienta en una silla y se pone a leer un libro sobre » El origen de los fuegos en las casas particulares,» sino echa mano de los medios a su alcance,, y se pone a combatir el fuego. Jesús vio el conflicto esencial entre el bien y el mal que está en el centro de la vida y cebándose en el mundo. No se puso a especular acerca del mal; se enfrentó con él, y dio a otros el poder para vencer el mal y obrar el bien.
(ii) Jesús consideraba la derrota de la enfermedad como parte de la conquista del reino de Satanás. Esto es una parte esencial del pensamiento de Jesús. Él deseaba, y podía, salvar los cuerpos de las personas lo mismo que sus almas. El médico y el hombre de ciencia que se enfrentan con el desafío de la enfermedad están colaborando en la derrota de Satanás tanto como el predicador del Evangelio. El médico y el pastor no están luchando en frentes diferentes, sino en el mismo. No son rivales, sino colaboradores en la guerra de Dios contra el poder del mal.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Jesús en conflicto con su familia y los escribas (Mar 3:20-35)

Análisis de discurso

Aquí nos vemos en la necesidad de hacer otra división del discurso en contra de todas las versiones consultadas, debido a una serie de razones que se harán evidentes en el análisis. En primer lugar, este pasaje es un típico ejemplo del estilo marcano, que encuadra una historia entre otras dos, como si fuera un sándwich. Este procedimiento se ve, además de aquí, en Mar 5:21-43, Mar 6:14-29, Mar 11:12-25, Mar 14:54-72. La estructura general del pasaje es ABA’. La parte A (vv. Mar 3:19-21) tiene que ver con la familia de Jesús; la parte B (vv. Mar 3:22-30), con los escribas; y la parte A’ (vv. Mar 3:31-35), nuevamente con la familia de Jesús. El narrador nos informa que la familia de Jesús ha venido para llevárselo. Sin embargo, la acción se concentra primero en la crítica de los escribas y en la argumentación de Jesús con ellos, mientras su familia se queda esperando afuera. Luego, el narrador vuelve a introducir a los parientes de Jesús, y ahora sí la acción se centra en ellos.

En segundo lugar, hay una estructura aún mayor, que se basa en la anterior, pero esta vez formando un quiasmo del tipo ABCB’A’ (Marcus, 278):

A. Los familiares de Jesús (vv. Mar 3:19-21)

B. Jesús cuestiona la acusación de posesión demoníaca (vv. Mar 3:22-26)

C. Parábola del hombre fuerte (v. Mar 3:27)

B’. Jesús responde a la acusación de posesión demoníaca (vv. Mar 3:28-30)

A’. Los familiares de Jesús (vv. Mar 3:31-35)

La centralidad de la parábola del hombre fuerte nos habla claramente de la razón por la que su familia piensa que está fuera de sí, y por la que los escribas piensan que está endemoniado: Jesús viene para neutralizar la acción de Satanás, y esto se presta para que sus parientes y los escribas malentiendan su poder como algo demoníaco. Ellos no pueden aceptar que Jesús esté lleno del Espíritu Santo, y entonces atribuyen su poder al demonio. Esto para Jesús constituye un pecado imperdonable: confundir al Espíritu de Dios con un espíritu maligno. Sin embargo, su poder proviene de otra fuente, la única que puede subyugar al poder satánico: Dios mismo.

TÍTULO: Teniendo en cuenta que ninguna de las versiones consultadas realizan la división que hemos propuesto, pensamos que un título podría ser “Jesús es acusado de estar fuera de sí y endemoniado”. Otro título posible sería “Jesús en conflicto con su familia y los escribas”.

Análisis textual y morfosintáctico

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Ni siquiera podían comer pan: La idea es que no podían comer. Pan es una manera de referirse a la comida en general. Es mejor seguir la TLA y todas las otras versiones consultadas, que simplemente dicen que «ni siquiera podían comer».

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Mar 3:8; Mar 6:31; Mar 8:1.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— llegó a casa: Bastantes mss., algunos de valor, dicen: llegaron a casa, incluyendo, por tanto, a los discípulos de Jesús. En cuanto a la casa, ver segunda nota a Mar 2:1.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Blasfemia en contra del Espíritu (ver Mat. 12:22-37; Luc. 11:14-23). Aun la familia de Jesús pensó que él estaba fuera de sí. Muchos de los siervos más fieles de Dios, desde Pablo hasta John Sungel, gran evangelista del Asia sudoriental, se han enfrentado con esta misma acusación. Pero los escribas que habían descendido de Jerusalén en una comisión especial de investigación, se sobrepasaron en su afán de desquite. No dijeron que Jesús estaba loco, sino que estaba poseído por los demonios. Beelzebul parece ser aquí otro nombre para Satanás. Para más estudio sobre el nombre véanse comentarios más amplios. La Biblia enseña que tenemos sólo un enemigo espiritual, aunque éste tenga muchos sirvientes; y él es un enemigo ya derrotado.

Es difícil creer que aun los maestros de la ley pensaran que tal acusación fuera verdad; por esta razón la censura de Jesús fue tan severa. Primeramente, Jesús muestra la estupidez de la sugerencia de una “guerra civil” dentro del mismo Satanás. Luego señaló que la expulsión de demonios significaba una victoria sobre el enemigo, no asociarse con Satanás. Por último, dio una severa advertencia acerca del único pecado imperdonable en la Biblia: el pecado en contra del Espíritu Santo. Esto parece ser cerrar deliberadamente el corazón y la mente al testimonio del Espíritu acerca de Jesús, algo que los maestros habían demostrado en su culpabilidad. El torcimiento de la verdad tan deliberado y a propósito hace que el arrepentimiento y la salvación sean imposibles, ya que se ha cerrado la única puerta de la salvación que Dios ha abierto. No es que Dios no esté dispuesto a perdonar, sino que tal persona no quiere recibir el perdón del Señor. Si aún tememos que seremos culpables, es una señal clara de que no hemos cometido el peor de los pecados y que no estamos en peligro de cometerlo. En verdad, como ha sido dicho muchas veces, lo marcado está del otro lado: la preciosa verdad es que todos los demás pecados pueden ser per donados. El sostener fuertemente estas verdades ha de ayudar a muchas almas sensibles a no tener agonía, especialmente a aquellos que, en tiempos de persecución, han sido obligados a blasfemar contra Cristo. Podemos recordar a Saulo de Tarso, quien procuraba hacer blasfemar a los primitivos cristianos de origen judío (Hech. 26:11), o a las dictaduras de diversas clases en nuestros días. Pedro blasfemó y juró que él no conocía a Jesús, y si él pudo arrepentirse y ser perdonado, igualmente nosotros podemos ser perdonados.

De suma importancia especialmente en un mundo donde Satanás parece tan poderoso, es que nos demos cuenta de que el enemigo ya ha sido derrotado. Cada vez que en el Evangelio de Mar. Jesús echa fuera a Satanás de la vida de un hombre o una mujer y libera a la persona de ese poder, tenemos otra prueba más. La derrota de Satanás es segura a pesar de que aún pueda demostrar su poder en religiones no cristianas (los cristianos del Tercer Mundo sabrán que mientras pueda haber algo de verdad en esas religiones, también con frecuencia tienen algo de demoníaco), con “magia” y “encantamientos”, o en el avivamiento del satanismo y de lo oculto en el mundo occidental de hoy. El fuerte ya ha sido conquistado y atado: la batalla ya ha sido peleada y ganada, y ahora sólo hay operaciones de “limpieza”. La referencia a las posesiones desaparecidas indica que aquellos que eran poseídos por el enemigo anteriormente ahora pueden ser libres.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

REFERENCIAS CRUZADAS

t 119 Mar 6:31

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

20 super (1) Algunos mss. dicen: entraron.

20 super (2) Esto indica cuan activo, diligente y fiel era el Salvador-Esclavo como Esclavo de Dios en Su servicio evangélico.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Llega… M↓ registran llegan.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Lit., comer pan

Fuente: La Biblia de las Américas

M i registran llegan.

Fuente: La Biblia Textual III Edición