Comentario de Marcos 8:9 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Y eran como cuatro mil. El los despidió;
8:9 — Eran los que comieron, como cuatro mil; y los despidió — Mateo (15:38) agrega que el número cuatro mil no incluía a las mujeres ni a los niños. Enseguida de alimentarlos, Jesús los despidió. Parece que Marcos omite detalles en esta narración de la alimentación de los cuatro mil, porque va llevando a sus lectores a la consideración de la mente pesada y endurecida de los discípulos (versículos 16 y sig.).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
El número cuatro mil no es específicamente de hombres así como con los 5.000, por lo que el tamaño de la congregación podría haber sido significativamente más pequeño. Como hay personas que están tentadas a relatar ambos acontecimientos como uno sólo, se deben señalar las diferencias significativas: el número de personas alimentadas, el lugar, el tiempo, el número de peces, panes y cestas.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
cuatro mil. El número de hombres presentes, sin incluir mujeres y niños (Mat 15:38). Esto podría indicar al menos unas dieciséis mil personas.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
8:9 — Eran los que comieron, como cuatro mil; y los despidió — Mateo (15:38) agrega que el número cuatro mil no incluía a las mujeres ni a los niños. Enseguida de alimentarlos, Jesús los despidió. Parece que Marcos omite detalles en esta narración de la alimentación de los cuatro mil, porque va llevando a sus lectores a la consideración de la mente pesada y endurecida de los discípulos (versículos 16 y sig.).
Fuente: Notas Reeves-Partain
«Cuatro mil personas» (TLA) traduce mejor la palabra griega, la cual —aunque tiene una terminación masculina plural—se refiere a personas, y no sólo a los varones, como era el caso en Mar 6:44.
Reflexión bíblica y pastoral
¿De dónde podrá alguien saciar de pan a estos aquí en el desierto? Esta pregunta de los discípulos incita a la memoria histórica y a la imaginación teológica. Los lectores del Evangelio quizás recordaran que Moisés había alimentado al pueblo de Israel en el desierto con maná, aunque él sólo era un instrumento en las manos de Dios. En efecto, Dios mismo alimentó al pueblo con pan del cielo. Luego la iglesia edificaría su teología sobre estos relatos del Antiguo Testamento y diría que Jesús es el nuevo Moisés, aquel que alimenta a su pueblo con pan del cielo, con palabras de vida. Al registrar esta pregunta de los discípulos, Marcos le está preguntando a su audiencia: ¿quién puede saciarlos a ustedes con palabras que traen vida y liberación? Y la respuesta resuena a través de los siglos y llega hasta nuestros días: Jesús, el profeta de Nazaret, el Hijo de Dios. Él puede saciar nuestra hambre espiritual y liberarnos para amar y vivir en paz y en armonía con nuestros semejantes. Cuando Jesús nos alimenta, siempre hay de sobra para compartir con los demás. Nuestra tarea como discípulos es repartir y compartir lo que Dios nos da, lo espiritual, sí, pero también lo material, de tal manera que muchos más sean saciados.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
REFERENCIAS CRUZADAS
i 367 Mat 15:38
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
9 super (1) Algunos mss. dicen: los que comieron eran.