Inmediatamente el padre del muchacho clamó diciendo: —¡Creo! ¡Ayuda mi incredulidad!
9:24 — E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad — El padre entiende que su oración o petición tiene que ser acompañada de fe, y por eso clamó y dijo, “Creo”. No quiere que la falta de fe que tenga impida la curación de su amado hijo único. El es honesto y está confiado de que Jesús puede suplir su petición. La frase, “ayuda mi incredulidad” ha de ser entendida como “ayúdame en mi incredulidad” o falta de fe que tenga. Aunque clamó y dijo, “yo creo”, no exaltaba su fe, sino para él su fe no merecía el nombre de fe.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
dijo clamando. 2Sa 16:12; 2Re 20:5; Sal 39:12; Sal 126:5; Jer 14:17; Luc 7:38, Luc 7:44; Hch 10:19, Hch 10:31; 2Co 2:4; 2Ti 1:4; Heb 5:7; Heb 12:17.
Creo, ayuda mi incredulidad. Luc 17:5; Efe 2:8; Flp 1:29; 2Ts 1:3, 2Ts 1:11; Heb 12:2.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Creo; ayuda mi incredulidad expresa el hecho de que aun un grano de fe es suficiente, pero también que la fe de una persona necesita crecer y madurar. Uno puede solamente recibir tanto como pueda creer. Nuestra necesidad básica no es intentarlo cada vez más, sino creer más.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
AYUDA MI INCREDULIDAD. En esta vida la fe a menudo se mezcla con la duda. Sin embargo, eso no significa que Cristo no responderá a las peticiones que se le hagan, porque Él comprende y se compadece de las debilidades humanas (Heb 4:15). Es necesario confesarle la falta de fe y pedirle que dé la fe que se necesita (véase Mat 17:20, nota).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Creo; ayuda mi incredulidad. Admitiendo la imperfección de su fe y con todas sus dudas, el desesperado padre suplicó a Jesús que lo ayudara a tener la gran fe que el Señor demandaba de él.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
9:24 — E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad — El padre entiende que su oración o petición tiene que ser acompañada de fe, y por eso clamó y dijo, “Creo”. No quiere que la falta de fe que tenga impida la curación de su amado hijo único. El es honesto y está confiado de que Jesús puede suplir su petición. La frase, “ayuda mi incredulidad” ha de ser entendida como “ayúdame en mi incredulidad” o falta de fe que tenga. Aunque clamó y dijo, “yo creo”, no exaltaba su fe, sino
para él su fe no merecía el nombre de fe.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Ayuda mi incredulidad: ¿Cómo podría Jesús ayudar a la incredulidad del hombre, si no con una mayor capacidad de no creer? Pues esto implica ayudar a la incredulidad de alguien: ayudarle a que tenga menos fe (Bratcher y Nida, 288). Lo absurdo del planteo es obvio, por lo cual la traducción deberá evitar este error. TLA proporciona una opción mejor, cuando sugiere: «¡Ayúdame a confiar más en él!» Sin embargo, preferimos DHH: «¡Ayúdame a creer más!»
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
NOTAS
(1) Lit.: “¡Ayuda mi falta de fe!”.
REFERENCIAS CRUZADAS
z 427 Luc 17:5; Efe 2:8; Heb 12:2
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Creo; ayúdame en mi incredulidad. En su honesta lucha con la incredulidad, el padre solicitó al Señor que removiera todas sus dudas y le concediera suficiente fe (cp. Lc 17:5; Stg 1:5– 8).
Fuente: La Biblia de las Américas
ayuda mi incredulidad. El hombre clamaba por ayuda para su débil fe.