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Comentario de Marcos 10:14 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Marcos 10:14 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Al verlo, Jesús se indignó y les dijo: “Dejad a los niños venir a mí, y no les impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.

10:14 — Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios — Viendo Jesús que los discípulos están reprendiendo a los que traen los bebés, se indigna. Esto implica que los discípulos no actuaban solamente en ignorancia, sino con malos motivos.

Jesús se aprovecha de la oportunidad para enseñar sobre la naturaleza del reino venidero y de los que lo van a componer. En su reino no hay lugar para la ambición carnal y el sentido de superioridad unos sobre otros. El niño ilustra la humildad y la sumisión necesarias para todo ciudadano del reino del cielo. Jesús ya había tocado este punto. Véase 9:36,37, comentarios.

Ahora, si según el calvinismo el bebé nace totalmente depravado, habiendo heredado la culpa del pecado de Adán, entonces la lógica nos obliga a concluir que el reino de Dios es compuesto de personas pecadoras. Pero si el niño o bebé es inocente, puro, sumiso y humilde, con razón se puede decir que el reino de Dios es compuesto de personas del carácter del niño.

Jesús no dice que el reino de Dios es compuesto de niños, sino de “los tales” como ellos. Estos tales han sido bautizados en un cuerpo (1Co 12:13), que es la iglesia de Cristo (Col 1:18). El bautismo es para quienes han creído en Cristo, se han arrepentido de sus pecados, y han hecho confesión de su fe en Cristo; es para pecadores. Los niños de brazos no nacen pecadores, ni cometen pecado; por eso el bautismo no es para ellos. Pero ellos representan el carácter que tiene que poseer todo ciudadano en el reino de Dios.

No hay nada de membresía infantil en la iglesia en este pasaje. El pasaje no habla de niños que vengan solos a Jesús, sino de niñitos que son traídos a él.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

se indignó. Mar 3:5; Mar 8:33; Luc 9:54-56; Efe 4:26.

Dejad a los niños venir a mí. Gén 17:7, Gén 17:10-14; Núm 14:31; Deu 4:37; Deu 29:11, Deu 29:12; 1Sa 1:11, 1Sa 1:22, 1Sa 1:27, 1Sa 1:28; Sal 78:4; Sal 115:14, Sal 115:15; Isa 65:23; Jer 32:39, Jer 32:40; Luc 18:15, Luc 18:16; Hch 2:39; Hch 3:25; Rom 11:16, Rom 11:28; 1Co 7:14; 2Ti 1:5; 2Ti 3:15.

porque de los tales es el reino de Dios. Sal 131:1, Sal 131:2; Mat 18:4, Mat 18:10; Mat 19:14; 1Co 14:20; 1Pe 2:2; Apo 14:5.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

REINO DE DIOS. Marcos emplea el término «reino de Dios» con la misma frecuencia que Mateo emplea «reino de los cielos». Sin embargo, el significado es el mismo; compárense los siguientes pasajes paralelos: Mat 4:17 con Mar 1:15; Mat 5:3 con Luc 6:20; Mat 11:11 con Luc 7:28; Mat 10:7 con Luc 10:9 (véase el ARTÍCULO EL REINO DE DIOS, P. 1302. [Mat 12:28]).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

no se lo impidáis. Jesús reprendió a los discípulos por su intención de evitar que los niños vieran a Jesús (v. Mar 10:13). No era asunto de ellos decidir quién tenía acceso a Jesús y quién no (cp. Mat 15:23). porque de los tales es el reino de Dios. La mayoría de estos niños, por no decir todos, eran demasiado pequeños para poder ejercer una fe personal. Las palabras de Jesús implican que Dios por medio de su gracia extiende la salvación a aquellos que son muy jóvenes o mentalmente incapacitados para ejercer la fe (vea la nota sobre Mat 19:14). reino de Dios. Vea la nota sobre Mar 1:15.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

10:14 — Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios — Viendo Jesús que los discípulos están reprendiendo a los que traen los bebés, se indigna. Esto implica que los discípulos no actuaban solamente en ignorancia, sino con malos motivos.
Jesús se aprovecha de la oportunidad para enseñar sobre la naturaleza del reino venidero y de los que lo van a componer. En su reino no hay lugar para la ambición carnal y el sentido de superioridad unos sobre otros. El niño ilustra la humildad y la sumisión necesarias para todo ciudadano del reino del cielo. Jesús ya había tocado este punto. Véase 9:36,37, comentarios.
Ahora, si según el calvinismo el bebé nace totalmente depravado, habiendo heredado la culpa del pecado de Adán, entonces la lógica nos obliga a concluir que el reino de Dios es compuesto de personas pecadoras. Pero si el niño o bebé es inocente, puro, sumiso y humilde, con razón se puede decir que el reino de Dios es compuesto de personas del carácter del niño.
Jesús no dice que el reino de Dios es compuesto de niños, sino de “los tales” como ellos. Estos tales han sido bautizados en un cuerpo (1Co 12:13), que es la iglesia de Cristo (Col 1:18). El bautismo es para quienes han creído en Cristo, se han arrepentido de sus pecados, y han hecho confesión de su fe en Cristo; es para pecadores. Los niños de brazos no nacen pecadores, ni cometen pecado; por eso el bautismo no es para ellos. Pero ellos representan el carácter que tiene que poseer todo ciudadano en el reino de Dios.
No hay nada de membresía infantil en la iglesia en este pasaje. El pasaje no habla de niños que vengan solos a Jesús, sino de niñitos que son traídos a él.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Porque de los tales es el reino de Dios: ¿Qué quiere decir Jesús con esto? ¿Que sólo los niños son dignos de recibir el reinado de Dios, o que sólo los que llegan a ser como niños verán el reino? Ciertamente, significa esto último. El discípulo es desafiado a tener la actitud de un niño hacia Dios y su reino. ¿Y cual era esa actitud? Por cierto que no era la inocencia, como se ha sugerido tantas veces. La inocencia es algo que acostumbramos asociar con los niños en la actualidad, pero no era una cualidad que se asignara a los niños palestinos en el primer siglo. Los niños de aquel entonces se caracterizaban por la falta de poder y de derechos. Hasta que adquirían la mayoría de edad, cosa que ocurría a los 12 años, eran considerados en el mismo nivel que los esclavos. Pertenecían al paterfamilias, junto con la esposa y con los esclavos. Eran una posesión más, cuya vida estaba en manos del padre. La mayoría de las versiones traducen «el reino de Dios es de los que son como ellos».

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

REFERENCIAS CRUZADAS

l 469 Mat 18:4; Mat 19:14; Luc 18:16; 1Pe 2:2

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

se indignó. Marcos en general pone más énfasis en describir las emociones de Jesús que los otros evangelios (v. 1:25, 41, 43; 3:5; 7:34; 8:12; 9:19). Su indignación fue motivada por el rechazo de los niños por los discípulos en lugar de recibirlos con alegría.

el reino de Dios. Véase coment. en Mt 3:2.

Fuente: La Biblia de las Américas

14 super (1) Esto expresa la autenticidad de la humanidad del Salvador-Esclavo. Véase la nota 5 super (1) del cap.3.

14 super (2) El hecho de que el Salvador-Esclavo no menospreciara ni descuidara a los pequeñitos, expresa una vez más Su humanidad. Véanse las notas 21 super (1) de este capitulo y 36 super (1) del cap.9.

14 super (3) Véase la nota 14 super (1) de Mt 19.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

de los tales es el reino de Dios. Para entrar en el reino, hemos de llegamos a Cristo con fe semejante a la de un niño.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

de los tales… Lit. de los que son como ellos.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

T214 Τῶν τοιούτων no es necesariamente un genitivo posesivo (como Mat. [Mat 18:3] y Juan [Jua 3:3, Jua 3:5] lo entienden), sino que tiene este sentido: consiste de tales; los niños son la naturaleza misma del reino.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

O, de los tales

Fuente: La Biblia de las Américas

Lit. de los que son como ellos.

Fuente: La Biblia Textual III Edición