Y viendo Jesús que había respondido sabiamente, le dijo: —No estás lejos del reino de Dios. Ya nadie se atrevía a hacerle más preguntas.
12:34 — Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios — Jesús sabe lo que hay en el hombre (Jua 2:25), pero la sabia respuesta del escriba declara que comprende y cree lo que Jesús enseña. Expresa sentimientos apropiados de un ciudadano del reino de Dios. Por eso Jesús le dice que no está lejos del reino de Dios. Le falta solamente rendirse totalmente al Señor y seguirle. Está a la puerta de la iglesia. La palabra “sabiamente” traduce la palabra griega compuesta de “tener” y “mente”. Contestó con la mente puesta en lo que Jesús estaba diciendo.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
No estás lejos del reino de Dios. Mat 12:20; Rom 3:20; Rom 7:9; Gál 2:19.
ya ninguno osaba preguntarle. Job 32:15, Job 32:16; Mat 22:46; Luc 20:40; Rom 3:19; Col 4:6; Tit 1:9-11.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Debido a la humildad de este escriba y su entendimiento del verdadero propósito de Dios, él No estaba lejos de aceptar a Jesús como el Cristo.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
No estás lejos del reino de Dios. Jesús felicita y reta al mismo tiempo al escriba. Jesús reconoció la visión del escriba con respecto a la importancia de amor. Al decirle que no estaba «lejos» del reino de los cielos, Jesús estaba enfatizando que aún no estaba dentro de él. El escriba ya entendía los requerimientos del amor, solo necesitaba amar y obedecer a aquel que es el único que podría darle entrada en el reino.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
12:34 — Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios – Jesús sabe lo que hay en el hombre (Jua 2:25), pero la sabia respuesta del escriba declara que comprende y cree lo que Jesús enseña. Expresa sentimientos apropiados de un ciudadano del reino de Dios. Por eso Jesús le dice que no está lejos del reino de Dios. Le falta solamente rendirse totalmente al Señor y seguirle. Está a la puerta de la iglesia.
La palabra “sabiamente” traduce la palabra griega compuesta de “tener” y “mente”. Contestó con la mente puesta en lo que Jesús estaba diciendo.
— Y ya ninguno osaba preguntarle – Los líderes no se atreven a seguir tratando de entrampar a Jesús, pues siguen sufriendo derrota en los debates que ellos inician.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Sabiamente: También puede traducirse «con inteligencia» (NVI), «con sensatez» (BJ), «con buen sentido» (DHH).
Reflexión bíblica y pastoral
Para Jesús, toda la ley se resumía en dos principios fundamentales: amar a Dios y amar al prójimo. Si analizamos el decálogo, los diez mandamientos, en Éxo 20:1-17, vemos que estos también se dividen entre los que tratan del amor a Dios (los primeros cuatro) y los que tratan del amor al prójimo (los seis siguientes). La pregunta del escriba era importante porque, en el afán de cumplir todos los mandamientos, resultaba muy fácil perder de vista el espíritu con que se habían escrito, esto es, el amor. La ley de Israel tuvo su origen en el amor de Dios hacia el pueblo, y tenía como fin desarrollar el amor del ser humano hacia Dios y hacia el prójimo. El cumplimiento de los mandamientos no era una carga, sino una bendición y un privilegio; era la respuesta agradecida de un pueblo que había experimentado el amor de Dios, expresado en la liberación de la esclavitud en Egipto. En los dos pasajes citados por Jesús, Deu 6:1-25 y Lev 19:1-37, el trasfondo es justamente el recuerdo del acontecimiento fundacional del éxodo.
Jesús encarnó en su ministerio el espíritu de la ley. Según Mat 5:17, dijo que él no había venido a abrogar la ley, sino a cumplirla. Este pasaje de Marcos es el que más se parece al de Mateo, ya que aquí Jesús reconoce que el cumplimiento de los mandamientos es una parte fundamental de la entrada en el reino de Dios. Cabe preguntarnos, sin embargo, ¿por qué no le pidió a este escriba lo mismo que al joven rico, es decir, que vendiera sus posesiones y le siguiera? ¿Sería porque advirtió que, en su reconocimiento de la prioridad del amor sobre los sacrificios, estaba ya embarcado en una praxis de liberación que tenía en cuenta el bienestar del prójimo? Esto explicaría por qué Jesús, aparte de reconocer su respuesta acertada, no le hizo ninguna otra demanda. Pues bien, sólo es una forma de interpretar el pasaje. Hay quienes ven en este escriba un ejemplo de alguien que entendía teóricamente los valores del reino, pero que nunca podría entrar en él por pertenecer a un sistema que oprimía al pueblo, a menos que renunciara a su posición social, algo que aparentemente no hizo (Myers, 318).
Si Jesús vio en este escriba un discípulo en potencia, tenemos una situación similar a la del exorcista que echaba fuera demonios en el nombre de Jesús, aunque no era parte del grupo de discípulos (Mc Mar 9:38-41). Esto nos muestra que el grupo de los primeros seguidores de Jesús estaba compuesto por personas con una gran variedad de creencias y prácticas, un grupo no ortodoxo. Sólo después de muchos años, y en situaciones históricas bien particulares, la iglesia se constituyó como institución: expresó claramente su credo, delimitó su canon de libros sagrados y constituyó un clero exclusivo de hombres ordenados.
Volver a rescatar el espíritu de ese amor que todo lo abarca y todo lo puede es ponerse en contacto nuevamente con el Jesús histórico. Él, lejos de exigir de sus seguidores una doctrina correcta o una afirmación de fe ortodoxa, consideraba el amor a Dios y el amor al prójimo como únicas variables para determinar quién estaba calificado para entrar en el reino de Dios. Recuperar este espíritu hoy día nos haría más tolerantes con otros grupos cristianos y nos desafiaría a incorporar en nuestro ministerio prácticas ecuménicas y de diálogo con otras religiones.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Mar 1:15; Mat 3:2; Mat 6:10; Mat 22:46; Luc 4:43; Luc 20:40.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
q 603 Mat 22:46
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
había respondido sabiamente. Su respuesta estaba de acuerdo con las enseñanzas de Jesús y con las Escrituras del A.T.
No estás lejos del reino de Dios. El escriba había entendido los principios fundamentales del reino de Dios (vers. 32, 33), pero necesitaba nacer de nuevo por medio de la fe en Jesucristo (cp. Jn 1:12, 13; 3:3, 5).
nadie se aventuraba a hacerle más preguntas. Jesús había destruido todo intento de sus críticos de enredarle con sus preguntas.
Fuente: La Biblia de las Américas
R546 El adverbio μακράν aquí es similar a un adjetivo (adjetivo predicado): no estás lejos.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit. respondió.